AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 QUEJOSO: ********** PONENTE: MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO GARCÍA VILLEGAS SECRETARIA: ROSALÍA ARGUMOSA LÓPEZ DE SÍNTESIS AUTORIDADES RESPONSABLES: Congreso de la Unión y otras. ACTOS RECLAMADOS: La inconstitucionalidad de los artículos 6º, fracción V, y 21 fracciones XI y XII, ambos de la Ley Federal de Correduría Pública. SENTIDO DE LA SENTENCIA DEL JUEZ DE DISTRITO: Sobreseyó y negó el amparo solicitado. RECURRENTE: La parte quejosa. ARTÍCULOS IMPUGNADOS: “ARTÍCULO 6o.- Al corredor público corresponde: … V. Actuar como fedatario público para hacer constar los contratos, convenios y actos jurídicos de naturaleza mercantil, excepto en tratándose de inmuebles, así como en la emisión de obligaciones y otros títulos valor; en hipotecas sobre buques, navíos y aeronaves que se celebren ante él, así como para hacer constar los hechos de naturaleza mercantil; …” AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 “ARTÍCULO 20.- A los corredores les estará prohibido: … XI. Actuar como fedatario fuera de los casos autorizados por la ley y su reglamento; así como en actos jurídicos no mercantiles; en tratándose de inmuebles, así como dar fe de hechos que no se consideren de naturaleza mercantil; XII. Actuar como fedatarios en los casos a que se refiere la fracción anterior, aún cuando se modifique o altere su denominación, se trate de actos jurídicos, convenios o contratos innominados, intervengan sujetos que por su actividad sean calificados de comerciantes, o se refieran a cosas mercantiles o se denomine un acto como mercantil cuando el acto real tenga otra naturaleza, y (…)” CONSIDERACIONES DEL PROYECTO: 1. Desestimar, por infundados e inoperantes los agravios hechos valer por la parte quejosa, porque no controvierte las consideraciones medulares sustentadas por el Juez Federal, en el sentido de que los preceptos impugnados no transgreden la garantía de libertad de trabajo consagrada en el artículo 5º de nuestra Carta Magna; y por tanto dichas consideraciones quedan firmes y continúan incólumes para regir el fallo reclamado. Asimismo, son inoperantes los agravios consistentes en que el Juez de Distrito omitió pronunciarse sobre el concepto de violación relativo a que los preceptos combatidos violan su garantía de audiencia, puesto que tales argumentos son novedosos. 2. Declarar fundado el agravio, relativo a que el Juez de Distrito omitió pronunciarse respecto del segundo concepto de violación, en el que se alegó que las reformas a la ley impugnada, transgreden los derechos subjetivos que como corredor público adquirió para fedatar operaciones mercantiles relacionadas con bienes inmuebles de acuerdo con diversa normatividad mercantil, por lo que con fundamento en el artículo 91, fracción I, de la Ley 2 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 de Amparo, procede estudiar el concepto de violación omitido por el Juez del conocimiento. 3. Por otra parte los agravios relativos a que la sentencia reclamada es ilegal porque carece de fundamentación y motivación, en virtud de constituir argumentos de legalidad, lo procedente es reservar jurisdicción al Tribunal Colegiado del conocimiento para se avoque a su estudio. 4. En cuanto al concepto de violación omitido se desestima por infundado por las razones siguientes: De la reforma al artículo 6, fracción V, de la Ley Federal de Correduría Pública, publicada en el Diario Oficial de la Federación de veintitrés de mayo de dos mil seis, se advierte que tanto en el texto reformado como en el anterior, el Corredor Público estaba exceptuado para actuar como fedatario en actos jurídicos no mercantiles, en tratándose de inmuebles, así como dar fe de hechos que no se consideren de naturaleza mercantil. Con el propósito de conocer las razones que motivaron dicha reforma, se acude a la exposición de motivos de catorce de diciembre de dos mil cuatro, de la que se advierte que el Corredor Público, como agente de comercio, actúa como intermediario en las transacciones mercantiles, conforme a las facultades conferidas por el legislador federal. De los trabajos legislativos, también se observa que los Corredores Públicos no pueden actuar válidamente en actos que tengan que ver con bienes inmuebles, en virtud de que dicha potestad corresponde exclusivamente a las legislaturas locales. Que la falta de precisión ha provocado que los Corredores Públicos realicen actos que no son de su competencia, como las hipotecas sobre bienes inmuebles relacionadas con contratos de Crédito Refaccionario o certificación de cotejos de copias con sus originales, lo que constituye dar fe de meros hechos materiales. Así, los hechos que el Corredor Público puede hacer constar en actas son aquellos en los que consisten las diversas diligencias en que puede intervenir en términos de las propias leyes mercantiles, tales como el protesto de títulos de crédito o la 3 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 ratificación de firmas de contratos de créditos de habilitación o avío o refaccionarios. Que es necesario precisar las facultades de los Corredores Públicos, a efecto de que no intervengan en actos o hechos que no sean de su estricta competencia, tales como los actos civiles, la materia inmobiliaria, el otorgamiento de poderes, así como dar fe de hechos jurídicos que no sean estrictamente de carácter mercantil. Finalmente, en los trabajos legislativos se estimó conveniente eliminar la facultad de los Corredores Públicos para actuar en el otorgamiento de créditos refaccionarios o de habilitación o avío con el ánimo de evitar que dichos fedatarios den fe de tales actos cuando existan garantías inmobiliarias de por medio. Con base en lo anterior, esta Primera Sala estima que los planteamientos del quejoso recurrente son infundados, ya que no es exacto que la prohibición de que no se faculte a los corredores públicos para ejercer como fedatarios públicos tratándose de inmuebles; contenida en la fracción V del artículo 6 de la Ley Federal de Correduría Pública, viole el principio de irretroactividad que tutela el artículo 14 de la Constitución Federal, al desconocer un derecho adquirido. Similar criterio sostuvo la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el diverso amparo en revisión 234/2007, el dos de mayo de dos mil siete, por unanimidad de cinco votos. PUNTOS RESOLUTIVOS: PRIMERO. Se confirma la sentencia recurrida. SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********, contra los actos reclamados, por los motivos expuestos en el último considerando de esta resolución. TERCERO. Se reserva jurisdicción al Tribunal Colegiado del conocimiento, en términos del considerando quinto de este fallo. 4 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 TESIS CITADAS: “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE NO COMBATEN LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECURRIDA Y NO SE DA NINGUNO DE LOS SUPUESTOS DE SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LOS MISMOS. “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE SE REFIEREN A CUESTIONES NO INVOCADAS EN LA DEMANDA Y QUE, POR ENDE, CONSTITUYEN ASPECTOS NOVEDOSOS EN LA REVISIÓN. “IRRETROACTIVIDAD DE LAS LEYES. NO SE VIOLA ESA GARANTÍA CONSTITUCIONAL CUANDO LAS LEYES O ACTOS CONCRETOS DE APLICACIÓN SÓLO AFECTAN SIMPLES EXPECTATIVAS DE DERECHO, Y NO DERECHOS ADQUIRIDOS.” 5 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 QUEJOSO: ********** PONENTE: MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO GARCÍA VILLEGAS SECRETARIA: ROSALÍA ARGUMOSA LÓPEZ DE México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día cinco de marzo de dos mil ocho. V I S T O S; Y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. Por escrito presentado el tres de julio de dos mil seis, ante la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en la Paz, Baja California Sur, **********, por su propio derecho solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal contra las autoridades y por los actos que a continuación se indican: AUTORIDADES RESPONSABLES: 1. Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos. 2. Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. 3. Director del Diario Oficial de la Federación. AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 ACTOS RECLAMADOS: A. Del Congreso de la Unión y del Presidente de la República reclama, la aprobación y expedición; promulgación y orden de publicación; y la publicación del Decreto que reforma los artículos 6 fracción V y 21 fracción III, así como adiciona las fracciones XI y XII al artículo 20, todos de la Ley Federal de Correduría Pública, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de mayo del año 2006. B. Del Director del Diario Oficial de la Federación se reclama la publicación en ese diario de los preceptos citados con antelación. SEGUNDO. La parte quejosa invocó como garantías constitucionales violadas las contenidas en los artículos 1, 5, 14, 16, 28 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, narró los antecedentes del asunto y expresó los conceptos de violación que en síntesis son los siguientes: a) El peticionario de garantías alegó que los artículos 6º, fracción V, y 20 fracciones XI y XII de la Ley Federal de Correduría Pública, vulneran las garantías de igualdad y de libertad de trabajo o profesión siendo éstos lícitos, así como quebrantan la libertad de competencia y la libre concurrencia al prohibir a los Corredores Públicos en ejercicio de sus funciones, fedatar actos mercantiles cuando se trate de inmuebles, lo cual otorga una ventaja exclusiva a los Notarios Públicos, ya que son éstos los únicos que pueden dar fe de esos actos, lo que origina un perjuicio a los propios comerciantes en el costo directo, pues los honorarios entre un Corredor y un Notario son evidentemente discrepantes y de manera indirecta, es mayor el tiempo que dura el trámite de una transacción de ese tipo. 2 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Asimismo, la fracción V, del artículo 6º reformado de la Ley invocada contraviene expresamente lo dispuesto por los artículos 1, 5, 14, 16, 28 y 133 constitucionales, porque de manera ilegal pretende suprimir la facultad de fedación pública inmobiliaria mercantil que el derecho les reconoce a los Corredores Públicos, en diversos ordenamientos mercantiles como son: Código de Comercio, Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, Ley General de Sociedades Mercantiles, Ley de Instituciones de Crédito, Ley de Concursos Mercantiles, entre otras, en los que se evidencia la facultad del Corredor Público para intervenir como fedatario público en materia inmobiliaria mercantil. También, el quejoso refirió que la fracción citada en el párrafo que antecede beneficia de manera absurda e ilegal a los Notarios Públicos, pues se les otorga una ventaja exclusiva en el mercado de los servicios de fedación pública tratándose de inmuebles, con lo cual se genera un monopolio en la práctica de este servicio, y con ello se transgrede la garantía consagrada en el artículo 28 constitucional, por el que se prohíben las prácticas monopólicas en este país. b) Que la adición realizada al artículo 20 de la Ley Federal de Correduría Pública, fracciones XI y XII, son violatorias de las garantías contenidas en los artículos 1, 5, 14, 16, 28 y 133 constitucionales, pues su contenido presenta un grave desorden legislativo que origina inseguridad en la actuación del Corredor Público, ya que adolecen de la claridad, precisión y congruencia que debe prevalecer en toda norma. 3 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Lo anterior, ya que dichas disposiciones devienen contradictorias con la Carta Magna, al prohibir al Corredor Público fedatar actos mercantiles tratándose de inmuebles, cuando esa facultad ya le había sido otorgada en diversos ordenamientos mercantiles, acorde con lo dispuesto por la propia Ley Federal de Correduría Pública, en la fracción VII, del artículo 6º, vigente antes de las reformas de mayo de dos mil seis, en la que se establecía que a los Corredores Públicos les correspondía llevar a cabo “…Las demás funciones que le señalen ésta y otras leyes o reglamentos” ; de ahí que, en concepto del quejoso se aprecia que la propia ley de la materia reconoce que existen otras normas legales (mercantiles, por ejemplo) que le otorgan diversas facultades al Corredor Público, entre ellas, fedatar actos mercantiles aún tratándose de inmuebles. Igualmente, el quejoso señaló que es incongruente y contradictorio el numeral reclamado, en virtud de que, el propio artículo 6º de la ley invocada, reconoce que el Corredor Público tendrá las facultades otorgadas en la ley de la materia y aquéllas que se le designaran en otros ordenamientos legales, incluso las de actuar como fedatario público en materias distintas a la mercantil y cuando se trate de inmuebles; y por tanto, con la prohibición reclamada se le dejó en estado de indefensión, pues no se le permite desarrollar la actividad lícita que le fue reconocida previamente, en cambio se beneficia indebidamente a los Notarios Públicos, al ser estos últimos quienes tienen, en forma por demás monopólica, el ejercicio de fedatar actos mercantiles en materia inmobiliaria. 4 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Que la prohibición establecida en el artículo 20, fracción XII de la Ley Federal de Correduría Pública, en el sentido de que los Corredores Públicos están impedidos para ejercer funciones de fedatario público en actos cuya naturaleza sea distinta a la mercantil, aunque esto también haya sido reconocido por otras leyes existentes (como mercantiles y administrativas), genera gran incertidumbre en la actuación de dicho fedatario, ya que no determina con precisión a qué se refiere con la expresión “cuando el acto real tenga otra naturaleza”, es decir, no especifica en que casos deberá determinarse la naturaleza real del acto y para que efectos, por lo tanto, no detalla cuáles son los actos en que se limita la actuación de un corredor público. El quejoso adujo, que la prohibición contenida en el precepto en cita afecta su trabajo y libertad ocupacional ya que se le da un trato desigual al prohibirle e impedirle su libre derecho de ejercer la actividad de fedatario público en materia inmobiliaria mercantil, garantizado por el artículo 5 constitucional. c) Que los artículos 6º, fracción V y 20, fracciones XI y XII de la Ley mencionada violentan las garantías de seguridad jurídica y legalidad, consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales, ya que transgreden en perjuicio del quejoso derechos subjetivos que le han sido conferidos por distintos ordenamientos legales con anterioridad a la fecha en la que inició la vigencia de las reformas a la Ley Federal de Correduría Pública impugnada. d) Que los artículos combatidos son violatorios del artículo 5 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 133 constitucional, en atención a que transgreden el principio de Supremacía Constitucional, pues en caso de aplicarse en perjuicio del quejoso, se estarían utilizando preceptos de una ley secundaria, en franca violación a la Ley Suprema alterando el orden constitucional. TERCERO. Por acuerdo de cinco de julio de dos mil seis, el Juez Primero de Distrito en el Estado de Baja California Sur, a quien por razón de turno correspondió conocer de la demanda de amparo, la admitió a trámite y la registró bajo el expediente número 614/2006, y seguidos los trámites de ley el Juez citado, celebró la audiencia constitucional el veintiuno de noviembre del mismo año y dictó sentencia, que terminó de engrosar el treinta y uno de mayo de dos mil siete, en la que sobreseyó en el juicio de garantías, al considerar actualizada la causal prevista en la fracción V, del artículo 73 de la Ley de Amparo, por falta de interés público en relación con el artículo 21, de la Ley Federal de Correduría Pública, porque a juicio del resolutor de Amparo, el impetrante de garantías no demostró su interés jurídico, al no acreditar la aplicación en su perjuicio de la norma impugnada, misma que estimó, es de carácter heteroaplicativo. Asimismo, negó el amparo solicitado en contra de las reformas al artículo 6 fracción V, así como la adición de las fracciones XI y XII al artículo 20, ambos de la Ley Federal de Correduría Pública, por resultar infundados e inoperantes, los conceptos de violación hechos valer por la parte quejosa. 6 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Las consideraciones que el Juez Federal sustentó en el fallo citado para desestimar por infundados e inoperantes los conceptos de violación en síntesis son: Una vez, que el Juez de Distrito atendió a la connotación gramatical de las figuras jurídicas de Notario y Corredor Público atendió al contenido de los artículos 1 y 2 de la Ley del Notariado en el Estado de Baja California Sur, así como a los preceptos 5º y 6º de la Ley Federal de Correduría Pública, de cuyo texto advirtió que el fedatario está facultado para autentificar y dar forma en los términos de ley a los instrumentos en que se consignen actos y hechos jurídicos, por lo que éstos al ser certificados por el Notario o Corredor tienen el carácter de auténticos, y valen “erga omnes”, esto es, con efectos generales; además de que debe asesorar a los otorgantes y comparecientes. En ese contexto, a juicio del Juez Federal la fe pública es la garantía que da el Estado de que son ciertos determinados hechos que interesan al derecho; de ahí que la fe pública debe considerarse como la garantía de seguridad jurídica que da el fedatario tanto al Estado como al particular, al determinar que el acto se otorgó conforme a derecho y que lo relacionado con él es cierto; que esta función del fedatario contribuye al orden público, a la tranquilidad de la sociedad en que actúa y da certeza jurídica, y por eso, concluyó que tanto el Corredor como el Notario son fedatarios públicos autorizados para imprimir fe pública a los actos en que intervengan, y como consecuencia, ambos comparten naturaleza y características, aunque con esferas de competencia distintas, por lo que deben estar sujetos 7 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 a las mismas restricciones en cuanto a su intervención como fedatarios. Es decir, de esta forma se garantiza la imparcialidad en el ejercicio de sus respectivas funciones, lo cual es un elemento esencial para el adecuado desarrollo de sus actividades, evitándose así la utilización indebida de las mismas, en provecho de intereses particulares. Por otra parte, el Juez Federal consideró que los artículos combatidos no transgreden en perjuicio del quejoso las garantías contenidas en los artículos 1º, 5º y 28 constitucionales, pues ambos fedatarios públicos (Notarios y Corredores) despliegan una facultad delegada por el Estado, la fe pública, bajo determinadas condiciones y limitaciones cada uno de ellos, y que fueron establecidas en los ordenamientos que los rigen, en el entendido de que la principal diferencia entre ambas figuras, es que el Corredor Público debe avocarse primordialmente a actividades cuyo origen sea netamente mercantil. Lo expuesto, el Juez Federal lo estimó ya que en el proceso legislativo de la ley combatida se reconoció que los Notarios Públicos por un lado y los Corredores Públicos por el otro, debían tener esferas de competencia distintas y tenían que estar sujetos a las mismas restricciones en cuanto a su intervención como fedatarios. Por ello, a juicio del juzgador se justifica la razón de que la autorización del Corredor se limite en los casos en que su 8 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 participación sea en actos mercantiles que no comprendan bienes inmuebles o en aquéllos cuya naturaleza real no sea la mercantil, pues la incorrecta interpretación y aplicación de la Ley Federal de Correduría Pública, ha propiciado criterios divergentes, conduciendo así a múltiples casos en donde los Corredores Públicos excedieron sus atribuciones y facultades, provocando incertidumbre e inseguridad jurídica para alguno de los destinatarios de sus servicios; incluso, se han generado controversias que se ventilaron ante los tribunales, lo que originó pérdidas económicas importantes al ser impugnados de nulos algunos actos realizados ante Corredores Públicos, razón por la que es indispensable una mayor claridad de la ley respecto de las facultades de los Corredores Públicos. Asimismo, el Juez Federal consideró que a efecto de determinar si las disposiciones impugnadas violan la libertad de trabajo al establecer que los Corredores Públicos como fedatarios públicos podrán hacer constar la legalidad de los actos jurídicos, contratos o convenios de naturaleza mercantil, excepto en tratándose de inmuebles, debía atenderse previamente a si se satisfacían los presupuestos que el artículo 5º constitucional establece. En relación con la licitud de la actividad que requiere la norma constitucional, el juzgador determinó que en el caso concreto se trata del otorgamiento de una patente por parte del Estado, en la que se delega una de las funciones que le fue asignada al mismo por conducto de sus órganos de gobierno, como lo es la fe pública; su licitud deriva del hecho mismo de que 9 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 es un cargo público para actividades relacionadas con la fedación pública y para actuar como agente mediador o asesor, e incluso perito valuador, en asuntos de naturaleza mercantil, previsto expresamente en un ordenamiento legal emitido por la legislatura del país y que es de orden público e interés social conforme al artículo 1o. de la propia ley impugnada, siendo éste el objeto de la Correduría Pública, de conformidad con el artículo 5o. de nuestra Carta Magna . Es decir, lo anterior en concepto del Juez de Distrito demuestra un cargo dentro del servicio profesional de mérito, y por tanto es una actividad lícita permitida por la ley. Por cuanto a que la actividad no debe afectar derechos de terceros, sobre el particular el Juez consideró que el puesto de Corredor Público que prevé la ley impugnada, será ocupado por aquéllas personas que reúnan los requisitos solicitados por dicho ordenamiento y su reglamento y que sean habilitados por la Secretaría de Comercio (hoy Secretaría de Economía) de tal forma que, si existe la vacante y se reúnen los requisitos necesarios para tal efecto, los aspirantes podrán ser asignados para tal función, sin que ello pueda implicar afectación a derechos de terceros. En relación a que no deben afectarse derechos de la sociedad, el resolutor federal señaló que un cargo como fedatario público, legalmente reconocido, no puede implicar lesión al interés general, en la medida que, la ley que lo rige es de orden público e interés social y, además, tiene por objeto dotar de fe 10 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 pública a los Corredores Públicos para que hagan constar la legalidad de los actos, contratos o convenios mercantiles celebrados entre las personas y asegurar la fidelidad de las actas o pólizas elaboradas al respecto, lo cual evidentemente es en beneficio de la propia sociedad a efecto de que la elaboración de dichas actas o pólizas, sean elaboradas por personal especializado y reconocido por la ley y con ello se logren los fines que se persiguen. En ese orden de ideas, el juzgador concluyó que el nombramiento de Corredor Público conforme a la ley impugnada, es acorde con los principios fundamentales en que se basa la garantía de libertad de trabajo, lo que apoyó en el criterio sustentado por este Alto Tribunal en la tesis jurisprudencial P./J. 28/99, cuyo rubro es: “LIBERTAD DE TRABAJO. NO ES ABSOLUTA DE FUNDAMENTALES ACUERDO QUE LA CON RIGEN LOS PRINCIPIOS (ARTÍCULO 5o., PÁRRAFO PRIMERO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS)”. Igualmente, el Juez estimó que con la entrada en vigor de los preceptos de la Ley Federal de Correduría Pública tildados de inconstitucionales, no se coarta al quejoso su derecho a profesar el trabajo que desee, siempre y cuando sea lícito, pues contrario a su argumento, con apoyo en dicha normatividad, le fueron conferidas facultades como fedatario público con el objeto de que fungiera como pieza clave en la agilización de las transacciones empresariales y en la modernización de los instrumentos jurídicos, mediante los cuales se formalicen actos y hechos que 11 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 inciden en la materia mercantil; además de que esas facultades se encuentran detalladas en el citado numeral 6º de la ley combatida, así como en diversos ordenamientos, principalmente de índole mercantil, en los que se establece que el Corredor Público puede actuar como agente mediador, perito valuador, asesorar jurídicamente a las partes que intervengan en la negociación y como fedatario público para hacer constar la legalidad de los actos jurídicos, contratos y convenios de naturaleza mercantil, entre otras. Es así, que el propio Reglamento de la Ley Federal de Correduría Pública, vigente desde mil novecientos noventa y tres, precisa que los Corredores Públicos son responsables de que la prestación de sus servicios sea con estricto apego a las disposiciones de la ley de la materia, y deberán excusarse de conocer de un asunto cuando para ello exista una prohibición legal o reglamentaria, como en el caso sucede tratándose de inmuebles. Además, el Juez Federal consideró que el artículo 53 del Reglamento, de la Ley Federal de Correduría Pública, precisa que el Corredor Público en ejercicio de sus atribuciones como fedatario público, podrá intervenir en los actos, convenios o contratos de naturaleza mercantil, excepto cuando se trate de inmuebles, a menos que las leyes los autoricen, y en el caso, la ley que rige la actuación de un Corredor Público, desde el inicio de su vigencia en mil novecientos noventa y dos, hasta las nuevas reformas sufridas en el año dos mil seis, determinó que no se faculta a los Corredores Públicos para ejercer como 12 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 fedatarios públicos tratándose de inmuebles, atendiendo el legislador, desde un principio, al mayor beneficio de la sociedad, pues en reiteradas ocasiones se han objetado de nulidad los actos en que dicho funcionario ha dado fe pública tratándose de bienes inmuebles, causando así un severo perjuicio a quienes han requerido de sus servicios. También, el Juez de Distrito declaró infundado el argumento relativo a que con las reformas y adiciones a la Ley Federal de Correduría Pública se permite la práctica monopólica por parte de los Notarios Públicos, violando así el artículo 28 de nuestra Carta Magna, porque a los Notarios Públicos se les otorga exclusivamente la facultad para fedatar actos mercantiles que impliquen bienes inmuebles. Lo expuesto, porque a juicio del Juez tanto los Notarios Públicos como los Corredores Públicos, tienen determinadas facultades para el ejercicio de sus funciones, y la reglamentación que determina como han de llevarse a cabo tales funciones ésta prevista conforme al interés público general y por tanto, no puede sostenerse que al reglamentar, como lo hace la ley combatida, los actos en que pueden ejercitar sus funciones los Corredores Públicos y aquéllos en que no pueden hacerlo debido a que esto corresponde a otra figura de fe pública, se está propiciando la formación de monopolio alguno y se estén dictando medidas en favor de una o varias personas; lo anterior, ya que son disposiciones generales a observarse por todos aquellos gobernados que deben colocarse en los supuestos de la ley, sin limitación a persona alguna y sin estar dirigidas a personas 13 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 determinadas. Las consideraciones mencionadas, el Juez de Distrito las apoyó en la tesis aislada número 1916/2006 de la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación cuyo rubro es “MONOPOLIOS INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 28 CONSTITUICONAL Y SU LEY ORGÁNICA”. Además, el Juez de Distrito señaló que ciertamente el estado de monopolio supone la concentración en una persona o en un grupo de personas, de determinadas actividades, en perjuicio del público en general, o cuando menos de un grupo social, pero nunca cuando esas actividades se concentran en determinado grupo, en perjuicio de otro grupo comercial o industrial, pues en ese caso, aparte de que el interés general no es afectado, que es lo que interesa al legislador, el grupo que se encuentra en condiciones desventajosas está capacitado, por medio de adaptaciones a las exigencias nuevas, para recuperar los beneficios perdidos. Por otra parte, el Juez de Distrito desestimó por infundado el concepto de violación consistente en que con las reformas del artículo 6º, fracción V, y las adiciones al numeral 20 (fracciones XI y XII) de la Ley Federal de Correduría Pública, se violan las garantías de seguridad jurídica y legalidad contenidas en los artículos 14 y 16 constitucionales; puesto que, a su juicio si bien la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido reiteradamente el criterio de que la exigencia de cumplir con los requisitos de fundamentación y motivación abarca a todas las 14 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 autoridades; sin embargo, tratándose de actos legislativos, aquéllos se satisfacen siempre que las autoridades encargadas de su formación actúen dentro de los límites de las atribuciones que la Ley Suprema les confiere y que las leyes que expidan se refieran a relaciones sociales que requieran ser jurídicamente reguladas, sin que ello implique, en modo alguno, que todas y cada una de las normas que integren un ordenamiento deban ser necesariamente materia de motivación específica, lo que apoyó en los criterios del Pleno de este Alto Tribunal cuyos rubros son: “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS DE AUTORIDAD LEGISLATIVA.” MOTIVACIÓN DE LOS y “FUNDAMENTACIÓN ACTOS DE Y AUTORIDAD LEGISLATIVA”. También, el Juez Federal destacó que para llevar a cabo todo proceso legislativo de ley o decreto, cuya resolución no sea exclusiva de alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión, se discutirá sucesivamente en ambas, observándose en todo momento en el Reglamento de Debates, la forma y el modo de proceder en las discusiones y votaciones; acorde con lo establecido en el artículo 72 constitucional. Que el proceso legislativo que se siguió para el efecto de discutir el proyecto de Decreto de reformas a la Ley Federal de Correduría Pública, acorde con lo establecido por el numeral citado en el párrafo que antecede inició con la exposición de motivos presentada ante la cámara de origen, que en este caso, fue la de Diputados del Congreso de la Unión, el catorce de diciembre de dos mil cuatro. 15 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Que posteriormente, en la misma fecha en que se expusieron los motivos que generaban la petición de reformas a la Ley Federal de Correduría Pública, se realizó el dictamen en la aludida cámara de origen y se llevó a cabo su discusión, en la que se determinó aprobar dicha iniciativa y remitirse a la Cámara de Senadores para su debida revisión constitucional. Que el quince de diciembre de dos mil cinco, se presentó ante la cámara revisora la minuta de las reformas propuestas a la ley aquí combatida, para su debido análisis y valoración. Que el cuatro de abril de dos mil seis, se emitió el dictamen por la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión y se llevó a cabo la discusión y votación de las reformas propuestas; en el análisis de la minuta presentada. Que una vez llevado a cabo lo anterior, se sometió a votación de los integrantes asistentes al pleno de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión, quienes emitieron una votación a favor de las reformas propuestas a la Ley Federal de Correduría Pública, particularmente en su artículo 6º, fracción V, por lo que, se aprobó el decreto que las contiene y se ordenó pasar al poder ejecutivo para efectos de su publicación, la cual se llevó a cabo el veintitrés de mayo de dos mil seis, en el Diario Oficial de la Federación, estableciéndose que empezaba a surtir efectos a partir del día siguiente de su publicación. Con base en lo expuesto, el Juez Federal concluyó que se 16 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 cumplió a cabalidad con el proceso legislativo contemplado en el artículo 72 constitucional, ya que, en primer término, la Cámara de Diputados conoció de las propuestas de reformas y adiciones a la ley combatida, la cual, una vez que llevó a cabo su respectiva discusión y aprobación, las remitió a la cámara revisora, en este caso la de Senadores donde también se discutió y voto, culminando con su aprobación y el consiguiente envío al Jefe del Ejecutivo para que ordenara su publicación en el Diario Oficial, lo que en la especie aconteció el veintitrés de mayo de dos mil seis. Por otra parte, el Juez de Distrito consideró infundados los argumentos consistentes en que con la entrada en vigor de las reformas y adiciones de la Ley Federal de Correduría Pública, se vulneran las garantías de igualdad, legalidad, seguridad jurídica, libertad de trabajo y libre concurrencia en los servicios de fedación pública contenidas en los artículos 14 y 16 constitucionales, al transgredirse los derechos subjetivos que al ahora quejoso le fueron concedidos en diversos ordenamientos legales que se encontraban vigentes antes de la fecha de publicación de la ley aquí combatida –tales como el Código de Comercio, Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, Ley Federal de Protección al Consumidor, Ley del Impuesto al Valor Agregado, entre otras- para que ejerciera sus funciones como Corredor Público en el Estado de Baja California Sur los cuales en concepto del quejoso, no podrían ser desconocidos por las nuevas reformas mencionadas. Lo anterior, en virtud de que a juicio del Juez Federal la parte quejosa no precisó en forma concreta cuál era la violación 17 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 constitucional en que incurrieron las reformas a la ley reclamada, tampoco indicó de qué manera se contrapone dicha norma a los artículos de nuestra Carta Magna que consideró violados, pues únicamente el quejoso se limitó a precisar que las reformas y adiciones sufridas a la Ley Federal de Correduría Pública son contrarias a diversos ordenamientos de carácter general (en materia mercantil principalmente) en las cuales con anterioridad se le otorgaron facultades para fedatar actos donde se involucren bienes inmuebles. Por tanto, en concepto del Juez del conocimiento al no precisar el quejoso la disposición constitucional con la que se contrapone la ley reclamada y al dirigir su argumento únicamente en el sentido de que dicho ordenamiento establece una prohibición para su ejercicio de Corredor Público, no se trata entonces de una impugnación a la constitucionalidad de la ley aludida sino de una cuestión de legalidad. Que ello era así, porque la parte quejosa no demostró en qué forma la norma aplicada y que fue reformada mediante el proceso legislativo, en su perjuicio viola el orden constitucional; tampoco acreditó o razonó en qué sentido las incongruencias y contradicciones que refirió se advierten en los conceptos normativos reformados, que revelaran una violación, entre otras, a la garantía de seguridad jurídica, como podría ser la contradicción de la ley impugnada con otras normas de carácter general o leyes secundarias. Por lo expuesto, el Juez concluyó que en los casos en que 18 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 se tilda de inconstitucional una ley por su afirmada contradicción con otra norma general o ley secundaria, el examen constitucional precisa de la existencia de la causa de pedir que no se colma con la exposición de contradicciones entre los textos legales, sino que requiere de la indicación de la garantía individual violada y de la precisión de razones mínimas que pongan de relieve la violación del derecho público subjetivo invocado por la norma general aplicada, pues sólo de esa manera se podría demostrar que se aplicó en el acto reclamado una ley inconstitucional. Es decir, el estudio constitucional precisa de razonamientos jurídicos con los que se ataque que el proceso de reforma que produjo la vigencia del nuevo precepto de la norma ordinaria produjo efectos en menoscabo de la esfera jurídica del gobernado; de ahí que, el Juez Federal estimó que este requisito no se colma con la exposición vaga e imprecisa de argumentos que no explican el por qué de lo inconstitucional de los actos concretos de aplicación, lo que apoyó en el criterio jurisprudencial del Pleno de este Alto Tribunal cuyo rubro es: “LEY PARA ANALIZAR SU CONSTITUCIONALIDAD DEBE PLANTEARSE SU OPOSICIÓN CON UN PRECEPTO DE LA CONSTITUCIÓN”. En otro sentido, el Juez Federal consideró infundado el cuarto concepto de violación relativo a que la normatividad impugnada vulnera el principio de Supremacía Constitucional contenido en el artículo 133 de nuestra Carta Magna; puesto que a su juicio bajo el término de Supremacía de la Constitución, se 19 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 hace referencia a la cualidad de la constitución de fungir como la norma jurídica positiva superior que da validez y unidad a un orden jurídico nacional. La Constitución es la fuente última de validez de un orden jurídico, de tal suerte que para que una norma jurídica sea válida, requiere encontrar dicho fundamento de validez, en su conformidad con el conjunto de normas superiores y, en última instancia, con la Constitución. Dicha conformidad puede referirse únicamente a los aspectos formales, es decir, al procedimiento de elaboración de una norma jurídica, o incluso, al contenido de la misma. De esta manera, la Constitución rige el proceso de producción del conjunto de las normas jurídicas que integran un orden jurídico determinado. Una vez, que el Juez Federal detalló lo anterior consideró infundado el concepto de violación esgrimido por el quejoso en el sentido de que la nueva fracción V del artículo 6º y las fracciones XI y XII del diverso 20, ambos de la Ley Federal de Correduría Pública, violentan el principio de Supremacía Constitucional. Lo anterior, en virtud de que el peticionario de garantías no esgrimió razonamiento alguno tendente a establecer por qué se vulnera la Supremacía Constitucional por parte de las reformas alegadas, es decir, no manifestó en qué sentido son contrarias a nuestra Carta Magna, ya que únicamente manifestó que las reformas sufridas a la Ley Federal de Correduría Pública, son contrarias a diversas normas mercantiles; que previamente a la 20 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 existencia de la ley combatida, le otorgaron ciertas facultades como Corredor Público. Con base en lo expuesto, el Juez de Distrito desestimó por inoperantes los conceptos de violación, no obstante, que en el amparo en materia administrativa puede suplirse la deficiencia de la queja en términos del artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo; puesto que a su juicio los supuestos previstos por ese precepto no se actualizaron, ya que no advirtió una violación manifiesta de la ley que haya dejado al quejoso sin defensa. CUARTO. Inconforme con la resolución anterior, el impetrante de garantías, interpuso recurso de revisión, el cual tocó conocer al Tribunal Colegiado del Vigésimo Sexto Circuito, cuyo presidente por auto de veintisiete de agosto de dos mil siete, admitió el recurso en cuestión, registrando el expediente relativo con el número 179/2007. Una vez, seguido el juicio por sus trámites, el órgano colegiado del conocimiento dictó sentencia el nueve de noviembre de dos mil siete, en la que, por una parte, dejó firme el sobreseimiento decretado por el Juez de Distrito, respecto de la reforma del artículo 21, fracción III de la Ley Federal de Correduría Pública, en virtud de que dicho sobreseimiento no fue impugnado por la parte a quien pudiera perjudicarle; y por otra parte, subsanó la incongruencia en que incurrió el Juez de Distrito por haber omitido pronunciarse en relación a la negativa del Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, consistente en la aprobación de las normas tildadas de 21 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 inconstitucionales, razón por la que con fundamento en el artículo 74, fracción IV, de la Ley de Amparo sobreseyó respecto del acto atribuido a la autoridad responsable mencionada. Asimismo, el órgano colegiado citado se declaró legalmente incompetente para conocer del recurso de revisión, y ordenó enviar los autos a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que sea ésta quien se pronuncie respecto de la aprobación y expedición del Decreto por el que se reforma la fracción V, del artículo 6, así como la adición de las fracciones XI y XII al numeral 20, ambos de la Ley Federal de Correduría Pública, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintitrés de mayo de dos mil seis, atribuidos a las autoridades responsables. QUINTO. Por auto de Presidencia de fecha veintidós de noviembre de dos mil siete, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación asumió su competencia originaria y admitió el recurso de revisión, el cual fue registrado con el número 1070/2007; asimismo, ordenó dar vista al Procurador General de la República y turnar el asunto a la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas, para la elaboración del proyecto de resolución. El Agente del Ministerio Público de la Federación no formuló pedimento alguno. SEXTO. Previo dictamen de la Ministra Ponente, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante acuerdo de cuatro de enero de dos mil ocho remitió el 22 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 presente asunto a la Primera Sala de este Alto Tribunal cuyo Presidente, por acuerdo del día once del mismo mes y año, ordenó que dicha Sala se avocara al conocimiento del asunto. SÉPTIMO. El ahora recurrente **********, interpuso impedimento para que conociera del presente asunto la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas, mismo al que le fue asignado el número 1/2008-PS, turnado a la Ponencia del Ministro Juan N. Silva Meza, y se resolvió por unanimidad de cuatro votos, en sesión de esta Primera Sala de veintisiete de febrero de dos mil ocho, en el sentido de que no es legal el impedimento planteado por la parte quejosa, en los términos siguientes: Lo anterior, porque por una parte el estudio que sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las normas combatidas se realice, no depende de la calidad de la Señora Ministra como Notaria Pública con licencia, sino de su contraposición o no con la Constitución Federal y de los agravios expuestos en el recurso de revisión y, por otra, porque la determinación que en definitiva se tome en torno a las citadas normas reclamadas, no va a derivar de la decisión unilateral por parte de la Señora Ministra, sino, en todo caso, del consenso de los demás Ministros integrantes de la Sala. Además, con independencia del sentido del fallo que en su momento se emita, esto es, declarando la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los preceptos reclamados, no se advirtió elemento alguno por el que la Señora Ministra pueda obtener un 23 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 beneficio o provecho que conduzca a determinar que tiene un interés personal en el asunto de que se trata. C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto en los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 84, fracción I, inciso a), de la Ley de Amparo; 21, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; así como con fundamento en el punto cuarto del Acuerdo General Plenario 5/2001, publicado el veintinueve de junio del año dos mil uno en el Diario Oficial de la Federación. Lo anterior, en virtud de que el recurso de revisión se interpuso en contra de una sentencia dictada por un Juez de Distrito en la audiencia constitucional de un juicio de amparo, en el que se reclamó la inconstitucionalidad del artículo 6º, fracción V, y las adiciones a las fracciones XI y XII, del artículo 20, de la Ley Federal de Correduría Pública, y si bien subsiste en esta instancia el problema de constitucionalidad planteado, su resolución no entraña la fijación de un criterio de importancia y trascendencia para el orden jurídico nacional. SEGUNDO. No es necesario hacer manifestación respecto de la temporalidad del recurso de revisión, en virtud de que el Tribunal Colegiado ya se pronunció al respecto. 24 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 TERCERO. En sus agravios, la parte recurrente argumentó lo siguiente: a) Que el fallo recurrido es ilegal, porque contraviene los artículos 77, fracciones II y III, y 78 de la Ley de Amparo, así como 93, fracción II, 129, 130 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles, pues el Juez de Distrito no fijó en forma clara y precisa el acto reclamado, como tampoco fundó y motivó ese fallo. b) Que el Juez Federal omitió otorgar validez probatoria plena a la resolución de veintiocho de octubre de mil novecientos noventa y siete, emitida por la Comisión Federal de Competencia Económica dentro del expediente DE-14-95, no obstante que, a juicio del ahora recurrente, la documental de mérito acredita fehacientemente las indebidas e ilegales prácticas monopólicas desplegadas por los Notarios Públicos del Distrito Federal, en coordinación con el Jefe del Departamento del Distrito Federal y Registro Público de la Propiedad, a fin de impedir la inscripción en ese registro de instrumentos públicos expedidos por Corredores Públicos, y que como consecuencia de ello, se ha impuesto multa a los Notarios involucrados en las prácticas citadas. c) Que el Juez no consideró que la autoridad responsable en contravención a los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo, no aplicó ni respetó diversos criterios jurisprudenciales cuyos rubros entre otros son: “IGUALDAD. CRITERIOS PARA DETERMINAR SI EL LEGISLADOR RESPETA ESE PRINCIPIO CONSTITUCIONAL.”, “IGUALDAD. DELIMITACIÓN CONCEPTUAL 25 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 DE ESE PRINCIPIO.”, “LIBERTAD DE TRABAJO. EL PODER LEGISLATIVO NO PUEDE RESTRINGIR ESA GARANTÍA A GOBERNADOS EN PARTICULAR.”, “DOCUMENTOS PÚBLICOS, CONCEPTO DE, Y VALOR PROBATORIO”, “PRUEBAS, FALTA DE VALORACIÓN DE LAS. ES VIOLATORIO DE GARANTÍAS”. d) Que en forma incorrecta el Juez de Distrito estimó constitucionales los artículos 6, fracción V, y 20 fracciones XI y XII de la Ley Federal de Correduría Pública, puesto que dichos numerales evidencian discriminación y trato desigual en perjuicio del ahora recurrente, al privarlo de su derecho de actuar como fedatario público en asuntos inmobiliarios mercantiles, lo que está expresamente prohibido por el artículo 1º de la Carta Magna, y contraviene su libertad de trabajo. Es decir, si bien es cierto que existen diferencias entre las funciones del Notario y las del Corredor Público; también lo es, que en materia mercantil existen varias coincidencias en la función de la fedación, en donde el fedatario citado en primer término, no obstante que su nombramiento es de carácter local, al ser nombrado por los Gobernadores de las Entidades Federativas interviene en actos regulados por normas federales, como son la Constitución de Sociedades Mercantiles, Asambleas de Ejidos (Derecho Agrario), Contrato de Cesión de Derechos de Agua (Ley Federal de Agua) entre otras, y por tanto, es incongruente que en actos de naturaleza mercantil tenga facultades para conocer; en tanto que, el Corredor aun cuando sea el fedatario idóneo en 26 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 materia mercantil por ser un auxiliar del comercio esté impedido para intervenir en esta materia tratándose de inmuebles. Además, el hecho de que el peticionario de garantías tenga facultades y atribuciones para fedatar actos inmobiliarios en materia comercial contrariamente a lo que el Juez de Distrito consideró no se traduce en una práctica indebida en provecho de intereses particulares, ya que la función del Corredor es una actividad de orden público e interés general que favorece a la economía popular y nacional garantizando la seguridad jurídica a un bajo costo, y en consecuencia origina una sana competencia y libre concurrencia en los servicios de fedación. e) Que incorrectamente, el Juez de Distrito estimó que los Corredores Públicos se han excedido en sus atribuciones y facultades, lo que ha provocado incertidumbre e inseguridad jurídica para los destinatarios de sus servicios; puesto que tales consideraciones son imprecisas, ya que no determina en qué consistieron esos actos; en cambio el juzgador no tomó en cuenta que es una realidad innegable que quienes han originado las controversias judiciales son los Notarios Públicos, en virtud de su incorrecta interpretación, respecto de la Ley Federal de Correduría Pública y su Reglamento. f) Que el Juez de Distrito omitió considerar que lo alegado por el quejoso en su concepto de violación fue en el sentido de que la Reforma y adiciones de la Ley Federal de Correduría Pública transgreden en su perjuicio las garantías de igualdad, seguridad jurídica, audiencia, legalidad, libertad ocupacional de 27 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 trabajo, así como de libre concurrencia y competencia económica en los servicios de fedación pública en operaciones mercantiles inmobiliarias; puesto que ese ordenamiento legal invocado viola el artículo 5 de la Constitución Federal, que prevé la garantía de libertad de trabajo, en virtud de que se le impide ejercer la función de Corredor Público, al no poder intervenir en actos jurídicos mercantiles relativos a bienes inmuebles. g) Que las reformas y adiciones a la Ley Federal de Correduría Pública transgrede en perjuicio del recurrente la garantía de audiencia consagrada en el artículo 14 constitucional, porque no establecen un procedimiento ordinario mediante el cual se le dé la oportunidad de ser oído y ofrecer pruebas en defensa de sus derechos en torno a la prohibición de intervenir como fedatario en actos mercantiles tratándose de bienes inmuebles, por lo que es obvio que se le deja en estado de indefensión. h) Que el juzgador de amparo omitió considerar el estado de monopolio en que se encuentra la actividad de fedación pública mercantil en la que sólo se beneficia a los Notarios Públicos, pues el artículo 28 de nuestra Carta Magna prohíbe toda práctica monopólica que tienda a evitar la libre concurrencia, así como cualquier acto que constituya una ventaja exclusiva a favor de una o varias personas determinadas en perjuicio del público en general o de una clase social; puesto que el juzgador se limitó a analizar el concepto de violación bajo el criterio contenido en la tesis cuyo rubro es: “MONOPOLIOS INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 28 CONSTITUCIONAL Y LEY ORGÁNICA”. 28 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Además de que, ese criterio es inaplicable por haber sido superado y rebasado a partir de la entrada en vigor de la actual Ley Federal de Competencia Económica, la cual en su artículo tercero transitorio fracción I, abroga la Ley Orgánica del artículo 28 constitucional en materia de monopolios. i) Que el hecho de impedir y prohibir al Corredor Público participar en operaciones de naturaleza mercantil tratándose de inmuebles no permite su acceso y libre concurrencia al mercado de los servicios de fedación pública mercantil inmobiliaria lo que contraviene el artículo 28 de nuestra Carta Magna. j) Que en forma incorrecta el Juez de Distrito consideró que el hecho de que el peticionario de garantías tenga facultades y atribuciones para fedatar actos inmobiliarios en materia comercial no se traduce en una actuación o práctica indebida pues por el contrario es en provecho del interés general que favorece la economía popular y nacional garantizando la seguridad jurídica a un bajo costo lo que origina sana competencia y libre concurrencia. k) Que incorrectamente, el Juez de Distrito consideró infundados los conceptos de violación expresados en la demandada de amparo, relativos al principio de Supremacía Constitucional, bajo el argumento de que el ahora recurrente no había expuesto razonamiento alguno tendiente a establecer por qué las reformas impugnadas transgreden ese principio. 29 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Además, no obstante que en el quinto concepto de violación y no cuarto como erróneamente lo señala el juzgador, el peticionario de garantías sí expresó de manera clara y precisa cuales son las garantías y artículos constitucionales que el legislador transgredió en su perjuicio; tan es así, que señaló que las reformas y adiciones a la Ley Federal de Correduría Pública contravienen los artículos 1, 5, 14, 16 y 28, de nuestra Carta Magna, porque violentan los principios de igualdad, audiencia, legalidad, libertad de trabajo, así como la libre concurrencia y sana competencia en los servicios de fedación pública mercantil; además de que también expuso en forma detallada el marco constitucional que señala nuestra Carta Magna acerca de que existen bienes inmuebles que pertenecen de manera exclusiva al Gobierno Federal, el cual ejerce su soberanía propiedad y posesión federal sobre dichos bienes. l) Que el Juez debió suplir la deficiencia de la queja conforme al artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo, para evidenciar la violación a las garantías de legalidad y seguridad jurídica. m) Que el Juez Federal omitió pronunciarse en forma íntegra sobre el segundo concepto de violación, en el cual el ahora recurrente alegó, que en su calidad de Corredor Público está facultado para fedatar operaciones mercantiles relacionadas con bienes inmuebles de acuerdo con las normas contenidas en el Código de Comercio, Ley Federal de Protección al Consumidor, Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, Ley General de Sociedades Mercantiles, Ley de Instituciones de Crédito, Ley 30 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, Ley y Reglamento del Registro Público del Comercio, Ley de Cámaras y sus Confederaciones, Ley de Concursos Mercantiles, Ley de Federal de Instituciones de Fianzas y Ley de Inversión Extranjera; puesto que, tal normatividad no puede ser desconocida por el Legislador, ya que sin otorgarle previa audiencia se le priva de los derechos adquiridos, en virtud de la facultad otorgada en esas normas mercantiles, las que de facto serían derogadas. CUARTO. Por cuestión de técnica los agravios mencionados en los párrafos que anteceden no se estudiaran en el orden en que fueron señalados con anterioridad. En efecto, son inoperantes por deficientes los motivos de inconformidad indicados con los incisos d), e) y f), en los cuales la parte recurrente adujo que en forma incorrecta el juzgador de amparo estimó constitucionales los artículos 6 fracción V, y 20 fracciones XI y XII de la Ley Federal de Correduría Pública, no obstante, que vulneran las garantías de igualdad, seguridad, libertad de trabajo, así como de libre concurrencia, atento a lo siguiente: La inoperancia radica en que la parte quejosa no controvierte las consideraciones medulares sustentadas por el Juez Federal, para desestimar por infundados los conceptos de violación planteados en la demanda de garantías, los cuales consistieron en: 31 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 • Que los preceptos combatidos al establecer que los Corredores Públicos como fedatarios públicos podrán hacer constar los contratos, convenios y actos jurídicos de naturaleza mercantil, excepto en tratándose de inmuebles, no transgreden la garantía de libertad de trabajo consagrada en el primer párrafo del artículo 5º constitucional, pues los lineamientos que la garantizan se sustentan a su vez en principios fundamentales que constituyen requisitos necesarios que deben darse para que se haga exigible, ya que esa libertad no se prevé de manera irrestricta e ilimitada, sino que se condiciona a la satisfacción de determinados presupuestos fundamentales como son: a) que no se trate de una actividad ilícita: b) que no se afecten derechos de terceros; y, c) que no se afecten derechos de la sociedad en general. • Que en lo referente a la licitud de la actividad que requiere la norma constitucional, en el caso concreto se trata del otorgamiento de una patente por parte del Estado, en la que se delega una de las funciones que le fue asignada al mismo por conducto de sus órganos de gobierno, como lo es la fe pública; su licitud deriva del hecho mismo de que es un cargo público para actividades relacionadas con la fedación pública y para actuar como agente mediador o asesor, e incluso perito valuador, en asuntos de naturaleza mercantil, previsto expresamente en un ordenamiento legal emitido por la legislatura del país y que es de orden público e interés social conforme al artículo 1o. de la propia ley, siendo éste el objeto de la Correduría Pública, lo que a juicio del Juez de Distrito demostró que, efectivamente, un cargo dentro del servicio profesional de mérito es una actividad lícita permitida por la ley. • Que en relación a que la actividad no debe afectar derechos de terceros, al respecto el Juez señaló que el puesto de Corredor Público que prevé la ley impugnada, será ocupado por aquéllas personas que reúnan los requisitos solicitados por dicho ordenamiento y su reglamento y que sean habilitados por la Secretaría de Comercio (hoy Secretaría de Economía) de tal forma que, si existe la vacante y se reúnen los requisitos necesarios para tal efecto, los aspirantes podrán ser asignados para esa función, sin que ello pueda implicar afectación a derechos de terceros. 32 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 • Que en cuanto a que no deben afectarse derechos de la sociedad, el Juez estimó que un cargo como fedatario público, legalmente reconocido, no puede implicar lesión al interés general, en la medida que, la ley que lo rige es de orden público e interés social; además de que, tiene por objeto dotar de fe pública a los Corredores Públicos para que hagan constar la legalidad de los actos, contratos o convenios mercantiles celebrados entre las personas y asegurar la fidelidad de las actas o pólizas elaboradas al respecto, lo cual a juicio del juzgador es en beneficio de la propia sociedad a efecto de que la elaboración de dichas actas o pólizas, sean elaboradas por personal especializado y reconocido por la ley y con ello se logren los fines que se persiguen. • Con base en lo expuesto, el Juez concluyó que con la entrada en vigor de los preceptos que se tildan de inconstitucionales de la Ley Federal de Correduría Pública, no se coarta al quejoso su derecho a profesar el trabajo que desee, siempre y cuando sea lícito. • Que con apoyo en las normas mercantiles al quejoso se le confirieron facultades como fedatario público con el objeto de que fungiera como pieza clave en la agilización de las transacciones empresariales y en la modernización de los instrumentos jurídicos, mediante los cuales se formalicen actos y hechos que inciden en la materia mercantil; que esas facultades están detalladas en el numeral 6º de la ley combatida, así como en diversos ordenamientos de índole mercantil, en los que se establece que el corredor público puede actuar como agente mediador, perito valuador, asesorar jurídicamente a las partes que intervengan en la negociación y como fedatario público para hacer constar los contratos, convenios y actos de naturaleza mercantil. • Que el propio reglamento de la combatida Ley Federal de Correduría Pública, vigente desde mil novecientos noventa y tres, precisa que los Corredores Públicos son responsables de que la prestación de sus servicios sea con estricto apego a las disposiciones de la ley de la materia, y deberán excusarse de conocer de un asunto cuando para ello exista una prohibición legal o reglamentaria, como en el caso 33 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 aconteció tratándose de inmuebles. • Que el artículo 53 del reglamento combatido precisa que el Corredor Público en ejercicio de sus atribuciones como fedatario público, podrá intervenir en los actos, convenios o contratos de naturaleza mercantil, excepto cuando se trate de inmuebles, a menos que las leyes los autoricen, y la ley que rige la actuación de un Corredor Público, desde el inicio de su vigencia en mil novecientos noventa y dos, hasta las nuevas reformas sufridas en el año dos mil seis, determinó que no se faculta a los Corredores Públicos para ejercer como fedatarios públicos tratándose de inmuebles, atendiendo el Legislador, desde un principio, al mayor beneficio de la sociedad, pues en reiteradas ocasiones se han objetado de nulidad los actos en que dicho funcionario ha dado fe pública tratándose de bienes inmuebles, causando así un severo perjuicio a quienes han requerido de sus servicios. De lo expuesto, se advierte que el recurrente se limita a reiterar los conceptos de violación planteados en su demanda de amparo, respecto de los cuales el Juez de Distrito ya se pronunció; tan es así que los desestimó por infundados sin controvertir de manera directa e íntegra las consideraciones torales sustentadas en el fallo recurrido, para considerar que los preceptos impugnados no transgreden la garantía de libertad de trabajo consagrada en el artículo 5º de nuestra Carta Magna y que no procede, por lo tanto dichas consideraciones quedan firmes y continúan incólumes para regir el fallo reclamado; y toda vez que no se da ninguno de los supuestos que prevé el artículo 76 bis, de la Ley de Amparo, para suplir la queja deficiente, los motivos de inconformidad analizados son inoperantes por deficientes. Es aplicable a lo expuesto el criterio de la tesis de la otrora Tercera Sala, que es del tenor siguiente: 34 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE NO COMBATEN LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECURRIDA Y NO SE DA NINGUNO DE LOS SUPUESTOS DE SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LOS MISMOS. Si en la sentencia recurrida el juez de Distrito expone diversas consideraciones para sobreseer en el juicio y negar el amparo solicitado respecto de los actos reclamados de las distintas autoridades señaladas como responsables en la demanda de garantías, y en el recurso interpuesto lejos de combatir la totalidad de esas consideraciones el recurrente se concreta a esgrimir una serie de razonamientos, sin impugnar directamente los argumentos expuestos por el juzgador para apoyar su fallo, sus agravios resultan inoperantes; siempre y cuando no se dé ninguno de los supuestos de suplencia de la deficiencia de los mismos, que prevé el artículo 76 bis de la Ley de Amparo, pues de lo contrario, habría que suplir esa deficiencia, pasando por alto la inoperancia referida.” (Octava Época, Instancia: Tercera Sala, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,19-21, Julio-Septiembre de 1989, Tesis: 3a. 30., Página: 83) Asimismo, son inoperantes los agravios señalados con el inciso g), en virtud de que los argumentos consistentes en que las reformas y adiciones a la Ley Federal de Correduría Pública contravienen la garantía de audiencia contenida en el artículo 14 35 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 constitucional, porque no establecen un procedimiento en el cual el quejoso tenga la oportunidad de ser oído, ofrecer y desahogar pruebas a fin de defenderse de la prohibición prevista por los artículos impugnados en torno a intervenir como fedatario en actos mercantiles tratándose de bienes inmuebles; puesto que tales planteamientos no fueron expresados en la demanda de amparo. Lo anterior se afirma, porque de los conceptos de violación reseñados en el resultando segundo de esta ejecutoria, se advierte que el peticionario de garantías hizo depender la inconstitucionalidad de los preceptos impugnados, porque contravienen expresamente lo dispuesto por los artículos 1, 5, 14, 16, 28 y 133 de nuestra Carta Magna, al suprimir la facultad de fedación inmobiliaria mercantil que el derecho le reconoce al Corredor Público, en diversos ordenamientos mercantiles, en los que se evidencia su facultad para intervenir como fedatario en esa materia; que se beneficia de manera absurda e ilegal a los Notarios Públicos, pues se les otorga una ventaja exclusiva en el mercado de los servicios de fedación tratándose de inmuebles, con lo cual se genera un monopolio en la práctica de este servicio; además de que, se transgrede su garantía de libertad de trabajo contenida en el artículo 5º de nuestra Carta Magna. En consecuencia, los argumentos mencionados al no haberlos planteado el ahora recurrente en su escrito de demanda constituyen aspectos novedosos que no tienden a combatir los fundamentos y motivos establecidos en la sentencia recurrida, por lo que se declaran inoperantes. 36 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Al respecto es aplicable la jurisprudencia número 1a./J. 150/2005 de esta Primera Sala que es del tenor siguiente: “AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE SE REFIEREN A CUESTIONES NO INVOCADAS EN LA DEMANDA Y QUE, POR ENDE, CONSTITUYEN ASPECTOS NOVEDOSOS EN LA REVISIÓN. En términos del artículo 88 de la Ley de Amparo, la parte a quien perjudica una sentencia tiene la carga procesal de demostrar su ilegalidad a través de los agravios correspondientes. En ese contexto, y atento al principio de estricto derecho previsto en el artículo 91, fracción I, de la ley mencionada, resultan inoperantes los agravios referidos a cuestiones no invocadas en la demanda de garantías, toda vez que al basarse en razones distintas a las originalmente señaladas, constituyen aspectos novedosos que no tienden a combatir los fundamentos y motivos establecidos en la sentencia recurrida, sino que introducen nuevas cuestiones que no fueron abordadas en el fallo combatido, de ahí que no exista propiamente agravio alguno que dé lugar a modificar o revocar la resolución recurrida.” (Novena Época, Instancia: Primera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXII, Diciembre de 2005, Tesis: 1a./J. 150/2005, Página: 52) 37 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Por otra parte, son infundados los agravios sintetizados en el inciso h), consistentes en que en forma incorrecta el juzgador analizó el estado de monopolio en que se encuentra la actividad de fedación pública mercantil, a la luz del criterio jurisprudencial “MONOPOLIOS INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 28 CONSTITUCIONAL Y LEY ORGÁNICA”; puesto que, ese criterio había sido superado por la actual Ley Federal de Competencia Económica, la que abrogó la Ley Orgánica del citado precepto constitucional. A fin de poner de manifiesto lo anterior es menester transcribir, en lo conducente, las consideraciones que el Juez de Distrito sustentó en el fallo recurrido, de las que se advierte lo siguiente: “Ahora, por cuanto hace al alegato del quejoso en el sentido de que con las reformas y adiciones a la Ley Federal de Correduría Pública se permite la práctica monopólica por parte de los notarios públicos, violando así el artículo 28 de nuestra Carta Magna, también deviene infundado. Es preciso destacar que el citado numeral que se estima violado por parte del quejoso, medularmente establece que en los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes; que la ley castigará severamente, y las autoridades perseguirán con 38 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 eficacia, toda concentración o acaparamiento en una o pocas manos de artículos de consumo necesario y que tenga por objeto obtener el alza de los precios; todo acuerdo, procedimiento o combinación de los productores, industriales, comerciantes o empresarios de servicios, que de cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia o la competencia entre sí y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en general, todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social. Ahora, conceptualmente se entiende por monopolio: ‘Aprovechamiento exclusivo de alguna industria o comercio, bien provenga de un privilegio, bien de otra causa cualquiera. Convenio hecho entre los mercaderes de vender los géneros a un determinado precio’… Constituye toda situación de un mercado, en el cual la competencia no existe del lado de la oferta; dado que una empresa o individuo produce y vende la producción total de un determinado bien o servicio, controla su venta, tras eliminar a todos los competidores reales o potenciales; o tiene acceso exclusivo a productores una no patente disponen. de la Ahora, que el otros suscrito resolutor considera que no asiste razón al quejoso cuando alega que al otorgarse exclusivamente la facultad a los notarios públicos para que sean ellos 39 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 quienes puedan fedatar actos mercantiles que impliquen bienes inmuebles, se permiten las prácticas monopólicas. Es así, pues como se asentó previamente, tanto los notarios públicos como los corredores públicos, tienen determinadas facultades para el ejercicio de sus funciones, y la reglamentación que determina como han de llevarse a cabo tales funciones ésta prevista conforme al interés público general y por tanto, no puede sostenerse que al reglamentar, como lo hace la ley combatida, los actos en que pueden ejercitar sus funciones los corredores públicos y aquéllos en que no pueden hacerlo debido a que ello corresponde a otra figura de fe pública, se está propiciando la formación de monopolio alguno y se estén dictando medidas en favor de una o varias personas; lo anterior, ya que son disposiciones generales a observarse por todos aquellos gobernados que deben colocarse en los supuestos de la ley, sin limitación a persona alguna y sin estar dirigidas a personas determinadas. Ciertamente, el estado de monopolio supone la concentración en una persona o en un grupo de personas, de determinadas actividades, en perjuicio del público en general, o cuando menos de un grupo social, pero nunca cuando esas actividades se concentran en determinado grupo, en perjuicio de otro grupo comercial o industrial, pues en ese caso, aparte de que el interés general no es afectado, que es lo que 40 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 interesa al legislador, el grupo que se encuentra en condiciones desventajosas está capacitado, por medio de adaptaciones a las exigencias nuevas, para recuperar los beneficios perdidos. Tiene aplicación en lo conducente, la tesis aislada 1916, de la Segunda Sala de nuestro máximo órgano judicial en el país, visible en la página 1319, del Apéndice 2000 al Semanario Judicial de la Federación, Tomo I, Constitucional, Quinta Época, que por rubro y texto contiene:“MONOPOLIOS, INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 28 VEINTIOCHO CONSTITUCIONAL Y SU LEY ORGÁNICA. (Se transcribe)…” De lo expuesto, se advierte que si bien es cierto el Juez de Distrito citó la jurisprudencia mencionada; también lo es, que esto fue para apoyar sus consideraciones, pues analizó el concepto de violación a la luz del concepto de monopolio que prevé el artículo 28 constitucional y con base en éste lo desestimó por infundado, pues consideró que tanto los Notarios como los Corredores Públicos, tienen determinadas facultades para el ejercicio de sus funciones, y la reglamentación que determina cómo han de llevarse a cabo tales funciones ésta prevista conforme al interés público general; de ahí que, no puede sostenerse que al reglamentar, como lo hace la ley combatida, los actos en que pueden ejercitar sus funciones los Corredores Públicos y aquéllos en que no pueden hacerlo debido a que esto corresponde a otra figura de fe pública; por tanto el juzgador federal determinó que no se está propiciando la formación de 41 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 monopolio alguno ni se están dictando medidas en favor de una o varias personas; puesto que, son disposiciones generales a observarse por todos aquellos gobernados que deben colocarse en los supuestos de la ley. No es óbice a la conclusión anterior, lo alegado por el recurrente en los agravios indicados con los incisos i) y j) consistentes en que el hecho de impedir y prohibir al Corredor Público participar en operaciones de naturaleza mercantil tratándose de inmuebles no permite su acceso y libre concurrencia al mercado de los servicios de fedación pública mercantil inmobiliaria, lo que en su concepto contraviene el artículo 28 de nuestra Carta Magna, y que las facultades otorgadas al ahora recurrente para fedatar actos inmobiliarios en materia comercial no se traduce en una práctica indebida; puesto que, tales argumentos son inoperantes porque no están dirigidos a controvertir las consideraciones que el Juez de Distrito sustentó para dar respuesta al concepto de violación planteado por el quejoso, mismas que fueron precisadas en el párrafo que antecede. Igualmente es infundado, lo que el peticionario de garantías alegó en la primera parte del inciso f), en cuanto a que el Juez de Distrito omitió considerar que en los conceptos de violación planteados en la demanda, de lo que se dolió fue que los artículos combatidos violan sus garantías de legalidad y seguridad jurídica, contenidos en los artículos 14 y 16 constitucionales. 42 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Ello es así, porque contrariamente a lo que el recurrente aduce el Juez Federal sí se pronunció sobre tales argumentos; tan es así que los desestimó por infundados, ya que a su juicio estimó las consideraciones, que en síntesis son las siguientes: • Que ciertamente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido reiteradamente que aun cuando la exigencia de cumplir con los requisitos de fundamentación y motivación abarca a todas las autoridades; también lo es, que tratándose de actos legislativos, aquéllos se satisfacen siempre que las autoridades encargadas de su formación actúen dentro de los límites de las atribuciones que la Ley Suprema les confiere (fundamentación) y que las leyes que expidan se refieran a relaciones sociales que requieran ser jurídicamente reguladas (motivación), sin que ello implique, en modo alguno, que todas y cada una de las normas que integren un ordenamiento deban ser necesariamente materia de motivación específica. • Que el proceso legislativo que se siguió para el efecto de discutir el proyecto de Decreto de reformas a la Ley Federal de Correduría Pública, acorde con lo establecido por el numeral invocado, inició con la exposición de motivos presentada ante la cámara de origen, que en este caso, fue la de Diputados del Congreso de la Unión, el catorce de diciembre de dos mil cuatro. • Que es infundado lo que el quejoso adujo esencialmente en su motivo de agravio, referente a que con la entrada en vigor de las reformas y adiciones de la Ley Federal de Correduría Pública, se vulneran en su perjuicio las garantías contenidas en los artículos 14 y 16 constitucionales, pues se violan los derechos subjetivos que le fueron concedidos en diversos ordenamientos legales que se encontraban vigentes desde antes de la fecha de publicación de la ley aquí combatida como son el Código de Comercio, Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, Ley Federal de Protección al Consumidor, Ley del Impuesto al Valor Agregado, entre otraspara que ejerciera sus funciones como Corredor Público en el Estado de Baja California Sur; refiere además, que tales derechos no pueden ser desconocidos por las nuevas reformas a la Ley Federal de Correduría Pública, las cuales resultan incongruentes 43 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 y contradictorias a los ordenamientos ya citados, violándose con ello sus garantías de igualdad, legalidad, seguridad jurídica, libertad de trabajo y libre concurrencia en los servicios de fedación pública. • Que la parte quejosa no precisa en forma manifiesta cuál es la violación constitucional en que incurren las reformas a la ley reclamada, tampoco indica de qué manera se contrapone dicha norma a los artículos de nuestra Carta Magna que considera violados, pues únicamente se limita a precisar que las reformas y adiciones sufridas a la Ley Federal de Correduría Pública son contrarias a diversos ordenamientos de carácter general (en materia mercantil principalmente), en las cuales con anterioridad se le otorgaron facultades para fedatar actos donde se involucren bienes inmuebles. • Que al no precisar el quejoso la disposición constitucional con la que se contrapone la ley reclamada y al dirigir su argumento únicamente en el sentido de que dicho ordenamiento establece una prohibición para su ejercicio de Corredor Público, no se trata entonces de impugnar la constitucionalidad de la ley aludida sino de una cuestión de legalidad. Las consideraciones mencionadas el ahora recurrente no las controvierte en sus agravios, por lo que continúan incólumes y rigen el fallo reclamado. En otro orden de ideas, son infundados los agravios sintetizados con el inciso k), pues aun cuando es cierto que incorrectamente el Juez de Distrito aludió al cuarto concepto de violación; también lo es, que se refirió al contenido del quinto motivo de inconformidad de cuya lectura íntegra no se advierte que el ahora recurrente haya expuesto razonamiento alguno tendiente a establecer por qué las reformas impugnadas transgreden el principio de supremacía constitucional consagrado en el artículo 133 de nuestra Carta Magna, pues en éste sólo 44 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 señaló que los artículos 6º fracción V, y 20 fracciones XI y XII son inconstitucionales, ya que de aplicarse al quejoso se estarían utilizando preceptos de una ley secundaria en franca violación a la Ley Suprema alterando el orden constitucional. Lo expuesto se corrobora con la transcripción del concepto de violación mencionado, el cual en su parte conducente consta: “Por consiguiente, en caso de aplicarse la nueva fracción V del artículo 6, las fracciones XI y XII del artículo 20, y la fracción III del artículo 21, de la Ley Federal de Correduría Pública, y con ello prohibir al suscrito ********** de actuar como fedatario en operaciones mercantiles tratándose de inmuebles, así como en hechos que alguien no considere de naturaleza comercial, o en actos o convenios innominados en que intervengan comerciantes o se refiera a cosas mercantiles, o se denomine un acto como mercantil cuando el acto real supuestamente tenga otra naturaleza, se estarían aplicando preceptos de una ley secundaria, en franca violación a lo dispuesto por la ley suprema, y con ello, alterando nuestro orden Constitucional. --Asimismo, el principio de supremacía constitucional no solamente consiste en que las leyes emanadas de la Constitución se ajusten y sean acordes con lo ordenado en la propia Constitución, sino también determina que las leyes secundarias sean congruentes entre si, es decir, 45 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 que no existan normas legales incongruentes y contradictorias entre si mismas, tal como sucede con las nuevas fracciones y artículos de le Ley Federal de Correduría Pública que se impugnan de inconstitucionales en esta demanda de garantías y la serie de artículos y preceptos existentes en el sinnúmero de Leyes y Reglamentos que hemos transcrito y que de manera expresa confieren derechos al Corredor Público para intervenir como Fedatario en asuntos relacionados con inmuebles. -- En resumen, la nueva fracción V del artículo 6, las nuevas fracciones XI y XII del artículo 20, así como la nueva fracción del artículo 21, de la Ley Federal de Correduría Pública, vigentes a partir de Mayo del presente año 2006, violan en perjuicio del suscrito el artículo133 de nuestra Magna Carta que contiene el principio de jerarquía de leyes y supremacía constitucional, así como también viola las garantías de igualdad; legalidad; libertad de trabajo u ocupacional, de libre concurrencia y sana competencia en los servicios de redacción pública mercantil, por las consideraciones y motivos expresados anteriormente en los conceptos de violación de esta demanda, y que en obvio de innecesarias repeticiones, se tienen por reproducidos en este acto, como tratarse de plena transcripción.” 46 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 En tal virtud, es acertado que el Juez Federal haya declarado inoperante el concepto de violación transcrito en su parte conducente, puesto que el quejoso no esgrimió argumento alguno que tienda a establecer por qué las reformas impugnadas vulneran el principio de Supremacía Constitucional, esto es, en qué sentido contravienen nuestra Carta Magna, pues sólo se concretó a señalar que esas reformas transgreden diversas normas mercantiles, las cuales con anterioridad a la vigencia de la ley impugnada le otorgaron ciertas facultades como Corredor Público. Sin que sea óbice a lo expuesto, lo alegado por el peticionario de garantías en el inciso l) en el sentido de que debió suplirse la deficiencia de la queja, pues como correctamente el Juez de Distrito lo consideró aun cuando en el amparo en materia administrativa procede suplirla, en términos del artículo 76 bis, fracción VI, de la Ley de Amparo, en el caso no se advierte que exista una violación de la ley que haya dejado sin defensa al quejoso para que opere la hipótesis prevista por el precepto citado. Por otro lado, es fundado el agravio sintetizado en el inciso m), relativo a que el Juez de Distrito omitió pronunciarse respecto del segundo concepto de violación, en el que alegó que las reformas a la ley impugnada, transgreden los derechos subjetivos que como Corredor Público adquirió para fedatar operaciones mercantiles relacionadas con bienes inmuebles de acuerdo con diversa normatividad mercantil. 47 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Lo anterior se afirma, porque de la lectura del concepto de violación resumido en el resultando segundo con el inciso b), de esta ejecutoria, se advierte que el peticionario de garantías sí expresó claramente que los artículos 6º, fracción V y 20, fracciones XI y XII, de la Ley Federal de Correduría Pública, contravienen el artículo 14 constitucional, pues la prohibición para que los Corredores Públicos intervengan en actos mercantiles tratándose de inmuebles desconoce derechos adquiridos que le otorgan diversas leyes mercantiles. En consecuencia, con fundamento en el artículo 91, fracción I, de la Ley de Amparo, procede estudiar el concepto de violación omitido por el Juez del conocimiento. QUINTO.- Finalmente, por lo que respecta a los agravios a), b) y c), en los cuales el peticionario de garantías aduce que la sentencia reclamada es ilegal, porque carece de fundamentación y motivación, en virtud de constituir argumentos de legalidad, lo procedente es reservar jurisdicción al Tribunal Colegiado del conocimiento para que se avoque a su estudio. SEXTO.- En el segundo concepto de violación, el peticionario de garantías alega que los artículos 6º, fracción V y 20, fracciones XI y XII de la Ley Federal de Correduría Pública transgreden las garantías de seguridad jurídica y legalidad, consagradas en los artículos 14 y 16 constitucionales, ya que violan en su perjuicio derechos subjetivos que le han sido conferidos por distintos ordenamientos mercantiles en los cuales se le faculta para fedatar actos mercantiles en materia de 48 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 inmuebles otorgados con anterioridad a la fecha, en la que inició la vigencia de las reformas a la ley impugnada. A efecto de contestar el planteamiento que antecede, en primer término es menester señalar lo que los preceptos impugnados, en su versión original y en la vigente disponen: Antes de la reforma: “ARTÍCULO 6o.- Al corredor público corresponde: (…) V.- Actuar como fedatario público para hacer constar los contratos, convenios, actos y hechos de naturaleza mercantil, excepto en tratándose de inmuebles; así como en la emisión de obligaciones y otros títulos valor; en hipotecas sobre buques, navíos y aeronaves que se celebren ante él, y en el otorgamiento de créditos refaccionarios o de habilitación o avío, de acuerdo con la ley de la materia;” “ARTÍCULO 20.- A los corredores les estará prohibido: (…) XI.- Las demás que establezcan las leyes y reglamentos.” Después de la reforma del veintitrés de mayo de dos mil seis: 49 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 “ARTÍCULO 6o.- Al corredor público corresponde: (…) V. Actuar como fedatario público para hacer constar los contratos, convenios y actos jurídicos de naturaleza mercantil, excepto en tratándose de inmuebles, así como en la emisión de obligaciones y otros títulos valor; en hipotecas sobre buques, navíos y aeronaves que se celebren ante él, así como para hacer constar los hechos de naturaleza mercantil;” “ARTÍCULO 20.- A los corredores les estará prohibido: (…) XI. Actuar como fedatario fuera de los casos autorizados por la ley y su reglamento; así como en actos jurídicos no mercantiles; en tratándose de inmuebles, así como dar fe de hechos que no se consideren de naturaleza mercantil; XII. Actuar como fedatarios en los casos a que se refiere la fracción anterior, aún cuando se modifique o altere su denominación, se trate de actos jurídicos, convenios o contratos innominados, intervengan sujetos que por su actividad sean calificados de comerciantes, o se refieran a cosas mercantiles o se denomine un acto como mercantil cuando el acto real tenga otra naturaleza, y (…)” 50 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Del texto de los preceptos transcritos se advierte que la Ley Federal de Correduría Pública, desde antes de la reforma de los artículos combatidos, ha impedido que los Corredores funjan como fedatarios de actos jurídicos mercantiles sobre inmuebles, de modo que la reforma de los numerales mencionados no cambió un estado de cosas sino que lo confirmó; además de que, es falso que en las normas contenidas en el Código de Comercio, Ley Federal de Protección al Consumidor, Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, Ley General de Sociedades Mercantiles, Ley de Instituciones de Crédito, Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, Ley y Reglamento del Registro Público del Comercio, Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones, Ley de Concursos Mercantiles, Ley Federal de Instituciones de Fianzas y Ley de Inversión Extranjera se hayan establecido facultades a los corredores para ser fedatarios en esa clase de actos. Asimismo, con el propósito de conocer las razones que motivaron dicha reforma, conviene acudir a la exposición de motivos de catorce de diciembre de dos mil cuatro, que dice: “CÁMARA DE ORIGEN: DIPUTADOS EXPOSICIÓN DE MOTIVOS México, D.F., a 14 de diciembre del 2004. INICIATIVA DE DIPUTADA (GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI) 51 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 QUE REFORMA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA LEY FEDERAL DE CORREDURÍA PÚBLICA, A CARGO DE LA DIPUTADA NORA ELENA YU HERNÁNDEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI La suscrita diputada federal, Nora Elena Yu Hernández, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados, en ejercicio de las facultades que me confieren los artículos 71 fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 55 fracción II, 56 y 62 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos; someto a la consideración de esta honorable asamblea la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 6, en sus fracciones V, VI y VII, 18 y 21, fracción III; y se adicionan las fracciones XI y XII al artículo 20, por lo que el contenido de la fracción actual XI llevará ahora el ordinal XIII, de la Ley Federal de Correduría Pública, al tenor de la siguiente Exposición de Motivos Un principio fundamental que rige la materia mercantil en cuanto al perfeccionamiento de los actos jurídicos es del consensualismo establecido 52 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 en el artículo 78 del Código de Comercio, de tal manera que en las transacciones mercantiles no se requiere de forma alguna sino sólo del acuerdo entre los contratantes para que sus convenios o contratos sean plenamente válidos. No obstante lo anterior, como en toda relación jurídica, es conveniente la posibilidad de probar o demostrar la celebración de un acto jurídico, las leyes mercantiles regulan algunas formas de hacer constar los actos para su prueba, llegándose inclusive en la actualidad a la posibilidad de utilizar los avances de la ciencia y la técnica, especialmente en materia electrónica, regulándose el comercio electrónico que prevé la contratación por medios remotos, utilizando los medios de comunicación electrónica vigente, para instrumentar, conservar y demostrar los pactos convenidos. Además de lo anterior, desde siempre, se ha recurrido a la forma escrita, puesto que las partes se ven en la necesidad de demostrar no sólo cómo se han contraído sus obligaciones, sino la manera y términos en que cada cual se obligó. En auxilio de esta necesidad de hacer constar los actos de comercio para efectos de prueba, el Corredor Público como agente de comercio que actúa como intermediario en las transacciones mercantiles, ha quedado facultado legalmente para intervenir en algunas de esas operaciones. 53 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 De manera especial con motivo del Tratado de Libre Comercio entre Canadá, los Estados Unidos de América y nuestro país, se consideró adecuado permitir la intervención de este agente mercantil en las operaciones que se consideró podrían darse en gran volumen, lo que de manera significativa influyó, entre otras cosas, para la expedición de la Ley Federal de Correduría Pública, publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 29 de diciembre de 1992. No obstante el principio de consensualismo de los actos mercantiles, el artículo 79 del Código de Comercio, establece las excepciones obligadas con motivo de la división de poderes federal y local, en virtud del cual, lo referente a bienes inmuebles es competencia legislativa de las Legislaturas locales al igual que lo relativo a la forma de los actos jurídicos que se regulan como parte del orden común, conforme al artículo 121 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Así pues, el citado artículo 79 exceptúa del consensualismo aplicable de manera general a los actos de comercio, aquellos contratos que conforme a ese Código y otras leyes, deben reducirse a escritura o requieren formas o 54 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 solemnidades necesarias para su eficacia, señalando el último párrafo de ese artículo que los contratos que no llenen las circunstancias legalmente requeridas no producirán obligación ni acción en juicio. En estos casos, la forma no sólo es un medio de acreditación sino un requisito de validez de los actos jurídicos, materia que conforme a lo expresado se encuentra reservada a los Estados en términos de lo previsto por los artículos 121 y 124 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, al Distrito Federal, en términos del artículo 122 de la misma, así como por lo señalado por el artículo 13 del Código Civil Federal que establece las reglas de determinación del derecho aplicable en la República Mexicana conforme al cual, lo relativo a los bienes inmuebles se rige por la Ley del lugar en que se ubiquen y, la fracción IV, que establece que la forma de los actos jurídicos se regirá por el derecho del lugar en que se celebran. De acuerdo con lo anterior, todo lo relativo a bienes inmuebles, así como a la forma de los actos jurídicos, se rige por las leyes de las entidades federativas y, por tanto, en los contratos mercantiles que requieran de forma para su validez, les es aplicable lo dispuesto en las leyes locales respectivas. 55 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Ya al momento de la expedición de la Ley Federal de Correduría Pública se estableció en el artículo 6 fracción V, que el Corredor Público no puede actuar como fedatario en tratándose de inmuebles; y, además en la exposición de motivos de la citada ley, se señaló que en lo referente a los actos de las sociedades mercantiles, los corredores no podrían actuar tampoco en tratándose de otorgamiento de poderes por ser el contrato de mandato materia común. La falta de precisión y una cierta generalidad de los términos ha hecho que se confundan los límites de la acción de los Corredores Públicos, quienes en ocasiones los han rebasado, no sólo haciendo constar los actos expresamente excluidos como podrían ser relacionadas hipotecas con sobre contratos inmuebles de Crédito Refaccionario o certificación de cotejos de copias con sus originales, lo que constituye dar fe de meros hechos materiales, todo lo cual ha dado lugar a diversos juicios que han provocado verdaderas situaciones de incertidumbre que afectan de manera directa a la población usuaria de sus servicios. Cabe destacar la resolución de contradicción de tesis número 1ª./J. 15/2002, aprobada en sesión de 27 de febrero de 2002, por unanimidad de cuatro 56 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 votos, por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que determinó que los Corredores Públicos carecen de facultades para certificar copias de testimonios notariales en los que se otorgan poderes. Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XV, abril de 2002 Tesis: 1a./J. 15/2002 Página: 98 Corredores públicos. Carecen de facultades para certificar testimonios notariales en los que se otorgan poderes. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 6º, fracción VI, de la Ley Federal de Correduría Pública y 53, fracción V, de su reglamento, los corredores públicos sólo están facultados para actuar, como fedatarios, en la constitución, modificación, fusión, escisión, disolución, liquidación y extinción de sociedades mercantiles, designación de sus representantes legales y facultades de que estén investidos, así como en los demás actos previstos en la Ley General de Sociedades Mercantiles, pero no para certificar instrumentos públicos notariales en los que se contengan actos civiles; sin que sea óbice a 57 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 lo anterior, lo dispuesto en los artículos 38 y 39 del reglamento de la ley citada, que los habilita para certificar documentos, toda vez que dicha función se les otorgó en relación, exclusivamente, con actos de naturaleza mercantil, los cuales no incluyen la certificación de los testimonios notariales en los que se otorgan poderes. De sostener lo contrario se llegaría al extremo de aceptar que la certificación de los testimonios que hicieran respecto de los poderes con los que se pretende acreditar la personalidad, pudieran utilizarse válidamente en cualquier otra materia que no fuera la mercantil, como por ejemplo: juicios laborales, civiles, administrativos, etcétera, lo cual obviamente no es de su competencia; además, se provocaría falta de certeza y seguridad jurídicas, porque las certificaciones que realizaran de testimonios notariales adolecerían de control, por tratarse de documentos que no existen en su propio archivo, o bien conforme al artículo 20, fracción IV de la ley en comento no se trata de documentos mercantiles cuyos originales se hayan presentado para su cotejo, lo que no sucede con las certificaciones realizadas por los notarios públicos, ya que a éstos, para actuar la ley que los rige, les exige una serie de requisitos para expedir los testimonios notariales y las certificaciones que se hagan a ellos, circunstancia que el legislador tomó en cuenta para darles pleno valor probatorio 58 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 por lo que documentos, las con facultades que están para certificar investidos los corredores públicos, sólo pueden ser entendidas respecto de los actos o pólizas en que hayan intervenido en materia mercantil. Contradicción de tesis 51/2000-PS. Entre las sustentadas por el Sexto Tribunal Colegiado en materia Civil del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en materia Administrativa del Segundo Circuito. Unanimidad de 27 cuatro de febrero votos. de 2002. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Francisco Javier Solís López. Tesis de jurisprudencia 15/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de veintisiete de febrero de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores ministros Presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios y José de Jesús Gudiño Pelayo. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. De lo anterior se concluye que si los Corredores carecen de facultades para certificar esa clase de documentos con mayor razón carecen de ellas para 59 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 dar fe del otorgamiento de mandatos o poderes que son actos jurídicos de naturaleza civil. Por otra parte, los hechos materiales no pueden ser calificados de mercantiles. El derecho mercantil constituye un derecho de excepción que se aplica en el campo del derecho privado a los actos de comercio, tal como señala el artículo 1º del Código de Comercio, el cual remite para la determinación de los mismos al artículo del citado Código. Los hechos por sí mismos carecen del carácter de mercantilidad y debemos entender que, en todo caso, la Ley Federal de Correduría Pública se refirió a hechos consistentes en diversas diligencias ya reguladas por las Leyes Mercantiles, en las cuales se prevé su intervención. Si se analizan las facultades de un fedatario para dar fe de los hechos que ocurren, no es factible considerar, ni aún en los casos más típicos de la actividad mercantil, que los hechos puedan encuadrarse en la mercantilidad. Por tanto, los hechos que el Corredor puede hacer constar en actas son aquellos en los que consisten las diversas diligencias en que puede intervenir en términos de las propias leyes mercantiles, tales como el protesto de títulos de crédito o la 60 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 ratificación de firmas de contratos de créditos de habilitación o avío o refaccionarios. A fin de precisar de mejor manera, de conformidad con la naturaleza propia de la función del Corredor Público como Agente de Comercio, auxiliar del mismo, regulado por disposiciones de carácter mercantil y evitar la incertidumbre y falta de seguridad jurídica y los conflictos judiciales que se han presentado hasta la actualidad en perjuicio de los usuarios de sus servicios, someto a consideración de esta soberanía la siguiente Iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 6, en sus fracciones V, VII y VII, 18 y 21, fracción III; y se adicionan las fracciones XI y XII al artículo 20, por lo que el contenido de la fracción actual XI llevará ahora el ordinal XIII, de la Ley Federal de Correduría Pública. Artículo Único. Se reforman los artículos 6 en sus fracciones V, VI y VII; 18; 21 fracción III; y, se adicionan las fracciones XI y XII al artículo 20, por lo que el contenido de la fracción actual XI llevará ahora el ordinal XIII, de la Ley Federal de Correduría Pública, para quedar como sigue: (…)” 61 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 De lo expuesto se advierte que el Corredor Público, como agente de comercio, actúa como intermediario en las transacciones mercantiles, conforme a las facultades conferidas por el Legislador Federal. De los trabajos legislativos, también se observa que los Corredores Públicos no pueden actuar válidamente en actos que tengan que ver con bienes inmuebles, en virtud de que dicha potestad legislativa corresponde exclusivamente a las legislaturas locales. Asimismo, se advierte que la falta de precisión ha provocado que los Corredores Públicos realicen actos que no son de su competencia, como las hipotecas sobre bienes inmuebles relacionadas con contratos de Crédito Refaccionario o certificación de cotejos de copias con sus originales, lo que constituye dar fe de meros hechos materiales. Así, los hechos que el Corredor Público puede hacer constar en actas son aquellos en los que consten las diversas diligencias en que puede intervenir en términos de las propias leyes mercantiles, tales como el protesto de títulos de crédito o la ratificación de firmas de contratos de créditos de habilitación o avío o refaccionarios. Se observa también, que es necesario precisar las facultades de los Corredores Públicos, a efecto de que no intervengan en actos o hechos que no sean de su estricta competencia, tales como los actos civiles, la materia inmobiliaria, 62 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 el otorgamiento de poderes, así como dar fe de hechos jurídicos que no sean estrictamente de carácter mercantil. Finalmente, en los trabajos legislativos se estimó conveniente eliminar la facultad de los Corredores Públicos para actuar en el otorgamiento de créditos refaccionarios o de habilitación o avío con el ánimo de evitar que dichos fedatarios den fe de tales actos cuando existan garantías inmobiliarias de por medio. Con base en lo expuesto, esta Primera Sala estima que los planteamientos del quejoso son infundados, ya que de los textos de los artículos transcritos al inicio de este considerando se advierte, que tanto en el numeral reformado como en el anterior, el Corredor Público estaba exceptuado para actuar como fedatario en actos jurídicos no mercantiles, en tratándose de inmuebles, así como dar fe de hechos que no se consideren de naturaleza mercantil, y por tanto la reforma de los preceptos mencionados, se reitera, no cambió un estado de cosas sino que lo confirmó. En segundo lugar, debe de tomarse en cuenta que en el primer párrafo del artículo 14 constitucional, se consagra la garantía de irretroactividad de la ley, el cual en la parte que interesa establece: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.” 63 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Tal como se puede observar del numeral transcrito, a ninguna ley se le puede dar un efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna, lo que de suyo más que referirse a las leyes, hace alusión a los actos de aplicación de las mismas; sin embargo, reiteradamente este Alto Tribunal ha considerado que la prohibición comprende también las previsiones legales que se establecen en los ordenamientos jurídicos. Efectivamente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la irretroactividad que prohíbe el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, atañe tanto al legislador, por cuanto a la expedición de las leyes, como a las autoridades que las aplican a un caso determinado y, para determinarlo así, ha acudido a la TEORÍA DE LOS DERECHOS ADQUIRIDOS y a la TEORÍA DE LOS COMPONENTES DE LA NORMA. En la primera de las teorías citadas, se distingue entre dos conceptos, a saber: el relativo al derecho adquirido que lo define como aquél que implica la introducción de un bien, una facultad o un provecho al patrimonio de una persona, a su dominio o a su haber jurídico y, el diverso que se refiere a la expectativa de derecho definido como la pretensión o esperanza de que se realice una situación determinada que va a generar con posterioridad un derecho; es decir, el derecho adquirido constituye una realidad y la expectativa de derecho corresponde a algo que en el mundo fáctico no se ha materializado. Por consiguiente, se sostiene que si una ley o acto concreto de aplicación no afecta derechos adquiridos sino 64 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 simples expectativas de derecho no se viola la garantía de irretroactividad de las leyes prevista en el artículo 14 de la Constitución Federal (Teoría de los Derechos Adquiridos). Lo expuesto se afirma, porque esta teoría se apoya en la distinción fundamental entre derechos adquiridos y expectativas de derecho, establece que no se pueden afectar o modificar derechos adquiridos durante la vigencia de una ley anterior, ya que aquellos se regirán siempre por la ley a cuyo amparo nacieron y entraron a formar parte del patrimonio de las personas, aun cuando esa ley hubiese dejado de tener vigencia al haber sido substituida por otra diferente; en cambio, una nueva ley podrá afectar simples expectativas o esperanzas de gozar de un derecho que aún no ha nacido en el momento en que entró en vigor, sin que se considere retroactiva en perjuicio del gobernado. Corrobora lo anterior, la tesis 2ª. LXXXVIII/2001, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que esta Primera comparte, que es del tenor literal siguiente: “IRRETROACTIVIDAD DE LAS LEYES. NO SE VIOLA ESA GARANTÍA CONSTITUCIONAL CUANDO LAS LEYES O ACTOS CONCRETOS DE APLICACIÓN SÓLO AFECTAN SIMPLES EXPECTATIVAS DE DERECHO, Y NO DERECHOS ADQUIRIDOS. Conforme a la interpretación que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha hecho del artículo 14 de la Constitución Política de los 65 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Estados Unidos Mexicanos en cuanto al tema de la irretroactividad desfavorable que se prohíbe, se desprende que ésta se entiende referida tanto al legislador, por cuanto a la expedición de las leyes, como a la autoridad que las aplica a un caso determinado, ya que la primera puede imprimir retroactividad, al modificar o afectar derechos adquiridos con anterioridad y la segunda, al aplicarlo, produciéndose en ambos casos el efecto prohibido por el Constituyente. Ahora bien, el derecho adquirido es aquel que ha entrado al patrimonio del individuo, a su dominio o a su haber jurídico, o bien, es aquel que implica la introducción de un bien, una facultad o un provecho al patrimonio de una persona o haber jurídico; en cambio, la expectativa de derecho es una pretensión o esperanza de que se realice una situación determinada que va a generar con posterioridad un derecho; es decir, mientras que el derecho adquirido constituye una realidad, la expectativa de derecho corresponde al futuro. En estas condiciones, se concluye que si una ley o un acto concreto de aplicación no afectan derechos adquiridos sino simples expectativas de derecho no violan la garantía de irretroactividad de las leyes prevista en el precepto constitucional citado.” (Novena Época, Instancia: Segunda Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XIII, Junio de 2001, Tesis: 2a. LXXXVIII/2001, Página: 306) 66 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Amparo en revisión 607/2000. Héctor Adalberto García Noriega. 11 de mayo de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Lourdes Minerva Cifuentes Bazán. De los razonamientos anteriores, se debe concluir que una ley es retroactiva cuando trata de modificar o destruir en perjuicio de una persona los derechos que adquirió bajo la vigencia de la ley anterior, toda vez que éstos ya entraron en el patrimonio o en la esfera jurídica del gobernado, y no cuando se aplica a expectativas de derecho. Una vez sentado lo anterior, esta Primera Sala considera que los planteamientos del quejoso son infundados, porque la prohibición que establecen los artículos impugnados consistentes en que los Corredores no están facultados para fedatar actos jurídicos mercantiles relativos a inmuebles no viola el principio de irretroactividad. En efecto, en materia de facultades otorgadas por el legislador no opera la teoría de los derechos adquiridos o iura quaesita en los términos que el quejoso pretende y para ponerlo de manifiesto es menester atender a que un fedatario público es aquél que actúa por delegación del Estado, con el objeto de satisfacer las necesidades de interés social: autenticidad, certeza y seguridad jurídica de los actos y hechos jurídicos; por tanto, es un servicio público regulado por el Estado y de ahí la obligación del corredor, para actuar y prestar sus servicios cuando sean requeridos. 67 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 El Corredor Público es una persona que realiza o facilita la conclusión de negocios mercantiles ajenos; su actuación se constriñe a la mera intervención como asesor en las diferentes transacciones de índole mercantil, como mediador o consejero de las partes que intervienen en los actos de comercio y dan testimonio de la legalidad de esos actos para otorgar certeza jurídica de su celebración; sin embargo, las particulares facultades en que se traduzca esta actuación pueden ser determinadas y modificadas por el legislador dentro de unos márgenes apreciables. A guisa de ejemplo, el artículo 6º de la Ley Federal de Correduría Pública establece como facultades de los Corredores las siguientes: actuar como agente mediador, para transmitir e intercambiar propuestas entre dos o más partes y asesorar en la celebración o ajuste de cualquier contrato o convenio de naturaleza mercantil; fungir como perito valuador, para estimar, cuantificar y valorar los bienes, servicios, derechos y obligaciones que se sometan a su consideración, por nombramiento privado o por mandato de autoridad competente; asesorar jurídicamente a los comerciantes en las actividades propias del comercio; actuar como árbitro, a solicitud de las partes, en la solución de controversias derivadas de actos, contratos o convenios de naturaleza mercantil, así como las que resulten entre proveedores y consumidores, de acuerdo con la ley de la materia; actuar como fedatario público para hacer constar los contratos, convenios y actos jurídicos de naturaleza mercantil, excepto en tratándose de inmuebles, así como en la emisión de obligaciones y otros títulos valor; en hipotecas sobre buques, navíos y aeronaves que se 68 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 celebren ante él, así como para hacer constar los hechos de naturaleza mercantil; actuar como fedatario en la constitución y en los demás actos previstos por la Ley General de Sociedades Mercantiles incluso aquellos en los que se haga constar la representación orgánica; cotejar y certificar las copias de las pólizas o actas que hayan sido otorgadas ante ellos, así como de los documentos que hayan tenido a la vista que sean de los referidos en los artículos 33 a 50 del Código de Comercio, y las demás funciones que le señalen ésta y otras leyes o reglamentos. De lo expuesto, se advierte que el fedatario público (Corredor) es una persona que por disposición de la ley recibe la fe pública del Estado, por un acto de delegación a través de la patente correspondiente. Es decir, el fedatario está facultado para autenticar y dar forma en los términos de ley a los instrumentos en que se consignen actos y hechos jurídicos, por lo que éstos al ser certificados por el Corredor tienen el carácter de auténticos, y valen “erga omnes”, esto es, con efectos generales; además debe asesorar a los otorgantes y comparecientes. En este contexto, es relevante precisar en qué consiste que el Notario o Corredor sea una persona investida de fe pública. La fe pública es originalmente un atributo del Estado que tiene en virtud de su imperio y es ejercida a través de los órganos estatales. De acuerdo con el sistema jurídico mexicano, el fedatario, sin formar parte de la organización del Poder Ejecutivo, 69 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 es vigilado por él y por disposición de la ley recibe la fe pública del Estado, por medio de la patente respectiva. En tales términos, se puede concluir que la fe pública es la garantía que da el Estado de que son ciertos determinados hechos que interesan al derecho. De ahí, que esta figura jurídica debe considerarse como la garantía de seguridad jurídica que da el fedatario tanto al Estado como al particular, al determinar que el acto se otorgó conforme a derecho y que lo relacionado con él es cierto. Esta función del fedatario contribuye al orden público, a la tranquilidad de la sociedad en que actúa y da certeza jurídica. Determinado lo anterior, puede establecerse que el Corredor es un fedatario público autorizado para imprimir fe pública a los actos en que intervengan; sin embargo, su intervención como tal está sujeta a la potestad que tiene el legislador de restringirla o ampliarla para garantizar el adecuado desarrollo de sus actividades, para otorgar certeza y seguridad a los destinatarios de sus servicios. Luego, si en el caso se trata de modificaciones a las facultades otorgadas en la ley a los Corredores para intervenir como fedatario en actos jurídicos mercantiles; es evidente, que no son derechos adquiridos sino la potestad que tiene el Estado de ampliarlas o suprimirlas, según criterios de interés u orden público, es decir, son meros actos que permiten al Legislador adecuar la función de los Corredores Públicos, sin que cualquier afectación a las facultades otorgadas por la patente derive en una 70 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 violación al principio de irretroactividad consagrado en el artículo 14 constitucional. Con base en lo expuesto, se concluye que de aceptarse que las disposiciones legales que otorgan facultades son derechos, éstos con el transcurso del tiempo se convertirían en derechos petrificados y no habría manera de reformarlos o adecuarlos, situación que no solamente resultaría contraria a la potestad que la Constitución Federal otorga al legislador, sino a la naturaleza misma de los actos, ya que con ello se invertiría el principio del derecho de que el interés privado debe supeditarse al interés público. En otras palabras, si se admite que todas las potestades o facultades legalmente conferidas consagran derechos adquiridos, el legislador no podría modificarlos y, por ende, permanecerían intocados, situación que conllevaría necesariamente a colapsar el sistema jurídico a grado tal que se perdiera la noción del interés público. En consecuencia, es partiendo del principio de interés público, como el legislador puede modificar y adecuar las potestades conferidas a los entes, a fin de hacer operable la vida social, pues admitir que las facultades consagran derechos adquiridos, conllevaría a establecer límites indebidos a la función legislativa, misma que no puede quedar supeditada a un interés particular, sino obedecer en todo momento al interés común. 71 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Por tanto, los artículos 6º fracción V y 20 fracciones XI y XII, ambos de la Ley Federal de Correduría Pública, no transgreden el principio de irretroactividad, que tutela el artículo 14 constitucional, dado que su objeto es establecer facultades de los Corredores Públicos, sin afectar propiamente el derecho adquirido consiste en la patente para actuar como fedatario público. Similar criterio sostuvo la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el diverso amparo en revisión 234/2007, quejosos ********** y otros, siendo Ponente el Ministro Genaro David Góngora Pimentel, en sesión del día dos de mayo de dos mil siete, por unanimidad de cinco votos. Ante lo inoperante de los agravios y lo infundado del concepto de violación estudiado, lo procedente es confirmar la sentencia recurrida y negar el amparo solicitado. Por lo expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO. Se confirma la sentencia recurrida. SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********, contra los actos reclamados, por los motivos expuestos en el último considerando de esta resolución. TERCERO. Se reserva jurisdicción al Tribunal Colegiado del conocimiento, en términos del considerando quinto de este fallo. 72 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, devuélvanse los autos relativos al lugar de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido. Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas (Ponente) y Presidente Sergio A. Valls Hernández. Firman el Presidente de la Sala y la Ministra Ponente con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe. PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA MINISTRO SERGIO A. VALLS HERNÁNDEZ PONENTE MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS SECRETARIO DE ACUERDOS LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES 73 AMPARO EN REVISIÓN 1070/2007 En términos de lo determinado por el Pleno de la Suprema Corte en su sesión del veinticuatro de abril de dos mil siete, y conforme a lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de dicho ordenamiento, los más utilizados para dicho fin, ya sea invocándolos de manera conjunta o separada de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. 74