por la puesta en libertad de los presos politicos

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POR LA PUESTA EN LIBERTAD DE LOS PRESOS POLITICOS
Con m otivo del llam ado Año Santo y
de la R econciliación, la Com isión Na­
cional JUSTICIA Y PAZ, presidida por
el antiguo m inistro de Educación y
actual dirigente cristiano dem ócrata
español, Joaquín Ruiz-Gíménez, ha
elevado al Jefe del Estado, a través
del Presidente de la C onferencia Epis­
copal Española, cardenal Enrique y
Tarancón, una petición de amnistía
para los presos políticos y sociales
en España, cuyo número asciende a
más de 2.000, cifra que podrá elevarse
todavía más dado que durante el pa­
sado año 1974 fueron procesados por
el Tribunal de Orden Público nada
menos que 12.000 españoles.
La petición de amnistía de JUSTICIA
Y PAZ ha sido respaldada por las fir­
mas de 160.000 españoles con su nú­
mero del Documento Nacional de
identidad. Pese a que el derecho de
petición está teóricam ente recogido
por las leyes del Régimen, las autori­
dades españolas han tratado de d ifi­
cultar la colecta de firm as con duras
medidas represivas contra algunos
colaboradores de la campaña pro
amnistía. Los cristianos españoles
esperan „un gesto de generosidad y
clem encia“ por parte del Jefe del
Estado español. Pero en su tra d icio ­
nal mensaje de fin de año, Franco,
que puso el acento sobre „la convi­
vencia, la unidad y la paz de los es­
pañoles“ , no m encionó con una sola
palabra la petición de amnistía de
JUSTICIA Y PAZ. Cómo entiende el
general Franco la generosidad y la
clem encia ha sido expresado días
más tarde por boca de Herrero Teje­
dor, que ha declarado no saber „qué
es lo que se pretende con el docu­
mento de JUSTICIA Y PAZ". Para el
fiscal suprem o franquista no existe
una distinción entre presos políticos
y comunes. Todavía más clara, pero
en la misma línea, ha estado la revis­
ta „FUERZA NUEVA" del consejero
ultraderechista Blas Piñar, que ha es­
crito : „la amnistía que se pide es una
amnistía de la vergüenza y del des­
honor."
Por prim era vez tenem os que dar la
razón a dicho órgano de los „p a le o lí­
ticos fascistas" españoles: efectiva­
mente, es una amnístía de la vergüen­
za y el deshonor que representa para
España la privación de libertad de
tantos hom bres por el único m otivo
de haber hecho uso de unos derechos
EXPRÉS ESPAÑOL / Febrero 1975
reconocidos en cualquier país c iv ili­
zado.
Solidaridad
Por eso, nosotros al solidarizarnos
con la campaña pro amnistía no espe­
ramos ni generosidad ni clem encia,
sino que exigim os JUSTICIA.
No podemos pedir „generosidad y
clem encia" porque ello im plicaría re­
conocer la existencia de un delito que
ha de ser perdonado. Y los presos
políticos no son delincuentes. Delin­
cuentes son los que los han conde­
nado en contra de las normas de
cualquier Estado de Derecho. En vez
de amnistía, exigim os la inmediata
puesta en libertad de todos los pre­
sos políticos y sociales, condenados
por actuaciones que en todo Estado
de Derecho son absolutam ente lega­
les e incluso están protegidas por
preceptos co nstitucionales: la libertad
de reunión y de asociación, la libertad
de expresión, de m anifestación, de re­
presentación sindical.
Respecto a los condenados por tri­
bunales m ilitares por la supuesta co­
misión de actos de violencia, en el
caso de España cabe la im portante
consideración de que el Régimen
no ofrece ninguna garantía jurídica
que elim ine el e rror jud icia l en los
procesos políticos, por lo que los
juicios contra „te rro ris m o “ en los con­
sejos de guerra están viciados por la
duda, como fue el caso del anar­
quista catalán Salvador Puig Antich,
jud icialm ente asesinado por haber
sido condenado y ejecutado sin que
resultara suficientem ente probada su
culpabilidad.
Por otra parte, quien en España hable
de „te rro ris m o “ debe tener también en
cuenta la provocación a la violencia
que supone el terrorism o oficial ejer­
cido sobre la sociedad española, con
la represión de las libertades funda­
mentales y la persecución de las m i­
norías étnicas peninsulares.
Rumores
En estos m om entos corre el rum or de
que el G obierno podría conceder un
S O F lC O
EUROVOSA
VOSA
H ÍC O N S A
indulto parcial, que es rechazado ca­
tegóricam ente por los presos políti­
cos. La m aniobra es clara y recuerda
a la „am inistia MATESA“ .
Se trata de aprovechar el indulto, que
no alcanzará a todos los presos p olíti­
cos, para am nistiar a los gangster del
escándalo del aceite de REDONDELA,
en el que la prensa española ha im ­
plicado a personalidades tan desta­
cadas del Régimen como el propio
hermano del Caudillo, Nicolás Franco.
Quizá el nuevo escándalo SOFlCO, en
el que figuran de nuevo personalida­
des, esta vez en su mayoría m ilitares,
del Régimen, como Eugenio Peydro
Salmerón, ex m iem bro del Servicio
Secreto de las tropas de Franco du­
rante la guerra civil; Luis Nieto Antúnez, hermano del ex m inistro de Ma­
rina, ex gobernador civil de Madrid
y ex jefe de los sindicatos verticales;
el teniente general Rafael M. Cavanillas; Juan Losada Pérez, coronel de
la Guardia Civil y ex jefe de seguridad
de Franco, y otros, induzcan al Jefe
del Estado a dar nuevas muestras de
su clem encia y generosidad.
A la exigencia de la puesta en liber­
tad de los presos políticos, unimos el
deseo de que en una futura España
dem ocrática, sin revanchismos, pero
con un estricto sentido de la Ju sti­
cia, se exijan a todos los delincu­
entes comunes del Régimen las opor­
tunas responsabilidades.
M. Moral
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