lectura 7mos, 11 de nov - Liceo Bicentenario Talagante

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HISTORIA DE LOS JUEGOS PARALIMPICOS
Cuatro años después, inspirados por la visión de Guttman, los primeros Juegos
Paralímpicos oficiales se llevaron a cabo en Roma, en conjunto con los Olímpicos.
Y cinco décadas después, algunos 4,289 atletas paralímpicos de 165 países (la cifra más
grande) han regresado a Reino Unido para competir en lo que ahora es el evento
deportivo internacional principal para aquellos que nacieron con alguna discapacidad, o
personas con discapacidad debido a lesiones o enfermedades.
En un eco de aquellos Juegos Stoke Mandeville, varios de esos competidores son
veteranos militares, esta vez heridos en acción en Irak y Afganistán.
Cegado en Afganistán
El equipo paralímpico de 2012 de Estados Unidos, conformado por 227 integrantes,
incluye 20 veteranos militares y miembros activos, casi el 10% del total.
Entre ellos está el Teniente Naval Bradley Snyder, quien perdió la vista en septiembre
pasado en Afganistán cuando una bomba casera explotó en su cara.
Competirá en un evento de natación en el aniversario de su lesión, afirma el sitio web del
equipo de Estados Unidos.
Descrito por la Asociación de Atletas con Ceguera de Estados Unidos como “una
inspiración para otros y un verdadero héroe estadounidense”, Snyder (quien llegó al
equipo de natación mientras estaba en la Academia Naval de Estados Unidos) regresó al
deporte después de semanas de haber perdido la vista.
Para conformar el equipo para Londres 2012 tuvo que entrenar y también aprender cómo
seguir un camino recto en los carriles de una piscina de 50 metros sin la ayuda de la vista.
No hay duda de su determinación.
“No voy a dejar que la ceguera construya un muro a mi alrededor”, cita USABA a Snyder.
“Le daré a mis ojos 100 veces la oportunidad de hacer lo que he hecho y lo que aún
puedo hacer”.
Los veteranos de los conflictos en Irak y Afganistán también destacan en el equipo
británico de 300 personas para los Paralímpicos.
El ciclista Jon-Allan Butterworth, quien perdió un brazo por la metralla de un cohete en
Basra, al sur de Irak, hace cinco años, es parte de este equipo.
Encontró su camino al deporte élite gracias en parte a Battle Back, una iniciativa para
impulsar la recuperación de personal militar herido dirigida por el Ministro de Defensa de
Reino Unido, con la ayuda de organizaciones de caridad de Reino Unido, incluida Help for
Heroes.
Butterworth, uno de los ocho actuales o ex miembros del personal militar británico
seleccionado para los Juegos, no era un atleta antes de su lesión, pero todo eso cambió
cuando se subió a una bicicleta en un día para detectar talentos de los veteranos heridos.
‘Lo mejor que ha pasado’
En meses, Butterworth perdió el exceso de peso, adoptó los aspectos técnicos de las
carreras de pista y comenzó a romper récords nacionales y mundiales.
Tres años y dos títulos de campeonato después, está dispuesto a agregar una medalla de
oro paralímpica a su recorrido, dijo a CNN.
“La manera en que pienso en esto ahora, es probablemente lo mejor que me pasó”, dijo
de su lesión. “He conocido a nuevas personas, intenté hacer algunas cosas, deportes
diferentes; he hecho muchas cosas que antes no hice. De cierta forma me hizo la persona
que soy ahora. Y he cambiado desde que perdí mi brazo, pero creo que solo para bien”.
Martin Colclough, quien dirige el programa Phoenix de Battle Back para Help for Heroes y
previamente fue comandante en los Cuerpos de Entrenamiento Físico de la Armada Real,
dijo a CNN que los logros notables de Butterworth habían sido ayudados por la
cooperación cercana entre Reino Unido y Estados Unidos.
Poco tiempo después de que el programa Battle Back fue establecido en 2008, un
conjunto de veteranos británicos viajó a San Diego, Estados Unidos, para unirse a
docenas de atletas paralímpicos estadounidenses en un campo de entrenamiento
deportivo.
Ahí, Butterworth (quien pasaba por un periodo difícil en su transición al ciclismo) fue
inspirado por la ciclista de pista de Estados Unidos, Greta Neimanas. Algo literal, le
“prestó su brazo” dejando que Butterworth probara su brazo prostético, especialmente
diseñado para el ciclismo, en lugar de su extremidad, dijo Colclough. El gesto dio a
Butterwoeth un impulso vital en su confianza.
Este año, 17 veteranos británicos fueron los primeros atletas extranjeros invitados a
competir en los “Juegos Guerreros”, un evento para actuales y exmiembros en servicio
con discapacidades organizado por el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC, por
sus siglas en inglés) en Colorado, Estados Unidos, dijo Colclough.
No es necesariamente fácil para los veteranos heridos llegar al deporte élite,
especialmente compitiendo contra personas a las que les puede tomar décadas adaptarse
a sus discapacidades, en lugar de quizá cuatro o cinco años, dijo Colclough.
Pero Colclough tiene altas esperanzas para ahora y para los Juegos de 2016 en Río de
Janeiro, para este tiempo el programa Battle Back estará funcionando durante el doble de
tiempo.
La autodisciplina y fuerza mental de aquellos con antecedentes militares, junto con el
acceso que tienen a recursos de entrenamiento militares, les ayuda a sacar el máximo
partido de su talento natural y luchar hasta la cima, dijo.
Además, algunos programas de entrenamiento paralímpico de Reino Unido son
ejecutados junto con los programas equivalentes olímpicos, así que todos aquellos
involucrados pueden acceder a los mismos expertos en ciencias del deporte y a avances
tecnológicos revolucionarios.
“Esto no es un esfuerzo de medio tiempo”, dijo Colclough. “Si quieres ser de clase
mundial como atleta paralímpico, es una ocupación de tiempo completo”.
Viendo alrededor del mundo
Mientras los competidores de todos los trasfondos hacen sus preparaciones finales antes
del gran día en el escenario mundial, la emoción se construye entre aquellos preparados
para atestiguar sus esfuerzos.
El comité organizador de Londres dice que más personas que nunca deben asistir a estos
Juegos Paralímpicos, con un récord de 2.3 millones de boletos ya vendidos y más listos
para ser lanzados.
Además, se espera que algunos 4,000 millones de telespectadores en todo el mundo
sintonicen en vivo el evento de 11 días, que empieza este miércoles, dijo la USOC. El
Comité Paralímpico Internacional ha dicho que también transmitirá más de 780 horas de
deporte en vivo en su sitio web.
En Estados Unidos, NBC planea transmitir cinco horas y media de los Juegos, en cuatro
programas de una hora y un especial de 90 minutos. La USOC dice que esto es más de lo
que fue transmitido para Paralímpicos previos, pero algunos aspirantes a espectadores
decepcionados han puesto peticiones en línea que piden una mayor cobertura.
En el transcurso de los Juegos, los atletas estadounidenses formarán parte en 19 de 20
deportes disputados e intentarán mejorar su tercer lugar en el medallero en Beijing.
Algunos de los eventos serán muy conocidos para aquellos que estaban pegados a los
Olímpicos (atletismo, arquería, tenis de mesa y ciclismo entre ellos), mientras que otros,
como el goalball, jugado por las personas con ceguera, rugby en silla de ruedas y boccia,
un juego similar al pétanque, serán menos familiares para varios fanáticos del deporte.
Los espectadores tendrán que familiarizarse con un elemento clave en cómo funcionan
los Paralímpicos; el sistema de clasificación de discapacidades, diseñado para asegurar
que los atletas en cada deporte compitan contra rivales similares.
El gobierno de Reino Unido dice que espera que los Juegos no solo inspiren a más
personas con discapacidad a adoptar el deporte en todos los niveles, sino que también
ayude a cambiar las percepciones públicas sobre la discapacidad.
‘Orgullo y honor’
Uno de los que están al frente de romper las barreras es el corredor sudafricano, Oscar
Pistorius, el primer deportista con una doble amputación en competir en los Juegos
Olímpicos y Paralímpicos.
Nacido con falta de peroné (sus piernas fueron amputadas por debajo de sus rodillas
cuando era bebé), Pistorius utiliza prótesis especiales de fibra de carbono.
Apodado Blade Runner, Pistorius llegó a las semifinales de los 400 metros individuales y
a la final de relevos de 400 metros en Londres 2012, compitiendo contra atletas sin
discapacidades. Estará de regreso al frente de las multitudes en el Estadio Olímpico para
defender sus títulos de 100 metros, 200 metros y 400 metros en Paralímpicos.
Su estatus como un atleta de clase mundial, así como un pionero con discapacidad, ha
visto a Pistorius en la portada de publicaciones comoThe New York Times
Magazine, GQ y Men’s Health en Sudáfrica. También llegó a la lista de las 100 personas
más influyentes de 2012 de la revista Time.
Estados Unidos tiene a sus propios Blade Runners con el corredor Blake Leeper, un atleta
con una doble amputación que podría retar a Pistorius en los 100 metros, y Jarryd
Wallace de 22 años, de Georgia.
Al último se le amputó su pierna hace dos años debido a una condición médica pero poco
a poco ha hecho de la transición de un corredor talentoso sin discapacidad a un
competidor paralímpico.
Otros atletas paralímpicos estadounidenses para observar en 2012 incluyen a la nadadora
Jessica Long, quien obtuvo seis medallas en los Paralímpicos de Beijing, cuatro de éstas
fueron de oro, y la corredora en silla de ruedas Jessica Galli, quien ganó cinco medallas
en 2008 y estableció un récord mundial en los 200 metros.
“Nuestros atletas paralímpicos encarnan lo que significa ser estadounidense”, dijo el
director ejecutivo de la USOC, Scott Blackmun en el sitio web del organismo. “Competirán
con el orgullo y honor que es inherente en representar a Estados Unidos, inspirando a
jóvenes y personas mayores estadounidenses con sus historias de triunfo”.
Atletas de otras naciones similarmente deslumbrarán e inspirarán a aquellos a su
alrededor, mientras superan todos los obstáculos para llevarse a cabo las medallas.
Juan Carlos Garrido Deportista Paralímpico: Entre el basquetbol y las pesas
Había tenido una infancia buena, aunque algunas veces tuvo que lidiar con la crueldad de
algunos compañeros en el colegio. Carlos nació con artrogriposis, un extraño síndrome
que afecta a una de cada 3 mil personas y que produce el acortamiento de los
músculos. A pesar de eso, jamás se recriminó a sí mismo por no poder caminar, pero le
importaba mucho cómo el resto de las personas lo miraba.
Tenía solo 15 años cuando tuvo la oportunidad de operarse las piernas. El día que fue a
la consulta, le dijeron que no iba a poner caminar 100%, que sus piernas iban a quedar
rectas, iba a estar con prótesis y tampoco se iba a sentar bien. De todas maneras, estaba
decidido a seguir con la operación para mejorar su apariencia frente al resto. Eso, hasta
que un encuentro fortuito cambió su destino.
"Un día una señora se me acerca en la calle y me dice si acaso a mi me gustaría jugar
básquetbol en silla de ruedas, que ella pertenecía a un club. Para mí eso del deporte
paralímpico era Estados Unidos, acá en Chile eso no existía. Para mí, era como algo de
película", recuerda Carlos.
Ese día estuvo desde las tres de la tarde hasta las ocho de la noche jugando, fascinado.
Siempre le gustó el deporte y descubrir que sí lo podía hacer hizo cambiar rotundamente
su decisión: no se operaría, Jugó durante tres años seguidos hasta que un día, mientras
disfrutaba en la piscina con unos amigos, uno le dijo que tenía pinta de poder hacer otro
deporte.
"Mi amigo conversó con la única persona que levantaba pesas paralímpicas en ese
entonces, Victor Valderrama. Me dijeron que fuera a San Francisco con Tarapacá un
lunes... fue otra cosa. Ver que había un técnico, una persona que se está preocupando de
lo que tienes que hacer y que lo hagas bien".
Tenía 18 años y pesaba 38 kilos, pero sorprendentemente y sin entrenamiento previo,
logró levantar 90 kilos. Le ofrecieron que se dedicara al deporte y aceptó, pero jamás
imaginó que tres meses después estaría camino a Dubai para competir en un Mundial
Paralímpico.
Durante ese tiempo entrenó intensamente; del liceo se iba al gimnasio y subió su marca
hasta los 110 kilos, aunque en Dubai sólo levanto 105, pero eso ya era todo un logro,
porque no solo median el peso, sino también la técnica que tenía que ser perfecta.
Entonces llegó el punto donde tenía que tomar una decisión: básquetbol o pesas. No
podía hacer las dos, porque si realizaba el primero, se arriesgaba a muchas lesiones, lo
que iba a perjudicar su rendimiento al momento de levantar pesas. Su técnico lo hizo
decidir.
"Me di cuenta de lo que podía hacer con las pesas, que podía viajar y me motivé, pero no
eran los viajes lo que me motivaba, era que sabía que podía competir por Chile. Siempre
fui patriota, me encantaba ver a la selección y de repente que te digan que tú puedes
hacer lo mismo...pucha me fue motivando a dejar los otros deportes y seguir solo con las
pesas"
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