Guadalajara, Jalisco, 29 veintinueve de abril del 2013 dos mil trece. V I S T O S: para resolver de nueva cuenta los autos del toca de apelación número 214/2011, derivado del juicio CIVIL ORDINARIO (Acción de Plenaria de Posesión) , promovido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , contra de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , ventilado en el Juzgado Sexto de lo Civil del Primer Partido Judicial del Estado de Jalisco, bajo expediente número 1092/2003 en cumplimiento al fallo protector dictado en el juicio de amparo indirecto 663/2012-VI y su acumulado 667/2012-IV del índice del JUZGADO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO, y; R E S U L T A N D O: 1º. De las actuaciones judiciales de primer grado se desprende que con fecha 11 once de enero de 2011 dos mil once, se dictó una sentencia interlocutoria que en sus puntos propositivos decretó: “PRIMERA .- La personalidad de las partes, la competencia de éste juzgado y la tramitación incidental elegida fueron presupuestos procesales debidamente acreditados conforme a los dos primeros considerandos de ésta resolución. SEGUNDA.- Por lo debidamente fundado y motivado en el cuerpo de la presente resolución, se APRUEBA la partida que por concepto de honorarios devengados por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * reclama el ejecutante en la cantidad de *********************. TERCERA.- Por las razones expuestas en la parte considerativa de este fallo se REPRUEBA la partida que en un monto de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * reclama el ejecutante por concepto de honorarios que dijo liquidó al * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . CUARTA.- Se reservan los derechos de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * para que cuando considere pertinente y tomando en consideración el carácter económico del objeto de la acción dirimida, formule nueva planilla de liquidación de costas por lo que ve a los honorarios de abogado.” 2º. En auto de fecha 25 veinticinco de febrero del año 2011 dos mil once , se tuvo al Ciudadano Magistrado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , excusándose de conocer del presente negocio, al encontrarse en el supuesto previsto en los artículos 184 fracción XIV y 185 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco. Por lo que se comunicó al Honorable Tribunal en Pleno de la excusa antes referida, a efecto de que designara sustituto para integrar el quórum a que se refiere el ordinal 53 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado. Así, en acuerdo del día 23 veintitrés de marzo del año 2011 dos mil once, se tuvo por recibido el oficio 05-1116/2011, signado por el Secretario General de Acuerdos del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, mediante el cual informó que en Sesión Plenaria Ordinaria de 04 cuatro de marzo del año que trascurre, se determinó designar al Señor Magistrado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en sustitución del Señor Magistrado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , a efecto de integrar el quórum dentro del toca 214/2011 radicado en la * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, con motivo de la excusa que planteó en virtud de encontrarse en el supuesto del numeral 184 fracción XIV y 185 del Código de Procedimientos Civiles del Estado. 3º. Contra la resolución de fecha 11 once de enero de 2011 dos mil once, * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en su carácter de abogado patrono de la parte actora * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , así como el demandado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , se alzaron en apelación, la que se admitió en EFECTO DEVOLUTIVO , ordenando la remisión de las actuaciones a la Superioridad para la substanciación del recurso. Turnado que fue a esta Sala, por acuerdo del 23 veintitrés de marzo del año 2011 dos mil once , se avocó al conocimiento de la controversia en estudio, confirmando la calificación del grado realizada por la Juez de Primera Instancia, de la misma manera se tuvo a los apelantes expresando los agravios que dicen les causa la resolución combatida, de que se ordenó dar vista a la parte apelada, para que dentro del término de 05 cinco días, manifieste lo que a su interés convenga, sin que la haya desahogado. Se ordenó recabar certificación de la Secretaría de Acuerdos del Supremo Tribunal de Justicia, para que informara si EL DIRECTOR DEL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIED AD DEL ESTADO DE JALISCO Y EL DE CATASTRO , señalaron domicilio para recibir notificaciones en esta instancia. Finalmente por acuerdo del 06 seis de abril del año 2011 dos mil once, se recibió la aludida información, en la cual se manifestó que no se encontró escrito presentado por los mencionados en el que señalaran domicilio para recibir notificaciones en Segunda Instancia, en consecuencia, se ordenó traer a la vista las actuaciones para dictar la sentencia correspondiente y con fecha 18 dieciocho de mayo de 2011 dos mil once , se dictó sentencia la cual CONFIRMÓ el fallo apelado. 4º. Inconforme con esa determinación, el actor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , interpuso amparo indirecto el que se radicó con el número 958/2011-VI del índice del Juzgado Tercero de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, asimismo * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * solicitó el amparo y protección de la justicia federal, contra el mismo acto en que se radicó con el número 663/2011-III ante dicho Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, por lo que se pronunció en el expediente 663/2011-III la acumulación del citado con el diverso 958/2011-VI, cuyos integrantes en resolución del 15 quince de diciembre de 2011 dos mil once, determinaron que la JUSTICIA DE LA UNIÓN NO AMPARA NI PROTEGE AL QUEJOSO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * contra los actos de esta Sala, sin embargo se decretó que la JUSTICIA DE LA UNIÓN AMPARA Y PROTEGE AL QUEJOSO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * contra los actos de esta Sala. Posteriormente * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * interpusieron recurso de revisión que toco conocer al Primer Tribunal Colegiado en materia civil del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * circuito, que se radicó con el número 48/2012, que en fecha 28 veintiocho de mayo de 2012 dos mil doce, que confirmó la resolución de fecha 15 quince de diciembre de 2011 dos mil once dictada por el Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco. 5º. Se tuvo por recibido con fecha 08 ocho de junio de 2012 dos mil doce, el oficio 1937-IV del Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en Materia Civil del Estado, mediante el cual remite autos originales de primer grado y sus documentos así como toca número de apelación 214/2011 del índice de esta sala. Asimismo, se tuvo por recibido con fecha de 11 once de junio del 2012 dos mil doce, el oficio 1993-IV que envía el Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en Materia Civil del Estado, relativos al juicio de amparo indirecto 958/2011-VI, así como su acumulado 663/2011-III del índice de dicho tribunal, mediante el cual remite documentos que se allegaron en la demanda incidental en que se promovió la planilla de costas que nos ocupa, los cuales eran necesarios para la substanciación de los recursos de alzada. Consecuentemente, en cumplimento al fallo protector arriba citado como a los lineamientos vertidos en el mismo, con fecha 11 once de junio de 2012 dos mil doce , SE DEJÓ INSUBSISTENTE EL ACTO RECLAM ADO CONSISTENTE EN LA INTERLOCUTORIA DE FECHA 18 DIECIOCHO DE M AYO DE 2011 DOS MIL ONCE , y nuevamente se ordenó traer los autos a la vista de los suscritos para emitir la sentencia interlocutoria que en derecho proceda, y con fecha del 11 once de junio de 2012 dos mil doce , se dictó sentencia la cual se MODIFICÓ el fallo apelado. 6º. Nuevamente inconforme con la anterior determinación, * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , interpuso amparo indirecto el que se radicó con el número 663/2012-VI del índice del Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, asimismo solicitó el amparo y protección de la justicia federal, contra el mismo acto, * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en que se radicó con el número 667/2012-IV ante dicho Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, por lo que se pronunció en el expediente 663/2012-VI la acumulación del citado con el diverso 667/2012-IV, cuyos integrantes en resolución del 23 veintitrés de noviembre de 2012 dos mil doce, determinaron que la JUSTICIA DE LA UNIÓN AMPARA Y PROTEGE AL QUEJOSO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * contra los actos de esta Sala, sin embargo se sobreseyó el juicio promovido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . Posteriormente * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * interpuso recurso de revisión que tocó conocer al * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Tribunal Colegiado en materia civil del tercer circuito, que se radicó con el número 26/2013, que en fecha 11 once de abril de 2013 dos mil trece, MODIFICÓ la resolución de fecha 23 veintitrés de noviembre de 2012 dos mil doce dictada por el Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, donde se resolvió en el sentido de que la JUSTICIA DE LA UNIÓN AMPAR A y PROTEGE A * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * contra los actos de esta Sala, por las razones y para los efectos que quedaron precisados en ese fallo, e igualmente se confirmó el sobreseimiento decretado por el Juez de Distrito respecto del juicio de amparo promovido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . 7.- Se tiene por recibido oficio número 1822-VI del índice del Juzgado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de Distrito en materia Civil en el Estado de Jalisco, donde se requirió a esta H. autoridad para que dentro del término 03 tres días informe acerca del cumplimiento que dé al fallo de referencia y remita copias autorizadas de las constancias que lo acrediten, asimismo el aludido Juzgado de Distrito anexó en copia certificadas la sentencia emitida en recurso de revisión numero 26/2013, del índice del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * CIRCUITO, los que se ordena agregar al presente toca para que surta los efectos legales consiguientes. Consecuentemente, en estricto cumplimento al fallo protector arriba citado, SE DEJA INSUBSISTENTE EL ACTO RECLAM ADO CONSISTENTE EN LA INTERLOCUTORIA DE FECHA 11 ONCE DE JUNIO DE 2012 DOS MIL DOCE , y nuevamente se ordena traer los autos a la vista de los suscritos para emitir la sentencia interlocutoria que en derecho proceda, misma que hoy se dicta . Así mismo se hace de conocimiento que esta Novena Sala del Honorable Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, se encuentra integrada, de conformidad con lo que disponen los artículos 36 y 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con los Magistrados * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , este último por acuerdo tomado en la Sesión Plenaria Ordinaria del Pleno del Supremo Tribunal de Justicia de 9 nueve de noviembre de 2012 dos mil doce, actuando en la Secretaría de Acuerdos el Licenciado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , y: C O N S I D E R A N D O: I. La competencia de este Tribunal para conocer y resolver del recurso de apelación antes referido se surte acorde a lo dispuesto por la fracción I del artículo 48 de la Ley Orgánica del Poder Judicial en el Estado. II. De conformidad con lo dispuesto por el numeral 402 del Enjuiciamiento Civil del Estado, las actuaciones judiciales que nos ocupan hacen prueba plena, por lo que si de ellas emergen los puntos de recurrentes, inconformidad esta Sala que los como tiene por agravios vierten reproducidos como los si literalmente se trascribieran y se exime para su reproducción acorde al criterio que por extensión y analogía se aplica al caso concreto y que puede ser materia de consulta en la página 1450 Tomo V, Séptima Época 1969-1987, bajo el rubro: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. NO ES OBLIGATORIO TRANSCRIBIRLOS EN LA SENTENCIA", así como la diversa Jurisprudencia 129, localizable en la página 599, Novena Época, Tomo Abril de 1998, bajo la voz: "CONCEPTOS DE VIOLACION. EL JUEZ NO ESTA OBLIGADO A TRANSCRIBIRLOS". III.- Por razón de orden y método, se procede a resolver el recurso de apelación interpuesto por el demandado principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , aconteciendo que uno de los agravios vertidos es fundado pero jurídicamente ineficaz, lo que provocará la ineficacia de los restantes, por lo siguiente. Señala en síntesis el disidente, que la sentencia interlocutoria de fecha 11 once de enero de 2011 dos mil once, le causa agravios porque los razonamientos de la juez natural para resolver que el señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * tiene legitimación en la causa y en el proceso para promover el pago de honorarios, bajo el argumento: "Acotado lo anterior se advierte que como atinadamente refiere el demandado incidentista, en el auto de admisión de demanda expresamente se dijo a * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * que no se reconocía el carácter de abogado patrono, dadas las razones que ahí se vertieron, empero lo anterior y aún sin satisfacer las exigencias que se indicaron en el auto admisorio y sin que mediara existencia de parte del justiciable * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en proveído de nueve de marzo de 2004 dos mil cuatro se proveyó de conformidad un escrito de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , como abogado patrono de la parte actora y así sucesivamente durante todo el proceso se proveyeron escritos del últimamente mencionado, con lo que se estima que opero un reconocimiento tácito del cargo de abogado patrono, lo anterior con la franca anuencia, beneplácito y asentimiento de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , emergiendo así la legitimación procesal del promovente de la incidencia. Como apoyo de lo anterior se invoca por las razones que informan, el contenido de la tesis de jurisprudencia en materia administrativa de la Octava Época, emitido por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Circuito, localizable en la página 148 del Tomo I, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1988, del Semanario Judicial de la Federación, parte: Tribunales Colegiados de Circuito que reza: AUTORIZADOS PARA OÍR NOTIFICACIONES EN JUICIO DE AMPARO. REQUISITOS DE EFICACIA QUE EXIGE EL ARTÍCULO 27 DE LA LEY DE AMPARO, PARA SU RECONOCIMIENTO EN EL PROCESO, (se transcribe).” Pero que lo anterior viola el principio de fundamentación y motivación a que se refiere el artículo 83, párrafo último, del Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco, se afirma lo anterior porque la juez natural tiene el deber jurídico de expresar la norma legal en donde se permita que la actuación de un profesional del derecho, a quien no se le reconoció tal carácter en el juicio de origen, como en el presente caso acontece, por el simple evento de actuar en lo sucesivo y dentro del proceso, se deba tener como una aceptación o reconocimiento tácito del cargo de abogado patrono, ante la franca anuencia, beneplácito y asentimiento de quien lo designó, porque en la resolución que recurre, no se expresa el precepto donde se contenga dicho supuesto normativo; por otra parte la motivación es deficiente, porque de ninguna manera el consentimiento del señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , se debe tener con los alcances de una resolución judicial, porque la voluntad de él y la del profesional, genera en todo caso la existencia de un contrato de prestación de servicios profesionales, cosa muy distinta cuando el actor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , por conducto de quien contrató, viene dicho profesional a ejercitar el pago de honorarios en virtud de una condena que se contiene en la sentencia definitiva ; entonces, se está en presencia de dos situaciones distintas, sin que la primera tenga, como resultado que el consentimiento del actor en la contratación de un profesional, traiga como consecuencia la legitimación para demandar el pago de honorarios producto de la condena en juicio. Señala que lo vertido se confirma con el contenido de los artículos 138 del Enjuiciamiento Civil del Estado y 4 del Arancel para Abogados del Estado de Jalisco, ya que del primero de los preceptos se responsable promueva; precisa de en las caso que cada parte será costas que origen las de condenación en inmediatamente diligencias costas, la que parte sentenciada indemnizará a la otra de todas las que hubiere anticipado; la condena no comprenderá la remuneración del procurador, ni la del patrono, sino cuando fueren abogados legalmente autorizados para ejercer la profesión; el segundo de los preceptos, refiere que ningún juicio podrá condenarse al pago de honorarios conforme al Arancel, si de las constancias de autos no se desprende que intervino de manera profesional un abogado. En ese contexto, si la propia juez natural reconoce en sentencia interlocutoria, que no se le reconoció la calidad de abogado patrono al señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en el auto de radicación relativo al juicio civil ordinario que promueve el señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , sin que hubiere insistencia de parte del demandante para que se le reconociera tal carácter, no obstante actúo con dicha representación, es indudable que no se pueden invalidar las actuaciones en las que intervino el profesional aludido, sin embargo el estudio de la legitimación en el incidente de costas si debe ser materia de análisis, sin que las actuaciones que se generaron con la intervención del señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * tengan la trascendencia que se le da en la sentencia que recurre, bajo el argumento, aunque indirecto, de que sus promociones que suscribió en el juicio generó la prosecución procesal, sin embargo, si tal circunstancia no se hizo valer cuando se originaron dichas promociones, ello no significa, que se le deba reconocer la legitimación a quien promueva el incidente, porque esa facultad no le corresponde, dado que el ejercicio de una acción requiere de la existencia de un derecho, la capacidad para ejercitar la acción y el interés y legitimación de quien la ejercita, en los términos del artículo 1° del Enjuiciamiento Civil del Estado. Que en este caso, la condena en costas es un derecho del actor en el juicio civil *********************, no ordinario, tiene el de suerte, carácter que si reconocido de abogado patrono mediante una resolución que pronunciara la autoridad judicial, en los términos del artículo 42 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, la carencia del acuerdo donde se le tenga como mandatario especial con respecto a su patrocinado, tal como lo señala el último párrafo del precepto que mencionó antes, es lo que le da la legitimación para promover el incidente, porque se requiere que la autoridad judicial discierna el cargo; entonces, si esa resolución no existe en autos, es indudable que no puede promover el incidente de costas, porque no tiene la representación a través de una resolución judicial, no obstante que exista la voluntad del actor en su nombramiento, porque * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , tenía la obligación de insistir en que se le discerniera el cargo, por lo tanto el derecho a la indemnización de costas es propia del antes mencionado, quien realmente tiene el interés y legitimación; incluso la tesis que se invoca, al analizar los requisitos del artículo 27 de la Ley de Amparo, es clara en señalar que se trata de una representación en juicio, que puede acontecer en cualquiera de los presupuestos a que se hace referencia en la tesis que se invoca en la interlocutoria, sin embargo, no se está en el supuesto de un reconocimiento tácito, porque la intervención del profesional fue dentro del juicio principal, no así en el trámite del incidente. En otras palabras, se requiere la existencia de un acuerdo donde se reconozca la calidad de mandatario especial del actor en el juicio, para que tenga las facultades del abogado patrono, entre otros, el de interponer incidentes, como lo refiere el artículo 42 del Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco; en consecuencia, quien promueve el incidente no tiene el interés y el derecho para ejercitar el pago de la indemnización por concepto de costas. Uno de los motivos de disensión que se vierten es fundado pero jurídicamente ineficaz, lo que provocará la inoperancia de los restantes. De actuaciones judiciales de primer grado dignas de valor probatorio pleno en términos del numeral 402 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, se constata, en lo que interesa, que en auto admisorio de fecha 14 catorce de noviembre de 2003 dos mil tres (foja 6 tomo I), se negó la petición formulada en escrito inicial de demanda por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * respecto a tenerle como abogado patrono a * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , por la razón de que no se acreditó que estaba facultado para ejercer la carrera de abogado y no encontrase registrado en las libretas que para ese cometido se tienen en la secretaria del juzgado primigenio. No obstante, derivado del escrito presentado el día 27 veintisiete de febrero de 2004 dos mil cuatro, por el referido * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , se emitió acuerdo de 09 nueve de marzo del precitado año (foja 70 tomo I), en el que, dado el carácter de abogado patrono de la parte actora, se accedió a dar trámite a diversas peticiones, sucediendo lo mismo en auto de 25 veinticinco de marzo de ese año, en el que se le tuvo ofreciendo pruebas del demandante, y así sucesivamente hasta llegar a la promoción del incidente de regulación de costas que nos ocupa, el que se presentó el día 07 siete de octubre de 2010 dos mil diez (foja 975 tomo IV), el cual constituye materia de reclamo, en el sentido de que el referido * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , carece de legitimación para promoverlo. Luego, resulta verídico lo que asevera el quejoso acerca de que el consentimiento del actor principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * respecto al desempeño de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , como su abogado patrono dentro del juicio principal, no tiene los alcances de una resolución judicial, y asimismo, que en el sumario no se advierte la determinación en la que se le reconozca dicha calidad; sin embargo, de todas suertes no es posible acceder a las pretensiones del quejoso, pese a la deficiente motivación y fundamentación que se evidencia en la resolución impugnada. Lo anterior, si se tiene presente que ni el numeral 42 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, como tampoco diverso del Código Civil del Estado de Jalisco relativo al capítulo de contrato de mandato o algún otro, supeditan la eficacia del cargo de abogado patrono - que se considera como un mandatario especial – a la observancia de mayores formalidades que a las previstas en la leyes en cita, menos a la existencia de una resolución que lo reconozca como tal, y antes bien, en términos del párrafo tercero del arábigo 42 de la ley procesal local en concordancia con los diversos 2198, 2199 y 2237 del Código Civil del Estado de Jalisco, se infiere que basta la expresión de voluntad del poderdante en ese sentido y que el mandatario acepte el cargo que le es conferido, para que se perfeccione el contrato de mandato y nazca la obligación del abogado patrono de seguir el juicio por todas sus instancias, mientras no cese su encargo por las causas de terminación del contrato de mandato, previstas en los preceptos 2240, 2243, 2244 y demás relativos del Código Civil del Estado de Jalisco, situación que se ilustra con el contenido de la tesis aislada que se localiza en la Novena Época, Registro: 190555, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIII, Enero de 2001, Tesis: III.1o.C.115 C, Página: 1669, que dice: ABOGADO PATRONO. ESTÁ LEGITIMADO PARA INTERPONER RECURSOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO). Conforme al texto del artículo 42 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, el abogado patrono se equipara a un mandatario especial, ya que desde el momento en que acepta tal designación queda facultado para llevar a cabo directamente en beneficio de la parte que lo designó todos aquellos actos procesales que correspondan a dicha parte , salvo algunas restricciones, como son, las que impliquen la adquisición de inmuebles, el desistimiento y los actos personalísimos que la ley o el Juez señalen; luego, es inconcuso que la interposición de recursos es un acto procesal que legítimamente puede realizar el abogado patrono, dado que forma parte de aquellos que realiza en beneficio de su patrocinado, en uso del mandato especial que le fue conferido y no se encuentra expresamente restringido por el aludido precepto. * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * CIRCUITO. De la misma manera por analogía sirve de apoyo a lo anterior, el contenido de la jurisprudencia emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se localiza en la Novena Época, Registro: 190697, Instancia: Pleno, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XII, Diciembre de 2000, Tesis: P./J. 124/2000, Página: 21, que reza: REPRESENTANTE COMÚN EN EL JUICIO DE AMPARO. SU DESIGNACIÓN POR LOS QUEJOSOS, SURTE EFECTOS SIN QUE SE REQUIERA PREVIO ACUERDO DEL JUEZ DE DISTRITO. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 20 de la Ley de Amparo, cuando en un juicio de garantías la demanda se interponga por dos o más personas, éstas deberán designar de entre ellas un representante común, previéndose que si no lo hacen, el Juez mandará prevenirlas para que en un término de tres días designen uno, y si no lo hicieren, designará con ese carácter a cualquiera de los interesados; por lo que atento a lo previsto por ese precepto, se puede decir que el establecimiento de la figura jurídica del representante común en el juicio de amparo, tiene como propósito fundamental, evitar que ante la pluralidad de quejosos se entorpezca la adecuada prosecución del juicio de amparo, debiendo actuar el representante común como un mandatario con autorización para litigar en representación de los restantes quejosos, sin perder su carácter de parte en el procedimiento. En congruencia con lo anterior y tomando en consideración que del contenido del precepto en cita no se desprende que se condicione su designación o el ejercicio de sus funciones a ningún requisito, ni que se demanden mayores formalidades, es inconcuso que basta el nombramiento del representante común que se haga por parte de los peticionarios de garantías en la demanda de amparo, para que surta desde luego sus efectos, sin que sea necesario un reconocimiento previo por parte del juzgador de amparo. Contradicción de tesis 28/98-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 16 de noviembre de 2000. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rubén D. Aguilar Santibáñez. El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso, aprobó, con el número 124/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintisiete de noviembre de dos mil. En efecto, ya que los razonamientos que dieron origen a la precitada ejecutoria, son similares a lo expuesto en líneas que anteceden, acerca de que en ninguno de los preceptos legales que regulan la figura del abogado patrono, como tampoco del mandato, condicionan la eficacia de aludido encargo a la existencia de un acuerdo que emita el órgano jurisdiccional que lo reconozca. Dichas consideraciones son toralmente, las siguientes: “[…] Por estas razones, al ser el representante común uno de los quejosos que promovieron el juicio de garantías con el propósito de obtener la protección de la Justicia de la Unión, y atendiendo igualmente a que del contenido del artículo 20 de la Ley de Amparo no se desprende que condicione su designación ni el ejercicio de sus funciones a ningún requisito, ni que se requiera formalidad alguna, conducen a considerar que basta con el nombramiento que se haga por parte de todos los quejosos de uno de ellos con tal carácter, para que ésta surta de inmediato sus efectos ante el órgano jurisdiccional federal. Lo anterior se explica, ya que si se condicionara el ejercicio de sus funciones a la emisión previa de un acuerdo por parte del Juez en que se le reconozca como tal, y si éste no lo pronuncia por descuido u olvido, impedirá que el representante designado actúe en términos del nombramiento hecho, pese a la voluntad expresada por los quejosos, lo que independientemente de que irá en contra de los objetivos por el cual se instituyó esta figura jurídica, generará el que se tengan que satisfacer requisitos no exigidos por la Ley de Amparo, todo ello en detrimento de los derechos de los propios quejosos. En este orden de ideas, el criterio que debe prevalecer es en el sentido de que ante la pluralidad de quejosos, basta la designación que hagan éstos de uno de ellos como su representante común, como lo requiere el artículo 20 de la Ley de Amparo para que pueda actuar como tal dentro del juicio de garantías, sin que sea necesario un reconocimiento previo por parte del juzgador, en razón de los fines mismos que se persiguen con el establecimiento de dicha figura jurídica y porque el precepto en cuestión no condiciona sus efectos a un acuerdo por parte del Juez de Distrito.” (el resaltado es nuestro) De suerte que si en escrito de demanda inicial, se advierte la firma del licenciado *********************, en señal de aceptación a desempeñar el cargo de abogado patrono conferido por voluntad del demandante *********************, para promoción y defensa en el juicio de origen, es inconcuso que la vigencia de las facultades que le fueron concedidas al abogado patrono y, por ende, la legitimación para promover, subsisten hasta que el juicio culmine por todas sus etapas incluyendo, por supuesto, la de ejecución de sentencia ya que ningún precepto señala lo contrario, y en función de ello, el encargo conferido y sus correlativas facultades, sólo pueden ser desconocidas cuando se actualice alguna causa de terminación del contrato de mandato que señala el Código Civil del Estado de Jalisco, tal y como expresamente lo señala la fracción I del numeral 2237 de dicha ley, que reza “El procurador o mandatario judicial, una vez aceptado el poder o mandato judicial, está obligado a: I Seguir el juicio por todas sus instancias mientras no haya cesado su encargo por terminación del contrato de mandato .”, lo que se ilustra con el contenido del criterio orientador que se localiza en la Octava Época, Registro: 214099, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Diciembre de 1993, Página: XII, 901, que reza: LEGITIMACION EN EL INCIDENTE DE SUSPENSION EN AMPARO. NO ES NECESARIO ACREDITARLA. Si una de las partes acreditó su legitimación ad causam o ad procesum en el juicio principal, es evidente que al promover el incidente de suspensión del acto reclamado, está imbíbito su carácter de parte en el juicio y por ende, legitimado para promover cualquier incidente, lo que implica que resulta innecesario que al promoverse un incidente derivado y accesorio del principal, se tenga la obligación de acreditar nuevamente la legitimación que ya fue reconocida. SEGUNDO TRIBUNAL PRIMER CIRCUITO. COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL Además, aún cuando no existe en el particular una resolución judicial que de manera expresa reconozca el carácter de abogado patrono al referido * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , cierto es también que el cargo de mérito le fue reconocido tácitamente por el juez de origen al acceder a las diversas peticiones que fueron formuladas dentro del juicio principal, las que dicho que sea de paso en el mismo tenor también fueron paulatinamente consentidas por el disidente, ya que no existió oposición de su parte respecto al carácter de abogado patrono que desempeñó en esa época. Es decir, que de lo revelado por las constancias que integran la totalidad de las actuaciones judiciales no admiten diversa interpretación que aquélla de considerar que no había necesidad de que se insistiera ante el juez primario respecto al reconocimiento de abogado patrono en la manera pretendida por el apelante, si las prerrogativas y legitimación propias del cargo en tratamiento son consecuencia de las múltiples intervenciones suscitadas dentro de juicio hasta llegar a su conclusión con el dictado de una sentencia que definitivamente decidió el fondo en segunda instancia, y si todo ello fue consentido por el aquí quejoso, aunado a que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, que en la especie atañe a que lo suscitado en el juicio natural trasciende a los actos que surjan en los incidentes que se deriven de aquél, es inconcuso desconocer la calidad que no resulta que viable actualmente jurídicamente ostenta el aludido profesionista, en estricto respeto al principio de congruencia, como de las instituciones de preclusión y cosa juzgada, previstas en los numerales 27, 38 bis, 87, 89 y 420 bis del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, ya que si el tema de la representación, facultades y legitimación para promover del abogado patrono, no fueron materia de controversia en la litis principal como momento procesal oportuno para realizar las impugnaciones sobre el particular, mal o bien esos temas quedaron firmes para los efectos de la etapa de ejecución de sentencia. Es criterio orientador, el contenido de la tesis que se localiza en la Séptima Época, Registro: 254312, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Federación, 81 Sexta Parte, Tesis: Página: Judicial de la 62, que se titula: PERSONALIDAD. RECONOCIMIENTO TACITO. La personalidad de un promovente puede reconocerse expresamente o tácitamente. Sucede lo primero cuando la resolución explícitamente dice que se tiene por acreditada la personalidad, o que se reconoce la personalidad del promovente, o usa alguna expresión similar. Y la personalidad del promovente queda tácitamente reconocida cuando se da curso a la promoción en alguna forma que implique que la acción ha sido correctamente ejercitada desde el punto de vista procesal, como cuando se admite expresamente algún recurso o juicio, o se resuelve en cuanto al fondo de lo planteado o solicitado, ya que esto presupone el reconocimiento de la personalidad. Así, aun cuando sólo se diga que se tiene al promovente por presentado con la personalidad con que se ostenta, o alguna expresión similar, sin decir expresamente que tal personalidad le es reconocida, debe estimarse que lo está tácitamente cuando se da curso a la promoción. Y cuando en situaciones dudosas, imposibles de prever en forma exhaustiva, resulte opinable la cuestión relativa a si la personalidad fue tácitamente reconocida o no, debe estimarse que sí lo fue, pues es un valor jurídico más alto el atender a la composición jurisdiccional de los conflictos surgidos entre los gobernantes y los gobernados, que el atender a interpretaciones procesales rigoristas que restan eficacia a los recursos y medios de defensa mediante los cuales los gobernados buscan una decisión jurisdiccional de sus controversias con la autoridades. * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * CIRCUITO. Y la tesis que se localiza en el Registro: 168.293, Novena Época, Instancia: ********************* Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XXVIII, Diciembre de 2008, Tesis: 2a. CXLVIII/2008, Página: 301, que dice: PRECLUSIÓN. SUPUESTOS EN LOS QUE OPERA. La mencionada institución jurídica procesal, consistente en la pérdida, extinción o consumación de una facultad procesal, contribuye a que el proceso en general, para cumplir sus fines, se tramite con la mayor celeridad posible, pues por virtud de la preclusión, las distintas etapas del procedimiento adquieren firmeza, dando sustento a las fases subsecuentes, de modo que el juicio se desarrolle ordenadamente y se establezca un límite a la posibilidad de discusión, en aras de que la controversia planteada se solucione en el menor tiempo posible, observando el principio de impartición de justicia pronta previsto en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ahora bien, la preclusión tiene lugar cuando: a) No se haya observado el orden u oportunidad establecido en la ley, para la realización del acto respectivo; b) Se haya realizado una actividad procesal incompatible con el ejercicio de otra; y, c) La facultad relativa se haya ejercido válidamente en una ocasión. Si bien el último de los supuestos referidos corresponde a la consumación propiamente dicha, indefectiblemente en todos ellos la preclusión conlleva la clausura definitiva de cada una de las etapas del proceso, lo que implica que, por regla general, una vez extinguida la oportunidad de ejercer el derecho correspondiente o habiéndolo ejercido en una ocasión, ya no puede hacerse valer en un momento posterior. En ese sentido, la figura procesal referida permite que las resoluciones judiciales susceptibles de ser revocadas, modificadas o nulificadas a través de los recursos y medios ordinarios de defensa que establezca la ley procesal atinente, adquieran firmeza cuando se emita la decisión que resuelva el medio impugnativo o, en su caso, cuando transcurra el plazo legal sin que el recurso o medio de defensa relativo se haya hecho valer. Contradicción de tesis 41/2008-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto en Materia Administrativa del Tercer Circuito y Segundo en Materia Civil del Sexto Circuito. 5 de noviembre de 2008. Cinco votos. Ponente: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . Secretario: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia, ya que no resuelve el tema de la contradicción planteada. Finalmente, no está por demás señalar que la falta de resolución judicial en la que se reconozca carácter de abogado patrono al referido *********************, no constituye obstáculo para el reclamo del pago de costas en concepto de honorarios, ya que en los numerales 138 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, y 4 del Arancel para Abogados del Estado de Jalisco no se prevé ese evento como presupuesto de procedencia, sino sólo que debe justificarse la intervención en juicio de un abogado legalmente autorizado para el ejercicio de la citada profesión, lo que en la especie quedó ampliamente satisfecho. En resumen, al encontrarnos que ninguno de los agravios impetrados son fundados para lograr su cometido, no queda mas que confirmar y se CONFIRMA el fallo apelado por lo que atañe a los agravios vertidos en el recurso de apelación que nos ocupa. IV. AN ÁLISIS DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO POR EL AC TOR PRINCIPAL.- De los motivos de queja expuestos por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en su carácter de abogado patrono de la parte actora principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , unos son fundados y suficientes para que ésta autoridad, a falta de reenvío y con plenitud de jurisdicción, repare las infracciones cometidas por la juez natural en relación a la partida de honorarios de abogado peticionados en la planilla de costas; calificación que obedece al cumplimiento de los fallos protectores que emergen del juicio de amparo indirecto número 958/2011-IV promovido por dicho litigante, y su acumulado 663/2011-III del índice del JUZGADO * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO. Mientras que los restantes devienen infundados en parte e inoperantes en otra, mismos que en razón de orden y método serán analizados en forma conjunta o separada según arroje su contenido. Señala el apelante en lo que concierne al primer y segundo motivo de disensión, que: “PRIMERO .- La sentencia interlocutoria recurrida causa agravio a esta parte apelante en razón de que la misma deja de aplicar el contenido del artículo 87 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, numeral que obliga a las autoridades a dictar las sentencias que ponga fin al juicio o el incidente, como en el presente caso, apreciando con esmero las acciones ejercidas, valorando y ponderando la acción en base al caudal probatorio aportado por las partes, actividad que deberán realizar, incluso de oficio, advirtiendo incluso de oficio aquello [sic] elementos que no hayan sido alegados por las partes pero que puedan arrojar datos decisivos al proceso, luego, en el incidente que nos ocupa, la autoridad inferior no estudió a conciencia el objeto y base de la incidencia planteada, en franca contravención al contenido del numeral 87 aquí citado, por lo que este Tribunal se encuentra obligado, aun de oficio, a estudiar las acciones planteadas, las pruebas desahogadas y las excepciones opuestas, procediendo a la aprobación de la planilla de gastos y costas hecha valer por el suscrito, toma aplicación de manera obligatoria la jurisprudencia 29/2001-PS que se localiza con [sic] en la Novena Época, Registro: 188454, Instancia: Primera Sala, Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIV, Noviembre de 2001, Materia(s): Civil, Tesis: la./J.96/2001, Página: 5 misma que cito en el presente asunto como obligatoria en los términos de los articulo [sic] 192 y 196 de la Ley de Amparo cuyo rubro y texto dice... [trascribe jurisprudencia bajo la voz de "ACCIÓN. LOS PRESUPUESTOS PROCESALES Y ELEMENTOS DE ÉSTA, DEBEN SER ANALIZADOS DE OFICIO POR EL TRIBUNAL DE ALZADA, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 87, ÚLTIMO PÁRRAFO, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE JALISCO”. ] SEGUNDO.- El Juez de la causa, desacertadamente decide que debe reprobarse la planilla de liquidación promovida por esta parte incidentista, primeramente respecto del cobro de los honorarios de abogado, sustancialmente considera, que respecto de la acción plenaria de posesión no se puede tomar en consideración el valor del inmueble, pues a su parecer lo que se encuentra en juego es la posesión del inmueble y no la propiedad, por lo que determina el reprobar el cobro pretendido por nuestra intención. [trascribe desde el primer párrafo de la foja 991 hasta el último párrafo de la foja 997 vuelta]” “1. Como se advierte de la trascripción de la Resolución combatida la Jueza * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Civil soslaya el contenido de los artículos 3 y 8 en relación con el numeral 4º del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, en su determinación, primeramente por lo que ve a los honorarios de abogado, y que se pretende teniendo como base el valor del inmueble, lo anterior por que contrario a lo considerado por la misma, el objeto de la ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN sí puede ser valorado, y sí procede el cobro de los honorarios en base al valor que reporte el inmueble, tal y como se planteó en el incidente de liquidación de gastos y costas intentado por el suscrito, para vida de lo cual se debe tener presente que en términos de los numerales citados la acción es real y tiene por objeto el que se restituya al actor la cosa con todos sus frutos y accesiones, situación que sucede de manera idéntica con la acción reivindicatoria, con la diferencia de que en la primera lo que se requiere es la declaración de tener mejor titulo para poseer y en la segunda adicionalmente se pide la declaración de que se tiene el dominio, por tanto, en esencia el objeto es el mismo, y se repite, que es LA RESTITUCIÓN DE LA COSA CON SUS FRUTOS Y ACCESIONES de tal manera que es indiscutible, que la cosa, sus frutos y sus accesiones sí es susceptible de valorarse, y por ende en base a ese valor procederse al cobro de los honorarios de abogado como efectivamente se planteó en el libelo actio incidentista, por lo que yerra la Natural al considerar que no se debe tomar en cuenta el valor del asunto para determinar la cuantía de los honorarios del abogado, por que a su parecer la acción demandada no es susceptible de valorarse, al tratarse de la posesión y no de la propiedad del inmueble, pues contrario a su parecer la cosa, sus frutos y accesiones sí son susceptibles de valorarse en la acción plenaria de posesión y el valor de la misma se debe considerar para fijar los honorarios del abogado, por su objeto si se puede determinar, es indicativa en el presente proceso la jurisprudencia 1/94 emitida por la Otrora Tercer Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se localiza en la Sexta Época, Registro: 912951, Instancia: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, Jurisprudencia, Fuente: Apéndice 2000, Tomo IV, Civil, Jurisprudencia SCJN, Materia(s): Civil, Tesis: 9, Página: 10, que cito como obligatoria en los términos de los numerales 192 y 196 de la Ley de amparo, cuyo rubro y texto son de la siguiente voz... [trascribe jurisprudencia bajo la voz de "ACCIÓN PLENARIA DE POSESIÓN" ] A mayor abundamiento, se debe destacar que en la acción plenaria de posesión el cliente del suscrito accede a mis servicios sin tener la cosa en su poder, careciendo desde luego, de los frutos y accesiones de la misma, luego en base al litigio aquí soportado, de carecer del citado bien, sus frutos y sus accesiones, INGRESA O SE DEVUELVE A SU PATRIMONIO el bien demandado, sus frutos y sus accesiones, es por ello, que no queda lugar a dudas que el bien del litigio plenario lo es el inmueble, sus frutos y sus accesiones, por tanto, contrario al parecer de la natural para determinar los honorarios del abogado sí se debe considerar el valor de la cosa, sus frutos y accesiones, pues pensarlo como lo hace la natural, es tanto como pensar, que se puede desvincular la cosa del derecho de posesión, es decir, que la posesión es un derecho o un objeto abstracto que no recae sobre cosa alguna, y que la restitución de la cosa al patrimonio, no genera el aumento del mismo de manera diametral en relación al bien restituido, por tanto, en el caso concreto, contrario al parecer de la Jueza Natural, sí procede el cobro de honorarios en base al valor del bien materia del litigio plenario y que fue restituido con sus frutos y accesiones al actor. En abono a lo argumentado por el suscrito, la extinta * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consideró que para determinar su competencia POR RAZÓN DE LA CUANTÍA , precisamente respecto de una acción plenaria de posesión, decidió que se debe tomar en cuenta el valor del inmueble materia del juicio y así decidir dicha competencia, criterio que se localiza en la Séptima Época, Registro: 241624, Instancia: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, 68 Cuarta Parte, Materia(s): Civil, Tesis: , [sic] Página: 15, misma que arroja el siguiente rubro y texto... [trascribe bajo la voz de "CUANTÍA, INCOMPETENCIA POR, DE LA TERCERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. ACCIONES PLENARIAS DE POSESIÓN Y RECONVENCIONAL, DECLARATORIA DE PROPIEDAD Y POSESIÓN” Por todo lo anteriormente expuesto es procedente solicitar y solicitó a este H. Tribunal se revoque la resolución recurrida dictando en su lugar otra en la cual se tomen en consideración los agravios expresados en este libelo, debiéndose revocar la interlocutoria reclamada y dictar otra en su lugar en la que se declare la aprobación de la totalidad de los conceptos reclamados en el incidente de liquidación de gastos y costas. Son fundados pero substancialmente inoperantes los motivos de reproche vertidos. En esencia, alega el quejoso que la juez de la causa desacierta cuando reprueba la planilla de liquidación de costas en concepto de honorarios de abogado, bajo la premisa de que en la acción plenaria de posesión no se puede tomar en consideración el valor del inmueble en polémica, ya que la controversia no estribó sobre la propiedad, sino en la posesión. Luego, es objetivamente correcto lo que asevera el apelante en reproche a las consideraciones vertidas por la juez primigenio en la sentencia interpretación atacada, de los respecto numerales 3, a que conforme 4 y del 8 a la Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, en el caso a estudio sí procede el cobro de los honorarios en base al valor que reporte el inmueble que fue materia de reclamo, si se tiene presente que la acción emprendida es real y tiene por objeto el que se restituya al actor la cosa con todos sus frutos y accesiones, situación que sucede de manera idéntica con la acción reivindicatoria, por lo cual en esencia el objeto es el mismo, es decir, LA RESTITUCIÓN DE LA COSA CON SUS FRUTOS Y ACCESIONES de tal manera que es indiscutible, que la cosa, sus frutos y sus accesiones sí son susceptibles de valorarse, señalando en abono a lo argumentado, que la extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consideró que para determinar su competencia POR RAZÓN DE LA CUANTÍA , precisamente respecto de una acción plenaria de posesión, decidió que se debe tomar en cuenta el valor del inmueble materia del juicio y así decidir dicha competencia, criterio que se localiza con la voz "CUANTÍA, INCOMPETENCIA POR, DE LA TERCER A SAL A DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA POSESIÓN DE Y LA NACIÓN. ACCIONES RECONVENCION AL, PLENARIAS DECLAR ATORI A DE DE PROPIED AD Y POSESIÓN.” En efecto, quienes hoy resuelven coincidimos con la opinión del disidente, ya que no debe perderse de vista que el objeto de la acción plenaria de la posesión es que se entregue al demandante la cosa con sus frutos y accesiones. De consiguiente, es acertado que el valor en dinero que representa lo reclamado en demanda inicial deba tenerse como cuantía del negocio que a la postre servirá de base para la regulación de costas en concepto de honorarios de abogado, ya que si la causa de pedir en este controvertido se centra en la devolución y entrega de un predio junto con los aditamentos que se afirmó le eran inherentes, será factible entonces que éstos aspectos se cuantifiquen en moneda nacional como punto de partida en el tema de costas, porque precisamente ese patrimonio es lo que estaría en juego en el litigio de origen. Cuenta habida que como lo asevera el quejoso apoyado en la tesis de la extinta Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se localiza con la voz “CUANTÍA, INCOMPETENCIA POR, DE LA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. ACCIONES PLENARIAS DE POSESIÓN Y RECONVENCIONAL, DECLARATORIA DE PROPIEDAD Y POSESIÓN”, es ilustrativa acerca de que se consideró por el Alto Tribunal que para determinar la competencia por razón de la cuantía respecto de una acción plenaria de posesión, se debe tomar en cuenta el valor del inmueble que es reclamado en juicio. Además, no pasa por inadvertido para quienes hoy resuelven que en términos de los arábigos 192 y 193 de la Ley de Amparo, con fecha diecisiete de noviembre de dos mil diez, se emitió por los integrantes de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la tesis de jurisprudencia 119/2010, en la que se elucidó lo concerniente en el tema de costas, acerca de los parámetros a seguir para obtener su monto cuando en una contienda en indeterminada que e se reclamen indeterminable, prestaciones cuyas de cuantía consideraciones esenciales, dada su relevancia para resolver este recurso, se trascriben a continuación: “Es decir, debe señalarse que las figuras de " cuantía determinada" y " cuantía indeterminada" para resolver el tema de las costas tienen una connotación procesal y una relación directa con lo pretendido en el juicio en que existió la condena con ese tema, pues cuando ya existe un pronunciamiento jurisdiccional que fija el derecho a cobrar las costas y ya se ha determinado con certeza si el negocio ventilado tiene un valor determinado, determinable o indeterminable, no debe soslayarse. Tal como acontece por ejemplo al definir la cuantía de lo reclamado para establecer la competencia para resolver sobre el asunto de que se trate. De acuerdo con lo cual, el dato de la cuantía determinada o indeterminable para el efecto de determinar las costas, en principio, debe definirse por el valor del negocio cuando éste se plantee en forma líquida en la demanda y deberá estimarse que se trata de aquellos de naturaleza "indeterminable" en los casos en que se aprecie de la demanda la imposibilidad de determinarlo y sea necesario hacerlo en ejecución de sentencia, salvo que, desde luego, sea determinable, como en el caso de los juicios reivindicatorios, en cuya cuantía viene determinada o puede determinarse por el valor del propio inmueble y éste constituye un dato relevante desde el momento de la demanda, pues desde ahí se determinará como punto de partida, la competencia para conocer y resolver dicho asunto. Entonces, la naturaleza indeterminada y además indeterminable de la cuantía se advierte, incluso, desde la forma en la cual se formule la demanda, al observar la inexistencia de la posibilidad de determinar el valor líquido de lo que se planteó como objeto de reclamo en el juicio. Ello, porque debido a que hay casos en los cuales de la naturaleza del derecho en litigio, no pueda ser fijado el reclamo en una cantidad específica, por eso deben aplicarse las reglas previstas en la legislación para este tipo de asuntos, tal como lo prevé verbigracia el ya citado artículo 129 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Para lo cual existen en la legislación parámetros que permiten establecer, en primer lugar, la naturaleza determinable de la cuantía del asunto o, en su caso, su cuantía de tipo "indeterminable", y que pueden adminicularse con los criterios establecidos en la propia legislación para establecer finalmente el adecuado mecanismo de cuantificación de las costas. Esos parámetros se advierten en las normas que establecen las "reglas para la fijación de la competencia", resultando así un criterio útil para determinar la cuantía de un asunto, porque en ellos se fijan rangos para establecer la competencia por razón de cuantía, como sucede por ejemplo en los artículos 157 y 158 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, cuyo contenido es el siguiente: "Artículo 157. Para determinar la competencia por razón de la cuantía del negocio, se tendrá en cuenta lo que demanda el actor. Los réditos, daños o perjuicios no serán tenidos en consideración, si son posteriores a la presentación de la demanda, aun cuando se reclamen en ella. "Cuando se trate de arrendamiento o se demande de una obligación consistente en prestaciones computará el importe de las pensiones en un año, trate de prestaciones vencidas, en cuyo caso dispuesto en la primera parte de este artículo." el cumplimiento periódicas, se a no ser que se se estará a lo "Artículo 158. En las contiendas sobre propiedad o posesión de un inmueble, la competencia se determinará por el valor que tenga. Si se trata de usufructo o derechos reales sobre inmuebles, por el valor de la cosa misma. Pero de los interdictos conocerán siempre los Jueces de primera instancia de la ubicación de la cosa." De los numerales transcritos se desprende que para determinar la competencia por razón de cuantía se tendrá en cuenta lo que demanda el actor y precisa que los réditos, daños y perjuicios no serán tenidos en consideración si son posteriores a la presentación de la demanda, aun cuando se reclamen en ella. Además, es posible advertir que si se trata de arrendamiento o se demanda el cumplimiento de una obligación que tiene la naturaleza de una prestación periódica, se computará el importe de las pensiones de un año, a menos que se trate de prestaciones vencidas, porque entonces se considerarán como la reclamación principal del actor. Así, el monto de las prestaciones anteriores, por su naturaleza, es claramente determinable atendiendo al monto mismo de la prestación reclamada. Pero tratándose de asuntos donde se reclama la propiedad de un inmueble, la competencia se determinará por el valor que tenga ese inmueble. Conforme a lo anterior, se obtiene un dato útil para demostrar que estamos ante asuntos que pueden ser susceptibles de evaluarse para los efectos de condena en costas y equipararse a los de cuantía determinada, ya que tratándose de controversias sobre propiedad, posesión o derechos reales, la competencia se define por el valor del inmueble materia de la litis; y esa información o característica de un asunto sirve para definir el juzgador que resolverá la controversia, precisamente en razón de la cuantía del asunto. Además, la cuestión de la cuantía determinada o indeterminada del negocio es susceptible de ser definida para los efectos de la cuantificación y pago de aquéllas, aun cuando la figura de la condena en costas tiene un carácter netamente procesal, por lo tanto, cuenta con un carácter independiente y no está ligada con el derecho sustancial debatido o reconocido en el juicio principal, pero es precisamente a partir de lo que se reclamó en la demanda y que, de ser objeto de condena, puede determinarse o no en la etapa de liquidación respectiva, lo cual hace a dicha información útil para establecer el mecanismo procedente al momento de la cuantificación de las costas, es decir, a partir de esos datos se observa la posibilidad de ser traducida la prestación en cantidad líquida. De esta forma, si la cuantía del negocio es determinable, como en el caso de los juicios que versan sobre propiedad de inmuebles, será suficiente la aplicación de las normas relativas a los casos en los cuales la cuantía del negocio es determinada. Así, cuando un juicio verse sobre la propiedad de un bien inmueble, aun cuando en la litis no se hubiese reclamado cantidad líquida alguna, sino sobre la propiedad de dicho bien, el valor que deberá tomarse para cuantificar el monto por concepto de costas será el valor del propio bien inmueble. En efecto, para determinar las costas en un proceso, debe atenderse a la naturaleza del asunto, de lo reclamado y sus propias características, por eso cuando la litis tiene como objeto la propiedad de un bien inmueble, se debe tomar en cuenta su valor, ya que éste puede ser determinado mediante un avalúo comercial, es decir, cuando se intentan acciones relacionadas con la propiedad de un inmueble, se está ante la presencia de un caso de cuantía determinable, a pesar de que en la demanda no se haya expuesto cantidad alguna como reclamo y el incidente de liquidación de costas, en su caso, deberá resolverse conforme a la legislación vigente y que sea aplicable precisamente para los casos en los cuales la cuantía es determinable.” “No es obstáculo para ello el hecho de que en el capítulo de prestaciones de la demanda sea evidente que no derive el reclamo de una cantidad líquida, sino que debe tomarse como hecho relevante que la materia litigiosa sea susceptible de ser evaluada pecuniariamente, es decir, determinable, atendiendo a los hechos narrados como causa de pedir, porque es precisamente la competencia del Juez como factor determinante lo que, en principio, sirve para el establecimiento de la competencia del Juez, y para lo cual las reglas contenidas en la legislación, constituyen un aspecto normativo a favor de esa postura. Tal determinación encuentra apoyo en la jurisprudencia 77/2004, emitida por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, visible en el Tomo XX, diciembre de dos mil cuatro, página 87, que dice: "COSTAS. CONFORME A LOS ARTÍCULOS 142 Y 500 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE MICHOACÁN, PUEDE ATENDERSE AL AVALÚO PERICIAL DE INMUEBLES PARA DETERMINAR LA CUANTÍA DEL JUICIO Y EL PAGO DE AQUÉLLAS.-El Código de Procedimientos Civiles del Estado de Michoacán establece que en diversos procedimientos, como los interdictos para retener la posesión, el juicio sumario hipotecario, la ejecución de sentencias y los remates judiciales, el avalúo de los inmuebles materia del juicio puede realizarse mediante la prueba pericial. Ahora bien, si de la interpretación sistemática del mencionado cuerpo normativo se advierte que para efectos del pago de costas a que se refiere su artículo 142, en materia inmobiliaria, el artículo 500 del ordenamiento legal citado no impide que se realice un avalúo pericial, toda vez que sólo establece la base para fijar el precio del inmueble conforme se encuentre registrado para el pago de contribuciones (valor fiscal), es indudable que puede atenderse al mencionado avalúo, conforme a las reglas establecidas en el propio código adjetivo, para determinar la cuantía del juicio y el pago de las costas, ya que dicha prueba permite al Juez conocer la verdad procesal, y de estimarse lo contrario, se le estaría privando de un medio de convicción, lo que iría en contra de una sana impartición de justicia." De acuerdo a lo anterior, también resulta importante emplear -por su eficacia- las reglas establecidas para determinar la competencia por razón de la cuantía , para concluir que un negocio sí puede ser determinable respecto a su cuantía , a partir de lo reclamado por el actor en su demanda; para que, de existir una condena en costas, la parte en cuyo favor se decretaron esté en posibilidad de formular en vía incidental la liquidación respectiva y aportar los elementos de prueba necesarios a fin de que se fije de manera adecuada la cuantía del asunto partiendo de los mismos supuestos utilizados para determinar la competencia para resolver el asuntos, como lo fue precisamente el valor de lo reclamado para acceder a la competencia por cuantía , incluso cuando la acción versa sobre la propiedad de un inmueble. Así, en esta postura, si en el capítulo correspondiente a las prestaciones de una demanda no se reclama cantidad líquida alguna, ello no es suficiente para considerar que el asunto es de cuantía indeterminable para resolver el tema de las costas, sino que debe atenderse a la causa de pedir, lo cual implicará el análisis de la relación jurídica descrita por las partes en los hechos; de modo que en cada caso se debe apreciar la naturaleza de la prestación que se reclama y si ésta puede ser estimada pecuniariamente; además, si es determinable o no partiendo del hecho de que si se ajusta o no a los parámetros establecidos en la ley procesal respectiva o de la naturaleza propia de lo resuelto pues, efectivamente, los datos para estimar si un juicio es de cuantía determinable o indeterminable provienen necesariamente del escrito de demanda, en el cual se hace el reclamo correspondiente y se fija la litis, al ser en donde las partes exponen sus pretensiones y los hechos en que las fundan.” (el resaltado es nuestro). De lo copiado se evidencia, en lo que interesa, que el Alto Tribunal consideró que si la cuantía del negocio es determinable, como en el caso de los juicios que versan sobre propiedad de inmuebles, será suficiente la aplicación de las normas relativas a los casos en los cuales la cuantía del negocio es determinada. Así, cuando un juicio verse sobre la propiedad de un bien inmueble, aun cuando en la litis no se hubiese reclamado cantidad líquida alguna, sino sobre la propiedad de dicho bien, el valor que deberá tomarse para cuantificar el monto por concepto de costas será el valor del propio bien inmueble, es decir, que para los efectos de obtener la cuantía del negocio en aquéllos litigios en los que se ejercite una acción reivindicatoria, era viable acudir a los parámetros establecidos en el numeral 158 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, implementados para elucidar la competencia por razón de la cuantía. La jurisprudencia de que se trata, es del tenor literal siguiente: No. Registro: 162,897 Jurisprudencia Materia(s):Civil Novena Época Instancia: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XXXIII, Febrero de 2011 Tesis: 1a./J. 119/2010 Página: 149 COSTAS. PAR A ESTABLECER SU MONTO CUANDO EN LA CONTIENDA SE RECLAM AN PRESTACIONES DE CUANTÍA INDETERMIN AD A E INDETERMINABLE, DEBE ATENDERSE, ADEM ÁS DEL VALOR DEL NEGOCIO, A TODAS LAS CONSTANCIAS QUE INTEGRAN EL SUMARIO, AUN CUANDO LAS PRESTACIONES RECLAM AD AS NO SEAN DE CAR ÁC TER PREPONDERANTEMENTE ECONÓMICO. Cuando un juicio verse sobre prestaciones de cuantía indeterminada e indeterminable, el valor que debe tomarse para cuantificar el monto por concepto de costas será, además del de las prestaciones reclamadas, el de todas las constancias que integren el sumario, aun cuando aquéllas no sean de carácter preponderantemente económico, pues el hecho de que en las prestaciones de una demanda no se reclame cantidad líquida, no es suficiente para determinar que el asunto es de cuantía indeterminada para resolver el tema de las costas, sino por el contrario, debe atenderse a la relación jurídica narrada en los hechos de la demanda y todos los elementos consignados que permitan evaluar pecuniariamente las prestaciones. Esto es, para determinar las costas debe atenderse al monto del negocio, concepto en el cual se incluye el valor de las prestaciones reclamadas al constituir un dato relevante en la demanda, por lo cual, en cada caso debe atenderse a la naturaleza de la prestación reclamada y si ésta puede o no estimarse pecuniariamente; además, si es determinable o no, partiendo de si se ajusta o no a los parámetros establecidos en la ley procesal respectiva o a la naturaleza de lo resuelto. Contradicción de tesis 181/2010. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados ********************* y * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , ambos en Materia Civil del Primer Circuito. 10 de noviembre de 2010. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: *********************. Secretario: *********************. Tesis de jurisprudencia 119/2010. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha diecisiete de noviembre de dos mil diez. De lo que se sigue, que tales consideraciones, en lo conducente, sirven de apoyo para resolver el asunto que nos ocupa, puesto que la primera parte del artículo 163 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, similar al interpretado por el Alto Tribunal, dice “Las contiendas sobre propiedad o posesión de un inmueble, la competencia se determinará por el valor que se tenga[…]” ; de lo que se sigue que en los procedimientos que versen sobre la posesión de un inmueble, como es el caso, el valor que deberá tomarse para cuantificar el monto por concepto de costas será el valor del propio bien inmueble en la manera que se reclamó en escrito inicial de demanda. Por su parte, y atendiendo los lineamientos del fallo protector que emerge del juicio de amparo indirecto promovido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , numero 958/2011-IV y su acumulado 663/2011-III, ambos del índice del JUZGADO TERCERO DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO, se procede a analizar el avalúo del inmueble materia de la litis, que se adjuntó en la demanda incidental de liquidación de costas con el ánimo de obtener la cuantía del negocio. Dicho avalúo corresponde al elaborado por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , con fecha 29 veintinueve de julio de 2010 dos mil diez, quien informó contar con la cédula profesional numero * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y numero * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de registro de Catastro, y del que se desprende que después de tomar en cuenta entre otros aspectos, lo referente a la ubicación del predio, clasificación de la zona, densidad de construcción, los servicios municipales con los que cuenta, la clasificación de lo construido así como sus componentes, y tanto el valor de la superficie del terreno que concluyó en 14,359,69 metros cuadrados como de aquello que observó construido en un total de superficie de 30 metros cuadrados, llegó a la determinación de que el inmueble en polémica tiene un valor de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . Documental privada que tiene valor y eficacia probatoria en términos del arábigo 403 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, para tener por justificado que la cuantía del negocio para el tema de regulación de costas en concepto de honorarios de abogado, asciende a la precitada cantidad de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , puesto que ésta autoridad no advierte que contenga inconsistencias palpables o contradicciones, cuenta habida de que no se aportó otro diverso de la misma naturaleza que desvirtúe su resultado. Sin que sea óbice, que * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en escrito de 28 veintiocho de octubre de 2010 dos mil diez, se opuso a la planilla de costas en concepto de honorarios de abogado señalando respecto al avalúo de mérito, que: ”[...] En razón, como lo adelanté, de que en el presente juicio no existe cuantía determinada, se hace inaplicable el artículo 11 del Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco, así como la liquidación en el sentido de que la cuantía es de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos, en base en un avalúo que elaboró el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , respecto del predio rústico, que ahora resulta urbano, el cual se elaboró en forma unilateral y sin agotar la garantía de audiencia y defensa, sin que en ningún momento se pueda inferir que dicho avalúo forma parte de las actuaciones del juicio, mucho menos que el actor reclamó el importe de referencia o cualquier otro, de suerte que cuando un avalúo no reúne las formalidades previstas en los artículos 351 a 359 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, no puede tener valor probatorio en los términos de los artículos 409 y 410 del mismo ordenamiento, el cual señala: [los trascribe] Es obvio, que dicho avalúo no reúne las formalidades para concederle valor probatorio, mucho menos forma parte del proceso judicial; sin que por otra parte se soslaye que se adjunta una información de la Dirección de Catastro del Ayuntamiento de Zapopan, Jalisco, en donde se hace referencia a la descripción de un predio rústico con la cuenta predial número ********************* y la clave catastral * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , mismos datos que aparecen en el apartado de antecedentes en el avalúo para uso exclusivamente comercial, en donde el valor fiscal es de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos, con una superficie de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros cuadrados, mientras que en el avalúo se menciona una superficie de ********************* hectáreas, equivalente a * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros cuadrados, con un valor de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos a la fecha del avalúo el 29 de julio de 2010, mientras que en los datos catastrales son al 29 de marzo de 2010; de suerte que si se habla del mismo predio, no es factible que exista una diferencia de valores tan excesiva, porque el valor fiscal se define como aquél que representa la zona catastral donde se ubica el inmueble, de suerte que corresponde a un valor real, lo cual le resta valor probatorio al avalúo, sin que se acepte dicho documento como fundatorio del incidente para a [sic] liquidación de costas, porque resulta inaplicable el artículo 146 del Código de Procedimientos Civiles del Estado y si bien el numeral 145 en dicho ordenamiento, admite la prueba documental, el avalúo no guarda relación con la materia de la litis y mucho menos con la condena de la sentencia […]” Pues tales defensas, resultan infundadas, pues por una parte, conforme a lo expuesto líneas precedentes, el Alto Tribunal elucidó que un juicio será de cuantía determinada aun cuando en demanda inicial no se reclamen cantidades líquidas, pero con tal de que sea factible obtener el monto de las costas a partir del valor que reporte el inmueble materia de controversia, lo que puede hacerse a través de un avalúo comercial. Asimismo, desacierta el perdidoso de las costas al sostener que dicho avalúo carece de eficacia probatoria porque debió sujetarse a las reglas de la prueba pericial previstas en el código adjetivo de esta entidad, lo que en la especie no aconteció y porque se elaboró de manera unilateral sin respetar sus derechos de audiencia y defensa sujetándolo al principio de contradicción. Previo a dar respuesta a dichos planteamientos, es pertinente transcribir a continuación los lineamientos torales que se desprenden del fallo protector que se cumplimenta, que son del tenor siguiente: “En distinto orden de ideas, asiste razón al quejoso en cuanto al señalamiento de que contrario a la conclusión que adoptó el ad quem responsable, en el incidente de liquidación de gastos y costas sólo es posible la admisión de pruebas documentales, de ahí que resulte ilegal desestimar el avalúo rendido bajo la idea de que no se ofertó con las formalidades que exige la prueba pericial. Sobre el particular conviene transcribir el artículo 145 del Código de Procedimientos Civiles del Estado: “Las costas serán reguladas por la parte a cuyo favor se hubieren declarado y del escrito en que se haga la liquidación, se correrá traslado por tres días a la contraria para que manifieste lo que a su derecho convenga; después de transcurrido este término, con o sin la contestación de aquél, el juez resolverá lo conducente. Esta resolución será apelable en el sólo efecto devolutivo. Las partes acompañarán y ofrecerán sus pruebas con sus respectivos escritos, siendo admisible únicamente la prueba documental , salvo lo dispuesto en el artículo 147 de este Código.” La interpretación del anterior precepto se evidencia que en la tramitación del incidente donde se regulan las costas generadas en juicio, las partes acompañarán con sus respectivos escritos las pruebas que estimen pertinentes, con la única condicionante de que las mismas sean documentales, lo que pone de manifiesto que cualquier otro tipo de probanza es inadmisible. Lo anterior es así, ya que en tratándose de asuntos de carácter civil, por disposición constitucional, el intérprete se encuentra obligado a estar al sentido literal de las palabras, vocablos o frases empleadas por el legislador en el normativo a estudio y sólo cuando la ley sea oscura o defectuosa en su redacción y no pueda mediante ese método advertirse o desetrañarse [sic] su sentido, sólo entonces estará facultado para acudir a la aplicación de otros métodos o sistema de interpretación legal o, en su defecto, a los principios generales del Derecho; es por ello, que este Juzgado de Distrito adoptó como método de interpretación el literal o gramatical, ya que el precepto en cuestión no presenta ninguna oscuridad o impedimento para precisar su sentido, que sería la única razón aceptable para acudir a cualesquiera de otros medios de interpretación jurídica. De tal modo, la norma es clara y así debe aplicarse, en el sentido de que el incidente de liquidación de gastos y costas sólo se pueden admitir pruebas documentales. Así se pronunció el suscrito juzgador al resolver el amparo indirecto 261/2006, y que a la postre se confirmó por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Tribunal Colegiado en Materia Civil del * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Circuito, al conocer de la revisión 358/2006. Amén de lo anterior, resulta inconcuso que si las costas se constituyen por todos aquellos gastos que cada una de las partes eroga para iniciar, tramitar y concluir un juicio, resulta que en este concepto debemos considerar, además de los honorarios de abogados, en su caso y a guisa de ejemplo, los de peritos cuya intervención fue necesaria para desahogar algún medio de convicción, el monto que se pagó por copias fotostáticas y su certificación, los derechos cubiertos por inscripciones en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, el pago para transportar los bienes muebles embargados, al domicilio en que se constituyó el deposito, la publicación de edictos, entre otros. Por las razones que la informan, se invoca la tesis que sustenta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de la entonces * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * Sala, Quinta Época, visible en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo XCI, Página 945, registro en la compila IUS 2004: 347, 145, bajo el rubro y texto: “COSTAS Y GASTOS DE JUICIO . Las costas en materia civil comprenden, tanto los honorarios de los abogados y procuradores, como los gastos propiamente dichos, que se causen en la substanciación de un negocio, ya que no existe distinción entre costas y gastos del juicio. Esta tesis, sostenida por la Suprema Corte de Justicia en ejecutoria anterior, se encuentra apoyada por la doctrina de los autores, entre los que puede citarse a Manuel de la Plaza ("Derecho Procesal Civil Español", página 522). ” De ese modo, si al incidente de que se trata, confluye la intención de demostrar los gastos que se hicieron con motivo de la tramitación del juicio, desde luego que la prueba documental es la idónea para tales efectos, dada la materialidad de pago y recepción por parte de un tercero que proporcionó el servicio o cosa necesaria al procedimiento. Así pues, se insiste, contrario a la conclusión que adoptó el ad quem responsable, en el incidente de liquidación de gastos y costas sólo se admiten pruebas documentales, de ahí que resulte incorrecto que por no cumplir con las exigencias de la pericial, se hubiera desestimado el avalúo que la parte actora, hoy quejosa, ofreció en su demanda incidental; y, por tanto, se resuelve que en su perjuicio se violentó la garantía de seguridad jurídica que consagra el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el sentido de que el contencioso debe resolverse en atención a las formalidades esenciales del procedimiento y acorde a las leyes expedidas con anterioridad, mientras que en el caso, contrariamente se infringieron en torno a los elementos de convicción que pueden admitirse en la citada incidencia, por lo que se impone conceder el amparo y protección de la Justicia Federal para el efecto de que el tribunal de alzada: 1.- Deje insubsistente la sentencia reclamada del dieciocho mayo de dos mil once y en su lugar dicte otra en la que; de 2.- Después de reiterar sus consideraciones en torno a que la cuantía del negocio se vincula al valor al inmueble objeto de la acción plenaria de posesión y al ocuparse de si éste se acredito [sic] o no, haga abstracción de las consideraciones que lo llevaron a concluir la necesidad de que se ofreciera prueba pericial y con ello, desestimar el avalúo que sobre el particular se ofreció por el actor incidentista y, con plenitud de jurisdicción resuelva lo que en derecho corresponda en torno al recurso de apelación y la partida referente a los honorarios del abogado patrono.” En ese sentido, se afirma que son infundadas las aseveraciones vertidas por el perdidoso de las costas, ya que como lo hizo ver la autoridad federal en la trascripción anterior, que de la interpretación Procedimientos Civiles del del numeral Estado, se 145 del evidencia Código que en de la tramitación del incidente donde se regulan las costas generadas en juicio, las partes acompañarán con sus respectivos escritos las pruebas que estimen pertinentes, con la única condicionante de que las mismas sean documentales, lo que pone de manifiesto que cualquier otro tipo de probanza es inadmisible. De tal modo, la norma es clara y así debe aplicarse, en el sentido de que el incidente de liquidación de gastos y costas sólo se pueden admitir pruebas documentales; de consiguiente, es incorrecto que deba desestimarse la eficacia de dicho avalúo por no cumplir con las exigencias de la pericial y soslayarse el respeto a las formalidades procesales en la manera que se alega por el perdidoso de las costas. En resumen de lo anterior, al encontrarnos que el avalúo elaborado por el ********************* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , resulta eficaz para los fines pretendidos por el actor incidentista, es factible para tener por justificado que la cuantía del negocio para el tema de regulación de costas en concepto de honorarios de abogado, asciende a la precitada cantidad de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , y en base a ella en líneas subsecuentes se procederá a realizar la correspondiente regulación. Y en lo que toca al certificado catastral aportado en el incidente de mérito expedido el día 29 veintinueve de marzo de 2010 dos mil diez, por la Tesorería Municipal Dirección de Catastro de Zapopan, Jalisco, debe decirse que la juez primigenio fue omisa en atender su contenido, y ello a la postre no fue materia de agravio en esta instancia; empero, de todas suertes sería inepto para los fines pretendidos por el aquí apelante, ya que si bien adquiere valor probatorio pleno en términos del arábigo 329 fracción IV del Código de Procedimientos Civiles del Estado, por tratarse de un documento público, lo cierto es que deviene ineficaz para los fines pretendidos por el actor incidentista, ya que como bien se hizo valer en escrito de oposición a la planilla de costas, que el valor fiscal que reporta el inmueble de mérito es excesivo, circunstancia que quienes hoy resuelven advierten que ello se origina a razón de que se emitió el valor fiscal teniendo en cuenta la totalidad de la superficie del inmueble que en esa dependencia municipal se tiene registrado, y no de la fracción de terreno cuya posesión le fue reclamada al señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en escrito inicial de demanda. Asimismo, dentro de las oposiciones aducidas por el demandado incidental * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , señaló: “Es obvio, que dicho avalúo no reúne las formalidades para concederle valor probatorio, mucho menos forma parte del proceso judicial; sin que por otra parte se soslaye que se adjunta una información de la * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , Jalisco, en donde se hace referencia a la descripción de un predio rústico con la cuenta predial número * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y la clave catastral * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , mismos datos que aparecen en el apartado de antecedentes en el avalúo para uso exclusivamente comercial, en donde el valor fiscal es de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos, con una superficie de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros cuadrados, mientras que en el avalúo se menciona una superficie de ********************* hectáreas, equivalente a * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * metros cuadrados, con un valor de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * pesos a la fecha del avalúo el 29 de julio de 2010, mientras que en los datos catastrales son al 29 de marzo de 2010; de suerte que si se habla del mismo predio, no es factible que exista una diferencia de valores tan excesiva, porque el valor fiscal se define como aquél que representa la zona catastral donde se ubica el inmueble, de suerte que corresponde a un valor real, lo cual le resta valor probatorio al avalúo, sin que se acepte dicho documento como fundatorio del incidente para a [sic] liquidación de costas, porque resulta inaplicable el artículo 146 del Código de Procedimientos Civiles del Estado y si bien el numeral 145 en dicho ordenamiento, admite la prueba documental, el avalúo no guarda relación con la materia de la litis y mucho menos con la condena de la sentencia, porque la cuantía es indeterminada […]” Ahora bien, el juez federal dentro de l os lineamientos del fallo protector que ahora nos ocupa y que emergen de los juicios de amparo 663/2012-VI y su acumulado 667/2012-IV del índice del JUZGADO ********************* DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO , estableció que era fundado uno de los conceptos de violación esgrimidos por el quejoso, porque: “Es decir, el demandado, hoy quejoso, opuso defensa en el sentido de que no se podía considerar el valor asignado en el avalúo que para efectos comerciales ofreció las parte actora, en función de que se demeritaba por el contenido del valor fiscal que aparecía en el certificado catastral ofrecido por el mismo actor incidentista, toda vez que éste se refería a una superficie mayor que la del otro documento y entre ambos, no obstante tener una diferencia de cuatro meses, existe una excesiva diferencia en los valores asignados, además de que, según sostuvo el demandado, ahora peticionario de garantías, el valor fiscal se define como aquél que representa la zona catastral donde se ubica el inmueble y que, por ende, corresponde al valor real y como tal, resta valor probatorio al avalúo privado rendido en actuaciones. No obstante los anteriores planteamientos, resulta que la sala responsable al asumir plenitud de jurisdicción ante lo fundado del agravio que definió la cuantía del negocio en relación al valor del inmueble objeto de la acción ejercida, omitió pronunciarse sobre la objeción en torno al avalúo privado de que se trata, pues al respecto nada dijo y antes bien, adoptó que efectivamente dicho certificado catastral era ineficaz para los fines pretendidos por el actor que lo ofreció como prueba de su intención, en función de que se refería a la totalidad de la superficie de terreno y no exclusivamente a la fracción que fue objeto de la acción plenaria de posesión (folio 177 y vuelta, tomo IV del cuaderno de pruebas). Sin embargo, se insiste, con omisión de lo argumentado por el ahora quejoso, nada razonó en torno a si esta diferencia superficial y de valores demeritaba o no el avalúo privado que ofreció la parte actora.” Ahora bien, en cumplimiento al fallo protector citado se procede a dar cabal y oportuna respuesta a los motivos de oposición como a continuación se expone . Son fundados pero substancialmente inoperantes las oposiciones hechas valer. Resulta verídico que existe una diferencia de superficie que reporta el avalúo privado frente al certificado catastral, sin embargo, se reitera, que ello obedece a que el certificado indica la superficie del inmueble en polémica en su totalidad, a diferencia del avalúo privado que sólo estimó el valor pecuniario de la fracción que fue materia de la acción plenaria de posesión, de ahí que por dicha circunstancia el certificado catastral de mérito no merezca eficacia probatoria alguna. Siguiendo con el estudio de las restantes oposiciones formuladas, se determina que es verdad lo que asevera el disidente de la planilla de costas, acerca de que entre el avalúo comercial y el certificado catastral exhibidos por su adversario hay una diferencia de cuatro meses en su expedición, como también existe una excesiva discrepancia entre los valores asignados al inmueble en controversia, y finalmente, resulta verídico que el valor fiscal representa la zona catastral donde se localiza un inmueble. En efecto, el avalúo privado de mérito emitido al día 29 veintinueve de julio de 2010 dos mil diez elaborado por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * y el certificado catastral numero veintinueve de de folio marzo *********************, de 10332/2010 2010 Jalisco, expedido dos en lo mil que el diez, día 29 por la interesa son respectivamente del tenor siguiente: ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Sin embargo, pese a las discrepancias que se evidencian de la confrontación de ambos documentos, lo cierto es que resultan insuficientes para colegir que el certificado catastral demerita la eficacia probatoria que le fue otorgada al avalúo privado, antes bien, debe prevalecer la cuantía del negocio que se obtuvo del valor del inmueble en disputa que emerge del citado avalúo, ya que el certificado catastral debe ser probatoriamente desestimado conforme a las siguientes consideraciones. De manera toral, porque no es verdad que el valor fiscal corresponda al valor real de un inmueble , como lo asevera el opositor y que por ende deba atenderse al resultado que arroja el certificado catastral, sino que (como bien lo señala el opositor que el valor fiscal representa la zona catastral donde se localiza el inmueble), es con base al valor fiscal de un inmueble como se determina el pago del impuesto predial correspondiente, es decir, que su obtención obedece para fines meramente fiscales. En efecto, conforme a lo dispuesto en los artículos 1 y 2 fracciones II y VIII del Código Fiscal del Estado de Jalisco, se tiene que tanto Ley de Catastro Municipal del Estado de Jalisco y Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, constituyen leyes fiscales que norman la Hacienda Pública Estatal y las relaciones entre el Estado y los particulares y de éstos entre sí, en materia contributiva. Hecho lo anterior, tenemos que el texto de los artículos 1, 2, 4 fracción XXI, 13 fracción XXII y 42 de la Ley de Catastro Municipal del Estado de Jalisco, así como lo dispuesto en los artículos 92, 94 y 106 de Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco, respectivamente, disponen en lo que interesa: “Artículo 1.- Catastro es el inventario y la valuación , precisos y detallados, de los bienes inmuebles públicos y privados ubicados en la municipalidad. Artículo 2.- El Catastro tiene por objeto la determinación de las características cualitativas y cuantitativas de los predios y construcciones ubicados dentro del municipio, mediante la formación y conservación de los registros y bases de datos que permitan su uso múltiple, como medio para obtener los elementos técnicos, estadísticos y fiscales que lo constituyen. El registro y la valuación catastral se declaran de utilidad pública, para fines fiscales, socioeconómicos y urbanísticos. Artículo 4.- Para los efectos de esta Ley se entiende por: XXI. Valor fiscal : el que se asigne o apruebe para cada predio, de conformidad con los procedimientos previstos en esta ley y la de Hacienda Municipal; Artículo 13.- Corresponden al Catastro Municipal o a la Dirección de Catastro del Gobierno del Estado, en el caso de los municipios que hayan convenido con el Ejecutivo del Estado, para la administración del catastro, las siguientes obligaciones: XXII. Expedir, a solicitud expresa, copias certificadas de los documentos que obren en el archivo del catastro, las que bajo ningún concepto significarán el reconocimiento o aceptación de un derecho. Estos documentos son exclusivamente para fines fiscales, urbanísticos y estadísticos; Artículo 42.- Las resoluciones, datos y demás elementos catastrales, cualesquiera que sean, en ningún caso acreditarán derechos o gravámenes respecto de los bienes registrados; sólo producirán efectos fiscales, estadísticos y los previstos en materia de ordenamiento territorial. ” “Artículo 92.- Es objeto del impuesto predial , según el caso, la propiedad , la copropiedad, el condominio, la posesión, el usufructo y el derecho de superficie de predios, así como de las construcciones edificadas sobre los mismos. Para los efectos de este impuesto, se estará a las definiciones que sobre diversos conceptos contiene la Ley de Catastro Municipal. Artículo 94. - La determinación de la base del impuesto predial se sujetará a las siguientes disposiciones: I. La base de este impuesto será el valor fiscal de los predios y de las construcciones o edificaciones; Artículo 106. - El monto del impuesto se determinará de conformidad con las bases, tasas, cuotas y tarifas que al efecto establezcan las leyes de ingresos municipales en vigor, de acuerdo a las disposiciones de los artículos 94 y 95 de esta Ley. Para calcular el monto este del impuesto predial a pagar, se procederá a multiplicar el valor fiscal por la tasa que le corresponda, determinada en la respectiva ley de ingresos municipal, adicionándole además la cuota fija que se establezca en el mismo ordenamiento y, multiplicándolo por la tarifa correspondiente.” en su caso, De lo anterior trasunto se evidencia, en lo que concierne, que la dependencia de catastro es el inventario y la valuación precisos y detallados de los bienes inmuebles privados ubicados en la municipalidad y tiene por objeto la determinación de las características cualitativas construcciones ubicados y cuantitativas dentro del de los municipio, predios mediante y la formación y conservación de los registros y bases de datos que permitan su uso múltiple, como medio para obtener los elementos técnicos, estadísticos y fiscales que lo constituyen. Asimismo, se establece que la valuación catastral es de utilidad pública y para fines fiscales ; conceptualizando al valor fiscal como: el que se asigne o apruebe para cada predio, de conformidad con los procedimientos previstos en dicha ley (catastro municipal), y la de Hacienda Municipal . De la misma manera tales dispositivos hacen patente que los documentos que emite catastro son exclusivamente para fines fiscales, urbanísticos y estadísticos ; así como que las resoluciones, datos y demás elementos catastrales, cualesquiera que sean, en ningún caso acreditarán derechos o gravámenes respecto de los bienes registrados, y fiscales, estadísticos y los sólo producirán efectos previstos en materia de ordenamiento territorial . Finalmente, se establece que la base del impuesto predial será la referente construcciones o al valor fiscal edificaciones, el de los que predios se y de las determinará de multiplicar el valor fiscal del inmueble por las tasas, cuotas y tarifas señaladas en el artículo 106 de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Jalisco. Ante dicho marco normativo y adverso a las pretensiones del demandado incidental, se llega al conocimiento de que el valor del predio en disputa que reporta el certificado catastral en polémica, no puede servir de sustento para demeritar la eficacia probatoria otorgada al avalúo privado exhibido por el ganancioso de las costas, ya que como se vio, el valor fiscal no es apto para colegir que representa el valor real del inmueble en disputa, sino que su finalidad es meramente fiscal y servir de base para el pago del impuesto predial; cuenta habida de que en el valor fiscal otorgado al inmueble en el certificado catastral en polémica no refiere que incluya el justiprecio de las construcciones, a diferencia del avalúo privado en el que tal aspecto sí fue tomado en cuenta, lo cual no debe pasar por inadvertido porque en la demanda de génesis se reclamó la devolución del inmueble en polémica junto con sus accesiones, de manera que éstas por haber sido materia de prestaciones evidente es que también conforman la cuantía del negocio. En lo conducente, sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia que se localiza en la Octava Época, Registro: 218746, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, 56, Agosto de 1992, Tesis: III.2o.C. J/10, Página: 57, con la voz y texto siguientes: ARRENDAMIENTO. EL CERTIFICADO CATASTRAL ES EFICAZ PARA COMPROBAR EL VALOR FISCAL DEL INMUEBLE DADO EN (LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). El certificado catastral resulta idóneo para demostrar el valor fiscal del inmueble arrendado , si se encuentra expedido por el Director de Catastro de la Tesorería General del Gobierno del Estado de Jalisco, que es la persona autorizada para tal efecto, de acuerdo con la Ley Orgánica de dicha dependencia, pues no es el propio funcionario quien fija el valor fiscal de los inmuebles, sino que únicamente certifica el que ya tienen asignado de acuerdo con los registros catastrales que obran en la dependencia a su cargo, de donde resulta inexistente la diferencia que se pretende hacer entre valor fiscal y valor catastral, toda vez que en esencia son lo mismo; por tanto, un documento de esa naturaleza, tiene valor probatorio pleno, en términos del artículo 399 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO. Y la jurisprudencia consultable en la Octava Época, Registro: 223739, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, VII, Enero de 1991, Tesis: Página: 167, con la voz y texto: CERTIFICACIONES DEL DIRECTOR DE CATASTRO. SON EFICACES PARA COMPROBAR EL VALOR FISCAL DE LOS INMUEBLES. (LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). La Ley de Catastro del Estado de Jalisco que estuvo vigente hasta mil novecientos ochenta y seis, y la actual en vigor, prevén la existencia de valores fiscales de los inmuebles, en sus artículos 18, fracción IX, y determinan: la primera de ellas, que será el que sirva de base para el pago del impuesto predial, y la segunda agrega que el valor fiscal será igual al valor catastral; por otra parte, de acuerdo con el artículo 1o., inciso d) de la Ley de Ingresos del Municipio de Guadalajara, el impuesto predial le corresponde recaudarlo exclusivamente a dicho Municipio, por lo que ve a los inmuebles enclavados en él, y a su vez la citada ley en su artículo 5o., fracción III, remite a la Ley de Catastro para determinar la base fiscal registrada, sin que exista ninguna otra ley que prevea la existencia de valores fiscales de los inmuebles, de donde resulta que el valor catastral y el fiscal en esencia son lo mismo; además, el Director de Catastro de la Tesorería General del Gobierno del Estado de Jalisco, de acuerdo con el artículo 16, fracción VII, de la Ley Orgánica de dicha dependencia, está facultado para expedir certificados en que se haga constar el valor fiscal que ante la oficina a su cargo tienen registrados los inmuebles, por lo que un documento de esa naturaleza tiene valor probatorio pleno, en términos del artículo 399 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, y por ende resulta idóneo para demostrar el valor fiscal de inmuebles arrendados. SEGUNDO TRIBUNAL TERCER CIRCUITO. COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL Lo anterior vertido explica la notable diferencia entre el valor fiscal que reporta el certificado catastral (* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ), frente al avalúo privado del mismo inmueble (* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * ), porque el primero lo emite una autoridad fiscal cuya finalidad es fijar la base para el pago del impuesto predial, en tanto que el segundo es más alto el justiprecio por ser de naturaleza comercial, por lo que se llega a la conclusión de que éste se emitió atendiendo a su plusvalía y ajustándose a las condiciones existentes de la oferta y la demanda, o lo que es lo mismo, aproximado al valor real que tiene el inmueble en disputa el que además incluye las construcciones existentes. Siendo oportuno mencionar que en la mayoría de la gente y en especial de aquéllas que se dedican al tráfico comercial de bienes raíces, resulta un hecho notorio que el valor fiscal de un inmueble sirve de parámetro o punto de partida para de manera ascendente deducir un aproximado del valor real o comercial de un inmueble, pues generalmente éste se localiza muy por encima de aquél, esto es, que es hecho notorio que el valor comercial rebasa por mucho al valor fiscal; de manera que en la práctica será inverosímil que en una compraventa de inmueble se establezca un precio a base de su valor fiscal, porque ello atentaría contra el sentido común y la sana crítica, porque en este caso evidentemente que el precio fijado por las partes no estaría apegado a la realidad de las cosas. Partiendo de lo antedicho, no se comparte lo que sostiene el opositor, acerca de que el valor fiscal de un inmueble corresponda al valor real, tan es así que la ley fiscal no lo cataloga de esa manera sino que su determinación sólo obedece a fines fiscales, estadísticos o urbanísticos. Respecto a los hechos notorios se ilustra con el texto de la jurisprudencia que se localiza en la Novena Época, Registro: 174899, Instancia: Pleno, Federación y su Gaceta, Fuente: Semanario Judicial de la XXIII, Junio de 2006, Tesis: P./J. 74/2006, Página: 963, que reza: HECHOS NOTORIOS. CONCEPTOS GENERAL Y JURÍDICO. Conforme al artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles los tribunales pueden invocar hechos notorios aunque no hayan sido alegados ni probados por las partes. Por hechos notorios deben entenderse, en general, aquellos que por el conocimiento humano se consideran ciertos e indiscutibles, ya sea que pertenezcan a la historia, a la ciencia, a la naturaleza, a las vicisitudes de la vida pública actual o a circunstancias comúnmente conocidas en un determinado lugar, de modo que toda persona de ese medio esté en condiciones de saberlo; y desde el punto de vista jurídico, hecho notorio es cualquier acontecimiento de dominio público conocido por todos o casi todos los miembros de un círculo social en el momento en que va a pronunciarse la decisión judicial, respecto del cual no hay duda ni discusión; de manera que al ser notorio la ley exime de su prueba, por ser del conocimiento público en el medio social donde ocurrió o donde se tramita el procedimiento. Controversia constitucional 24/2005. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. 9 de marzo de 2006. Once votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretarios: Raúl Manuel Mejía Garza y Laura Patricia Rojas Zamudio. El Tribunal Pleno, el dieciséis de mayo en curso, aprobó, con el número 74/2006, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciséis de mayo de dos mil seis. A lo que se añade, que si la condena en costas establecidas por el legislador tienen como finalidad retribuir a quien fue obligado a intervenir injustamente en un juicio, como en el caso que nos ocupa que el actor se vio en la necesidad de entablar el procedimiento de origen para reclamar judicialmente la devolución del inmueble del que en definitiva resultó tener mejor derecho de poseer en relación con el demandado, entonces, no sería equitativo ni jurídico que la cuantía del negocio lo represente el valor fiscal del inmueble en disputa, porque de acceder a ello evidentemente que no estaríamos en presencia de una retribución justa en costas, máxime que el procedimiento natural resultó de suma complejidad. De manera que, se insiste, el valor fiscal no representa el valor real del inmueble, por ende, dista mucho de que el valor fiscal del inmueble en disputa sea proporcional y/o represente el grado de responsabilidad que adquirió el abogado patrono del actor principal al encargarse del asesoramiento del asunto de origen. Constituye criterio orientador, la jurisprudencia que se localiza en el No. Registro: 392.319, Octava Época, Instancia: Tercera Sala, Fuente: Apéndice de 1995, Tomo IV, Parte SCJN, Tesis: 192, Página: 131, Genealogía: APENDICE '95: TESIS 192 PG. 131, intitulada: CUANTIA DEL NEGOCIO. INCLUYE LA SUERTE PRINCIPAL Y LOS INTERESES DEMANDADOS PARA EL EFECTO DE REGULAR LOS HONORARIOS DE LOS ABOGADOS. (LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO). Establece el artículo 146 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco que para efectos de regular las costas debe atenderse al valor del negocio que hubiere establecido la sentencia, hasta la fecha en que cause ejecutoria. Ahora bien, para determinar los honorarios de los abogados conforme al arancel correspondiente, que forma parte de las costas, en los asuntos en que aún no se haya pronunciado sentencia, la cuantía del asunto debe establecerse considerando tanto la suerte principal como los intereses determinables reclamados en la demanda, en virtud de que el profesionista litiga, presta sus servicios y adquiere responsabilidad sobre la totalidad de las prestaciones que se discuten en el juicio , sin que sea obstáculo para ello el que los intereses no se determinen líquidamente desde un principio, pues son fácilmente determinables, pueden ser superiores a la suerte principal e incluso sólo reclamarse esto, sin que por ello el asunto carezca de cuantía, como tampoco es obstáculo la falta de pronunciamiento que absuelva o condene al pago de los intereses ya que ello constituye una prestación en juego en el litigio. En consecuencia, en términos del artículo 4o. del arancel mencionado, los honorarios de los abogados en el supuesto de referencia deben fijarse considerando los honorarios totales computados sobre la suerte principal y los intereses calculados a la fecha en que el profesionista se retire del asunto, y de los honorarios totales debe calcularse la parte proporcional que corresponda a los servicios profesionales prestados. Octava Epoca: Contradicción de tesis 8/88. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer Circuito. 10 de julio de 1989. Cinco votos. NOTA: Tesis 3a./J.31 (número oficial 14/89), Gaceta número 19-21, pág. 84; Semanario Judicial de la Federación, tomo IV, Primera Parte, pág. 289. Finalmente, el quejoso señala en los restantes motivos de queja que: “por lo que ve al pago de honorario [sic] del perito de nuestra intención, palabras más palabras menos, considera que es improcedente su cobro por que los honorarios del perito de parte NO PUEDEN sobre pasar [sic] los honorarios del perito oficial, además, dice, que la fecha de la factura e incluso su vigencia determina que el pago se realizó hasta el año 2009 y que por esa razón no se puede estimar que ese pago sea el que corresponde al perito de nuestra intención por lo que a los trabajos que se realizaron cuatro años antes, y con fundamento en esas consideraciones, reprueba el cobro pretendido por nuestra intención, en franca contravención a los artículos 3, 4, 8, 67, y 353 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, así como las tesis y jurisprudencias que se citan en el contenido del presente recurso como aplicables al caso concreto, interlocutoria que se transcribe a la letra para su análisis […]” 2. Por lo que ve al desacierto de la Jueza al considerar que la factura librada por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * de cuyo contenido se aprecia que el cobro en ella contenida comprende los trabajos hechos dentro del juicio en que se actúa, se debe decir que la Natural se equivoca en su considerar y contradice el contenido del artículo 67 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, que prohíbe el dictado de cualquier otro trámite que no se encuentre debidamente previsto en la Ley, pues al resolver sobre los honorarios reclamados sobre el experto en cita, considera que se debe apegar su cuantía en base a la Ley que establece la remuneración para auxiliares en la administración de la justicia y que no debe sobrepasar los honorarios que se fijaron para el peritos [sic] auxiliar, situación que es completamente errónea, primeramente por que el perito en cuestión no es de los auxiliares, ni fue nombrado por el juzgado, sino que este es un particular que jamás podrá vincularse a una ley especial como lo es la ates [sic] mencionada, pues en el caso concreto, sus honorarios los fija de manera unilateral en base a su experiencia, reputación, trabajos de campo, visitas al predio materia del estudio, estudios realizados, tecnología implementada, y otras y diversa [sic] situaciones tanto personales, académicas, de trabajo y de equipo utilizado, y jamás en base a la citada Ley, que vincula únicamente a quienes aparecen en el proceso como PERITOS AUXILIARES DEL JUEZ en términos del numeral 353 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco, numeral que no aplicó la natural y que debió aplicar para determinar a quienes le aplica la citada Ley Arancelaria de Expertos Estatal, de esta manera, el referido Código Procesal de la entidad NO EXISTE DISPOSICIÓN ALGUNA mediante la cual se autorice a los Jueces a desarrollar el proceso realizado por la Jueza, en el sentido de determinar la cuantía de los honorarios de los peritos de parte en base a la citada ley arancelaria de auxiliares, pues se insiste, los mismos se realizan en base a las cuestiones personales, académicas, experiencia, los instrumentos y técnicas que utiliza cada experto, así como a los trabajos que desarrolla para dar más certeza de su labor, por tanto el argumento de la Jueza carece de legalidad para sostener por su propio pie. Misma razón, se estima contra la infantil resolución de la Jueza en el sentido de que la fecha del recibo de honorarios le restaba valor a la misma, lo anterior por que la data del mismo no invalida o determina que el pago no se realizó, sino, que dicho documento se pudo expedir hasta esa fecha o que dichos honorarios se pudieron pagar hasta ese día, pues no se puede pensar como lo hace la responsable, palabras más palabras menos, que la expedición y data de valides [sic] del recibo de honorarios posterior a la ejecución de los trabajos, invalida dicho pago y genera desconfianza en su contenido, por la simple razón de que la expedición posterior a la data de ejecución del documento NO ACREDITA QUE LOS TRABAJOS FUERON GRATUITOS O REGALADOS, Ó QUE LOS MISMOS TUEVIERON [sic] UN PRECIO MENOR, ni es contradictorio, por expedirse con posterioridad se pueda referir a trabajos, anteriores , antípoda a lo ilegalmente considerado por la Natural el recibo de honorarios expedido y presentado al juzgado, acredita en términos de la legislación fiscal de la nación que se realizó el pago en ella contenido por los conceptos inmersos en la misma, y las meras apreciaciones subjetivas, sin sustento y sin fundamento vertidas por la natural, NO pueden restarle el valor que la Ley les atribuye a los recibos fiscales de honorario, [sic] por tanto, se debe revocar la determinación de la natural, debiéndose aprobar en su totalidad la planilla de gastos y costas planteada por el actor en los [sic] principal. Por todo lo anteriormente expuesto es procedente solicitar y solicito a este H. Tribunal se revoque la resolución recurrida dictando en su lugar otra en la cual se tomen en consideración los agravios expresados en este libelo, debiéndose revocar la interlocutoria reclamada y dictar otra en su lugar en la que se declare la aprobación de la totalidad de los conceptos reclamados en el incidente de liquidación de gastos y costas.” Uno de los motivos de queja es infundado, mientras que jurídicamente ineficaces los restantes. Adquiere la primera calificativa los argumentos tendientes a evidenciar la ilegalidad de la sentencia combatida, bajo la premisa de que son subjetivas las razones por las que la juez primigenio desestimó el valor probatorio de la factura 0536 expedida por el diestro FRANCISCO GUZMÁN ALCÁNTAR, el día 28 veintiocho de mayo de 2009 dos mil nueve por concepto de honorarios, ya que dice el apelante, resulta erróneo que la expedición del recibo de honorarios posterior a la ejecución de los trabajos, invalide dicho pago o genere desconfianza en su contenido, ya que afirma el disidente, que la expedición posterior a la data de ejecución del documento no acredita que los trabajos fueron gratuitos o regalados, ó que los mismos tuvieron un precio menor, ni es contradictorio, por expedirse con posterioridad se pueda referir a trabajos, anteriores, antípoda a lo ilegalmente considerado por la Natural el recibo de honorarios expedido y presentado al juzgado, acredita en términos de la legislación fiscal de la nación que se realizó el pago en ella contenido por los conceptos inmersos en la misma, por lo cual no debe restarse el valor que la Ley les atribuye a los recibos fiscales de honorarios. En efecto, no está en lo cierto el quejoso cuando asevera que son apreciaciones subjetivas las razones a través de las cuales la resolutora de origen desestimó el valor y eficacia probatoria de la precitada factura, ya que tales consideraciones se sustentaron en ley, y en particular, en la primera parte de lo dispuesto en el numeral 2271 del Código Civil del Estado de Jalisco, que reza “El pago de los honorarios y de los gastos o expensas, cuando los haya, deberá hacerse en el lugar de la prestación del servicio, inmediatamente que se preste cada servicio o al fin de todos.” Circunstancia que dicho que sea de paso ni siquiera se controvierte jurídicamente en el pliego de agravios que nos ocupan, de ahí que deba prevalecer esa decisión, tanto más cuando quienes hoy resolvemos estimamos que debe prevalecer dicha desestimación por lo siguiente. Los artículos 138 y 359 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, que regulan el tema de las costas y honorarios de perito, en lo que interesa disponen: “Artículo 138. Cada parte será inmediatamente responsable de las costas que originen las diligencias que promueva; pero en caso de condenación en costas, la parte sentenciada indemnizará a la otra de todas las que hubiere anticipado.” “Artículo 359. - Los honorarios del perito nombrado por las partes, serán pagados por la que lo nombró, sin perjuicio de lo que disponga la sentencia definitiva sobre condenación en costas.” De lo copiado se advierte, que está claramente expresada en los preceptos citados, la intención del legislador de imponer la responsabilidad inmediata de pagar los gastos que originen las diligencias del proceso a la parte interesada con la práctica de las mismas, o sea, que la anticipación del pago del servicio prestado debe hacerse antes de que se emita sentencia definitiva en la que en su caso se establecerá a cargo de quién correrán las costas que se hayan generado por la tramitación del juicio. Luego, para mayor ilustración del tema en análisis, conviene insertar con la ayuda de un escanner, la factura de mérito que es conforme a continuación se describe. Lo anterior pone de evidencia, que la fecha de expedición (como el de impresión como lo refirió la juez), que reporta el documento cuestionado, si redunda en perjuicio del actor incidentista para los efectos de estimar ilegítimo el pago que se reclama por concepto de honorarios de perito, si se tiene presente que con fecha 28 veintiocho de febrero del año 2007 dos mil siete, se emitió sentencia definitiva en el juicio de origen, la que posteriormente y a falta de reenvío en nuestra legislación, en sentencia definitiva de 23 veintitrés de enero del año 2008 dos mil ocho, emitida por este Tribunal fue modificada, mientras que la factura de mérito se elaboró con fecha 28 veintiocho de mayo de 2009 dos mil nueve, es decir, con posterioridad a tales eventos. Por otra parte, no es verdad que la factura en consulta reúna todos los requisitos que señala el Código Fiscal de la Federación, y que por ello deba tener eficacia probatoria plena para los fines pretendidos por el quejoso, ya que basta imponerse de su contenido para advertir que carece de los datos relativos al Registro Federal de Contribuyentes del cliente , como lo establecen los artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación, además que la parte perdidosa en las costas no intervino en su elaboración, es decir, tal documento es de autoría de un tercero y no se encuentra corroborada por otros medios de prueba, requisitos desestimación éstos probatoria que hacen realizada por que la prevalezca juez la primigenio, razonamientos que emergen propiamente de lo establecido en el contenido de la jurisprudencia que se localiza en la Novena Época, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo : XXVII, Junio de 2008, Tesis: I.4o.C. J/29, Página: 1125, que reza: FACTURAS. SU VALOR PROBATORIO DEPENDE DE LOS HECHOS QUE SE QUIEREN ACREDITAR, DEL SUJETO CONTRA QUIEN SE PRESENTEN Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS CONCURRENTES. La interpretación sistemática y funcional de los artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación y 1391, fracción VII, del Código de Comercio; en relación con los usos mercantiles y la doctrina especializada en derecho fiscal y mercantil, hace patente que las facturas adquieren distinto valor probatorio, en atención al sujeto contra quien se emplean, los usos dados al documento y su contenido. Así, contra quien la expide, hace prueba plena, salvo prueba en contrario, como comprobante fiscal, documento demostrativo de la propiedad de un bien mueble, documento preparatorio o ejecutivo de una compraventa comercial, etcétera; contra el sujeto a quien va dirigida o cliente, ordinariamente se emplea como documento preparatorio o ejecutivo de una compraventa comercial o de la prestación de servicios, respecto de los cuales la factura produce indicios importantes sobre la relación comercial y la entrega de las mercancías o prestación de los servicios, susceptible de alcanzar plena fuerza probatoria si es reconocida o aceptada por dicho sujeto, en forma expresa o tácita, o si se demuestra su vinculación al acto documentado por otros medios, y contra terceros, que generalmente se presentan para acreditar la propiedad de bienes muebles, puede alcanzar la suficiencia probatoria respecto de ciertos bienes, cuando exista un uso consolidado y generalizado, respecto a un empleo para dicho objetivo como ocurre con la propiedad de los automóviles, y tocante a otros bienes, la factura sólo generará un indicio importante sobre la adquisición de los bienes descritos, por quien aparece como cliente, que necesitará de otros para robustecerlo, y conseguir la prueba plena. En efecto, las facturas son documentos sui géneris, porque no son simples textos elaborados libremente por cualquier persona, en cuanto a contenido y forma, sino documentos que sólo pueden provenir legalmente de comerciantes o prestadores de servicios registrados ante las autoridades hacendarias, mediante los formatos regulados jurídicamente sujetos a ciertos requisitos para su validez, y a los cuales se les sujeta a un estricto control, desde su elaboración impresa hasta su empleo, y cuya expedición puede acarrear serios perjuicios al suscriptor, requisitos que, en su conjunto, inclinan racionalmente hacia la autenticidad, como regla general, salvo prueba en contrario. Así, los artículos 29 y 29-A del Código Fiscal de la Federación, exigen la impresión, de los formatos por impresor autorizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y que se consigne en ellos el nombre del comerciante o prestador de servicios, la fecha de la impresión, un número de folio consecutivo, datos del expedidor y del cliente, incluido el Registro Federal de Contribuyentes de ambos, relación de las mercancías o servicios, su importe unitario y total, etcétera. Por tanto, su contenido adquiere una fuerza indiciaria de mayor peso específico que la de otros documentos privados, simples, al compartir de algunas características con los documentos públicos. Asimismo, la factura fue concebida originalmente con fines fiscales, para demostrar las relaciones comerciales por las cuales debían pagarse o deducirse impuestos, pero en el desarrollo de las relaciones mercantiles han adquirido otras funciones adicionales, como la de acreditar la propiedad de los vehículos automotores ante las autoridades de tránsito y otras, reconocidas inclusive en la normatividad de esa materia; respecto de otros bienes se ha venido incorporando en la conciencia de las personas como generadoras de indicios de la propiedad; entre algunos comerciantes se vienen empleando como instrumentos preparatorios o ejecutivos de una compraventa comercial o prestación de servicios, que se expiden en ocasión de la celebración del contrato respectivo, para hacer una oferta (preparatorio), o para que el cliente verifique si la mercancía entregada corresponde con la pedida, en calidad y cantidad, y haga el pago correspondiente, y en otros casos se presenta con una copia para recabar en ésta la firma de haberse recibido la mercancía o el servicio. Por tanto, las facturas atribuidas a cierto comerciante se presumen provenientes de él, salvo prueba en contrario, como sería el caso de la falsificación o sustracción indebida del legajo respectivo. Respecto del cliente, partiendo del principio de que el documento proviene del proveedor y que a nadie le es lícito constituirse por sí el título o documento del propio derecho, se exige la aceptación por el comprador, para que haga fe en su contra, de modo que sin esa aceptación sólo constituye un indicio que requiere ser robustecido con otros elementos de prueba, y en esto se puede dar un sinnúmero de situaciones, verbigracia, el reconocimiento expreso de factura, ante el Juez, o de los hechos consignados en ella; el reconocimiento tácito por no controvertirse el documento en el juicio, la firma de la copia de la factura en señal de recepción del original o de las mercancías o servicios que éste ampara, etcétera. Empero cuando no existe tal aceptación, serán necesarios otros elementos para demostrar la vinculación del cliente con la factura, que pueden estar en el propio texto de la factura o fuera de ella. Así, si la firma de recibido proviene de otra persona, es preciso demostrar la conexión de ésta con el cliente, como dependiente o factor, apoderado, representante o autorizado para recibir la mercancía. Un elemento importante para acreditar esa relación, sería la prueba de que la entrega de la mercancía se hizo en el domicilio del cliente o en alguna bodega o local donde realiza sus actividades, porque al tratarse del lugar de residencia habitual, del principal asiento de los negocios del cliente, o simplemente de un lugar donde desempeña actividades, se presume la existencia de cierta relación de éste con las personas encontradas en el inmueble, como familiares, apoderados, empleados, etcétera, a los cuales autoriza explícita o expresamente para recibir en su nombre las cosas o servicios pedidos. Otras formas para probar la conexión de quienes recibieron las mercancías o servicios a nombre del cliente, podrían ser a través de elementos externos a la factura, como documentos donde conste la relación de mandato, poder, de trabajo, de parentesco; testimoniales, confesionales con el mismo fin, etcétera. Sin embargo, si a final de cuentas los elementos indiciarios de la factura no se robustecen, el documento no hará prueba contra el cliente de la relación comercial o la entrega de los bienes o prestación de los servicios que pretende amparar. Por último, cuando la factura se presenta contra terceros, puede tener pleno valor probatorio, con base en los usos mercantiles conducentes con las previsiones legales específicas aplicables, pero en lo demás sólo formarán indicios cuya fuerza persuasiva dependerá de las otras circunstancias concurrentes. CUARTO TRIBUNAL PRIMER CIRCUITO. COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL Finalmente, respecto a las restantes alegaciones que gravitan acerca desestimara el de que es ilegal valor y eficacia que probatoria la juez de la primigenio factura en polémica, bajo el sustento de que los honorarios del perito nombrado por el actor principal no deben sobrepasar los honorarios que se fijaron para el perito auxiliar, pero que sin embargo, dice el apelante que lo aseverado por la juez es erróneo, porque el perito en cuestión no es de los auxiliares, ni fue nombrado por el juzgado, sino que este es un particular que jamás podrá vincularse a una ley especial, son inoperantes . Lo anterior es así, ya que de la lectura que se hace de la sentencia atacada no se advierte que la desestimación de que se duele, se sustente en las premisas que señala el quejoso, de ahí que ante tal evento resulte inoficioso que este Tribunal emprenda un examen exhaustivo sobre el tema en particular. Es apoyo a lo anterior el contenido de la tesis que se localiza en la Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo : XXIII, Febrero de 2006, Materia(s): Administrativa, Tesis: IV.3o.A.66 A, Página: 1769, que reza: AGRAVIOS INOPERANTES EN LA REVISIÓN FISCAL. LO SON AQUELLOS QUE SE SUSTENTAN EN PREMISAS INCORRECTAS. Los agravios son inoperantes cuando parten de una hipótesis que resulta incorrecta o falsa, y sustentan su argumento en ella, ya que en tal evento resulta inoficioso su examen por el tribunal revisor, pues aun de ser fundado el argumento, en un aspecto meramente jurídico sostenido con base en la premisa incorrecta, a ningún fin práctico se llegaría con su análisis y calificación, debido a que al partir aquél de una suposición que no resultó cierta, sería ineficaz para obtener la revocación de la sentencia recurrida; como en el caso en que se alegue que la Sala Fiscal determinó que la resolución administrativa era ilegal por encontrarse indebidamente motivada, para luego expresar argumentos encaminados a evidenciar que al tratarse de un vicio formal dentro del proceso de fiscalización se debió declarar la nulidad para efectos y no lisa y llana al tenor de los numerales que al respecto se citen, y del examen a las constancias de autos se aprecia que la responsable no declaró la nulidad de la resolución administrativa sustentándose en el vicio de formalidad mencionado (indebida motivación), sino con base en una cuestión de fondo, lo que ocasiona que resulte innecesario deliberar sobre la legalidad de la nulidad absoluta decretada, al sustentarse tal argumento de ilegalidad en una premisa que no resultó verdadera. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO. V.- REGULACIÓN DE LA PLANILLA DE COSTAS EN CONCEPTO DE HONOR ARIOS DE ABOGADO.- Conforme a lo expuesto en este veredicto, es procedente que esta autoridad a falta de reenvío y con plenitud de jurisdicción, repare las infracciones cometidas por la juez natural en relación a la partida de honorarios de abogado peticionados en la planilla de costas formulada por el aquí apelante abogado *********************, patrono de la *********************, parte actora teniendo en en su principal cuenta lo carácter e de incidental aducido por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en escrito de 28 veintiocho de octubre de 2010 dos mil diez, en la que se opuso a la referida planilla de costas, ello con el ánimo de salvaguardar el principio de congruencia y exhaustividad previsto en el numeral 87 del Código de Procedimientos Civiles del Estado. Así las cosas, es conveniente señalar que en este veredicto se precisó con antelación que el actor principal e incidental señor *********************, es patrocinado por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , quien pese a que no existe acuerdo expreso donde se le reconociera carácter de abogado patrono, lo cierto es que cuenta con la legitimación y facultades necesarias para que con dicha calidad actúe en juicio hasta la etapa de ejecución. Calidad y autorización para ejercer la abogacía que, adverso a lo sostenido por el perdidoso de las costas, se aprecia que sí quedó justificado con el documento que se allegó a la demanda incidental, consistente en la copia certificada ante Notario Público respecto de la Cédula Profesional Federal numero 3259832 expedida el día 19 diecinueve de diciembre del año 2000 dos mil, por la Secretaría de Educación Pública, digna de valor probatorio pleno en términos del numeral 329 fracción II del Código de Procedimientos Civiles del Estado, y es eficaz para tener por demostrado que el referido litigante cuenta con la autorización legal para ejercer la abogacía, inclusive, desde antes del inicio de este controvertido ya que la fecha de expedición de la cédula profesional así lo revela. De consiguiente, lo anterior refleja que la actora incidentista recibió asesoría profesional de abogado para defenderse en la causa que originó la condena en costas, generando la procedencia de la prestación materia de cuantificación, aplicando en lo conducente, y por lo que informa en su texto, la ejecutoria publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, del Tomo: XIV, Septiembre de 2001, Tesis: XI.2o.107 C, página 1303 que a la letra reza: COSTAS, PRUEBA DEL PATROCINIO DE UN ABOGADO, PARA EL PAGO DE LAS. El derecho al cobro de las costas no sólo corresponde al abogado que tenga reconocida su personalidad como representante de la parte que obtuvo resolución favorable en el juicio correspondiente, sino que igualmente corresponde tal derecho al abogado que haya patrocinado y asesorado técnicamente a tal parte, en el desarrollo del proceso; de suerte que independientemente de que quien asesoró a la parte en cuyo favor se hizo tal condena no se apersonó en el juicio de donde proviene el acto reclamado, como apoderado jurídico o abogado patrono de aquélla, lo cierto es que si aparece del mismo que firmó todos los escritos presentados por ésta, desde el de contestación de demanda, ello constituye la prueba de que dirigió la defensa ejercitada por dicha parte y que formuló los escritos, con lo que se acredita su intervención como profesionista y, por ende, el consiguiente derecho a percibir honorarios. Luego, se ha dicho en este veredicto que la cuantía del negocio para el tema de regulación de costas en concepto de honorarios de abogado, asciende a la cantidad de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , que corresponde al avalúo realizado por el * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . Cantidad que el actor incidentista tomó en cuenta para en base a ella y a la diversa de $54.47 cincuenta y cuatro pesos 47/100 moneda nacional por concepto de salario mínimo general vigente en esta zona económica, cuantificara los honorarios de abogado en la TRESCIENTOS cantidad de CINCUENTA $2´359,628.70 Y NUEVE (DOS MIL MILLONES SEISCIENTOS VEINTIOCHO PESOS 00/100 MONED A NACIONAL), siguiendo los lineamientos que prevé el artículo 11 del vigente Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco. No obstante, no resulta posible aprobar la partida de honorarios de abogado por la cantidad que reclama, en principio, porque asiste razón al señor * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en cuanto perdidoso de las costas según se observa del escrito respectivo en que se opuso a la referida planilla, en el que sobre el monto de honorarios de abogado adujo: “[...] Además, se debe tomar en cuenta que la sentencia firme que pronunciaron los integrantes de la Novena Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, el 23 de enero del año 2008, en el toca número 332/2007, únicamente me condenó a pagar las costas de primera instancia, según se advierte del considerando VI en dicha resolución, en cuya proposición séptima se condena: SÉPTIMA. POR LOS MOTIVOS EXPRESADOS, SE CONDENA A LA PARTE DEMANDA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * [SIC], A PAGAR A LA PARTE ACTORA * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , LAS COSTAS GENERADAS CON MOTIVO DE LA TRAMITACIÓN DE ESTE NEGOCIO. LUEGO EN LOS TÉRMINOS PRECISADOS EN ESTA RESOLUCIÓN, SE ABSUELVE A LA PARTE ACTORA EN LA RECONVENCIÓN * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , DE PAGAR A SUS DEMANDADOS EN DICHA VÍA, LAS COSTAS GENERADAS CON MOTIVO DE LA RECONVENCIÓN. Sin que exista condena en costas por el trámite de la segunda instancia, ya que en la proposición tercera de dicha ejecutoria se establece: TERCERA. No se realiza condena en costas por lo que a esta instancia se refiere, en razón de que en el caso a estudio no se actualiza ninguna de las hipótesis previstas en el artículo 142 del Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco. [...]” Defensa que se estima objetivamente correcta, partiendo de la premisa de que el abogado del actor incidentista obtuvo el monto de honorarios de abogado de emplear las operaciones aritméticas previstas en el numeral 11 del vigente Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco, que prevé el monto de honorarios para cuando se obtuvo condena en costas en ambas instancias, lo que en el caso no ocurrió al encontrarnos que únicamente se obtuvo condena de costas en primera instancia como acertadamente lo señala el demandado incidental. En ese sentido, para la regulación y cuantificación respectiva deberá tenerse en cuenta en este veredicto lo que para el caso prevé el citado numeral 11 del Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco en conjunción con el 12 que reza “Artículo 12. Cuando el abogado se encargue de un negocio ya comenzado, o no concluya el que haya principiado, cobrará la parte proporcional, considerando para tal efecto que: a la primera instancia corresponden dos terceras partes, de las cuales a la demanda o contestación con las que se plantea la litis, le corresponde la mitad de dichos honorarios; a las actuaciones siguientes hasta antes de presentar alegatos un 40% de los mismos; y 10% para el escrito de alegatos. La otra tercera parte se causará por la segunda instancia . En caso de que sea más reducida la intervención del abogado, se estará a lo dispuesto por el artículo 20 de este arancel”; es decir, que del monto que se obtiene en la manera prevista en el arábigo 11 de dicha ley, a la primera instancia corresponden dos terceras partes mientras que la otra tercera parte se causará por la segunda instancia. Finalmente, se destaca que no es viable aprobar la planilla de costas en concepto de honorarios de abogado por el monto pretendido por el actor incidentista, ya que las operaciones aritméticas que realizó son desacertadas porque no se ajustan estrictamente a lo previsto en el arábigo 11 del vigente Arancel para Abogados del Estado de Jalisco, establece: “Artículo 11. Por todo juicio contencioso, civil, laboral, administrativo, de amparo u otros semejantes, por cantidad determinada, desde su principio hasta su conclusión, por pago, convenio o sentencia definitiva, incluyéndose consultas, conferencias, juntas, vistas de autos y documentos, escritos, informes y cuanto trabajo se relacione con el asunto, cobrarán un 25% del valor del negocio, si no pasa de 300 días de salario mínimo general vigente en la entidad (S. M. G. V.); un 20% de lo que exceda hasta la cantidad de 1,200 días de S. M. G. V.; un 15% de lo que exceda de la anterior cantidad hasta 6,000 días de S. M. G. V. y un 10% de lo que rebase esta cifra, sea cual fuere la cantidad.” En efecto, ya que en oposición a lo sustentado en la demanda incidental, se estima que interpreta de forma errónea el citado numeral, dado que pierde de vista que al establecerse expresamente las palabras: ”25% del valor del negocio si no pasa de […]; un 20% de lo que exceda hasta la cantidad de […]; un 15% de lo que exceda de la anterior cantidad hasta […] y un 10 % de lo que rebase esta cifra…” es evidente que las cantidades que se vayan obteniendo conforme a los porcentajes de mérito, deben excluirse respectiva y escalonadamente en relación con la equivalente a 300 trescientos días de salario mínimo general vigente en la entidad, seguido de aquélla que rebase esta cifra. Por consiguiente, si el actor incidentista cuantificó el monto de honorarios que, según adujo, refiere el numeral 11 del vigente Arancel de Abogados para el Estado de Jalisco, sumando lisa y llanamente las cantidades que obtuvo de multiplicar a los porcentajes en comento, los montos que se obtuvieron al convertir los citados salarios en moneda nacional establecidas en dicho ordenamiento legal; es decir, sin descontar gradualmente las cantidades previamente obtenidas hasta culminar en el tope máximo del 5% que exceda la cantidad de $300 trescientos días de salario mínimo general vigente en esta como lo también lo establece el citado precepto; es inconcuso que la planilla no debe ser aprobada en la manera peticionada, pero sí regulada oficiosamente por esta autoridad al erigirnos como juzgador de primera instancia precisamente a falta de reenvío en nuestra legislación. Conviene precisar que independientemente de la actitud que tome la parte contra quien se formula liquidación de las costas decretadas, no sólo es facultad sino obligación del Juzgador analizar la procedencia de las prestaciones que se reclamen, pues de lectura integral del numeral 145 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, se pone de manifiesto que se impone al juzgador el deber de fallar con arreglo a derecho lo que estime justo, ello cuando dice: “................ después de transcurrido ese término, con o sin la contestación de aquél , el Juez resolverá lo conducente .............” Lo anterior encuentra apoyo en las tesis publicadas en el Semanario Judicial de la Federación, la primera en el Tomo: 115-120 Sexta Parte visible en la página 48 y la que se transcribe en segundo término localizable en el Tomo VI Segunda Parte-1, página 123 bajo el epígrafe y texto: “COSTAS, REGULACION DE, CUANDO LA PARTE REO NO IMPUGNA LA PLANILLA . Para la regulación de la planilla de costas, la falta de objeción de la parte perdidosa no presupone forzosamente que la planilla correspondiente deba aprobarse en los términos que se hubiere elaborado.” "COSTAS, REGULACION DE LAS. LA FALTA DE OBJECION A LA LIQUIDACION POR EL CONDENADO NO IMPONE AL JUZGADOR LA OBLIGACION DE APROBARLA POR SU IMPORTE TOTAL . Aunque en el incidente de costas y gastos el condenado nada haya expuesto dentro del término que al efecto se le fijó, para en su caso objetar las diversas partidas de la liquidación correspondiente, lo estatuido por el artículo 1087 del Código de Comercio en el sentido de que "si nada expusiere dentro del término fijado la parte condenada, se decidirá el pago", en modo alguno impone al juzgador el deber de aprobar dicha liquidación en su importe total, ya que, conforme a lo preceptuado por el artículo 1088 del ordenamiento señalado, debe entenderse que se resolverá lo que estime justo, pero obviamente con arreglo a derecho." Así las cosas, se procede a regular la planilla de costas referente a cuenta la partida de honorarios de abogado, teniendo en que es valor del negocio la cantidad de * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , lo que representa un total de 422,682 (cuatrocientos veintidós seiscientos ochenta y dos) días de salarios mínimos a razón de $54.47 cincuenta y cuatro pesos 47/100 moneda nacional, que según lo expuso el actor incidentista corresponde al monto del salario mínimo general vigente en esta entidad a la fecha de presentación de la demanda incidental (año 2010), lo que permite realizar las operaciones matemáticas correspondientes, según se explican a continuación: Entonces, por los primeros 300 días que representan $16,341.00 moneda nacional se causa el 25% que da un total de $4,085.00 (cuatro mil ochenta y cinco pesos moneda nacional) Sobre los siguientes 900 días de salario, que es el excedente entre los primeros 300 y el siguiente margen establecido a 1.200 días, se causa el 20%; por tanto 900 por $54.47 da un total de $49,023.00 moneda nacional, al que se aplica el citado 20% generando $9,804.60 (nueve mil ochocientos cuatro pesos 60/100 moneda nacional). Por los siguientes 4.800 días de salario, que es el excedente entre los primeros 1,200 días y el siguiente margen establecido a 6.000 días, se causa un 15%; por tanto 4800 por $54.47 da un total de $261,* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * .00 moneda nacional, al que se aplica el citado 15% generando $39,218.40 (treinta y nueve mil doscientos dieciocho pesos 40/100 moneda nacional). Respecto a los siguientes 416,682 días de salario, que es el excedente respecto de los primeros 6,000 días =ya cuantificados= en líneas anteriores en relación al valor del negocio equivalente en 422,682 días de salario, se obtiene que multiplicando los 416,682 días por el salario mínimo a razón de $54.47 pesos da un total de $22´696,668.50 moneda nacional, importe al que aplica el 10% dando un total de $2´269,666.85 (dos millones, doscientos sesenta y nueve mil seiscientos sesenta y seis pesos 85/100 moneda nacional). Así las cosas, sumando los cuatro subtotales se obtiene la cantidad de $2´322,774.85 (dos millones trescientos veintidós mil setecientos setenta y cuatro pesos 85/100 moneda nacional), que correspondería al monto de costas en concepto de honorarios de abogado por ambas instancias, empero, teniendo en cuenta que solo existe condena por lo que ve a la primera instancia, a dicha suma se le extrae la que corresponde a las 2/3 partes, dando un gran total de $1´548,516.56 (UN MILLÓN QUINIENTOS CUARENTA Y OCHO MIL QUINIENTOS DIECISÉIS PESOS 56/100 MONED A NACION AL), por la que en definitiva se regula y se aprueba la partida de honorarios de abogado en primera instancia, cantidad que dicho que sea de paso se ajusta a los parámetros que establece el artículo 146 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, puesto que está por encima del 5% cinco por ciento del valor del negocio pero sin rebasar el 10% diez por ciento del mismo. El procedimiento seguido en líneas anteriores, se ilustra con el siguiente esquema: D í a s CALCULO DE HONORARIOS PROFESIONALES CONFORME AL ARANCEL P v Monto APLICA o a obtenid CIÓN r l o CONFO c o RME AL e r ARANC n EL t d a e j l e S . M . V . 1 5 % 2 0 1 0 $ 5 4 , 4 7 $ 5 4 , 4 7 $ 5 4 , 4 7 1 0 % $ 5 4 , 4 7 3 0 0 2 5 % 9 0 0 2 0 % 4 , 8 0 0 4 1 6 , 6 8 2 T O T A L 4 2 2 , 6 8 2 $16,341 .00 $4,085.0 0 $49,023 .00 $9,804.6 0 $261, * * ****** ****** ****** * .00 $39,218. 40 $22 ´696,66 8.50 $2 ´269,66 6.85 TOTAL $2 ´322,77 4.85 2/3 partes $1 ´548,51 6.56 VI.- En virtud de no existir reenvío en la apelación este tribunal en ejercicio de plena jurisdicción, procede a modificar la sentencia atacada siguiendo los lineamientos antes señalados, lo anterior con apoyo en la siguiente Jurisprudencia emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito, editada en el Semanario Judicial de la Federación en su tercer tomo, correspondiente al mes de Octubre del año 2005 dos mil cinco, página 2075, bajo el rubro: AGRAVIOS EN LA APELACIÓN. AL NO EXISTIR REENVÍO EL AD QUEM DEBE REASUMIR JURISDICCIÓN Y ABORDAR OFICIOSAMENTE SU ANÁLISIS. SIN QUE ELLO IMPLIQUE SUPLENCIA DE AQUÉLLOS.- si bien es cierto que en la apelación contra el fallo definitivo de primer grado el tribunal de alzada debe concretarse a examinar, a través de los agravios, las acciones, excepciones y defensas que se hayan hecho valer oportunamente en primera instancia, porque de lo contrario el fallo sería incongruente, también lo es que esa regla general dado que en la apelación no existe reenvío, por lo que el órgano jurisdiccional de segundo grado no puede devolver las actuaciones para que el a quo subsane las omisiones que hubiera incurrido, en aras de respetar ese principio de congruencia y no dejar inaudito a ninguno de los contendientes por lo que, a fin de resolver la litis natural en todos sus aspectos, el ad quem debe reasumir su jurisdicción y abordar oficiosamente el análisis correspondiente, sin que ello implique suplencia de agravios. En consecuencia, se modifica la sentencia definitiva de 11 once de enero de 2011 dos mil once, y queda de la forma siguiente: “PRIMERA .- “persiste” SEGUNDA.- “persiste” TERCERA.- “persiste” CUARTA.- Por lo fundado y motivado en la parte considerativa de esta interlocutoria, se REGULA Y SE APRUEBA la planilla de costas formulada por * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , en su carácter de abogado patrono de la parte actora principal e incidental * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , por la cantidad de $1´548,516.56 (UN MILLÓN QUINIENTOS CUARENTA Y OCHO MIL QUINIENTOS DIECISÉIS PESOS 56/100 MONEDA NACIONAL), en concepto de honorarios de abogado que se generaron en primera instancia.” VII.- Finalmente, tomando en consideración que en este caso, no se actualiza ninguna de las hipótesis previstas por el artículo 142 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, no se impone condena respecto de costas de segunda instancia. Por lo anteriormente expuesto y fundado en derecho, con apoyo en lo previsto por los artículos 422, 423, 424, 425, 426, 427, 428, 429 y 430 del Enjuiciamiento Civil de la Entidad, se resuelve interlocutoriamente conforme a las siguientes: P R O P O S I C I O N E S: PRIMER A: Derivado del cumplimiento que se hizo al fallo protector arriba citado, se determinó que ALGUNOS de los agravios expresados * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * en su carácter de abogado patrono de la parte actora principal * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , resultaron fundados para alcanzar su propósito, no así los restantes. Mientras que NINGUNO de los motivos de reproche vertidos por la *********************, parte demandada resultaron acertados principal para lograr su cometido. En consecuencia: SEGUNDA: Se MODIFIC A la sentencia interlocutoria del día 11 once de enero del año 2011 dos mil once , pronunciado por la Juez Sexto de lo Civil del Primer Partido Judicial del Estado de Jalisco, dentro de los autos relativos al juicio CIVIL ORDINARIO (Acción de Plenaria *********************, de Posesión) , contra de promovido por ********************* ventilado bajo expediente número 1092/2003, y queda en los términos que se precisan en el considerando VI de esta resolución. TERCERA: No se está en el caso de imponer condena respecto de costas de segunda instancia, al no actualizarse ninguno de los supuestos a que alude el numeral 142 del Código Procesal Civil. CUARTA: Remítase testimonio de la presente resolución, constancias de las notificaciones, autos y documentos al Juzgado de su procedencia, y en su oportunidad, archívese el presente como negocio concluido, ello acorde a lo dispuesto por el artículo 478 del cuerpo de leyes en cita. QUINTA.- Envíese copia certificada de presente veredicto al JUZGADO TERCERO DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL EN EL ESTADO DE JALISCO , con el ánimo de dar cumplimiento al fallo protector dictado en el juicio de amparo indirecto 663/2012-VI y su acumulado 667/2012-IV del índice de dicho tribunal. CÚMPLASE Y NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE.Así lo resolvieron y firman los integrantes de la Novena Sala del Honorable Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, que se encuentra integrada, de conformidad con lo que disponen los artículos 36 y 37 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con los Magistrados *********************, (PONENTE), * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , este último por acuerdo tomado en la Sesión Plenaria Ordinaria del Pleno del Supremo Tribunal de Justicia de 9 nueve de noviembre de 2012 dos mil doce, y * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * , este último en sustitución del Licenciado Magistrado *********************, con motivo de la excusa emitida con fundamento en el numeral 184 fracción XIV y 185 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, actuando en la Secretaría de Acuerdos el Licenciado * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * . LPH/GLT*Šgg Esta f oja corresponde a la última de la sentencia pronunciada en acatamiento al f allo protector dictado dentro del juicio de amparo indirecto 663/2012-VI y su acumulado 6 6 7 / 2 0 1 2 - I V d e l í n d i c e d e l J u z g a d o Te r c e r o d e D i s t r i t o e n M a t e r i a C i v i l e n e l E s t a d o d e Jalisco, el 29 veintinueve de abril de 2013 dos mil trece, dentro del toca número 214/2011 del índice de la Nov ena Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco.