PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA. 2º CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL. COLEGIO AZORÍN. CURSO 2011-2012 1. Introducción a) Justificación. Elaborar el Proyecto curricular y tras éste la programación didáctica es una de las tareas más decisivas del equipo de profesores. El éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje depende en gran medida de que se consensuen previamente los diversos aspectos del plan de acción educativa: qué enseñar (objetivos y contenidos); cuándo enseñar (secuencia de objetivos y contenidos); cómo enseñar (metodología); y qué, cómo y cuando evaluar (criterios de evaluación). Todos estos elementos, junto con el desarrollo de las competencias básicas, el planteamiento de la atención a la diversidad del alumnado y las líneas maestras de la orientación, configuran la programación didáctica. b) Contextualización. Nuestro centro se denomina en la actualidad Colegio Público de Educación Infantil y Primaria “Azorín”. Está situado en la Av. Azorín nº 21 de la localidad de Catral, pueblo de la Vega Baja que cuenta en la actualidad con 7.328 habitantes. La población de Catral es mayoritariamente autóctona, o bien de las zonas de alrededor, como Elche, Callosa, Orihuela… Cabe destacar la gran afluencia de inmigrantes de diversa índole (ingleses, árabes, sudamericanos…) que han llegado a Catral y que han hecho crecer al pueblo de manera considerable. En relación a la actividad laboral, es el sector del calzado y la albañilería, los que ofrecen la práctica totalidad de los puestos de trabajo en la zona. Por lo que los efectos de la crisis económica son notables. Es un pueblo dotado de servicios como Centro de Salud, Centro de Jubilados, instalaciones deportivas. Actualmente se está llevando a cabo la ampliación de la Casa de la Cultura. 2. Características del ciclo. Los niños de tres a seis años. Entre los tres y los seis años los niños pasan por tres fases. La primera, denominada etapa de la oposición, llevará al individuo a tomar conciencia de su propio yo. A esta le sigue una etapa de tranquilidad en la que disfruta con el descubrimiento y el desarrollo de nuevas destrezas. Nos encontramos en un momento en el que se consolidan y perfeccionan los logros adquiridos en fases anteriores. Finalmente en la etapa de la curiosidad, el niño alcanza un notable desarrollo cualitativo que le permite razonar en un plano más abstracto que le permite razonar en un plano mas abstracto y hacer generalizaciones más profundas. Es la edad en la que: En su desarrollo psicomotor… Se mueve con soltura, espontaneidad y armonía. Acelera y modera la marcha a voluntad Empieza a manifestar predominancia de un lado sobre otro Inhibe mejor los movimientos involuntarios Incrementa el control del tono muscular y la respiración. En su desarrollo afectivo y social… Se produce un afianzamiento del yo y de su aceptación. Asume las diferencias sexuales Reclama más independencia y muestra una mayor seguridad en si mismo. Planifica y desarrolla sus acciones poniéndose de acuerdo con los que van a jugar con él. Se relaciona bien con los otros niños, disfrutando con la conversación y compartiendo. En su desarrollo cognitivo… Muestra una gran fantasía e imaginación. Planifica y premedita su acción con anterioridad. Es capaz de diferenciar varios colores, formas y tamaños. Desarrolla el pensamiento simbólico, que le permite sustituir cualquier objeto por su representación. Puede emplear diversas relaciones de carácter abstracto y construir generalizaciones. En su desarrollo moral… Se consolida la presencia de conceptos morales bien estructurados. Le agrada cooperar con los adultos en sus tareas, de forma que la constitución de valores alcanza un mayor desarrollo. En su desarrollo del lenguaje… Presenta todas o la mayoría de las estructuras básicas de la lengua. Expresa acontecimientos de manera bastante coherente y sin errores temporales. Relata algunos hechos fuera de su contexto inmediato. Domina las relaciones de lugar. 3. Objetivos a) Objetivos generales de la etapa. Tomando como base todo lo expuesto, los objetivos que perseguimos son: Potenciar el conocimiento a través de actividades globalizadoras y lúdicas. Desarrollar las capacidades de nuestros alumnos afianzando su autoestima. Fomentar su curiosidad presentando propuestas que requieran activar sus capacidades cognitivas. Posibilitar el desarrollo creativo y la capacidad de expresión a través de las distintas formas de lenguaje: verbal, gráfico, tecnológico, plástico, corporal, musical, etc. Favorecer la convivencia fomentando el respeto y el compromiso con el pluralismo y la cultura solidaria. Establecer estrategias que favorezcan la participación e información de los padres. Desarrollar progresivamente el sentido crítico de los niños y de las niñas. Conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias. Observar y explorar su entorno familiar, natural y social. Conocer y apreciar algunas de sus características y costumbres y participar activamente, de forma gradual, en actividades sociales y culturales del entorno. Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales. Desarrollar sus capacidades afectivas. Relacionarse con los demás y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en la resolución pacífica de conflictos. Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión. Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lecto-escritura y en el movimiento, el gesto y el ritmo. b) Objetivos específicos del área… Conocimiento de si mismo y autonomía personal. En relación con el área, la intervención educativa tendrá como objetivo el desarrollo de las siguientes capacidades: 1. Reconocerse como una persona diferenciada de las demás, identificando las propias posibilidades y limitaciones, valorando la diversidad como una realidad enriquecedora. 2. Formarse una imagen ajustada y positiva de si mismo, a través de la interacción con los otros y del conocimiento de las propias características, desarrollando sentimientos de autoestima y autonomía. 3. Progresar en el control del cuerpo, desarrollando la percepción sensorial y ajustando el tono, el equilibrio y la coordinación del movimiento a las carácterísticas del contexto. 4. Conocer y representar el propio cuerpo, sus elementos y algunas de sus funciones, descubriendo y utilizando sus posibilidades motrices, sensitivas, expresivas y cognitivas, coordinando y controlando cada vez con mayor precisión gestos y movimientos. 5. Identificar las propias necesidades, sentimientos, emociones o preferencias, y ser progresivamente capaces de denominarlos, expresarlos y comunicarlos a los demás, identificando y respetando, gradualmente, también los de los otros. 6. Adquirir progresivamente autonomía e iniciativa en la realización de actividades habituales y tareas sencillas para resolver problemas de la vida cotidiana, aumentado el sentimiento de autoconfianza. 7. Adecuar su comportamiento a las necesidades y requerimientos de los otros en actividades cotidianas y de juego, desarrollando actitudes y hábitos de respeto, ayuda y colaboración y evitando comportamientos de sumisión o dominio. 8. Progresar en la adquisición de hábitos y actitudes relacionados con la seguridad, la higiene y el fortalecimiento de la salud, desarrollando estrategias para satisfacer sus necesidades básicas, de manera progresivamente más autónoma, aumentando el sentimiento de autoconfianza y la capacidad de inciativa. 9. Aprender a disfrutar de las situaciones cotidianas de equilibrio y bienestar emocional, aceptando las pequeñas frustraciones, reconociendo los propios errores, buscando y aceptando ayuda cuando sea necesario para superar las dificultades. 10. Descubrir, conocer y vivir el juego como medio que favorece la propia aceptación, el desarrollo humano, la manifestación de emociones, el respeto a los demás, la aceptación de las normas, la seguridad personal y la acpetación de la identidad sexual y cultural. Conocimiento del entorno. En relación con el área, la intervención educativa tendrá como objetivo el desarrollo de las siguientes capacidades: 1. Observar y explorar de forma activa su entorno físico, natural y social, desarrollar el sentido de pertenencia al mismo, mostrando interés por su conocimiento, y desenvolverse en él con cierta seguridad y autonomía. 2. Relacionarse con los demás, de forma cada vez más equilibrada y satisfactoria, interiorizando progresivamente las pautas básicas de comportamiento social y ajustando su conducta a ellas. 3. Identificar y acercarse al conocimiento de distintos grupos sociales cercanos a su experiencia, a algunas de sus características, producciones culturales, valores y formas de vida, generando actitudes de confianza, respeto y aprecio. 4. Indagar el medio físico manipulando algunos de sus elementos, identificando sus características y desarrollando la capacidad de actuar y producir transformaciones en ellos. 5. Iniciarse en las habilidades matemáticas manipulando funcionalmente elementos y colecciones, identificando sus atributos y cualidades y estableciendo relaciones de agrupamientos, clasificación, orden y cuantificación. 6. Desarrollar y aplicar el pensamiento matemático con el fin de resolver problemas en situaciones cotidianas. 7. Interesarse por el medio natural, observar y reconocer animales, plantas, elementos y fenómenos de la naturaleza, experimentar, hablar sobre ellos y desarrollar actitudes de curiosidad. 8. Conocer y valorar los componentes básicos del medio natural y utilizar las habilidades necesarias para comprender algunas de sus relaciones, cambios y transformaciones, desarrollando actitudes de cuidado, respeto y responsabilidad en su conservación. 9. Conocer las manifestaciones culturales propias de su entorno, disfrutar con ellas y valorarlas, mostrando interés y respeto por aquellas propias de otras comunidades y cultura. Los lenguajes. Comunicación y representación. En relación con el área, la intervención educativa tendrá como objetivo el desarrollo de las siguientes capacidades: 1. Apropiarse progresivamente de los diferentes lenguajes para expresar sus necesidades, preferencias, sentimientos, experiencias y representaciones de la realidad. 2. Experimentar y expresarse utilizando los lenguajes corporal, plástico, musical y tecnológico, para representar situaciones, vivencias, necesidades y elementos del entorno y provocar efectos estéticos, mostrando interés y disfrute. 3. Utilizar la lengua como instrumento de comunicación, de representación, aprendizaje y disfrute, de expresión de ideas y sentimientos y valorar la lengua oral como un medio de regulación de la conducta personal y de la convivencia. 4. Comprender las intenciones comunicativas y los mensajes de otros niños y adultos, familiarizándose con las normas que rigen los intercambios comunicativos y adoptando una actitud favorable hacia la comunicación, tanto en lengua propia como extranjera. 5. Acercarse a las producciones de tradición cultural. Comprender, recitar, contar y recrear algunos textos literarios mostrando actitudes de valoración, disfrute e interés hacia ellos. 6. Desarrollar la curiosidad y la creatividad interactuando con producciones plásticas, audiovisuales y tecnológicas, teatrales, musicales, o danzas, mediante el empleo de técnicas diversas. 7. Iniciarse en los usos sociales de la lectura y la escritura explorando su funcionamiento y valorándolas como instrumento de comunicación, información y disfrute. 8. Iniciarse en el uso oral de una lengua extranjera con intención comunicativa en actividades relacionadas con las situaciones habituales del aula, y mostrar interés y disfrute al participar en estos intercambios. 9. Iniciarse en el uso de instrumentos tecnológicos, valorando su potencial como favorecedores de comunicación, de expresión y como fuente de información y diversificación de aprendizajes. OBJETIVOS GENERALES POR ÁREAS 3 AÑOS EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO Y LA AUTONOMÍA PERSONAL Diferenciar las principales partes del cuerpo. Aceptar las propias características físicas. Identificar los órganos de los sentidos y sus funciones principales. Percibir y diferenciar las sensaciones corporales: frío, calor. Identificar necesidades básicas del cuerpo: alimentación. Identificar la utilización de las distintas prendas de vestir según la actividad y la climatología. Conocer los propios sentimientos, emociones y necesidades comunicándolos a los demás. Interpretar emociones mediante expresiones faciales. Identificar y respetar los sentimientos y emociones de los otros. Desarrollar la coordinación dinámica general al desplazarse por espacios limitados por personas u objetos. Desarrollar el equilibrio necesario para caminar, caminar hacia atrás, girar hacia un lado y seguir caminado. Afianzar habilidades motrices al caminar por distintos tipos de superficies. Desplazarse en espacios amplios adoptando diferentes posturas. Coordinar sus movimientos en los desplazamientos laterales por el espacio. Desarrollar la coordinación motriz necesaria para los juegos en espacios amplios. Coordinar sus movimientos para botar él mismo varias veces un balón y cogerlo con las manos, y para recoger y lanzar un balón a las manos. Progresar en el conocimiento de las referencias espaciales respecto a su propio cuerpo. Expresar una riqueza de movimientos al llevar a cabo actividades motrices espontáneas o propuestas. Participar activamente en las actividades motrices. Conocer, interactuar y favorecer las relaciones con diferentes tipos de personas. Utilizar las normas elementales de relación, de salud y de convivencia. Adecuar sus propios comportamientos a las necesidades y demandas de los niños y adultos evitando conflictos. Comportarse de forma correcta en los lugares públicos. Utilizar adecuadamente los espacios y los materiales comunes. Aceptar las reglas de juego para participar en actividades grupales. Colaborar en las actividades de juego: cuidar y recoger los juguetes. Participar en algunas tareas de la vida cotidiana: ayudar a poner y quitar la mesa, recoger sus juguetes, desvestirse solo. Respetar las normas de convivencia asumiendo la responsabilidad en las tareas domésticas, y desarrollar actitudes de ayuda y colaboración Valorar y respetar las diferencias y aceptar la identidad y las características de los demás evitando actitudes discriminatorias. Progresar en la adquisición de hábitos de cortesía. Verbalizar las medidas de seguridad en distintos medios de transporte. Respetar las actividades que desarrollan diferentes profesionales sin actitud de discriminación. Reconocer los objetos que entrañan riesgos para la salud. Reconocer la necesidad de protegerse del Sol en las actividades al aire libre. EL MEDIO FÍSICO, NATURAL, SOICIAL Y CULTURAL Identificar y utilizar los atributos de color rojo, amarillo, azul, verde, naranja, negro, blanco, rosa, azul claro, azul oscuro. Reconocer los conceptos abierto y cerrado. Reconocer el concepto de cantidad 1, 2, 3. Identificar y realizar la grafía de los números uno, dos, tres. Utilizar los cuantificadores uno, dos y tres. Diferenciar y aplicar los cuantificadores: uno/muchos, muchos/pocos Diferenciar las nociones espaciales: arriba, abajo, dentro, fuera, cerca, lejos, delante, detrás, de frente, de lado, de espalda. Diferenciar los tamaños: grande, pequeño. Reconocer objetos de forma circular, triangular, cuadrangular. Identificar las figuras planas: círculo, triángulo, cuadrado. Diferenciar sabores: dulce, salado. Identificar conceptos de medida: alto, bajo, largo, corto, Diferenciar las texturas: liso, rugoso, duro, blando. Diferenciar los conceptos de capacidad: lleno, vacío. Situar los ordinales: primero, último. Discriminar los conceptos: seco, mojado. Diferenciar los cuantificadores: todo, nada, todos, ninguno. Realizar series. Iniciarse en la observación de los fenómenos meteorológicos. Identificar los cambios que se producen en el entorno natural según la época del año: el otoño, el invierno, la primavera y el verano. Identificar algunos juegos adecuados a la climatología. Discriminar algún sonido propio de la naturaleza. Conocer las características externas de animales conocidos de su entorno próximo o lejano: pelo, plumas, pico, alas… y sus formas de desplazarse. Identificar las partes de una planta: flor, hoja, tallo. Reconocer las características externas de las plantas: color, olor… Observar y cuidar el crecimiento de una planta en el aula. Mostrar iniciativa en la asunción de la responsabilidad de tareas: cuidar una planta. Valorar la importancia del cuidado del medio ambiente. Experimentar con el agua valorando su utilidad para los seres vivos. Colaborar en el cuidado de su entorno próximo usando las papeleras. Identificar algunos objetos propios del aula. Conocer y orientarse en las distintas dependencias del colegio: aula, patio, comedor, aseo, sala de usos múltiples... Reconocer a los adultos del colegio y compañeros. Identificar a los miembros de su familia y el lugar que ocupa entre ellos. Valorar la función que desempeñan los abuelos en el entorno familiar. Comprender y valorar algunos derechos de la infancia. Identificar los elementos más significativos de la calle: semáforo, tienda, paso de cebra y acera. Observar y reconocer los establecimientos públicos de su entorno: tiendas de alimentación. Reconocer algunas fiestas que se celebran en su entorno: Navidad. Conocer y comprender el derecho al voto. Explorar y conocer los objetos de su entorno: los juguetes. Conocer diferentes juegos que se pueden llevar a cabo con un mismo objeto. Interiorizar progresivamente las pautas de comportamiento social durante los juegos. Diferenciar las dependencias de una casa según la actividad que las caracteriza, y los elementos propios de cada una. Conocer algunos tipos de viviendas de su entorno habitual. Reconocer algunas fiestas que se celebran en su entorno: Carnaval. Identificar las características de distintos medios de transporte: coche, avión, tren, autobús, barco. Conocer algunos medios de comunicación: TV, teléfono, revistas, periódicos, ordenador, cartas. Conocer las distintas ocupaciones de los hombres y mujeres de nuestro entorno. Reconocer los instrumentos necesarios más característicos para cada profesión. Identificar algunas profesiones y servicios relacionados con la seguridad y la sanidad. Iniciarse en el conocimiento de las actividades relacionadas con el ocio y el tiempo libre. Participar activamente en la celebración de días especiales: de la tercera edad, del medio ambiente, del libro, de la paz, del padre, de la madre, del niño, de la Constitución. LOS LENGUAJES: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN Utilizar el lenguaje oral para relatar hechos y comunicar ideas, sentimientos y deseos. Expresar preferencias y gustos, y dialogar sobre ellos. Relatar vivencias relacionando correctamente el espacio y el tiempo en el que se desarrollan. Participar de forma creativa en los juegos lingüísticos. Realizar breves narraciones guiadas por una lámina o ilustración. Utilizar de forma adecuada los tiempos verbales: presente, pasado y futuro inmediato. Participar en diálogos sobre un tema. Conocer y ampliar el vocabulario. Leer e interpretar frases con pictogramas de acciones y tarjetas de vocabulario. Conocer distintos soportes de la lengua escrita: revistas, periódicos, etiquetas Escuchar y comprender un cuento como fuente de placer y aprendizaje. Iniciarse en los usos de la lectura como instrumento de información. Desarrollar la coordinación óculo-manual en la realización de garabateos, trazos guiados, verticales, horizontales, trazos semicirculares y verticales y horizontales combinados, trazos inclinados, trazos combinados inclinados, trazos curvos abiertos hacia la derecha y hacia la izquierda, trazos semicirculares continuos y discontinuos superior e inferior de izquierda a derecha. Fomentar el interés por producir mensajes con trazos cada vez más precisos. Iniciarse en el conocimiento de algunos instrumentos tecnológicos. Utilizar diferentes técnicas y materiales plásticos: pintura de dedos, estampado, punteado, arrugado de papel, pellizcado de papel y picado en espacios amplios, murales, rasgado, pegado, collage, composición con distintas texturas, pincel, recortado libre, picado entre líneas, témperas, Elaborar juguetes sencillos con material de desecho. Disfrutar con las propias producciones plásticas. Interpretar y valorar progresivamente diferentes obras de arte. Analizar una obra pictórica razonando y formulando cuestiones sobre ella. Interpretar canciones siguiendo el ritmo y la melodía. Identificar ritmos lentos y rápidos, fuertes y débiles. Reproducir sonidos con el propio cuerpo. Discriminar auditivamente: ruido, silencio y canción, sonidos largos y cortos, ruidos producidos por instrumentos de trabajo, sonidos de la naturaleza. Reproducir onomatopeyas de animales. Utilizar adecuadamente los instrumentos musicales: pandero, cascabeles, tambor. Participar activamente en la audición de obras musicales. Expresar y experimentar corporalmente estados de relajación y movimientos. Representar mediante sus posibilidades corporales a personajes de cuentos. Participar en la dramatización de un cuento. Representar corporalmente lo que simboliza una ilustración. Representar desplazamientos de animales. Realizar diferentes desplazamientos en el espacio al ritmo de una melodía. Expresar sus sentimientos con el cuerpo al danzar al ritmo de una melodía. OBJETIVOS GENERALES POR ÁREAS 4 AÑOS EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO Y LA AUTONOMÍA PERSONAL Conocer el propio cuerpo y controlar sus movimientos. Identificar las diferentes partes del cuerpo: segmentos y órganos de los sentidos. Asociar los órganos de los sentidos con la función que realizan. Identificar sus posibilidades y limitaciones, aceptando y respetando las diferencias y evitando discriminaciones. Formarse una imagen ajustada y positiva de sí mismo. Controlar progresivamente su propio cuerpo en las actividades de coordinación dinámica general. Coordinar y controlar el propio cuerpo en las actividades que implican movimientos globales y segmentarios. Situarse en el espacio y desplazarse correctamente: a un lado, a otro lado; arriba, abajo; encima, debajo; dentro, fuera. Afianzar la propia lateralidad. Realizar de forma cada vez mas autónoma actividades habituales y tareas sencillas desarrollando estrategias para satisfacer sus necesidades básicas. Aprender a expresar sentimientos y emociones propios y a respetar los de los demás. Afianzar las normas de cortesía: presentarse, saludar y despedirse. Regular la propia conducta en actividades de grupo y lugares públicos. Colaborar en el juego con los compañeros aceptando las normas. Progresar en la adquisición de hábitos de orden y cuidado de objetos y juguetes. Desarrollar actitudes de ayuda y colaboración con los otros. Resolver pequeños conflictos buscando soluciones mediante explicaciones y diálogos. Mostrar satisfacción al realizar correctamente las actividades. Progresar en la adquisición de hábitos y actitudes relacionados con el cuidado y la higiene. Conocer y comprender la importancia de los hábitos de alimentación saludables. Integrar diferentes alimentos en su dieta. Utilizar las prendas adecuadas según la climatología, en beneficio de la salud. Conocer medidas para evitar riesgos y accidentes. EL MEDIO FÍSICO, NATURAL, SOICIAL Y CULTURAL Identificar, descomponer y aplicar los números hasta el 6. Ordenar los números del 1 al 6 de mayor a menor, y viceversa. Sumar con números hasta el 6. Reconocer y utilizar el signo igual (=) con relación a cantidades. Utilizar los cuantificadores: ninguno, igual/diferente, tantos como, grueso/delgado, igual que, más que/menos que, mitad. Diferenciar las nociones de medida: más alto/más bajo, más largo/más corto, ancho/estrecho, grande/mediano/pequeño. Discriminar y realizar figuras planas: círculo, cuadrado, triángulo, rectángulo, óvalo, esfera. Reconocer e identificar colores: rojo, azul, verde, amarillo, violeta, marrón, dorado, plateado, gama de azules, rosa, naranja, gama de verdes, blanco, negro. Conocer los colores del arco iris. Utilizar las nociones espaciales: a un lado/a otro lado, hacia un lado/hacia el otro lado, delante/atrás, de frente/de espaldas, de lado, cerca/lejos, alrededor de, derecha, izquierda, entre. Utilizar correctamente las nociones temporales: mañana/noche, antes/después, ayer, hoy, mañana. Discriminar los ordinales: primero, segundo, último. Discriminar las nociones de capacidad: lleno, vacío. Diferenciar las sensaciones frío y caliente. Identificar las líneas rectas y curvas, abiertas y cerradas Reconocer el atributo de textura: blando, duro. Diferenciar los cuantificadores de peso: ligero, pesado. Reconocer simetría en los objetos. Identificar las dependencias del colegio. Reconocer los rincones o zonas diferenciadas del aula y sus elementos. Conocer las funciones del personal del centro. Identificar diferentes estructuras familiares. Reconocer los cambios en los elementos del entorno en otoño, invierno, primavera y verano. Clasificar las prendas de vestir según la actividad que se realice y la climatología. Identificar los elementos característicos de la calle. Reconocer diferentes tiendas según el producto que venden. Identificar y clasificar alimentos según su procedencia. Conocer y respetar las normas de seguridad vial. Reconocer las fiestas del entorno: la Navidad. Diferenciar distintos juegos: al aire libre, de mesa, simbólicos, y los juguetes para realizarlos. Crear juguetes apropiados para juegos diversos. Conocer las características de la selva como entorno natural. Identificar diferentes tipos de vivienda según el entorno. Reconocer las dependencias de la casa y sus elementos. Observar las características externas de los animales. Clasificar a los animales según el medio donde se desenvuelven. Identificar diferentes tipos de plantas y sus características externas. Conocer y valorar otras culturas y sus características. Identificar los medios de transporte más característicos en algunos entornos. Reconocer las características y servicios de los diferentes medios de transporte. Conocer las características más generales de los medios de comunicación: televisión, prensa, radio, correo, teléfono. Conocer y valorar el medio natural desarrollando actitudes de cuidado, respeto y responsabilidad en su conservación. Reconocer y diferenciar profesionales de diversas áreas. Relacionar instrumentos propios de cada profesión. Identificar las prendas de vestir y complementos según la ocupación de las personas. Reconocer y valorar el agua como fuente de vida para los seres vivos. Diferenciar distintas formas sociales del tiempo: vacaciones, días festivos... Identificar diferentes tipos de actividades que se pueden realizar al aire libre al subir la temperatura. Participar activamente en la celebración de días especiales: de la tercera edad, del medio ambiente, del libro, de la paz, del padre, de la madre, del niño, de la Constitución. LOS LENGUAJES: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN Utilizar el lenguaje oral para relatar cuentos e interpretar imágenes. Participar en los diálogos respetando las normas que los rigen. Construir de forma adecuada frases en presente, pasado y futuro. Elaborar frases con concordancia de género y número. Desarrollar y ampliar el vocabulario relacionado con el colegio, la familia, el cuerpo, las prendas de vestir, el otoño, la alimentación, las tiendas, los juegos, los juguetes, la casa, los animales, las plantas, los medios de transporte y comunicación, profesiones e instrumentos profesionales, el verano y las actividades al aire libre. Leer e interpretar frases con pictogramas de acciones y tarjetas de vocabulario. Desarrollar la coordinación óculo-manual en la realización de trazos verticales y horizontales, en cruz y en aspa, inclinados continuos, radiales, semicirculares superior e inferior discontinuo, en espiral, circulares, semicirculares superior e inferior continuos, semicirculares hacia la derecha y la izquierda discontinuos, en bucle superior e inferior discontinuos, en bucle continuos superior e inferior. Fomentar el interés por producir mensajes con trazos cada vez más precisos. Afianzar el interés por la lectura y la escritura. Iniciarse en el conocimiento de algunas propiedades del texto escrito, valorándolo como fuente de información y disfrute. Interpretar diferentes portadores de textos: carteles, etiquetas, felicitaciones, cartas. Interpretar el significado de signos. Conocer la utilidad de algunos soportes de la lengua escrita: prensa. Escuchar y comprender cuentos como fuente de placer y de aprendizaje. Reconocer algunos instrumentos tecnológicos: el ordenador y sus periféricos, la cámara digital, un procesador de textos, la impresora, programas de dibujo, internet y buscadores, el micrófono, la cámara web, el correo electrónico, el escáner, el grabador y reproductor de sonido, un programa de presentaciones. Utilizar diferentes técnicas plásticas: recortado, rasgado, picado, pegado, collage, cosido. Representar la figura humana a través del dibujo. Iniciarse en la técnica del maquillaje: indios. Realizar esculturas con material de desecho. Utilizar fotografías en la elaboración de obras plásticas. Experimentar en sus creaciones con los colores: rojo, azul, verde, amarillo, violeta, marrón, dorado, plateado, gama de azules, rosa, naranja, gama de verdes, blanco, negro Iniciarse en habilidades del pensamiento a través del análisis de obras pictóricas. Interpretar y valorar progresivamente diferentes obras de arte. Apreciar la escultura como forma de representación plástica. Interpretar canciones siguiendo el ritmo y la melodía. Realizar producciones sonoras con el cuerpo: palmas, pitos, pies. Discriminar sonidos musicales: largos, cortos; ascendentes, descendentes. Discriminar auditivamente: ruido, silencio, canción. Discriminar sonidos de diferentes entornos. Acompañar rítmicamente melodías y canciones con objetos de la casa. Reproducir el sonido de algunos animales. Diferenciar e identificar los instrumentos de percusión, cuerda y viento. Conocer música de diferentes países. Participar activamente en la audición de obras musicales. Leer distintas expresiones faciales interpretando su significado. Representar emociones con gestos faciales. Representar corporalmente diferentes situaciones de la vida cotidiana. Representar breves historias con marionetas. Representar animales, medios de comunicación y transporte, personajes y situaciones de la vida profesional acompañados del vestuario adecuado. Interpretar danzas a partir de una melodía. OBJETIVOS GENERALES POR ÁREAS 5 AÑOS EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO Y LA AUTONOMÍA PERSONAL Cuidar y valorar el propio cuerpo. Conocer y diferenciar las distintas partes del cuerpo: segmentos y articulaciones. Reconocer y diferenciar las características físicas según el sexo. Distinguir los sentidos y sus funciones. Identificar y expresar sensaciones a través de los diferentes sentidos. Expresar y controlar sus sentimientos y emociones. Identificar las partes del cuerpo que expresan emociones. Tomar conciencia de sí mismo y de su nombre. Reconocer la importancia de las manifestaciones de afecto en las relaciones. Desarrollar la coordinación dinámica general y el equilibrio. Desarrollar la coordinación motriz fina en tareas cotidianas como abotonado, desabotonando, acordonado y lazada. Controlar, cada vez con más precisión, gestos y movimientos. Afianzar el dominio de los desplazamientos. Mantener el equilibrio en los desplazamientos. Realizar actividades de la vida cotidiana confiando en sus posibilidades motrices. Respetar las normas en los desplazamientos evitando riesgos. Utilizar de forma adecuada sus posibilidades motrices en los desplazamientos. Progresar en la orientación espacial y la direccionalidad. Aceptar sus posibilidades y limitaciones y respetar las de los otros. Participar en los juegos evitando actitudes competitivas y colaborando con los demás. Mostrar iniciativa en la resolución de situaciones cotidianas. Progresar en el dominio de la orientación y las posturas corporales. Afianzar la lateralidad corporal. Progresar en la adquisición de hábitos de salud, bienestar y orden. Conocer las normas de relación en situaciones de ocio y tiempo libre. Realizar y compartir actividades sin discriminación por sexo. Reconocer y practicar hábitos de alimentación sanos. Reconocer y aceptar reglas y normas de convivencia. Afianzar hábitos y destrezas elementales de higiene y salud. Utilizar de forma adecuada instrumentos que conllevan riesgos. Progresar en la superación personal evitando temores y pesadillas. EL MEDIO FÍSICO, NATURAL, SOICIAL Y CULTURAL Identificar y utilizar los números del cero al nueve. Resolver operaciones y problemas con los números del cero al nueve. Ordenar los números del cero al nueve en series ascendentes y descendentes. Realizar sumas. Iniciarse en la resolución de restas. Emplear el signo menos (–) en la realización de restas. Identificar y situar los ordinales del primero y noveno. Diferenciar los cuantificadores: muchos/pocos/ninguno, alguno/ninguno, par y pareja, pesado/ligero, mitad, uno más/uno menos/tantos como, doble. Discriminar las nociones de capacidad: lleno/vacío, casi lleno/casi vacío. Distinguir medidas: tan alto como/más alto/más bajo, más grande que/más pequeño que, tan grande como, más ancho/más estrecho, grueso pero no el más grueso/delgado pero no el más delgado, tan largo como/tan corto como. Reconocer diferentes grados de cercanía y lejanía. Diferenciar las nociones temporales: mañana/tarde/noche, antes/ahora/después, ayer/hoy/mañana Reconocer formas geométricas: círculo, óvalo, rombo. Conocer la esfera, el cubo, el cilindro y el prisma cuadrangular como cuerpos geométricos. Reconocer tonos de rojo, de amarillo, de verde, de azul. Conocer y realizar mezclas de colores. Diferenciar las nociones espaciales: esquina/borde/centro, derecha/izquierda, en el medio. Ordenar espacialmente de derecha a izquierda. Realizar series. Discriminar las texturas, suave y áspero. Distinguir los sabores: dulce, salado y ácido. Iniciarse en la resolución de cuadros de doble entrada. Conocer y utilizar unidades de medida naturales. Conocer y aplicar las nociones anterior y posterior. Reconocer los días de la semana. Conocer y emplear las horas como medida de tiempo. Ubicar temporalmente las actividades de la vida cotidiana. Reconocer el reloj como instrumento de medida del tiempo. Comprender la noción de simetría y aplicarla. Orientarse y actuar de forma autónoma en las dependencias del centro. Respetar al personal del centro y diferenciar sus funciones. Identificar a los miembros del grupo familiar e identificar relaciones de parentesco. Identificar algunas características de la época navideña. Identificar los elementos de la calle y sus distintas funciones. Conocer las normas de seguridad vial. Conocer tipos de comercios. Identificar alimentos elaborados y su procedencia. Reconocer los juegos como medios para relacionarse con los demás y para comunicar deseos y emociones. Conocer algunas actividades lúdicas y deportivas. Conocer diferentes tipos de viviendas, actuales y de otras épocas. Identificar las funciones de las dependencias de una vivienda. Reconocer acciones y actividades que se realizan en el hogar. Conocer y participar en algunas fiestas del entorno. Discriminar entre medios de transporte contaminantes y no contaminantes. Conocer medios de transporte de tierra, mar y aire. Identificar algunos medios de comunicación y valorar sus utilidades y funciones. Reconocer la utilidad de algunos inventos. Conocer algunas profesiones y oficios. Observar e identificar los elementos de trabajo de las distintas profesiones. Identificar profesiones e instrumentos relacionados con la tecnología. Conocer algunos elementos que conforman el Universo. Iniciarse en la Historia: antiguo Egipto, Grecia antigua, la época de los castillos, la era de los dinosaurios. Tomar conciencia de los cambios del ser humano con el crecimiento. Iniciarse en la observación del medio natural a través de la climatología. Conocer los cambios del paisaje en el otoño, en invierno, en primavera y en verano. Comprender la importancia de cuidar el entorno natural. Identificar las prendas de vestir y clasificarlas según su función. Comprender la importancia del reciclaje en la conservación del medio natural. Identificar las características generales de los seres vivos, sus semejanzas y diferencias. Conocer la evolución y los ciclos de vida de algunos seres vivos. Identificar los cambios que se producen en el medio natural en primavera. Observar y reconocer los cambios que se producen en la naturaleza durante el día y la noche. Identificar las fuentes de luz natural y artificial. Reconocer la importancia del sol y del agua para la vida. Conocer y prevenir los efectos del sol en las actividades al aire libre. Participar activamente en la celebración de días especiales: de la tercera edad, del medio ambiente, del libro, de la paz, del padre, de la madre, del niño, de la Constitución. LOS LENGUAJES: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN Utilizar el lenguaje oral para relatar hechos e interpretar imágenes. Comprender y utilizar de forma correcta las frases en los diálogos. Elaborar frases en presente, pasado y futuro. Expresar sentimientos, ideas, preferencias, gustos y deseos ajustándose a los diferentes contextos. Conocer, aplicar y respetar las normas de la conversación. Trabajar la concordancia en las producciones orales. Desarrollar el vocabulario relacionado con la familia, el colegio, el cuerpo, el otoño, las prendas de vestir, los comercios, la calle, los alimentos, los juegos, los juguetes, la casa, los animales, las plantas, los medios de transporte y comunicación, las profesiones y los oficios, el verano y el Universo. Leer e interpretar frases con pictogramas de acciones y tarjetas de vocabulario. Desarrollar la coordinación óculo-manual en la realización de trazos verticales, horizontales e inclinados combinados, en aspa y en cruz, en espiral en ambos sentidos, curvos continuos y discontinuos, curvos y horizontales combinados, bucles, curvos encadenados, curvos preparatorios para realizar letras, bucles inferiores y superiores. Iniciarse en la escritura para cumplir finalidades reales. Comprender e interpretar secuencias de imágenes ordenadas cronológicamente. Reconocer la utilidad de las cartas, los avisos y los carteles diferenciándolos de otras formas de expresión. Conocer y aprender trabalenguas. Reconocer las letras que componen las palabras. Iniciarse en los usos de la lectura como instrumento de comunicación, información y disfrute. Comprender textos literarios mostrando actitudes de valoración, disfrute e interés hacia ellos. Emplear instrumentos tecnológicos: ordenador, procesador de textos, programa de gráficos, buscadores de internet, escáner, programas de tratamiento de imágenes, grabador y reproductor de sonido, programa de dibujo, correo electrónico, cámara digital, programa de presentaciones. Reconocer los iconos de acceso directo en el ordenador. Aplicar las técnicas del collage y el picado, el recortado, el pegado, el picado en las producciones plásticas. Reflejar la figura humana mediante la técnica del dibujo. Realizar bodegones. Construir juguetes y un instrumento musical Crear composiciones con volumen. Experimentar con tonos de rojo, de verde, de azul, de amarillo, mezclas y combinaciones de color. Analizar una obra de arte razonando y formulando cuestiones sobre ella. Diferenciar entre sonidos con objetos y audiciones musicales. Identificar familias de instrumentos y diferenciarlas. Realizar ritmos con objetos. Reconocer los instrumentos que se utilizan para cantar villancicos. Discriminar sonidos graves y agudos, largos y cortos, Identificar instrumentos musicales: gaita y laúd. Identificar instrumentos de percusión. Conocer algunos tipos de música. Discriminar los sonidos de la guitarra, la flauta andina y las maracas. Discriminar sonidos de la naturaleza. Interpretar canciones siguiendo el ritmo y la melodía. Potenciar la escucha y la atención a través de las audiciones. Participar activamente en la audición de obras musicales. Interpretar mediante la dramatización de diferentes personajes conocidos. Expresar con el cuerpo sentimientos, emociones y vivencias. Expresarse y representar situaciones sencillas creadas entre varios. Realizar danzas con música de distintos estilos. 4. Competencias básicas. Relación entre las competencias básicas y los objetivos del área o materia y los criterios de evaluación. En las últimas décadas, la noción de competencia ha ido tomando fuerza en el campo de la educación hasta llegar a los currículos de las reformas educativas en multitud de países. Hoy entendemos que una competencia es el desarrollo de una capacidad para el logro de un objetivo o resultado en un contexto dado, esto es, dominar tareas específicas que permitan a la persona solucionar los problemas de la vida cotidiana. Partiendo de esta premisa, nos planteamos la influencia que esta cuestión tiene en la educación infantil. Los primeros años constituyen un período de intenso aprendizaje y desarrollo que tiene como base la propia constitución biológica o genética, pero en el cual desempeñan un papel clave las experiencias sociales, es decir, la interacción con otras personas, ya sean adultos o niños. Del tipo de experiencias en las que los niños y niñas participen a temprana edad dependen muchos de los aprendizajes fundamentales para su vida futura. La bibliografía pedagógica señala que en esta etapa se instauran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, que en las sucesivas fases de la vida se consolidarán y perfeccionarán. La educación infantil tiene como principal finalidad contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de niñas y niños en cooperación con las familias. Por ello, en esta etapa, además de ayudar a sentar las bases para el desarrollo personal y social, trabajamos para integrar los aprendizajes que serán el pilar del posterior desarrollo de las competencias consideradas básicas para todo el alumnado. Todo esto nos lleva a reflexionar sobre las competencias y los currículos actuales. El trabajo para sentar las bases sobre las que se asentarán las competencias supone potenciar capacidades que incluyen conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas, y que se logran mediante procesos de aprendizaje que se manifiestan en situaciones y contextos diversos. La decisión curricular de tener en cuenta las competencias tiene como objetivo potenciar el papel de la escuela como un espacio que contribuye al desarrollo integral de los niños, mediante oportunidades de aprendizaje que les permitan integrar sus aprendizajes y utilizarlos en su vida cotidiana. Es decir, pretende que los niños aprendan a resolver las situaciones que se le plantean en su vida diaria, poniendo en juego las habilidades que poseen. Y podemos potenciar y desarrollar esas habilidades desde el ambiente escolar por medio de las experiencias y situaciones de aprendizaje. Para el desarrollo integral del niño, se tendrán en cuenta: La potenciación de la comunicación lingüística. Es decir, la aproximación a la lengua escrita con un enfoque constructivo y trabajando especialmente las principales habilidades: escuchar, hablar y conversar. El desarrollo de las destrezas matemáticas. La exploración de las propiedades de los objetos con los que se tiene contacto y el empleo del lenguaje matemático en la descripción de situaciones próximas. El conocimiento y la interacción con el mundo físico. El descubrimiento de diferentes entornos a partir de la observación, la investigación y la exploración. El tratamiento de la información y la competencia digital. El conocimiento de los medios tecnológicos y sus modos de empleo para aprender a transmitir información a través de ellos. El fomento del compromiso social y ciudadano. El desarrollo de normas de convivencia, de respeto y de solidaridad que permiten establecer relaciones armónicas y equilibradas con los iguales y adultos. La valoración cultural y artística. La observación y análisis de obras de arte y el trabajo con los elementos que configuran el lenguaje plástico, la escucha de audiciones y canciones, y la exploración de las posibilidades del sonido permitirán potenciar la creatividad y la valoración de la cultura como un bien de todos. La capacidad de aprender a aprender. La construcción de los propios conocimientos partiendo de experiencias permiten al niño ser protagonista de su aprendizaje. Después podrá emplear esos conocimientos en la resolución de situaciones cotidianas. La autonomía e iniciativa personal. El conocimiento de su cuerpo, con sus posibilidades y limitaciones, ayuda a los niños a abordar nuevas tareas e iniciativas, a tomar sus propias decisiones y a progresar en las capacidades relacionadas con la conquista de su autonomía. Desarrollo emocional. La construcción del autoconcepto y la autoestima permitirá a los niños ser competentes para manifestar y asumir el afecto de las personas que le rodean, de interesarse por sus problemas o de contribuir a su felicidad. Trabajar teniendo a la vista las competencias implica planificar situaciones de aprendizaje que supongan desafíos para los niños: que piensen, que se expresen por distintos medios, que propongan, distingan, expliquen, cuestionen, comparen, trabajen en colaboración, manifiesten actitudes favorables hacia el aprendizaje y la convivencia... Así, avanzarán en la conquista de sus metas, aprenderán más acerca del mundo y serán personas seguras, autónomas, creativas y participativas. Esta formación deberá responder a los requisitos de saber conocer, saber sentir y saber hacer; por tanto, estará constituida por vivencias lúdicas, medios activadores de la motricidad y expresiones simbólicas en un ambiente flexible y adecuado a los ritmos de descanso y actividad de los niños. Aportación de las áreas a las competencias básicas. Dado el carácter global de la etapa, no se puede establecer una relación directa y unívoca entre cada una de las áreas y las competencias, ya que: Una competencia básica se alcanza a partir de las aportaciones de distintas áreas. Cada una de las áreas contribuye, a su vez, a la adquisición de distintas competencias. Área de conocimiento de sí mismo y autonomía personal. Autonomía e iniciativa personal. Los niños y niñas comienzan a partir de la consecución de los objetivos del área de conocimiento de sí mismos y autonomía personal a aprender a ser ellos mismo y a hacer base del desarrollo de esta competencia. Es por ello, que esta área persigue entre sus objetivos que la niña y el niño consigan un progresivo control motor, un conocimiento de sí mismos y una autoimagen positiva, y adquieran las destrezas necesarias para ser cada vez más autónomos, teniendo por ello más responsabilidad e iniciativa. Competencia en comunicación lingüística. Los niños y niñas inician el desarrollo de esta competencia, a partir de la estructuración del conocimiento de sí mismo y el desarrollo de la autoestima, aprendiendo a hacer un adecuado uso del lenguaje como medio para expresar y comunicar sus vivencias, opiniones, necesidades, sentimientos, emociones y preferencias, así como a escuchar los de los otros, especialmente los de sus iguales. Esto supone la ejercitación de habilidades de comunicación oral como la participación en diálogos y conversaciones, respetando el turno de palabra y las aportaciones de los demás. Competencia matemática. Nociones como el conocimiento del número de partes que tienen los segmentos del cuerpo, la resolución de problemas y la ordenación de secuencias de la vida cotidiana contribuyen al desarrollo de habilidades relacionadas con dicha competencia tales como el conocimiento de aspectos cuantitativos, la planificación, la obtención de información y la valoración de los resultados. Por otro lado, se contribuye también al desarrollo de esta competencia mediante la interpretación y representación de la realidad que se realiza al trabajar contenidos relacionados con la situación del niño/a en el espacio y su relación con los objetos, así como en la estimación intuitiva del tiempo que realiza a través de las rutinas diarias. Competencia social y ciudadana. Esta área contribuye a su desarrollo en la medida en que el niño va siendo capaz de expresar las propias ideas en distintos contextos y escuchar las ajenas, adecuar su comportamiento a las necesidades y requerimientos de los otros, participar activamente en la vida del aula aceptando las normas de convivencia y utilizar el diálogo y la negociación como forma de resolver los conflictos. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico. Desde esta área el niño desarrolla las capacidades adecuada percepción de su entorno más próximo, para orientarse en los espacios cotidianos con autonomía e como para adquirir adecuados hábitos relacionados con como generadores de bienestar individual y colectivo. necesarias para una interactuar, moverse y iniciativa personal, así la salud y el consumo Tratamiento de la información y competencia digital. Guiados por el adulto, los niños irán desarrollando, de forma progresiva, la capacidad de tratar y seleccionar la información que reciben con una actitud crítica y reflexiva, y esto fomenta su autonomía personal. Competencia para aprender a aprender. Las actividades que se proponen en esta área para conseguir el autoconocimiento contribuyen a iniciar el desarrollo de esta competencia. En la medida en que el niño y la niña van conociendo sus propias capacidades (intelectuales, emocionales, físicas) y limitaciones, toman conciencia de lo que pueden hacer por sí mismos. De esta manera, van adquiriendo confianza en sí mismos y desarrollando un sentimiento de competencia personal que favorecerá la motivación y el gusto por aprender, esforzándose por alcanzar nuevas metas. Competencia cultural y artística El área contribuye a la adquisición de esta competencia mediante la utilización de los sentidos en actividades relacionadas con la percepción y apreciación de distintas manifestaciones artísticas y culturales (obras de arte, audiciones musicales, representaciones teatrales, danza,…) y las sensaciones y sentimientos que estas les producen. También lo hace mediante el reconocimiento de otras manifestaciones propias de su entorno cultural relacionadas con el desarrollo de la motricidad, tales como los deportes y los juegos tradicionales. Por otro lado, el dibujo es el modo más natural de expresión de los niños de estas edades. A través de él irá desarrollando su esquema corporal. Área de conocimiento del entorno. Competencia matemática. Esta área contribuye al desarrollo de la competencia matemática en la medida que consigue el desarrollo en los niños de la habilidad para interpretar y explicar datos, informaciones y argumentaciones dentro de su nivel madurativo. También en los contenidos de esta área se ponen en juego elementos matemáticos como números, medidas, símbolos…, así como procesos de razonamiento para resolver problemas que se dan en la vida cotidiana. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico. Esta área favorece el desarrollo de esta competencia en tanto en cuanto permite a los alumnos conocer el espacio físico en el que se desenvuelven y la actividad humana que se desarrolla en dichos espacios. Además, en la medida en la que los niños conocen el entorno en que viven, podrán moverse e interactuar con él. Competencia social y ciudadana. Esta área contribuye en la medi9da que ofrece a los niños los medios adecuados para que comprendan y conozcan la realidad social en la que viven, sobre todo en lo referido al ámbito familiar y escolar. Este conocimiento les permitirá, en la medida de sus posibilidades, ser conscientes de la pluralidad social. Además también esta área, inicia esta competencia potenciando la adquisición de habilidades como saber expresar las propias ideas en distintos contextos y saber escuchar y respetar otros puntos de vista. Por último, en la medida que se desarrollan habilidades para participar en la vida del aula se están sentando las bases de una participación ciudadana posterior. Autonomía e iniciativa personal. El área de conocimiento del entorno contribuye a la adquisición de esta competencia desarrollando, en el niño y en la niña las habilidades y destrezas necesarias para desenvolverse con autonomía en los ambientes que les son propios, manifestando iniciativa en la realización de las rutinas y las actividades diarias, el uso responsable de los objetos y recursos y en el cuidado del medio ambiente, así como en el cálculo de los riesgos que comportan determinadas situaciones, actividades o conductas. Desde esta área se favorece también la participación activa de los alumnos en la organización del aula y en la resolución de los problemas o las dificultades que pueden encontrar en el juego y en su relación con sus iguales o con los adultos. Competencia en comunicación lingüística. El área contribuye a la adquisición de esta competencia a través de la utilización de textos (orales y escritos) y de imágenes (viñetas, cuentos, fotografías, pictogramas, señales de tráfico…) que permiten a los alumnos comprender, representar e interpretar la realidad, así como expresar sus propias vivencias. El adecuado uso de las destrezas básicas del lenguaje contribuye también al desarrollo equilibrado del niño y de la niña a nivel social, permitiéndoles crear vínculos con los demás, regular su conducta y construir la convivencia. Además, facilita el acercamiento a manifestaciones culturales propias de su comunidad a través de cuentos y textos diversos de literatura infantil. Tratamiento de la información y competencia digital. Esta área contribuye al desarrollo de esta competencia guiando a los alumnos en la selección, interpretación y organización de la información recibida sobre las cualidades y características de los objetos y otros elementos del medio, natural y social, y en el tratamiento de esta información para agruparlos, clasificarlos y ordenarlos. El ordenador y el resto de los medios audiovisuales forman parte de la vida diaria de los niños que los manejan, de manera progresivamente competente, en los ambientes donde se desenvuelven habitualmente, como la casa y la escuela. De forma natural y a través del juego, interactúan con ellos, los manipulan, exploran sus posibilidades y los utilizan como un elemento más del medio. Competencia para aprender a aprender. Todas las actividades que se proponen en esta área para desarrollar la capacidad de observación del niño, despertando su curiosidad para plantearse preguntas sobre lo que le rodea y motivándole en la búsqueda de las posibles respuestas a través de la manipulación, la exploración y la experimentación, contribuyen a iniciar a los alumnos en la utilización de estas estrategias de aprendizaje. Se inicia además a los niños en la dinámica del trabajo en equipo que conlleva la planificación de la actividad, su organización, el reparto de responsabilidades entre los componentes del equipo y la utilización de los recursos y materiales a su alcance. Competencia cultural y artística. Desde esta área se contribuye al desarrollo inicial de esta competencia aproximando a los niños al conocimiento y adecuada valoración de las manifestaciones artísticas y culturales que forman parte del patrimonio cultural de su comunidad y de aquellas propias de otros pueblos y culturas que están presentes en la sociedad de nuestros días. Área de lenguajes: comunicación y representación. Competencia en comunicación lingüística. Esta área contribuye directamente a la adquisición de la competencia en comunicación lingüística al tratar todos los aspectos que la conforman. Esta se irá desarrollando a través del uso social y funcional de los diferentes contextos comunicativos, donde los niños aprenden a expresar sus sentimientos, emociones, vivencias y opiniones. Por otro lado se les acerca a la interpretación del lenguaje escrito mediante el acercamiento a los textos presentes en su entorno próximo. Competencia cultural y artística. Al abordar contenidos que facilitan la expresión mediante distintos códigos artísticos y que responden a diferentes realidades del mundo del arte y de la cultura, se contribuye al desarrollo de esta competencia. Por otro lado, esta área contribuye en tanto que proporciona a los niños la observación de variadas obras plásticas y musicales lo que permite a los alumnos enriquecerse con expresiones artísticas de distintas épocas y culturas. Tratamiento de la información y competencia digital. Su contribución se basa en el uso de la tecnología como herramienta para acceder a la búsqueda, selección y tratamiento de información en procesos relacionados con el lenguaje gráfico, sonoro y artístico. Si bien, en educación infantil, el uso de la tecnología debe estar guiada por el adulto que le ayudará a valorar críticamente su uso y contenido Autonomía e iniciativa personal. El conocimiento de los elementos formales del lenguaje y el adecuado uso de los convencionalismos y normas sociales que rigen los intercambios lingüísticos favorece el desarrollo de la autoestima y la confianza en sí mismo, que son básicos para la adquisición de esta competencia. Además, el adecuado desarrollo del lenguaje ayuda al niño a organizar su pensamiento y a poner nombre a sus emociones, lo que les permitirá un progresivo control de las mismas. Competencia matemática. Contribuye al desarrollo de esta competencia al aplicar de manera espontánea los conocimientos matemáticos a situaciones comunicativas de la vida cotidiana: al describir elementos de su entorno (tamaño, cantidad, forma…) y su situación en el espacio, en la narración ordenada de vivencias… o en aquellas otras situaciones planteadas en el desarrollo de las actividades en el aula: al usar algunas convenciones de la lengua escrita (linealidad, orientación y organización en el espacio), al clasificar los sonidos por contraste (largo-corto, fuerte-suave, agudo-grave), al utilizar algunos elementos del lenguaje plástico (línea, forma, color, espacio) o al reproducir ritmos sencillos. Competencia social y ciudadana El área contribuye de manera fundamental al inicio de esta competencia. El entorno social de los niños se diversifica, colocándoles frente a nuevas experiencias, ampliando sus relaciones sociales y contribuyendo al desarrollo de las habilidades necesarias para saber comunicarse y aprender a convivir en las diferentes situaciones. En especial, de las habilidades lingüísticas que les permitirán resolver los conflictos a través del diálogo, expresar adecuadamente sus ideas y necesidades, escuchar y respetar las de los otros y aprender a trabajar en equipo. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico. Desde las actividades planteadas en esta área los alumnos aprenden a hacer un uso adecuado de la lengua oral y escrita, como instrumento de comunicación y también de aprendizaje. De este modo se favorece la comprensión de las cualidades y características del medio físico y social y de la interrelación que existe entre ellos, y se contribuye al desarrollo inicial de esta competencia. Competencia para aprender a aprender. Desde esta área, el niño puede iniciarse en el desarrollo de algunas capacidades necesarias para el desarrollo de esta competencia, de forma que puedan aprender mejor y de manera progresivamente más autónoma, como: la comprensión, la expresión, la atención y la memoria. Además, se iniciarán el desarrollo de aquellas habilidades que les permitirán transformar nueva información en conocimiento propio, relacionándola con sus conocimientos y experiencias previos, de forma que podrán después aplicar este nuevo conocimiento en situaciones parecidas. 5. Contenidos. Relación con los objetivos de ciclo y los criterios de evaluación. Estructura y clasificación. El Real Decreto 1630/2006 desarrolla las enseñanzas mínimas en Educación Infantil y establece específicamente los contenidos de este segundo ciclo en cada una de las tres áreas. Es competencia de los centros desarrollarlos, concretarlos y secuenciarlos en su proyecto educativo, en una propuesta pedagógica adaptada a la realidad y características propias de su comunidad educativa. La secuenciación de contenidos realizados a lo largo del ciclo se lleva a cabo atendiendo a los siguientes criterios: Considerar el momento del desarrollo cognitivo y emocional propio de las diferentes edades, como uno de los criterios fundamentales para la organización de los contenidos. Presentar los distintos contenidos de un modo significativo para los niños y niñas de las distintas edades. Partir de los contenidos más concretos y más próximos a la realidad de los alumnos para avanzar, a través de la manipulación y la experiencia, hacia otros más abstractos. Atender a la globalidad propia de la etapa, estableciendo una adecuada interrelación entre los contenidos de las diversas áreas del currículo e incluyendo, como parte fundamental de los mismos, la educación en valores. Tratar los contenidos de modo cíclico a lo largo de este ciclo de forma que se avance y profundice en su consecución a través de aproximaciones sucesivas. Los contenidos deberán tener como referencia obligada en cada momento del proceso educativo los objetivos y las competencias básicas cuya adquisición facilitan. CONTENIDOS GENERALES DE 3 AÑOS EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO Y AUTONOMÍA PERSONAL El cuerpo: elementos y órganos de los sentidos y características diferenciales. Sensaciones corporales: frío, calor. Sentimientos y emociones propias y de los demás: alegre, triste, contento, enfadado, asustado. Necesidades básicas del cuerpo: la alimentación. Posturas del cuerpo: equilibrio en los cambios de dirección. Confianza en las propias posibilidades de acción. Actitud de ayuda y colaboración. Referencias espaciales respecto a su propio cuerpo. Posibilidades de acción y expresión. Coordinación óculo-manual. Aceptación y valoración ajustada de las propias posibilidades. Participación activa en las actividades motrices Movimientos y equilibrio en los desplazamientos en distintos espacios Aceptación de las reglas de juego Posturas y desplazamientos del cuerpo: a gatas, reptando, saltando Coordinación visomotriz para realizar distintas acciones con una pelota. Movimientos laterales en el espacio Participación en distintas actividades familiares Iniciación en el control de su conducta en función de las necesidades de los demás Normas elementales de relación y convivencia: respeto por el trabajo de los demás, compartir y recoger juguetes, colaboración en las tareas domésticas, Regulación de su comportamiento en lugares públicos, pedir perdón, verbalizar saludos y despedidas, ayudar a sus compañeros en juegos colectivos. Actividades de la vida cotidiana: poner y quitar la mesa, recoger los juguetes, desvestirse solo. Respeto y valoración de las distintas actividades profesionales. Demostraciones de afecto sin actitudes discriminatorias. Cuidado de los espacios y materiales comunes. Hábitos de higiene personal y hábitos saludables. Prendas de vestir adecuadas a la climatología y a las actividades a realizar. Normas elementales de seguridad vial. EL MEDIO FÍSICO, NATURAL, SOCIAL Y CULTURAL Objetos del aula, la calle, la casa, los juguetes. Colecciones de objetos. Atributo de color: rojo, amarillo, azul, verde, naranja, blanco, negro, rosa, azul claro, azul oscuro. Concepto abierto, cerrado. Cantidad: uno, dos, tres. Cuantificadores: uno, dos, muchos, pocos, todo, nada, todos, ninguno Nociones espaciales: arriba, abajo, dentro, fuera, cerca, lejos, delante, detrás, encima, debajo. Situación espacial: de frente, de lado, de espalda. Tamaño: grande, pequeño. Cantidad y grafía del número 1, 2, 3. Forma circular, triangular, cuadrada. Sabores: dulce, salado. Longitud: alto, bajo. Textura: liso, rugoso, duro, blando, seco, mojado Series de dos elementos. Capacidad: lleno, vacío. Nociones de medida: largo, corto. Figuras planas: círculo, triángulo, cuadrado. Ordinales: primero, último. Nociones espaciales: encima, debajo. Cuadros de doble entrada: forma y color. Elementos del entorno: el agua y el paisaje. Cambios en la climatología debido al cambio estacional. Cuidado del entorno próximo: uso de papeleras. Identificación de sonidos propios de la naturaleza. Características externas de los animales. Características externas de una planta. Crecimiento de una planta. Cambios en los seres vivos. Cuidado del medio ambiente: contaminación. Actividades al aire libre. El colegio: niños, adultos, aula, patio, comedor, aseo, sala de usos múltiples… La familia. Celebración de días especiales. Cambios en el modo de vida con el paso del tiempo. Tiendas de alimentación. Fiestas del entorno. Pauta adecuada de comportamiento en los momentos de juego. Dependencias de una casa: salón, dormitorio, aseo, baño, cocina. Diferentes tipos de viviendas. Iniciativa en la asunción de tareas: cuidado de una planta. Medios de transporte: coche, avión, tren, autobús, barco… Medios de comunicación: TV, teléfono, revistas, periódicos, ordenador, carta. Los trabajos de los hombres y las mujeres. Servicios relacionados con la seguridad y la sanidad. Instrumentos profesionales. LOS LENGUAJES: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN Comunicación de sentimientos y deseos. Uso y valoración progresivo del lenguaje oral. Utilización de un vocabulario variado relacionado con cada una de las unidades. Lectura y elaboración de frases con pictogramas de acciones y tarjetas de vocabulario. Interpretación de imágenes describiendo sus características generales Realización de garabateo, trazos guiados, trazos verticales, trazos horizontales, trazo semicircular, trazos horizontal y vertical combinados, trazos inclinados, trazos combinados inclinados, trazos circulares. Escucha y comprensión de cuentos como fuente de placer y aprendizaje. Expresión de sentimientos. Diálogo sobre gustos y preferencias. Interés por mejorar las producciones lingüísticas. Frases en presente, pasado y futuro. Partes del libro: cubierta. Portador de texto: periódico, etiquetas. Articulación adecuada de los sonidos del idioma. Iniciación en el uso de instrumentos tecnológicos. Acercamiento a las producciones audiovisuales. Toma de conciencia de la importancia de usar moderadamente las producciones audiovisuales. Experimentación con diferentes técnicas, elementos y materiales plásticos. Actitud positiva ante las realizaciones plásticas. Realización de los talleres de plástica con fines colectivos e individuales. Conocimientos de obras artísticas de interés universal. Interpretación de canciones explorando las propiedades sonoras de la voz y siguiendo el ritmo y la melodía. Discriminación auditiva de sonidos. Audiciones. Sonidos corporales. Elaboración de murales. Representación espontánea de personajes en situaciones de juego simbólico. Descubrimiento y experimentación de gestos y movimientos para expresar sentimientos. Gusto por mejorar las expresiones corporales. Experimentación y control de estados de relajación y movimiento. Representaciones de personajes de cuentos. Representaciones en situaciones de juego simbólico. Representación corporal de la ilustración de un cuento. Reproducción de sonidos: onomatopeyas de animales. Desplazamientos de animales. Ritmos corporales siguiendo la música. Danzas. CONTENIDOS GENERALES DE 4 AÑOS ELCONOCIMIENTO DE SÍ MISMO Y LA AUTONOMÍA PERSONAL Exploración e identificación de las diferentes partes del cuerpo. Aceptación y valoración positiva de sí mismo, sus posibilidades y limitaciones. Respeto por las diferencias, evitando las discriminaciones Sentimientos propios y de los demás. Sentimientos y emociones: triste, contento, asombrado. Actitud positiva ante la expresión de sentimientos y emociones. Los sentidos y sus funciones. Asociación de las sensaciones con los órganos a través de los cuales se perciben. Hábitos de cuidado del cuerpo. Gusto por un aspecto personal cuidado. Reconocimiento del avance en la precisión de movimientos. Confianza en las capacidades propias. Adaptación de la postura y los desplazamientos del cuerpo a las características de las situaciones. Satisfacción por el trabajo bien hecho. Movimientos controlados. Confianza en sus propias posibilidades de acción. Posturas del cuerpo. Control del propio cuerpo en las actividades de relajación, respiración controlada y reposo. Actitud de tranquilidad y cooperación. Movimientos controlados y coordinados en espacios amplios y reducidos. Participación en los distintos tipos de juego. Confianza en sus propias posibilidades de movimiento y control. Desplazamientos: a un lado/a otro lado, arriba/abajo, encima/debajo, dentro/fuera. Movimientos del cuerpo globales y segmentarios. Coordinación en las actividades que implican movimientos globales y segmentarios. Lateralidad: derecha, izquierda. Aceptación y empleo de normas de cortesía. Respeto por las características diferenciales de los demás. Autonomía en las actividades habituales. Normas de relación y convivencia: ceder turnos, esperar pacientemente, ayudar a los más pequeños, dar y pedir ayuda, aceptar disculpas, pedir las cosas por favor. Actitud positiva ante las normas de convivencia. Regulación de la propia conducta en actividades de grupo y lugares públicos. Colaboración con sus iguales en el juego y regulación de su propia conducta. Cuidado de los juguetes. Actividades de la vida familiar. Identificación de acciones de cuidado y respeto hacia el medio natural. Normas de relación y convivencia. Resolución de pequeños conflictos mediante explicaciones y diálogos. Iniciativa y progresiva autonomía en la realización de actividades. Normas de higiene y convivencia en el colegio. Utilización adecuada de las prendas de vestir, en beneficio de la salud. Hábitos adecuados de alimentación. Valoración ajustada de los factores de riesgo. Autonomía: vestirse, desvestirse, abotonarse, desabotonarse, lavarse las manos y la cara. Iniciativa para aprender habilidades nuevas. Beneficios de algunas plantas para las personas. Cuidado de uno mismo: evitar accidentes. Actitud de colaboración ante las medidas para evitar accidentes. Uso adecuado del agua. EL MEDIO FÍSICO, NATURAL, SOICIAL Y CULTURAL Uso contextualizado de los números. Numeración del 1 al 6. Descomposición y aplicación de los números en colecciones de objetos. Ordinales: primero, segundo, último. Cuantificadores: ninguno, grande, mediano, pequeño, igual, diferente, entre, mitad. Medidas: más alto, más bajo, tantos como, grueso, delgado igual que, pesado, ligero, más que, menos que, ancho, estrecho, más largo, más corto. Nociones de capacidad: lleno, vacío. Figuras planas: círculo, cuadrado, triángulo, rectángulo, óvalo. Formas esféricas. Atributo de color de los objetos: rojo, azul, verde, amarillo, violeta, marrón, dorado, plateado, gama de azules, rosa, naranja, gama de verdes, blanco, negro. Nociones temporales: mañana, noche, antes, después, ayer, hoy, mañana. Nociones espaciales: a un lado, a otro lado, hacia un lado, hacia el otro lado, hacia delante, hacia atrás; de frente, de espaldas, de lado, alrededor de, cerca, lejos, entre. Lateralidad. Clasificación de objetos según el atributo de color. Texturas: frío, templado, caliente, duro, blando. Líneas rectas y curvas, abiertas y cerradas. Signo igual (=). Operaciones: iniciación a la suma. Simetría. Observación y cuidado de las plantas: rincón de la naturaleza. Identificación de las características propias de cada estación. Observar fenómenos del medio natural. Prendas de vestir propias de cada estación. Cuidado del entorno. Entornos naturales diversos. Los animales: características externas. Medios en los que se desenvuelven los animales. Las plantas: flores, frutos. Cuidado de animales y plantas. Curiosidad, respeto y cuidado hacia la naturaleza. Cuidado del entorno: medios de transporte no contaminantes. Observación de fenómenos climatológicos. Curiosidad y respeto por algunos elementos del medio natural. El agua: fuente de vida y de bienestar para los seres vivos. Dependencias del colegio. Personal del centro. Familia: estructuras familiares. Participación activa en al celebración de días especiales. Elementos de la calle: tienda, acera, calzada, paso de cebra, quiosco, fuente... Tipos de tiendas. Normas de seguridad vial. Alimentos. Fiestas del entorno. Juegos y juguetes. Cuidado. Identificación y exploración de diferentes juguetes según el juego al que van dirigidos. Construcción de artefactos y juguetes para la realización de diferentes actividades. Exploración de los juegos y juguetes típicos de otros entornos. Viviendas: distintos tipos. Dependencias de la casa y sus elementos. Conocimiento de otras culturas. Medios de transporte. Medios de comunicación. Profesiones: seguridad, consumo, sanidad, artes, ocio y tiempo libre Instrumentos relacionados con las profesiones. Reconocimiento y diferenciación de los distintos servicios a la comunidad y las profesiones relacionadas con ellos. Formas sociales del tiempo: vacaciones, días festivos... LOS LENGUAJES: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN Uso y valoración progresiva del lenguaje oral. Normas en los diálogos. Diálogos empleando correctamente el género y el número Empleo y asimilación progresiva de vocabulario relacionado con los temas trabajados en cada unidad. Lectura y elaboración de frases con pictogramas de acciones y tarjetas de vocabulario. Interpretación de imágenes describiendo sus características generales. Gusto por producir mensajes con trazos cada vez más precisos. Escucha y comprensión de cuentos como fuente de placer y aprendizaje. Lectura de expresiones faciales. Normas en los diálogos: esperar turno, escuchar a los demás. Utilización de un léxico variado relacionado con cada una de las unidades didácticas. Concordancia en las frases: número y género . Portadores de textos: cuentos, carteles, etiquetas, felicitaciones, anuncios, prensa, cartas. Trazos inclinados continuos, radiales, semicirculares superiores e inferiores discontinuos, espirales, circulares, semicirculares superiores e inferiores continuos, semicirculares hacia la derecha e izquierda discontinuos, bucles inferiores y superiores discontinuos y continuos. Secuencias de imágenes. Reconocimiento y empleo de instrumentos tecnológicos: la cámara digital, procesador de textos, impresora, programas de dibujo, internet, buscadores, micrófono, cámara web, correo electrónico, escáner, grabador y reproductor de sonido, programa de presentaciones. Identificación del escritorio. Experimentación con diferentes técnicas. Dibujo de la figura humana. Trabajo con los colores. Actitud positiva ante las realizaciones plásticas. Realización de los talleres de plástica tanto de carácter individual como colectivo. Reconocimiento de valoración de obras artísticas con valor universal. Elaboración de un collage. Ruido, silencio. Sonidos corporales: palmas, pitos, pies. Interpretación de canciones explorando las propiedades sonoras de la voz y siguiendo el ritmo y la melodía. Canciones y audiciones. Escucha atenta. Acompañamiento de canciones sencillas con el triángulo siguiendo el ritmo y la melodía. Discriminación descendentes. Discriminación auditiva de distintos tipos de instrumentos. Sonidos del entorno. Música de otros países. Representaciones de emociones. Gusto por mejorar las expresiones corporales. Representación de expresiones faciales. Actitud positiva ante las representaciones. Representación de situaciones de la vida cotidiana. auditiva de sonidos cortos, largos; ascendentes, Representación de breves historias con marionetas. Interés por expresarse con distintos materiales. Representación de situaciones de la vida familiar mediante el juego simbólico. Imitación y representación de animales. Escenificación de objetos acompañados con el vestuario adecuado que caracteriza su aspecto físico Disfrute con las escenificaciones Representaciones: acciones y situaciones de la vida profesional Escenificación de danzas a partir de una melodía Interés por expresarse con el propio cuerpo. CONTENIDOS GENERALES DE 5 AÑOS EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO Y LA AUTONOMÍA PERSONAL Identificación, manifestación y control progresivo de sentimientos propios y de los demás. Reconocimiento de sí mismo y de su propio nombre. El cuerpo: segmentos y elementos, características diferenciales e imagen global. Órganos de los sentidos: funciones y utilización. Aceptación y valoración ajustada y positiva de sus posibilidades y limitaciones. Autonomía e iniciativa personal. Desarrollo de la coordinación motriz y la direccionalidad. Coordinación dinámica general y equilibrio. Control postural: distintas formas de desplazarse. Posturas y movimientos del cuerpo en el espacio. Aplicación de las desplazamientos. Afianzamiento de la lateralidad corporal. Lanzamientos. Reconocimiento y aceptación de normas y reglas que regulan la vida cotidiana: hábitos elementales de organización, de orden, de relación, de colaboración, de aseo y bienestar... Ocio y tiempo libre. Actividades compartidas sin discriminación. Actuación no competitiva. Participación en las tareas domésticas. Manifestación de afecto en las relaciones personales. Superación del miedo a la oscuridad. Ahorro de agua. Interés por prevenir situaciones de riesgo. Menú alimenticio. Cuidado de uno mismo. normas elementales de seguridad en los Precaución en el manejo de instrumentos peligrosos. Prevención de los efectos nocivos del sol. Gusto por un aspecto cuidado y aseado. EL MEDIO FÍSICO, NATURAL, SOICIAL Y CULTURAL Numeración: 0 al 9, par y pareja, anterior y posterior. Ordinales: primero/último, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno. Operaciones: composición y descomposición de números, sumas, restas Series ascendentes y descendentes. Cuantificadores: muchos, pocos y ninguno, alguno/ninguno, mitad, uno más/uno menos/ tantos como, el doble. Medidas de longitud: tan alto como/más alto que/más bajo que, más ancho/más estrecho, tan largo como/tan corto como. Medidas naturales: pies y pasos. Nociones temporales: mañana, tarde y noche, antes, ahora y después, ayer, hoy y mañana, días de la semana, horas, el reloj, día/noche. Formas geométricas: cuadrado, triángulo, rectángulo, círculo, óvalo, rombo, esfera, cubo, cilindro, prisma. Atributo de color: tonos de rojo, gamas de amarillo, tonos de verde, gama de azules, mezclas y combinaciones de color. Nociones espaciales: esquina, borde y centro, derecha e izquierda, diferentes grados de cercanía y lejanía, en el medio, simetría. Conceptos de tamaño: más grande que/más pequeño que/tan grande como Nociones de grosor: grueso pero no el más grueso/delgado pero no el más delgado. Texturas: suave y áspero, dulce/salado/ácido. Conceptos de capacidad: lleno/vacío, casi lleno/casi vacío. Cambios en el ser humano como ser vivo. Observación meteorológica. Observación de fenómenos del medio natural: día y noche. Identificación de los cambios producidos en el paisaje según la estación: el otoño, el invierno, la primavera, el verano. Conocimiento, respeto, conservación y cuidado del medio natural. Animales y plantas: tipos, hábitat, cambios en su desarrollo. Clasificación de los animales según características externas y el medio en que viven. Valoración de los transportes no contaminantes. Conocimiento de entornos lejanos: el Universo. Luz natural y luz artificial. El centro: dependencias, personal y sus funciones. La familia: distintas estructuras familiares, relaciones de parentesco. Prendas de vestir adecuadas a la estación. Celebración de días especiales. Fiestas del entorno. Las estaciones: características y actividades. La calle: elementos de la vía pública y sus funciones. Normas de seguridad vial. Tipos de comercios y áreas comerciales. Alimentos elaborados y su procedencia. Juegos y juguetes. Actividades deportivas. La casa: dependencias y funciones, distintos tipos de viviendas, actividades del hogar. Sitios públicos: el parque, cuidado y respeto. Medios de transporte: tipos, función, transportes contaminantes y no contaminantes. Medios de comunicación: tipos y funciones. Inventos. Profesiones y oficios: herramientas y utensilios. Empleo de la tecnología en algunas profesiones. Importancia del sol y el agua para la vida. Historia: Antiguo Egipto, Antigua Grecia, la época de los castillos, la era de los dinosaurios. LOS LENGUAJES: COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN Uso y valoración progresiva de la lengua oral. Empleo de frases en diferentes tiempos verbales. Construcción de frases largas y cortas, complejas. Trabajo de la concordancia. Expresión de ideas, preferencias, gustos y deseos Interés por mejorar las producciones lingüísticas. Utilización de un vocabulario variado relacionado con cada una de las unidades. Lectura y elaboración de frases con pictogramas de acciones y tarjetas de vocabulario Realización de trazos verticales, horizontales e inclinados combinados, trazos en cruz y aspas, trazos en espiral en ambos sentidos, trazos curvos continuos y discontinuos, combinación de trazo curvo y trazo horizontal, trazos en bucle superior e inferior, discontinuo y continuo, trazos preparatorios para las letras: a, o, c, d, g, q, s, f Gusto por producir mensajes con trazos cada vez más precisos y legibles Escucha y comprensión de cuentos como fuente de placer y aprendizaje. Identificación de partes de los cuentos Identificación de fonemas Portadores de información: señales, carteles, cartas y avisos Palabras escritas: semejanzas y diferencias Conocimiento de distintos tipos de ordenador: de mesa y portátil Iniciación en el empleo de un procesador de textos, el correo electrónico, programas de dibujo, programas de tratamiento de imágenes y programa de presentaciones Iniciación en el empleo del ordenador para realizar gráficos Reconocimiento de los accesos directos en el ordenador y sus usos Empleo de buscadores de internet Empleo de instrumentos tecnológicos: escáner, grabador y reproductor de sonido, la cámara digital Experimentación con los elementos y técnicas del lenguaje plástico Realización de talleres de plástica Actitud positiva ante las producciones plásticas Interpretación y valoración progresiva de obras de arte Elaboración de ritmos con objetos del entorno Interpretación de canciones explorando las propiedades sonoras de la voz y siguiendo el ritmo y la melodía Escucha atenta de audiciones Dibujo de la figura humana Discriminación auditiva de: familias de instrumentos musicales, sonidos y voces graves y agudas, sonidos de instrumentos, sonidos largos y cortos, country, chachachá, rock y tango, sonidos de la naturaleza Composición de bodegones empleando diferentes técnicas plásticas Elaboración de juguetes con materiales de desecho Composición con volumen Dramatización e interpretación de personajes Empleo de la expresión gestual de forma espontánea y sugerida Dramatización de vivencias, emociones y sentimientos, de escenas familiares Coordinación y equilibrio en las representaciones Creación y representación de historias sencillas creadas entre varios Baile de distintos estilos musicales 6. Unidades didácticas. Todos estos contenidos los trabajamos a través de Proyectos, usando como base el proyecto Rumbo Nubaris, que secuenciamos en las siguientes unidades didácticas. 3 años: Unidad 1: El colegio encantado Unidad 2: En busca de la hoja perdida Unidad 3: La fiesta de los sabores Unidad 4: El baúl de los sueños Unidad 5: La casa animada Unidad 6: Arañas, sapos y culebras Unidad 7: Mensaje en una botella Unidad 8: El cuentacuentos Unidad 9: Sol, agua y color 4 años Unidad 1: Tú me enseñas, yo te enseño Unidad 2: La danza de la lluvia Unidad 3: El saludo de Illa Unidad 4: Sombras y dragones Unidad 5: La casa del árbol Unidad 6: Aventura en la sabana 5 años Unidad 1: El libro de Aris Unidad 2: El tesoro de la pirámide Unidad 3: De compras por el zoco Unidad 4: Aris en las Olimpiadas Unidad 5: Aventura en el castillo Unidad 6: En busca de los dinosaurios 7. Metodología. Orientaciones didácticas. Un programa de trabajo de educación infantil tiene que partir de un conocimiento profundo del desarrollo del niño de esta edad, para que exista una correspondencia entre los niveles que se pretenden alcanzar y los contenidos del programa. Ello implica que debe basarse en una concepción teórica general que fundamente dicho programa. En esta línea, la propuesta pedagógica que seguimos se fundamenta en los principios recogidos en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación y en la descripción del desarrollo del niño, que se expresa en la teoría históricocultural de Vigotsky y sus seguidores, y que, a grandes rasgos, se define en los siguientes planteamientos: El desarrollo del niño es irregular. Esto quiere decir que se observan períodos de cambios lentos y paulatinos que caracterizan a la mayoría de los niños, y que reciben el nombre de etapas, así como momentos de bruscas transformaciones y aceleradas variaciones que configuran al niño en un ser totalmente diferente al período anterior. Son las llamadas crisis del desarrollo. La educación es la guía del desarrollo. Esta afirmación implica que toda cualidad o facultad psíquica se forma mediante un proceso de estimulación externo (llámese educación) que, paulatinamente, se convierte en interno por un proceso de interiorización. En la etapa de educación infantil, la mayoría de las estructuras físicas y psicológicas están en pleno proceso de formación y maduración, por lo que cualquier acción que se ejerza sobre ellas influirá en las funciones y cualidades derivadas de las mismas de forma mucho más importante que en cualquier otra etapa de la vida. El desarrollo psíquico se forma en la actividad. Surge a consecuencia de la interacción de los factores internos y externos del desarrollo, con lo externo como determinante, que, una vez asimilado, actúa sobre lo interno para modificarlo. De esta manera los factores internos del desarrollo se valoran de manera dialéctica y de acuerdo con sus propias leyes. En cada etapa de desarrollo, existe una actividad fundamental que lo dirige y a la cual se supeditan el resto de ellas. En la primera infancia se destacan tres actividades principales o rectoras: la comunicación emocional niño-adulto, la actividad con objetos y el juego. En la formación de una función o cualidad psíquica, y en la asimilación de cualquier conocimiento o habilidad, existe una distancia entre lo que el niño puede aprender por sí solo y aquello que puede lograr mediante la actividad conjunta con el adulto u otro niño más capaz. A esto es a lo que se denomina zona de desarrollo potencial, cuya significación es extraordinaria en el proceso de enseñanza y aprendizaje. En dicho proceso el adulto juega un papel orientador, lo cual significa que, sobre la base de las orientaciones y condiciones que se establecen de manera propicia, el niño debe de buscar por sí mismo las relaciones esenciales, fabricar su base de orientación, y construir sus propias estructuras mentales. Existe una unidad y una relación dialéctica causal entre los procesos afectivos y los cognoscitivos, que da un carácter global a la asimilación de la experiencia social, y constituye la vía más efectiva para la formación de funciones y cualidades psíquicas. Estos fundamentos teóricos constituyen la base conceptual de nuestra propuesta educativa, en la que el niño constituye el eje central de todo el proceso, y en la que el docente juega un papel orientador y mediador de extraordinaria importancia. A todo lo anteriormente expuesto sumamos la realidad de la sociedad actual, con las grandes corrientes migratorias que hacen de los colegios auténticas comunidades multiculturales. Las actividades que desarrollamos están pensadas para cada intervalo de edad y pretenden abarcar todas y cada una de las facetas del desarrollo del niño (físico, intelectual y afectivo), poniendo expreso cuidado en sus dimensiones madurativas. A la hora de planificar actividades debemos tener en cuenta como pilares de nuestra planificación el juego, los distintos materiales y el uso apropiado del espacio y el tiempo. EL JUEGO El papel del docente en la Educación Infantil no consiste en transmitir contenidos a los alumnos para que éstos los aprenda como fruto de esa transmisión, sino en facilitar la realización de actividades y experiencias que, conectando al máximo con las necesidades, intereses y motivaciones de los alumnos, les ayuden a aprender y desarrollarse. El docente debe asegurar que la actividad de los niños sea una de las fuentes principales de sus aprendizajes y su desarrollo, teniendo un carácter realmente constructivo pues es a través de la acción y la experimentación cómo a los niños, por un lado, expresa sus intereses y motivaciones y, por otro, descubre propiedades de los objetos, relaciones, etc. La forma de actividad esencial de los niños sanos consiste en el juego. Jugando, los niños toman conciencia de lo real, se implican en la acción, elaboran su razonamiento, y juicio. En pocas situaciones, como ocurre con los juegos, se cumplen las condiciones exigidas por la verdadera actividad didáctica («proceso sugestivo y substitutivo de adaptación y dominio»), y de ahí, que se le considere como instrumento de aprendizaje, puesto que aprender es enfrentarse con las situaciones, dominándolas o adaptándose a ellas. El juego tiene, además, un valor «substitutivo», pues la primera y segunda infancia es tránsito de situaciones adultas: por ejemplo, al jugar a las tiendas, a las muñecas, etc. Marginar el juego es privar a la educación de uno de sus instrumentos más eficaces; así lo han entendido Manjun, Froebel, Montessori y Decroly, creadores de un importantísimo material lúdico destinado, sobre todo, a estas edades. Esto no quiere decir, naturalmente, que las demás edades deban quedar excluidas del juego, lo que ocurre es que éste cambia al compás de la madurez general del sujeto y de la evolución de los intereses infantiles. El juego es, en definitiva, una actividad total; por ello, hacer en la Centro de Educación Infantil una distinción entre juego y trabajo, entendiendo por éste una actividad seria y por aquél una actividad informal o un puro pasatiempo, está fuera de lugar; y es que nada hay más serio para el niño que el juego. A él se debe, en buena parte, el desarrollo de sus facultades. Según Goettler un «juego o un material de juego es tanto más valioso cuanto más numerosas y elevadas son las energías que pone en actividad, y tanto menos estimable cuanto menos espacio concede al ingenio y a la destreza». El juego es un recurso creador, tanto en el sentido físico (desarrollo sensorial, motórico, muscular, coordinación psicomotriz), como en el mental, porque el niño cuando juega desarrolla todo el ingenio e inventiva que posee, la originalidad, la capacidad intelectiva e imaginación; tiene, además un claro valor social, puesto que contribuye a la formación de hábitos de cooperación y ayuda, de enfrentamiento con situaciones vitales y, por tanto, a un conocimiento más realista del mundo; por otra parte es un medio de expresión afectivo-evolutiva, lo que hace de él una técnica proyectiva de gran utilidad al psicólogo y educador, sobre todo a la hora de conocer los problemas que afectan al niño. Dado que la forma de actividad esencial de un niño es el juego, emplearemos éste como recurso metodológico básico, incorporándolo como base de la motivación para los aprendizajes y como forma de favorecer aprendizajes significativos. Jugando, el niño desarrolla su imaginación, el razonamiento, la observación, la asociación y comparación, su capacidad de comprensión y expresión contribuyendo así a su formación integral. Estos conocimientos que adquiere a través del juego le dirigen a reestructurar los que ya posee e integrar en ellos los nuevos que adquiere. Podemos concluir diciendo que el juego proporciona el contexto apropiado en el que se puede satisfacer las necesidades educativas básicas del aprendizaje infantil. Puede y debe considerarse como instrumento mediador dada una serie de condiciones que facilitan el aprendizaje y que son: Su carácter motivador que estimula a los niños y facilita su participación en las actividades que a priori pueden resultarle poco atractivas, convirtiéndose en la alternativa para aquellas actividades poco estimulantes o rutinarias. Descubrimiento del valor del «otro» a través del juego por oposición a sí mismo, e interioriza actitudes, valores y normas que contribuyen a su desarrollo afectivo-social y a la consecución del proceso socializador que inicia. Tolerancia frente a los fallos, pues la actividad lúdica permite el ensayo en una situación en la que el fallo no se considera frustrante. Así, las actividades y experiencias presentadas tendrán un carácter básicamente lúdico, basadas en el juego como elemento globalizador. LOS MATERIALES DEL CENTRO DE EDUCACIÓN INFANTIL Consideramos materiales todos aquellos recursos que pueden ser utilizados en el aula con una finalidad educativa, incluyendo la finalidad lúdica, puesto que esta se considera a la vez un recurso y un objetivo de la educación. Es muy importante realizar un análisis psicopedagógico del material que se usa en el Centro de Educación Infantil, saber qué objetivos nos planteamos con él al introducirlo, qué objetivos plantean los materiales por sí mismos, qué papel hacen cumplir al docente, saber qué grado de autonomía y nivel de socialización pretendemos que alcancen los niños con su uso, y conocer cómo promueven sus procesos de construcción de conocimiento. Los materiales que se encuentran más frecuentemente en el aula se podrían clasificar de la siguiente forma: 1. Materiales que desarrollan el pensamiento lógico Estos materiales nos van a permitir realizar actividades de comparación, asociación, ordenación, clasificación, seriación, medición y conteo. Para ordenar, usaremos objetos que disminuyan progresivamente en tamaño, en tono de color, en peso, etc... como bolas de ensartar, cajas para introducir unas dentro de otras, tazas, vasos, medidas de capacidad, etc. Para seriar, usaremos objetos que puedan ir alternando diferentes formas, tamaños, colores... como por ejemplo, botones, juguetes, bolsas, carretes de hilo... También, hay otros materiales que se adquieren en el comercio para esta área del desarrollo y que ofrecen otros elementos dignos de tener en cuenta para la realización de este tipo de actividad, materiales como: dominós, juegos de mesa, puzles, bloques lógicos, regletas, ábacos, cartas de mesa, dinero ficticio, cuerpos geométricos, juegos de medidas de peso y de capacidad, cinta métrica, etc. 2. Materiales para el desarrollo de la representación El niño va transformando la realidad a su medida mediante la simulación y la representación del mundo que le rodea y de esta forma, convierte un palo en un caballo, una madera en una casa, un cojín en un barco... Es importante, por lo tanto, que en el centro existan materiales para el juego simbólico y para el juego dramático. Estos materiales pueden ser: Materiales no estructurados: botones, maderas, corchos, bolsas, palos, piñas, cuerdas... Materiales recogidos de la comunidad (mediante aportaciones de la familia o del barrio): vajillas, objetos de la cocina, pinzas, rulos, bisutería, zapatos de adultos, ropa de adultos, bolsos, ropa de bebé, sombreros... Materiales que se adquieren en el comercio: cocinitas, garajes, mercados, casitas de muñecas, muñecos articulados, animales de plástico, maletín de médico o de carpintero, teléfonos, máquinas de fotos, y es destacable el guiñol o teatro de títeres, ya que tiene especial importancia desde el punto de vista del desarrollo del lenguaje. 3. Materiales para el desarrollo de la expresión oral El desarrollo del lenguaje, a través de la comunicación, es un tema amplio de trabajo que se lleva a cabo en todas las zonas del centro, con todos los materiales y en todos los momentos. Algunos materiales cuya función más específica es esta, son: Colecciones de imágenes. Pueden ser de tipo comercial o elaboradas en el centro, realizándolas con fotos de revistas, postales, calendarios o fotos realizadas por los padres o docentes. El docente puede proponer actividades con ellas como buscar una imagen determinada, inventar historias con ellas, enriquecer el vocabulario, etc. Láminas murales. Normalmente se adquieren en el mercado. Conviene que el docente las seleccione cuidadosamente, valorando por igual las posibilidades didácticas y las cualidades estéticas. Grabadoras. Las actividades que pueden realizarse son muy variadas. A grandes rasgos, hay dos tipos de actividades básicas: a. La de escucha: para realizarla, los niños se sitúan, de forma autónoma, en una zona tranquila del aula, conectan la grabadora seleccionando un cuento, una adivinanza, poesía o una canción, previamente grabados por el docente o por ellos mismos, o eligen el de alguna casa comercial. Se aconseja realizar esta actividad en grupos pequeños, de cuatro o cinco niños, ya que un número mayor de niños hace que se pierda el sonido y provoca insatisfacción. b. La de grabación: en donde se pueden grabar actividades de las sugeridas anteriormente y diálogos o entrevistas, generalmente dirigidos por el docente. A los niños les produce gran satisfacción oírse posteriormente, además de ser un buen material para el docente a la hora de observar el desarrollo del lenguaje en los niños. Libros para ver y contar. Es necesario contar en el aula con un rincón donde los niños puedan ver y leer libros, ya sean comprados o elaborados por ellos o por el adulto. Es aconsejable que estos estén debidamente seleccionados por el docente y que vayan apareciendo en el aula de forma progresiva. A la hora de seleccionar este material se debe tener en cuenta: a. Los temas han de ser variados, y tratar sobre hechos cotidianos de la vida que rodea al niño, temas fantásticos, temas relacionados con la naturaleza, etc. b. No es necesaria la existencia de textos escritos, pero tampoco es un inconveniente. Si aparece texto es aconsejable que sea corto, rico y sugerente, explicativo o enriquecedor de la imagen, y que sirva de ayuda al docente para contar cuentos. Sería conveniente que los textos presentaran diferentes tipos de letras. c. Las imágenes deben de ser variadas. No estereotipadas, ni esquemáticas, sino expresivas, coloristas y que no distorsionen la realidad. Es interesante la combinación de ilustraciones con fotografías. d. Deben ser materiales resistentes y de gran calidad. 4. Materiales para el desarrollo de la expresión plástica En el desarrollo de la expresividad del niño, este tipo de material es muy importante y debemos considerarlo tanto desde una perspectiva unitaria y globalizadora, como desde su especificación propia. Estos materiales están íntimamente relacionados con los de lenguaje, ya que están al servicio de una comunicación e intercambio entre los niños. Los niños, utilizando este tipo de materiales, mezclan, perforan, cortan, pegan, pliegan, doblan y manipulan, generando y observando los cambios que se producen y experimentando lo que pueden hacer; de tal forma, que nos interesa más el proceso de trabajo que los resultados obtenidos. También cumple el objetivo de desarrollar la habilidad manual, y así descubrirán el color, las formas, la resistencia de los materiales, etc. Una dotación de materiales suficiente para la expresión plástica del dibujo, el collage, el modelado, etc. constaría de: Papel de diferentes tipos: revistas, periódicos, continuo o de embalaje, cartulinas, de seda, pinocho... Pinturas de diferentes clases: pintura de dedos, témperas, acuarelas, ceras blandas, ceras finas, lápices de colores, rotuladores... Útiles para unir: cola blanca, papel celo, grapadora, clips, gomas, cintas, cuerdas... Útiles para pintar: pinceles, vasos para mezclar, caballetes, frascos para guardar pinturas, esponjas, cepillos de dientes, pajas, tubos vacíos... Materiales para modelar: barro, plastilina, pasta de papel, masa de harina... Materiales para collages y construcciones: cajas, cartones, tubos de papel higiénico, pedazos de telas, plumas, hojas, botones, tapones, carretes de hilo vacíos, revistas, legumbres, pinzas... 5. Materiales para el desarrollo musical y corporal Los materiales musicales más cercanos al niño son: En primer lugar, es su propio cuerpo: manos, pies, muslos, boca... En segundo lugar, los objetos que le rodean con sus diferentes posibilidades sonoras. En tercer lugar instrumentos musicales con los que se pueden trabajar diferentes registros rítmicos y melódicos. Los más utilizados son los instrumentos de percusión como la caja china, el triángulo, los cascabeles, el pandero, la pandereta, etc. Para la educación corporal o rítmica tenemos: El propio cuerpo: manos, piernas, pies, etc. Accesorios que posibiliten realizar diversas actividades con el cuerpo, con los sentidos, en el espacio... como pueden ser: trozos de tela, aros, pelotas, cintas, un espejo (conveniente que abarque el cuerpo entero del niño)... 6. Materiales audiovisuales En otros nos podemos encontrar con: Retroproyector, proyector de diapositivas, radio, TV, walkman, reproductor de CD, cámara de video, ordenador, programas informáticos, películas de video y de DVD… 7. Materiales impresos Nos encontramos con dos tipos de materiales dependiendo de los destinatarios: Para el maestro: material de proyectos editoriales, currículos de Educación Infantil, documentos del centro, programaciones, informes internacionales sobre Educación Infantil, documentos de congresos, seminarios… Para los niños: cuadernos de trabajo del proyecto editorial y el resto de materiales del proyecto (como por ejemplo, láminas de arte, láminas de vocabulario, bits de inteligencia), murales de imágenes, láminas creadas en el centro, cuentos, comics, libros de imágenes, fotografías, libros de la naturaleza, de civilizaciones, de otros países y entornos, literatura infantil… DISPOSICIÓN, USO Y CONSERVACIÓN DEL MATERIAL Los educadores del centro, para una adecuada manipulación de todos los materiales anteriormente descritos, deben asumir una serie de orientaciones con relación a cómo deben presentarse, usarse y conservarse para que sean rentables, eficaces y duraderos. Sería conveniente que los materiales estuvieran: 1. Accesibles y visibles. Intentaremos que los materiales estén a la vista y al alcance de los niños, salvo los que encierran peligrosidad o son frágiles. Si esto no sucede, ni se desarrolla la autonomía del niño ni su toma de decisiones propias con respecto a la actividad a realizar, pues, lo que el niño ve a medida que se va desplazando por el aula, es lo que va formando sus ideas y planes a la hora de realizar una actividad. Para hacer visible el material es aconsejable guardarlo en recipientes transparentes o hacerles una abertura de forma que pueda verse el interior de los mismos. Es indispensable poner los materiales al alcance de los niños, utilizando el suelo y estantes y mesas bajas. 2. Clasificados y etiquetados. Todos los materiales deben estar etiquetados y clasificados, para que, una vez utilizado el material por el niño, pueda devolverlo a su lugar de origen. De esta manera, se favorece los hábitos de orden, se promueven ejercicios constantes de clasificación por parte de los niños y se facilita el control y el conocimiento del estado del material por parte del grupo y del adulto. Además permite un análisis periódico y la toma de decisiones a nivel grupal, para mejorar la organización y la distribución de tareas. 3. Recogidos en contenedores. Es importante la elección de contenedores para cada tipo de material y en función de éstos pueden ser: bandejas, cajas, botes de plástico, cestos, etc. Un buen contenedor resalta el material y lo hace visible. 4. Distribuidos por áreas o rincones. Los materiales deben estar distribuidos de forma que sitúen el material al alcance de los niños cuando lo necesiten, para ello, se subdividen los objetos repetidos y se distribuyen en zonas distintas del aula. Cada área o rincón de trabajo tendrá los materiales necesarios para llevar a cabo las actividades, y si se tiene que compartir material se situará en las zonas cercanas. 5. Conservación de los materiales. Se debe establecer con el grupo clase una serie de normas, entendidas como otro elemento educativo a tener en cuenta, sobre la conservación del material. Estas normas son las siguientes: Sacar progresivamente los materiales a lo largo del curso, explicando a los niños qué características tienen, sus posibilidades, su uso y conservación. Recordar por medio de carteles, dibujos o símbolos, las normas de conservación del material. Periódicamente se revisarán estas normas. Nombrar a un responsable. El docente, un niño o niña puede ser el responsable de la tarea de revisar periódicamente el material. Retirar el material deteriorado. Es importante que el grupo sea consciente del nivel de deterioro del material, ya que a partir de este conocimiento podrá poner medidas para que esto disminuya. Integrar en el horario de las actividades diarias un tiempo determinado para la recogida y distribución del material. No huelga decir que los materiales han de ser: Higiénicos. No tóxicos. No peligrosos. Polivalentes. Adaptables a las características psicoevolutivas de niños y niñas. Fomentadores de la creatividad. EL ESPACIO Y EL TIEMPO La organización del tiempo y de los espacios es importante en los colegios como medio para alcanzar los objetivos educativos y en la búsqueda del desarrollo pleno del niño, desde su individualidad y sus peculiaridades. EL ESPACIO El entorno en el que el niño se desenvuelve y con el cual interacciona constantemente, le envía continuos mensajes, invitándolo a determinadas acciones y facilitándole o no determinadas actitudes. Por lo tanto, el estudio del entorno, es decir, la reflexión y el análisis del mismo y de las posibilidades o limitaciones que proporciona debe estar en la base del planteamiento educativo y forma parte del trabajo del docente. El entorno jamás es neutro. Su estructuración y los elementos que lo configuran comunican al alumno un mensaje que puede ser coherente o contradictorio con el que el docente quiere hacerle llegar. Por ello, el docente no puede conformarse con el entorno tal como le viene dado: debe comprometerse con él, incidir, transformar, personalizar el espacio donde desarrolla su tarea, hacerlo suyo y hacer de este un lugar donde el niño encuentre el ambiente necesario para su desarrollo. Para que la incidencia sobre el entorno sea lo más certera posible, es importante que tanto el docente como todo el conjunto de educadores del colegio, se planteen un pequeño análisis de su realidad, que les permitirá elaborar un plan de actuación o mejora, en la medida de las posibilidades. Desde el ámbito del colegio tenemos que reflexionar sobre: - ¿Qué espacios podrían aprovecharse mejor? ¿Por qué? ¿Cómo los podríamos aprovechar? ¿Hay espacios suficientes para la consecución de los objetivos que nos planteamos en el proyecto educativo? Desde el ámbito del aula, hay que situarse a la altura de los ojos de los alumnos, a su altura, y pensar: - ¿Se ven desde aquí las distintas áreas de trabajo? ¿Se ve a los compañeros? ¿Están claros los «caminos» para acceder a los materiales? ¿Se emplea la totalidad de la superficie de el aula? ¿Cuál no? ¿Por qué razón? ¿De qué forma podríamos aprovechar el espacio sin utilizar? ¿Por qué está cada elemento donde está? ¿Lo hemos puesto así por algo o es que siempre ha estado así? ¿Hay otras posibilidades? Otra forma de realizar el análisis es imaginar el espacio del aula vacío y que hay que ir colocando cada mueble o elemento buscando el sitio más adecuado. Para realizar este ejercicio, podemos confeccionar sobre un papel un pequeño plano de la clase, recortar a escala sus elementos y jugar a buscar todas las posibilidades que ofrece el espacio. Algunas preguntas-guía que ayudan en este ejercicio son: - ¿Qué me dice este ambiente? ¿Cómo podría mejorarlo? ¿Se molestan los niños unos a otros cuando pasan a las distintas áreas de trabajo? ¿Hay áreas ruidosas junto a otras tranquilas? ¿Cómo podríamos evitar las interferencias? ¿Hay un espacio para cada una de las necesidades de los niños? ¿Me gusta el aula? ¿Es acogedora y me siento a gusto? La disposición de los elementos en el aula debe de estar dirigida a crear unos espacios que motiven la iniciación de las actividades y que favorezcan el encuentro entre los niños y niñas y el docente. Asimismo, para organizar los espacios debemos tener en cuenta la realidad global de los alumnos, considerando sus necesidades, lo que permitirá favorecer el desarrollo de todas sus potencialidades. Necesidades fisiológicas. Higiene, sueño, alimentación, seguridad y confort son necesidades básicas en la vida del niño y a las que el colegio tiene que dar una buena respuesta. Por ello, debe contar con: - Un lugar para cambio de pañales y ropa que sea agradable y acogedor. Unos servicios asequibles, limpios, adaptados a los niños, cercanos y cómodos. Una zona de comidas, bien el aula o bien en zonas comunes, tranquila, cómoda e higiénica. Un lugar para el descanso, que dependiendo de la edad será más o menos largo. Además, el colegio debe contar con los artefactos necesarios para mantener una temperatura, iluminación y ventilación adecuadas que permitan crear un ambiente confortable, y medidas de seguridad. Necesidades afectivas. El espacio debe favorecer que el docente esté disponible para atender las necesidades de los alumnos. Así, deben existir lugares específicos para un contacto individual adulto-niño; por ejemplo, un rincón cómodo para una charla reducida, un banco en el jardín, una mesa de camilla pequeña en un rincón del aula con sillas... Lugares que favorezcan la interacción, el contacto, la intimidad y la confianza. Necesidad de autonomía. En esta etapa, los niños pasan de una total dependencia a un grado de autonomía importante. Este es un proceso de avance y retroceso constante al que el colegio deberá prestar todo su apoyo. Si la organización espacial responde a esta necesidad de autonomía, las características que tendrá el espacio son una distribución en áreas de actividad y accesibilidad a los materiales de trabajo. Así, se deben eliminar las barreras que impiden el acceso autónomo de los niños a materiales y espacios. Necesidad de socialización. El colegio es el lugar donde se desarrolla y cobra mayor intensidad la socialización del niño. Por ello, debemos disponer el espacio para favorecer el encuentro, el trabajo en común, el conocimiento del otro, las conversaciones en grupo. Sin embargo, la adquisición del hábito de compartir conlleva también momentos a solas, individuales, lo que implica planificar, cuidadosamente, espacios de grupo y espacios individuales, espacios para compartir y espacios para estar a solas. Necesidad de movimiento. El movimiento es fundamental para los alumnos y para moverse se necesita espacio libre. Para los pequeños, es necesario contar con una zona del aula dedicada a este fin con colchonetas, espejo, objetos, rampas... Para los mayores, también una zona libre en el interior; por ejemplo, pasillos, galerías, espacios de entrada, etc. Necesidad de juego. A través del juego, los niños aprenden, maduran e inician su andadura en el pensamiento formal y lógico. Por ello es importante que la organización espacial no olvide las áreas de juego, cada una con materiales específicos: juegos de manipulación, de imitación, simbólicos hasta llegar a los juegos de reglas. Necesidad de expresión. El intercambio de opiniones, la expresión oral y la comunicación de pensamientos, ideas y experiencias serán promovidos por medio de espacios para conversaciones, juegos de lenguaje, cuentos y canciones. Por otro lado, es necesario un lugar para la creación plástica. Necesidades de experimentación y descubrimiento. Los niños se enriquecen del entorno que les rodea: aprenden de él, experimentan, conocen, transforman... Por esta razón, es fundamental proveerles de entornos ricos en estímulos, buscando en estos más la calidad que la cantidad. Espacios que estimulen la exploración y el descubrimiento, en donde existan objetos y materiales diversos: plantas, animales, agua, arena, tierra, madera, imanes, materiales de desecho... No existe una organización espacial que podamos tener como modelo. Es cada educador el que tiene que buscar los modelos más adecuados a las condiciones materiales y a las características de su grupo. Por otra parte, la distribución espacial es algo dinámico, que se modificará a medida que el grupo se apropie de él y lo considere necesario. Posibilitar la actuación de los niños sobre el espacio es algo muy importante a tener en cuenta en un colegio. Para cumplir con estas condiciones, el espacio, su distribución y las dependencias deben adecuarse a las variadas y cambiantes necesidades de los alumnos, sin olvidar que los lugares deben: - Tener en cuenta las características psicoevolutivas de los niños y de las niñas. Ser limpios, acogedores, acondicionados y estar debidamente ordenados. Permitir su utilización para actividades de diversos tipos. Favorecer la autonomía y la atención a la diversidad. Favorecer al máximo el grado de interacción entre los niños y el docente. EL TIEMPO Para hablar de tiempos y, en consecuencia, de horarios, hemos de partir de lo que consideramos «tiempo del niño». Los pequeños pasan de los movimientos reflejos a la coordinación motriz, de la acción al pensamiento lógico, de la dependencia total a un alto nivel de autonomía, etc. Todo este proceso de desarrollo físico, emocional y cognitivo se construye basándose en tanteos, en ensayos y errores, en repeticiones. Es el tiempo que cada niño necesita para construir sus estructuras mentales, para elaborar y resolver sus conflictos emocionales, para incorporarse e integrarse en su entorno. Por tanto, es de capital importancia conocer el mecanismo y los procesos que generan el desarrollo humano, ya que sólo a partir de este conocimiento podemos comprender y valorar la importancia que tiene el tiempo en el crecimiento del niño. Al tiempo de autoestructuración emocional, cognitiva y social se une también el ritmo que cada niño necesita para establecer la comunicación, la participación grupal, el cambio de actividades, el paso de una situación a otra, etc. Estructuración del tiempo en la escuela Las necesidades biológicas del niño son las que marcan, en un principio, los ritmos y frecuencias necesarias para su orientación temporal: el alimento, los cambios, los sueños son las primeras pautas y las primeras referencias en el niño. De estas primeras pautas de tipo orgánico, el niño va pasando progresivamente a otras de tipo social (marcadas por nosotros), pero ambas se tienen que vivir a un ritmo estable, pues es esta estabilidad la que posibilita que el niño comience a diferenciar los distintos momentos del día y le permite recordar, prever y anticipar lo que vendrá después. Ahora bien, esta estabilidad no se puede confundir con rigidez, con una excesiva división del tiempo ni tampoco con que el niño haga en cada momento aquello que le apetezca. En el colegio, el tiempo de trabajo con los niños es un aspecto importante a determinar, tanto en lo que respecta al lapso de estimulación de cada dimensión del desarrollo como al grado de resistencia del organismo infantil para la asimilación de dicha estimulación. El sistema nervioso del niño en la edad temprana es muy frágil, su actividad nerviosa superior es muy inestable, y en la actividad analítico–sintética de la corteza cerebral los procesos excitatorios predominan marcadamente sobre los inhibitorios. Esto hace que el niño sea muy propenso a la fatiga, pues sus neuronas aún no poseen una alta capacidad de trabajo, y requieren de un tiempo prudencial para su recuperación funcional. Por lo tanto, dosificar la estimulación es un asunto de extrema importancia para la salud del niño... Las investigaciones más recientes nos aconsejan las siguientes longitudes temporales de las actividades pedagógicas en función de la edad: Longitud temporal promedio de las actividades pedagógicas Grupo de edad (año de vida) Tiempo promedio Cuarto año de vida (3 – 4 años) Hasta 15 minutos Quinto año de vida (4 – 5 años) Hasta 20 minutos Sexto año de vida (5 – 6 años) Hasta 25 minutos Cualquier exceso por encima no obtiene resultados positivos y puede causar un efecto muy nocivo y perjudicial para el niño, por sobrecarga de excitación que excede la capacidad funcional de sus neuronas. Esto no quiere decir que solamente se pueda trabajar con los niños 15 minutos; este es el tiempo por unidad de estimulación, es decir, el tiempo de la actividad estimulante en cada momento no ha de exceder dicho margen. Luego, hay que esperar la recuperación funcional del sistema nervioso (juego libre) y, más tarde, realizar otra unidad de estimulación aprovechando los momentos positivos de la vigilia. Lo importante es la calidad, no la cantidad de estimulación, calidad que implica que el contenido se dirija a lo que realmente se ha de ejercitar en cada momento, y con el tiempo requerido. Recordando que la premisa básica para organizar el tiempo de los niños es su propio ritmo, organizaremos el horario del centro, que es un elemento importante en la organización escolar, pues dispone el desarrollo práctico de todas las actividades. Esta elaboración del horario debe tener en cuenta: Tiempo libre destinado a que los niños puedan experimentar, comunicarse y relacionarse autónomamente. Tiempo de rutinas que permita a los niños estructurar la secuencia de acontecimientos del colegio. Tiempo de actividades con distintas naturalezas y funciones dentro del currículo, pero no solo referidas al centro de interés de la experiencia. Rutina y horario En el período de edad que abarca la educación infantil es importante tener en cuenta los periodos de rutina de los niños. Entendemos la rutina como «el conjunto de acciones con carácter repetitivo que el niño realiza cada día y que le conducen a la adquisición de un conjunto de hábitos y comportamientos». Sin embargo, por rutina no entendemos una secuencia rígida o inflexible, aunque sí debe existir un respeto al proceso de temporalización. Para adquirir una rutina, debemos tener presente los siguientes puntos: Seguir siempre el mismo orden. Realizar los cambios al comienzo y al final de la actividad. Establecer contraseñas que le recuerden al niño los cambios. Por lo tanto, la adquisición de una rutina requiere una buena planificación del horario que tiene como objetivo la adaptación a los diferentes cambios en el proceso de temporalización. Esta planificación puede basarse en estos momentos: Momento de la asamblea que tiene como objetivo la programación de un trabajo que se tiene que realizar. Período de trabajo que consiste en la realización del trabajo elegido. Cambio de actividad. Períodos destinados a recoger y ordenar el material utilizado. Período para recordar en grupos pequeños. Es el momento en que los niños hacen copartícipes a sus compañeros de su trabajo. Su objetivo es crear un ambiente de participación, de cooperación y de interiorización de la situación. Actividades al aire libre. En ellas se puede habituar a los niños a que realicen determinadas actividades, principalmente de tipo físico. Puesta en común, en la que participa todo el grupo en el lugar designado para ello. La distribución del tiempo en el aula es un marco de referencia que ayuda a decidir qué se va a hacer después o a saber de qué tiempo se dispone para realizar una actividad. Una vez encontrado el horario en el que los niños se sienten más a gusto, podemos hacerlo más flexible, por ejemplo, se pueden alargar actividades en las que nos encontramos mejor o cambiar las siguientes por propuestas de actividades que interesen y que no habían sido programadas. Es importante que los niños comprendan el horario, que tengan puntos de referencias claros para no andar perdidos en el tiempo. Para ello, podemos seguir las siguientes pautas: Mantener los segmentos horarios en el mismo orden. Recordar en la conversación con los niños las cosas que se han realizado durante el día, las cosas más importantes que han ocurrido durante la semana, etc. Establecer símbolos para cada actividad o período, así como señales que marquen el final o el inicio de las diversas actividades. Advertir a los niños del tiempo que les falta para finalizar una actividad o iniciar otra de manera que no se queden sin acabar la actividad en curso aquellos que se lo hayan propuesto. 8. Evaluación. LA EVALUACIÓN DEFINICIÓN Definimos el concepto de evaluación como un proceso continuo, sistemático y flexible que se orienta a seguir la evolución de los procesos de desarrollo de los niños o niñas, y a la toma de las decisiones necesarias para adecuar nuestra acción educativa a las necesidades y logros detectados en sus procesos de aprendizaje. Una actividad evaluadora, así entendida, contribuye a la mejora de nuestra actividad como educadores, pues hace posible la adaptación de los procesos de enseñanza a los de desarrollo-aprendizaje. Desde esta perspectiva formativa, el proceso de evaluación aunque parta de un objeto concreto, siempre implicará de una forma comprensiva, a todos los elementos y procesos. Evaluar a un niño o niña supondrá, por tanto, ayudar a mejorar su rendimiento y afectará a los educadores, a la organización del Centro, a los métodos y al proceso educativo. Ahora bien, difícilmente se puede progresar y evaluar los resultados si no se establecen unas metas u objetivos concretos y expresados en términos de comportamientos observables. Los objetivos no solo clarifican el camino a recorrer y anticipan en forma de pronóstico los resultados a conseguir, sino que además sientan las bases de una evaluación objetiva y coherente. En conclusión: La evaluación es un factor importante en el proceso educativo ya que se preocupa en cada momento de analizar las variables educativas y de hacer una estimación precisa de los resultados. Es comprensiva y tiene que contemplar todas y cada una de las partes del proceso instructivo: niños o niñas, educadores y programa. Tiene que ser continua. Para garantizar una buena dirección en el proceso y unos buenos resultados finales, la evaluación tiene que estar actuando de una forma constante y permanente. A través del feedback, tiene una importante capacidad recurrente que le permite «retroactuar sobre elementos de la estructura y del proceso educacional e incluso, sobre los mismos objetivos, para modificarlos y perfeccionarlos a la luz de los resultados». La evaluación es cooperativa puesto que afecta no sólo a los que la aplican sino también a sus verdaderos usuarios, los niños y niñas. En consecuencia, se entiende como la revisión de los distintos elementos de la práctica educativa en el ámbito del aula y en el conjunto del Centro. PRINCIPIOS Y OBJETIVOS DE LA EVALUACIÓN De la definición dada de evaluación obtenemos los principios básicos que determinan su carácter: continuidad, sistematicidad y flexibilidad. El principio de continuidad hace referencia a la necesidad de entender la evaluación como un proceso en el que podemos distinguir diferentes momentos: inicio, proceso-desarrollo y fin. El principio de sistematicidad alude a la necesidad de plantear la forma de seguimiento de acuerdo a un plan previamente trazado, que deberá ser llevado a cabo con rigor. El principio de flexibilidad se relaciona con la posibilidad de utilizar en el proceso evaluador, y siempre en función de los objetivos trazados, diversidad de técnicas e instrumentos de registro. LA EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN INFANTIL En el Decreto /2008, de 6 de marzo, por el que se por el que se desarrollan para la Comunidad Valenciana las enseñanzas de la Educación Infantil., se establece que los educadores de este tramo evaluarán el proceso de enseñanza, su propia práctica docente y el desarrollo de las capacidades de los niños, de acuerdo con las finalidades de la etapa para mejorar la actividad educativa. Igualmente este Real Decreto establece la evaluación como continua, global y formativa durante el periodo Infantil. La observación directa y sistemática constituirá le técnica principal del proceso de evaluación. Teniendo en cuenta el Decreto, la evaluación del proceso de aprendizaje en esta etapa debe ser: Global: referida al conjunto de capacidades expresadas en los objetivos generales. Esta evaluación permite fijar las metas que el niño o la niña ha de alcanzar a partir de criterios derivados de su propia situación inicial. La evaluación debe realizarse sobre la base de los objetivos, en los que se expresan las capacidades básicas que los niños deben desarrollar a través de las distintas áreas curriculares a las que hacen referencia los criterios de evaluación. Aunque el referente fundamental para evaluar el grado de consecución de las capacidades expresadas en los objetivos generales, son los criterios de evaluación de cada área curricular, habrá que volver sobre los objetivos de nivel en el momento final de la evaluación, para analizar el avance global que el niño haya conseguido, como algo más allá de la mera suma de distintas evaluaciones de conductas concretas. Realizar una evaluación individualizada y global implica utilizar diversidad de procedimientos, instrumentos y situaciones de evaluación, de forma que podamos ajustarnos a las diferentes características de los niños y contenido educativo. Continua: la evaluación debe ser un elemento más de la acción educativa, permitiendo así regular, orientar y corregir de modo sistemático el proceso educativo. La evaluación continua empieza en los inicios del propio proceso educativo. Requiere, por lo tanto, una evaluación inicial del niño, para adecuar el proceso de enseñanza- aprendizaje a sus posibilidades y también una evaluación al final del proceso. Formativa: debe tener en cuenta todas las variables que ayudan o interfieren el proceso didáctico, procurando durante dicho proceso, reunir información que permita revisarlo y corregirlo. Su finalidad es determinar qué factores favorecen o dificultan que los niños o niñas logren las metas deseadas, de forma que podamos introducir las modificaciones oportunas. Preventiva: nos permite realizar sobre la marcha los ajustes oportunos que eviten llegar a objetivos no deseados. Por lo que respecta al qué evaluar, la decisión más importante es la que se refiere a concretar los objetivos generales de cada ciclo en conceptos evaluables que permitan comprobar si los niños y niñas están desarrollando las capacidades deseadas lo mejor posible en función de las características individuales de cada uno. Una vez establecido lo que se considera fundamental, es preciso determinar los procedimientos, con el fin de obtener la información relacionada con el proceso de aprendizaje. Si queremos evaluar el progreso de factores de personalidad y capacidad necesitaremos utilizar técnicas diversas e instrumentos de registros variados. La norma que regula la evaluación en Infantil destaca que corresponde a los maestros adoptar las decisiones pertinentes acerca de las técnicas e instrumentos de evaluación que se consideren más adecuados y formular los juicios oportunos acerca del aprendizaje de sus niños o niñas. TÉCNICAS PARA EVALUAR En Infantil el contacto continuado con el mismo grupo de niños o niñas hace que la observación directa de estos, dentro y fuera del aula, y la observación indirecta llevada a cabo a través del análisis de los trabajos individuales, de grupo y las entrevistas sea lo más idóneo: La observación: realizada de forma sistemática garantiza mayor objetividad en una evaluación, pues permite el seguimiento de los procesos de aprendizaje en los niños o niñas. La observación puede llevarse a efecto a través del seguimiento de las actividades estructuradas en un plan de trabajo dentro o fuera del aula: producciones plásticas y musicales, juegos lógicos y dramáticos, etc. La entrevista: puede definirse como "una conversación intencional". Es una técnica de gran valor para obtener información sobre la opinión, actitudes, problemas, motivaciones, etc. de los niños o niñas y de sus familias. Para ser utilizada con provecho exige: la definición de sus objetivos, la delimitación de la información que se piensa obtener y el registro de los datos esenciales que se han obtenido. Puede ser de dos tipos: — Formal o preparada por el entrevistador. — Informal o sin preparación previa. Para el análisis de los datos recogidos se utiliza la técnica de la triangulación. Es una técnica de análisis de datos que permite evaluar el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de diversos enfoques y fuentes de información. Los tipos más usados son: Triangulación de las fuentes, o recogida de información de diversa procedencia. Triangulación temporal, lo que supone la realización del estudio en diferentes momentos y circunstancias. Triangulación espacial, o realización del estudio en diferentes zonas o lugares. Triangulación de métodos y técnicas, o utilización de diversas estrategias metodológicas. Triangulación de evaluadores, o realización del estudio por parte de distintos sujetos. Evaluación del proceso de enseñanza y de la práctica docente. La evaluación de la intervención educativa permite constatar qué aspectos de la misma han favorecido el aprendizaje y en qué otros deben introducirse modificaciones o mejoras. Algunos de los aspectos a los que atenderá son los siguientes: Planificación de las tareas. Valoración de la planificación realizada, analizando los resultados obtenidos en función de los esperados. Organización de los espacios, tiempos y materiales. Adecuación de las programaciones y las medidas de refuerzo. Participación. Relación familia-escuela. Colaboración e implicación de los padres. Relación entre los alumnos/as y entre estos y los profesores. Organización y coordinación del equipo: Ambiente de trabajo y participación. Clima de consenso y aprobación de acuerdos Implicación de los miembros. Proceso de integración en el trabajo Distinción de responsabilidades Criterios de evaluación. Conocimiento de sí mismo y autonomía personal. Manifestar un progresivo control de su cuerpo, global y sectorialmente, dando muestra de un conocimiento cada vez más ajustado de su esquema corporal, manifestando confianza en sus posibilidades y respeto a los demás. Con este criterio se pretende comprobar si el niño/a es capaz de: Manifestar un control progresivo de las posibilidades motrices, sensitivas y expresivas del propio cuerpo en distintas situaciones y actividades, como juegos, rutinas o tareas de la vida cotidiana. Reconocer y nombrar las distintas partes del cuerpo y ubicarlas espacialmente, en su propio cuerpo y en el de los demás. Identificar los sentidos y las principales sensaciones asociadas a cada uno de ellos: sabores, olores, colores, sonidos, temperaturas y texturas. Desarrollar una imagen personal ajustada y positiva, que le permita conocer sus posibilidades y limitaciones, y tener confianza en las propias capacidades. Manifestar respeto y aceptación por las características de los demás, sin discriminaciones de ningún tipo. Dar muestras de mejora de sus destrezas motoras y de sus habilidades manipulativas y participar en juegos, regulando progresivamente la expresión de sentimientos y emociones. Con este criterio se valora la capacidad del niño y de la niña para: Participar de forma activa en distintos tipos de juego, manifestando aceptación y respeto de las normas que los rigen y disfrutando con ellos. Mostrar un adecuado desarrollo de los elementos motrices que se manifiestan en desplazamientos, marcha, carrera o saltos. Coordinar y controlar las habilidades manipulativas de carácter fino que cada actividad requiere. Mostrar actitudes de ayuda y colaboración, evitando adoptando posturas de sumisión o de dominio, especialmente entre niños y niñas. Reconocer y comunicar necesidades, deseos, sentimientos o emociones, realizando una progresiva regulación de los mismos en los juegos y otras situaciones de la vida cotidiana. Mostrar cierta autonomía en la adquisición de hábitos elementales de cuidado personal, higiene, salud y bienestar y consolidarlos progresivamente. Avanzar en la realización autónoma de actividades habituales para satisfacer necesidades básicas, mostrando interés e iniciativa. Este criterio pretende evaluar si el alumno/a es capaz de: Realizar, de manera progresivamente autónoma y con iniciativa, las actividades relacionadas con la higiene, la alimentación, el descanso, los desplazamientos y otras tareas de la vida diaria. Participar en actividades que favorezcan un aspecto personal cuidado y un entorno limpio y estéticamente agradable, generador de bienestar. Identificar algunos posibles peligros en sus actividades habituales, pedir y aceptar la ayuda del adulto ante situaciones peligrosas. Conocimiento del entorno. Mostrar curiosidad e interés por el descubrimiento del entorno: identificar y discriminar objetos y elementos del entorno inmediato y actuar sobre ellos. Agrupar, clasificar y ordenar elementos y colecciones según semejanzas y diferencias ostensibles; discriminar y comparar algunas magnitudes y cuantificar colecciones mediante el uso de la serie numérica. Con este criterio se pretende valorar la capacidad del niño y de la niña para: Identificar y explorar, mediante actividades manipulativas, los objetos y materias presentes en su entorno. Establecer relaciones entre las características o atributos de los objetos y otros elementos del entorno (forma, color, tamaño, peso…) y su comportamiento físico (caer, rodar, resbalar, botar…) Desarrollar determinadas habilidades lógico-matemáticas, como consecuencia del establecimiento de relaciones cualitativas y cuantitativas entre elementos y colecciones. Adquirir la habilidad para utilizar estrategias convencionales o no convencionales para representar e interpretar la realidad y resolver problemas de la vida cotidiana. Explorar las relaciones numéricas con materiales manipulativos y reconocer las magnitudes relativas a los números elementales. Iniciarse en la comprensión de los números en su doble vertiente cardinal y ordinal, el conocimiento de algunos de sus usos y su capacidad para utilizarlos en situaciones propias de la vida cotidiana. Manejar las nociones básicas espaciales (arriba, abajo; dentro, fuera; cerca, lejos…), temporales (antes, después, por la mañana, por la tarde…) y de medida (pesa más, es más largo, está más lleno) Dar muestras de interesarse por el medio natural, identificar y progresivamente: nombrar algunos de sus componentes, establecer relaciones sencillas de interdependencia, manifestar actitudes de cuidado y respeto hacia la naturaleza, y participar en actividades para conservarla. Con este criterio se valora si el niño y la niña es capaz de: Mostrar interés por conocer los elementos de la naturaleza, tanto vivos como inertes, investigando algunas de sus características y funciones generales, acercándose a la noción de ciclo vital y constatando los cambios que este conlleva. Establecer algunas relaciones entre medio físico y social, identificando cambios naturales que afectan a la vida cotidiana de las personas (cambios de estaciones, temperatura…) y cambios en el paisaje por intervenciones humanas. Mostrar actitudes de cuidado y respeto hacia la naturaleza mediante la participación en actividades para conservarla. Manifestar interés por el conocimiento del medio, haciendo observaciones y preguntas, así como formulando hipótesis sobre sus causas y consecuencias. Identificar y conocer los grupos sociales más significativos de su entorno, algunas características de su organización y los principales servicios comunitarios que ofrece. Poner ejemplos de sus características y manifestaciones culturales, y valorar su importancia. Con este criterio se pretende comprobar si el niño/a es capaz de: Conocer los grupos sociales más cercanos (familia, escuela…) así como los servicios comunitarios que estos ofrecen (mercado, atención sanitaria o medios de transporte) y su papel en la sociedad. Tomar conciencia de la importancia que, para la vida de las personas, tienen las organizaciones sociales y la necesidad de dotarse de normas para convivir. Mostrar su integración y vinculación afectiva a los grupos más cercanos. Participar de forma activa en la vida del aula, acomodando su conducta a los principios, valores y normas construidas y aceptadas por todos. Analizar y resolver las situaciones conflictivas a través del diálogo y la negociación. Comprender algunos símbolos o elementos que identifican a otras culturas presentes en el medio, así como las manifestaciones culturales de su comunidad y de dichas culturas. Establecer y utilizar habilidades cooperativas para conseguir un resultado común: iniciativa en la presentación de ideas, respeto a las contribuciones ajenas, argumentación de las propuestas, flexibilidad ante los cambios, planificación de tareas. Utilizar las tecnologías de la información y la comunicación como fuentes de información y como medio de interacción y comunicación. Lenguajes: comunicación y representación. Utilizar la lengua oral del modo más conveniente para una comunicación positiva con sus iguales y con los adultos, según las intenciones comunicativas, y comprender mensajes orales diversos, mostrando una actitud de escucha atenta y respetuosa, así como interés por comunicarse. Mediante este criterio se evalúa el desarrollo de las capacidades necesarias para: Expresarse y comunicarse oralmente, con claridad y corrección suficientes, para llevar a cabo diversas intenciones comunicativas (pedir ayuda, informar de algún hecho o situación vivida o imaginada, dar sencillas instrucciones, participar en conversaciones de grupo…) Utilizar, de forma pertinente y creativa, la expresión oral para regular la propia conducta, relatar vivencias, razonar, resolver situaciones conflictivas, comunicar sus estados anímicos y compartirlos con los demás. Escuchar y comprender mensajes, relatos, producciones literarias, descripciones, explicaciones, informaciones que les permitan participar en la vida del aula, mostrando interés por expresarse. Manifestar respeto hacia los demás, mostrando interés y atención hacia lo que dicen y en el uso de las convenciones sociales (guardar el turno de palabra, escuchar, mirar al interlocutor, mantener el tema), así como en la aceptación de las diferencias. Participar con interés y disfrute, en situaciones comunicativas en una lengua extranjera, iniciándose en su uso oral. Mostrar interés por los textos escritos presentes en el aula y en el entorno próximo, iniciándose en su uso, en la comprensión de sus finalidades y en el conocimiento de algunas características del código escrito. Interesarse y participar en las situaciones de lectura y escritura que se proponen en el aula. Con este criterio se evalúa la capacidad y el interés del niño y de la niña para: Valorar la lengua escrita, iniciándose en la utilización funcional de la lectura y la escritura como medios de comunicación, de información y de disfrute, utilizando diferentes soportes. Mostrar atención y curiosidad por los actos de lectura y de escritura que se realizan en el aula. Hacer un uso adecuado del material escrito (libros, periódicos, cartas, etiquetas, publicidad…) Explorar los mecanismos básicos del código escrito, así como el conocimiento y uso de algunas características y convenciones de la lengua escrita al interpretar y producir textos acordes a su nivel evolutivo. Expresarse y comunicarse utilizando medios, materiales y técnicas propios de los diferentes lenguajes artísticos, tecnológicos y audiovisuales, mostrando interés por explorar sus posibilidades, por disfrutar con sus producciones y por compartir con los demás las experiencias estéticas y comunicativas. Con este criterio se evalúa si el niño y la niña es capaz de: Desarrollar las habilidades expresivas a través de diferentes materiales, instrumentos y técnicas propios de los lenguajes musical, audiovisual, tecnológico, plástico y corporal. Experimentar y explorar las posibilidades expresivas del gesto, el movimiento, la voz y también el color, la textura o los sonidos. Desarrollar la sensibilidad estética y actitudes positivas hacia las producciones artísticas en los distintos lenguajes, además del interés por compartir las experiencias estéticas. 9. Medidas de atención al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo o con necesidad de compensación educativa. Como resultado de la valoración inicial y ante el amplio abanico de capacidades, estilos de aprendizaje, motivaciones e intereses de los alumnos, se contemplan distintas vías de respuesta. Consideramos adaptaciones curriculares cuantos cambios se produzcan en el currículo con el fin de atender a las diferencias individuales de nuestros alumnos. Dentro de las adaptaciones curriculares vamos a diferenciar dos modelos de respuesta en función de las situaciones de distinta naturaleza que vamos a encontrar aunque sólo desarrollaremos el primer tipo puesto que no tiene sentido en el ciclo que nos ocupa las adaptaciones curriculares significativas al no haber desfase en la consecución de objetivos generales de ciclo. Adaptaciones curriculares no significativas. Se aconseja su uso cuando las dificultades de aprendizaje no son muy importantes. Las características fundamentales de este tipo de medidas son las siguientes: No precisan de una organización muy diferente a la habitual. No afectan a los componentes prescriptivos del currículo. Aunque en cada una de las áreas se aplicarán de forma específica una serie de medidas concretas que permitan la adecuación a las diferencias individuales de los alumnos, hemos querido establecer una serie de pautas o directrices generales que actúen como marco de referencia para el conjunto del profesorado y que sirvan para unificar las actuaciones de cada profesor. Metodologías diversas. Los métodos no son mejores o peores en términos absolutos, sino en función de que el tipo de ayuda que ofrecen responda a las necesidades que en cada momento demandan los alumnos. Las adaptaciones en metodología didáctica son un recurso que se puede introducir en las formas de enfocar o presentar determinados contenidos o actividades como consecuencia de: Los distintos grados de conocimientos previos detectados en los alumnos. La existencia de diferentes grados de autonomía y responsabilidad. La identificación de dificultades en procesos anteriores con determinados alumnos. Estas modificaciones deben producirse no sólo como respuesta a la identificación de dificultades, sino como prevención de las mismas. Actividades de aprendizaje diferenciadas: refuerzo y ampliación. Las actividades educativas deben situarse entre lo que los alumnos saben hacer de manera autónoma y lo que son capaces de hacer con la ayuda del profesor o de sus compañeros. Si son demasiado fáciles, pueden resultar poco motivadoras para algunos alumnos, pero serán igualmente desmotivadoras si se encuentran muy alejadas de lo que pueden realizar, creando una sensación de frustración poco favorable para el aprendizaje. Cuando se trata de alumnos que manifiestan alguna dificultad para trabajar determinados contenidos, se debe ajustar el grado de complejidad de la actividad y los requerimientos de la tarea a sus posibilidades. Esto implica una doble exigencia: Realizar un análisis de los contenidos para determinar cuáles son fundamentales. Tener previsto un número suficiente de actividades para cada uno de los contenidos considerados fundamentales, con distinto nivel de complejidad, que permita trabajar estos mismos contenidos con exigencias distintas, incluyendo actividades de ampliación o referidas a contenidos complementarios. Agrupamientos flexibles y ritmos diferentes. La organización de grupos de trabajo flexibles en el seno del grupo básico permite: Que los alumnos puedan situarse en distintas tareas. Proponer actividades de refuerzo o profundización según las necesidades de cada grupo. Adaptar el ritmo de introducción de nuevos contenidos. Este tipo de adaptaciones requiere una reflexión sobre dos aspectos: Los aprendizajes básicos e imprescindibles para seguir progresando. La incorporación de una evaluación que detecte las necesidades de cada grupo. 10. Utilización de las tecnologías de la información y la comunicación. Como futuros ciudadanos de la sociedad de la información, nuestros alumnos deben iniciarse en el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación. Además como docentes valoramos la función motivadora que todos estos medios poseen. En nuestra labor diaria usamos los medios audiovisuales: reproductor de CD, de DVD y cada vez con mayor frecuencia los medios informáticos y de acceso a Internet así como las novedosas pizarras digitales, que de forma progresiva se están instalando en nuestras aulas. 11. Actividades complementarias Dentro de la PGA aparecen recogidas las actividades complementarias que por acuerdo del ciclo realizaremos a lo largo del curso. Debemos distinguir tres tipos de actividades: Conmemorativas: Día de la Paz, del árbol, de la constitución… Populares: Celebración de la Navidad, Carnaval… Excursiones: Visitas al teatro, granja-escuela, día en la playa…