estudio de las producciones forrajeras y su extracción de

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XI CONGRESO INTERNACIONAL DE INGENIERIA DE PROYECTOS
LUGO, 26-28 Septiembre, 2007
ESTUDIO DE LAS PRODUCCIONES FORRAJERAS Y SU
EXTRACCIÓN DE NUTRIENTES PARA LA IMPLANTACIÓN DE UN
SISTEMA DE PLANIFICACIÓN DE LA FERTILIZACIÓN.
Raúl Marcos Rodríguez, Inés Piñeiro Iglesias, Florentino Díaz Rodríguez
Abstract
The aim of this study is to determine the fodder production and the nutrients extraction of the
grasslands that are located in the river basin of the Magdalena River (A Pastoriza-Lugo), in
order to know the quantity of mineral elements required to their development.
Considering these necessities, it could be stablished a fertilized planning fit to the
requirements of a suitable fodder production, without excesses in the application of fertilizers,
but either making an insufficient fertilized, with the enviromental and economic advantages
that it entails.
In order to obtain these objectives, during three years, a pursuit has been made of 33 polifita
prairies, which were representative of the zone.
From these 33 points, dedicated exclusively in their majority to the harvest, it has been
performed a sampling, and later analysis.The production of green matter by hectarea in each
cut has been detremined, and analyses of the contents of the main nutrients have been
made (nitrogen, phosphorus and potassium) of the grass. In this way an estimation of the
mineral extractions of the plants will be obtained, and therefore, of the necessities of the
cultures for a suitable forrajera production in a typical prairie.
At the same time, it has been tried to develop a computer science tool that allows the
calculation of a fertilized fit from these data, and of other variables as characteristic of the
ground, time of the fertilized so that a rational fertilized obtains itself economic and
environmentally.
Keywords: fertilizing, planning, nutrients extraction, fodder
Resumen
El objetivo de este estudio es determinar la producción forrajera y las extracciones de
nutrientes de las praderas situadas en la zona ubicada en la cuenca del río Magdalena (A
Pastoriza-Lugo), para conocer la cantidad de elementos minerales necesarios para su
desarrollo.
Estimando estas necesidades, se podrá establecer una programación de abonado ajustada
a los requerimientos de una producción de forraje adecuada; sin excesiva aplicación de
fertilizantes, aunque aportando los nutrientes requeridos por las plantas, con las ventajas
medioambientales y económicas que ello conlleva.
Para conseguir estos objetivos, se ha hecho un seguimiento, durante tres años, en 33
parcelas con praderas polifitas, representativas de la zona.
De estos 33 puntos, dedicados en su mayoría en exclusiva a la siega, se ha procedido al
muestreo, y posterior análisis. Se determinó la producción de materia verde y materia seca
por hectárea en cada corta, y sobre ella se han realizado análisis de los contenidos en los
principales nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) de la hierba. De este modo se
192
conseguirá una estimación de las extracciones minerales de las plantas, y por tanto, de las
necesidades de los cultivos para una producción forrajera adecuada en una pradera típica.
Al mismo tiempo, se ha desarrollado una herramienta informática que permita el cálculo de
un abonado ajustado a partir de estos datos, y de otras variables como características del
suelo, época de abonado... de forma que se consiga un abonado racional económica y
medioambientalmente.
Palabras clave: fertilización, planificación, extracción de nutrientes, forrajes
1. Introducción y objetivos
Una pradera, al igual que cualquier otro cultivo agrícola, tiene un objetivo fundamentalmente
económico para cualquier explotación, ya que debe contribuir a mejorar y abaratar en la
medida de lo posible las producciones animales. Las praderas, como nivel superior de la
mejora de pastos, constituyen junto con toda la superficie pascícola, mejorada o no, y los
subproductos agrícolas, la base alimenticia de la ganadería bovina. Otros objetivos son el
incremento de la fertilidad del suelo, la mejora de su estructura, defensa frente a la erosión,
etc., difícilmente valorables directamente, pero sí cuantificables a medio y largo plazo. Por lo
tanto, es en las regiones y comarcas en las que la ganadería tiene una fuerte
representación, como son las nuestras, donde la utilización de las praderas está más que
justificada.
Las superficies de prados y praderas en el norte de España, y concretamente en Galicia, sin
duda son las más adecuadas de España para la producción de forraje, y constituyen un área
de enorme valor en la que pueden y deben conseguirse producciones de carne y de leche
similares a las logradas en países de clima similar, como Nueva Zelanda, Gran Bretaña,
Normandía o la Bretaña francesa.
Las condiciones climáticas favorables de Galicia, especialmente cerca de la costa, quedan
reflejadas por los tipos climáticos de Papadakis : Ci ( citrus ) y Av ( avena ) para el invierno,
y O ( oryza ), M ( maíz ) y T (Triticum) para el verano, definiendo así una climatología de
temperaturas suaves de invierno y de verano, que unidas a una pluviometría abundante,
hacen de esta región ideal para la producción de pastos y praderas, aunque en algunas
áreas del interior, principalmente de las provincias de Pontevedra, Orense y Lugo, la
irregularidad estival de la precipitación es mayor, existiendo a veces varios meses con
situaciones de sequía. De cualquier forma, los 1200 mm de lluvia se suelen superar
fácilmente en casi toda la región.
En definitiva, se trata de conseguir producciones animales a partir de los forrajes producidos
en la propia explotación, reduciendo en la medida de lo posible el uso de concentrados.
Para lograr este objetivo, se hace imprescindible la elaboración de un adecuado plan de
fertilización para las praderas, un plan que garantice una producción adecuada, pero que al
mismo tiempo ajuste el abonado a las auténticas necesidades de desarrollo del cultivo, con
las ventajas medioambientales y el ahorro económico que ello supondría. La cuestión de
fondo es determinar exactamente cuáles son esas necesidades.
De este modo, el objetivo de este estudio es la determinación de estas necesidades,
centrándose en los tres principales macronutrientes: el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el
potasio (K), a partir de las extracciones que de ellos hacen las praderas durante su ciclo
productivo, mediante el análisis de las producciones forrajeras, y el uso de estos datos para
intentar implantar una planificación ajustada de abonado.
193
2. Material y métodos
Para la realización del estudio se eligió, por su carácter eminentemente ganadero, la cuenca
del río Magdalena, en la parroquia de Bretoña, municipio de A Pastoriza (Lugo). La
principal producción local de la zona es la leche. Para la alimentación de todo ese ganado,
se hace indispensable la producción de forraje, tanto verde (fresco), como conservado
(ensilado o henificado),
El análisis de la producción se realizó en 33 parcelas diferentes escogidas al azar en todo el
territorio de la parroquia, de manera que se consiga un muestreo satisfactorio de toda la
cuenca, abarcando así las diferentes condiciones edáficas, de manejo... que se pudieran
dar. La zona fue escogida por sus excelentes condiciones para la producción forrajera (clima
húmedo y templado, suelos francos o francoarcillosos), además de por su clara orientación
ganadera, lo que la hace idónea para este estudio.
Los análisis se hicieron durante tres años consecutivos (2003, 2004 y 2005), realizando
tomas de muestras cada vez que se hacía una corta de siega. La recogida de muestras se
hizo cortando una superficie determinada (un cuadrado de 50x50 cm) a la altura de siega,
en distintos puntos de la finca. El número de cortas por año que se suelen hacer en la zona
durante el año es de tres a cuatro, dependiendo de las condiciones climáticas, con
producciones que suelen ser bastante altas.
Las muestras correspondientes a cada finca se mezclan y se trasladan a laboratorio, donde
se las somete a distintos análisis. Concretamente, para cada muestra se realizan:
-Producción en verde por pesada de la muestra fresca recogida.
-Humedad por secado de la muestra.
-Materia seca obtenida a partir de la humedad.
-Materia orgánica por calcinación de la muestra.
-Porcentaje de Carbono obtenido a partir de la materia orgánica.
-Nitrógeno total por método Kjeldahl.
-Nitrato (NO3) en planta verde, mediante método Nitrachek.
-Relación Carbono/Nitrógeno.
-Fósforo en forma de P2O5 por digestión de la muestra y medición en espectrofotómetro por
colorimetría.
-Potasio en forma de K2O por digestión de la muestra y medición por espectrofotometría de
absorción atómica.
Todos estos datos facilitan información sobre el estado de la planta, la producción obtenida
en la corta, tanto en verde como en materia seca, y los contenidos de la misma en
nitrógeno, fósforo y potasio de esa producción. Estos elementos necesariamente han sido
sacados del suelo por la planta, por lo que se corresponden con las extracciones realizadas,
y equivalen a las cantidades que se deben reponer mediante la fertilización, para poder
obtener una producción similar en siguientes aprovechamientos.
También se debe tener en cuenta las características del suelo sobre el que se desarrollan
las praderas. Por ello, además del muestreo de las producciones en los 33 puntos, se
realizan análisis de los suelos de esas parcelas, centrándose en los siguientes parámetros:
194
-Granulometría por análisis mecánico.
-pH en agua y ClK por lectura en pHmetro
-Salinidad por medida de la conductividad eléctrica mediante conductivímetro.
-Fósforo por método Mehlich.
-Potasio por extracción con ClNH4 y lectura por espectrofotometría de llama.
-Calcio, magnesio y sodio por extracción con ClNH4 y lectura por espectrofotometría de
llama.
-Aluminio y saturación por
espectrofotometría de llama.
aluminio
por
extracción
con
ClNH4
y
lectura
por
-Capacidad de intercambio catiónico calculada partir de los datos de potasio, sodio, calcio,
magnesio y aluminio.
-Materia orgánica por calcinación.
-Nitrógeno por método Kjeldahl.
Paralelamente al desarrollo de los análisis, y con todos estos datos de producciones, de
extracciones y de suelos obtenidos, se ha utilizado una herramienta informática que permite
el cálculo de un abonado ajustado a una determinada parcela, teniendo en cuenta sus
características de cultivo, suelo, costumbres de aplicación de fertilizantes, etc.
Este programa, aún se encuentra en fase de desarrollo, debido a que los datos finales de
extracciones de nutrientes y producciones de la zona, necesarios para la confección de las
bases de datos del programa, no estuvieron disponibles hasta fechas recientes. A pesar de
todo, se cuenta ya con una fase “beta” de desarrollo, con la que ya se han ensayado casos
de fertilizaciones concretas, comparando el resultado obtenido con el programa frente a la
fertilización tradicional que efectuaban los agricultores-ganaderos.
3. Resultados
3.1 Características de la zona
La producción de forraje se ve favorecida por el clima húmedo y de inviernos suaves, que
unido a una adecuada edafología (suelos de texturas francas o franco-arcillosas aunque
ligeramente ácidos), hacen de la zona un lugar idóneo para el desarrollo de praderas.
Tras el análisis de suelos, se ha visto que éstos son ácidos o muy ácidos en su mayoría,
derivándose principalmente de esquistos. Se clasifican como tierras pardas podsolizadas y
tierras pardas forestales, necesitando en general fuertes aportes de cal y fósforo como
elementos nutritivos más esenciales. Superadas esas carencias, constituyen un medio sin
demasiados problemas para el establecimiento de praderas:
-Granulometría: Suelos francos en su mayoría, con presencia en algún caso de
suelos francoarcillosos, con buena capacidad de retención de agua.
-pH: Moderada a fuertemente ácido, con unos valores medios entre 5 y 5,5.
-Salinidad: No se presentan por lo general problemas de salinidad, oscilando los
valores entre 0,1 y 0,4 dS a 25ºC.
-Fósforo: Suelen ser suelos pobres en fósforo, exceptuando los que tienen un amplio
historial de abonados. En general, suelen rondar los 30-40 mgr/kg.
195
-Potasio: Los suelos de la zona no suelen tener problemas pos su contenido en
potasio. Es común la presencia de este elemento en cantidades medias, de 200 mgr/kg,
aunque hay suelos con cantidades mucho mayores, de hasta 350 mgr/kg.
-Calcio, magnesio y sodio : Suelen estar en concentraciones medias, sin presentar
nunca carencias. La única carencia detectada es la de calcio o magnesio en suelos de
acidez muy fuerte.
-Saturación por aluminio : Los problemas de acidez de los suelos de la zona (
extrapolables a la mayoría de suelos gallegos ), tienen relación directa con su contenido en
aluminio. Los suelos gallegos, son muy ácidos por su edad y sobre todo por el lavado que
reciben a causa de la abundante lluvia. Esto provoca que en el suelo permanezca sobre
todo el aluminio, que es menos móvil que otros elementos. Es por ello que los suelos de la
cuenca, al ser bastante ácidos, tienen un porcentaje de saturación por aluminio bastante
alto, del 20-30 %, llegando en algunos casos incluso a ser suelos hálicos % de saturación
de aluminio > 60).
-CIC: Suele ser baja, con una media de 8-9 cmol/kg.
-Materia orgánica: Los suelos de la cuenca suelen ser muy ricos en materia orgánica,
con valores de incluso el 15 %. Como valor medio podemos establecer un 10 %.
-Nitrógeno: Al ser suelos muy ricos en materia orgánica, también lo son en nitrógeno,
debido a que es un componente fundamental de la misma. Los valores usuales son del 0,3 –
0,4 %.
Los cultivos forrajeros más utilizados en la zona son asociaciones de ray-grass italiano con
ray-grass inglés, en proporciones de 2:1. En la mayoría de las ocasiones se incluye en la
mezcla trébol violeta o blanco, para adelantar y mejorar la producción en el año de
establecimiento, en cantidades de 2-3 kg por hectárea. No es común el uso de otras plantas
forrajeras en las mezclas como la alfalfa, el dactilo...etc.
Las variedades más comúnmente usadas en las mezclas son, para el ray-grass italiano, la
“Montblanc”, y la “Aubisque” para el inglés. Respecto al trébol violeta, la más utilizada es la
“Start” y en el trébol blanco, la “Huia”.
La producción en secano de las plantas pratenses en la zona de estudio es casi nula en los
primeros dos meses del año. En marzo ya puede obtenerse alguna producción con
variedades muy precoces de ray-grass. Durante la primavera producen el 50-70 % del total
anual, pero durante el verano las producciones bajan muchísimo, quedándose en un 10-15
% producido en julio. En otoño la producción vuelve a subir al 15-20 % del total anual.
Las condiciones climáticas son uno de los principales factores que influyen en la producción.
Durante la duración del estudio, se tuvo un primer año (2003) con unas condiciones de
temperatura y precipitación adecuadas, mientras que en el segundo (2004), se produjo un
verano muy caluroso con pocas precipitaciones. El tercer año (2005), debido a la fuerte
sequía registrada, que ya se arrastraba desde el año anterior, fue el más adverso para el
desarrollo de las praderas.
3.2 Producciones
Con las combinaciones de ray-grasses y tréboles vistas, en unas condiciones adecuadas,
con 4-5 cortas a lo largo del año, se puede conseguir una producción anual muy elevada, en
torno a los 13000-14000 kg/Ha de materia seca, de la siguiente forma:
-
Invierno (1 corta): 1000-2000 kg de materia seca.
-
Primavera (2 cortas): 6000-7000 kg de materia seca.
-
Verano (1 corta): 1000-3000 kg de materia seca.
196
-
Otoño (1 corta): 2000-4000 kg de materia seca.
La producción total media de la zona es elevada, y mayor que la que se puede suponer en
un principio teniendo en cuenta las cualidades de suelo y clima (se estiman unos 10000
kg/ha de materia seca). El resultado medio final es de 11845 kg de materia seca/ha y año,
lo que supera en más de 1000 kg/ha a la cantidad supuesta inicialmente.
En un año favorable la producción puede alcanzar los 13000-14000 kg/ha, aunque en
peores años, como pudieron ser el 2004 y el 2005, ésta puede caer en torno a un 25 %,
llegando hasta los 10000 kg/ha.Esto pone de manifiesto la importancia del clima en la
producción.
PRODUCCION ( Kg/Ha )
PRODUCCION DE FORRAJE VERDE Y DE MATERIA
SECA EN TRES AÑOS CONSECUTIVOS
70000
60000
50000
40000
30000
20000
10000
0
Produccion total de
material verde
Produccion total de
materia seca
2003
2004
2005
Figura 1. Producciones medias en años sucesivos en kg/ha de forraje verde y materia seca
La mayor parte de la producción se obtiene en primera corta, consiguiéndose casi la mitad
de la producción total anual en esa siega,;posteriores aprovechamientos dan resultados
menores, sobre todo el tercero, que resulta el menos abundante ( aporta aproximadamente
un 16 % del total anual ).En algunas parcelas se realizan hasta 4 cortas, dependiendo sobre
todo de la climatología.
Otro factor que influye en la producción es el envejecimiento de la pradera. Si ésta no se
renueva periódicamente la producción disminuye progresivamente, ya que la persistencia de
las gramíneas (sobre todo del ray-grass italiano) es reducida, limitándose a pocos años.
3.3 Nitrógeno
El contenido medio en nitrógeno sobre materia seca es del 2,13 %, con poca variación en
los distintos años y cortas, aunque sí parece que el contenido aumenta algo en la
producción de la tercera corta (se obtiene de media un 2,23 % de nitrógeno). Teniendo en
cuenta esto, y la producción media de materia seca, se puede decir que las extracciones de
nitrógeno son como media, de 242,67 kg/ha anuales.
Al ser los contenidos en nitrógeno bastante similares en todos los casos, es evidente que la
producción de materia seca que se saca de la pradera es el factor que más influye en la
cantidad de nitrógeno extraída por el cultivo. Así, la producción conseguida en la primera
corta es la que extrae mayor cantidad de este nutriente, mientras que la menos abundante,
o sea, la tercera, es la que menos nitrógeno se lleva.
Esta extracción bruta no es necesariamente el nitrógeno que se deberá aportar con el
abonado, debido al aporte que hacen la materia orgánica del suelo y los nódulos de las
197
leguminosas (con sus Rhizobium). Se ha estimado que el suelo, por mineralización del
nitrógeno de la materia orgánica, puede aportar como media 35 kg/ha al año, mientras que
el nitrógeno atmosférico que aportan las leguminosas se ha supuesto en 60 kg/ha anuales.
Restando estos valores a las extracciones totales, se obtienen las necesidades finales de
nitrógeno de la pradera, que se aportarán con la fertilización, resultando de 147.67 kg/ha
anuales.
Estas necesidades de nitrógeno se deben aportar en varias fracciones a lo largo del año, de
forma que la mayor parte se añadirá a la salida del invierno y tras la primera corta, y el resto
tras cada corta, ya en menor proporción.
Respecto a la medida del contenido en nitratos de la planta viva, indicador del estado
fisiológico de la pradera, es enormemente variable de una planta a otra, y por extensión, de
una pradera a otra. Por dar un valor medio, el resultado es de 4265 mgr/kg (o ppm) de NO3.
Es un valor muy variable de unas parcelas a otras, por lo que por sí sólo, aplicándolo a
varias parcelas, no es un valor representativo del estado fisiológico de los vegetales. Sí
puede serlo aplicándolo individualmente a cada parcela, haciendo un seguimiento del
contenido en nitratos de las plantas de esa misma parcela, pero esos resultados no se
pueden extrapolar a otra finca.
3.4 Fósforo
El contenido en fósforo, como sucede con el nitrógeno, es bastante similar entre cortas y
años. De media se obtiene un 0,72 % de P2O5 sobre materia seca.
Las extracciones de P2O5 son, como media, de 83,87 kg/ha anuales, y como en el caso del
nitrógeno, las mayores se producen en la primera corta, descendiendo a medida que se
suceden los aprovechamientos. Esta cantidad de fósforo es la que se debe reponer con la
fertilización, recomendándose la aplicación al final del invierno.
3.5 Potasio
El contenido medio de potasio, expresado en K2O sobre materia seca, de las producciones
es del 2,96 %. Para este valor se aprecian algunas variaciones entre los resultados
obtenidos en fincas, años, y sobre todo cortas, siendo la primera corta la que tiene un
contenido mayor en potasio, reduciéndose éste a medida que se suceden las siegas
(aunque no significativamente). Las extracciones de K2O medias son de 351,88 kg/ha
anuales, mucho mayores que las del fósforo e incluso las del nitrógeno, lo que da una idea
de la importancia de este elemento, a veces menospreciado.
El menor valor que se le da a este elemento, en comparación con el fósforo y el nitrógeno,
se debe a que los suelos, en general (y particularmente los gallegos), a diferencia de lo que
pasa con el fósforo, contienen mucho potasio. También las aplicaciones de purines y las
deyecciones animales, por su alto contenido en potasio, contribuyen a disminuir las
necesidades de potasio. Por esta razón, no hay casi referencias bibliográficas de nuestro
país respecto a las necesidades de mantenimiento de una pradera en este elemento. En
general, en nuestra región se puede recomendar la aplicación de 100 kg/ha de K2O.
3.6 Plan de fertilización
Una vez establecidas las necesidades de fertilización medias para una pradera típica, se
han realizado recomendaciones de abonado a varios agricultores de la zona, utilizando un
programa informático. Esta herramienta incluye una serie de bases de datos modificables
con:
-Formulaciones de abonos minerales comerciales, con sus precios.
-Tipos de abonos orgánicos con composiciones medias.
198
-Tablas de necesidades de nutrientes de distintos aprovechamientos (en las que se han
usado las deducidas en los resultados del estudio).
En el programa, además se deberán introducir:
-Datos de análisis de suelos de la pradera.
-Datos de la explotación (necesarios sobre todo para determinar la disponibilidad de purines,
en base al número de cabezas de ganado).
-Datos del aprovechamiento de la pradera (Pradera de 3-4 cortes, producción esperada...).
Con todos estos datos introducidos, se obtendrán unas necesidades de fertilización
específicas para la finca en cada elemento (nitrógeno, fósforo, potasio...) en kg/ha, que
deberán ser cubiertas con el abonado orgánico y mineral, para conseguir la producción
deseada.
En las casillas de abonos orgánicos e inorgánicos, se introducirán los que mejor se ajusten a
nuestras necesidades, desde la base de datos que incluye el programa. El programa,
considerando su riqueza mineral, su rendimiento en aplicación y utilización por las
plantas...etc., ofrecerá la cantidad de nutrientes en kg/ha que proporcionan esos abonos.
Figura 2 Pantallla de cálculo de abonado en programa informático
Establecerá entonces un balance entre las necesidades del suelo y las aportaciones
minerales que se harán, Para ajustar al máximo la fertilización, bastará con jugar con las
cantidades y tipos de abonos suministrados, y su fecha de aplicación, hasta conseguir el
balance más próximo a “ 0 “.
199
Figura 3 . Pantalla de resultados del programa informático de fertilización
Como resultado del uso del programa y de sus posibilidades de aplicación se puede ver un
caso real, comparando el plan de fertilización recomendado con las prácticas que el
ganadero realizaba en el pasado:
Estamos ante el caso de una finca cuyo uso será la producción de hierba para la
alimentación del ganado, con una producción deseada de 13 tm/ha . Los análisis de suelos
indican contenidos medios en todos los nutrientes, aunque se detectó una cierta deficiencia
de magnesio. La granulometría era franca.
Con estos datos las necesidades eran:
180 kg/ha de N
70 kg/ha P2O5
180 kg/ha K2O
El suelo aportaba al cultivo 41 kg/ha de nitrógeno anual, dato obtenido por el programa
gracias a los análisis de suelo realizados.
Antes de la recomendación de abonado, la práctica de abonado era la adición de 17.5 m3
de purín, junto con 600 kg/ha de 15:15:15 más 200 kg/ha de 8:24:16.
Ese abonado aportaría:
Purín
15:15:15
8:24:16
N (kg/ha)
31
90
16
P2O5 (kg/ha)
25
90
48
200
K2O(kg/ha)
58
90
32
Dándonos el siguiente balance (aportes-necesidades) en la parcela:
N (kg/ha)
-2
P2O5 (kg/ha)
+93
K2O (kg/ha)
0
En esa pradera, y con el uso del programa informático de la forma indicada, se llegó a otra
solución, que fue:
Aporte de 36 m3 de purín, teniendo en cuenta las existencias de este fertilizante en la
explotación.
+500 kg/ha de 15:15:15
Este abonado aportaría:
Purín
15:15:15
N (kg/ha)
63
75
P2O5 (kg/ha)
51
75
K2O (kg/ha)
119
75
Dándonos el siguiente balance (aportes-necesidades) en la parcela :
N (kg/ha)
-1
P2O5 (kg/ha)
+56
K2O
+14
(kg/ha)
Con esta alternativa, conseguiríamos un aporte de nutrientes similar al anterior, e incluso
más ajustado a las necesidades de la parcela, empleando además un recurso disponible en
la explotación como es el purín de vacuno. El agricultor se ahorraría 100 kg/ha de 15:15:15 y
200 de 8:24:16, lo que se supondría desembolsar aproximadamente 85 euros menos por
hectárea en la fertilización.
4. Conclusiones
En una explotación ganadera, para conseguir unas producciones forrajeras adecuadas, que
permitan reducir el uso de piensos compuestos, el desarrollo e implantación de un plan de
fertilización para las praderas, que tenga en cuenta sus extracciones-necesidades resulta un
elemento beneficioso, pues permite optimizar el uso de abonos.
201
Extracción de nutrientes en kg/Ha
600
500
N
P2O5
K20
400
300
200
100
0
6000
8000
10000
12000
14000
16000
Producción en Kg MS/año
Figura 4. Relación entre la producción anual de hierba (kg MS/ha) y la extracción de nutrientes
principales expresados en N, P2O5 y K2O ( kg/ha ).
El uso de una aplicación informática para la elaboración de dicho plan, que utilice estos
datos, de manera que calcule una fertilización ajustada a las necesidades de nuestros
cultivos, es una herramienta muy útil, ya que permite realizar un abonado ajustado y
adecuado para nuestros suelos. Se ha demostrado con este estudio que las
recomendaciones realizadas en base a estos planes, en comparación con la fertilización
tradicional practicada por la mayoría de ganaderos, ahorran una cantidad significativa de
abonos minerales y racionalizan el uso de los abonos orgánicos (como en el caso de los
purines) , con un evidente beneficio económico y medioambiental.
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Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (1994). “Métodos oficiales de análisis–Tomo
III “. Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación, Secretaría General Técnica. Madrid
Agradecimientos
Los autores agradecen a la cooperativa Gancobre S Coop. Galega. su colaboración, tanto
en la puesta en contacto con los ganaderos, como en el uso de sus instalaciones y
laboratorio para la realización de los análisis.
Correspondencia
Florentino Díaz Rodríguez
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EPS.- Campus Universitario s/n, 27002 Lugo
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