XI CONGRESO INTERNACIONAL DE INGENIERIA DE PROYECTOS LUGO, 26-28 Septiembre, 2007 ESTUDIO DE LAS PRODUCCIONES FORRAJERAS Y SU EXTRACCIÓN DE NUTRIENTES PARA LA IMPLANTACIÓN DE UN SISTEMA DE PLANIFICACIÓN DE LA FERTILIZACIÓN. Raúl Marcos Rodríguez, Inés Piñeiro Iglesias, Florentino Díaz Rodríguez Abstract The aim of this study is to determine the fodder production and the nutrients extraction of the grasslands that are located in the river basin of the Magdalena River (A Pastoriza-Lugo), in order to know the quantity of mineral elements required to their development. Considering these necessities, it could be stablished a fertilized planning fit to the requirements of a suitable fodder production, without excesses in the application of fertilizers, but either making an insufficient fertilized, with the enviromental and economic advantages that it entails. In order to obtain these objectives, during three years, a pursuit has been made of 33 polifita prairies, which were representative of the zone. From these 33 points, dedicated exclusively in their majority to the harvest, it has been performed a sampling, and later analysis.The production of green matter by hectarea in each cut has been detremined, and analyses of the contents of the main nutrients have been made (nitrogen, phosphorus and potassium) of the grass. In this way an estimation of the mineral extractions of the plants will be obtained, and therefore, of the necessities of the cultures for a suitable forrajera production in a typical prairie. At the same time, it has been tried to develop a computer science tool that allows the calculation of a fertilized fit from these data, and of other variables as characteristic of the ground, time of the fertilized so that a rational fertilized obtains itself economic and environmentally. Keywords: fertilizing, planning, nutrients extraction, fodder Resumen El objetivo de este estudio es determinar la producción forrajera y las extracciones de nutrientes de las praderas situadas en la zona ubicada en la cuenca del río Magdalena (A Pastoriza-Lugo), para conocer la cantidad de elementos minerales necesarios para su desarrollo. Estimando estas necesidades, se podrá establecer una programación de abonado ajustada a los requerimientos de una producción de forraje adecuada; sin excesiva aplicación de fertilizantes, aunque aportando los nutrientes requeridos por las plantas, con las ventajas medioambientales y económicas que ello conlleva. Para conseguir estos objetivos, se ha hecho un seguimiento, durante tres años, en 33 parcelas con praderas polifitas, representativas de la zona. De estos 33 puntos, dedicados en su mayoría en exclusiva a la siega, se ha procedido al muestreo, y posterior análisis. Se determinó la producción de materia verde y materia seca por hectárea en cada corta, y sobre ella se han realizado análisis de los contenidos en los principales nutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) de la hierba. De este modo se 192 conseguirá una estimación de las extracciones minerales de las plantas, y por tanto, de las necesidades de los cultivos para una producción forrajera adecuada en una pradera típica. Al mismo tiempo, se ha desarrollado una herramienta informática que permita el cálculo de un abonado ajustado a partir de estos datos, y de otras variables como características del suelo, época de abonado... de forma que se consiga un abonado racional económica y medioambientalmente. Palabras clave: fertilización, planificación, extracción de nutrientes, forrajes 1. Introducción y objetivos Una pradera, al igual que cualquier otro cultivo agrícola, tiene un objetivo fundamentalmente económico para cualquier explotación, ya que debe contribuir a mejorar y abaratar en la medida de lo posible las producciones animales. Las praderas, como nivel superior de la mejora de pastos, constituyen junto con toda la superficie pascícola, mejorada o no, y los subproductos agrícolas, la base alimenticia de la ganadería bovina. Otros objetivos son el incremento de la fertilidad del suelo, la mejora de su estructura, defensa frente a la erosión, etc., difícilmente valorables directamente, pero sí cuantificables a medio y largo plazo. Por lo tanto, es en las regiones y comarcas en las que la ganadería tiene una fuerte representación, como son las nuestras, donde la utilización de las praderas está más que justificada. Las superficies de prados y praderas en el norte de España, y concretamente en Galicia, sin duda son las más adecuadas de España para la producción de forraje, y constituyen un área de enorme valor en la que pueden y deben conseguirse producciones de carne y de leche similares a las logradas en países de clima similar, como Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Normandía o la Bretaña francesa. Las condiciones climáticas favorables de Galicia, especialmente cerca de la costa, quedan reflejadas por los tipos climáticos de Papadakis : Ci ( citrus ) y Av ( avena ) para el invierno, y O ( oryza ), M ( maíz ) y T (Triticum) para el verano, definiendo así una climatología de temperaturas suaves de invierno y de verano, que unidas a una pluviometría abundante, hacen de esta región ideal para la producción de pastos y praderas, aunque en algunas áreas del interior, principalmente de las provincias de Pontevedra, Orense y Lugo, la irregularidad estival de la precipitación es mayor, existiendo a veces varios meses con situaciones de sequía. De cualquier forma, los 1200 mm de lluvia se suelen superar fácilmente en casi toda la región. En definitiva, se trata de conseguir producciones animales a partir de los forrajes producidos en la propia explotación, reduciendo en la medida de lo posible el uso de concentrados. Para lograr este objetivo, se hace imprescindible la elaboración de un adecuado plan de fertilización para las praderas, un plan que garantice una producción adecuada, pero que al mismo tiempo ajuste el abonado a las auténticas necesidades de desarrollo del cultivo, con las ventajas medioambientales y el ahorro económico que ello supondría. La cuestión de fondo es determinar exactamente cuáles son esas necesidades. De este modo, el objetivo de este estudio es la determinación de estas necesidades, centrándose en los tres principales macronutrientes: el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), a partir de las extracciones que de ellos hacen las praderas durante su ciclo productivo, mediante el análisis de las producciones forrajeras, y el uso de estos datos para intentar implantar una planificación ajustada de abonado. 193 2. Material y métodos Para la realización del estudio se eligió, por su carácter eminentemente ganadero, la cuenca del río Magdalena, en la parroquia de Bretoña, municipio de A Pastoriza (Lugo). La principal producción local de la zona es la leche. Para la alimentación de todo ese ganado, se hace indispensable la producción de forraje, tanto verde (fresco), como conservado (ensilado o henificado), El análisis de la producción se realizó en 33 parcelas diferentes escogidas al azar en todo el territorio de la parroquia, de manera que se consiga un muestreo satisfactorio de toda la cuenca, abarcando así las diferentes condiciones edáficas, de manejo... que se pudieran dar. La zona fue escogida por sus excelentes condiciones para la producción forrajera (clima húmedo y templado, suelos francos o francoarcillosos), además de por su clara orientación ganadera, lo que la hace idónea para este estudio. Los análisis se hicieron durante tres años consecutivos (2003, 2004 y 2005), realizando tomas de muestras cada vez que se hacía una corta de siega. La recogida de muestras se hizo cortando una superficie determinada (un cuadrado de 50x50 cm) a la altura de siega, en distintos puntos de la finca. El número de cortas por año que se suelen hacer en la zona durante el año es de tres a cuatro, dependiendo de las condiciones climáticas, con producciones que suelen ser bastante altas. Las muestras correspondientes a cada finca se mezclan y se trasladan a laboratorio, donde se las somete a distintos análisis. Concretamente, para cada muestra se realizan: -Producción en verde por pesada de la muestra fresca recogida. -Humedad por secado de la muestra. -Materia seca obtenida a partir de la humedad. -Materia orgánica por calcinación de la muestra. -Porcentaje de Carbono obtenido a partir de la materia orgánica. -Nitrógeno total por método Kjeldahl. -Nitrato (NO3) en planta verde, mediante método Nitrachek. -Relación Carbono/Nitrógeno. -Fósforo en forma de P2O5 por digestión de la muestra y medición en espectrofotómetro por colorimetría. -Potasio en forma de K2O por digestión de la muestra y medición por espectrofotometría de absorción atómica. Todos estos datos facilitan información sobre el estado de la planta, la producción obtenida en la corta, tanto en verde como en materia seca, y los contenidos de la misma en nitrógeno, fósforo y potasio de esa producción. Estos elementos necesariamente han sido sacados del suelo por la planta, por lo que se corresponden con las extracciones realizadas, y equivalen a las cantidades que se deben reponer mediante la fertilización, para poder obtener una producción similar en siguientes aprovechamientos. También se debe tener en cuenta las características del suelo sobre el que se desarrollan las praderas. Por ello, además del muestreo de las producciones en los 33 puntos, se realizan análisis de los suelos de esas parcelas, centrándose en los siguientes parámetros: 194 -Granulometría por análisis mecánico. -pH en agua y ClK por lectura en pHmetro -Salinidad por medida de la conductividad eléctrica mediante conductivímetro. -Fósforo por método Mehlich. -Potasio por extracción con ClNH4 y lectura por espectrofotometría de llama. -Calcio, magnesio y sodio por extracción con ClNH4 y lectura por espectrofotometría de llama. -Aluminio y saturación por espectrofotometría de llama. aluminio por extracción con ClNH4 y lectura por -Capacidad de intercambio catiónico calculada partir de los datos de potasio, sodio, calcio, magnesio y aluminio. -Materia orgánica por calcinación. -Nitrógeno por método Kjeldahl. Paralelamente al desarrollo de los análisis, y con todos estos datos de producciones, de extracciones y de suelos obtenidos, se ha utilizado una herramienta informática que permite el cálculo de un abonado ajustado a una determinada parcela, teniendo en cuenta sus características de cultivo, suelo, costumbres de aplicación de fertilizantes, etc. Este programa, aún se encuentra en fase de desarrollo, debido a que los datos finales de extracciones de nutrientes y producciones de la zona, necesarios para la confección de las bases de datos del programa, no estuvieron disponibles hasta fechas recientes. A pesar de todo, se cuenta ya con una fase “beta” de desarrollo, con la que ya se han ensayado casos de fertilizaciones concretas, comparando el resultado obtenido con el programa frente a la fertilización tradicional que efectuaban los agricultores-ganaderos. 3. Resultados 3.1 Características de la zona La producción de forraje se ve favorecida por el clima húmedo y de inviernos suaves, que unido a una adecuada edafología (suelos de texturas francas o franco-arcillosas aunque ligeramente ácidos), hacen de la zona un lugar idóneo para el desarrollo de praderas. Tras el análisis de suelos, se ha visto que éstos son ácidos o muy ácidos en su mayoría, derivándose principalmente de esquistos. Se clasifican como tierras pardas podsolizadas y tierras pardas forestales, necesitando en general fuertes aportes de cal y fósforo como elementos nutritivos más esenciales. Superadas esas carencias, constituyen un medio sin demasiados problemas para el establecimiento de praderas: -Granulometría: Suelos francos en su mayoría, con presencia en algún caso de suelos francoarcillosos, con buena capacidad de retención de agua. -pH: Moderada a fuertemente ácido, con unos valores medios entre 5 y 5,5. -Salinidad: No se presentan por lo general problemas de salinidad, oscilando los valores entre 0,1 y 0,4 dS a 25ºC. -Fósforo: Suelen ser suelos pobres en fósforo, exceptuando los que tienen un amplio historial de abonados. En general, suelen rondar los 30-40 mgr/kg. 195 -Potasio: Los suelos de la zona no suelen tener problemas pos su contenido en potasio. Es común la presencia de este elemento en cantidades medias, de 200 mgr/kg, aunque hay suelos con cantidades mucho mayores, de hasta 350 mgr/kg. -Calcio, magnesio y sodio : Suelen estar en concentraciones medias, sin presentar nunca carencias. La única carencia detectada es la de calcio o magnesio en suelos de acidez muy fuerte. -Saturación por aluminio : Los problemas de acidez de los suelos de la zona ( extrapolables a la mayoría de suelos gallegos ), tienen relación directa con su contenido en aluminio. Los suelos gallegos, son muy ácidos por su edad y sobre todo por el lavado que reciben a causa de la abundante lluvia. Esto provoca que en el suelo permanezca sobre todo el aluminio, que es menos móvil que otros elementos. Es por ello que los suelos de la cuenca, al ser bastante ácidos, tienen un porcentaje de saturación por aluminio bastante alto, del 20-30 %, llegando en algunos casos incluso a ser suelos hálicos % de saturación de aluminio > 60). -CIC: Suele ser baja, con una media de 8-9 cmol/kg. -Materia orgánica: Los suelos de la cuenca suelen ser muy ricos en materia orgánica, con valores de incluso el 15 %. Como valor medio podemos establecer un 10 %. -Nitrógeno: Al ser suelos muy ricos en materia orgánica, también lo son en nitrógeno, debido a que es un componente fundamental de la misma. Los valores usuales son del 0,3 – 0,4 %. Los cultivos forrajeros más utilizados en la zona son asociaciones de ray-grass italiano con ray-grass inglés, en proporciones de 2:1. En la mayoría de las ocasiones se incluye en la mezcla trébol violeta o blanco, para adelantar y mejorar la producción en el año de establecimiento, en cantidades de 2-3 kg por hectárea. No es común el uso de otras plantas forrajeras en las mezclas como la alfalfa, el dactilo...etc. Las variedades más comúnmente usadas en las mezclas son, para el ray-grass italiano, la “Montblanc”, y la “Aubisque” para el inglés. Respecto al trébol violeta, la más utilizada es la “Start” y en el trébol blanco, la “Huia”. La producción en secano de las plantas pratenses en la zona de estudio es casi nula en los primeros dos meses del año. En marzo ya puede obtenerse alguna producción con variedades muy precoces de ray-grass. Durante la primavera producen el 50-70 % del total anual, pero durante el verano las producciones bajan muchísimo, quedándose en un 10-15 % producido en julio. En otoño la producción vuelve a subir al 15-20 % del total anual. Las condiciones climáticas son uno de los principales factores que influyen en la producción. Durante la duración del estudio, se tuvo un primer año (2003) con unas condiciones de temperatura y precipitación adecuadas, mientras que en el segundo (2004), se produjo un verano muy caluroso con pocas precipitaciones. El tercer año (2005), debido a la fuerte sequía registrada, que ya se arrastraba desde el año anterior, fue el más adverso para el desarrollo de las praderas. 3.2 Producciones Con las combinaciones de ray-grasses y tréboles vistas, en unas condiciones adecuadas, con 4-5 cortas a lo largo del año, se puede conseguir una producción anual muy elevada, en torno a los 13000-14000 kg/Ha de materia seca, de la siguiente forma: - Invierno (1 corta): 1000-2000 kg de materia seca. - Primavera (2 cortas): 6000-7000 kg de materia seca. - Verano (1 corta): 1000-3000 kg de materia seca. 196 - Otoño (1 corta): 2000-4000 kg de materia seca. La producción total media de la zona es elevada, y mayor que la que se puede suponer en un principio teniendo en cuenta las cualidades de suelo y clima (se estiman unos 10000 kg/ha de materia seca). El resultado medio final es de 11845 kg de materia seca/ha y año, lo que supera en más de 1000 kg/ha a la cantidad supuesta inicialmente. En un año favorable la producción puede alcanzar los 13000-14000 kg/ha, aunque en peores años, como pudieron ser el 2004 y el 2005, ésta puede caer en torno a un 25 %, llegando hasta los 10000 kg/ha.Esto pone de manifiesto la importancia del clima en la producción. PRODUCCION ( Kg/Ha ) PRODUCCION DE FORRAJE VERDE Y DE MATERIA SECA EN TRES AÑOS CONSECUTIVOS 70000 60000 50000 40000 30000 20000 10000 0 Produccion total de material verde Produccion total de materia seca 2003 2004 2005 Figura 1. Producciones medias en años sucesivos en kg/ha de forraje verde y materia seca La mayor parte de la producción se obtiene en primera corta, consiguiéndose casi la mitad de la producción total anual en esa siega,;posteriores aprovechamientos dan resultados menores, sobre todo el tercero, que resulta el menos abundante ( aporta aproximadamente un 16 % del total anual ).En algunas parcelas se realizan hasta 4 cortas, dependiendo sobre todo de la climatología. Otro factor que influye en la producción es el envejecimiento de la pradera. Si ésta no se renueva periódicamente la producción disminuye progresivamente, ya que la persistencia de las gramíneas (sobre todo del ray-grass italiano) es reducida, limitándose a pocos años. 3.3 Nitrógeno El contenido medio en nitrógeno sobre materia seca es del 2,13 %, con poca variación en los distintos años y cortas, aunque sí parece que el contenido aumenta algo en la producción de la tercera corta (se obtiene de media un 2,23 % de nitrógeno). Teniendo en cuenta esto, y la producción media de materia seca, se puede decir que las extracciones de nitrógeno son como media, de 242,67 kg/ha anuales. Al ser los contenidos en nitrógeno bastante similares en todos los casos, es evidente que la producción de materia seca que se saca de la pradera es el factor que más influye en la cantidad de nitrógeno extraída por el cultivo. Así, la producción conseguida en la primera corta es la que extrae mayor cantidad de este nutriente, mientras que la menos abundante, o sea, la tercera, es la que menos nitrógeno se lleva. Esta extracción bruta no es necesariamente el nitrógeno que se deberá aportar con el abonado, debido al aporte que hacen la materia orgánica del suelo y los nódulos de las 197 leguminosas (con sus Rhizobium). Se ha estimado que el suelo, por mineralización del nitrógeno de la materia orgánica, puede aportar como media 35 kg/ha al año, mientras que el nitrógeno atmosférico que aportan las leguminosas se ha supuesto en 60 kg/ha anuales. Restando estos valores a las extracciones totales, se obtienen las necesidades finales de nitrógeno de la pradera, que se aportarán con la fertilización, resultando de 147.67 kg/ha anuales. Estas necesidades de nitrógeno se deben aportar en varias fracciones a lo largo del año, de forma que la mayor parte se añadirá a la salida del invierno y tras la primera corta, y el resto tras cada corta, ya en menor proporción. Respecto a la medida del contenido en nitratos de la planta viva, indicador del estado fisiológico de la pradera, es enormemente variable de una planta a otra, y por extensión, de una pradera a otra. Por dar un valor medio, el resultado es de 4265 mgr/kg (o ppm) de NO3. Es un valor muy variable de unas parcelas a otras, por lo que por sí sólo, aplicándolo a varias parcelas, no es un valor representativo del estado fisiológico de los vegetales. Sí puede serlo aplicándolo individualmente a cada parcela, haciendo un seguimiento del contenido en nitratos de las plantas de esa misma parcela, pero esos resultados no se pueden extrapolar a otra finca. 3.4 Fósforo El contenido en fósforo, como sucede con el nitrógeno, es bastante similar entre cortas y años. De media se obtiene un 0,72 % de P2O5 sobre materia seca. Las extracciones de P2O5 son, como media, de 83,87 kg/ha anuales, y como en el caso del nitrógeno, las mayores se producen en la primera corta, descendiendo a medida que se suceden los aprovechamientos. Esta cantidad de fósforo es la que se debe reponer con la fertilización, recomendándose la aplicación al final del invierno. 3.5 Potasio El contenido medio de potasio, expresado en K2O sobre materia seca, de las producciones es del 2,96 %. Para este valor se aprecian algunas variaciones entre los resultados obtenidos en fincas, años, y sobre todo cortas, siendo la primera corta la que tiene un contenido mayor en potasio, reduciéndose éste a medida que se suceden las siegas (aunque no significativamente). Las extracciones de K2O medias son de 351,88 kg/ha anuales, mucho mayores que las del fósforo e incluso las del nitrógeno, lo que da una idea de la importancia de este elemento, a veces menospreciado. El menor valor que se le da a este elemento, en comparación con el fósforo y el nitrógeno, se debe a que los suelos, en general (y particularmente los gallegos), a diferencia de lo que pasa con el fósforo, contienen mucho potasio. También las aplicaciones de purines y las deyecciones animales, por su alto contenido en potasio, contribuyen a disminuir las necesidades de potasio. Por esta razón, no hay casi referencias bibliográficas de nuestro país respecto a las necesidades de mantenimiento de una pradera en este elemento. En general, en nuestra región se puede recomendar la aplicación de 100 kg/ha de K2O. 3.6 Plan de fertilización Una vez establecidas las necesidades de fertilización medias para una pradera típica, se han realizado recomendaciones de abonado a varios agricultores de la zona, utilizando un programa informático. Esta herramienta incluye una serie de bases de datos modificables con: -Formulaciones de abonos minerales comerciales, con sus precios. -Tipos de abonos orgánicos con composiciones medias. 198 -Tablas de necesidades de nutrientes de distintos aprovechamientos (en las que se han usado las deducidas en los resultados del estudio). En el programa, además se deberán introducir: -Datos de análisis de suelos de la pradera. -Datos de la explotación (necesarios sobre todo para determinar la disponibilidad de purines, en base al número de cabezas de ganado). -Datos del aprovechamiento de la pradera (Pradera de 3-4 cortes, producción esperada...). Con todos estos datos introducidos, se obtendrán unas necesidades de fertilización específicas para la finca en cada elemento (nitrógeno, fósforo, potasio...) en kg/ha, que deberán ser cubiertas con el abonado orgánico y mineral, para conseguir la producción deseada. En las casillas de abonos orgánicos e inorgánicos, se introducirán los que mejor se ajusten a nuestras necesidades, desde la base de datos que incluye el programa. El programa, considerando su riqueza mineral, su rendimiento en aplicación y utilización por las plantas...etc., ofrecerá la cantidad de nutrientes en kg/ha que proporcionan esos abonos. Figura 2 Pantallla de cálculo de abonado en programa informático Establecerá entonces un balance entre las necesidades del suelo y las aportaciones minerales que se harán, Para ajustar al máximo la fertilización, bastará con jugar con las cantidades y tipos de abonos suministrados, y su fecha de aplicación, hasta conseguir el balance más próximo a “ 0 “. 199 Figura 3 . Pantalla de resultados del programa informático de fertilización Como resultado del uso del programa y de sus posibilidades de aplicación se puede ver un caso real, comparando el plan de fertilización recomendado con las prácticas que el ganadero realizaba en el pasado: Estamos ante el caso de una finca cuyo uso será la producción de hierba para la alimentación del ganado, con una producción deseada de 13 tm/ha . Los análisis de suelos indican contenidos medios en todos los nutrientes, aunque se detectó una cierta deficiencia de magnesio. La granulometría era franca. Con estos datos las necesidades eran: 180 kg/ha de N 70 kg/ha P2O5 180 kg/ha K2O El suelo aportaba al cultivo 41 kg/ha de nitrógeno anual, dato obtenido por el programa gracias a los análisis de suelo realizados. Antes de la recomendación de abonado, la práctica de abonado era la adición de 17.5 m3 de purín, junto con 600 kg/ha de 15:15:15 más 200 kg/ha de 8:24:16. Ese abonado aportaría: Purín 15:15:15 8:24:16 N (kg/ha) 31 90 16 P2O5 (kg/ha) 25 90 48 200 K2O(kg/ha) 58 90 32 Dándonos el siguiente balance (aportes-necesidades) en la parcela: N (kg/ha) -2 P2O5 (kg/ha) +93 K2O (kg/ha) 0 En esa pradera, y con el uso del programa informático de la forma indicada, se llegó a otra solución, que fue: Aporte de 36 m3 de purín, teniendo en cuenta las existencias de este fertilizante en la explotación. +500 kg/ha de 15:15:15 Este abonado aportaría: Purín 15:15:15 N (kg/ha) 63 75 P2O5 (kg/ha) 51 75 K2O (kg/ha) 119 75 Dándonos el siguiente balance (aportes-necesidades) en la parcela : N (kg/ha) -1 P2O5 (kg/ha) +56 K2O +14 (kg/ha) Con esta alternativa, conseguiríamos un aporte de nutrientes similar al anterior, e incluso más ajustado a las necesidades de la parcela, empleando además un recurso disponible en la explotación como es el purín de vacuno. El agricultor se ahorraría 100 kg/ha de 15:15:15 y 200 de 8:24:16, lo que se supondría desembolsar aproximadamente 85 euros menos por hectárea en la fertilización. 4. Conclusiones En una explotación ganadera, para conseguir unas producciones forrajeras adecuadas, que permitan reducir el uso de piensos compuestos, el desarrollo e implantación de un plan de fertilización para las praderas, que tenga en cuenta sus extracciones-necesidades resulta un elemento beneficioso, pues permite optimizar el uso de abonos. 201 Extracción de nutrientes en kg/Ha 600 500 N P2O5 K20 400 300 200 100 0 6000 8000 10000 12000 14000 16000 Producción en Kg MS/año Figura 4. Relación entre la producción anual de hierba (kg MS/ha) y la extracción de nutrientes principales expresados en N, P2O5 y K2O ( kg/ha ). El uso de una aplicación informática para la elaboración de dicho plan, que utilice estos datos, de manera que calcule una fertilización ajustada a las necesidades de nuestros cultivos, es una herramienta muy útil, ya que permite realizar un abonado ajustado y adecuado para nuestros suelos. Se ha demostrado con este estudio que las recomendaciones realizadas en base a estos planes, en comparación con la fertilización tradicional practicada por la mayoría de ganaderos, ahorran una cantidad significativa de abonos minerales y racionalizan el uso de los abonos orgánicos (como en el caso de los purines) , con un evidente beneficio económico y medioambiental. Referencias Guerrero García, A. (1999). “Cultivos herbáceos extensivos”. Ed. Mundi Prensa. Madrid. Voisin, A. (1974). “Productividad de la hierba “.Ed. Tecnos. Madrid. Sociedad Española para el estudio de los pastos (2002): “XLII reunión científica de la Sociedad Española para el estudio de los pastos. 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