la historia del mundo actual

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La Historia del mundo actual 1
Presentación.
Relacionar el concepto Historia con el mundo actual parece
contradictorio pero, en realidad, ni lo es ni nunca lo ha sido. Bloch:
“La Historia no es la ciencia que estudia el pasado sino a los hombres
en él”, el hombre como paciente; incluso, más estrictamente, se podría
decir también que no se refiere de ningún modo al pasado, más o
menos remoto, sino a las mutaciones del ser humano como
consecuencia de la sincronización de ciertos acontecimientos dados
Marc Bloch
en el tiempo, tanto en el pasado, en el presente o como lo será en el
futuro.
Desde el punto de vista de Lucien Febvre, hace tiempo un clásico, “la
Historia no puede lógicamente separar el estudio del pasado del estudio del
presente y del porvenir”; este punto de vista, en el que la Historia actual es
el punto de inflexión y razón de los acontecimientos pasados y explicación a
los futuros, muestra al hombre como el principal agente de la Historia al
dictaminar que ciertos factores pretéritos son causa de los acontecimientos
actuales.
Lucien Febvre
En
este
punto,
otro
clásico
de
la
historiografía, Benedetto Croce, aseguró, en un determinado
momento que “toda historia es historia contemporánea”; es decir,
son los acontecimientos del presente lo que nos hace
preguntarnos por el pasado, para solventar las necesidades del
futuro.
En cualquier caso, la historia de las mentalidades
promovida por Annales, no propiciaba el estudio de la
Benedetto Croce
Historia inmediata o del presente; Labrouse afirmaba que “todo lo importante se repite”;
Braudel comparaba el acontecimiento como al polvo, incluso un sociólogo, Edgar Morín,
consideraba que “el acontecimiento es una esfinge”.
1
JAVIER TUSSELL, Manual de Historia Universal. 9. El mundo actual, Historia 16, 2001.
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Hoy, ganada la batalla de la Historia del tiempo actual, no sin
resistencias incluso en la década de los ochenta, en parte, debido a la
creación del Instituto de Historia del Tiempo Presente en 1978, se vuelve
la ciencia histórica a lo político, al acontecimiento, a la narración y al
personaje. La necesidad de un conocimiento histórico del pasado cercano
para construir la Historia del mundo actual como ciencia ha coincidido
con el incremento exponencial de la comunicación, la renovación de los
Fernand Braudel
medios de comunicación, la elevación general del nivel de los estudios y
la difusión de la cultura en los diferentes medios.
Es posible diferenciar en la Historia actual dos momentos, uno el tiempo presente y otro
inmediato. Este segundo es el que aborda el periodismo que narra los acontecimientos según
van teniendo lugar. El primero, en cambio, toma para sí el espacio de una vida humana entera.
Según el fotógrafo y director de cine Robert Frank, la
Historia inmediata sería la espuma de la actualidad, pero quien
la hace, al menos, es capaz de percibir los resultados a largo
plazo de los fenómenos que estudia, a pesar de que los tiene
demasiado cercanos.
La Historia del tiempo presente o actual, es perfectamente
legítima hoy en día; el estudio de los factores socioeconómicos
más inmediatos y del poder de sus agentes a la hora de
modificarlos,
permite
discernir
un
nuevo
modelo
historiográfico, producto del último cuarto de siglo, que siente
la necesidad de preguntarse por la causa de las mutaciones,
por la imprevisibilidad del cambio que induce a saber acerca de
Robert Frank
él en mayor grado que en otras épocas.
¿Qué ventajas puede aportar el estudio de ese pasado reciente? Lo que identifica a la
Historia del tiempo presente no es tanto una cronología ni tampoco un método, sino un punto
de vista, una percepción nueva, si se quiere. Podremos, por tanto, desglosar un elenco de
aportaciones que tiene para el ser humano.
En primer lugar, la propia sociedad demanda un conocimiento científico del pasado
reciente. De este modo, la Historia del presente debiera servir para señalar, en el pasado, los
ejes fundamentales que lo vertebran, para saber sobre las cuestiones que debemos formular y
que nos permitan dilucidar algo sobre el futuro.
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Para tal fin, la Historia del mundo actual recurre a los testigos que vivieron la experiencia
que se narra, por lo que, a veces, se denomina “la Historia con testigos”. La mezcla de
especialistas con los participantes de los hechos históricos en sesiones de trabajo es un
procedimiento habitual seguido por los historiadores.
Otra cuestión es la participación del historiador
que, evidentemente, aportará apreciaciones muy
subjetivas, pero podríamos decir que quizás uno de
los géneros más prolíficos de la Historia actual es el
de las memorias, siendo Tocqueville uno de los
primeros contemporáneos en tratar temas en los
que él mismo participó, pero, no por ello,
quedándose en la simple anécdota, sino estudiando
“los
caracteres
precisamente,
la
generales”.
combinación
En
de
ese
caso,
político
e
historiador dio muy buenos resultados.
Iconologia: Historia
Otro punto importante, como aseguraba Lucien
Febvre, es la “historia-problema”; la presentación problemática del pasado, la reconstrucción
del mismo y, si es cercana, quizás, sería suficiente la transmisión de un cierto sentido del
tiempo, “la psiquis histórica”. Para ello, es necesaria la imaginación que haga desaparecer en
la Historia del presente “la ilusión retrospectiva de la fatalidad”; se deben “desfatalizar” los
acontecimientos.
Hay que añadir dos aspectos importantes de la Historia del tiempo presente que, además,
inducen a cultivarla. La dimensión interdisciplinar que conlleva en el campo científico a una
conjunción sintética necesaria para la explicación casualista, es decir, una solución trabada y
comprensiva aportada por el historiador. Mientras que el otro aspecto es la dimensión moral,
no solo formativa. Ya, Saint-Simon, aseguró que la Historia era “el breviario de los príncipes”
pero hoy se ha convertido en el breviario de los pueblos.
En general, la Historia del mundo actual, sin dejar de ser una aproximación nueva a
cuestiones viejas, supone la aparición de enfoques nuevos. Así, suele privilegiar su territorio al
cultivar la biografía, pero también campos como la política. Éste último, a través del estudio
generacional y del ambiente político y no solo mediante la composición social de su dirección
o la ideología de sus programas. Otro campo predilecto del nuevo género de Historia se refiere
a lo internacional y lo comparativo, sobre todo debido a la globalización de la vida humana,
propiciada por el impulso de los organismos intergubernamentales creados desde 1945.
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La universalidad de la Historia se produce en realidad a partir de esa fecha y obliga a
recurrir al método comparativo, para comprender la misma; el fenómeno globalizador exige
entender y dar explicación a los fenómenos como universales, dándose en diferentes partes
del mundo, aunque, su concreción sea diferente en cada uno de ellas.
Por último, la Historia del presente, mantiene una posición privilegiada frente al
acontecimiento, aquel que como la guerra suele ser punto de partida para explicar el pasado.
El acontecimiento es el lugar de encuentro entre la larga duración y la duración corta.
En cuanto a las innovaciones metodológicas, la Historia del
presente aporta a los historiadores cuestiones como la memoria
colectiva. Ya Dupront en 1961 afirmaba que la memoria colectiva “es
la materia misma de la Historia”. Esta es, en definitiva, lo que una
generación hace con el pasado, incluso transformándo y olvidándolo
de forma parcial, así como el papel que en ello juega el inconsciente o
la voluntad colectiva. La memoria deja de ser puro recuerdo y pasa a
Alfons Dupront
configurar el presente.
La Historia del tiempo presente ha revelado que los medios de
comunicación tiene un papel decisivo en la construcción de esa memoria colectiva, pero al
margen, la Historia oral siempre será una exigencia y también un instrumento privilegiado
del historiador del mundo actual.
La Historia actual ha modificado metodologías que tenían una larga tradición, al mismo
tiempo que ella misma cambiaba de acuerdo con la evolución del pensamiento historiográfico.
El principal factor ha sido el creciente papel de la cultura, pero también de la empresa y las
élites.
Las innovaciones metodológicas de la Historia del tiempo presente suscitan nuevas
cuestiones entre los historiadores, como las dirigidas a las formas de diversión, al vestido, es
decir, a la Historia de la vida cotidiana. La multiplicación del tiempo libre o algo tan decisivo y
pasado por alto como la irrupción del pantalón en la moda femenina; estos pueden ser hechos
decisivos que el historiador del tiempo presente hasta el momento parece haber desdeñado.
JAG.stilo
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