10. La Dimensión Cognoscitiva del Hombre Problemática En este tema partimos del hecho del conocimiento humano. Inicialmente se nos presenta como un conocimiento distinto al de los animales, como un conocimiento racional. El problema central de este tema es ¿De qué modo llega el hombre a tal conocimiento? Esta pregunta nos llevará necesariamente a la consideración de las dos dimensiones del conocimiento humano: sensitiva e intelectiva. Tales consideraciones abrirán nuevas problemáticas. Fundamentalmente sobre la manera en que se relacionan ambas dimensiones del conocimiento, así como la validez, el objeto, y el punto de partida de cada una de ellas. Al afrontar tales preguntas, distintos pensadores han intentando dar una explicación adecuada al fenómeno de la inteligencia humana salvaguardando siempre el principio metafísico de fondo: el efecto nunca puede ser mayor a la causa, principio que se ve amenazado cuando se considera la desproporción entre la realidad material y contingente a partir de la cual formamos conceptos universales y necesarios. Existen dos posiciones extremas que no logran dar una explicación adecuada al fenómeno de la inteligencia humana. Por un lado está la posición racionalista-idealista, que explica la inteligencia humana a partir de una serie de ideas innatas y considera el aspecto sensible como meramente accidental. Por otro lado está la posición empirista, que reduce el conocimiento intelectivo al desarrollo de un conocimiento meramente sensitivo. La verdad se encuentra en el punto medio. El conocimiento humano es verdaderamente espiritual, y al mismo tiempo está íntimamente ligado a la sensibilidad. El hombre es un ser intermedio entre el espíritu puro y el mero animal. Es animal racional, espíritu encarnado. Un ulterior problema es el del objeto del conocimiento. En la filosofía clásica, se consideraba generalmente que se conocía la realidad como ésta es fuera y a pesar del sujeto que la conoce. Con Descartes se acentúa el “problema del puente”: no conocemos directamente la realidad sino nuestras ideas que habrá que ver si corresponden o no a la realidad. Este es el problema que de una u otra manera buscan resolver todos los pensadores de la filosofía moderna. De este se sigue también el problema sobre el papel que juega el sujeto en el proceso del conocimiento. Se puede decir que, en general, hasta antes de la propuesta Kantiana, el sujeto cognoscente, era medido por el objeto conocido. Esto no significaba, sin embargo, que el sujeto permanecía pasivo durante el proceso del conocimiento. Ya Platón hablaba de la reminiscencia, Aristóteles de la abstracción y S. Tomás del intelecto agente que actualiza la species inteligibilis. En Kant, sin embargo, no se trata ya de una actividad por parte del sujeto, sino de una constitución subjetiva del objeto conocido en virtud de precisas condiciones y actividades que son propias del intelecto humano (dotado de categorías a priori), poniendo en entredicho la relación con la realidad extra mental. Husserl, en cambio, decide dejar de lado ambos problemas para dedicarse a examinar el fenómeno con miras a conocer la esencia del mismo. Si tal esencia está en la realidad extra mental o si es un producto de la estructura cognoscitiva humana, es una discusión que deja de lado. Finalmente Gádamer, siguiendo a Heidegger, abandona la pretensión de conocer verdades meta-históricas y reduce el conocimiento a la asimilación de una interpretación que me permite ulteriormente formar mi propia interpretación. Cuadro Histórico Mostrando estructura antropológica, el objeto que busca conocer y haciendo una crítica. Posición Filósofos Realista Aristóteles Platónica (dualista) Platón Objeto que busca conocer Ente real Realidad ideal; idea como existencia extra mental subsistente. La verdad y la Verdad Intermedio S. Agustín Filósofos árabes Nominalista Averroes y Avicenna Ockham Conceptualista Realismo Suarez Sto. Tomás Racionalismo Descartes Empirismo Locke, Hume Elementos constitutivos de las ideas y su correspondencia a la realidad. Trascendentalismo Kant Fenomenología Hermenéutica Husserl Heidegger, Gadamer Ente real Fundamento del concepto universal: el nombre que le damos Ente real Correspondencia de las ideas que conoce con la realidad. Condición de posibilidad del conocimiento La esencia del fenómeno H: el ser (que es dinámico) G: la interpretación Acción del sujeto Abstracción Reminiscencia La verdad la conoce mediante la razón natural. La Verdad mediante la razón superior iluminada directamente por Dios. Es ayudado por un intelecto separado Intuye solamente lo singular Abstrae y hace inteligible la species mediante el intelecto agente. Afirma o niega con en el juicio volitivo si la idea, además de su realidad formal, goza de realidad representativa ciñéndose al criterio de claridad y distinción. Locke: siente (capta sensaciones), forma ideas simples a partir de las sensaciones y las acciones que estas suscitan en él. Forma ideas complejas relacionanado ideas simples. Hume: percibe impresiones e ideas. Conserva similitudes de las ideas simples mediante la memoria y las combina entre sí mediante la imaginación. Informa el fenómeno mediante las categorías a priori Intuición eidética Circulo hermenéutico: recibe, asimila y re-propone. Platón y el dualismo gnoseológico: propone una A dualista. El hombre sustancialmente es el alma que se encuentra encerrada en el cuerpo y debe buscar liberarse de este mediante la ascesis y el conocimiento filosófico. (Cf. Fedone, Segunda Navegación). El alma, siendo espiritual, pertenece al mundo inteligible donde está la verdad. Es así que puede conocer las ideas. Tales ideas las conoce mediante la reminiscencia: recordando esas ideas que contempló en su vida pasada. Tales ideas son recordadas en el contacto con las realidades sensibles, pero pertenecen al mundo inteligible. Es lo que pretende probar Platón en el diálogo del Menon mediante la mayéutica. Lo que pertenece al mundo sensible lo reduce al estado de opinión. Niega que sea verdadero conocimiento. Aristóteles: propone una A de unidad en la dualidad. El hombre es una sustancia compuesta de alma y cuerpo. El proceso del conocimiento empieza con los sentidos externos, de allí pasa a los sentidos internos y culmina con la intelección. No aclara si el intelecto agente está en el hombre o separado de este. San Agustín: razón inferior y superior; la iluminación. Se trata ya de una antropología cristiana. Considera al hombre no solamente desde el punto de vista de su naturaleza, sino también desde el punto de vista de su relación directa con Dios. La personalidad humana se encuentra en una relación personal con un Dios concebido como persona. A la vez, sigue siendo una filosofía de influjo platónico. Parte “desde lo alto”. Sólo que partir “desde lo alto” no se refiere a buscar ideas subsistentes en el hiperuranio, sino partir desde la consideración del alma espiritual mediante una introspección, porque “in interiore homine hábitat veritas”. Sin embargo, a diferencia de los platónicos, Agustín no considera al cuerpo como algo accidental, y menos aún como una prisión del alma. Éste también ha sido creado por Dios y, por lo tanto, no puede ser considerado como algo malo. Por lo tanto define al hombre como, «una sustancia racional que consiste de alma y cuerpo»1. En su teoría del conocimiento, sin embargo, sigue asemejándose a los platónicos poniendo mayor peso en el alma que parecería totalmente activa con respecto al conocimiento sensible. Estos son como una extensión suya. No es el cuerpo el que siente, sino el alma por el cuerpo, del que se sirve como de mensajero para formar en sí misma lo que se le notifica de fuera. Agustín descubre 2 facultades en el alma: la ratio y la voluntas. En cada una de estas distingue un nivel superior y uno inferior. En la ratio, el nivel inferior es la scientia y el superior es la sapientia. En la voluntad es el liberum arbitrium y libertas. En el nivel superior de ambas facultades obra directamente Dios: en la ratio superior mediante la iluminación; en la libertas mediante la gracia. Santo Tomás y la doctrina de la abstracción (ver cuadro sistemático) Guillermo de Occam2: con un contingentismo absoluto como base metafísica de la realidad, los entes finitos pierden su estabilidad y consistencia propia quedando a merced de una omnipotencia divina concebida como voluntad arbitraria que podría hacer que conociéramos lo que no existe, que todo lo que parece verdadero fuera ―en realidad― falso. Occam postula que solo se conoce lo que se conoce intuitivamente. Solo vale el conocimiento directo e inmediato de los singulares. La abstracción, como fuente de engaño, nos hace suponer que existen entidades ocultas (esencias, formas sustanciales, potencias, etc.) las cuales Occam considera inecesarias y por lo tanto las excluye de su sistema filosófico según su máxima: non sun multiplicanda entia sine necessitate. Descartes y el representacionismo: regresa a una propuesta dualista del hombre: unión entre res cogitans y res extensa. Los conceptos simples, como la idea de Dios, causa, y otras ideas universales y comunes son innatas. En el alma, sin embargo, también se encuentran otras ideas. En sí, todas ellas gozan de realidad formal. La voluntad, siguiendo el criterio de la claridad y distinción podrá afirmar o negar si gozan además de realidad representativa. Es lo que podemos llamar el juicio volitivo en Descartes. Critica: En el realismo vemos como aquello que conocemos es la realidad y no una representación de esta. Es verdad que la conocemos a través del concepto, pero conocemos la realidad. Además entre la realidad conocida y la realidad en sí, no se da una similitud (representación) sino una identidad 1 2 S. AGUSTIN, De Trinitate XV,7,11. A. LLANO, Gnoseología, EUNSA 5ta edición 2000, 14. formal. Hay identidad entre cognoscente en acto y conocido en acto. Por otro lado, la voluntad no interviene en los juicios evidentes. Nuestra vida diaria está llena de juicios evidentes que preceden toda duda y toda intervención de la voluntad. Locke, Hume y el Empirismo: estructura A: no se podría proponer una estructura A desde una posición empírica. Una estructura A va más allá del conocimiento empírico. Locke: Conocimiento: Las ideas inician y se reducen a la sensación empírica. Las idea de sensación es causada por una sensación externa. Las cualidades primarias que percibimos corresponden a la realidad extra mental mientras que las cualidades secundarias no necesariamente. Las ideas de reflexión simples se construyen mediante el regreso a las operaciones suscitadas por la sensación. Las ideas de reflexión complejas se construyen mediante relaciones. Esto se puede ver en el siguiente esquema: 1) Cualidad primaria Reales 2) Cualidad secundaria Las persibimos pero no sabemos si existen en Rl extramental Sensasión Simples 3) Reflexión Ideas A partir de las operaciones de la mente cognoscitivas apetitivas Modos Complejas Sustancias Relaciones Causa / efecto (entre otras) En cuanto a los conceptos, Locke dice que su unidad depende del lenguaje. Lo que llama una esencia nominal (a diferencia de la esencia real): complejo de ideas simples y modos asociados a un nombre. ej. Oro: cuerpo amarillo, peso, se funde, es sólido, etc. (por esencia entiende la idea abstracta a la cual asociamos el nombre). Hume: La ambición de H.: construir una Sc ‘N , que goce de certeza objetiva. Se mantiene fiel a la tradición empirista afirmando que todas las ideas vienen de la experiencia. Sin embargo, va un poco más allá de Locke rechazando la capacidad humana de conocer tanto la sustancia como la causalidad. Para H. los contenidos de la mente en general son percepciones (lo que en Locke eran sensaciones). Estas son de dos tipos: impresiones (datos de la experiencia) e ideas (copias o imágenes de las impresiones). Las ideas, a su vez, son formadas o por la memoria o por la imaginación. La memoria conserva las ideas simples y su orden; conexión inseparable entre las ideas. La imaginación combina las ideas separadas según algunos principios generales de asociación: semejanza, contigüidad en el tiempo o en el espacio, causa y efecto.[imagino que hay una sustancia porque hay contigüidad espacio temporal de ciertas impresiones; imagino que hay causalidad porque hay sucesión repetida de datos de hecho]. De todo esto se sigue que lo único que corresponde a la realidad son las impresiones simples. Las sustancias son productos de nuestra imaginación. Así el empirismo niega el conocimiento intelectivo reduciendo todo a conocimiento sensitivo. Los conceptos no son universales. Son simplemente generalizaciones a partir de experiencias particulares. Crítica del empirismo: en el fondo es contradictorio porque presupone y usa muchos conceptos metaempíricos para decir que solo los conocimientos empíricos son válidos. Kant y el trascendentalismo: Toma la posición empirista afirmando que toda idea debe corresponder a una intuición sensible. De otro modo se trata de conceptos vacíos. Va más allá del empirismo postulando una constitución subjetiva del objeto conocido en virtud de precisas condiciones y actividades que son propias del intelecto humano (dotado de categorías a priori). La realidad extra mental, el noúmeno, queda completamente fuera del alcance del conocimiento. A lo mucho se puede postular su probable existencia. El objeto de nuestro conocimiento es el fenómeno articulado en la espacio-temporalidad subjetiva (estérica trascendental; fenómeno) y ulteriormente “informado” por las categorías del conocimiento humano (analítica trascendental; juicio). Dicho de otro modo, Kant considera los conceptos como formas sintéticas a priori (las categorías) las cuales, unidas a la experiencia sensible forman el conocimiento. Los razonamientos que buscan afirmar una realidad más allá de la intuición empírica (MFa), son ilegítimos y no logran sino formar conceptos vacíos. Crítica: contra las teorías apriorísticas e innatitas, se puede criticar poco valor dado al conocimiento sensible. Cosa que no corresponde a la experiencia dada. El valor del conocimiento sensible solo se puede menospreciar en teoría. En la práctica, dirige cada una de nuestras acciones. Heidegger, Gadamer y la comprensión existencial del Dasein: Heidegger: Parte de una estructura A existencial. Mi humanidad está constituida en base a la situación que me he confrontado. Lo que hago con mi vida es el proyecto. El ser del hombre es dinámico e incluye el pasado, el presente y el futuro. El Dasein (essere gettato, esserci) hace algo en el presente en vistas a un proyecto futuro basado en una historicidad pasada que tiene presente en sí (ej. artesano). El conocimiento no se puede separar de las demás realidades de la dimensión humana. No es un cogito que parecería un instante de la eternidad separado del presente el pasado y el futuro. La conciencia siempre es «gettata» y «progettata». Entra dentro de la dimensión locutiva del ser. Mi ser está condicionado por mi situación. Entre estos condicionamientos está el lenguaje (entendido en sentido amplio: cultura, educación, tradición, etc). Gadamer: Podemos decir que lo que el hombre conoce es el lenguaje (entendido en sentido amplio: la cultura, la educación, el presente conformado por el pasado) según la interpretación de aquel (individuo o sociedad) que se la da a conocer. Él la deberá asimilar para formar luego la propia interpretación que comunicará. Cuadro Sistemático Conocimiento en general (1,2): La inteligencia, al igual que la voluntad, es una operación inmanente. Parte de un sujeto, se dirige intencionalmente hacia un objeto y, a la vez, regresa al sujeto modificándolo. (las operaciones inmanentes, a diferencia de las trascendentes, terminan en el mismo sujeto). El elemento fundamental del conocimiento es la interioridad. Solo los seres capaces de interioridad, aunque sea en mínimo grado, son capaces de hacer presente de alguna manera dentro de sí al mundo circundante. En esto consiste el conocimiento: en la presencia intencional de un objeto en un sujeto. Por lo tanto, el conocimiento implica siempre tres elementos: un sujeto que conoce, un objeto conocido, y el acto del conocimiento mediante el cual el objeto se hace intencionalmente presente en el sujeto. En el sujeto hay que distinguir entre el individuo que conoce y la facultad mediante la cual conoce. A nivel físico, a cada facultad corresponde un órgano. El acto del conocimiento hace presente al objeto conocido de modo intencional, es decir no de modo físico, sino mediante una “semejanza” (llamada “species”) del objeto conocido. Por medio de esta (id quo) el sujeto conoce al objeto mismo(id quod). Sobre el objeto hay que distinguir entre el objeto material que es la realidad conocida y el objeto formal que es el aspecto bajo el cual es conocida la realidad por cada una de las facultades. Proceso del conocimiento Dimensión sensitiva del Conocimiento humano o Primera fase: la sensación externa o Segunda fase: la sensación interna Dimensión intelectiva del Conocimiento humano o Tercera fase: el conceptualizar o Cuarta fase: el juzgar o Quinta fase: el razonar Dimensión Sensitiva del Conocimiento Humano (3,4) Sensación Externa Se trata de un proceso fisiológico. No es un puro recibir pasivamente. La sensación externa es una acción del sujeto. Hay tres elementos que constituyen este acto vital: 1. El estímulo(físico): el acto mediante el cual cierta cualidad de un objeto obra sobre el órgano sensitivo del ser vivo. 2. La modificación del órgano(fisiológico): reacción producida en el órgano mediante el estímulo. Esta reacción no es sino la reproducción intencional de un aspecto del objeto dentro del órgano. Esta modificación es el medio a través del cual el objeto es conocido. 3. La experiencia interna(psico-fisiológico): el elemento fundamental de la sensación. Cuando el objeto hecho presente en el sujeto penetra la consciencia de este. Percepción La sensación interna (percepción) es el proceso cognoscitivo mediante el cual, en el plano de lo sensible, los objetos se presentan al hombre como unidad dentro de una totalidad estructurada. Esto se realiza mediante los sentidos internos. Las funciones de los sentidos internos son: 1. Organizar los datos sensibles 2. Completarlos 3. Unificar y distinguir objetos 4. Seleccionar información 5. Localizar los objetos en el tiempo y en el espacio creando relaciones espacio-temporales entre los distintos objetos. Los sentidos internos son 4: 1. El sentido común: la actividad del sentido común consiste principalmente en percibir las sensaciones externas e, indirectamente, los objetos de los sentidos externos. De modo secundario, su función incluye también hacer relaciones entre las percepciones de los diversos sentidos externos, y distinguir y unificar diversas cualidades sensibles en un objeto intencional. 2. La imaginación: ciertas percepciones experimentadas son conservadas, permanecen virtualmente en nuestra consciencia y pueden ser “reactivada” para completar nuestras percepciones actuales. La función propia de la imaginación es aquella de “reactivar” imágenes vistas con anterioridad integrándolas en objetos presentes. 3. La memoria sensitiva: este sentido obra en base a las mismas impresiones conservadas en nuestra interioridad. Solo que a diferencia de la imaginación, la memoria las “reactiva” como representaciones de objetos que actualmente no están presentes, sino que fueron percibidos en el pasado. 4. La estimativa-cogitativa: en los animales hablamos de estimativa. En ellos, esta facultad les permite hacer una valoración de los objetos que entran dentro de su campo de percepción distinguiendo los útiles de los nocivos. Está estrechamente ligada con las tendencias innatas, instintos, de los animales. En el hombre, la cogitativa, es la facultad que capta el particular en cuanto tal. Lo capta ya de modo unificado gracias a las acciones de los demás sentidos internos. Su función será suministrar al intelecto esta species que necesita y que es fruto de la sensibilidad interna. Distinción entre sensación y percepción: Sensación: aspecto parcial de las cosas que captamos mediante nuestros sentidos externos. Percepción: objetos unificados, organizados y estructurados que captamos mediante nuestros sentidos internos. Doble finalidad del conocimiento sensitivo: «el conocimiento sensible está ordenado a dos cosas. Primeramente está ordenado, sea en los animales o en el hombre, a la conservación del cuerpo; porque con él se evitan las cosas nocivas y se buscan las necesarias para el sustento. En segundo lugar, en el hombre se ordena también al conocimiento intelectual». (S. Th., I-II-q.167,a.2,c) Dimensión Intelectiva del conocimiento humano La inteligencia es la facultad cognoscitiva, de naturaleza espiritual, que capta lo inmaterial, universal y abstracto. Objeto de la inteligencia:(9) La esencia de las cosas materiales es el objeto propio de la inteligencia en esta vida; es conocida por abstracción a partir de los datos de los sentidos, de la imagen sensible. Las cosas materiales: puede conocerlas indirectamente y por cierta reflexión; volviendo a las representaciones imaginarias en las que conoce las especies inteligibles. Las realidades inmateriales (Dios, alma, bondad) podemos conocerlas sólo por analogía con las materiales, es decir, por lo que tienen de común con ellas. Existencia del conocimiento intelectual: La existencia de la inteligencia se muestra principalmente por: el uso de conceptos, juicios y razonamientos. el uso de un lenguaje conceptual y simbólico. El lenguaje humano, a diferencia del animal es convencional y simbólico. Esto nos muestra que las palabras humanas tienen un significado, son la expresión de un conocimiento conceptual que capta la esencia de las cosas. Naturaleza del conocimiento intelectual: La naturaleza del conocimiento intelectual humano nos presenta tres propiedades o características fundamentales que se aplican a sus tres actos de conceptualizar, juzgar, razonar. Inmaterial y espiritual: no dependen intrínsecamente (in facto ese) de la materia ni de las condiciones materiales (espacio/tiempo), aunque pueda depender extrínsecamente (in fieri). Universal: es aplicable a todos los individuos que poseen el mismo contenido de inteligibilidad. Abstracto: prescinde de los caracteres concretos (color, forma, tipo, tamaño…) de un ente concreto y toma (abs-trae=extrae) lo que es propio y común de todos los entes de esa misma especie. Tales conocimientos van más allá de la sensación que siempre es material, particular y concreta. Es verdad que el conocimiento intelectual tiene su inicio en la sensación, pero no se reduce a esta. La inteligencia depende de la sensibilidad con una dependencia extrínseca, pero intrínsecamente no está ligada a ella. Se trata de una dependencia causal respecto al surgir del conocimiento, pero no respecto al ser. Además, la inteligencia puede alcanzar realidades no materiales de las cuales no es posible tener sensaciones (bondad, justicia, Dios, etc.) Si los conocimientos son espirituales (intrínsecamente no dependen de la materia), la facultad que los conoce tiene que ser inmaterial. De otra manera se limitaría, igual que las facultades sensitivas, a conocer solo un aspecto particular de la realidad conocida. Una ulterior confirmación de la espiritualidad del conocimiento intelectual es la capacidad de reflexión completa sobre sí mismo. Es decir, el autoconocimiento. En cuanto al cerebro, hay que decir que el hombre no piensa con el cerebro, sino con la inteligencia. El cerebro no es el órgano, ni la causa del pensamiento, son sólo la condición necesaria. Por lo tanto la relación entre inteligencia y cerebro no es causal, sino de condición instrumental (necesaria en el estado actual de vida). 5 funciones de la inteligencia: Función abstractiva: elabora conceptos abstractos, universales e inmateriales. Función intuitiva: capta de modo inmediato los primeros principios y algunos aspectos de la realidad. Función de memoria: conserva los conceptos, juicios, razonamientos, experiencias… Función de razón o discursiva: elabora los juicios de todo tipo y los razonamientos. Función de conciencia: conoce el propio acto de conocer y el sujeto del mismo; autoconciencia. ¿Cómo formamos estos conceptos? (7) Abstracción: Ab-trahere: tirar fuera de. De una realidad material-sensible, el intelecto “ex-trae”, pone en evidencia su inteligibilidad o su quidditas. Facultades de la abstracción 1. Intelecto Agente: Los sentidos que son fundamentalmente materiales, no dan al hombre la suficiente luz para descubrir esta inteligibilidad, pues se trata de una realidad inmaterial. Hace falta una luz espiritual que haga al objeto inteligible. Esta luz que ilumina al fantasma (species sensibilis) es lo que se llama el intelecto. agente. 2. Intelecto Posible: Además de la capacidad de iluminar(intelecto agente) hace falta que el hombre tenga también la capacidad de recibir la especie iluminada por el intelecto agente y descubrir actualmente la inteligibilidad del objeto. En el momento en que el intelecto posible logra reconocer la realidad iluminada por el intelecto agente, se produce una intuición, una iluminación… se forma un concepto. UNIÓN ÍNTIMA ENTRE CONOCIMIENTO SENSIBLE Y CONOCIMIENTO INTELECTUAL (6) Non proppie loquendo sensus aut intellectus intelligit, sed homo per utrumque.3 En el hombre nunca existe un conocimiento meramente sensible ni tampoco se puede hablar de un acto de conocimiento puramente intelectual. El conocimiento humano comienza con los sentidos y se “espiritualiza” mediante la abstracción: nihil est in intellectu quor prius non fuerit in sensu. Aunque se eleve a regiones muy abstractas, regresa siempre a la representación sensible para dar un sentido concreto a aquello que está pensando. Su modo de conocer se puede describir como una “inteligencia sentiente” o una “sensibilidad inteligente”. El conocimiento humano consiste en la tensión entre estos dos aspectos, que están siempre contemporáneamente presentes, pero en medidas y proporciones muy diversas según los momentos. Con esto no se niega que exista una distinción real. Esto se puede ver en siguiente tabla comparativa: Czto Sensible 3 De Verit., 2,6,3. Czto Intelectual Objeto o contenido Sucesión de contenidos Dependencia del organismo Material Particular Concreto Temporal Intrínseca Inmaterial Universal Abstracto Lógica Extrínseca Finalmente, repasemos todo el proceso del conocimiento: Nivel sensitivo 1. Estímulo físico 2. Modificación fisiológica en el órgano crea la species sensibilis impresa (representación del objeto) 3. Sensación psicofisiológica que crea la species sensibilis (“expresión” psicológica que el sujeto hace del objeto). 4. Percepción que organiza las sensaciones y crea la species sensibilis expressa (en acto). Nivel intelectivo 5. Intelecto agente ilumina la species sensibilis expresa (en acto) que es inteligible en potencia y la actualiza descubriendo la inteligibilidad del objeto. Crea así la species inteligibilis impressa. 6. Intelecto posible: recibe la species inteligibilis y la conoce; expresa la esencia de la cosa en una species expressa, es decir un verbo mental o concepto. 7. Conversio ad fantasmata. (Iq84a7) 8. Con la unión de dos conceptos se forma un juicio. 9. Con la unión de varios juicios se forma un razonamiento. Platón Menon, 80d-86c Maiéutica para probar reminiscencia. Primero están ante la aporía de cómo se llega al conocimiento mediante lo que llaman un argumento eurístico. Lo que ya se conoce no se necesita aprender. Lo que no se conoce, ¿cómo se puede llegar a saber que ya se conoce si ahora no lo conozco? Mediante el ejercicio de encontrar una superficie doble de un cuadro, muestra primero que el criado cree saber algo que no sabe, luego que ayudarle a ver que no lo sabe es un servicio que le presta, y finalmente que ayudarle a encontrar la respuesta correcta no es propiamente una enseñanza sino una reminiscencia de algo que había sabido en la vida anterior. Aristóteles, De Anima, III, capítulos 5-8 Distinción entre intelecto como capaz de hacerse todas las cosas y capaz de hacer a todas las cosas. Como la mano es órgano de los órganos, el intelecto es forma de las formas y el sentido es forma de las cualidades sensibles. Sto. Tomás, S.Th., I. q 84. aa 6-7; q85 a.1 (ad1) 84,6: De cómo el conocimiento intelectual parte de los sentidos. Primero expone propuesta de Demócrito quien no distinguía entre conocimiento sensible e inteligible. Entonces decía que los sentimientos conocen las cosas sensibles por una especie de emanación por parte de estas. Luego Platón quien sí distinguió pero, porque el agente debe ser más digno que el paciente, no es posible que lo sensible cause el conocimiento inteligible. Entonces el conocimiento es de lo inteligible. Lo sensible simplemente lo estimula. La posición de Agustín parece ser parecida a esta cuando dice: No es el cuerpo el que siente, sino el alma por el cuerpo, del que se sirve como de mensajero para formar en sí misma lo que se le notifica de fuera. Aristóteles propone una vía intermedia. Igual que Platón distingue entre conocimiento sensistivo e intelectivo. El conocimiento sensitivo no se produce por el puro cuerpo sino por el compuesto: alma y cuerpo. Luego, así como el agente no puede ser menos digno que el paciente, hace falta un agente que haga inteligible al objeto sensitivo, es el intelecto agente. El conocimiento sensitivo no es la causa completa y perfecta del conocimiento intelectual sino que es, en cierto modo, la causa material. 84,7: De cómo en este estado de vida necesitamos de las imágenes para conocer y somos incapaces de conocer las esencias puras separadas de estas. Esto se pureba de dos maneras: Cuando alguno de nuestros órganos corporales sufre un daño, nos volvemos incapaces del conocimiento (ej. Dementes). 2) Siempre recurrimos a las imágenes para conocer y entender cosas. Lo invisible lo conocemos siempre a través de lo visible. 85,1,ad1: Distingue entre dos tipos de abstracción: . 1) Una, por composición y división, como cuando entendemos que una cosa no está en otra o que está separada de ella. 2) Otra, por consideración simple y absoluta, como cuando entendemos una cosa sin pensar en ninguna otra. La abstracción del conocimiento es la segunda que se trata en una pura separación de razón. Así como al considerar el color rojo de la manzana no decimos que este existe separado de ella sino que lo consideramos prescindiendo del resto de las cualidades de la manzana, así, cuando consideramos el concepto de piedra a partir de una piedra, tampoco nos estamos refiriendo a un concepto que exista separado de la piedra concreta sino a la forma que existe en la piedra misma. Descartes, Meditaciones Metafísicas, Meditación IV Sobre la causa del error y el juicio volitivo. Descartes busca cuál es la causa del error en el conocimiento. No puede ser Dios, pues en Él no hay malicia. Tampoco puede ser por deficiencia de una de nuestras facultades, pues estas las hemos recibido de Dios. De la facultad cognoscitiva y de la voluntad, hay que notar una diferencia. Nuestro conocimiento es evidentemente limitado y es fácil concebir que pueda existir un entendimiento mayor y más perfecto que el nuestro. Nuestra voluntad, en cambio, es ilimitada. No podemos concebir una voluntad con mayor capacidad para afirmar o negar que la nuestra. La causa del error, por lo tanto, está en la mayor amplitud de nuestra voluntad con respecto a nuestro conocimiento. Por lo cual a veces afirmamos o negamos cosas sin tener un conocimiento claro y distinto al respecto. Es así que el error no está en ninguna de nuestras facultades en particular sino en el mal uso que hacemos de ellas. No debemos afirmar o negar nada cuando haya indiferencia (capacidad tanto a negar como a afirmar) sino solamente cuando tengamos suficiente claridad y distinción. Kant, Crítica de la Razón Pura, Estética trascendental, Secciones 1-2, B37-58; Analítica trascendental, libro1, capítulo 1, secciones 1-3, B91-116