SL8157-2016 - Corte Suprema de Justicia

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN LABORAL
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
Magistrada Ponente
SL8157-2016
Radicación n° 74171
Acta 20
Bogotá, D.C, ocho (08) de junio de dos mil dieciséis
(2016).
Decide la Corte el recurso de anulación interpuesto por
el SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA
INDUSTRIA
AGROCOMBUSTIBLE
MINERA,
PETROQUÍMICA,
Y
ENERGÉTICA
«SINTRAMIENERGÉTICA», contra el laudo arbitral proferido
el 25 de febrero de 2016, por el Tribunal de Arbitramento
Obligatorio convocado para dirimir el conflicto colectivo
suscitado entre el recurrente y la empresa MINAS LA
CUMBRE Y/O HERNANDO PINZÓN PRIETO.
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Radicación n° 74171
I.
ANTECEDENTES
El 22 de septiembre de 2014, la organización sindical
SINTRAMIENERGÉTICA, de primer grado y de industria,
presentó a la compañía MINAS LA CUMBRE Y/O HERNANDO
PINZÓN PRIETO el pliego de peticiones que dio origen al
diferendo colectivo.
Surtidas las conversaciones de rigor en la etapa de
arreglo directo, las partes no llegaron a ningún acuerdo
respecto de los puntos planteados en el pliego, motivo por el
cual el Ministerio del Trabajo ordenó la constitución e
integración de un tribunal de arbitramento para que
dirimiera el referido conflicto.
El Tribunal se instaló el 1º de febrero de 2016 y, una
vez adelantado el trámite correspondiente, emitió laudo
arbitral el 25 de febrero del mismo año.
Dentro del término previsto en el art. 143 del C.P.T. y
S.S., el apoderado del sindicato interpuso y sustentó recurso
de anulación, el cual no fue objeto de réplica por parte de la
empresa.
II.
RECURSO DE ANULACIÓN
Solicita el sindicato la «anulación parcial» de los artículos
8, 9, 11, 13, 16, 17, 18, 20, 21, 27, 30, 35 y 37, y se
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Radicación n° 74171
«devuelva a los árbitros el expediente por intermedio del Ministerio
del Trabajo» con el objetivo de que se pronuncien respecto a
esos puntos.
Fundamenta su solicitud en torno a dos grandes
motivos
de
inconformidad:
(a)
el
Tribunal
omitió
pronunciarse respecto a las peticiones 8, 9 y 11, a pesar de
tener competencia para ello; (b) la decisión respecto a los
pedimentos 13, 16, 17, 18, 20, 21, 27, 30, 35 y 37, es
manifiestamente inequitativa y se adoptó «sin motivación
fundada».
(a)
Puntos en relación con los cuales se invoca la
falta de competencia
Indica el sindicato que la consideración de los árbitros
según la cual «no tienen competencia para decidir», por
corresponder los artículos 8 (Salud), 9 (Exámenes médicos
para los trabajadores) y 11 (Comité de higiene y seguridad),
«a aspectos eminentemente jurídicos o normativos», que «competen
más a la composición o negociación directa de las partes, pues
constituyen derechos o facultades reconocidas a éstas, tanto en la
Constitución, como en normas internacionales y en las leyes del
trabajo», es errada.
Para explicar sus aserciones, sostiene que el parágrafo
2º del art. 8º del pliego de peticiones, es estrictamente
económico y de competencia de los árbitros, debido a que
consagra una suma de dinero en favor del trabajador
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Radicación n° 74171
cuando quiera que, con ocasión de su enfermedad, se
aconseje por orden médica un cambio de actividad dentro de
la empresa. Precisa que con ello se busca que no se vean
afectados los ingresos económicos del empleado.
Simétrica reflexión presenta respecto del par. 2º del art.
9º y el par. 3º del art. 11, pues, a su juicio, dichos
pedimentos entrañan cuestiones económicas y, por ende, de
competencia de los árbitros.
Agrega que el tribunal, al estimar que estos puntos se
encontraban fuera de su órbita de competencia, debió
resolverlos mediante un pronunciamiento inhibitorio, más
no negarlos en la parte resolutiva.
(b)
Puntos en relación con los cuales se aduce que
hubo un pronunciamiento «sin motivación fundada» y
una manifiesta inequidad
Se queja la censura de que el tribunal haya resuelto
desfavorablemente los artículos 13 (Para asistir a EPS o
ARL), 16 (Auxilio por muerte del trabajador), 17 (Auxilio por
muerte de familiares), 18 (Auxilio por maternidad), 20
(Auxilio de lentes), 21 (Auxilios escolares), 27 (Auxilio de
alimentación), 30 (Transporte), 35 (Primas extralegales) y 37
(Salarios), de forma manifiestamente inequitativa y sin una
argumentación fundada.
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Radicación n° 74171
Así, respecto al art. 13, sostiene que la solución
alternativa acogida por el tribunal, en relación con lo pedido
en el pliego, y según la cual el empleado debe presentar el
comprobante de pago o tiquete del bus para obtener su
reembolso, en los eventos en que requiera atención médica
en un lugar diferente a su sitio de trabajo o residencia, «hace
nugatorio este derecho ya que es sabido que tratándose de viajes
intermunicipales los conductores y ayudantes no entregan tiquetes
o comprobantes de pago, el trabajador que acude a una cita
médica tendría que ir hasta el terminal de transporte respectivo
para comprar el tiquete y esto haría más onerosa la carga para el
trabajador para reclamar una suma irrisoria […]». Por tal motivo,
asevera que «a pesar de que se enuncia el principio de equidad
para justificar lo dispuesto en esta cláusula, dista mucho de ser
equitativo y poco probable que sea utilizado por los trabajadores
beneficiarios».
Disiente de las razones esgrimidas por el tribunal para
negar la petición 16 (Auxilio por muerte del trabajador),
pues, el hecho de que los trabajadores estén afiliados a una
EPS y en virtud de esa vinculación se cause un auxilio
funerario,
no
es
razón
para
negar
esta
prestación
económica, ya que la ley laboral establece mínimos con
vocación de ser superados individual o colectivamente.
Respecto a los puntos 17 (Auxilio por muerte de
familiares), 18 (Auxilio por maternidad) y 20 (Auxilio de
lentes), aduce que en ninguna parte del laudo se menciona
la situación económica y administrativa de la empresa, como
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Radicación n° 74171
para que se pueda válidamente argumentar que «se niega este
punto teniendo en cuenta que lo que se pide resulta ser oneroso
para la empresa y por ende hace más gravosa la situación
económica y administrativa de la misma». De la mano con esto,
precisa que «no se trata de que todo lo que se pida sea concedido,
pero sí que la argumentación tiene que ser fundada y en equidad
para llegar a la conclusión de negar total o parcialmente la
propuesta contenida en el pliego».
Frente a la petición 21 (Auxilios escolares), señala que
la
decisión
arbitral
adoptada
sobre
la
base
del
desconocimiento del número de hijos de los trabajadores, el
grado de escolaridad y la cantidad de hijos con derecho a
educación superior, no la comparte, debido a que los
árbitros pueden en equidad «determinar un número justo de
beneficiarios por trabajador» y un monto en dinero adecuado.
Dice,
en
torno
a
la
petición
27
(Auxilio
de
alimentación), que la decisión denegatoria del tribunal,
auspiciada por el hecho de que la empresa cubre el 50% del
auxilio por alimentación y que en la actualidad no tiene
capacidad económica para ofrecerlo, debe ser invalidada,
toda vez que no existe un párrafo que conduzca a esa
conclusión, de manera que «este vacío va en contravía con el
principio de congruencia, razonabilidad, equidad e igualdad que
debe orientar la actividad de los árbitros al resolver un conflicto
económico», pues «no se trata de negar por negar, los árbitros
deben solucionar de manera alternativa un conflicto con razones
respetables y justas, no simplemente con afirmaciones infundadas
o simplemente indemostrables».
6
Radicación n° 74171
Respecto a los artículos 30 (Transporte) y 35 (Primas
extralegales), sostiene que la negativa del tribunal no podía
fundamentarse en que la empresa cancela el auxilio legal de
transporte y en algunos eventos el de rodamiento, o que
paga las primas de ley, ya que el conflicto colectivo lo que
busca es precisamente superar los mínimos de ley, por lo
que
las
decisiones
económicas
y
deben
soportadas
estar
en
basadas
en
documentos
razones
financieros,
contables, etc.
Finalmente, en lo que hace a la petición 37 (Salarios)
asegura
que
fundamentación
«la
argumentación
ya
que
a
los
del
tribunal
trabajadores,
carece
tal
como
de
lo
mencionaron no les han aumentado salario desde hace 5 años,
vienen devengando el mismo salario desde el año 2012, la fórmula
que transcribe el tribunal en este punto es la misma que aplica
desde el 2012 y con las mismas cifras, aunque si están las
nóminas desde el 2012 pueden variar en el monto con cifras más
bajas desde el 2014». Agrega que la inflación afecta a los
trabajadores desde el 2012, con el agravante de no tener
aumento dentro de los dos años de vigencia del laudo,
motivo por el cual, la decisión de los árbitros rompe el
equilibrio entre salario y prestación del servicio.
III.
CONSIDERACIONES
1. Reflexiones preliminares
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Radicación n° 74171
Antes de abordar el estudio del recurso, considera la
Sala
indispensable
recordar
e
insistir
acerca
de
las
características que definen al recurso extraordinario de
anulación, desde dos puntos de vista: (1º) la competencia
decisoria de la Sala; y (2º) el carácter dispositivo de la
argumentación del recurso y los motivos que provocan la
anulación del laudo.
1.1 Competencia decisoria de la Sala
El art. 143 del C.P.T. y S.S. prevé:
ARTICULO 143. - D. 1818/98 art. 195. Homologación de
laudos de tribunales especiales. El laudo que profiera un
tribunal especial de arbitramento, cuando el arbitraje fuere
de carácter obligatorio, será remitido con todos sus antecedentes
al Tribunal Supremo del Trabajo (hoy Sala Laboral de la Corte
Suprema), para su homologación, a solicitud de una de las partes
o de ambas, presentada dentro de los tres días siguientes al de
su notificación. El tribunal, dentro del término de cinco días,
verificará la regularidad del laudo y lo declarará exequible,
confiriéndole fuerza de sentencia, si el tribunal de arbitramento no
hubiere extralimitado el objeto para el cual se le convocó, o lo
anulará en caso contrario.
Si el tribunal hallare que no se decidieron algunas de las
cuestiones indicadas en el decreto de convocatoria, devolverá el
expediente a los árbitros, con el fin de que se pronuncien sobre
ellas, señalándoles plazo al efecto, sin perjuicio de que ordene, si
lo estima conveniente, la homologación de lo ya decidido.
De acuerdo con la disposición transcrita, la Sala, al
momento de emitir una sentencia que resuelve un recurso
de anulación, puede adoptar las siguientes decisiones: (I)
declarar exequible el laudo, confiriéndole fuerza de sentencia
o, lo que es lo mismo, NO anularlo; (II) anularlo cuando
aparezca fundado un motivo de invalidez; (III) devolver el
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Radicación n° 74171
expediente al Tribunal cuando los árbitros hayan omitido
decidir sobre algunos puntos para los cuales fueron
convocados.
De la mano con esas tres posibilidades de orden legal
en las que puede desembocar el resultado del recurso, y de
forma
muy
excepcional,
la
jurisprudencia
de
esta
Corporación, en aras preservar la voluntad de los árbitros y,
en esa medida, salvaguardar el arbitraje como uno de los
medios eficaces y óptimos para la solución de los conflictos
colectivos, ha aceptado la viabilidad de introducir (IV) «[…]
precisos elementos que modifiquen el significado, alcance, o
entidad de una cláusula, para despojarlas de los rasgos jurídicos
o económicos que la hacen ilegal o inequitativa» (CSJ SL, 15 may.
2007, rad. 31381). Con ello, se busca conservar el contenido
esencial de algunas cláusulas, mediante la precisión,
modificación o aclaración de algunas notas o frases que, de
no existir, hacen que la disposición sea perfectamente
rescatable. Desde luego, para que ello sea así, debe existir
un pronunciamiento positivo de los árbitros respecto a algún
punto del pliego de peticiones, que, en aras de su
saneamiento, la Corte pueda entrar a condicionar o modular
para despojarlo de los elementos que lo hacen abiertamente
inequitativo o ilegal.
De esta forma, el abanico de decisiones que puede
adoptar la Corte al resolver el recurso de anulación es un
tanto restringido y limitado, pues se contrae a esas tres
posibilidades (anula, no anula o devuelve) y a una cuarta
muy excepcional (condiciona o modula), sin posibilidad
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Radicación n° 74171
alguna
de
que,
adicional
a
estas
soluciones
y
subsiguientemente, puedan adoptarse otras decisiones,
como podría ser la de emitir fallos de reemplazo.
Al respecto, en sentencia CSJ SL13016-2015, esta Sala
explicó:
[…] la competencia de la Corte se contrae a (i) invalidar una
determinada decisión cuando exhiba un motivo de anulación o (ii)
declararla exequible en caso contrario; o (iii) a devolver el
expediente a los árbitros cuando hayan omitido pronunciarse
respecto de un punto sobre el cual se encuentren en el deber de
hacerlo. Pero en definitiva no tiene atribuciones para dictar un
fallo de reemplazo, sustituyendo el deber de los árbitros de
decidir en equidad.
Siendo ello es así, es de advertir que el recurso de anulación
propuesto por la organización sindical no puede tener éxito,
puesto que, en últimas, lo que se persigue con él es que esta Sala,
por vía del recurso extraordinario, anule parcialmente unas
disposiciones del laudo y conceda unos auxilios y beneficios no
reconocidos expresamente por el Tribunal de Arbitramento.
1.2 Motivos de anulación y carácter dispositivo del
recurso
De manera preliminar al estudio de los motivos de
anulación, conviene recordar que a partir de la entrada en
vigencia de la L. 712/2001, el antes denominado recurso de
homologación pasó a ser un recurso extraordinario orientado
a la anulación de los laudos arbitrales, lo que significa que
su nueva caracterización presupone dos cosas: (i) la
necesidad de concretar los motivos de anulación; y (ii) el
carácter dispositivo de su argumentación, en cuya virtud se
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Radicación n° 74171
deben aportar las razones de la solicitud de anulación y la
Corte debe ceñirse a las causales invocadas.
Claro esto, al igual que las actividades que puede
adelantar la Corte al resolver un recurso de anulación
(resultado del recurso), conviene ahora enunciar los motivos
que provocan la decisión de la Sala en uno u otro sentido
(motivos de anulación).
Al respecto, el Código Sustantivo del Trabajo (art. 458),
el Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social (art.
143) y la jurisprudencia de esta Sala, han establecido las
causales o motivos que pueden esgrimirse en el recurso
extraordinario, en función de lo que se persigue a través de
él, así:
(I) Anulación del laudo arbitral: Legalmente los motivos
de anulación se condensan en los arts. 143 del C.P.T. y S.S.
y 458 del C.S.T., que establecen que hay lugar a la
anulación del laudo arbitral: (a) cuando el tribunal de
arbitramento «hubiere extralimitado el objeto para el cual fue
convocado» o, puesto en otros términos, cuando la decisión
no se circunscriba a los puntos que quedaron por fuera de
los acuerdos logrados entre las partes en la etapa de arreglo
directo; y (b) cuando afecte derechos o facultades de las
partes reconocidos por la Constitución Política, las leyes o
normas convencionales vigentes.
11
Radicación n° 74171
A partir de una construcción jurídica elaborada con
apego al principio jurídico de la equidad, como valor
fundamental en el derecho del trabajo, la jurisprudencia de
esta Sala ha consensuado en la posibilidad excepcional de
anular algunas normas dispuestas en los laudos arbitrales,
cuando (c) se exhiban manifiestamente inequitativas; con lo
cual se abre el espectro de los motivos de anulación y se
incluye una tercera de carácter excepcional.
(II)
Devolución
del
expediente
al
Tribunal
de
Arbitramento: De acuerdo con la regla prevista en el
apartado segundo del art. 143 del C.P.T. y S.S., si la Sala
«hallare que no se decidieron en el decreto de convocatoria,
devolverá el expediente a los árbitros, con el fin de que se
pronuncien sobre ellas». En este orden, es enteramente
plausible que, ante decisiones inhibitorias, el recurrente
persiga a través del recurso, no la anulación del laudo sino
su devolución al tribunal para que éste decida un tema de
su competencia.
(III) Modulación o condicionamiento del laudo arbitral:
Dado que la intención de quien recurre en estos eventos es
la de conservar la esencia de la decisión de los árbitros y
obtener la eliminación o supresión de aquellos elementos o
rastros de ilegalidad o inequidad vertidos en la cláusula, los
motivos que deben argüirse son los mismos previstos para la
anulación del laudo, pero con un enfoque distinto, es decir,
orientado
no
a
obtener
la
anulación
total
de
las
disposiciones sino a salvaguardar su contenido primordial
mediante la modificación o supresión de aquellos aspectos
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Radicación n° 74171
accesorios que entren en contradicción con el orden jurídico
y mínimos estándares de equidad.
Conforme a todo lo expuesto, cabe concluir entonces
que mientras los motivos de anulación hacen referencia a
las causales y argumentos en que se apoya el recurrente con
el propósito de obtener la invalidación del laudo o la
corrección de algunas de sus cláusulas para preservar su
vigencia y esencia (cuestión de validez), la solicitud de
devolución
en
cambio
versa
sobre
una
cuestión
de
competencia y su argumentación debe estar encaminada a
demostrarle a la Corte que el Tribunal omitió pronunciarse
expresamente sobre un punto para el cual tenía plenas
facultades.
2. Caso en concreto
En el recurso interpuesto se pretende, en últimas, la
devolución del expediente al tribunal, y con ese objetivo, su
sustentación se estructura sobre dos tópicos: (2.1) uno
relacionado con la competencia de los árbitros para
pronunciarse en relación con las peticiones consagradas en
el parágrafo 2º art. 8º, párrafo segundo art. 9º y parágrafo 3º
art. 11 del pliego; y otro (2.2) atinente a la validez de las
decisiones denegatorias de las pretensiones 13, 16, 17, 18,
20, 21, 27, 30, 35 y 37 del pliego.
2.1. Competencia de los arbitradores
13
Radicación n° 74171
Antes de abordar el análisis de los argumentos del
recurrente, vale la pena dejar en claro, que si bien en la
parte resolutiva el tribunal de arbitramento negó las
peticiones de los arts. 8, 9 y 11, tal determinación es
materialmente asimilable a una decisión inhibitoria, en la
medida que estuvo precedida del razonamiento conforme al
cual,
los
árbitros
carecían
de
competencia
para
pronunciarse en torno a esos temas, pues «corresponden a
aspectos eminentemente jurídicos o normativos», que «competen
más a la composición o negociación directa de las partes, pues
constituyen derechos o facultades reconocidas a éstas, tanto en la
Constitución, como en normas internacionales y en las leyes del
trabajo».
Dicha
esta
aclaración,
resulta
ilustrativo
a
continuación transcribir las peticiones frente a las cuales el
recurrente
considera
que
el
tribunal
tenía
plena
competencia para pronunciarse, así:
Art. 8º, parágrafo 2º. […] Cuando por determinación de la EPS o
la ARL sea necesario reubicar a un trabajador por razones de
salud, la Empresa lo hará sin que el trabajador sea desmejorado
en su remuneración salarial promedio que tuviese al momento de
la reubicación por orden médica. Queda entendido que el
trabajador no sufrirá ninguna disminución salarial de su
promedio, aunque fuere promovido de su turno habitual y
entrenándole para su nueva labor.
Art. 9º, párrafo segundo. […] La Empresa suministrará el
servicio de aparatos ortopédicos, muletas y sillas de ruedas
cuando por necesidades de salud sean requeridos por los
trabajadores sin ningún costo, debiendo el Trabajador devolver
dichos elementos cuando el médico determine la cesación de uso.
Art. 11, parágrafo 3º. […] La empresa reconocerá y garantizará
el salario promedio del trabajador como si estuviera laborando,
por el tiempo que duren las incapacidades otorgadas por la EPS o
ARL correspondientes.
14
Radicación n° 74171
Pues bien, a juicio de la Sala, la censura tiene razón en
lo que corresponde a los pedimentos consagrados en el
parágrafo 2º art. 8º, parágrafo 3º art. 11, y parcialmente
frente al párrafo segundo del art 9º del pliego (préstamo de
silla de ruedas en los términos que se explicarán mas adelante),
toda vez que su resolución no compromete normas del
trabajo de orden público, ni derechos o facultades de las
partes, sino, más bien, su reafirmación, consolidación y
amplificación de su espectro de protección, mediante el
reconocimiento de los derechos ya existentes y la superación
de los previstos.
Nótese como el parágrafo 2º del art. 8º lo que hace es
reafirmar el derecho de los trabajadores a conservar sus
condiciones salariales en los eventos en que, por orden
médica, deban ser reubicados en un cargo compatible con
sus capacidades y aptitudes. Para ello, se especifica, a modo
interpretativo, que en las hipótesis en que «fuere promovido de
su turno habitual y entrenándole para su nueva labor», tendrá
derecho a mantener su salario promedio.
Esta última petición, de mantenimiento de los ingresos
promedio que el trabajador percibía con anterioridad a la
contingencia o enfermedad, no riñe con las normas de
riesgos laborales o de salud, sino que, por el contrario,
tiende, de forma sana, a efectivizar su realización, mediante
la aclaración de la forma en que deben ser preservadas las
condiciones salariales de los trabajadores reubicados en la
empresa y, por esto, puede ser objeto de decisión arbitral.
15
Radicación n° 74171
En lo concerniente al parágrafo 3º del art. 11 del
pliego, cabe decir que, conforme a la jurisprudencia de esta
Sala, los árbitros tienen competencia para pronunciarse
sobre cualesquiera mejoras en los campos del derecho
laboral individual, colectivo y de seguridad social, a
condición que ello no represente una extralimitación de las
funciones del tribunal, en relación con lo que es objeto de
arbitramento; no
transgreda los derechos o facultades de
las partes, y no riña con normas imperativas de orden
público.
En lo que toca con lo último –respeto e intangibilidad de
las normas de orden público-, la Sala ha precisado que ello se
cumple cuando: (i) se acata lo dispuesto en A.L. 01/2005 en
lo que hace a la prohibición de laudar en torno a
condiciones pensionales diferentes a las establecidas en las
leyes del sistema general de pensiones; (ii) se evitan
alteraciones y desajustes en la estructura, organización y
funcionamiento de los subsistemas de seguridad social,
como pueden ser la sustracción, traslado o reasignación de
obligaciones y responsabilidades establecidas en la ley,
modificación del monto y porcentaje de las cotizaciones; y
(iii) no se impone al empleador cargas y prestaciones que por
mandato legal le corresponde satisfacer exclusivamente a las
entidades del sistema, por ejemplo, servicios del Plan
Obligatorio de Salud.
16
Radicación n° 74171
Todos estos aspectos fueron analizados en providencia
CSJ SL3269-2016, en estos términos:
Se equivoca el recurrente al afirmar, sin ulteriores reflexiones, que
los árbitros no pueden crear obligaciones en materia de seguridad
social.
Es imperioso recordar que la superación de los beneficios
consagrados en la ley o en instrumentos convencionales
preexistentes, puede darse en dos vías. Por un lado, mediante la
creación de nuevos derechos (superación por creación) y por otro a
través de la complementación o adición de los ya existentes
(superación por adición). Así, esta Corporación, en sentencia de
anulación CSJ SL13016-2015, refiriéndose a las facultades de los
arbitradores señaló que para decidir en equidad éstos «pueden
pronunciarse con respecto a cualesquiera mejoras que superen los
mínimos previstos en la ley, bien sea mediante la creación de
nuevos beneficios o la complementación de los ya existentes».
De otra parte, ha estimado la Sala que el ejercicio de la justicia
arbitral encuentra un límite en (i) los acuerdos logrados por las
partes en las etapas de arreglo directo; (ii) el respeto de los
derechos o facultades del empleador y los trabajadores
reconocidos por la Constitución Política, las leyes o normas
convencionales vigentes; y (iii) la observancia del orden jurídico
estatuido, y dentro de éste, la equidad como principio general del
derecho (CSJ SL17703-2015).
[…]Ahora, si bien la Sala ha aceptado la posibilidad de que los
árbitros emitan decisiones encaminadas a lograr mejoras en los
derechos de los trabajadores, incluidos aquellos relacionados con
los sistemas de protección social, también ha considerado que
dicha atribución tiene límites.
Estos límites, indudablemente ligados con el respeto al orden
público preestablecido, tienen que ver con la no alteración o el
desquiciamiento de la estructura, organización y funcionamiento
del sistema de seguridad social.
[…] No es ajeno para la Corte que en la sentencia CSJ SL, 4 dic.
2012, rad. 55501 se señaló que los árbitros no pueden crear
pagos adicionales por incapacidades en la medida que son las
partes involucradas en el conflicto las llamadas a convenir
libremente ese aspecto; sin embargo, tal postura, como puede
advertirse en el anterior recuento, ha ido evolucionando a través
de diferentes sentencias emitidas respecto al tema.
Por ello, hoy en día, existe una jurisprudencia consolidada que
acepta la posibilidad de los árbitros de pronunciarse y conceder
prestaciones adicionales a las previstas en el sistema de
17
Radicación n° 74171
seguridad social, respetando, eso sí, las normas imperativas de
orden público, lo cual implica: (i) acatar lo dispuesto en A.L.
01/2005 en lo que hace a la prohibición de laudar en torno a
condiciones pensionales diferentes a las establecidas en las leyes
del sistema general de pensiones; (ii) evitar alteraciones y
desajustes en la estructura, organización y funcionamiento de los
subsistemas de seguridad social, como pueden ser la sustracción,
traslado o reasignación de obligaciones y responsabilidades
establecidas en la ley, modificación del monto y porcentaje de las
cotizaciones; (iii) no imponer al empleador cargas y prestaciones
que por mandato legal le corresponde satisfacer exclusivamente a
las entidades del sistema, por ejemplo, servicios del Plan
Obligatorio de Salud.
A la luz de las reflexiones precedentes y en lo que al caso en
estudio concierne, es fácil concluir que la cláusula arbitral
cuestionada
resulta
completamente
válida,
ya
que
indiscutiblemente representa una mejora en los derechos sociales
de los trabajadores, pues adicional al porcentaje que por
concepto de incapacidad temporal debe reconocer la EPS, el
empleador debe entregar otro tanto, cuya cifra varía en función
del número de días de incapacidad, así: 13.4% adicional al
66,66% reconocido por la EPS hasta completar un 80% del IBC,
desde el día 31 hasta el 89 de incapacidad; y un 16.6% adicional
al 50% reconocido por la EPS hasta completar un 66,66% del IBC,
a partir del día 90 y hasta el 180 de incapacidad.
Por estas razones, los árbitros tienen competencia para
fijar en cabeza del empleador la obligación de sufragar en
favor de los trabajadores las diferencias dinerarias no
pagadas por incapacidad por la EPS, de modo que se
garantice el pago íntegro del salario, como si el empleado
incapacitado estuviera efectivamente laborando. Y por ello,
es válido que la obligación económica de la EPS, durante los
primeros
90
días,
de
entregar
un
auxilio
monetario
equivalente a las dos terceras (2/3) partes del salario, sea
complementada, mediante la imposición al empleador de la
obligación de pagar la tercera (1/3) parte restante, a fin de
que el trabajador reciba una incapacidad equivalente al
monto total de su salario. O que el empleador concurra
después del día 90 a cancelar el 50% del salario, para que
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Radicación n° 74171
junto con el otro 50% a cargo de la EPS, el trabajador
perciba un sueldo completo. Al fin y al cabo, es innegable
que estas fórmulas comportan una superación de los
derechos mínimos previstos en la legislación y su previsión
normativa está lejos de vulnerar el orden jurídico social.
Todo esto explica con suficiencia que la petición
contemplada en el parágrafo 3º del art. 11, orientada a que
el empleador pague la diferencia entre lo sufragado por la
EPS por concepto de incapacidad y lo devengado por el
trabajador antes de la contingencia o enfermedad, es
susceptible de pronunciamiento arbitral, debido a que su
eventual establecimiento representa una mejora en los
derechos de los trabajadores y, por esto, debe ser estudiada
su viabilidad a la luz de la equidad.
Con
todo,
el
recurrente
no
atina,
salvo
en
lo
relacionado con el suministro de silla de ruedas –requerida
con ocasión de enfermedades o accidentes de origen común, como se
explicará-, al sostener que los árbitros tienen competencia
para pronunciarse respecto a las peticiones contenidas en el
párrafo segundo del art 9º del pliego de peticiones. Ello se
debe a que, como se explicó en la sentencia CSJ SL32692016, el tribunal no puede imponer al empleador «cargas y
prestaciones que por mandato legal le corresponde satisfacer
exclusivamente a las entidades del sistema» . Con esto, se evita
que
el
laudo
se
convierta
en
un
instrumento
de
desplazamiento de las entidades obligadas por ley a
satisfacer determinadas cargas prestacionales, o en un
mecanismo
de
reasignación
de
obligaciones
que
por
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Radicación n° 74171
disposición legal están a cargo del sistema general de
seguridad
social.
empleador,
en
Más
aras
aún,
de
cuando,
liberarse
precisamente
de
ciertas
el
cargas
asistenciales y económicas, contribuye mediante un aporte
monetario a esos entes especializados a fin de que
garanticen la cobertura y protección del trabajador ante la
ocurrencia de los riesgos asegurados.
Por
ello,
la
decisión
arbitral
de
adicionar
o
complementar (superar) los beneficios a cargo de los
sistemas de protección social, no puede sustancialmente
desplazar o sustituir a las entidades obligadas a suministrar
las prestaciones objeto de aseguramiento. Dicho de otro
modo: puede haber una relación de complementación entre
los beneficios del sistema de seguridad social y los
establecidos en el laudo, pero no una relación de exclusión,
usurpación o sustitución, por medio de la cual el empleador
entré a asumir cargas y obligaciones que no le compete y
que son propias de los entes de la seguridad social.
De ahí que el tribunal, en el caso del párrafo segundo
del art 9º no tenga competencia para conceder «aparatos
ortopédicos, muletas», dado que estos elementos son cubiertos
por la ARL o EPS, según corresponda.
Igual sucede con el suministro de «sillas de ruedas»
requerida con ocasión de lesiones de origen profesional,
dado que las ARL, en tales eventos, deben suministrar a los
trabajadores todas las prestaciones asistenciales en salud
requeridas para el mejoramiento y restablecimiento de su
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Radicación n° 74171
estado de salud, lo cual incluye su rehabilitación física y
profesional, entrega de prótesis, órtesis, muletas y sillas de
ruedas, entre otras prestaciones encaminadas a su completa
recuperación (D. 1295/1994; L. 776/2002; L. 1562/2012).
Luego, si la asistencia que brindan las ARL es íntegra en
tanto que cobija la prestación de todos los servicios de salud
que requiera el empleado afectado por una contingencia
laboral, mal harían los árbitros en asignarle al empleador la
obligación de satisfacer este tipo de prestaciones a cargo del
sistema y en virtud de las cuales pagó una prima para su
aseguramiento.
Empero, las cosas no funcionan igual en el sistema
general de salud frente a la silla de ruedas, dado que si bien
la Resolución No. 005592 de 24 de diciembre de 2015
establece que el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la
Unidad de Pago por Capitación –UPC cubre lo relacionado
con
prótesis
ortopédicas
internas
y
externas,
órtesis
ortopédicas y soportes para caminar tales como muletas,
caminadores y bastones, también lo es que en su art. 61 se
excluye expresamente la silla de ruedas del Plan. Por
consiguiente, y al estar por fuera de cobertura este
elemento, no existe obstáculo alguno para que los árbitros
se pronuncien favorable o desfavorablemente en torno a su
concesión, cuando la equidad lo juzgue conveniente
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Radicación n° 74171
En este orden de ideas, se devolverá el expediente al
tribunal de arbitramento para que se pronuncie de fondo
frente a las peticiones contenidas en el parágrafo 2º art. 8º,
párrafo segundo art. 9º y parágrafo 3º art. 11 (silla de
ruedas por necesidades de salud de origen común) del pliego
de peticiones.
2.2. Validez de las decisiones denegatorias
A la par con lo anterior, el recurrente pide la anulación
del laudo en lo que toca con los arts. 13, 16, 17, 18, 20, 21,
27, 30, 35 y 37, y, como consecuencia, la devolución del
expediente al tribunal. Esto lo sustenta en que, a su modo
de ver, el laudo es «manifiestamente inequitativo» y se
construyó «sin motivación fundada».
Pues
bien, como puede
fácilmente
advertirse, el
sindicato impugnante acepta dos cosas: (i) que el tribunal
negó expresamente la viabilidad de esos pedimentos, de
suerte que, a diferencia de lo atrás reseñado, el laudo no
contiene en rigor decisiones inhibitorias, sino de fondo; y (ii)
que la decisión se encuentra motivada, solo que, su sustento
es infundado o no acertado, o, lo que es lo mismo, su
motivación es incorrecta.
En estas condiciones, de entrada se advierte la
improcedencia de la petición del sindicato, pues debido a las
competencias regladas de esta Sala, no es posible anular las
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Radicación n° 74171
decisiones desestimatorias del laudo y a continuación dictar
fallos de reemplazo o remitir el expediente al tribunal.
Es preciso recordar que la Corte termina su gestión al
declarar
la
anulabilidad
o
no
anulabilidad
de
las
determinaciones del laudo, sin que sea procedente adoptar
decisiones subsiguientes a estas; y, adicionalmente, la
devolución del expediente al tribunal tiene lugar en aquellos
eventos en que existe una omisión de los árbitros en la
resolución de algunos puntos que debieron ser objeto de
pronunciamiento o cuando el laudo contiene decisiones
inhibitorias, razón por la cual, el debate no se sitúa en el
ámbito de la validez de las decisiones arbitrales, sino de la
competencia
de
la
justicia
arbitral
para
solucionar
determinadas cuestiones.
Es más, teniendo en cuenta que la decisión de los
árbitros fue expresamente desestimatoria de lo pedido en el
pliego –a excepción del art. 13-, no existe un objeto anulable,
es decir, una disposición o un texto normativo retirable del
ordenamiento jurídico. Ahora, si en gracia de discusión se
dijera que el objeto anulable es precisamente la decisión de
los árbitros de negar las peticiones del pliego, ello a nada
conduciría, pues de todas formas la Corte no podría entrar a
emitir una decisión de reemplazo como tampoco a devolver
el expediente al tribunal.
23
Radicación n° 74171
Para finalizar, vale destacar que, de los puntos respecto
de los cuales se pide la anulación, el tribunal solamente
acogió parcialmente el 13, por lo que en principio podría
existir un objeto anulable. Sin embargo, en perspectiva a las
intenciones del recurrente, esto es que se anule esta
disposición y se devuelva el expediente al tribunal, la Sala
no tiene otra opción más que rechazar esta pretensión, pues,
se itera, la gestión de la Corte acaba en la anulación, sin que
sea posible emitir decisiones encaminadas llenar los vacíos
generados como consecuencia del retiro del ordenamiento
jurídico de las cláusulas normativas o remitir el expediente
al tribunal para nuevos pronunciamientos. Adicionalmente,
semejante determinación redundaría en perjuicio de la
organización sindical, ya que, se le deja sin nada al
eliminarse en contra de sus intereses una decisión que,
aunque no colma sus expectativas, le es favorable.
Sin que sean necesarias otras consideraciones, se
rechaza la solicitud de anulación de los arts. 13, 16, 17, 18,
20, 21, 27, 30, 35 y 37.
IV.
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, administrando
Justicia en nombre de la República de Colombia
y por
autoridad de la ley,
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Radicación n° 74171
RESUELVE:
PRIMERO: DECLARAR EXEQUIBLE el laudo arbitral
emitido el 25 de febrero de 2016, por el Tribunal de
Arbitramento Obligatorio convocado para dirimir el conflicto
colectivo suscitado entre la empresa MINAS LA CUMBRE
Y/O
HERNANDO
PINZÓN
NACIONAL
DE
MINERA,
PETROQUÍMICA,
PRIETO
TRABAJADORES
y
DE
el
SINDICATO
LA
INDUSTRIA
AGROCOMBUSTIBLE
Y
ENERGÉTICA “SINTRAMIENERGÉTICA”.
SEGUNDO: ACCEDER a la devolución del laudo para
que el tribunal dentro de los cinco (5) días siguientes a su
instalación, se pronuncie sobre las peticiones contenidas en
el parágrafo 2º art. 8º, párrafo segundo art. 9º y parágrafo 3º
art. 11 del pliego de peticiones, conforme quedó explicado en
la parte motiva de esta providencia
Cópiese, Notifíquese, Publíquese y envíese al tribunal
de arbitramento para lo de su competencia. Si el punto que
motiva la devolución del expediente, no es objeto del recurso
de anulación, la Secretaría del tribunal deberá remitir el
presente asunto al Ministerio del Trabajo para lo de su
competencia.
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Radicación n° 74171
JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN
Presidente de Sala
GERARDO BOTERO ZULUAGA
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ
FERNANDO CASTILLO CADENA
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO
LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS
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