su crédito y renombre, desde la más remota antigüedad, los de Arnedillo y Grávalos. L a s aguas de Arnedillo son termales, con una temperatura de 52*5 grados centígrados, se hallan clasificadas como clorurado sódicas variedad bromuradas, corresponden al partido judicial de Arnedo y se hallan situadas a 400 metros de altura sobre el nivel del mar, según la memoria del balneario, y a 643 según la altura media barométrica en dicho punto. Las de Grávalos corresponden al partido judicial de Cervera de Río Alhama; son sulfurado-cálcicas, con 1 6 de temperatura, y 340 metros sobre el mar. Las de Cervera del Río Alhama son sulfurado-cálcicas, variedad yoduradas, con 1 5 ° de temperatura, y situadas a 4 3 0 metros sobre el nivel del mar, y 5 0 3 metros por el barómetro. Las de Riba los Baños, junto a Torrecilla de Cameros, son bicarbonatado-cálcicas y azoadas, con una temperatura de 24 grados centígrados, y a 670 metros de altura sobre el nivel del mar. Encuéntranse, además, en la provincia de Logroño, otras fuentes minerales, como las sulfhídricas frías de San Martín, en la orilla del Ebro, cerca de Agoncillo; las de la misma clase, de Nalda, ambas en el partido de Logroño; las sulfhídrico-salinas, de Haro, y una fuente de aguas sulfatado sódicas, cerca de Agoncillo. Son notables también algunas lagunas como la principal de Urbión, en cuyos montes se hallan también la Laguna Negra, la Larga y la Helada, la Laguna de Hervías, que contiene Natrón, y también es célebre la fuente intermitente de Anguiano. ( 1 ) o (1) La fuente intermitente de Anguiano, llamada de la Magdalena, que tuve ocasión de visitar en 1850, posee quince caños en cuatro filas, de las que la primera, más baja, tiene cinco; la segunda, cuatro; la tercera, tres, y la superior, más alta, otros tres. Los cinco caños de la primera manan continuamente; los cuatro de la segunda, situadas encima, lo hacen periódicamente con intervalos de diez, quince o más minutos en el verano, según la abundancia de agua que recibe; en invierno, cuando las aguas aumentan, manan también los tres caños de la tercera fila, y si todavía es mayor el caudal de agua, lo hacen también los tres caños de la fila superior, que son de piedra, mientras que los demás son de metal, cesando de manar por el orden de altura de arriba abajo, a medida que bajando las aguas el aire ocupa su lugar, para volver a manar, y repetirse el período.