Dr Atanda Lesiones deportivas (41872)

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En primer lugar la prevención
¿Te preocupa lesionarte mientras haces deporte? No le des demasiadas vueltas al tema. Piensa
en el hecho de evitar posibles lesiones como una regla del juego más —con el valor añadido de
que esta regla es la que te impedirá hacerte daño. La mejor forma de enfocar el tema de las
lesiones deportivas es evitarlas en primer lugar. La prevención abarca desde conocer las reglas
del juego hasta utilizar el equipo adecuado, pasando por jugar de forma segura.
Pero resulta que has jugado con tu equipo siguiendo las reglas del juego, jugando de forma
segura y utilizando el equipo adecuado pero, aún y todo, te has lesionado. No te preocupes, no
es el fin del mundo —solo el principio de tu proceso de curación. Sigue leyendo para saber en
qué consiste ese proceso y cómo debes reaccionar ante una lesión deportiva.
¿Qué es una lesión deportiva?
Las lesiones deportivas son lesiones que se suelen producir mientras se practica un deporte
organizado, sea en una competición, una sesión de entrenamiento u otra actividad física
organizada. En los jóvenes este tipo de lesiones ocurren por diversas razones, incluyendo un
entrenamiento incorrecto, llevar un calzado deportivo inadecuado, no llevar el quipo de
protección necesario y el rápido crecimiento que se experimenta durante la pubertad.
Hay dos grandes categorías generales de lesiones deportivas. La primera es la de las lesiones
traumáticas agudas. Suelen producirse a raíz de un solo golpe o de la aplicación de una fuerza
aislada —como ser objeto de una mala entrada en un partido de fútbol. Las lesiones traumáticas
agudas incluyen las siguientes:

fracturas — grietas o rotura totales o parciales de tejido óseo

magulladuras, contusiones en terminología médica —provocadas por golpes directos, que
pueden cursar con inflamación y sangrado en el interior de los músculos y otros tejidos
corporales

distensiones — estiramientos o desgarros en un músculo o tendón, el extremo estrecho y
resistente de un músculo que lo conecta con el hueso

esguinces — estiramientos o desgarros de ligamentos, el tejido que refuerza y da
estabilidad a la articulaciones, conectando huesos y cartílagos

abrasiones — raspaduras

laceraciones — cortes en la piel que suelen ser lo bastante profundos como para requerir
puntos o grapas
La segunda categoría de lesiones deportivas es la de lesiones por sobrecarga o de tipo
crónico. Son lesiones que se desarrollan durante un período de tiempo más o menos
prolongado. Las lesiones crónicas suelen estar provocadas por movimientos repetitivos, como los
implicados en correr, lanzar cosas por encima de la cabeza o sacar en el tenis. Incluyen las
siguientes:

fracturas por sobrecarga — pequeñas grietas en la superficie del hueso a menudo
provocadas por una sobrecarga repetitiva (por ejemplo, en los pies de un jugador de
baloncesto que salta constantemente en la pista)

tendinitis — inflamación de un tendón provocada por su uso repetitivo

epifisitis o apofisitis — lesiones por sobrecarga en el cartílago de crecimiento (es decir,
el lugar a partir del cual el hueso puede crecer en longitud durante la infancia y
adolescencia), como las que se producen en la enfermedad de Osgood-Schlatter
A menudo se concede menos importancia a las lesiones crónicas que a las agudas. Tal vez te
sientas tentado a ignorar ese dolor sordo que tienes en la muñeca o en la rodilla, pero recuerda
siempre que solo porque una lesión no sea espectacular no significa que carezca de importancia
o que vaya a curarse sola. Si no se trata, lo más probable es que una lesión
crónica empeore con el tiempo.
Partes del cuerpo que pueden verse afectadas por las
lesiones deportivas
Tal vez creas que las únicas partes del cuerpo en que te puedes lesionar mientras haces deporte
son la espalda, los brazos y las piernas, pero puedes lesionarte cualquier parte del cuerpo,
incluyendo la cara, el cuello, la cabeza, la espalda, los órganos sexuales, las manos y los pies.
Lesiones en cabeza y cuello
Las lesiones en la cabeza engloban las conmociones cerebrales, así como las contusiones,
fracturas y hematomas que afectan a esta parte del cuerpo. Una conmoción cerebral es una
sacudida o golpe violento en la cabeza que hace que el cerebro choque contra las paredes del
cráneo, lo que afecta temporalmente a la función cerebral. Si es muy fuerte o recurrente puede
provocar daño cerebral pero, afortunadamente, esto es infrecuente en los jóvenes.
Un hematoma es una hemorragia o sangrado que se produce entre las capas de tejido que
recubren el cerebro o dentro del mismo cerebro. Todas estas lesiones pueden estar provocadas
por un fuerte impacto en la cabeza debido a una caída, una fuerte sacudida, un golpe directo en
la cabeza o un "latigazo cervical". Unlatigazo cervical es un traumatismo en el cuello que tiene
lugar cuando la cabeza sufre una sacudida fuerte e inesperada (muy típico de los accidentes de
coche).
Ponte siempre el casco en los deportes de contacto y cuando realices actividades como montar
en bici o patinar para evitar posibles lesiones en la cabeza.
Las lesiones de cuello se encuentran entre las más peligrosas. Puedes lesionarte el cuello al
sufrir un traumatismo súbito que afecte a esa parte del cuerpo en deportes como la bicicleta de
montaña, el paracaidismo, la hípica, la gimnasia, el submarinismo, el rugby, el judo o el boxeo.
Las lesiones de cuello incluyen las distensiones, las fracturas, las contusiones y los esguinces.
Otro tipo de lesiones de cuello muy frecuente relacionado con la práctica deportiva es la lesión
del plexo braquial, provocada por la distensión de los nervios del cuello. La mayoría de lesiones
de cuello están provocadas por el impacto sufrido por la cabeza o el cuello durante una caída o
golpe. También puedes lesionarte el cuello poco a poco. Si sometes el cuello a demasiadas
tensiones, puedes experimentar un dolor creciente, tal vez solo en un lado del cuello. O es
posible que solo notes un ligero dolor cuando mueves el cuello de determinada forma.
Si una persona sufre un traumatismo importante y existe la posibilidad de que esté afectado el
cuello, es muy importante dejarlo quieto con la cabeza bien alineada con el cuerpo mientras
alguien pide ayuda médica de urgencia. Si la persona está estirada en el suelo, no intentes
cambiarla de sitio ni de postura. No intentes nunca mover a alguien que puede tener una lesión
de cuello —una fractura de cuello manipulada incorrectamente puede provocar parálisis
permanente o incluso la muerte.
¿Cómo ocurren este tipo de lesiones? Las lesiones graves en el cuello o la cabeza ocurren más a
menudo en atletas que participan en deportes de contacto (como el fútbol americano o el rugby)
o en los deportes donde se pueden producir caídas fuertes, como la equitación.
Lesiones de espalda
Las lesiones de espalda incluyen las distensiones, las fracturas, las contusiones y las fracturas
por sobrecarga y están provocadas por la torsión o el sobreesfuerzo de los músculos de la
espalda durante los movimientos de flexión o de levantamiento de pesas. Estas lesiones pueden
ocurrir en deportes de contacto como el fútbol americano o el hockey sobre hielo, en el
levantamiento de pesas, el patinaje artístico, la gimnasia, el baile, el béisbol y el baloncesto.
Lesiones en los órganos sexuales
En lo que se refiere a las lesiones que afectan a los órganos sexuales, los chicos están en
inferioridad de condiciones, especialmente en los deportes de contacto, ya que el pene y los
testículos están en el exterior del cuerpo por lo que carecen de protección natural. Los chicos
deben llevar siempre calzoncillos que les sujeten bien los genitales cuando hagan deporte o, en
algunos deportes, un protector para proteger los genitales de lesiones graves.
Las lesiones en el útero o los ovarios son sumamente infrecuentes, pero las lesiones en los
senos son una queja frecuente entre las chicas. Cuando se desarrollan los senos, a menudo son
sensibles, y un pelotazo o un codazo pueden ser bastante dolorosos. Las chicas deben llevar
sujetadores que les recojan y sostengan bien el pecho cuando hagan deporte.
Lesiones en manos o muñecas
Las lesiones en manos, dedos y muñecas incluyen las fracturas, las dislocaciones y los esguinces
y suelen ocurrir en deportes de contacto como el fútbol americano, el lacrosse y el hockey. Estas
lesiones pueden estar provocadas por una caída que desplaza bruscamente la mano o los dedos
hacia atrás, un fuerte impacto o un golpe directo en esta parte del cuerpo.
Lesiones en los pies
Las lesiones en los pies incluyen las distensiones de ligamentos, las fracturas por sobrecarga, los
hematomas en el talón y la inflamación de la placa epifisaria. Puesto que los pies soportan todo
el peso del cuerpo y tienen que absorber impactos repetidamente, son especialmente
susceptibles a lesionarse. Otro motivo de que algunos jóvenes se hagan lesiones en los pies es
debido a que sus pies tienen una morfología un tanto diferente. Por ejemplo, algunas personas
tienen pies planos o los empeine altos. Estas diferencias no implican que deberían evitar hacer
deporte, pero sí que tal vez necesiten adoptar ciertas precauciones, como llevar unas plantillas
especiales en los zapatos.
El cuidado de las lesiones deportivas
Si tienes un dolor que aumenta progresivamente con la actividad y cursa con inflamación, cojera
o pérdida del grado de movilidad, necesitas que te vea un médico lo antes posible.
¿En qué tipo de dolores te deberías fijar? Cualquier lesión que curse con hinchazón,
entumecimiento, dolor intenso, rigidez o pérdida de flexibilidad debería tomarse en serio.
También deberías saber distinguir entre una molestia o dolor muscular puntual o temporal y el
dolor crónico, que continua durante un período más largo de tiempo. Por ejemplo, no siempre es
necesario que vayas al médico si te duele el hombro, pero deberías pedir hora con el médico si
el dolor empeora o si persiste durante una semana o más. También deberías ir al médico si el
dolor pasa de aparecer solo tras la práctica deportiva a hacerlo mientras haces deporte, o si lo
notas al levantarte por las mañanas o en tus actividades cotidianas.
Lo mejor que puedes hacer si sospechas que te has lesionado es dejar inmediatamente de
practicar el deporte que crees que te ha provocado la lesión e ir al médico. En el caso de
lesiones graves o complejas, puede ser más recomendable ir a un médico especializado en
medicina deportiva.
El médico te examinará la lesión y utilizará herramientas diagnósticas como las radiografías y la
resonancia magnética (RM) para determinar el alcance de la lesión. La resonancia magnética
permite ver los tejidos blandos con mayor claridad que las radiografías o las tomografías
computarizadas.
Una vez conozca el alcance de tu lesión, lo más probable es que el médico empiece con un
tratamiento conservador, como el reposo y la aplicación de hielo para reducir la inflamación. Es
posible que también te recete analgésicos (medicamentos para aliviar el dolor) y
antiinflamatorios tipo ibuprofeno. Tal vez sea necesario entablillarte o escayolarte la parte
afectada o intervenírtela quirúrgicamente, dependiendo de la lesión que padezcas.
A continuación, ocurrirá una de las siguientes tres cosas. El médico te recomendará que:
1. sigas haciendo deporte mientras te vayas recuperando de la lesión
2. hagas deporte utilizando algún dispositivo de protección (como una rodillera o una
muñequera)
3. vayas a rehabilitación (fisioterapia)
Los médicos de medicina deportiva no permiten que sus pacientes sigan haciendo deporte si
corren el riesgo de hacerse otra lesión o agravar la lesión de la que se están recuperando.
Volver a hacer deporte
Si el médico te dice que dejes de hacer deporte, probablemente lo primero que le preguntarás
será "¿Cuándo podré volver a hacer deporte?" Eso dependerá de la lesión específica que tengas,
o sea que asegúrate de hablar detenidamente con tu médico sobre ese tema. Hay cosas que
puedes hacer para mantenerte en forma mientras te recuperas de la lesión sin agravarla —pero
antes de hacer nada, asegúrate de que tu médico te da el visto bueno. Esas actividades se
conocen como entrenamiento combinado o mixto e incluyen la bicicleta estática, la natación, la
hidroterapia y las máquinas de remo.
Tu programa de rehabilitación también te ayudará a mantenerte en forma mientras te
recuperas. La rehabilitación es el proceso que te ayuda a volver a estar en forma y listo para la
acción. La rehabilitación puede formar parte de tu programa de tratamiento y puede incluir
ejercicios, manipulaciones realizadas por un fisioterapeuta (un especialista en ayudar a la gente
a recuperarse de las lesiones deportivas) y aparatos tecnológicos, como los ultrasonidos. Los
ultrasonidos se utilizan para calentar el área lesionada. El calor alivia el dolor, favorece la
curación y aumenta el grado de movilidad.
Hacer deporte de forma segura
¿Qué puedes hacer para protegerte a fin de no volverte a lesionar? Usa un equipo protector —
por ejemplo, un casco en los deportes de contacto como el fútbol americano— que sea adecuado
para el deporte específico que practicas.
Cuando vuelvas a hacer deporte, es posible que necesites un equipo protector adicional,
incluyendo un calzado deportivo modificado (por ejemplo, con plantillas o protectores para los
empeines), vendas elásticas (por ejemplo, alrededor de la rodilla, para darle mayor estabilidad),
rodilleras y coderas, o protectores bucales. Estos protectores ayudan a estabilizar y a proteger
las distintas partes del cuerpo de posibles tirones, golpes directos y nuevas lesiones.
Para no volverte a lesionar, asegúrate de precalentar adecuadamente antes de las sesiones de
entrenamiento y de los partidos. Recuerda que, cuando te reincorpores a la práctica deportiva,
deberás tomártelo con calma, aumentando gradualmente la intensidad de los entrenamientos
hasta alcanzar el nivel que tenías antes de lesionarte.
Asimismo, conoce tus límites. Si la parte del cuerpo que te habías lesionado (o cualquier otra
parte del cuerpo) te empieza a doler, para inmediatamente y descansa. No pospongas el ir al
médico si persiste el dolor. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo no va
bien.
O sea que haz deporte, pero hazlo de forma segura. Intenta aprender de la experiencia y haz las
cosas que te pueden ayudar a evitar lesionarte en primer lugar.
Revisado por: Alfred Atanda Jr., MD
Fecha de la revisión: agosto de 2010
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