HISTORIA La mujer que se casó dos veces Una historia real, ocurrida durante la época de la Colonia, revela un caso de la Inquisición, y es recobrada en una investigación y un libro publicado en Lagos de Moreno 5 ”Auto de fe presidido por Santo Domingo de Guzmán”, de Pedro Berruguete E Rebeca Ferreiro n un tiempo en que el esclavismo y la jerarquización de razas eran rasgos sociales legalmente aceptados y regulados, los delitos y los pecados apenas podían distinguirse cuando eran juzgados por un tribunal con injerencia tanto religiosa como jurídica. Estos y otros aspectos sobre la cultura y la historia son abordados en el libro Catolicismo y Sociedad, producto del trabajo conjunto de investigadores y profesores de la recientemente creada licenciatura en Humanidades del Centro Universitario de los Lagos (CULagos). En él, la historiadora Rosa María Spinoso Arcocha participa con la investigación “Mujeres de Lagos ante la Inquisición: María Salomé de la Encarnación Tavares, ‘por casada dos veces’”. En un intento por reconstruir a través de archivos históricos la memoria de la región de Lagos de Moreno, Spinoso contextualiza con un estudio de caso las prácticas sociales que imperaban en la región todavía en la segunda mitad del siglo XVIII, en las que el papel de la mujer en una comunidad profundamente católica consistía en el sometimiento religioso de su estado civil al punto de convertir su adulterio en asunto de relevancia pública. “En el Archivo General de la Nación, me encontré varios casos de mujeres en Lagos de Moreno perseguidas por la Inquisición. Uno de ellos, el más conocido, ya había sido por lo menos mencionado en una obra de Solange Alberro. Yo empecé a transcribir cinco casos, pero este de 1781 sobre una mujer que se llamaba María Salomé de la Encarnación Tavares, me llamó la atención, por el papel que jugó el hecho de no haber quedado claro si era negra o india”, explica Spinoso. La preeminencia de una cuestión que en la actualidad sería irrelevante, terminó por definir el caso de una mujer juzgada por el delito de “casada dos veces”, que durante la Colonia era perseguido incluso más que el de la fuga de esclavos. Sin embargo, los privilegios —si bien escasos y más bien teóricos— que las Leyes de Indias ofrecían a los neófitos en la fe católica, permitían a los indios ser juzgados por la justicia común; los negros, considerados propiedad de los blancos, compartían con éstos las costumbres religiosas y eran juzgados por el tribunal de la Inquisición, conocido por su exacerbado rigor. Cierto día, cuando María caminaba por la calle al lado de su segundo marido, la casualidad llevó al hermano de su primer esposo a encontrarlos juntos, lo que derivó en una denuncia ante las autoridades locales por el delito de adulterio. Los alegatos de la acusada de haber abandonado el hogar por los maltratos recibidos por su primer esposo ni siquiera fueron considerados en el juicio. Tampoco las afirmaciones de su segundo marido de haber sido aconsejada directamente por él a la hora del casamiento para afirmarse como india. En la mentalidad de la época, la mujer había echado mano de sus ardides femeninos para seducir a un hombre que no estaba en posibilidad de resistirse. El caso comenzó a cobrar tintes oscuros cuando, a pesar de que en su segunda acta de matrimonio en Tiripetío, Michoacán constaba que María Salomé era india, el contraste con la primera de Lagos de Moreno en la que estaba consignada su calidad de “coyota” o “mulata”, llevó el caso de la justicia común a la Inquisición. El juicio que comenzó en Michoacán, terminó en la actual Ciudad de México con una condena de diez años de destierro después de haber pasado presa un año. Ello, aunado a las costumbres de la época de verse obligada a pasear por las calles, desnuda de la cintura hacia arriba, montada en una mula para sufrir la humillación pública, además de los cien latigazos que recibió en castigo, daban cuenta, como apunta Spinoso, “de cómo se manejaban las cosas en la época y lo que las autoridades estaban dispuestas a hacer en casos como éste con una mujer pobre, negra y maltratada”. [ O2 Cultura Suplemento de La gaceta de la Universidad de Guadalajara Lunes 25 de agosto de 2014 3