CARACTERISTICAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE ONCE AÑOS - A esta edad empieza a darse el desarrollo físico y las transformaciones que darán lugar a la pubertad. Normalmente las niñas se desarrollarán antes. Frente a estos cambios los niños/as reaccionan de forma muy diferente. No debe sorprendernos que los niños de once años sean tan diferentes unos de otros. - A la edad de once años la manera de reaccionar de cada niño está ya fijada y hace que cada niño sea lo que es. Adquieren la capacidad de pensar acerca de ellos mismos y consiguen apreciar su propia individualidad y el alcance de sus propias aptitudes. Este cambio en la manera de pensar, tiene que ver con el desarrollo corporal que se produce. - Sienten la necesidad de estar juntos, en grupo, y dejan de ser tan dependientes de sus familias como lo han sido hasta entonces. Sienten la necesidad de saber quiénes son, de actuar por sí mismos y empiezan a pensar qué es lo que quieren hacer de sus vidas y con qué aptitudes cuentan. - Empiezan a tener sus propias ideas sobre modos de comportamiento que difieren mucho de las de los padres. A veces pueden ser triviales. En otras ocasiones habrá que pactar y resolver conflictos, ya que el niño de once años necesita a sus padres por mucho que crea que puede pasar sin ellos. Necesitan su apoyo moral y saber que están ahí para el caso que surja cualquier dificultad. Al mismo tiempo ellos harán lo posible para afirmar su independencia. - Los niños/as, aunque la mayoría no sean conscientes de ello, están almacenando en su memoria toda suerte de información sobre el hombre y la mujer, sobre los comportamientos que tienen cada uno y con ello están haciéndose su propia idea de la clase de mujer o de hombre que quieren ser cuando sean mayores. Por ello es importante la manera en que la madre y el padre perciben el otro cónyuge. También juegan un papel importante las actitudes de abuelos, tíos y maestros. - Las niñas que maduran pronto suelen quedarse más desconcertadas que las que maduran tarde y han tenido ya ocasión de ver lo que les pasa a sus amigas. Es importantísimo que a los once años estén informadas de los cambios que están ocurriendo en su cuerpo. Sus ideas de lo que es ser mayor pueden ser superficiales y basadas en los clichés de televisión. - En general, los chicos sortean la edad de la pubertad con más facilidad que las chicas. Esto es debido a que están sometidos a menores alteraciones corporales y hormonales y ocurren a una edad algo mayor. Los que ya tienen alteraciones hormonales suelen hacerse más altos y fuertes que los demás. - Es importante comer y dormir bien. Lo normal es que tengan mucho apetito (sus preferencias son hamburguesas, patatas fritas y dulces) y que les cueste despertarse por la mañana y no quieran irse a la cama por la noche. Pero es conveniente seguir ayudándoles a adquirir buenos hábitos que les van a ser útiles en la vida. - A esta edad ya debe haber una rutina de lo es la higiene personal desde bañarse, cortarse uñas, lavarse el pelo, cepillarse los dientes. Muchos no sentirán la necesidad de ir limpios, y puede que haya que darles un toque de atención. Pero si la rutina está bien establecida seguirá inclusive en la adolescencia. - Un chico o chica de once años puede creer que puede ya valérselas por sí mismos, y dar la impresión de que es así, pero necesitan todavía de los mayores, no tanto en el orden físico, sino en el moral. Necesitan sentir que están en la mente de la familia. - La combinación de independencia y sexualidad incipientes, que induce a los hijos a escaparse de las madres y querer resolver por sí solos sus asuntos, puede hacer de esta edad algo muy difícil para las madres. Los varones normalmente se distancian de la madre y se fijarán en el padre. Por ello el padre puede ayudar al niño tanto en la disciplina como en el ejemplo de ser independiente y considerado a la vez. La relación madre-hija suele ser menos problemática, más adelante se enfrentarán. La relación padre-hija dependerá de cómo se fueron estableciendo sus relaciones en años anteriores. - La manera de pensar que ya había empezado a cambiar a los diez, se va asentando. El niño de diez años se vuelve más reflexivo, recurre a la memoria para construir un argumento. La capacidad de pensamiento abstracto contribuye a la mayor independencia de las relaciones familiares. También les deja de interesar las historias con trama muy sencilla y empiezan a gustarles libros más complicados que exploran las relaciones humanas y las situaciones. - Es importante que a los once años los niños hayan aprendido bien a leer, escribir y hacer cuentas. - La finalidad de los deberes es que el niño aprenda a trabajar independientemente, por lo que es conveniente que los padres mantengan sobre el niño una cierta vigilancia a distancia para asegurarse de que hace su trabajo. Si los padres no se interesan por el trabajo escolar de los hijos se corre el riesgo de que también los niños pierdan interés. Por otra parte si los padres ayudan demasiado puede ocurrir que los niños acaben no sabiendo hacer las cosas. - Las chicas suelen tener una amiga preferida o un grupo de amigas preferidas. La relación con esta amiga puede hacerse y deshacerse con facilidad. Los chicos suelen juntarse para hacer algo como jugar a fútbol, les interesa más lo que hacen que las relaciones que hay entre ellos, Suelen ser muy competitivos y siempre hay buenas razones para el enfado. - A estad edad la mayoría no ha llegado aún a la gran crisis rebelde de la adolescencia. Por eso con un poco de suerte, los padres podrán hablar con sus hijos y ayudarles a que ellos mismos se den cuenta de lo que les está sucediendo. Una buena adaptación a los cambios de esta edad pone los cimientos para una transición más suave en la adolescencia.