El TSJC condena a un empresario por despedir a una trabajadora tras acusarla de robar dos paquetes de tabaco El TSJC condena a un empresario por despedir a una trabajadora tras acusarla de robar dos paquetes de tabaco El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado a un empresario por despedir a una trabajadora tras acusarla de robar dos paquetes de tabaco. El Alto Tribunal catalán, sin entrar a valorar si la empleada cometió o no la falta disciplinaria, considera que el despido es improcedente porque se hizo "verbalmente". La empleada N.P.V. trabajaba como camarera en el turno de tarde-noche para el empresario S.G.V. en el bar que éste poseía junto a su esposa en la ciudad de Barcelona. La trabajadora llevaba trabajando seis meses en este establecimiento cuando el 24 de julio de 2001 su jefe le dijo que "había cogido dos paquetes de tabaco; uno que tenía en el bolso y otro que tenía abierto encima de la barra" y acto seguido le comunicó que estaba "despedida sin más explicaciones". La trabajadora se marchó y una semana más tarde envió un telegrama a su jefe al que el empresario no contestó. El 23 de agosto de 2001 se celebró un acto de conciliación sin que las partes consiguiesen llegar a un acuerdo. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, la trabajadora acudió a los tribunales, que le dieron la razón en primera instancia. El Juzgado de lo Social número 29 de Barcelona, en sentencia de 3 de junio de 2003, declaró "improcedente" el despido y condenó al empresario a readmitir a la trabajadora o a indemnizarla con 736 euros más los salarios de tramitación que había dejado de percibir. Disconforme con la resolución, el empresario recurrió ante la Sala de lo Social del TSJC, alegando que se habían vulnerado "sus derechos de defensa" y asegurando que no existió relación laboral con la demandante que sólo "colaboró ocasionalmente, durante cuatro o cinco horas al día". El Alto Tribunal catalán rechazó totalmente esta versión al considerar "indudable" que "existió una relación laboral entre las partes" y que no se produjo "un cese voluntario" por parte de la trabajadora sino "un despido verbal". En este sentido, el TSJC no entra a valorar si efectivamente la empleada sustrajo los paquetes de tabaco pero considera que el despido es improcedente porque "las supuestas faltas disciplinarias" que se le imputaron no fueron "por escrito" y por lo tanto, el despido se realizó vulnerando derechos de la trabajadora. Por esta razón, el Alto Tribunal catalán confirma la improcedencia del despido y además de la indemnización y los salarios de tramitación, condena al empresario a pagar las costas del abogado de la trabajadora. Europa Press © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 1/1