D. Pedro Rodríguez Campomanes

Anuncio
JUAN SEMPERE Y GUARINOS
D. Pedro Rodríguez Campomanes
Edición de Rafael Herrera Guillén para la Biblioteca Saavedra Fajardo
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Ficha de la obra
Título: D. Pedro Rodríguez Campomanes
Signatura: Real Academia de la Historia, “Colección
Sempere”, 9/5208, pp. 329-354.
Fecha: s.f.
Editor: Rafael Herrera Guillén.
2
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
D. Pedro Rodríguez Campomanes
Nació en el pequeño pueblo de Santa Eulalia, concejo de
Tineo, en el Principado de Asturias, el día 1 de julio de 1723.
Un tío suyo, canónigo de Santillana, le costeó los primeros
estudios, inclinándolo al de las humanidades, con cuyas
buenas semillas pudo corregir las preocupaciones escolásticas
de su tiempo y formarse uno de lo ministros más sabios y más
útiles que ha tenido nuestra monarquía.
En mi Biblioteca española de los mejores escritores del
Reinado de Carlos III di algunas noticias de sus obras, tanto
más apreciables cuanto el mismo Sr. Campomanes tuvo la
bondad de leer su “Artículo” antes de la impresión, la de
hacerme algunas advertencias, darme algunos opúsculos de
que yo no tenía noticia y aun añadir algunas notas.
Allí puede verse el número de escritos con que enriqueció
el Sr. Campomanes la literatura española, su bastísima
instrucción e infatigable laboriosidad, que mereció los varios
destinos y honores con que lo decoraron nuestros soberanos y
otros cuerpos literarios, de fiscal, camarista y gobernador del
Consejo de Castilla, título de conde de Campomanes, Gran
<329a> Cruz de la distinguida orden de Carlos III, Director de
la Academia de la Historia, Académico de la Española, de la
de Inscripciones y bellas letras de París, de la Sociedad
Filosófica de Filadelfia, de varias sociedades económicas, etc..
Todavía podrán comprenderse más bien los grandes
méritos del Sr. conde de Campomanes con el excelente
“Elogio” escrito y leído por D. Vicente González Arnao en la
Real Academia de la Historia en 27 de mayo de 1803.
3
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
El ramo de jurisprudencia, en que más se acreditaron los
talentos y celo de este sabio magistrado, fue el más delicado y
peligroso en cualquiera monarquía católica, esto es, en el que
trata de la potestad secular sobre los eclesiásticos. La
confusión que había en estas materias, por el mal método de
estudiar el derecho civil y canónico, la había llenado de
confusión, dudas y opiniones, generalmente muy opuestas a
los verdaderos y legítimos derechos de la soberanía temporal.
Separarse de aquellas opiniones era muy arriesgado, porque la
ignorancia, el interés o la malicia lo atribuía a impiedad o
irreligión.
A pesar de estos peligros y de la rareza y escasez de buenos
libros, códigos, diplomas y otros instrumentos con que
después se han ilustrado estas materias, y no sin grandes
oposiciones y temibles asechanzas de los hipócritas, el Sr.
Campomanes defendió las regalías de nuestros soberanos con
las obras inmortales del Tratado sobre la amortización,
<Juicio imparcial>1 y otras muchísimas, a que le dieron
ocasión los grandes acaecimientos del tiempo de su
magistratura. <329b>
No fueron menores las luces que esparció en nuestra
economía política. Hasta su tiempo, apenas se tenía en los
tribunales la menor idea de esta ciencia. La Política de
Bobadilla, la de Solórzano; El Gobernador Cristiano, del P.
Marqués y otros tales libros, eran los que leían muy de paso
los letrados, que se tenían por más cultos y eruditos. Los pocos
tratados que teníamos de verdadera política económica, eran o
casi enteramente desconocidos o no bien meditadas y
aplicadas sus doctrinas.
El Sr. Campomanes manifestó desde su juventud una
inclinación y aplicación muy decidida a esta ciencia
interesante.
Luego que vino a España D. Miguel Casiri, destinado para
la enseñanza de la lengua arábiga, el Sr. Campomanes fue uno
de los primeros que se alistaron por sus discípulos, y para
1
(N.d.e.) Tachado.
4
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
ejercitarse en el estudio de aquella lengua, tradujo en
compañía de su maestro y publicó en el año de 1751 dos
capítulos de la obra de Ebn El Awan, sobre el cultivo de las
tierras,2 que sirve de apéndice al tratado de agricultura del Sr.
Tull, inglés, también traducido en español. <330a>
En el año de 1756 publicó el Periplo de Hannor, traducido
del griego e ilustrado con un Discurso preliminar sobre la
marina, navegación, comercio y expediciones de la república
de Cartago.
Al mérito de esta obra, aplaudida por las Memorias de
Treboux y por otros diarios extranjeros, debió el Sr.
Campomanes el honor de ser admitido por Académico
correspondiente en la Academia de Inscripciones y Bellas
Letras de París, sin haber hecho por sí pretensión alguna.
También tuvo proyectada una Historia de la marina de
España y escrita parte de ella.
Con motivo de las diligencias que se estaban practicando
para la única contribución, el Principado de Asturias presentó
en el año de 1757 un Memorial al Sr. D. Fernando VI por
mano de su diputado, el marqués de S. Esteban, quejándose de
los agravios que recibiría con aquel establecimiento.
Está dividido el Memorial en seis párrafos. En el primero
se trata de la diferencia del Principado en su constitución física
y política respecto de las demás provincias. Su población era
de 57.397 vecinos, que a cinco personas por cada uno, no
pasaban de 286.985, repartidas en 3.698 pueblos tan cortos,
que uno con otro no pasaban de quince vecinos cada uno,
fuera de la capital, Oviedo, que tenía 1.748 vecinos y 627
eclesiásticos <330b> seculares y regulares.3
Puede formarse alguna idea del estado de aquella provincia
en aquel tiempo, por lo que ella misma representaba.
2
(N.d.a.) Esta obra interesante de la agricultura arábiga se ha impreso, de orden superior, en
el año de 1802 con el texto árabe, traducido al castellano por D. Josef Antonio Baqueri, prior
claustral de la Catedral de Tortosa, individuo de la Biblioteca Real y Académico de Número
de la Real Academia de la Historia.
3
(N.d.a.) En el Censo Español del año de 1787, resultó que la total población de Asturias era
347.776 almas. Y en el de 1797, ascendieron a 364.238, fuera de 2.215 eclesiásticos, 607
religiosos y 322 religiosas.
5
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
“Fuera de que -decía- la constitución del país, por
su escasez de dinero y pobreza de los naturales,
excluye las ventas a dinero y subsistencia de
abacerías y puestos públicos, hay otro motivo que
conspira al mismo fin y es el que resulta de la
dispersión de los pobladores y naturales en pequeñas
aldeas o barrios, de 10, 20 ó 30 casas el que más, en
cuyo recinto, como se deja entender, es impracticable
e inútil el establecer semejantes puestos públicos,
porque no habría consumidores, como sucede en el
aceite, casi desconocido en todas aquella poblaciones
cortas. Y lo mismo acaece en la carne fresca, que no
se gasta tampoco en ellas, sirviéndose los naturales
de la cecina salada, que cada uno mata por mayor,
con que cada uno se mantiene todo el año, no
gastándose tampoco en tales poblaciones sino rara
vez, el vino, en algunos días festivos, por la miseria
de los mismos naturales...”
En cuanto al terreno de aquella provincia, puede formarse
alguna idea de su fragosidad por lo que expone en su
Representación. <331a>
“Aunque en la parte oriental de Asturias -decíaes alguna cría de ganados, si se cotejase el gasto y
fatiga de su crianza con el de Castilla, Andalucía y
Extremadura, y la inferior calidad del mismo ganado
de Asturias, así por ser de mucho menor tamaño,
como por rendir incomparable agravio, que a
aquellos naturales irroga la operación y
computaciones de las diligencias practicadas por D.
Gabriel de Saavedra.
“Ni el dueño del ganado es de mejor condición
que el aparcero, ya por el mucho que se pierde y
despeña en los precipicios, ya por el que devoran las
fieras, especialmente lobos y osos de que abundan
6
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
aquellos espesos montes4 y ya, finalmente, porque los
aparceros mismos, obligados de su escasez, venden y
convierten en sus propio uso el valor de los ganados,
no teniendo el dueño de qué repetirlo por la pobreza
del aparcero, que carece de otros fondos con que
hacer pago.”
Con estas y otras reflexiones probaba el Principado de
Asturias la exorbitancia de los cálculos del comisionado D.
Gabriel de Saavedra, quien valuaba el total producto de sus
frutos naturales e industriales en 62.094.832 <331b> reales,
según los cuales, a razón de cuatro por ciento, debería
ascender la contribución a cerca de dos millones y medio.
Que el verdadero autor de este escrito fue el Sr.
Campomanes, me lo dijo él mismo, y aun me hizo el favor de
regalarme un ejemplar que conservo con mucho aprecio.
Todos los destinos y negocios que pasaron por mano de
este magistrado adquirieron mejoras muy notables.
Siendo asesor de Correos y consejero honorario de
Hacienda, escribió en el año de 1761 el Itinerario de las
carreras de posta de dentro y fuera del Reino.
Precede a esta obra un “Prólogo” en que se trata del origen
de las postas de España y sus preeminencias. Del reglamento
general del año de 1720 sobre los Correos y sus declaraciones
posteriores. De la regulación de las diversas leguas, millas y
otras medidas itinerarias y diligencias practicadas en España
en varios tiempos para fijar la verdadera medida de la legua
española. Va adjunto un mapa de las carreras de postas de
España, delineado por D. Tomás López, y una noticia de las
monedas extranjeras, con los precios a que se pagaban las
postas dentro y fuera de España.
4
(N.d.a.) Desde el año de 1740 hasta el de 1757, se habían pagado las tallas o premios de
2.600 lobos y 530 osos por personas particulares, sin incluir otros muchísimos muertos en
las monterías públicas de los pueblos.
7
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Al año siguiente de 1772 publicó también la Noticia
geográfica del Reino y caminos de Portugal, en que se trata de
su origen, población y frutos más particulares.
La ordenanza de Correos del mismo año de 1762, <332a>
que produjo grandes ventajas a este ramo de policía y Real
Hacienda, fue también obra del Sr. Campomanes.
En dicho año de 1762 fue promovido a la fiscalía del
Consejo de Castilla, cuyo empleo le proporcionó mayores
motivos y ocasiones en que acreditar su celo y bastísima
literatura, de palabra y por escrito. Aquí sólo se indicarán los
que tienen alguna relación con la economía política.
En el año de 1763 se imprimió su Respuesta fiscal sobre
los gitanos, en la que proponía varios medios de hacerlos
útiles, recomendando muy particularmente el de enviarlos a las
Américas y darles establecimientos en sus islas, a imitación de
las colonias de los romanos y de los ingleses.
En el de 1764 se trató en el Consejo de rectificar la policía
sobre los vagos, en cuyo expediente puso el Sr. Campomanes
su respuesta, que se imprimió con otra del Sr. D. Lope de
Sierra, fiscal más antiguo del mismo Tribunal.
Notaba en ella la inobservancia de las leyes anteriores,
discurriendo sobre los medios de hacer más firmes las que se
promulgasen de nuevo.
“Tal serie de ejecución -decía- no la encuentra el
Fiscal en nuestras leyes que tratan de vagos, y si una
variedad en ellas mismas que acredita la poca
firmeza con que se tomaban más a impulso de la
urgente necesidad del remedio, que por un efecto de
meditación política de las causas de multiplicarse
tantos vagos en el Reino, ni de los verdaderos
obstáculos que impedían la ejecución de las leyes
anteriores a las justicias, <332b> ni si éstas tenían
medios de hacerlas observar.”
8
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Las causas a que atribuía la inobservancia de las leyes
sobre vagos son el haberlas confundido en clase de mendigos
con los verdaderos pobres, con cuyo colorido burlaban la
caridad cristiana y el celo de las justicias, atribuyendo esta
confusión a la falta de una matrícula exacta de todo el Reino y
a las frecuentes competencias de jurisdicción y fueros
privilegiados. Distingue cuatro clases de mendigos y trata de
las ocupaciones y destinos que pudieran darse a todos ellos.
En el mismo año de 1764 escribió la Respuesta fiscal sobre
abolir la tasa y establecer el comercio de granos.
Mil experiencias y desengaños estaban demostrando los
inconvenientes y daños de la tasa, no sólo contra la
agricultura, sino aun contra el mismo objeto a que se dirigía,
que era el de abaratar los granos. Ya habían declamado
muchos de nuestros más sabios y celosos escritores contra este
miserable recurso. Pero como los magistrados generalmente
no eran labradores, ni tenían la instrucción competente en la
político económica, no penetraban bien los efectos naturales
de las tasas.
“Permítase al Fiscal -decía el Sr. Campomanesexponer por noción general del asunto, que cuantas
providencias se han dado acerca de granos, han sido
por lo común tumultuarias y repentinas. No se ha
tenido otra atención en ellas que la de salir de la
carestía por aquel medio que de repente se ofreció, o
como se suele decir, del día, sin meditar <333a> en
las consecuencias ni pararse en ellas, o por
consternarles a los que las dieron el temor de la
carestía, o por la celeridad de la expedición, o por
ser parciales estas providencias, que por lo mismo se
complican en la ejecución.
“No debe creerse que ésta sea una censura
voluntaria de la conducta de nuestros mayores. La
experiencia de todos los años de carestía, sin salir
9
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
del siglo, lo está acreditando con sólo advertir lo
acaecido en 1707, 1709, 1723, 1734, 1750, 1753,
1754 y 1763.
“En todos aquellos años, las providencias
restrictivas del libre tráfico de los granos han sido
las que han hecho esconderlos, mezclando el trigo
bueno con el centeno, tranquillón u otros granos de
ínfima calidad, que a escondidas se han vendido a
precios exorbitantes y todos por trigo de la mejor
especie.
“En tales circunstancias, el vasallo obediente a
las leyes es la víctima de las providencias, y los
contraventores sacan fruto de su codicia y aun los
anima a ella el apresuramiento con que los pueblos
solicitan los granos, sin reparar en los precios.
“De aquí han provenido enfermedades epidémicas
no pocas veces, las enajenaciones de las tierras en
las manos muertas y vender gran parte de los
labradores todos sus aperos y ganados. De manera
que en cada una de estas carestías, ocasionadas con
tales providencias, pierde el Rey un gran número de
vasallos contribuyentes y se aumenta la clase <333b>
de los mendigos en el Reino, extinguiéndose para el
Estado estas familias agricultoras, y la falta de sus
cosechas hace una disminución notable en la masa
general de los productos nacionales contribuyentes.
“Esta experiencia que nadie puede poner en duda
sin cerrar los ojos a los mismos que está tocando, no
se sabe por qué infelicidad del género humano no
acaba de desengañarnos en España, de tres siglos a
esta parte, en punto al gobierno y comercio de
granos, haciéndole más sencillo y recíprocamente
favorable al comprador y vendedor.
“El Consejo en una consulta de 30 de julio de
1699, después que en 6 de mayo antecedente había
mandado vender, o tasado la fanega de trigo a precio
de 28 reales antes de publicar la tasa general, como
10
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
consta del Auto 5, tít. 25, lib. 5 de la Recopilación,
conoció, sin pasar dos meses, cotejadas estas fechas,
el perjuicio de esta tasa y lo consultó así al Sr.
Carlos III, confesando ingenuamente que estas
providencias repentinas del tiempo de carestía son
las más nocivas y las que más la aumentan.
“Habiendo el Consejo, en virtud de repetidas
órdenes de V. M. (decía este Supremo Tribunal)
aplicado todo su conato a discurrir y representar a V.
M. los medios más eficaces, más útiles y menos
gravosos al público, ha conocido que los que hasta
aquí ha efectuado para el pronto alivio de la
calamidad repentina de esta Corte en la falta de pan,
han sido los más perniciosos y desacertados, y que
los mismos medios <334a> y providencia que se
dieron para el alivio, son los que han hecho mucho
más irremediable el daño y tan grave que por ventura
no se podrá remediar en muchos tiempos, y que
comparado uno y otro estado de la Corte, fue menos
infeliz el de la calamidad que el del remedio. Debe el
Consejo con aquella ingenuidad a que su conciencia
y lealtad le obligan, anteponer el bien público a su
particular estimación, aunque cree se la granjeará
mucho mayor la sinceridad en no mantener sus
resoluciones improporcionadas al universal alivio.
“Confiesa, Señor, el Consejo, que el repentino
clamor de la Corte por la falta del pan, por la mala
calidad y subido precio, de tal suerte turbó a todos
los ministros, que no teniendo lugar la madura y
espaciosa consideración, sus entendimientos más se
ofuscaron que discurrieron. Y así, al querer dar las
más efectivas providencias, eligió su inconsiderada
turbación, no su celo, los arbitrios más eficaces que
se pueden discurrir, si solicitaran una universal
ruina. No han encarecido el pan los labradores, sino
es los ministros, pues los ministros dieron el precio
en que lo tenían los labradores. Las violencias de
11
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
querer sacarle, hicieron apreciables las resistencias
de venderle, y los que tuvieron a beneficio que se lo
sacasen de los trojes de las diligencias de los
ministros para sacarle hicieron su mayor beneficio en
esconderle. A menos de la mitad de los precios
hubiera vendido el trigo la más solícita industria.
Con que el exceso no fue valor del trigo, sino precio
de la inconsideración.” <334b>
Con estos presupuestos, pasó el Sr. Campomanes al
examen de la legislación conveniente acerca de los granos,
para el cual propone y resuelve tres problemas.
1.- Si la tasa de granos a precio determinado es un medio
seguro de tenerlos en abundancia en tiempo de carestía y a
precio cómodo, y si esto es compatible con la subsistencia del
labrador y fomento de la agricultura.
Para la resolución de este problema refiere la historia de las
varias tasas que ha habido en España, acompañadas de sólidas
y preciosísimas observaciones.
“La tasa de los géneros -decía- está en manos del
vendedor cuando el género escasea. El comprador da
la ley cuando el género abunda. Esta es la naturaleza
del comercio. El oponerse a estos principios es
querer sacar las cosas de su quicio. La ley que
atropelle la libertad del vendedor o comprador, no es
justa ni tendrá jamás perfecta observación. El mismo
agravio hay en obligar al cosechero a vender baratos
los granos en tiempo de carestía, que en compeler a
los consumidores a tomarlos caros en tiempo de
abundancia. Fácil casa será establecer leyes de esta
índole, pero no hay la misma facilidad en lograr
jamás su ejecución.”
Después de referir la historia de las tasas de España, su
ineficacia para abaratar los granos y sus funestas
consecuencias, indica la política frumentaria de otras naciones
12
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
y particularmente la de Inglaterra, que es la más instruida en la
política económica, y concluye la resolución <335a> de este
problema asegurando
“que en términos de justicia y de conveniencia
pública, y siguiendo el ejemplo de otros estados y el
sentir de la parte más sana y despejada de la nación
en todos tiempos, se debe abolir para siempre la tasa,
como impeditiva de la circulación de los granos y,
por consiguiente, el uso violento de los registros
como medios improporcionados y aun contrario al
objeto de tener abastecido al pueblo.”
El segundo problema era si el libre comercio de los granos
dentro del Reino, sin sujeción a tasa, a imitación de lo que
sucede en los demás abastos y géneros comerciables, es medio
más seguro de contener el precio de los granos, en tiempo de
carestía, y si hay inconvenientes a esta providencia, o si los
que se habían considerado como tales, dimanaban realmente
de la imposición de la tasa o eran secuelas de ella.
La abolición de la tasa dice que sería un medio muy
imperfecto de fomentar la agricultura y con ella la abundancia
de los granos, si al mismo tiempo no se permitiese su libre
tráfico con facultad a los comerciantes de tener almacenes y
custodiarlos para venderlos a los tiempos que más les
acomodasen. Nuestras leyes antiguas prohibían tales acopios y
almacenes, permitiendo sólo el tráfico de granos a los arrieros
y trajinantes. Pero la experiencia y la razón estaban
demostrando palpablemente los daños de tal legislación.
“Nuestros políticos -decía- han creído que la
legislación no debe ocuparse sino en abaratar el
grano y favorecer al consumidor. Si el labrador fuese
extranjero, era un buen pensamiento, <335b> pero
siendo regnícolas los labradores, es el medio de que
jamás se aumente la agricultura.”
13
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Discurre sobre los gravísimos inconvenientes de hacer
acopios y repuestos a costa del público, en tiempo de carestía,
reproduciendo las reflexiones que había propuesto ya contra
ellos Lope Deza en el siglo XVII.
Examina la cuestión sobre si es lícito el comprar granos
para revenderlos. Y prueba con muy sólidas razones y el
ejemplo de Josef que, lejos de ser contra el derecho natural y
divino, es muy conforme a entrambos. Sólo se oponía el
comercio libre a nuestro derecho positivo, o por mejor decir, a
las últimas leyes expedidas en tiempos de muy poca
instrucción en estas materias económico-políticas, no
solamente en España, sino en otras muchas naciones de
Europa.
“Mas sabemos nosotros -decía- con la experiencia
de tres siglos en esta materia, que los que
promulgaron tales leyes, gobernados sólo por
especulaciones, que deben ceder a la evidencia de los
efectos.
“No ha sido la España quien únicamente ha
experimentado estos perjuicios y preocupaciones en
la policía de granos. Otras naciones les han tocado
también con la experiencia y les ha costado mucha
repugnancia y dificultad mejorar su legislación,
hasta que percibieron de raíz el origen de los atrasos
que padecía allí la agricultura, comunes a ellos y a
nosotros, porque todas las reglas se reducían a tasar
el precio de los granos en los años estériles, a no
dejarlos salir en los <336a> abundantes, de miedo
que no faltasen en los primeros y a impedir con
varias formalidades y gravosas precauciones su
circulación interior y exterior, reduciendo las
cosechas a sólo el consumo de los habitantes de cada
nación.
“Parecía que todas las de Europa conspiraban
con sus providencias a limitar sus cosechas y a atraer
las carestías con las mismas providencias que
14
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
tomaban. No todos los siglos son de luz; hay muchos
de costumbre en que se obra por pura imitación y en
que el raciocinio y discurso están desocupados.”
Continúa proponiendo otras razones muy sólidas para
permitir el comercio libre de los granos dentro del Reino, y
algunas reglas o declaraciones para impedir los inconvenientes
del monopolio, que hasta entonces se reputaban por
insuperables, aunque fundados en mera aprehensión.
“Bajo de estas declaraciones y prevenciones decía- se debe mirar a estos comerciantes de granos
como unas personas activas, para dar salida a estos
géneros en los años de abundancia a beneficio del
labrador, y en los de carestía, como unos
depositarios benéficos al público, que hoy faltan
enteramente en las ciudades principales del Reino,
reducidas a la contingencia a al monopolio del
pósito. En cuyo último particular de “pósitos” y sus
reglas no se extiende el fiscal más por tener S. M.
confiado el asunto de ellos a una junta particular
para su arreglo en que está entendiendo.”
El tercer problema que el Sr. Campomanes se propuso
examinar en su respuesta, era si para evitar el ínfimo precio de
los granos, en tiempo de abundancia, conviene promover la
extracción, para que el labrador no se arruine por falta de
despacho, como frecuentemente sucedía. Que en tiempo de
carestía se permitiera la introducción. Y que para uno y otro,
hubiese comerciantes, con ciertas precauciones.
“Sólo el comercio libre interior de granos -decíaes la balanza para pesar y evitar las extremidades de
carestía o demasiada baratez en el Reino, tan
perjudiciales una como otra. Con la primera, se
arruina el consumidor. La segunda, en que los menos
ha reparado hasta ahora en España, es la que tiene
15
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
enervada la agricultura y en la última miseria al
labrador, porque no saca de su grano las expensas de
la labranza, ni lo que necesita para sostener en pie
esta costosa industria, mantener su familia y pagar
los tributos y rentas de terrazgo, además del diezmo,
pues el desprecio de sus frutos, por falta de consumo,
es equivalente a lo que le sucede en tiempo de
carestía, en que coge poco grano y se le compele a
venderle por tasa, sin encontrar en su precio con qué
recompensarse y adelantarse.
“Nuestros venideros tendrán dificultad en creer
estas reglas annonarias, que están en uso entre
nosotros sostenidas con la legislación.”
Discurre sobre las órdenes que se habían dado en el reinado
de D. Fernando VI para fomentar el comercio exterior de
granos, probando la necesidad de fijar otros precios más
<337a> altos que los prevenían sus leyes para permitirla.
En cuanto a la introducción del trigo extranjero, atribuye a
su mala policía muchas pestes que ha sufrido esta monarquía
por haberse hecho de cuenta del público.
“Si hubiera -decía- almacenes de comerciantes,
sería fácil reconocer el grano, y aun los mismos
comerciantes por su interés procurarían comprarle
bien acondicionado y conservarle. Ahora, si viene
trigo de cuenta del público, los mismos que lo
desecharían, siendo del particular, lo hacen
panadear y repartir en los pueblos a precios
exorbitantes, porque tales acopios siempre se hacen
caros.”
Propone algunas reglas que deberían observarse para la
introducción de granos, siendo la última
“que en cada una de las provincias del Reino,
para promoverse la agricultura, la libre circulación
16
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
de los granos y estar a la mira de los abusos, se
erigiese una Sociedad de Agricultura, compuesta de
personas que por amor a la patria, se junten y
confieran, de cuyas noticias puede el Consejo valerse
en lugar de la Junta Trienal de Labradores que en
1618 propuso con gran advertencia Lope Deza que se
hiciese en la Corte, por la dificultad y gasto de este
último medio, aunque en sustancia, es el pensamiento
uno y mucho anterior a la erección de tales
academias rústicas fuera del Reino, bien entendido
que tal Sociedad o Academia de Agricultura no haya
de ejercer jurisdicción alguna, ni tener sueldo sus
individuos, reducidos a sujetos patriotas y labradores
advertidos, que se junten por celo <337b> del bien
público.”
De resultas del citado expediente se publicó la Real
Pragmática de 11 de julio de 1765, por la que se quitó para
siempre la tasa de granos y concedió la facultad de extraerlos,
cuya observancia produjo tantos aumentos a la agricultura
como le causarían daños y atrasos todas las órdenes que se
separen de los sólidos fundamentos y principios que la
motivaron.
Pertenece también a la economía política el Tratado que
publicó el Sr. Campomanes en el año de 1765 sobre la regalía
de amortización, por haber sido ésta una de las causas que más
han influido en la decadencia de la agricultura española.
En el “Prólogo”, advirtiéndose la importancia de esta
materia y de tratarla con crítica y discernimiento, por depender
en mucha parte de ella la felicidad de la nación, se propone el
método que se ha de seguir en toda la obra, la cual consta de
veintiún capítulos.
En los dos primeros se examina la potestad civil sobre los
bienes raíces que se trasladan a iglesias y comunidades.
En los trece siguientes se demuestra la práctica y uso que
fuera de España han hecho los príncipes seculares de su
autoridad para poner límites a tales enajenaciones.
17
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Desde el capítulo 16 se refiere la historia de la legislación
española sobre el ejercicio de esta regalía. <338a>
En el veinte prueba, con varias razones y testimonios de
nuestros mayores sabios, la urgencia de una ley que limite las
adquisiciones de las manos muertas y que para ella no hay
necesidad de esperar el consentimiento pontificio.
“Que haya llegado -decía- el tiempo de promulgar
esta ley, bien lo declaman los mismos eclesiásticos,5
pues si ya en el principio del siglo pasado se juzgaba
conveniente, como se ha visto, aun el desmembrar
bienes superfluos de los que entonces sobraban ya a
las iglesias y tenían adquiridos especialmente para
capellanías y conventos, ¿cuánto más se verifica esto
actualmente, atendido el exceso con que en siglo y
medio después, ha ido creciendo el desorden de las
demasiadas adquisiciones? Es preciso que la
necesidad del remedio pase ya a ser extrema.
Las cortes unidas, el clero mismo, el Consejo de Hacienda,
nuestros buenos políticos, la representación a Carlos I, Felipe
II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II en varios y diversos
tiempos, conviniendo y asegurando que, de no proveerse de
remedio bien breve, se acabaría de empobrecer y arruinar el
estado secular, constituyéndose en imposibilidad de pagar los
tributos, como se estimó en el año de 1737. Pero ¿a qué buscar
pruebas de los que es notorio y patente a toda clase de
personas?
Desde el tiempo en que las cortes enteras del Reino instan
por el remedio y en que se ponga término a estas
adquisiciones, <338b> se han fundado muchos institutos,
cuales son todos los Descalzos de reformas de las órdenes
antiguas; los clérigos, reglares, teatinos, jesuitas, clérigos
menores, agonizantes, esculapios, órdenes hospitalarias de San
Juan de Dios, Jesús Nazareno y Divino Pastor; monjas
5
(N.d.a) El obispo Manrique, Navarrete, Salazar de Mendoza, Márquez, Ribera, etc..
18
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
reformadas, las de la visitación, las de la enseñanza y otros
muchos lugares de retiro y de clausura. De manera que no será
ponderación afirmar que se triplicaron estas casas religiosas
contra las prohibiciones del concilio lateranense y otros.
“En sólo la Corona de Castilla, según el catastro,
hay 64.226 regulares de ambos sexos, sin incluir a
Vizcaya, Álava, Guipúzcoa, Canarias y Navarra, con
9.309 sirvientes, que componen 73.535 personas. En
estas provincias exceptuadas y en la Corona de
Aragón, computando igual suma, resultan 147.070
personas, sin contar todavía los regulares de Indias,
que, calculándolos en 50.000, producen 200.000
personas. Su manutención, a peseta al día, cuestan
anualmente al Estado la cantidad de doscientos
noventa y dos millones de reales, a razón de 800.000
reales diarios. Añádase los demás gastos y rentas
sobrantes y véase adonde llega el capital.”
Habiendo discurrido en toda su obra sobre los daños de la
amortización eclesiástica de los bienes raíces, destina el último
para ponderar los que resultan también de la amortización
civil, entendida comúnmente por los nombres de vínculos y
mayorazgos, reproduciendo lo que contra ellos escribieron
algunos de nuestros mejores políticos: Rodrigo Suárez,
<339a> Menchaca, Navarrete y Saavedra.
Esta obra se tradujo en Venecia de orden del Senado y se
imprimió en aquella ciudad en dos tomos en cuarto mayor el
año de 1777, y otra vez en Milán en el mismo año en tres
tomos en octavo.
EL último tomo de la edición de Milán se intitula así:
Sommario del progeto pendente nel Consiglio pieno per
ordine de S. M. Catolica, sopra el metter limite alle manimorte, per ulteriore acquisti d`e fetti stabili, e diritti
incorporali, con le riposti d´signori fiscali fidelmente
publicate aggiuntovi un consulto sopra alcuni gesuiti francesi
rifugiati in Spagna.
19
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
En este Sumario se extracta la representación dirigida al
Rey por el Sr. D. Francisco Carrasco, marqués de la Corona y
fiscal del Consejo de Hacienda, sobre el establecimiento de
una ley, en que se pusieran límites a las adquisiciones de las
manos muertas, remitida por S. M. al Consejo en 20 de junio
de 1764, para que le consultara lo que estimase más
conveniente. Se ponen a la letra las respuestas de los dos
señores fiscales Carrasco y Campomanes, con la minuta de los
artículos de la Ley de Amortización que juzgaban necesaria.
La del Sr. D. Lope de Sierra, fiscal más antiguo del Consejo,
opuesto a aquel proyecto. El suplemento del Sr. Carrasco a la
suya, en que impugna al Sr. Sierra, acompañado de dos tablas
en que se manifiestan las medidas de tierra, animales, casas,
edificios y rentas que por las diligencias <339b> para la única
contribución resultaba tener los seglares y las manos muertas
de las veintidós provincias de Castilla y León. De los bienes
que debería tener esta última clase, a proporción de los que
poseen los seglares. Que es lo que corresponde en bienes
raíces a cada persona de uno y otro estado. Y la diferencia o
exceso que produce en la suma y en las partes esta
comparación a favor de las manos muertas, con notas
oportunas para su mayor inteligencia.
El sumario o extracto de aquel expediente, que también
imprimió en español, es sumamente raro y convendría su
reimpresión juntamente con la de la obra principal, siendo
muy reparable que los extranjeros tengan en tales materias
noticias más exactas que los mismos españoles.
En el año de 1767 fue comisionado <el Sr. Campomanes>6
para tratar con el teniente coronel D. Juan Gaspar de Furriegel
sobre el proyecto que éste había presentado a S. M. por mano
del Sr. D. Miguel de Múzquiz para introducir en los dominios
de España seis mil colonos flamencos y alemanes. Arregló las
condiciones de dicho proyecto y formó la instrucción y fuero
que se había de observar en las nuevas poblaciones de Sierra
Morena.
6
(N.d.e.) Interpolación.
20
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
En el Memorial ajustado sobre los abastos de Madrid,
impreso en el año de 1768, hay varias respuestas del Sr.
Campomanes sobre este ramo interesante de la policía.
En el expediente consultivo sobre los abusos de la Mesta,
cuyo Memorial se imprimió en el año de 1771, hay <340a>
dos respuestas de los señores fiscales Campomanes y
Moñino.7
El Sr. Campomanes se propuso en la suya dos objetos. El
primero, probar la necesidad de corregir los abusos de los
trashumantes. Y el segundo, determinar los medios de la
reforma, compatibles con la justicia y la utilidad pública.
Trata del origen de la Cabaña Real. manifestando el
verdadero espíritu de los privilegios concedidos a los
trashumantes y poniendo a la vista la gran diferencia del
tiempo en que se concedieron al actual. Los esfuerzos que
hacían los ganaderos para que no llegara a descubrirse la
decadencia de la provincia de Extremadura. Las causas de
donde había dimanado ésta. La importancia de la población y
mucho más en una provincia fronteriza, cual lo es aquella y
medios de aumentarla.
Entre éstas tenía por el principal el aprovechamiento de las
tierras, para la mayor extensión del cultivo de frutos de
primera necesidad.
“La población -decía- nace del buen
repartimiento de las tierras y de establecer buenas
leyes agrarias. De permitir se cierren las tierras; que
cada uno disponga de las suyas, y no haya tasas ni
restricciones en el tráfico de los frutos, para que el
labrador se anime a su cultura.”
Demostrada la decadencia de la agricultura y población de
Extremadura y que había dimanado principalmente de los
abusos de los ganaderos trashumante, prueba la necesidad de
dotar a los pueblos con un terreno correspondiente, por lo
7
(N.d.e.) Conde de Floridablanca.
21
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
<340b> menos, a razón de cincuenta fanegas de tierra,
labrantía, que es lo menos que se puede labrar con una yunta
año y vez. Que se deben volver a su antigua naturaleza todas
las dehesas de pasto y labor que son de esta calidad. Que se
debe prohibir al trashumante dar por sí mismo licencias para
romper y el hacer negociaciones y lucro de las tierras de labor.
Que también se debe prohibir a los trashumantes el arrendar
las tierras de labor. Y sobre todo, que se debe formar una ley
agraria, por virtud de la cual cada vecino tenga repartimiento
de tierras a lo menos para una yunta. Responde a las
objeciones que podrían oponerse contra esta ley. Calcula el
aumento de población de que es capaz Extremadura reducida a
cultivo, comparada con la que tiene actualmente.
Discurre sobre el grande argumento con que algunos
defendían a los trashumantes, que consistía en la finura de las
lanas atribuidas a las transmigraciones de sus ganados, y
prueba que ni esto es cierto ni aunque lo fuera equivalía tal
ventaja en la calidad de las lanas a los perjuicios que causaban
los ganaderos.
Y propone algunas reglas o medios para hacer el
repartimiento de las tierras y fomentar la agricultura en aquella
provincia.
A la verdad, no todos eran los más convenientes para aquel
fin, y aun alguno de ellos se oponía bien claramente a los
principios establecidos por el mismo Sr. Campomanes, cual
era, por ejemplo, el de que las suertes vecinales nunca <341a>
pudieran dividirse, aumentarse ni minorarse. Todo cuanto
destruya, limite o modifique el derecho de propiedad es un
obstáculo para los progresos de la agricultura, como lo he
demostrado en mil partes.
El Sr. Campomanes no desconocía este principio luminoso,
pero no fue siempre muy consiguiente en su aplicación, como
se manifestará más adelante.
Otro de los medios que proponía aquel digno fiscal para la
felicidad de Extremadura fue la creación de una Audiencia
Real, que se verificó años después en el de 1790.
22
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
En el año de 1774 se imprimió el Discurso sobre el
fomento de la industria popular, que en pequeño volumen
contiene mucha abundancia de doctrina sumamente útil para la
felicidad de esta monarquía.
En la “Introducción” se trata en general de la necesidad de
las artes y el comercio, y de que los sabios contribuyan con sus
luces a su fomento.
En el parágrafo primero se manifiesta la importancia de
unir las artes con la agricultura, impugnando la opinión que
algunos extranjeros procuraban extender maliciosamente de
que a España le convenía más el atender únicamente al
fomento de la agricultura.
En los tres siguiente indica las muchas ocupaciones que
pueden dar a las mujeres la hilaza y otras manufacturas
menores de seda, lino, cáñamo y algodón, y lo que aumentaría
la opulencia del Estado su trabajo. <341b>
En el quinto y sexto discurre sobre la preferencia que
merecen las fábricas de manufacturas ordinarias respecto de
las finas y medios de fomentar las fábricas de todas.
En el séptimo, sobre el aprovechamiento del esparto y otras
primeras materias de que pudiera hacerse un uso más
ventajoso, promoviendo el estudio de la historia natural y
premiando a los que enseñen a aprovecharlas.
En el octavo, sobre las causas de decadencia de la industria
popular, probando que no dimanan del genio natural de los
españoles, sino de ciertos vicios políticos que pueden
remediarse.
En el nueve vuelve a tratar de la preferencia de las
manufacturas bastas, poniendo algunos cálculos sobre sus
utilidades.
En el diez da una idea en general del estado económico de
las provincias de España, notando las causas de sus atrasos o
adelantamientos. Aunque cortas, son muy enérgicas e
instructivas sus descripciones, como podrá comprenderse por
la comparación de las de Galicia y Andalucía, que forman un
contraste muy digno de las reflexiones de los sabios y de la
consideración del ministerio.
23
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
“Galicia -decía- de tiempo inmemorial ha unido a
la labranza una proporcionada cantidad de ganado a
cada vecino, para labrar y abonar sus tierras con la
industria de las telas de lienzo. Es por lo mismo la
provincia más poblada del Reino, aunque el labrador
está cargado con mucha renta y gabelas dominicales,
además de las contribuciones ordinarias...
“Andalucía es más fértil, pero está destituida de
<342a> industria popular y, hallándose en pocas
manos estancada la agricultura, sus habitantes, por
lo común, son unos meros jornaleros que sólo tienen
ocupación precaria a temporadas, y en el resto del
año gimen en la miseria, sumergidos en la inacción
por la falta de la tarea lucrosa en que emplearse y a
su familia. Sus mujeres e hijos carecen de
ocupaciones y, encerrados los vecinos en grandes
ciudades y pueblos, viven a expensas de la caridad de
los eclesiásticos y otras personas, llenos de una
lastimosa escasez que no corresponde a la feracidad
del suelo y que no depende, seguramente, de pereza
de los naturales, sino de la constitución política. Si
no se acerca esta constitución a los principios que
unen en Galicia la labranza, la cría de ganados y las
fábricas populares, por más esfuerzos que se hagan,
serán infructuosos cuantos medios no tengan por
norte estos tres objetos.”
En el parágrafo 11 trata de la necesidad de buenos tintes
para la perfección de las manufacturas, y de que se pongan
maestros tintoreros que enseñen y propaguen esta arte tan
importante, estableciendo también escuelas de Química, cuya
instrucción es indispensable para mejorar los tintes.
En el doce prueba que se debe prohibir la extracción de
primeras materias en rama, y reformar el derecho de toneladas
en las manufacturas que se remiten a Indias.
24
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
En el trece habla sobre el cuidado de que las fábricas se
establezcan en los pueblos y sitios más proporcionados para
cada género de manufacturas. <342b>
En el catorce se reducen a seis principios las doctrinas
explicadas anteriormente, siendo el último la fundación de
“sociedades económicas” que suplan los defectos de la
enseñanza en las universidades.
“Estas reglas -decía- las dicta la experiencia y la
aplicación, no se enseñan en las escuelas públicas, y
ojalá que en ellas se enseñasen las observaciones
practicables y convenientes a la industria. Tiempo ha
que los varones sabios se dolían de las vanísimas
cuestiones que los jóvenes agitan en las aulas, las
cuales en llegando a los empleos en nada les eran
acomodables a la utilidad y beneficio del público.”
Cita a Petronio, quien decía, con muchísimo juicio, que los
jóvenes, lejos de instruirse, se hacen mucho más necios en las
escuelas no oyendo ni adquiriendo en ellas práctica, ni
experiencia de las cosas más convenientes para el uso común.
En el quince nota los defectos de la legislación gremial,
dimanados principalmente de la ignorancia de la economía
política.
“En Nápoles y en Milán -decía- se establecieron
cátedras para enseñar las verdaderas reglas del
comercio general. Otra cátedra convendría constituir
en cada una de nuestras universidades para conocer
los abusos y estorbos que impidieron la industria
hasta estos últimos tiempos.
“Sin estudio no se pueden alcanzar los verdaderos
principios que conducen una nación a su
prosperidad. ¿Qué estudio debe excitar más la
diligencia de los que piensan <343a> ocuparse en los
empleos políticos?
25
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
“No es, pues, respecto a los que tienen oficios
civiles o públicos estudio indiferente el conocimiento
de las causas que pueden haber influido en la
decadencia de la industria, pues les sirven tales
nociones para no caer en ellas, al tiempo de
examinar los negocios de esta clase. De otra suerte
puede suceder, contra su intención, que las
providencias causen efectos muy contrarios a los que
ellos deseen promover.”
En el dieciséis prueba que es más útil que las fábricas
populares se establezcan por cuenta de los vecinos, que no por
comerciantes o compañías.
En el diecisiete indica los medios de introducir en una
nación las artes provechosas que le falten, siendo uno de ellos
el de admitir extranjeros prácticos en ellas.
En el dieciocho insinúa las utilidades que podrían sacarse
de ocupar más bien los reos condenados a presidio.
En el diecinueve y veinte vuelve a tratar de las sociedades
económicas, indicando los objetos sobre que deberían
ocuparse y las reglas para su información y gobierno.
En el veintiuno y último, pone en paralelo algunas naciones
industriosas con otras desaplicadas, para comprobar más con
su ejemplo práctico las ventajas del trabajo y fomento de la
agricultura y artes mecánicas.
“Cada país -decía- tiene sus ventajas y sus
desventajas. Saber corregir éstas y compensarlas,
promoviendo las artes o <343b> producciones, que
le son más propias, es todo el cuidado que debe
excitar la atención vigilante de un gobierno. El
discernimiento completo de los medios prácticos no
es dado a particular alguno. Es forzoso que la nación
entera se instruya de su situación y se ponga en
movimiento activo par a promover sus ganancias y
libertarse de los daños o pérdida que sufra en la
balanza con sus vecinos. Un Estado es en sustancia
26
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
una gran familia, cuyos individuos deben concurrir
unidamente al bienestar de la causa común...
“La felicidad pública se ha de conseguir por una
atención universal a todos los ramos. Su fundamento
está en la gran población, porque sin hombres faltan
brazos a las diferentes operaciones que necesita la
sociedad civil. La agricultura bien ordenada hace
abundar los abastos y las primeras materias. La
industria emplea los ociosos y menos robustos en las
hilazas, tejidos y demás faenas de las primeras
materias, para reducirlas a manufacturas. La
abundancia de éstas viste a buen precio al pueblo, y
las sobrantes forman el comercio activo con el
extranjero, o con las colonias ultramarinas de una
nación dominante. Su transporte da ocupación a la
marina mercantil.
“Por estos principios -concluye su apreciabilísimo
Discurso- adquiere el Estado aquella sólida
consistencia que le da respeto y vigor. Y enseñados
los naturales a la actividad, sólo piensan en el bien
general de la sociedad, donde prosperan, porque el
interés común está perfectamente unido con <344a>
el particular de cada familia.”
La importancia de que la doctrina de este Discurso del Sr.
Campomanes se difundiese rápidamente por toda la
monarquía, movió al Consejo a representar a S. M. que sería
muy conveniente la impresión de un copiosísimo número de
ejemplares, a costa del público, para remitirlos a todas las
chancillerías, audiencias, intendentes, corregidores, obispos,
curas párrocos y superiores de las religiones, encargándoles el
cuidado de promover su lectura y extender las buenas
máximas que en él se contienen. Así se ejecutó,
imprimiéndose hasta 45.000 ejemplares, y esta diligencia
produjo una general fermentación y propagación de ideas
utilísimas, que produjeron bien presto mejoras muy notables
en nuestra legislación agraria, fabril y mercantil.
27
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Sería de desear que, de cuando en cuando, se repitiese otro
tal repartimiento del mismo discurso y recomendación de su
lectura, bien sea como lo escribió su autor, o con algunas
ligeras correcciones y añadiéndole otras noticias posteriores
muy convenientes para mayor ilustración de su doctrina.
En el año de 1774 publicó el Sr. Campomanes otro
Discurso sobre la educación popular de los artesanos y su
fomento.
Precede a este Discurso una larga “Introducción”
preliminar, en la cual se trata del origen de las artes, causas de
su decadencia y, particularmente, de la infundada opinión que
hay en España acerca de su vileza, declamando contra los que,
<344b> debiendo combatir esta opinión, la fomentan mucho
más, creyendo y divulgando que el ejercicio de las artes
mecánicas es contra el genio y carácter de los españoles, y que
por más esfuerzos que el Gobierno haga para su fomento,
nunca podrá llegar a conseguirlo.
“La España -decía- tuvo en lo antiguo muchas
fábricas y oficio. Si los antiguos pudieron exceder a
otras naciones, ¿por qué ahora nos hemos de tener
por negados para igualarlas? Y por fin, si no
aciertan los declamadores a promover el bien de sus
conciudadanos, a lo menos, dejen intentarlo a otros
que abran el camino, y no inspiren a la gente incauta
el abandono o la pereza, ni prediquen la ignorancia,
bastando poco para introducir semejante contagio
entre los hombres.
“Los moros no hacen más daño con sus
hostilidades, que las especies que se propagan para
disculpar la ignorancia y alhagar la inacción”
El Discurso, después de manifestar la necesidad del buen
método en la enseñanza de las ciencias y artes, y de la grande
utilidad de las matemáticas para su perfección, se divide en
diecinueve párrafos.
28
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
En el primero se trata del aprendizaje de los oficios y reglas
que deben adoptarse para que sea más provechoso a los
artesanos y al Estado.
En el segundo, del dibujo, su origen y progresos,
particularmente en España, y de su importancia para la
perfección de las artes. <345a>
En el tercero y cuarto, se da un plan muy juicioso de
educación para los artesanos, tanto en orden a la religión,
como acerca de la vida civil, señalando los vicios más
generales que se advierten y deben corregir en esta clase del
Estado.
Son bien notables las reflexiones del Sr. Campamos acerca
de la influencia del vestido en las costumbres.
“El uso de la “capa” -decía- a que se
acostumbraban desde niños, es otra causa de su
abandono y de entregarse no pocos a la ociosidad,
cubiertos con esta especie de disfraz
“La capa, en sustancia, es una “alquicel” tomado
de los árabes, y aun más embarazosa, según el estado
a que se ha reducido en España, comparado con el
que usan los moros berberiscos...
“La cofia, o redecilla, contribuye a fomentar la
pereza de no peinarse. Muchos se inficionan de tiña,
sarna y piojos, y aun de fluxiones a los ojos, porque
no se peinan, trayendo su cabellera sucia y envuelta
en la cofia, de cuyo desaliño ha salido la clase de los
“majos”.
“El aseo y decencia en su porte de vestir, se halla
muy descuidada, por lo común, entre estas gentes, no
sólo en los aprendices, sino también en los oficiales y
maestros...
“Puede atribuirse a este abandono de la decencia
en general parte del menosprecio de los artesanos,
porque a la verdad, su poca limpieza los suele
confundir con los mendigos o vagos.” <345b>
29
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
También son muy apreciables las advertencias sobre otras
costumbres y diversiones de los artesanos, proponiendo que se
fomente entre ellos las del juego de pelota, bolos, bochas,
trucos, barra, esgrima, los bailes públicos y otras semejantes
en los días de fiesta, prohibiéndolas todas absolutamente en
los de trabajo.
Nota también como una de las causas del atraso de las artes
en España las preocupaciones, no sólo contra la honra de ellas
en general, sino de los mismos artesanos entre sí acerca de la
preferencia en sus oficios, las cuales entre otros muy graves
daños, producen el de que los hijos abandonen los que han
ejercido sus padres y, por consiguiente, el privarlos de la
perfección que pudieran adquirir en una larga serie de
generaciones y familias.
Pero sobre todo, en lo que aconseja se tenga más cuidado
es en enseñar a los artesanos a leer, escribir y contar,
indicando las muchas ventajas que pueden resultarles de esta
enseñanza, así para el gobierno de sus talleres, como para la
perfección de sus oficios.
En el quinto y sexto trata de las calidades que deben tener
los aprendices y oficiales para examinarse de maestros,
notando varios abusos que se cometen en estas diligencias.
En el séptimo, de los oficiales sueltos que, habiendo
cumplido su tiempo, no quieran pasar a recibirse de maestros.
<346a>
En el octavo, de la extinción de las cofradías gremiales y
fundación de montes píos y hospicios, para dar trabajo a los
que no lo tengan y socorrer a los ancianos enfermos, viudas y
pupilos de cada oficio.
En el noveno y décimo, sobre el examen de los maestros,
sus preeminencias y, particularmente, sobre la libertad de
poner sus tiendas y obradores, sin guardar las distancias o
demarcaciones que previenen algunas ordenanzas, corrigiendo
éstas, así en este como en otros abusos que se habían
introducido contra el bien público.
30
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
“Por más aprobaciones -decía- que tengan las
ordenanzas gremiales, no pueden ni deben subsistir
en lo que induzcan estancos, coligaciones
perjudiciales de los artesanos, imposiciones y
exacciones indebidas o formalidades dañosas a los
maestros y sus prerrogativas. Pues en lo que ofendan
a éstos y semejantes derechos públicos de tercero, no
tienen fuerza y vigor alguno, puesto que todas las
aprobaciones se despachan por el Consejo, con
reserva y sin perjuicio del público o de tercero.”
Indica la ignorancia de tales materias en los magistrados,
origen de los muchos errores cometidos en la legislación
gremial.
“Las nociones políticas -decía- no han sido
familiares en parte del siglo pasado, hasta estos
últimos tiempos, en punto a los oficio e industria del
pueblo. Cada nación ha ido reflexionando sobre el
estado de sus artes y oficios para corregir <346b>
municipal en lo estuviere defectuosa y prestar los
auxilios proporcionados a su fomento.”
En el once se trata en particular de las obligaciones de los
veedores y examinadores.
En el doce, trece y catorce se indican los principios y
máximas que deben tenerse presentes para la reforma de las
ordenanzas gremiales y mercantiles.
En el quince se da una instrucción a los individuos de las
sociedades económicas que se comisionen para ser protectores
de las artes y oficios.
En el dieciséis se ponen veintitrés axiomas generales para
su mayor fomento.
En el diecisiete se indican las labores particulares para las
mujeres y lo que importa al Estado su ocupación en varios
ramos de industria.
31
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
“No tienen -decía- menor obligación las mujeres
de procurarse el sustento a costa de sus tareas. Y es
error político no pensar en dedicarlas a las artes y a
los demás destinos conformes a su estado.
“La preocupación de ver casi ociosas las mujeres
en algunas provincias del Reino, no es una razón
sólida que autorice su inacción. Es una perniciosa
desidia que conviene desarraigar.
“Provincias hay en que las mujeres, sin salir de
España, van en los barcos a pescar en el mar; llevan
a vender el pescado fresco, desde los puertos de mar
tierra adentro, o <347a> a los mercados; cultivan
por sí mismas; son panaderas y tenderas, que amasan
y venden el pan.
“Todas estas tareas ejercitan en las provincias
marítimas de Galicia, Asturias, Montaña, Vizcaya y
Guipúzcoa.
“Las mujeres de aquellos países no se creen
inferiores en el recato ni en el nacimiento a las de
otras provincias interiores o meridionales, donde
vive, por lo común, en un profundo descanso y
miseria compañera inseparable de la ociosidad.
“Las paciegas llevan a cuestas la manteca y el
queso en sus cuévanos desde las montañas de paz
inmediatas al Valle de Carriedo a los pueblos de
veinte leguas alrededor, y traen de retorno los
géneros que necesitan para el propio consumo de sus
casas.
“En los mismos países las mujeres guardan el
ganado por vecería, si es necesario, guían los carros,
sallan, escardan, siegan y criban las mieses y aun
labran, a falta de hombres, las tierras.
“Se crían seguramente a pesar de tanta fatiga,
más sanas y conservan costumbres naturales y no
menos decentes...”
32
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
El Sr. Campomanes creía, y con muchísima razón, que el
promover la ocupación industriosa de las mujeres era uno de
los principales objetos que debía proponerse nuestro gobierno,
y así lo recuerda en muchas partes y en ésta continúa
exponiendo las causas de la gran diversidad que se advierte
entre las costumbres y laboriosidad de las mujeres de España
en las provincias septentrionales y en las meridionales <347b>
atribuyendo la desidia de éstas a la larga mansión de los moros
en esta parte de la península.
“Cuanto más se camina en España al mediodía,
se aumenta la ociosidad en las mujeres y ésta, a la
verdad, no mejora sus costumbres. Debiendo
decidirse este punto por la razón se hallará que en
las provincias más antiguas de España viven
generalmente aplicadas al trabajo las mujeres, y que
sólo en las recobradas posteriormente de los árabes
se han introducido por contagio de los vencidos su
ociosidad.”
Después de haber manifestado las causas de la diferencia
entre la aplicación de las españolas septentrionales, propone
advertencias muy juiciosas para introducirla y propagarla en
éstas.
“No es -dice- obra de un día deshacer los yerros
políticos, pero es de suma importancia darlos a
conocer y despertar las gentes para que conozcan los
caminos de superar la miseria y el hambre.”
La educación y el ejemplo son los dos resortes de las
costumbres y, por consiguiente, los que pueden mejorar las de
las españolas del mediodía. la enseñanza y los estímulos de
algunos premios extraordinarios a las que más sobresalgan en
los ramos de industria, que se quieran fomentar pueden
acelerar tan útil conversión.
33
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Los dos últimos capítulos son sumamente interesantes,
porque con ocasión de recomendar la importancia del
comercio interior y exterior de nuestra monarquía, <348a>
presenta un rasgo histórico de su estado antiguo y moderno de
nuestra economía política, desde los Reyes Católicos, en que
se manifiestan con bastante claridad las principales causas de
la decadencia de España en tiempo de los Reyes Austríacos;
de su regeneración por Felipe V y los grandes aumentos que
ha adquirido esta monarquía, desde aquel tiempo en sus
manufacturas y comercio y, principalmente, desde las leyes
del Sr. D. Carlos III sobre la libertad del de las Américas.
Muy convencido el Sr. Campomanes de la importancia del
estudio de la política económica y de propagar esta ciencia en
toda la nación por no interrumpir la serie de los dos discursos
antecedentes, reservó para un Apéndice consta de cuatro partes
o tomo impresos, desde el año de 1775 hasta el de 1777.
En el primero se contienen las obras intituladas Extensión
política y económica, El celador general para el bien común
de todos y el Discurso universal de las causas que ofenden la
monarquía y remedios eficaces para todas, escritas en el
reinado de Carlos II por D. Miguel Álvarez Ossorio, y el
epítome de los Discursos de Francisco Martínez de la Mata en
el de Felipe IV con notas del Sr. Campomanes, en que se
contienen muy apreciables noticias, ilustraciones y
correcciones.
El segundo tomo contiene dos discursos del Sr.
Campomanes: uno sobre las fábricas y otro sobre las escuelas
<348b> patrióticas, en los cuales se reproducen y amplifican
varios pensamientos de sus obras anteriores para arreglar la
policía de los pobres y mejorar nuestras fábricas en todos sus
ramos.
Después de estos dos discursos sigue una colección de
varias leyes expedidas hasta aquel tiempo a favor del comercio
y manufacturas.
El tercero empieza con otro Discurso sobre la legislación
gremial de los artesanos, en que se refiere la historia de las
artes entre los griegos, romanos, godos, árabes y españoles de
34
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
la Edad Media, se analizan y critican las ordenanzas gremiales
de Toledo, Sevilla, Granada, Jaén y otras ciudades de España,
atribuyendo a su mala constitución una de las principales
causas de la decadencia de nuestra industria y prosperidad
antigua.
“El espíritu -decía- de establecer ordenanzas
gremiales y monopolios de artesanos, es coetáneo a
la ruina y decadencia de nuestra industria. No diré
que esto fuese la causa única de su decadencia. Pero
entiendo que puede considerarse como una de las
principales.
“Sin manifestar los efectos de aquella legislación
gremial y apurar el sistema que los causaba mal
podrían conocerse los principios que conviene
adoptar y los yerros que deberemos alejar.
“Para mayor conocimiento de esta importante
materia, compara nuestra policía gremial con la de
Inglaterra, Holanda, Francia y algunas ciudades de
Italia y concluye <349a> su Discurso proponiendo
varias reglas fundamentales para la revisión y
corrección de las ordenanzas de los gremios.”
Luego siguen setenta y nueve extractos formados por D.
Pedro Davout de las descripciones de artes y oficios
publicadas por la Academia de las Ciencias de París. Otro de
un libro sobre la pesca del arenque y abadejo. Una memoria de
D. Manuel Cedella sobre el arte de la relojería. Y reflexiones
de D. Francisco Bruna sobre las artes mecánicas.
La cuarta parte y tomo del “Apéndice” empieza con un
Discurso sobre el comercio activo de la nación, en el cual se
trata de los medios de mejorar y aprovechar los frutos
naturales que posee España en grande abundancia. Se prueba
que la verdadera riqueza de una nación no consiste
precisamente en la abundancia de oro y plata, sino en la de
frutos y manufacturas. Se impugna la aduana única de Cádiz,
notando los gravísimos daños que resultaron al comercio
35
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
español de haberse estancado su giro en aquel puerto. Se
vuelven a recordar otros medios de dar la mayor extensión
posible a nuestro comercio, perfeccionando la industria,
estableciendo montes-píos, removiendo trabas al comercio
interior de frutos, suprimiendo o moderando la alcabala y
demás contribuciones sobre los consumos, recargando de
derechos las manufacturas extranjeras, etc..
Su reflexiones sobre la moneda son sumamente interesante,
porque descubren y ponen a la vista uno de nuestros errores
políticos, tanto más nocivos a la felicidad <349b> pública,
cuanto más autorizados por nuestras leyes. Tales son las que
prohiben la extracción de la moneda.
“El dinero -decía- viene como un premio cierto a
los pueblos activos. A proporción de lo que trabajan
y venden al extranjero, les fomenta y acrecienta
diariamente su población. Así los signos o moneda
acuñada refluyen por una atracción necesaria, y van
a parar de mano en mano por último en poder de las
naciones aplicadas y diligentes.
“Todos los esfuerzos de las prohibiciones sobre
que no se saque moneda de la nación consumidora en
pago de los productos artificiales, que compra de las
naciones trabajadoras, son inútiles y dictadas en
unos tiempos que apenas se conocían y el tráfico de
nación a nación era muy escaso, sin tener un arreglo
constante sostenido por los comisionistas el
comercio.
“Pasar sin estos géneros en el tiempo presente no
lo permite la necesidad del vestido y ornato de las
gentes, según las costumbres actuales, pues es de
absoluta necesidad comprar las manufacturas que
nos falten o haga de moda el capricho.
“Síguese a esto la obligación de pagar lo que se
compra y dar en dinero la equivalencia de lo que no
se puede satisfacer en frutos o géneros
compensativos.
36
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
“Las leyes quieren en España que semejantes
pagas se ejecuten con otras mercancías naturales o
artificiales. Es una voluntad legal muy arreglada
pero ineficaz. <350a> Porque si no hay tales frutos ni
mercaderías equivalentes en dinero, ha de salir
forzosamente el suplemento de lo que se compra de
más, comparado con lo que le vendamos de menos.
“Dirá alguno que este precio puede salir en letras
de cambio. Por más que discurran los
entendimientos, este exceso se ha de realizar en
moneda a beneficio del extranjero dueño de los
géneros. Una nación no puede librar contra la otra
más cantidad que el importe de los géneros o dinero
que remite a ella. Lo que compre de más lo ha de
realizar en dinero, o porque lo envíe en especie, o lo
entregue al comisionista del extranjero dueño de las
mercaderías dentro de España en moneda.
“Hay menos daño en dar dinero efectivo al
extranjero, que algunos materiales. Los cueros, por
ejemplo, triplican el valor curtidos en el Reino. Un
cuero al pelo de Buenos Aires, vale seis pesos.
Curtido deja dieciocho, en que los curtidores del
Reino gozan dice pesos por la maniobra del
curtido...”
Continúa proponiendo otras muy juiciosas reflexiones para
combatir el mencionado error acerca de la extracción de la
plata, y manifestar las grandes ventajas que podríamos sacar
del libre comercio de ésta, así en pasta, como labrada y en
moneda, y admirándose de que todavía en estos tiempos
hubiese en españoles imbuidos de tan rancias y dañosas
opiniones.
“¡Que males -decía- ha sufrido la España por
<350b> no haber querido discernir con claridad en
qué consistía el daño, o por mejor decir, la causa
única y permanente de ellos! Con todo, se ve a
37
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
nuestros políticos clamar contra la salida del dinero
incesantemente, como si lo signos tuviesen la virtud
de consolidar riqueza durable a una nación que
descuida el trabajo y trae de fuera la mayor parte de
lo que consumen los naturales.”
Al mismo tiempo que el Sr. Campomanes notaba
francamente los errores políticos de su nación, no podía sufrir
que los extranjeros la calumniaran en otros hechos injuriosos
que inventó su malicia o su ignorancia de nuestra historia y
legislación. Este es el verdadero patriotismo.
A continuación del Discurso antecedente, sigue el
Memorial de Francisco Martínez de la Mata, ilustrado con
apreciables notas del Sr. Campomanes, de cuyo mérito se ha
hablado en el artículo de este escritor y en el de D. Miguel
Álvarez de Ossorio.
Por estos ligeros extractos, puede formarse algún
conocimiento de la bastísima instrucción del Sr. Campomanes
en las ciencias y materias propias de un magistrado y,
particularmente, en la economía política, que acaso es la más
necesaria de todas por el grande influjo que tienen los jueces,
bien sea en la promulgación o bien en la ejecución de las leyes
agrarias, fabriles y mercantiles.
Su mérito extraordinario en estas materias fue reconocido y
celebrado por los extranjeros más doctos y más juiciosos
<351a>. Hablando de los Discursos sobre la industria y
educación popular y sus “Apéndices”, decía el famoso inglés
Robertson lo siguiente:
“Casi todos los puntos de alguna importancia
pertenecientes a la policía interior, impuestos,
agricultura, manufacturas, comercio, tanto nacional
como extranjero, están tratado en estas obras. Pocos
autores se encuentran aun en las naciones más
versadas en el comercio, que hayan adelantado tanto
sus especulaciones con tan profundo conocimiento de
aquellos diferentes ramos, y con tanta desimpresión
38
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
de las preocupaciones nacionales y vulgares, o que
hayan unido tan bien la tranquilidad de la filosofía
con el celo ardiente de un ciudadano animado del
amor al bien público. Aquellas obras son muy
estimadas de los españoles, lo cual es una prueba
evidente del progreso de sus luces, pues están en
disposición de gustar de un autor que piensa con
tanta energía y libertad.
“Si se comparan -continúa- la producciones de la
industria española actual, con las que se vieron en
tiempo de los últimos reyes de la Casa de Austria, los
adelantamientos de los españoles parecieran
considerables y bastantes para dar celos y apurar los
esfuerzos de las naciones que el día de hoy están en
posesión del comercio lucrativo, que los españoles
intentan arrancarles. Sobre todo una circunstancia
debe contribuir a fijar la atención de las demás
potencias de Europa sobre las operaciones de la
España, y es que <351b> éstas no son solamente el
fruto de la sabiduría de la Corte y de sus ministros.
El espíritu nacional auxilia la previsión del soberano
y aumenta sus efectos. Se han engrandecido las ideas
de la nación, no solamente acerca del comercio, sino
también sobre la administración interior. Todos los
autores modernos reconocen en estos dos ramos del
gobierno los vicios que sus mayores, o no quisieron
confesar por orgullo, o no llegaron a conocer por su
ignorancia.8
Además de estas obras con que el Sr. Campomanes se
esmeró en propagar el estudio de la economía política, se le
debe la edición del Proyecto económico de D. Bernardo Ward,
cuyo prólogo escribió él mismo, y otros innumerables escritos
y oficios con que promovió e ilustró la Sociedad Económica
de Madrid y otras del Reino.
8
Hist. d`Amerique, tom. 3, not. 98.
39
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
Todos sus escritos son unos manantiales fecundísimos de
noticias y reflexiones utilísimas para los mayores
adelantamientos de esta ciencia. Todos los buenos españoles
debieran leerlos continuamente, pero mucho más los
magistrados, a quienes su alto y honorífico destino les
constituye en situación de influir más directamente en la
felicidad pública.
Es verdad que las obras del Sr. Campomanes, y
particularmente las citadas y extractadas en este artículo,
tienen algunos defectos, como lo advirtió el autor de citado
elogio, a quien nadie podrá tachar de enemigo <352a> de su
gloria literaria.
“En estas producciones de Campomanes -dice aquel sabio
abogado- están las ideas un tanto desordenadas y por lo
mismo se hallan con disgusto algunas repetidas, y acaso se
encontrará una u otra inconsecuencia o contrariedad. Es
verdad también que el autor se deja arrastrar frecuentemente
de algunos pensamiento que se encontraban acreditados y aun
se han repetido después por muchos de los más acreditado
economistas del siglo XVIII. Por ejemplo, creer que florecerán
las artes nacionales prohibiendo o dificultando mucho la
introducción de lo fabricado en el extranjero. Que la mayor
desgracia de una nación está en que salga de ella mucho
dinero. Y que, al contrario, será su mayor fortuna haber leyes
directas que consigan tan lisonjeros fines y perpetúen en un
Estado la propiedad con este atesoramiento de metales. Ideas
en la realidad falsas, deseos imposibles y que el empeño de
verificarlos no traería sino males y desventuras...
“También es difícil componer en Campomanes un cierto
afán reglamentario que manifiesta en sus escritos y siguió en
muchas de sus empresas, habiendo mostrado en varios
lugares que ninguna cosa hay más contraria a los progresos
de las prosperidad nacional que sujetar a leyes el uso que
40
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
cada cual puede hacer de sus propiedades <352b>9 y de los
frutos de su industria.”
Los mismo defectos que advirtió este autor en las obras
económicas del Sr. Campomanes, pueden notarse en todas las
demás, defectos que rebajan mucho su mérito, disminuyen la
fuerza de la verdad y el raciocinio, y que privaron a la nación
de gran parte del fruto que pudieran producir en circunstancias
muy favorables a las reformas más interesantes.
Por ejemplo conocía muy bien aquel digno magistrado la
corrupción de nuestras más célebres universidades y que,
como él mismo decía, el mal método de los estudios tenía
lánguido el orden político y era el que sostenía las
precauciones, los sofismas y las superfluidad en lugar de la
ciencia y la verdad.10
A su grande ingenio no debía ocultársele que la reforma de
los estudios nunca debe esperarse de los mismos que han
ocasionado su corrupción. Que para el mayor adelantamiento
de las ciencias y artes era necesario extinguir absolutamente
las universidades indotadas, porque sin rentas competentes no
puede haber buenos maestros ni buenos discípulos. Que la
localidad de algunas universidades mayores no es la más
proporcionada para la concurrencia de estudiantes. Que
convendría refundirlas y trasladar alguna a la Corte, con lo
cual se facilitaría <353a> a éstos más medios de subsistencia,
más provechosos aplausos y estímulos para sus
adelantamientos y siendo, como lo es, en todos los estados el
centro de su ilustración política y científica, contribuiría
infinito su mudanza a rectificar las ideas u el gusto literario.
Que los ejercicios académicos con que se ganan los grados y
las cátedras no son los más a propósito para probar la
idoneidad de los candidatos... .
Pero lejos de proponerse en los escritos del Sr.
Campomanes sobre los estudios, éstos y otros semejantes
9
(N.d.a.) En las notas al citado Elogio, pág. 61
(N.d.e.) Sempere incluye esta nota sin su correspondiente llamada intertextual.
10
(N.d.a.) En la Respuesta fiscal sobre el método de estudios de la Universidad de Alcalá.
41
Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO
de Pensamiento Político Hispánico
Juan Sempere y Guarinos,
D. Pedro Rodríguez Campomanes.
medios radicales de reformar las universidades, se le ve
condescender a la enseñanza por el Goudin, Leridan y otros
autores no menos despreciables, aprobar11 las cátedras de
Digesto y Código, y otros vicios de los antiguos métodos.
A pesar de estos defectos, es muy cierto lo que dice el Sr.
Arnao, que en dichas obras y, particularmente, en las
económicas, hay un caudal grandísimo de erudición y noticias
geográficas, artísticas y de otros géneros que instruyen al
lector extraordinariamente. Un manejo familiar y designación
de los libros y de los conocimientos que deben adornar a todo
buen patricio. Un despertador de los magistrados y demás
personas que tienen influjo en el gobierno o en la opinión de
los pueblos, que llama su atención hacia mil objetos a que
acaso jamás habían oído, debían tener puestos de continuo sus
ojos y <353b> su meditación. Un compendio de mil doctrinas
interesantes para proveer a los males públicos de remedios,
que al menos hagan soportables sus doloroso efectos y
sostengan el edificio político, mientras tanto que se halla y se
corrige la raíz de todos ellos. Una producción en fin que no
puede escribirse, sino por un sabio de primer orden y que
admira cuando se piensa que éste lo hizo y publicó en
brevísimo tiempo y en medio de las gravísimas fatigas de su
oficio. <354a>
11
(N.d.e.) Corrección en lugar de “apoyar”, tachado.
42
Descargar