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Blues Existencial
Entrevista a Eulo García sobre su primer disco
Por Miguel Méndez Pereira
Palabras Clave: Eulo García – Blues Existencial
Eulo García es licenciado en historia, periodista, poeta sajoniense y músico. Tocó con los
hermanos Arriola y otros músicos en Slow Agony, legendaria banda de death metal
paraguayo; y en The Profane. Tiene un libro de poemas publicado (Gris, 2010). En
noviembre pasado lanzó su primer disco como solista: “Blues Existencial”. Es este
material la excusa para esta entrevista.
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Eulo, “Blues Existencial”, ¿por qué el nombre?
Es el nombre de una de las canciones del disco. Lo escogí como título porque me
pareció que ese nombre termina englobando el espíritu de las canciones. Si bien no todos
los temas del disco son “blues” en el sentido estricto y tradicional, todos los temas fueron
compuestos desde esa influencia, tanto de la estructura misma de composición como de la
esencia del canto, mezcla de lamento y rebelión ante la infeliz opresión que representa la
esclavitud. Es un disco esencialmente urbano en el que las historias cuentan las
posibilidades de sus habitantes, así como el encuentro y la desaparición de ciertas
revelaciones, ilusiones, fantasías, realidades, creencias y utopías, como la libertad, la
locura, el amor. Para mí, “blues existencial” es una manera de cantar la disconformidad
ante las diferentes formas de esclavitud de este tiempo, planteando esta disconformidad
desde las particularidades de las historias que hacen a las canciones del disco.
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¿Cómo fue trabajar con Gabriel Lema?
Un aprendizaje permanente. El material surge como una Tesis de fin de Programa de
Estudios de la escuela Maia Jazz & Rock. Cuando Gabriel me cuenta la posibilidad de
trabajar en la producción de un material pensé al toque en la cantidad de canciones que
tenía encarpetadas hace años. Eran canciones que muy probablemente iban a morir en el
olvido si no se daba esta oportunidad. La primera canción que le mostré fue “Mandala”, a la
semana siguiente ya la estábamos grabando. Desde ahí fue el proceso de ir trayendo una o
dos canciones por semana, con todas las reservas que te imaginarás, de mostrar canciones
muy íntimas y que estuvieron mucho tiempo guardadas. Las canciones le gustaron a
Gabriel y fuimos redondeando las partes que estaban medio sueltas, y fuimos viendo que
tenían una esencia muy fuerte. Todo el trabajo siguiente fue desde la seguridad que esa
esencia era la que le daban fuerza a las canciones, y desde ahí ya fue buscarle el sonido que
las envuelva. Y ahí otra vez el trabajo de Gabriel fue brillante ya que encontró el balance
entre la fuerza y electricidad que necesitaban los temas y la claridad que pedían las
melodías. Fue un proceso largo pero que justificó con el resultado final, del cual estoy más
que contento.
Una particularidad de este disco de blues, es que las batas son programadas, sin
embargo no suenan como programadas. ¿Cómo lograron esto?
Y es parte de lo que te contaba en la respuesta anterior. Una de los particularidades que
tiene esta era “digital”, ja’e chupe, es que hay actualmente una gama de posibilidades
inimaginables. El tiempo y la solidaridad de quienes están más al tanto permanentemente
de las actualizaciones de software y demás, tuvieron su aporte para encontrar el programa
adecuado, y cuando apareció, Gabriel ya tenía explorado una cantidad de opciones que hizo
que finalmente las batas queden con ese sonido y esa presencia sobre todo. Sabíamos desde
un principio que lo de la bata iba a ser un tema a encontrarle la vuelta, porque todo fue
hecho a conciencia de las posibilidades y las limitaciones de recursos de grabación.
En el tema “Necesidad” afirmás “que le hace falta mucho Blues a la ciudad”. ¿Te
parece? ¿Por qué?
Y tiene que ver un poco con lo que te decía al principio. El blues pues es esencialmente
sentimiento, desde ahí parto. Actualmente nuestra ciudad está saturada por donde se la
mire, y pareciera que no le damos la importancia debida a nuestro propio bienestar. Viajar
en colectivo es un calvario, cruzar una calle es una aventura cada vez más peligrosa, y
últimamente hasta tenemos que esquivar motos al caminar por las veredas! Es un sin
sentido total, viejo. Vivimos a mil porque tenemos que cubrir nuestras necesidades, pero
nos olvidamos que entre las necesidades básicas también deberían están la tranquilidad de
pensar en lo que queremos, o mejor, la tranquilidad de no pensar en nada. Para mí,
“Necesidad” es todo eso, “son razones que no entiendo/ ilusiones que aparecen/ ilusiones
que se van”. Es un pequeño stop a pensarnos un poco a nosotros mismos, en lo que
verdaderamente queremos, y en quienes queremos. Acordáte que los primeros blues que
surgen del canto de los esclavos negros en las plantaciones de algodón del sur de los
Estados Unidos, no eran solo lamentos, sino que eran una forma de estar alegres entre tanta
opresión, era esa su rebelión posible. Y por más grilletes que les ponían, y latigazos que les
daban, seguían cantando, porque el canto es imposible de acallarlo.
El hit que da nombre al disco, podría parecer como escrito en cinco minutos, pero
según sé, tiene años de trabajo, por lo menos la lírica. ¿Podrías hablarme un poco de este
tema en particular?
“Blues existencial” es un tema que empezó a construirse a partir de una conversación con
Carlos Bazzano, allá por el 2004 o 2005. Fue una de esas tantas charlas en la que nos
pasábamos durante horas pensando en qué tipo de proyectos alternativos podíamos
desarrollar para no depender tanto de la normativa laboral. Habremos barajado qué sé yo
cuántas opciones. Era de madrugada y lo más probable era que a esas alturas ya estábamos
algo borrachos. Una de esas ideas locas era la de escribir canciones. Estoy seguro que no
fue esa la primera vez que se lo decía y me imagino que Bazzano se habrá cansado un poco
de mi insistencia, por lo que en un momento me dice que él era solo “un pucho más de este
cenicero”, a lo que yo le contesté que yo también era “un insecto más de este basurero”.
Como te imaginarás, no era una conversación muy esperanzadora, por lo que decidimos
suspender el proyecto y dedicarnos a beber lo que quedaba de cerveza. Lo cierto es que
esos versos se quedaron dando vueltas en mi cabeza y le fui dando tonada. Después ya no
me acuerdo cómo iban surgiendo las estrofas. Sí recuerdo que siempre quise escribirle algo
a la avenida Carlos Antonio López, que atraviesa Sajonia. Para mí esta avenida fue como
un despertar a una vida que en ese momento no lo sabía, pero que me marcaría
definitivamente. Sin quererlo, empezó a tomar una forma medio autobiográfica con aquello
de “al llegar a la avenida yo me vi crecer”, y de ahí continuó. Y bueno, ya había entrado
también la literatura a mi ser, y todo era Cortázar, Sabato, Camus, Kafka, Gabo, Borges,
además de Charly, Pappo, Spinetta, y todos esos personajes que tarde o temprano tienen
que aparecer en la vida de uno. Así se fue haciendo esta canción. Pero no lo siento un hit,
Miguel! jajaja
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Finalmente. ¿Son poesías hechas blues las letras? ¿O al vezre? Lo que has lanzado.
Son canciones rock y blues con historias contadas con una lírica urbana propia. Una de las
formas de la poesía es la música y para mí el blues una de las formas más poéticas de la
música. En el caso de este disco creo que son cosas que no están separadas. Quise que el
disco tenga un contenido y una carga poética al juntar estas canciones. Si quien lo escucha
siente algo de esto ya me daré por satisfecho.
El disco está a la venta en:
Maia Jazz & Rock (Avda. Venezuela N° 923 c/ Sgto. Gauto)
Electric Circus (Gral Díaz N° 464 c/ 14 de Mayo)
Music Hall (Shopping: Mcal. López y San Lorenzo)
Quijote (Shopping del Sol; Mcal. López; Mariano Roque Alonso; Mall Excelsior)
Bar Mburukujazz (12 Pyda. y EE.UU.)
También me lo pueden pedir al mail [email protected]; o contactarme vía facebook.
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