JUAN SEMPERE Y GUARINOS D. Pedro Rodríguez Campomanes Edición de Rafael Herrera Guillén para la Biblioteca Saavedra Fajardo Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Ficha de la obra Título: D. Pedro Rodríguez Campomanes Signatura: Real Academia de la Historia, “Colección Sempere”, 9/5208, pp. 329-354. Fecha: s.f. Editor: Rafael Herrera Guillén. 2 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. D. Pedro Rodríguez Campomanes Nació en el pequeño pueblo de Santa Eulalia, concejo de Tineo, en el Principado de Asturias, el día 1 de julio de 1723. Un tío suyo, canónigo de Santillana, le costeó los primeros estudios, inclinándolo al de las humanidades, con cuyas buenas semillas pudo corregir las preocupaciones escolásticas de su tiempo y formarse uno de lo ministros más sabios y más útiles que ha tenido nuestra monarquía. En mi Biblioteca española de los mejores escritores del Reinado de Carlos III di algunas noticias de sus obras, tanto más apreciables cuanto el mismo Sr. Campomanes tuvo la bondad de leer su “Artículo” antes de la impresión, la de hacerme algunas advertencias, darme algunos opúsculos de que yo no tenía noticia y aun añadir algunas notas. Allí puede verse el número de escritos con que enriqueció el Sr. Campomanes la literatura española, su bastísima instrucción e infatigable laboriosidad, que mereció los varios destinos y honores con que lo decoraron nuestros soberanos y otros cuerpos literarios, de fiscal, camarista y gobernador del Consejo de Castilla, título de conde de Campomanes, Gran <329a> Cruz de la distinguida orden de Carlos III, Director de la Academia de la Historia, Académico de la Española, de la de Inscripciones y bellas letras de París, de la Sociedad Filosófica de Filadelfia, de varias sociedades económicas, etc.. Todavía podrán comprenderse más bien los grandes méritos del Sr. conde de Campomanes con el excelente “Elogio” escrito y leído por D. Vicente González Arnao en la Real Academia de la Historia en 27 de mayo de 1803. 3 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. El ramo de jurisprudencia, en que más se acreditaron los talentos y celo de este sabio magistrado, fue el más delicado y peligroso en cualquiera monarquía católica, esto es, en el que trata de la potestad secular sobre los eclesiásticos. La confusión que había en estas materias, por el mal método de estudiar el derecho civil y canónico, la había llenado de confusión, dudas y opiniones, generalmente muy opuestas a los verdaderos y legítimos derechos de la soberanía temporal. Separarse de aquellas opiniones era muy arriesgado, porque la ignorancia, el interés o la malicia lo atribuía a impiedad o irreligión. A pesar de estos peligros y de la rareza y escasez de buenos libros, códigos, diplomas y otros instrumentos con que después se han ilustrado estas materias, y no sin grandes oposiciones y temibles asechanzas de los hipócritas, el Sr. Campomanes defendió las regalías de nuestros soberanos con las obras inmortales del Tratado sobre la amortización, <Juicio imparcial>1 y otras muchísimas, a que le dieron ocasión los grandes acaecimientos del tiempo de su magistratura. <329b> No fueron menores las luces que esparció en nuestra economía política. Hasta su tiempo, apenas se tenía en los tribunales la menor idea de esta ciencia. La Política de Bobadilla, la de Solórzano; El Gobernador Cristiano, del P. Marqués y otros tales libros, eran los que leían muy de paso los letrados, que se tenían por más cultos y eruditos. Los pocos tratados que teníamos de verdadera política económica, eran o casi enteramente desconocidos o no bien meditadas y aplicadas sus doctrinas. El Sr. Campomanes manifestó desde su juventud una inclinación y aplicación muy decidida a esta ciencia interesante. Luego que vino a España D. Miguel Casiri, destinado para la enseñanza de la lengua arábiga, el Sr. Campomanes fue uno de los primeros que se alistaron por sus discípulos, y para 1 (N.d.e.) Tachado. 4 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. ejercitarse en el estudio de aquella lengua, tradujo en compañía de su maestro y publicó en el año de 1751 dos capítulos de la obra de Ebn El Awan, sobre el cultivo de las tierras,2 que sirve de apéndice al tratado de agricultura del Sr. Tull, inglés, también traducido en español. <330a> En el año de 1756 publicó el Periplo de Hannor, traducido del griego e ilustrado con un Discurso preliminar sobre la marina, navegación, comercio y expediciones de la república de Cartago. Al mérito de esta obra, aplaudida por las Memorias de Treboux y por otros diarios extranjeros, debió el Sr. Campomanes el honor de ser admitido por Académico correspondiente en la Academia de Inscripciones y Bellas Letras de París, sin haber hecho por sí pretensión alguna. También tuvo proyectada una Historia de la marina de España y escrita parte de ella. Con motivo de las diligencias que se estaban practicando para la única contribución, el Principado de Asturias presentó en el año de 1757 un Memorial al Sr. D. Fernando VI por mano de su diputado, el marqués de S. Esteban, quejándose de los agravios que recibiría con aquel establecimiento. Está dividido el Memorial en seis párrafos. En el primero se trata de la diferencia del Principado en su constitución física y política respecto de las demás provincias. Su población era de 57.397 vecinos, que a cinco personas por cada uno, no pasaban de 286.985, repartidas en 3.698 pueblos tan cortos, que uno con otro no pasaban de quince vecinos cada uno, fuera de la capital, Oviedo, que tenía 1.748 vecinos y 627 eclesiásticos <330b> seculares y regulares.3 Puede formarse alguna idea del estado de aquella provincia en aquel tiempo, por lo que ella misma representaba. 2 (N.d.a.) Esta obra interesante de la agricultura arábiga se ha impreso, de orden superior, en el año de 1802 con el texto árabe, traducido al castellano por D. Josef Antonio Baqueri, prior claustral de la Catedral de Tortosa, individuo de la Biblioteca Real y Académico de Número de la Real Academia de la Historia. 3 (N.d.a.) En el Censo Español del año de 1787, resultó que la total población de Asturias era 347.776 almas. Y en el de 1797, ascendieron a 364.238, fuera de 2.215 eclesiásticos, 607 religiosos y 322 religiosas. 5 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. “Fuera de que -decía- la constitución del país, por su escasez de dinero y pobreza de los naturales, excluye las ventas a dinero y subsistencia de abacerías y puestos públicos, hay otro motivo que conspira al mismo fin y es el que resulta de la dispersión de los pobladores y naturales en pequeñas aldeas o barrios, de 10, 20 ó 30 casas el que más, en cuyo recinto, como se deja entender, es impracticable e inútil el establecer semejantes puestos públicos, porque no habría consumidores, como sucede en el aceite, casi desconocido en todas aquella poblaciones cortas. Y lo mismo acaece en la carne fresca, que no se gasta tampoco en ellas, sirviéndose los naturales de la cecina salada, que cada uno mata por mayor, con que cada uno se mantiene todo el año, no gastándose tampoco en tales poblaciones sino rara vez, el vino, en algunos días festivos, por la miseria de los mismos naturales...” En cuanto al terreno de aquella provincia, puede formarse alguna idea de su fragosidad por lo que expone en su Representación. <331a> “Aunque en la parte oriental de Asturias -decíaes alguna cría de ganados, si se cotejase el gasto y fatiga de su crianza con el de Castilla, Andalucía y Extremadura, y la inferior calidad del mismo ganado de Asturias, así por ser de mucho menor tamaño, como por rendir incomparable agravio, que a aquellos naturales irroga la operación y computaciones de las diligencias practicadas por D. Gabriel de Saavedra. “Ni el dueño del ganado es de mejor condición que el aparcero, ya por el mucho que se pierde y despeña en los precipicios, ya por el que devoran las fieras, especialmente lobos y osos de que abundan 6 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. aquellos espesos montes4 y ya, finalmente, porque los aparceros mismos, obligados de su escasez, venden y convierten en sus propio uso el valor de los ganados, no teniendo el dueño de qué repetirlo por la pobreza del aparcero, que carece de otros fondos con que hacer pago.” Con estas y otras reflexiones probaba el Principado de Asturias la exorbitancia de los cálculos del comisionado D. Gabriel de Saavedra, quien valuaba el total producto de sus frutos naturales e industriales en 62.094.832 <331b> reales, según los cuales, a razón de cuatro por ciento, debería ascender la contribución a cerca de dos millones y medio. Que el verdadero autor de este escrito fue el Sr. Campomanes, me lo dijo él mismo, y aun me hizo el favor de regalarme un ejemplar que conservo con mucho aprecio. Todos los destinos y negocios que pasaron por mano de este magistrado adquirieron mejoras muy notables. Siendo asesor de Correos y consejero honorario de Hacienda, escribió en el año de 1761 el Itinerario de las carreras de posta de dentro y fuera del Reino. Precede a esta obra un “Prólogo” en que se trata del origen de las postas de España y sus preeminencias. Del reglamento general del año de 1720 sobre los Correos y sus declaraciones posteriores. De la regulación de las diversas leguas, millas y otras medidas itinerarias y diligencias practicadas en España en varios tiempos para fijar la verdadera medida de la legua española. Va adjunto un mapa de las carreras de postas de España, delineado por D. Tomás López, y una noticia de las monedas extranjeras, con los precios a que se pagaban las postas dentro y fuera de España. 4 (N.d.a.) Desde el año de 1740 hasta el de 1757, se habían pagado las tallas o premios de 2.600 lobos y 530 osos por personas particulares, sin incluir otros muchísimos muertos en las monterías públicas de los pueblos. 7 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Al año siguiente de 1772 publicó también la Noticia geográfica del Reino y caminos de Portugal, en que se trata de su origen, población y frutos más particulares. La ordenanza de Correos del mismo año de 1762, <332a> que produjo grandes ventajas a este ramo de policía y Real Hacienda, fue también obra del Sr. Campomanes. En dicho año de 1762 fue promovido a la fiscalía del Consejo de Castilla, cuyo empleo le proporcionó mayores motivos y ocasiones en que acreditar su celo y bastísima literatura, de palabra y por escrito. Aquí sólo se indicarán los que tienen alguna relación con la economía política. En el año de 1763 se imprimió su Respuesta fiscal sobre los gitanos, en la que proponía varios medios de hacerlos útiles, recomendando muy particularmente el de enviarlos a las Américas y darles establecimientos en sus islas, a imitación de las colonias de los romanos y de los ingleses. En el de 1764 se trató en el Consejo de rectificar la policía sobre los vagos, en cuyo expediente puso el Sr. Campomanes su respuesta, que se imprimió con otra del Sr. D. Lope de Sierra, fiscal más antiguo del mismo Tribunal. Notaba en ella la inobservancia de las leyes anteriores, discurriendo sobre los medios de hacer más firmes las que se promulgasen de nuevo. “Tal serie de ejecución -decía- no la encuentra el Fiscal en nuestras leyes que tratan de vagos, y si una variedad en ellas mismas que acredita la poca firmeza con que se tomaban más a impulso de la urgente necesidad del remedio, que por un efecto de meditación política de las causas de multiplicarse tantos vagos en el Reino, ni de los verdaderos obstáculos que impedían la ejecución de las leyes anteriores a las justicias, <332b> ni si éstas tenían medios de hacerlas observar.” 8 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Las causas a que atribuía la inobservancia de las leyes sobre vagos son el haberlas confundido en clase de mendigos con los verdaderos pobres, con cuyo colorido burlaban la caridad cristiana y el celo de las justicias, atribuyendo esta confusión a la falta de una matrícula exacta de todo el Reino y a las frecuentes competencias de jurisdicción y fueros privilegiados. Distingue cuatro clases de mendigos y trata de las ocupaciones y destinos que pudieran darse a todos ellos. En el mismo año de 1764 escribió la Respuesta fiscal sobre abolir la tasa y establecer el comercio de granos. Mil experiencias y desengaños estaban demostrando los inconvenientes y daños de la tasa, no sólo contra la agricultura, sino aun contra el mismo objeto a que se dirigía, que era el de abaratar los granos. Ya habían declamado muchos de nuestros más sabios y celosos escritores contra este miserable recurso. Pero como los magistrados generalmente no eran labradores, ni tenían la instrucción competente en la político económica, no penetraban bien los efectos naturales de las tasas. “Permítase al Fiscal -decía el Sr. Campomanesexponer por noción general del asunto, que cuantas providencias se han dado acerca de granos, han sido por lo común tumultuarias y repentinas. No se ha tenido otra atención en ellas que la de salir de la carestía por aquel medio que de repente se ofreció, o como se suele decir, del día, sin meditar <333a> en las consecuencias ni pararse en ellas, o por consternarles a los que las dieron el temor de la carestía, o por la celeridad de la expedición, o por ser parciales estas providencias, que por lo mismo se complican en la ejecución. “No debe creerse que ésta sea una censura voluntaria de la conducta de nuestros mayores. La experiencia de todos los años de carestía, sin salir 9 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. del siglo, lo está acreditando con sólo advertir lo acaecido en 1707, 1709, 1723, 1734, 1750, 1753, 1754 y 1763. “En todos aquellos años, las providencias restrictivas del libre tráfico de los granos han sido las que han hecho esconderlos, mezclando el trigo bueno con el centeno, tranquillón u otros granos de ínfima calidad, que a escondidas se han vendido a precios exorbitantes y todos por trigo de la mejor especie. “En tales circunstancias, el vasallo obediente a las leyes es la víctima de las providencias, y los contraventores sacan fruto de su codicia y aun los anima a ella el apresuramiento con que los pueblos solicitan los granos, sin reparar en los precios. “De aquí han provenido enfermedades epidémicas no pocas veces, las enajenaciones de las tierras en las manos muertas y vender gran parte de los labradores todos sus aperos y ganados. De manera que en cada una de estas carestías, ocasionadas con tales providencias, pierde el Rey un gran número de vasallos contribuyentes y se aumenta la clase <333b> de los mendigos en el Reino, extinguiéndose para el Estado estas familias agricultoras, y la falta de sus cosechas hace una disminución notable en la masa general de los productos nacionales contribuyentes. “Esta experiencia que nadie puede poner en duda sin cerrar los ojos a los mismos que está tocando, no se sabe por qué infelicidad del género humano no acaba de desengañarnos en España, de tres siglos a esta parte, en punto al gobierno y comercio de granos, haciéndole más sencillo y recíprocamente favorable al comprador y vendedor. “El Consejo en una consulta de 30 de julio de 1699, después que en 6 de mayo antecedente había mandado vender, o tasado la fanega de trigo a precio de 28 reales antes de publicar la tasa general, como 10 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. consta del Auto 5, tít. 25, lib. 5 de la Recopilación, conoció, sin pasar dos meses, cotejadas estas fechas, el perjuicio de esta tasa y lo consultó así al Sr. Carlos III, confesando ingenuamente que estas providencias repentinas del tiempo de carestía son las más nocivas y las que más la aumentan. “Habiendo el Consejo, en virtud de repetidas órdenes de V. M. (decía este Supremo Tribunal) aplicado todo su conato a discurrir y representar a V. M. los medios más eficaces, más útiles y menos gravosos al público, ha conocido que los que hasta aquí ha efectuado para el pronto alivio de la calamidad repentina de esta Corte en la falta de pan, han sido los más perniciosos y desacertados, y que los mismos medios <334a> y providencia que se dieron para el alivio, son los que han hecho mucho más irremediable el daño y tan grave que por ventura no se podrá remediar en muchos tiempos, y que comparado uno y otro estado de la Corte, fue menos infeliz el de la calamidad que el del remedio. Debe el Consejo con aquella ingenuidad a que su conciencia y lealtad le obligan, anteponer el bien público a su particular estimación, aunque cree se la granjeará mucho mayor la sinceridad en no mantener sus resoluciones improporcionadas al universal alivio. “Confiesa, Señor, el Consejo, que el repentino clamor de la Corte por la falta del pan, por la mala calidad y subido precio, de tal suerte turbó a todos los ministros, que no teniendo lugar la madura y espaciosa consideración, sus entendimientos más se ofuscaron que discurrieron. Y así, al querer dar las más efectivas providencias, eligió su inconsiderada turbación, no su celo, los arbitrios más eficaces que se pueden discurrir, si solicitaran una universal ruina. No han encarecido el pan los labradores, sino es los ministros, pues los ministros dieron el precio en que lo tenían los labradores. Las violencias de 11 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. querer sacarle, hicieron apreciables las resistencias de venderle, y los que tuvieron a beneficio que se lo sacasen de los trojes de las diligencias de los ministros para sacarle hicieron su mayor beneficio en esconderle. A menos de la mitad de los precios hubiera vendido el trigo la más solícita industria. Con que el exceso no fue valor del trigo, sino precio de la inconsideración.” <334b> Con estos presupuestos, pasó el Sr. Campomanes al examen de la legislación conveniente acerca de los granos, para el cual propone y resuelve tres problemas. 1.- Si la tasa de granos a precio determinado es un medio seguro de tenerlos en abundancia en tiempo de carestía y a precio cómodo, y si esto es compatible con la subsistencia del labrador y fomento de la agricultura. Para la resolución de este problema refiere la historia de las varias tasas que ha habido en España, acompañadas de sólidas y preciosísimas observaciones. “La tasa de los géneros -decía- está en manos del vendedor cuando el género escasea. El comprador da la ley cuando el género abunda. Esta es la naturaleza del comercio. El oponerse a estos principios es querer sacar las cosas de su quicio. La ley que atropelle la libertad del vendedor o comprador, no es justa ni tendrá jamás perfecta observación. El mismo agravio hay en obligar al cosechero a vender baratos los granos en tiempo de carestía, que en compeler a los consumidores a tomarlos caros en tiempo de abundancia. Fácil casa será establecer leyes de esta índole, pero no hay la misma facilidad en lograr jamás su ejecución.” Después de referir la historia de las tasas de España, su ineficacia para abaratar los granos y sus funestas consecuencias, indica la política frumentaria de otras naciones 12 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. y particularmente la de Inglaterra, que es la más instruida en la política económica, y concluye la resolución <335a> de este problema asegurando “que en términos de justicia y de conveniencia pública, y siguiendo el ejemplo de otros estados y el sentir de la parte más sana y despejada de la nación en todos tiempos, se debe abolir para siempre la tasa, como impeditiva de la circulación de los granos y, por consiguiente, el uso violento de los registros como medios improporcionados y aun contrario al objeto de tener abastecido al pueblo.” El segundo problema era si el libre comercio de los granos dentro del Reino, sin sujeción a tasa, a imitación de lo que sucede en los demás abastos y géneros comerciables, es medio más seguro de contener el precio de los granos, en tiempo de carestía, y si hay inconvenientes a esta providencia, o si los que se habían considerado como tales, dimanaban realmente de la imposición de la tasa o eran secuelas de ella. La abolición de la tasa dice que sería un medio muy imperfecto de fomentar la agricultura y con ella la abundancia de los granos, si al mismo tiempo no se permitiese su libre tráfico con facultad a los comerciantes de tener almacenes y custodiarlos para venderlos a los tiempos que más les acomodasen. Nuestras leyes antiguas prohibían tales acopios y almacenes, permitiendo sólo el tráfico de granos a los arrieros y trajinantes. Pero la experiencia y la razón estaban demostrando palpablemente los daños de tal legislación. “Nuestros políticos -decía- han creído que la legislación no debe ocuparse sino en abaratar el grano y favorecer al consumidor. Si el labrador fuese extranjero, era un buen pensamiento, <335b> pero siendo regnícolas los labradores, es el medio de que jamás se aumente la agricultura.” 13 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Discurre sobre los gravísimos inconvenientes de hacer acopios y repuestos a costa del público, en tiempo de carestía, reproduciendo las reflexiones que había propuesto ya contra ellos Lope Deza en el siglo XVII. Examina la cuestión sobre si es lícito el comprar granos para revenderlos. Y prueba con muy sólidas razones y el ejemplo de Josef que, lejos de ser contra el derecho natural y divino, es muy conforme a entrambos. Sólo se oponía el comercio libre a nuestro derecho positivo, o por mejor decir, a las últimas leyes expedidas en tiempos de muy poca instrucción en estas materias económico-políticas, no solamente en España, sino en otras muchas naciones de Europa. “Mas sabemos nosotros -decía- con la experiencia de tres siglos en esta materia, que los que promulgaron tales leyes, gobernados sólo por especulaciones, que deben ceder a la evidencia de los efectos. “No ha sido la España quien únicamente ha experimentado estos perjuicios y preocupaciones en la policía de granos. Otras naciones les han tocado también con la experiencia y les ha costado mucha repugnancia y dificultad mejorar su legislación, hasta que percibieron de raíz el origen de los atrasos que padecía allí la agricultura, comunes a ellos y a nosotros, porque todas las reglas se reducían a tasar el precio de los granos en los años estériles, a no dejarlos salir en los <336a> abundantes, de miedo que no faltasen en los primeros y a impedir con varias formalidades y gravosas precauciones su circulación interior y exterior, reduciendo las cosechas a sólo el consumo de los habitantes de cada nación. “Parecía que todas las de Europa conspiraban con sus providencias a limitar sus cosechas y a atraer las carestías con las mismas providencias que 14 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. tomaban. No todos los siglos son de luz; hay muchos de costumbre en que se obra por pura imitación y en que el raciocinio y discurso están desocupados.” Continúa proponiendo otras razones muy sólidas para permitir el comercio libre de los granos dentro del Reino, y algunas reglas o declaraciones para impedir los inconvenientes del monopolio, que hasta entonces se reputaban por insuperables, aunque fundados en mera aprehensión. “Bajo de estas declaraciones y prevenciones decía- se debe mirar a estos comerciantes de granos como unas personas activas, para dar salida a estos géneros en los años de abundancia a beneficio del labrador, y en los de carestía, como unos depositarios benéficos al público, que hoy faltan enteramente en las ciudades principales del Reino, reducidas a la contingencia a al monopolio del pósito. En cuyo último particular de “pósitos” y sus reglas no se extiende el fiscal más por tener S. M. confiado el asunto de ellos a una junta particular para su arreglo en que está entendiendo.” El tercer problema que el Sr. Campomanes se propuso examinar en su respuesta, era si para evitar el ínfimo precio de los granos, en tiempo de abundancia, conviene promover la extracción, para que el labrador no se arruine por falta de despacho, como frecuentemente sucedía. Que en tiempo de carestía se permitiera la introducción. Y que para uno y otro, hubiese comerciantes, con ciertas precauciones. “Sólo el comercio libre interior de granos -decíaes la balanza para pesar y evitar las extremidades de carestía o demasiada baratez en el Reino, tan perjudiciales una como otra. Con la primera, se arruina el consumidor. La segunda, en que los menos ha reparado hasta ahora en España, es la que tiene 15 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. enervada la agricultura y en la última miseria al labrador, porque no saca de su grano las expensas de la labranza, ni lo que necesita para sostener en pie esta costosa industria, mantener su familia y pagar los tributos y rentas de terrazgo, además del diezmo, pues el desprecio de sus frutos, por falta de consumo, es equivalente a lo que le sucede en tiempo de carestía, en que coge poco grano y se le compele a venderle por tasa, sin encontrar en su precio con qué recompensarse y adelantarse. “Nuestros venideros tendrán dificultad en creer estas reglas annonarias, que están en uso entre nosotros sostenidas con la legislación.” Discurre sobre las órdenes que se habían dado en el reinado de D. Fernando VI para fomentar el comercio exterior de granos, probando la necesidad de fijar otros precios más <337a> altos que los prevenían sus leyes para permitirla. En cuanto a la introducción del trigo extranjero, atribuye a su mala policía muchas pestes que ha sufrido esta monarquía por haberse hecho de cuenta del público. “Si hubiera -decía- almacenes de comerciantes, sería fácil reconocer el grano, y aun los mismos comerciantes por su interés procurarían comprarle bien acondicionado y conservarle. Ahora, si viene trigo de cuenta del público, los mismos que lo desecharían, siendo del particular, lo hacen panadear y repartir en los pueblos a precios exorbitantes, porque tales acopios siempre se hacen caros.” Propone algunas reglas que deberían observarse para la introducción de granos, siendo la última “que en cada una de las provincias del Reino, para promoverse la agricultura, la libre circulación 16 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. de los granos y estar a la mira de los abusos, se erigiese una Sociedad de Agricultura, compuesta de personas que por amor a la patria, se junten y confieran, de cuyas noticias puede el Consejo valerse en lugar de la Junta Trienal de Labradores que en 1618 propuso con gran advertencia Lope Deza que se hiciese en la Corte, por la dificultad y gasto de este último medio, aunque en sustancia, es el pensamiento uno y mucho anterior a la erección de tales academias rústicas fuera del Reino, bien entendido que tal Sociedad o Academia de Agricultura no haya de ejercer jurisdicción alguna, ni tener sueldo sus individuos, reducidos a sujetos patriotas y labradores advertidos, que se junten por celo <337b> del bien público.” De resultas del citado expediente se publicó la Real Pragmática de 11 de julio de 1765, por la que se quitó para siempre la tasa de granos y concedió la facultad de extraerlos, cuya observancia produjo tantos aumentos a la agricultura como le causarían daños y atrasos todas las órdenes que se separen de los sólidos fundamentos y principios que la motivaron. Pertenece también a la economía política el Tratado que publicó el Sr. Campomanes en el año de 1765 sobre la regalía de amortización, por haber sido ésta una de las causas que más han influido en la decadencia de la agricultura española. En el “Prólogo”, advirtiéndose la importancia de esta materia y de tratarla con crítica y discernimiento, por depender en mucha parte de ella la felicidad de la nación, se propone el método que se ha de seguir en toda la obra, la cual consta de veintiún capítulos. En los dos primeros se examina la potestad civil sobre los bienes raíces que se trasladan a iglesias y comunidades. En los trece siguientes se demuestra la práctica y uso que fuera de España han hecho los príncipes seculares de su autoridad para poner límites a tales enajenaciones. 17 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Desde el capítulo 16 se refiere la historia de la legislación española sobre el ejercicio de esta regalía. <338a> En el veinte prueba, con varias razones y testimonios de nuestros mayores sabios, la urgencia de una ley que limite las adquisiciones de las manos muertas y que para ella no hay necesidad de esperar el consentimiento pontificio. “Que haya llegado -decía- el tiempo de promulgar esta ley, bien lo declaman los mismos eclesiásticos,5 pues si ya en el principio del siglo pasado se juzgaba conveniente, como se ha visto, aun el desmembrar bienes superfluos de los que entonces sobraban ya a las iglesias y tenían adquiridos especialmente para capellanías y conventos, ¿cuánto más se verifica esto actualmente, atendido el exceso con que en siglo y medio después, ha ido creciendo el desorden de las demasiadas adquisiciones? Es preciso que la necesidad del remedio pase ya a ser extrema. Las cortes unidas, el clero mismo, el Consejo de Hacienda, nuestros buenos políticos, la representación a Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II en varios y diversos tiempos, conviniendo y asegurando que, de no proveerse de remedio bien breve, se acabaría de empobrecer y arruinar el estado secular, constituyéndose en imposibilidad de pagar los tributos, como se estimó en el año de 1737. Pero ¿a qué buscar pruebas de los que es notorio y patente a toda clase de personas? Desde el tiempo en que las cortes enteras del Reino instan por el remedio y en que se ponga término a estas adquisiciones, <338b> se han fundado muchos institutos, cuales son todos los Descalzos de reformas de las órdenes antiguas; los clérigos, reglares, teatinos, jesuitas, clérigos menores, agonizantes, esculapios, órdenes hospitalarias de San Juan de Dios, Jesús Nazareno y Divino Pastor; monjas 5 (N.d.a) El obispo Manrique, Navarrete, Salazar de Mendoza, Márquez, Ribera, etc.. 18 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. reformadas, las de la visitación, las de la enseñanza y otros muchos lugares de retiro y de clausura. De manera que no será ponderación afirmar que se triplicaron estas casas religiosas contra las prohibiciones del concilio lateranense y otros. “En sólo la Corona de Castilla, según el catastro, hay 64.226 regulares de ambos sexos, sin incluir a Vizcaya, Álava, Guipúzcoa, Canarias y Navarra, con 9.309 sirvientes, que componen 73.535 personas. En estas provincias exceptuadas y en la Corona de Aragón, computando igual suma, resultan 147.070 personas, sin contar todavía los regulares de Indias, que, calculándolos en 50.000, producen 200.000 personas. Su manutención, a peseta al día, cuestan anualmente al Estado la cantidad de doscientos noventa y dos millones de reales, a razón de 800.000 reales diarios. Añádase los demás gastos y rentas sobrantes y véase adonde llega el capital.” Habiendo discurrido en toda su obra sobre los daños de la amortización eclesiástica de los bienes raíces, destina el último para ponderar los que resultan también de la amortización civil, entendida comúnmente por los nombres de vínculos y mayorazgos, reproduciendo lo que contra ellos escribieron algunos de nuestros mejores políticos: Rodrigo Suárez, <339a> Menchaca, Navarrete y Saavedra. Esta obra se tradujo en Venecia de orden del Senado y se imprimió en aquella ciudad en dos tomos en cuarto mayor el año de 1777, y otra vez en Milán en el mismo año en tres tomos en octavo. EL último tomo de la edición de Milán se intitula así: Sommario del progeto pendente nel Consiglio pieno per ordine de S. M. Catolica, sopra el metter limite alle manimorte, per ulteriore acquisti d`e fetti stabili, e diritti incorporali, con le riposti d´signori fiscali fidelmente publicate aggiuntovi un consulto sopra alcuni gesuiti francesi rifugiati in Spagna. 19 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. En este Sumario se extracta la representación dirigida al Rey por el Sr. D. Francisco Carrasco, marqués de la Corona y fiscal del Consejo de Hacienda, sobre el establecimiento de una ley, en que se pusieran límites a las adquisiciones de las manos muertas, remitida por S. M. al Consejo en 20 de junio de 1764, para que le consultara lo que estimase más conveniente. Se ponen a la letra las respuestas de los dos señores fiscales Carrasco y Campomanes, con la minuta de los artículos de la Ley de Amortización que juzgaban necesaria. La del Sr. D. Lope de Sierra, fiscal más antiguo del Consejo, opuesto a aquel proyecto. El suplemento del Sr. Carrasco a la suya, en que impugna al Sr. Sierra, acompañado de dos tablas en que se manifiestan las medidas de tierra, animales, casas, edificios y rentas que por las diligencias <339b> para la única contribución resultaba tener los seglares y las manos muertas de las veintidós provincias de Castilla y León. De los bienes que debería tener esta última clase, a proporción de los que poseen los seglares. Que es lo que corresponde en bienes raíces a cada persona de uno y otro estado. Y la diferencia o exceso que produce en la suma y en las partes esta comparación a favor de las manos muertas, con notas oportunas para su mayor inteligencia. El sumario o extracto de aquel expediente, que también imprimió en español, es sumamente raro y convendría su reimpresión juntamente con la de la obra principal, siendo muy reparable que los extranjeros tengan en tales materias noticias más exactas que los mismos españoles. En el año de 1767 fue comisionado <el Sr. Campomanes>6 para tratar con el teniente coronel D. Juan Gaspar de Furriegel sobre el proyecto que éste había presentado a S. M. por mano del Sr. D. Miguel de Múzquiz para introducir en los dominios de España seis mil colonos flamencos y alemanes. Arregló las condiciones de dicho proyecto y formó la instrucción y fuero que se había de observar en las nuevas poblaciones de Sierra Morena. 6 (N.d.e.) Interpolación. 20 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. En el Memorial ajustado sobre los abastos de Madrid, impreso en el año de 1768, hay varias respuestas del Sr. Campomanes sobre este ramo interesante de la policía. En el expediente consultivo sobre los abusos de la Mesta, cuyo Memorial se imprimió en el año de 1771, hay <340a> dos respuestas de los señores fiscales Campomanes y Moñino.7 El Sr. Campomanes se propuso en la suya dos objetos. El primero, probar la necesidad de corregir los abusos de los trashumantes. Y el segundo, determinar los medios de la reforma, compatibles con la justicia y la utilidad pública. Trata del origen de la Cabaña Real. manifestando el verdadero espíritu de los privilegios concedidos a los trashumantes y poniendo a la vista la gran diferencia del tiempo en que se concedieron al actual. Los esfuerzos que hacían los ganaderos para que no llegara a descubrirse la decadencia de la provincia de Extremadura. Las causas de donde había dimanado ésta. La importancia de la población y mucho más en una provincia fronteriza, cual lo es aquella y medios de aumentarla. Entre éstas tenía por el principal el aprovechamiento de las tierras, para la mayor extensión del cultivo de frutos de primera necesidad. “La población -decía- nace del buen repartimiento de las tierras y de establecer buenas leyes agrarias. De permitir se cierren las tierras; que cada uno disponga de las suyas, y no haya tasas ni restricciones en el tráfico de los frutos, para que el labrador se anime a su cultura.” Demostrada la decadencia de la agricultura y población de Extremadura y que había dimanado principalmente de los abusos de los ganaderos trashumante, prueba la necesidad de dotar a los pueblos con un terreno correspondiente, por lo 7 (N.d.e.) Conde de Floridablanca. 21 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. <340b> menos, a razón de cincuenta fanegas de tierra, labrantía, que es lo menos que se puede labrar con una yunta año y vez. Que se deben volver a su antigua naturaleza todas las dehesas de pasto y labor que son de esta calidad. Que se debe prohibir al trashumante dar por sí mismo licencias para romper y el hacer negociaciones y lucro de las tierras de labor. Que también se debe prohibir a los trashumantes el arrendar las tierras de labor. Y sobre todo, que se debe formar una ley agraria, por virtud de la cual cada vecino tenga repartimiento de tierras a lo menos para una yunta. Responde a las objeciones que podrían oponerse contra esta ley. Calcula el aumento de población de que es capaz Extremadura reducida a cultivo, comparada con la que tiene actualmente. Discurre sobre el grande argumento con que algunos defendían a los trashumantes, que consistía en la finura de las lanas atribuidas a las transmigraciones de sus ganados, y prueba que ni esto es cierto ni aunque lo fuera equivalía tal ventaja en la calidad de las lanas a los perjuicios que causaban los ganaderos. Y propone algunas reglas o medios para hacer el repartimiento de las tierras y fomentar la agricultura en aquella provincia. A la verdad, no todos eran los más convenientes para aquel fin, y aun alguno de ellos se oponía bien claramente a los principios establecidos por el mismo Sr. Campomanes, cual era, por ejemplo, el de que las suertes vecinales nunca <341a> pudieran dividirse, aumentarse ni minorarse. Todo cuanto destruya, limite o modifique el derecho de propiedad es un obstáculo para los progresos de la agricultura, como lo he demostrado en mil partes. El Sr. Campomanes no desconocía este principio luminoso, pero no fue siempre muy consiguiente en su aplicación, como se manifestará más adelante. Otro de los medios que proponía aquel digno fiscal para la felicidad de Extremadura fue la creación de una Audiencia Real, que se verificó años después en el de 1790. 22 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. En el año de 1774 se imprimió el Discurso sobre el fomento de la industria popular, que en pequeño volumen contiene mucha abundancia de doctrina sumamente útil para la felicidad de esta monarquía. En la “Introducción” se trata en general de la necesidad de las artes y el comercio, y de que los sabios contribuyan con sus luces a su fomento. En el parágrafo primero se manifiesta la importancia de unir las artes con la agricultura, impugnando la opinión que algunos extranjeros procuraban extender maliciosamente de que a España le convenía más el atender únicamente al fomento de la agricultura. En los tres siguiente indica las muchas ocupaciones que pueden dar a las mujeres la hilaza y otras manufacturas menores de seda, lino, cáñamo y algodón, y lo que aumentaría la opulencia del Estado su trabajo. <341b> En el quinto y sexto discurre sobre la preferencia que merecen las fábricas de manufacturas ordinarias respecto de las finas y medios de fomentar las fábricas de todas. En el séptimo, sobre el aprovechamiento del esparto y otras primeras materias de que pudiera hacerse un uso más ventajoso, promoviendo el estudio de la historia natural y premiando a los que enseñen a aprovecharlas. En el octavo, sobre las causas de decadencia de la industria popular, probando que no dimanan del genio natural de los españoles, sino de ciertos vicios políticos que pueden remediarse. En el nueve vuelve a tratar de la preferencia de las manufacturas bastas, poniendo algunos cálculos sobre sus utilidades. En el diez da una idea en general del estado económico de las provincias de España, notando las causas de sus atrasos o adelantamientos. Aunque cortas, son muy enérgicas e instructivas sus descripciones, como podrá comprenderse por la comparación de las de Galicia y Andalucía, que forman un contraste muy digno de las reflexiones de los sabios y de la consideración del ministerio. 23 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. “Galicia -decía- de tiempo inmemorial ha unido a la labranza una proporcionada cantidad de ganado a cada vecino, para labrar y abonar sus tierras con la industria de las telas de lienzo. Es por lo mismo la provincia más poblada del Reino, aunque el labrador está cargado con mucha renta y gabelas dominicales, además de las contribuciones ordinarias... “Andalucía es más fértil, pero está destituida de <342a> industria popular y, hallándose en pocas manos estancada la agricultura, sus habitantes, por lo común, son unos meros jornaleros que sólo tienen ocupación precaria a temporadas, y en el resto del año gimen en la miseria, sumergidos en la inacción por la falta de la tarea lucrosa en que emplearse y a su familia. Sus mujeres e hijos carecen de ocupaciones y, encerrados los vecinos en grandes ciudades y pueblos, viven a expensas de la caridad de los eclesiásticos y otras personas, llenos de una lastimosa escasez que no corresponde a la feracidad del suelo y que no depende, seguramente, de pereza de los naturales, sino de la constitución política. Si no se acerca esta constitución a los principios que unen en Galicia la labranza, la cría de ganados y las fábricas populares, por más esfuerzos que se hagan, serán infructuosos cuantos medios no tengan por norte estos tres objetos.” En el parágrafo 11 trata de la necesidad de buenos tintes para la perfección de las manufacturas, y de que se pongan maestros tintoreros que enseñen y propaguen esta arte tan importante, estableciendo también escuelas de Química, cuya instrucción es indispensable para mejorar los tintes. En el doce prueba que se debe prohibir la extracción de primeras materias en rama, y reformar el derecho de toneladas en las manufacturas que se remiten a Indias. 24 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. En el trece habla sobre el cuidado de que las fábricas se establezcan en los pueblos y sitios más proporcionados para cada género de manufacturas. <342b> En el catorce se reducen a seis principios las doctrinas explicadas anteriormente, siendo el último la fundación de “sociedades económicas” que suplan los defectos de la enseñanza en las universidades. “Estas reglas -decía- las dicta la experiencia y la aplicación, no se enseñan en las escuelas públicas, y ojalá que en ellas se enseñasen las observaciones practicables y convenientes a la industria. Tiempo ha que los varones sabios se dolían de las vanísimas cuestiones que los jóvenes agitan en las aulas, las cuales en llegando a los empleos en nada les eran acomodables a la utilidad y beneficio del público.” Cita a Petronio, quien decía, con muchísimo juicio, que los jóvenes, lejos de instruirse, se hacen mucho más necios en las escuelas no oyendo ni adquiriendo en ellas práctica, ni experiencia de las cosas más convenientes para el uso común. En el quince nota los defectos de la legislación gremial, dimanados principalmente de la ignorancia de la economía política. “En Nápoles y en Milán -decía- se establecieron cátedras para enseñar las verdaderas reglas del comercio general. Otra cátedra convendría constituir en cada una de nuestras universidades para conocer los abusos y estorbos que impidieron la industria hasta estos últimos tiempos. “Sin estudio no se pueden alcanzar los verdaderos principios que conducen una nación a su prosperidad. ¿Qué estudio debe excitar más la diligencia de los que piensan <343a> ocuparse en los empleos políticos? 25 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. “No es, pues, respecto a los que tienen oficios civiles o públicos estudio indiferente el conocimiento de las causas que pueden haber influido en la decadencia de la industria, pues les sirven tales nociones para no caer en ellas, al tiempo de examinar los negocios de esta clase. De otra suerte puede suceder, contra su intención, que las providencias causen efectos muy contrarios a los que ellos deseen promover.” En el dieciséis prueba que es más útil que las fábricas populares se establezcan por cuenta de los vecinos, que no por comerciantes o compañías. En el diecisiete indica los medios de introducir en una nación las artes provechosas que le falten, siendo uno de ellos el de admitir extranjeros prácticos en ellas. En el dieciocho insinúa las utilidades que podrían sacarse de ocupar más bien los reos condenados a presidio. En el diecinueve y veinte vuelve a tratar de las sociedades económicas, indicando los objetos sobre que deberían ocuparse y las reglas para su información y gobierno. En el veintiuno y último, pone en paralelo algunas naciones industriosas con otras desaplicadas, para comprobar más con su ejemplo práctico las ventajas del trabajo y fomento de la agricultura y artes mecánicas. “Cada país -decía- tiene sus ventajas y sus desventajas. Saber corregir éstas y compensarlas, promoviendo las artes o <343b> producciones, que le son más propias, es todo el cuidado que debe excitar la atención vigilante de un gobierno. El discernimiento completo de los medios prácticos no es dado a particular alguno. Es forzoso que la nación entera se instruya de su situación y se ponga en movimiento activo par a promover sus ganancias y libertarse de los daños o pérdida que sufra en la balanza con sus vecinos. Un Estado es en sustancia 26 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. una gran familia, cuyos individuos deben concurrir unidamente al bienestar de la causa común... “La felicidad pública se ha de conseguir por una atención universal a todos los ramos. Su fundamento está en la gran población, porque sin hombres faltan brazos a las diferentes operaciones que necesita la sociedad civil. La agricultura bien ordenada hace abundar los abastos y las primeras materias. La industria emplea los ociosos y menos robustos en las hilazas, tejidos y demás faenas de las primeras materias, para reducirlas a manufacturas. La abundancia de éstas viste a buen precio al pueblo, y las sobrantes forman el comercio activo con el extranjero, o con las colonias ultramarinas de una nación dominante. Su transporte da ocupación a la marina mercantil. “Por estos principios -concluye su apreciabilísimo Discurso- adquiere el Estado aquella sólida consistencia que le da respeto y vigor. Y enseñados los naturales a la actividad, sólo piensan en el bien general de la sociedad, donde prosperan, porque el interés común está perfectamente unido con <344a> el particular de cada familia.” La importancia de que la doctrina de este Discurso del Sr. Campomanes se difundiese rápidamente por toda la monarquía, movió al Consejo a representar a S. M. que sería muy conveniente la impresión de un copiosísimo número de ejemplares, a costa del público, para remitirlos a todas las chancillerías, audiencias, intendentes, corregidores, obispos, curas párrocos y superiores de las religiones, encargándoles el cuidado de promover su lectura y extender las buenas máximas que en él se contienen. Así se ejecutó, imprimiéndose hasta 45.000 ejemplares, y esta diligencia produjo una general fermentación y propagación de ideas utilísimas, que produjeron bien presto mejoras muy notables en nuestra legislación agraria, fabril y mercantil. 27 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Sería de desear que, de cuando en cuando, se repitiese otro tal repartimiento del mismo discurso y recomendación de su lectura, bien sea como lo escribió su autor, o con algunas ligeras correcciones y añadiéndole otras noticias posteriores muy convenientes para mayor ilustración de su doctrina. En el año de 1774 publicó el Sr. Campomanes otro Discurso sobre la educación popular de los artesanos y su fomento. Precede a este Discurso una larga “Introducción” preliminar, en la cual se trata del origen de las artes, causas de su decadencia y, particularmente, de la infundada opinión que hay en España acerca de su vileza, declamando contra los que, <344b> debiendo combatir esta opinión, la fomentan mucho más, creyendo y divulgando que el ejercicio de las artes mecánicas es contra el genio y carácter de los españoles, y que por más esfuerzos que el Gobierno haga para su fomento, nunca podrá llegar a conseguirlo. “La España -decía- tuvo en lo antiguo muchas fábricas y oficio. Si los antiguos pudieron exceder a otras naciones, ¿por qué ahora nos hemos de tener por negados para igualarlas? Y por fin, si no aciertan los declamadores a promover el bien de sus conciudadanos, a lo menos, dejen intentarlo a otros que abran el camino, y no inspiren a la gente incauta el abandono o la pereza, ni prediquen la ignorancia, bastando poco para introducir semejante contagio entre los hombres. “Los moros no hacen más daño con sus hostilidades, que las especies que se propagan para disculpar la ignorancia y alhagar la inacción” El Discurso, después de manifestar la necesidad del buen método en la enseñanza de las ciencias y artes, y de la grande utilidad de las matemáticas para su perfección, se divide en diecinueve párrafos. 28 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. En el primero se trata del aprendizaje de los oficios y reglas que deben adoptarse para que sea más provechoso a los artesanos y al Estado. En el segundo, del dibujo, su origen y progresos, particularmente en España, y de su importancia para la perfección de las artes. <345a> En el tercero y cuarto, se da un plan muy juicioso de educación para los artesanos, tanto en orden a la religión, como acerca de la vida civil, señalando los vicios más generales que se advierten y deben corregir en esta clase del Estado. Son bien notables las reflexiones del Sr. Campamos acerca de la influencia del vestido en las costumbres. “El uso de la “capa” -decía- a que se acostumbraban desde niños, es otra causa de su abandono y de entregarse no pocos a la ociosidad, cubiertos con esta especie de disfraz “La capa, en sustancia, es una “alquicel” tomado de los árabes, y aun más embarazosa, según el estado a que se ha reducido en España, comparado con el que usan los moros berberiscos... “La cofia, o redecilla, contribuye a fomentar la pereza de no peinarse. Muchos se inficionan de tiña, sarna y piojos, y aun de fluxiones a los ojos, porque no se peinan, trayendo su cabellera sucia y envuelta en la cofia, de cuyo desaliño ha salido la clase de los “majos”. “El aseo y decencia en su porte de vestir, se halla muy descuidada, por lo común, entre estas gentes, no sólo en los aprendices, sino también en los oficiales y maestros... “Puede atribuirse a este abandono de la decencia en general parte del menosprecio de los artesanos, porque a la verdad, su poca limpieza los suele confundir con los mendigos o vagos.” <345b> 29 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. También son muy apreciables las advertencias sobre otras costumbres y diversiones de los artesanos, proponiendo que se fomente entre ellos las del juego de pelota, bolos, bochas, trucos, barra, esgrima, los bailes públicos y otras semejantes en los días de fiesta, prohibiéndolas todas absolutamente en los de trabajo. Nota también como una de las causas del atraso de las artes en España las preocupaciones, no sólo contra la honra de ellas en general, sino de los mismos artesanos entre sí acerca de la preferencia en sus oficios, las cuales entre otros muy graves daños, producen el de que los hijos abandonen los que han ejercido sus padres y, por consiguiente, el privarlos de la perfección que pudieran adquirir en una larga serie de generaciones y familias. Pero sobre todo, en lo que aconseja se tenga más cuidado es en enseñar a los artesanos a leer, escribir y contar, indicando las muchas ventajas que pueden resultarles de esta enseñanza, así para el gobierno de sus talleres, como para la perfección de sus oficios. En el quinto y sexto trata de las calidades que deben tener los aprendices y oficiales para examinarse de maestros, notando varios abusos que se cometen en estas diligencias. En el séptimo, de los oficiales sueltos que, habiendo cumplido su tiempo, no quieran pasar a recibirse de maestros. <346a> En el octavo, de la extinción de las cofradías gremiales y fundación de montes píos y hospicios, para dar trabajo a los que no lo tengan y socorrer a los ancianos enfermos, viudas y pupilos de cada oficio. En el noveno y décimo, sobre el examen de los maestros, sus preeminencias y, particularmente, sobre la libertad de poner sus tiendas y obradores, sin guardar las distancias o demarcaciones que previenen algunas ordenanzas, corrigiendo éstas, así en este como en otros abusos que se habían introducido contra el bien público. 30 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. “Por más aprobaciones -decía- que tengan las ordenanzas gremiales, no pueden ni deben subsistir en lo que induzcan estancos, coligaciones perjudiciales de los artesanos, imposiciones y exacciones indebidas o formalidades dañosas a los maestros y sus prerrogativas. Pues en lo que ofendan a éstos y semejantes derechos públicos de tercero, no tienen fuerza y vigor alguno, puesto que todas las aprobaciones se despachan por el Consejo, con reserva y sin perjuicio del público o de tercero.” Indica la ignorancia de tales materias en los magistrados, origen de los muchos errores cometidos en la legislación gremial. “Las nociones políticas -decía- no han sido familiares en parte del siglo pasado, hasta estos últimos tiempos, en punto a los oficio e industria del pueblo. Cada nación ha ido reflexionando sobre el estado de sus artes y oficios para corregir <346b> municipal en lo estuviere defectuosa y prestar los auxilios proporcionados a su fomento.” En el once se trata en particular de las obligaciones de los veedores y examinadores. En el doce, trece y catorce se indican los principios y máximas que deben tenerse presentes para la reforma de las ordenanzas gremiales y mercantiles. En el quince se da una instrucción a los individuos de las sociedades económicas que se comisionen para ser protectores de las artes y oficios. En el dieciséis se ponen veintitrés axiomas generales para su mayor fomento. En el diecisiete se indican las labores particulares para las mujeres y lo que importa al Estado su ocupación en varios ramos de industria. 31 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. “No tienen -decía- menor obligación las mujeres de procurarse el sustento a costa de sus tareas. Y es error político no pensar en dedicarlas a las artes y a los demás destinos conformes a su estado. “La preocupación de ver casi ociosas las mujeres en algunas provincias del Reino, no es una razón sólida que autorice su inacción. Es una perniciosa desidia que conviene desarraigar. “Provincias hay en que las mujeres, sin salir de España, van en los barcos a pescar en el mar; llevan a vender el pescado fresco, desde los puertos de mar tierra adentro, o <347a> a los mercados; cultivan por sí mismas; son panaderas y tenderas, que amasan y venden el pan. “Todas estas tareas ejercitan en las provincias marítimas de Galicia, Asturias, Montaña, Vizcaya y Guipúzcoa. “Las mujeres de aquellos países no se creen inferiores en el recato ni en el nacimiento a las de otras provincias interiores o meridionales, donde vive, por lo común, en un profundo descanso y miseria compañera inseparable de la ociosidad. “Las paciegas llevan a cuestas la manteca y el queso en sus cuévanos desde las montañas de paz inmediatas al Valle de Carriedo a los pueblos de veinte leguas alrededor, y traen de retorno los géneros que necesitan para el propio consumo de sus casas. “En los mismos países las mujeres guardan el ganado por vecería, si es necesario, guían los carros, sallan, escardan, siegan y criban las mieses y aun labran, a falta de hombres, las tierras. “Se crían seguramente a pesar de tanta fatiga, más sanas y conservan costumbres naturales y no menos decentes...” 32 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. El Sr. Campomanes creía, y con muchísima razón, que el promover la ocupación industriosa de las mujeres era uno de los principales objetos que debía proponerse nuestro gobierno, y así lo recuerda en muchas partes y en ésta continúa exponiendo las causas de la gran diversidad que se advierte entre las costumbres y laboriosidad de las mujeres de España en las provincias septentrionales y en las meridionales <347b> atribuyendo la desidia de éstas a la larga mansión de los moros en esta parte de la península. “Cuanto más se camina en España al mediodía, se aumenta la ociosidad en las mujeres y ésta, a la verdad, no mejora sus costumbres. Debiendo decidirse este punto por la razón se hallará que en las provincias más antiguas de España viven generalmente aplicadas al trabajo las mujeres, y que sólo en las recobradas posteriormente de los árabes se han introducido por contagio de los vencidos su ociosidad.” Después de haber manifestado las causas de la diferencia entre la aplicación de las españolas septentrionales, propone advertencias muy juiciosas para introducirla y propagarla en éstas. “No es -dice- obra de un día deshacer los yerros políticos, pero es de suma importancia darlos a conocer y despertar las gentes para que conozcan los caminos de superar la miseria y el hambre.” La educación y el ejemplo son los dos resortes de las costumbres y, por consiguiente, los que pueden mejorar las de las españolas del mediodía. la enseñanza y los estímulos de algunos premios extraordinarios a las que más sobresalgan en los ramos de industria, que se quieran fomentar pueden acelerar tan útil conversión. 33 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Los dos últimos capítulos son sumamente interesantes, porque con ocasión de recomendar la importancia del comercio interior y exterior de nuestra monarquía, <348a> presenta un rasgo histórico de su estado antiguo y moderno de nuestra economía política, desde los Reyes Católicos, en que se manifiestan con bastante claridad las principales causas de la decadencia de España en tiempo de los Reyes Austríacos; de su regeneración por Felipe V y los grandes aumentos que ha adquirido esta monarquía, desde aquel tiempo en sus manufacturas y comercio y, principalmente, desde las leyes del Sr. D. Carlos III sobre la libertad del de las Américas. Muy convencido el Sr. Campomanes de la importancia del estudio de la política económica y de propagar esta ciencia en toda la nación por no interrumpir la serie de los dos discursos antecedentes, reservó para un Apéndice consta de cuatro partes o tomo impresos, desde el año de 1775 hasta el de 1777. En el primero se contienen las obras intituladas Extensión política y económica, El celador general para el bien común de todos y el Discurso universal de las causas que ofenden la monarquía y remedios eficaces para todas, escritas en el reinado de Carlos II por D. Miguel Álvarez Ossorio, y el epítome de los Discursos de Francisco Martínez de la Mata en el de Felipe IV con notas del Sr. Campomanes, en que se contienen muy apreciables noticias, ilustraciones y correcciones. El segundo tomo contiene dos discursos del Sr. Campomanes: uno sobre las fábricas y otro sobre las escuelas <348b> patrióticas, en los cuales se reproducen y amplifican varios pensamientos de sus obras anteriores para arreglar la policía de los pobres y mejorar nuestras fábricas en todos sus ramos. Después de estos dos discursos sigue una colección de varias leyes expedidas hasta aquel tiempo a favor del comercio y manufacturas. El tercero empieza con otro Discurso sobre la legislación gremial de los artesanos, en que se refiere la historia de las artes entre los griegos, romanos, godos, árabes y españoles de 34 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. la Edad Media, se analizan y critican las ordenanzas gremiales de Toledo, Sevilla, Granada, Jaén y otras ciudades de España, atribuyendo a su mala constitución una de las principales causas de la decadencia de nuestra industria y prosperidad antigua. “El espíritu -decía- de establecer ordenanzas gremiales y monopolios de artesanos, es coetáneo a la ruina y decadencia de nuestra industria. No diré que esto fuese la causa única de su decadencia. Pero entiendo que puede considerarse como una de las principales. “Sin manifestar los efectos de aquella legislación gremial y apurar el sistema que los causaba mal podrían conocerse los principios que conviene adoptar y los yerros que deberemos alejar. “Para mayor conocimiento de esta importante materia, compara nuestra policía gremial con la de Inglaterra, Holanda, Francia y algunas ciudades de Italia y concluye <349a> su Discurso proponiendo varias reglas fundamentales para la revisión y corrección de las ordenanzas de los gremios.” Luego siguen setenta y nueve extractos formados por D. Pedro Davout de las descripciones de artes y oficios publicadas por la Academia de las Ciencias de París. Otro de un libro sobre la pesca del arenque y abadejo. Una memoria de D. Manuel Cedella sobre el arte de la relojería. Y reflexiones de D. Francisco Bruna sobre las artes mecánicas. La cuarta parte y tomo del “Apéndice” empieza con un Discurso sobre el comercio activo de la nación, en el cual se trata de los medios de mejorar y aprovechar los frutos naturales que posee España en grande abundancia. Se prueba que la verdadera riqueza de una nación no consiste precisamente en la abundancia de oro y plata, sino en la de frutos y manufacturas. Se impugna la aduana única de Cádiz, notando los gravísimos daños que resultaron al comercio 35 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. español de haberse estancado su giro en aquel puerto. Se vuelven a recordar otros medios de dar la mayor extensión posible a nuestro comercio, perfeccionando la industria, estableciendo montes-píos, removiendo trabas al comercio interior de frutos, suprimiendo o moderando la alcabala y demás contribuciones sobre los consumos, recargando de derechos las manufacturas extranjeras, etc.. Su reflexiones sobre la moneda son sumamente interesante, porque descubren y ponen a la vista uno de nuestros errores políticos, tanto más nocivos a la felicidad <349b> pública, cuanto más autorizados por nuestras leyes. Tales son las que prohiben la extracción de la moneda. “El dinero -decía- viene como un premio cierto a los pueblos activos. A proporción de lo que trabajan y venden al extranjero, les fomenta y acrecienta diariamente su población. Así los signos o moneda acuñada refluyen por una atracción necesaria, y van a parar de mano en mano por último en poder de las naciones aplicadas y diligentes. “Todos los esfuerzos de las prohibiciones sobre que no se saque moneda de la nación consumidora en pago de los productos artificiales, que compra de las naciones trabajadoras, son inútiles y dictadas en unos tiempos que apenas se conocían y el tráfico de nación a nación era muy escaso, sin tener un arreglo constante sostenido por los comisionistas el comercio. “Pasar sin estos géneros en el tiempo presente no lo permite la necesidad del vestido y ornato de las gentes, según las costumbres actuales, pues es de absoluta necesidad comprar las manufacturas que nos falten o haga de moda el capricho. “Síguese a esto la obligación de pagar lo que se compra y dar en dinero la equivalencia de lo que no se puede satisfacer en frutos o géneros compensativos. 36 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. “Las leyes quieren en España que semejantes pagas se ejecuten con otras mercancías naturales o artificiales. Es una voluntad legal muy arreglada pero ineficaz. <350a> Porque si no hay tales frutos ni mercaderías equivalentes en dinero, ha de salir forzosamente el suplemento de lo que se compra de más, comparado con lo que le vendamos de menos. “Dirá alguno que este precio puede salir en letras de cambio. Por más que discurran los entendimientos, este exceso se ha de realizar en moneda a beneficio del extranjero dueño de los géneros. Una nación no puede librar contra la otra más cantidad que el importe de los géneros o dinero que remite a ella. Lo que compre de más lo ha de realizar en dinero, o porque lo envíe en especie, o lo entregue al comisionista del extranjero dueño de las mercaderías dentro de España en moneda. “Hay menos daño en dar dinero efectivo al extranjero, que algunos materiales. Los cueros, por ejemplo, triplican el valor curtidos en el Reino. Un cuero al pelo de Buenos Aires, vale seis pesos. Curtido deja dieciocho, en que los curtidores del Reino gozan dice pesos por la maniobra del curtido...” Continúa proponiendo otras muy juiciosas reflexiones para combatir el mencionado error acerca de la extracción de la plata, y manifestar las grandes ventajas que podríamos sacar del libre comercio de ésta, así en pasta, como labrada y en moneda, y admirándose de que todavía en estos tiempos hubiese en españoles imbuidos de tan rancias y dañosas opiniones. “¡Que males -decía- ha sufrido la España por <350b> no haber querido discernir con claridad en qué consistía el daño, o por mejor decir, la causa única y permanente de ellos! Con todo, se ve a 37 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. nuestros políticos clamar contra la salida del dinero incesantemente, como si lo signos tuviesen la virtud de consolidar riqueza durable a una nación que descuida el trabajo y trae de fuera la mayor parte de lo que consumen los naturales.” Al mismo tiempo que el Sr. Campomanes notaba francamente los errores políticos de su nación, no podía sufrir que los extranjeros la calumniaran en otros hechos injuriosos que inventó su malicia o su ignorancia de nuestra historia y legislación. Este es el verdadero patriotismo. A continuación del Discurso antecedente, sigue el Memorial de Francisco Martínez de la Mata, ilustrado con apreciables notas del Sr. Campomanes, de cuyo mérito se ha hablado en el artículo de este escritor y en el de D. Miguel Álvarez de Ossorio. Por estos ligeros extractos, puede formarse algún conocimiento de la bastísima instrucción del Sr. Campomanes en las ciencias y materias propias de un magistrado y, particularmente, en la economía política, que acaso es la más necesaria de todas por el grande influjo que tienen los jueces, bien sea en la promulgación o bien en la ejecución de las leyes agrarias, fabriles y mercantiles. Su mérito extraordinario en estas materias fue reconocido y celebrado por los extranjeros más doctos y más juiciosos <351a>. Hablando de los Discursos sobre la industria y educación popular y sus “Apéndices”, decía el famoso inglés Robertson lo siguiente: “Casi todos los puntos de alguna importancia pertenecientes a la policía interior, impuestos, agricultura, manufacturas, comercio, tanto nacional como extranjero, están tratado en estas obras. Pocos autores se encuentran aun en las naciones más versadas en el comercio, que hayan adelantado tanto sus especulaciones con tan profundo conocimiento de aquellos diferentes ramos, y con tanta desimpresión 38 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. de las preocupaciones nacionales y vulgares, o que hayan unido tan bien la tranquilidad de la filosofía con el celo ardiente de un ciudadano animado del amor al bien público. Aquellas obras son muy estimadas de los españoles, lo cual es una prueba evidente del progreso de sus luces, pues están en disposición de gustar de un autor que piensa con tanta energía y libertad. “Si se comparan -continúa- la producciones de la industria española actual, con las que se vieron en tiempo de los últimos reyes de la Casa de Austria, los adelantamientos de los españoles parecieran considerables y bastantes para dar celos y apurar los esfuerzos de las naciones que el día de hoy están en posesión del comercio lucrativo, que los españoles intentan arrancarles. Sobre todo una circunstancia debe contribuir a fijar la atención de las demás potencias de Europa sobre las operaciones de la España, y es que <351b> éstas no son solamente el fruto de la sabiduría de la Corte y de sus ministros. El espíritu nacional auxilia la previsión del soberano y aumenta sus efectos. Se han engrandecido las ideas de la nación, no solamente acerca del comercio, sino también sobre la administración interior. Todos los autores modernos reconocen en estos dos ramos del gobierno los vicios que sus mayores, o no quisieron confesar por orgullo, o no llegaron a conocer por su ignorancia.8 Además de estas obras con que el Sr. Campomanes se esmeró en propagar el estudio de la economía política, se le debe la edición del Proyecto económico de D. Bernardo Ward, cuyo prólogo escribió él mismo, y otros innumerables escritos y oficios con que promovió e ilustró la Sociedad Económica de Madrid y otras del Reino. 8 Hist. d`Amerique, tom. 3, not. 98. 39 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. Todos sus escritos son unos manantiales fecundísimos de noticias y reflexiones utilísimas para los mayores adelantamientos de esta ciencia. Todos los buenos españoles debieran leerlos continuamente, pero mucho más los magistrados, a quienes su alto y honorífico destino les constituye en situación de influir más directamente en la felicidad pública. Es verdad que las obras del Sr. Campomanes, y particularmente las citadas y extractadas en este artículo, tienen algunos defectos, como lo advirtió el autor de citado elogio, a quien nadie podrá tachar de enemigo <352a> de su gloria literaria. “En estas producciones de Campomanes -dice aquel sabio abogado- están las ideas un tanto desordenadas y por lo mismo se hallan con disgusto algunas repetidas, y acaso se encontrará una u otra inconsecuencia o contrariedad. Es verdad también que el autor se deja arrastrar frecuentemente de algunos pensamiento que se encontraban acreditados y aun se han repetido después por muchos de los más acreditado economistas del siglo XVIII. Por ejemplo, creer que florecerán las artes nacionales prohibiendo o dificultando mucho la introducción de lo fabricado en el extranjero. Que la mayor desgracia de una nación está en que salga de ella mucho dinero. Y que, al contrario, será su mayor fortuna haber leyes directas que consigan tan lisonjeros fines y perpetúen en un Estado la propiedad con este atesoramiento de metales. Ideas en la realidad falsas, deseos imposibles y que el empeño de verificarlos no traería sino males y desventuras... “También es difícil componer en Campomanes un cierto afán reglamentario que manifiesta en sus escritos y siguió en muchas de sus empresas, habiendo mostrado en varios lugares que ninguna cosa hay más contraria a los progresos de las prosperidad nacional que sujetar a leyes el uso que 40 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. cada cual puede hacer de sus propiedades <352b>9 y de los frutos de su industria.” Los mismo defectos que advirtió este autor en las obras económicas del Sr. Campomanes, pueden notarse en todas las demás, defectos que rebajan mucho su mérito, disminuyen la fuerza de la verdad y el raciocinio, y que privaron a la nación de gran parte del fruto que pudieran producir en circunstancias muy favorables a las reformas más interesantes. Por ejemplo conocía muy bien aquel digno magistrado la corrupción de nuestras más célebres universidades y que, como él mismo decía, el mal método de los estudios tenía lánguido el orden político y era el que sostenía las precauciones, los sofismas y las superfluidad en lugar de la ciencia y la verdad.10 A su grande ingenio no debía ocultársele que la reforma de los estudios nunca debe esperarse de los mismos que han ocasionado su corrupción. Que para el mayor adelantamiento de las ciencias y artes era necesario extinguir absolutamente las universidades indotadas, porque sin rentas competentes no puede haber buenos maestros ni buenos discípulos. Que la localidad de algunas universidades mayores no es la más proporcionada para la concurrencia de estudiantes. Que convendría refundirlas y trasladar alguna a la Corte, con lo cual se facilitaría <353a> a éstos más medios de subsistencia, más provechosos aplausos y estímulos para sus adelantamientos y siendo, como lo es, en todos los estados el centro de su ilustración política y científica, contribuiría infinito su mudanza a rectificar las ideas u el gusto literario. Que los ejercicios académicos con que se ganan los grados y las cátedras no son los más a propósito para probar la idoneidad de los candidatos... . Pero lejos de proponerse en los escritos del Sr. Campomanes sobre los estudios, éstos y otros semejantes 9 (N.d.a.) En las notas al citado Elogio, pág. 61 (N.d.e.) Sempere incluye esta nota sin su correspondiente llamada intertextual. 10 (N.d.a.) En la Respuesta fiscal sobre el método de estudios de la Universidad de Alcalá. 41 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Juan Sempere y Guarinos, D. Pedro Rodríguez Campomanes. medios radicales de reformar las universidades, se le ve condescender a la enseñanza por el Goudin, Leridan y otros autores no menos despreciables, aprobar11 las cátedras de Digesto y Código, y otros vicios de los antiguos métodos. A pesar de estos defectos, es muy cierto lo que dice el Sr. Arnao, que en dichas obras y, particularmente, en las económicas, hay un caudal grandísimo de erudición y noticias geográficas, artísticas y de otros géneros que instruyen al lector extraordinariamente. Un manejo familiar y designación de los libros y de los conocimientos que deben adornar a todo buen patricio. Un despertador de los magistrados y demás personas que tienen influjo en el gobierno o en la opinión de los pueblos, que llama su atención hacia mil objetos a que acaso jamás habían oído, debían tener puestos de continuo sus ojos y <353b> su meditación. Un compendio de mil doctrinas interesantes para proveer a los males públicos de remedios, que al menos hagan soportables sus doloroso efectos y sostengan el edificio político, mientras tanto que se halla y se corrige la raíz de todos ellos. Una producción en fin que no puede escribirse, sino por un sabio de primer orden y que admira cuando se piensa que éste lo hizo y publicó en brevísimo tiempo y en medio de las gravísimas fatigas de su oficio. <354a> 11 (N.d.e.) Corrección en lugar de “apoyar”, tachado. 42