Normativa comunitaria en materia de seguridad social

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Normativa comunitaria
en materia de seguridad social
Sus derechos cuando se desplaza
en la Unión Europea
Empleo
asuntos sociales
Seguridad social e integración social
Comisión Europea
Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales
Unidad E.3
Texto original terminado el 1 de septiembre de 1999
El contenido de esta publicación no refleja necesariamente la opinión o
la posición de la Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales de la
Comisión Europea.
Si desean recibir el boletín electrónico de información «ESmail» de la
Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales, envíen un mensaje a
[email protected]; dicho boletín se publica regularmente en alemán, inglés y francés.
Puede obtenerse información sobre la Unión Europea a través del servidor Europa
en la siguiente dirección de Internet: http://europa.eu.int.
A final de la obra figura una ficha bibliográfica.
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2000
ISBN 92-828-8292-6
© Comunidades Europeas, 2000
Reproducción autorizada, con indicación de la fuente bibliográfica
Printed in Belgium
¿Por qué esta guía?
La presente guía pretende proporcionar al lector una información clara
sobre sus derechos y obligaciones en el ámbito de la seguridad social,
para cuando tenga que tratar con los sistemas de Seguridad Social de
dos o más Estados miembros de la Unión Europea.
Esta circunstancia puede producirse, por ejemplo, al ejercer una actividad profesional en el extranjero, cuando se fija la residencia en otro
país de la Unión Europea o, simplemente, durante una estancia temporal en otro Estado miembro.
Los sistemas de Seguridad Social varían considerablemente de un país a
otro y la normativa comunitaria en la materia, aun adaptándose a su
evolución, no pretende armonizarlos. Su objetivo es evitar que los ciudadanos de la Unión pierdan parte o la totalidad de sus derechos en
materia de seguridad social al desplazarse de un Estado miembro a
otro.
La situación de los ciudadanos con respecto a la Seguridad Social puede
variar cuando estos se desplazan a otro Estado miembro. Por este motivo, recomendamos encarecidamente que antes de efectuar cualquier
traslado a otro país de la Unión Europea el lector se familiarice con los
correspondientes capítulos de la guía y, en caso necesario, se ponga en
contacto con la institución de Seguridad Social de su Estado de residencia para más información.
Queremos aclarar que la presente guía no incluye información sobre los
sistemas de Seguridad Social de los distintos Estados miembros. Podrá
encontrarse un resumen pormenorizado de los mismos en la guía que
publicó en 1997 la Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas bajo el título Sus derechos de seguridad social cuando
se desplaza en la Unión Europea. Guía práctica. Dicha publicación puede obtenerse en la dirección que figura al final de la presente guía.
3
Índice de materias
1.
¿Por qué se necesita una normativa comunitaria
en materia de seguridad social?
7
2.
¿Está usted sujeto a esta normativa?
9
3.
¿En qué países puede usted acogerse a esta
normativa?
10
4.
¿Qué cuestiones abarca?
11
5.
¿Cuál es el contenido de la normativa comunitaria
en materia de seguridad social?
13
5.1.
5.2.
5.3.
5.4.
5.5.
5.6.
5.7.
5.8.
5.9.
6.
¿En qué país está usted asegurado?
¿Cuáles son sus derechos y obligaciones
en el país en el que está usted asegurado?
Lo que debe usted saber en caso de enfermedad
o maternidad
Accidentes laborales y enfermedades profesionales
Invalidez
¿Quién paga mi pensión de vejez?
Prestaciones de supervivencia
e indemnizaciones por fallecimiento
¿Qué hacer si se está en paro?
¿Qué pasa con los subsidios familiares?
15
17
18
23
24
28
31
33
36
En pocas palabras. Derechos que asisten al:
37
6.1.
6.2.
6.3.
6.4.
6.5.
6.6.
6.7.
6.8.
37
38
38
39
40
41
41
42
Trabajador fronterizo
Temporero
Trabajador desplazado
Pensionista
Estudiante
Turista
Inactivo
Súbdito de un tercer país
5
7.
¿Cómo se aplica en la práctica la normativa
comunitaria?
7.1.
7.2.
7.3.
7.4.
7.5.
7.6.
8.
La normativa comunitaria tiene prioridad:
no se preocupe por las leyes y reglamentos
nacionales incompatibles
Formularios y trámites administrativos
Países extranjeros, lenguas extranjeras:
¡no son necesariamente un problema!
Los organismos de la Seguridad Social de los
Estados miembros: uno de sus contactos ante
cualquier problema
Acudir a los tribunales: ¡es su derecho!
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas:
guardián legal de los ciudadanos europeos
¿Más preguntas?
43
43
43
46
47
47
49
51
6
1. ¿Por qué se necesita una normativa
comunitaria en materia de seguridad
social?
Sin una normativa comunitaria en materia de seguridad social, millones
de ciudadanos europeos carecerían de protección suficiente.
Las personas que trabajan por cuenta ajena o por cuenta propia, los
funcionarios, pensionistas, estudiantes, turistas y otras categorías de
personas que ejercen su derecho a la libre circulación y residencia dentro de la Unión Europea, se enfrentan a varias cuestiones y problemas
referentes a su Seguridad Social. Por ejemplo:
— ¿Quién paga la factura del hospital en caso de accidente o enfermedad durante una estancia en el extranjero?
— ¿Qué ocurre con el derecho a pensión de un trabajador que ha estado empleado durante varios años en otro país?
— ¿Qué país ha de pagar los subsidios de desempleo a los trabajadores
fronterizos?
— ¿Qué país está obligado a pagar los subsidios familiares cuando los
hijos residen en otro Estado miembro?
— ¿Dónde deben pagarse las cotizaciones a la Seguridad Social, en qué
idioma deben presentarse las solicitudes de prestaciones y cuáles
son los plazos a observar?
No está claro que las leyes nacionales en materia de seguridad social
puedan siempre responder total o siquiera parcialmente a estas preguntas: muchos trabajadores correrían el riesgo de estar asegurados en dos
países o en ninguno, o podrían perder derechos adquiridos a las prestaciones de la Seguridad Social sin tener posibilidades de constituir otros.
Por lo tanto, necesitamos una normativa europea aplicable en toda la
Unión para garantizar una protección eficaz y completa.
Sólo si puede garantizarse que los ciudadanos europeos que se desplazan dentro de la Unión no sufrirán perjuicios con respecto a su Seguridad
Social, no tendrán miedo a ejercer su derecho a la libre circulación y residencia.
Esta normativa existe desde hace más de 30 años. Ha sido adaptada,
mejorada y ampliada muchas veces. En la actualidad, está contenida en
los Reglamentos (CEE) nos 1408/71 y 574/72, modificados por última vez
7
en 1999 (1). Los Reglamentos ofrecen soluciones prácticas y satisfactorias
para la mayoría de los problemas transfronterizos que surgen en materia
de seguridad social. Como verá, aún existen algunos problemas para los
que todavía no se han hallado las soluciones. Por ello, los servicios de la
Comisión Europea continuarán esforzándose por seguir perfeccionando
y simplificando la normativa comunitaria para hacerla más clara y llenar
los vacíos subsistentes.
Igual que las legislaciones nacionales en materia de seguridad social, la
normativa comunitaria parece a primera vista difícil, técnica y compleja.
Sin embargo, no se desanime: los principios básicos se entienden fácilmente, incluso por los no especialistas.
Esperamos que con la explicación que sigue podamos proporcionarle
una visión de conjunto. Sin embargo, en cualquier caso concreto, y antes
de tomar decisiones sobre su futuro profesional o privado basándose en
esta guía, conviene consultar a las autoridades u organismos competentes o a las diversas organizaciones y asociaciones de tutela que se ocupan
de los problemas de los trabajadores que se desplazan dentro de los países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo.
(1) En el DO L 28 de 30.1.1997 existe una versión actualizada de los Reglamentos que
incorpora todas las modificaciones introducidas hasta finales de 1995.
8
2. ¿Está usted sujeto a esta normativa?
En estos momentos, la normativa comunitaria en materia de seguridad
social no se aplica todavía a todas las personas que se desplazan o residen dentro de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo. Por lo
tanto, es importante que sepa si usted está o no cubierto y protegido
personalmente por esta normativa: sólo en este caso podrá invocarla
ante los tribunales y organismos nacionales.
A condición de que tengan la nacionalidad de un Estado miembro de la
Unión Europea o del Espacio Económico Europeo, están protegidas por
la normativa comunitaria las personas siguientes:
— Trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia que estén o
hayan estado asegurados en uno de dichos Estados.
— Funcionarios (2).
— Estudiantes (3).
— Pensionistas, incluso si ya eran pensionistas cuando su país se adhirió
a la Unión Europea o al Espacio Económico Europeo.
— Miembros de las familias y supervivientes de las personas arriba
mencionadas, independientemente de su nacionalidad. En principio,
es la legislación del Estado de residencia la que establece quién puede ser considerado o no miembro de la unidad familiar.
Las personas que no pertenezcan a una de las categorías arriba citadas
no están protegidas por la normativa de la comunidad. Se trata, en concreto, de:
— Las personas que no estén o que hayan dejado de estar cubiertas
por un régimen general de Seguridad Social nacional y que no sean
o que hayan dejado de ser consideradas miembros de la familia de
un trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia o de un pensionista (personas inactivas).
— Súbditos de terceros países que no pertenezcan a la Unión Europea
ni al Espacio Económico Europeo (para más información, véase el
capítulo 6.8).
(2) Reglamento (CE) n° 1606/98 del Consejo, de 29.6.1998, publicado en el DO L 209 de
25.7.1998.
(3) Reglamento (CE) n° 307/99 del Consejo, de 8.2.1999, publicado en el DO L 38 de
12.2.1999.
9
3. ¿En qué países puede usted acogerse
a esta normativa?
Puede usted acogerse a la normativa comunitaria en materia de seguridad social en todos los países pertenecientes a la Unión Europea o al
Espacio Económico Europeo, a saber:
Alemania
Austria
Bélgica
Dinamarca
España
Finlandia
Francia
Grecia
Holanda
Irlanda
Islandia
Italia
Liechtenstein
Luxemburgo
Noruega
Portugal
Reino Unido
Suecia
Tenga en cuenta lo siguiente:
En esta guía, las palabras «país», «Estado» o «Estado miembro» siempre
se refieren a los países arriba mencionados. Todos los demás Estados se
denominan «terceros países» o «Estados terceros».
Si puede usted justificar períodos de seguro en un Estado miembro y en
un Estado tercero, no podrá beneficiarse de la normativa comunitaria
en materia de seguridad social en lo referente a la relación con dicho
Estado tercero. Sin embargo, en muchos casos existen acuerdos bilaterales en materia de seguridad social entre el Estado miembro y el Estado
tercero en cuestión o entre la Unión Europea y un Estado tercero que
brindan una protección parecida. Puede usted obtener información más
detallada en los organismos de la Seguridad Social de su propio país.
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4. ¿Qué cuestiones abarca?
La normativa comunitaria en materia de seguridad social se aplica a la
integridad de la legislación nacional con respecto a:
— enfermedad y maternidad,
— accidentes laborales,
— enfermedades profesionales,
— prestaciones de invalidez,
— pensiones de vejez,
— prestaciones de supervivencia,
— indemnizaciones por fallecimiento,
— subsidios de desempleo y
— subsidios familiares,
lo cual significa que está usted amparado por la normativa comunitaria
en todos los casos en que sea necesario para que le reconozcan su derecho a una prestación.
Sin embargo, la normativa comunitaria no se aplica a las siguientes
cuestiones:
— Asistencia médica y social. Son prestaciones que se otorgan generalmente después de averiguar los recursos económicos del solicitante
y no están circunscritas a una de las categorías de personas arriba
señaladas.
— Prestaciones a favor de víctimas de guerra o sus consecuencias.
— Prestaciones que entran dentro del ámbito de los regímenes de prejubilación existentes; para estas prestaciones pueden ser aplicables
otras normas comunitarias.
Por lo que se refiere a las prestaciones de los regímenes de jubilación
profesional, una reciente Directiva del Consejo ha salvaguardado el
derecho a las mismas (4).
En algunos casos, puede ser difícil determinar si una prestación concreta
está cubierta o no por la normativa comunitaria. No dude en ponerse en
contacto con el organismo competente para saberlo con certeza.
(4) Directiva 98/49/CE del Consejo, de 29.6.1998, publicada en el DO L 209 de 25.7.1998.
11
Atención:
La normativa comunitaria se aplica a cuestiones relativas a la
seguridad social, pero no a cuestiones fiscales, que se regulan
mediante acuerdos bilaterales. Pida más información sobre su
caso particular a la Delegación de Hacienda de su país.
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5. ¿Cuál es el contenido de la normativa
comunitaria en materia de seguridad
social?
La normativa comunitaria en materia de seguridad social no sustituye a
los diferentes sistemas nacionales de Seguridad Social por un sistema
único europeo. Tal armonización no sería posible debido a la gran diferencia de niveles de vida existente entre los 17 Estados pertenecientes a
la Unión Europea y al Espacio Económico Europeo. Además, incluso los
Estados con niveles de vida parecidos presentan diferentes sistemas de
Seguridad Social que son fruto de antiguas tradiciones profundamente
arraigadas en la cultura nacional y las preferencias de cada país.
En vez de armonizar los sistemas nacionales de Seguridad Social, la normativa comunitaria en materia de seguridad social asegura una simple
coordinación de estos sistemas.
En otras palabras, todo Estado miembro es libre de decidir quién va a
estar asegurado de acuerdo con su legislación; qué prestaciones están
garantizadas y en qué condiciones; cómo se calculan estas prestaciones
y cuántas cotizaciones deben pagarse. La normativa comunitaria establece normas y principios comunes que tienen que ser observados por
todas las autoridades, instituciones de la Seguridad Social y tribunales
de cada país cuando aplican las leyes nacionales. De este modo, asegura
que la aplicación de las diferentes legislaciones nacionales no afectará
negativamente a las personas que ejercen su derecho a desplazarse y
residir en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo.
En términos sencillos, una persona que ha ejercido su derecho de traslado y estancia no puede encontrarse en desventaja frente a una persona
que siempre ha residido y trabajado en un único Estado miembro. Esto
exige dar solución especialmente a los problemas siguientes:
•
En algunos Estados miembros, la Seguridad Social se basa en la residencia, mientras que en otros sólo están aseguradas las personas
que ejercen una actividad profesional (y sus familiares). Para evitar
una situación en la que los trabajadores migrantes estén asegurados
en dos países o en ninguno, la normativa comunitaria en materia de
seguridad social determina qué legislación nacional se aplica a un
trabajador migrante en cada caso particular.
13
•
De conformidad con la legislación nacional, muchas veces el derecho
a una prestación está condicionado a ciertos períodos de cotización,
empleo o residencia (según el país y el tipo de prestación: 6 meses,
1 año, 5 años, 10 años o hasta 15 años en algunos casos).
Por ejemplo:
¿Qué sucedería con un trabajador migrante que queda inválido y que ha
estado asegurado primero durante 4 años en un Estado miembro en que
hay que acreditar un mínimo de cinco años de seguro para tener derecho a
las prestaciones de invalidez, y luego durante 14 años en un Estado miembro donde se exigen 15 años de cotización? Si no existieran los
Reglamentos, este trabajador, ateniéndonos únicamente a las legislaciones
nacionales, no tendría derecho a prestaciones de invalidez en ninguno de
estos Estados a pesar de que en conjunto habría estado asegurado ¡durante
un total de 18 años!
La normativa comunitaria estipula la llamada «totalización de períodos», que significa que, llegado el caso, los períodos de cotización,
empleo o residencia completados conforme a la legislación de uno de
los Estados miembros se toman en consideración para reconocer el derecho a prestaciones según la legislación de otro Estado miembro.
•
De acuerdo con la ley nacional, en muchos casos las prestaciones se
pagan exclusivamente a personas que residen en el territorio del
Estado en cuestión; en otros casos, el importe de la prestación se
reduce (por ejemplo, el 70 % en vez del 100 %) si una persona establece su residencia en el extranjero. Esto supondría una desventaja
en especial para los trabajadores fronterizos, temporeros y familiares de trabajadores migrantes que residen todavía en el Estado de
origen, así como también para los pensionistas que han estado
empleados en varios Estados miembros o que simplemente deciden
trasladarse a otro país después de alcanzar la edad de jubilación. La
normativa comunitaria en materia de seguridad social aporta soluciones adecuadas a este problema para cada categoría de prestaciones.
•
Siempre que estén implicadas las legislaciones de varios países, será
la normativa comunitaria en materia de seguridad social la que
determinará qué país tiene que pagar las prestaciones.
Este es el papel que desempeña la normativa comunitaria en materia de
seguridad social. No establece nuevos tipos de prestaciones ni suprime
la legislación nacional. Su único objetivo es proteger a los ciudadanos
europeos que trabajan, residen o se encuentran temporalmente en otro
Estado miembro.
14
5.1. ¿En qué país está usted asegurado?
Antes de iniciar una actividad profesional en el extranjero, conviene
que sepa en qué país estará asegurado. En otras palabras, qué legislación nacional en materia de seguridad social le será aplicable. Esto es
muy importante, no sólo para el pago de las cotizaciones a la Seguridad
Social, sino también para su derecho a recibir prestaciones y la adquisición de futuros derechos a pensión.
La normativa comunitaria en materia de seguridad social estipula normas detalladas que determinarán en cada caso concreto qué legislación
nacional corresponde aplicar. Los principios básicos son sencillos y se
explican más adelante:
A)
Usted está sujeto a la legislación de un único
Estado miembro
Este principio se aplica a todos los trabajadores por cuenta ajena y por
cuenta propia amparados por la normativa comunitaria, independientemente del número de países en que se ejerce una actividad profesional:
incluso las personas que están empleadas en 4 o 5 Estados miembros
están sujetas a la legislación de un único Estado.
Sólo hay una pequeña excepción a este principio básico: una persona
que simultáneamente trabaje por cuenta ajena en uno de los Estados
miembros y por cuenta propia en otro, puede —en casos excepcionales— estar asegurada en ambos países.
B)
Usted está asegurado en el país donde ejerce
su actividad profesional
Esto se aplica igualmente a los trabajadores por cuenta ajena y los trabajadores por cuenta propia, incluso en los casos en que residen en el
territorio de otro país o en que sus empresas o patronos se encuentran
en otro Estado miembro.
En otras palabras, si usted deja de trabajar en uno de los Estados miembros para ejercer una actividad profesional en otro Estado miembro,
pasará a estar sujeto a la legislación del «nuevo» país de empleo. Por lo
tanto, dejará de acumular derechos en el «antiguo» país y empezará a
adquirir derechos en el «nuevo» país. No importa si usted establece o no
su residencia en el «nuevo» país de empleo. Incluso como trabajador
fronterizo que sigue siendo residente del «antiguo» país de empleo,
estará asegurado conforme a la legislación del país en el que trabaja.
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C)
Excepción temporal: traslado al extranjero
Puede ocurrir que la empresa para la que usted trabaja en un país decide trasladarle temporalmente a otro país para trabajar en él. Si el período de trabajo en el extranjero no es superior a 12 meses (y no le envían
para sustituir a otro empleado cuyo período de traslado ha finalizado),
no cambiará la legislación aplicable. En otras palabras, seguirá usted
asegurado conforme a la legislación del «antiguo» país incluso mientras
permanece en el «nuevo» país. Esta solución es razonable porque no
sería conveniente cambiar la legislación aplicable para períodos cortos
de empleo en el extranjero.
Antes de trasladarse al país de destino procúrese un formulario E 101,
que certifica que sigue estando usted cubierto por la legislación del
Estado de procedencia. Usted o su empresa pueden obtener el impreso
en el organismo correspondiente del Estado miembro cuya legislación
continúa siendo aplicable.
Si la duración de la estancia en el extranjero se prolonga más allá de
12 meses debido a circunstancias imprevistas, puede solicitar una prórroga del período de traslado de hasta 12 meses más, en cuyo caso el
formulario que debe procurarse es el E 102.
La normativa en materia de traslados no sólo se aplica a los trabajadores
por cuenta ajena, sino también a los trabajadores por cuenta propia
que trabajan temporalmente en otro país.
D)
Categorías especiales de personas
Marineros: Si es marinero y trabaja a bordo de un barco con bandera de
un Estado miembro, estará asegurado en ese Estado, incluso si reside en
otro país.
Trabajadores del transporte internacional (excepto marineros):
Si trabaja para una empresa que presta servicios de transporte internacionales por ferrocarril, carretera, aire o navegación fluvial, está asegurado en el Estado miembro en el que esté radicada su empresa (excepto
si trabaja para una sucursal o agencia de la empresa en otro Estado
miembro o si trabaja principalmente en el país en el que vive).
Funcionarios: Como funcionario (o persona con un trato similar) está
usted asegurado en el país de la administración pública para la que trabaja.
Personas llamadas a filas: Estará usted sujeto a la legislación del país en
cuyas fuerzas armadas está sirviendo. Esto es también válido para las
personas que cumplen el servicio civil.
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Personas contratadas por embajadas o consulados: Por regla general,
estará usted asegurado en el Estado donde trabaja (es decir, el Estado
en el que se halla la embajada o consulado); sin embargo, si es ciudadano del país representado, puede optar por estar asegurado en ese
Estado.
E)
Casos especiales
En algunos casos excepcionales, las normas mencionadas no serán suficientes para determinar en qué país está asegurado un trabajador por cuenta
ajena o por cuenta propia:
Personas que trabajan habitualmente en más de un Estado miembro
Si usted trabaja habitualmente en más de un Estado miembro, está asegurado en el país en que reside si realiza parte de su trabajo en ese país.
Lo mismo es válido para los trabajadores por cuenta propia que trabajan en varios Estados miembros. Si usted no reside en uno de los Estados
en los que ejerce su actividad profesional, entonces estará asegurado en
el Estado miembro en el que reside su patrón o en el que tiene su sede
social la empresa para la que trabaja (si lo hace por cuenta ajena). Si trabaja usted por cuenta propia, estará asegurado en el Estado en el que
realiza la mayor parte de su trabajo como trabajador por cuenta propia.
Personas que trabajan por cuenta ajena en un Estado miembro y por
cuenta propia en otro
Por regla general, está usted asegurado en el país en que trabaja por
cuenta ajena. Sin embargo, como se ha dicho antes, en casos excepcionales puede estar asegurado en ambos Estados; por lo tanto, es mejor
que se ponga en contacto con los organismos de la Seguridad Social de
los Estados miembros en los que trabaja.
5.2. ¿Cuáles son sus derechos y obligaciones
en el país en el que está usted asegurado?
Por lo general, en cuanto a la legislación en materia de seguridad social
del país en el que se está asegurado, tiene los mismos derechos y obligaciones que los ciudadanos de ese país. Esto significa, especialmente, que
su solicitud de prestación no puede ser rechazada por no ser ciudadano
de ese Estado:
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Siempre puede ampararse en el principio de la igualdad de trato
Tal como ha sentenciado el Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas, éste comprende no sólo las formas de discriminación manifiesta «directa», sino también todas las formas de discriminación oculta
(«indirecta»), en que una disposición de la legislación nacional se aplica
por igual a ciudadanos propios y extranjeros pero tiene efectos adversos
en especial para estos últimos.
Por ejemplo:
Un Estado miembro subordina la apertura del derecho a una prestación a la
condición de haber residido en dicho Estado durante un determinado período, condición ésta que se exige a todos los trabajadores. Es flagrante
que los nacionales del Estado en cuestión reciben un trato de favor respecto
a los trabajadores migrantes.
En muchos casos, el principio de igualdad de trato no es suficiente para
proteger a los trabajadores migrantes si ellos o sus familiares residen
fuera del Estado conforme a cuya legislación están asegurados, o si el
trabajador implicado tiene un historial de seguro «discontinuo», formado al amparo de las legislaciones de dos o más Estados. Existen disposiciones especiales para casos como estos, que se tratan en los capítulos
5.3 a 5.9.
De acuerdo con la normativa comunitaria en materia de seguridad
social, usted tiene el mismo derecho que los ciudadanos del Estado en el
que está asegurado a elegir a miembros de los órganos de las instituciones de la Seguridad Social o a participar en su nombramiento. Sin
embargo, si puede usted ser elegido o no para ser miembro de tales
órganos depende de la legislación nacional.
Finalmente, no debe olvidar sus obligaciones conforme a la legislación
del Estado en el que está asegurado. Esto comprende en primer lugar la
obligación de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, pero también
todas las demás obligaciones que puedan tener los ciudadanos de este
país.
5.3. Lo que debe usted saber en caso
de enfermedad o maternidad
La normativa comunitaria en materia de seguridad social contiene un
capítulo detallado sobre las prestaciones por enfermedad y maternidad,
con disposiciones particulares para los asalariados, parados, pensionistas
y familiares que residan o se encuentren en el extranjero. Ofrecen una
protección importante y efectiva no sólo a los trabajadores migrantes y
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sus familiares, sino a todas las personas a las que se aplican dichas disposiciones, en especial a millones de turistas que pasan sus vacaciones en
el extranjero. Las explicaciones siguientes pretenden proporcionarle
una visión general de sus derechos a recibir esas prestaciones así como
también consejos prácticos sobre lo que debe hacer para obtenerlas:
A)
Condiciones requeridas; totalización
Siempre que se requieran ciertas condiciones antes de adquirir el derecho a una prestación, el organismo competente debe tener en cuenta
los períodos de cotización, residencia o empleo completados según las
legislaciones de otros países (totalización). Esto es una garantía de que
usted no perderá su cobertura de seguro de enfermedad si cambia de
empleo y se traslada a otro Estado.
Por ejemplo:
En algunos países, sólo se obtiene el derecho a prestaciones por enfermedad después de seis meses de estar asegurado. La normativa comunitaria
asegura que un trabajador que tuvo que interrumpir su seguro previo cuando se trasladó a ese Estado tendrá derecho a las prestaciones por enfermedad desde el principio del seguro.
Las prestaciones por enfermedad y maternidad son distintas en cada
uno de los Estados en los que se aplica la normativa comunitaria en
materia de seguridad social. Sin embargo, hay dos categorías principales
de prestaciones que existen en todos los países pertenecientes a la
Unión Europea o al Espacio Económico Europeo: prestaciones en metálico y prestaciones en especie.
B)
Prestaciones por enfermedad en metálico
Las prestaciones por enfermedad en metálico son normalmente prestaciones encaminadas a restituir los ingresos (sueldos, salarios) que quedan pendientes debido a la enfermedad. Las prestaciones ofrecidas en
una situación específica (dependencia) se consideran prestaciones por
enfermedad en metálico.
Por norma general, las prestaciones por enfermedad en metálico siempre se pagan de acuerdo con la legislación del país en el que se está asegurado, sin importar en qué país reside o se encuentra el interesado.
Esto se aplica a todas las categorías de personas y a todas las situaciones: trabajadores fronterizos, temporeros, trabajadores trasladados,
pensionistas o familiares. El importe y la duración de la prestación
dependen enteramente de la legislación del Estado en el que se está
asegurado y, por lo general, las pagará directamente la institución a la
que se está afiliado.
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C)
Prestaciones por enfermedad en especie
Las prestaciones por enfermedad en especie comprenden la asistencia
médica y dental, medicinas y hospitalización, así como también los
pagos directos para reembolsar los costes de aquéllas.
Por lo general, se conceden de acuerdo con la legislación del país en el
que usted reside o se encuentra, como si estuviera asegurado en ese
país. Esto podría suponer una ventaja o desventaja con respecto a la
situación basada en la legislación del país en el que se está asegurado
realmente.
La razón de esta norma es fácil de entender: los médicos y organismos
implicados no pueden conocer los detalles de las legislaciones de 18 países distintos: por lo tanto, aplican siempre la legislación de su propio
país, incluso si la persona afectada está asegurada en otro.
En esta guía hemos hablado a menudo, y volveremos a hacerlo, de
«residencia» y de «estancia». Antes de continuar, hay que precisar cuál
es la diferencia entre ambos conceptos:
— la residencia es el lugar donde la persona vive habitualmente;
— la estancia es el lugar donde la persona vive temporalmente.
Sin embargo, el mero hecho de que las prestaciones en especie se concedan de acuerdo con la legislación del Estado de residencia o estancia no
significa que las personas cubiertas por la normativa comunitaria en
materia de seguridad social puedan elegir libremente recibir estas prestaciones en todos los países implicados sin ninguna restricción o limitación. Por lo tanto, es importante conocer las condiciones concretas que
se aplican a las distintas situaciones y categorías de personas para tener
derecho a las prestaciones por enfermedad en especie.
D)
Residencia en el país en el que se está asegurado
Si reside en el país en que está asegurado, no hace falta decir que tiene
derecho a todas las prestaciones en especie estipuladas según la legislación de ese país. Estas prestaciones las concede el organismo del seguro
de enfermedad de su lugar de residencia con arreglo a las mismas condiciones que todas las demás personas aseguradas en ese país.
E)
Residencia fuera del país en el que se está asegurado
Si reside en un país distinto de aquél en el que está asegurado, tiene
derecho a todas las prestaciones en especie concedidas de acuerdo con
la legislación del país donde reside. Las prestaciones las proporciona la
institución del seguro de enfermedad de su lugar de residencia como si
usted estuviera asegurado en ella. Si es usted trabajador fronterizo,
20
sepa que esta categoría de trabajadores tiene también derechos en el
país de trabajo (véase la página 34 de la presente guía).
Esto es aplicable a todas las categorías de personas cubiertas por la normativa comunitaria en materia de seguridad social (trabajadores por
cuenta ajena y por cuenta propia, funcionarios, parados, pensionistas y
familiares de esas personas), sin importar su país de residencia.
Normalmente, el seguro de enfermedad al que está afiliado reembolsa
los gastos al seguro de enfermedad del lugar de residencia.
F)
Estancia temporal fuera del país en el que está
asegurado
Si permanece temporalmente en un país diferente de aquél en el que
está asegurado, tendrá derecho a todas las prestaciones en especie
inmediatamente necesarias. No importa si se encuentra usted en el
extranjero en calidad de turista, si visita a unos parientes o si está de viaje de negocios.
Por «prestaciones inmediatamente necesarias» se entiende todo tratamiento médico urgente necesario a la vista de su estado de salud (accidentes, enfermedad repentina, etc.).
Todos los pensionistas, los trabajadores destinados en el extranjero, los
parados y los estudiantes están en una situación ligeramente «mejor»:
tienen derecho a todas las prestaciones en especie que resulten necesarias durante una estancia temporal en el extranjero.
En otras palabras, siempre recibirá usted el tratamiento que realmente
necesita, incluso tratamientos hospitalarios muy costosos (por ejemplo:
cuidados intensivos después de un ataque cardiaco). Pero atención: si la
finalidad de su viaje es recibir asistencia, se aplican condiciones específicas.
G)
Traslado a otro país para recibir tratamiento
Si se traslada a otro país para seguir allí un tratamiento, los costes
devengados no estarán cubiertos por su seguro de enfermedad a menos
que haya obtenido usted autorización previa. Normalmente, la decisión
en torno a esta autorización incumbe al seguro de enfermedad. Sólo en
casos en los que el tratamiento en cuestión está incluido entre las prestaciones estipuladas por la legislación de su país, pero no disponibles
dentro del plazo normalmente necesario a la vista de su estado de
salud, no puede rechazarse el permiso solicitado. En ese caso el organismo competente debe entregarle el formulario E 112, con lo que tendrá
usted derecho a las prestaciones tal como esté previsto en el país de
acogida. En algunos casos, puede usted pedir también el reembolso en
su país de origen.
21
H)
Consejos prácticos
Residencia fuera del país en el que usted está asegurado
Si reside en un país distinto de aquel en el que usted está asegurado,
debe darse de alta en el seguro de enfermedad de su lugar de residencia. Necesitará los impresos siguientes, facilitados por el seguro de
enfermedad a que está usted afiliado:
— Formulario E 106 para trabajadores por cuenta ajena o por cuenta
propia y los familiares que convivan con ellos en el mismo país.
— Formulario E 109 para los miembros de la familia que vivan en un
país diferente de aquel en el que vive el trabajador por cuenta ajena
o por cuenta propia en cuestión.
— Formulario E 121 para pensionistas o los familiares que vivan con
ellos en el mismo país.
— Formulario E 122 para los miembros de la familia que no vivan en el
mismo país que el titular de la pensión (5).
— Formulario E 127 para pensionistas o titulares de renta y para los
miembros de su familia.
En algunos casos, el impreso se envía directamente al seguro de enfermedad del lugar de residencia: sírvase contactar con la entidad para que
le informen.
Estancia fuera del país en el que usted está asegurado
Antes de dejar el país en el que usted está asegurado, conviene que
recoja los impresos que precisará para recibir el tratamiento inmediatamente necesario. De lo contrario, tendrá que pagar el tratamiento,
cuyos gastos le serán reembolsados después de regresar al país en el que
está asegurado. Necesita los impresos siguientes:
— Formulario E 111 para trabajadores por cuenta ajena y por cuenta
propia (también para trabajadores trasladados durante el período
de traslado), pensionistas y sus familiares.
— Formulario E 110 o E 111 para trabajadores del transporte internacional y personas que suelen trabajar en más de un Estado.
— Formulario E 119 para personas en paro que buscan trabajo en otro
país.
— Formulario E 128 para trabajadores por cuenta ajena y por cuenta
propia desplazados, para los miembros de su familia y para los estudiantes que se encuentran temporalmente en otro Estado miembro.
(5) Aplicable hasta el 31.12.2001 y solamente en las relaciones con Francia.
22
Nota: Las explicaciones dadas en este capítulo son aplicables igualmente
a las prestaciones por maternidad en metálico o en especie.
5.4. Accidentes laborales y enfermedades
profesionales
La normativa comunitaria relativa a las prestaciones derivadas de accidentes laborales o enfermedades profesionales es relativamente sencilla
y fácil de entender. Puede compararse de muchas maneras con las disposiciones aplicables a las prestaciones por enfermedad:
A)
Prestaciones en especie
Si usted sufre un accidente laboral o una enfermedad profesional, tiene
derecho en todos los casos a prestaciones en especie de acuerdo con la
legislación de su país de residencia.
Si reside en un país distinto a aquel en el que está asegurado, el organismo del Estado de residencia le proporcionará prestaciones en especie
según la legislación de ese país y reclamará el reembolso de los gastos
de todas las prestaciones que le proporcione al país en que está asegurado. Como en el caso de las prestaciones por enfermedad, esta solución
se justifica porque los médicos del país en el que reside probablemente
no pueden conocer los detalles de cada una de las 18 legislaciones diferentes a cuyo amparo podría usted estar asegurado.
B)
Prestaciones en metálico
Las prestaciones en metálico se pagan siempre de acuerdo con la legislación del Estado en el que estaba asegurado en el momento en que se
produjo el accidente laboral o la enfermedad profesional, independientemente de dónde reside o se encuentra usted.
Normalmente, las paga directamente la institución de ese Estado; sin
embargo, se puede acordar con las instituciones del país de residencia o
estancia que éstas paguen la prestación en metálico (esto no cambia de
ninguna forma el importe de la prestación).
Si el cálculo de las prestaciones en metálico se basa en la renta media,
sólo se tendrá en cuenta la renta desembolsada desde que pasó a estar
asegurado según la legislación del Estado que paga su prestación. Lo
mismo es válido si el cálculo se basa en la renta estándar.
23
Si el importe de las prestaciones en metálico depende del número de
miembros de su familia, también se tendrán en cuenta a los familiares
residentes en otro Estado miembro.
C)
Accidentes de viaje
Si sufre un accidente mientras viaja y éste se produce fuera del territorio
del Estado en el que está asegurado, conserva usted su cobertura contra
el riesgo de accidente.
5.5. Invalidez
Los regímenes de invalidez de los 18 países pertenecientes a la Unión
Europea y al Espacio Económico Europeo son muy distintos. Sin embargo, pueden diferenciarse dos tipos principales:
— En muchos países, las pensiones de invalidez se calculan de forma
similar a las pensiones de vejez, es decir, el importe de la pensión
depende de la duración de los períodos de cotización: cuanto más
tiempo haya estado asegurado antes de quedar inválido, mayor será
su pensión.
Según estos regímenes, normalmente no se requiere que esté realmente asegurado en el momento en que se produjo la invalidez. En
otras palabras, una persona que ya ha dejado de trabajar un par de
años antes de convertirse en inválido tendrá, no obstante, derecho a
una pensión de invalidez en base a sus períodos de seguro anteriores.
— En otros países, el importe de la pensión de invalidez es independiente de la duración de los períodos de cotización. Esto significa
que tendrá usted derecho a la misma pensión sin tener en cuenta si
estaba asegurado 5, 10 o 20 años antes de producirse la invalidez.
Sin embargo, según estos regímenes, el derecho a pensión depende
de la existencia de un seguro en el momento en el que se produjo la
invalidez; si ha dejado de trabajar, aunque sea por poco tiempo,
antes de ese momento, ¡no tendrá derecho a pensión de invalidez!
Esta diferencia entre los regímenes nacionales del seguro de invalidez
dificulta la coordinación europea en esta materia y hace que no siempre
se entienda fácilmente. Pero, como sucede con otras categorías de prestaciones, el objetivo de la normativa comunitaria es sencillo: cuando un
trabajador migrante queda inválido no puede estar en desventaja frente a una persona que siempre ha vivido y trabajado en un único país.
24
Las explicaciones siguientes cubren los problemas más frecuentes con
los que podría encontrarse un trabajador migrante al quedar inválido.
A)
Normas generales
•
Totalización: el organismo del Estado en que usted solicita una pensión tiene en cuenta los períodos de cotización o residencia que ha
completado conforme a la legislación de cualquier otro Estado
miembro si es necesario para tener derecho a prestación.
•
Residencia o estancia en el extranjero: si tiene derecho a una pensión
de invalidez, se le pagará sin tener en cuenta dónde reside o se
encuentra dentro de la Unión Europea o del Espacio Económico
Europeo.
•
Exploraciones médicas: si tiene derecho a una pensión de invalidez
de un Estado y reside o se encuentra en otro Estado, el organismo
de su lugar de residencia o estancia realizará normalmente los controles administrativos y exámenes médicos necesarios. Sin embargo,
puede que le exijan regresar para tal examen al país que paga su
pensión, si ello es compatible con su estado de salud.
B)
Personas que han estado aseguradas en un solo país
Si usted ha estado asegurado en un solo país, el importe de su pensión
de invalidez se calculará de acuerdo con la legislación de ese país; tiene
derecho al mismo trato que los ciudadanos de ese país.
C)
Personas que han estado aseguradas en más de un país
Si usted ha estado asegurado en varios países antes de producirse la
invalidez, hay varias posibilidades diferentes:
•
Usted ha estado asegurado exclusivamente en países en los que el
importe de la pensión depende de la duración de los períodos de
cotización: En ese caso obtendrá pensiones separadas de cada uno
de esos Estados. El importe de cada pensión corresponderá a los
períodos de cotización completados en los países respectivos. Para
más detalles sobre el método de cálculo, véase el capítulo 5.6.
25
•
Usted ha estado asegurado exclusivamente en países en los que el
importe de la pensión es independiente de la duración de los períodos de cotización: Obtendrá una pensión del Estado en el que estaba asegurado en el momento en que se produjo la invalidez.
Siempre tendrá derecho al importe íntegro de esa pensión, incluso
en el caso de haber estado asegurado en ese país durante poco
tiempo (un año, por ejemplo). En cambio, no tendrá usted derecho a
percibir pensiones de los demás Estados en que estuvo asegurado
anteriormente. En la práctica, ello significa que:
— si usted estuvo asegurado primero en un país en el que las pensiones de invalidez son relativamente «bajas» y luego en un país
con pensiones de invalidez «altas», obtendrá el importe íntegro
de la pensión «alta», incluso si estuvo asegurado diez veces más
tiempo en el primer Estado.
— si usted estuvo asegurado primero en un país en el que las pensiones de invalidez son «altas» y luego en un país con pensiones
de invalidez «bajas», obtendrá sólo la pensión «baja» del Estado
en el que estaba asegurado cuando se produjo la invalidez.
Esto refleja verdaderamente la filosofía de los regímenes de riesgos
en los que el importe de la pensión no depende de la duración de
los períodos de cotización: lo importante es el seguro efectivo en el
momento en el que se ha quedado inválido.
•
Usted ha estado asegurado primero en un país en el que el importe
de la pensión de invalidez depende de la duración de los períodos
de cotización y luego en un país en el que no importa la duración:
Entonces obtendrá dos pensiones, una del primer Estado, correspondiente a los períodos de cotización completados según su legislación, y una pensión del Estado en el que estaba asegurado cuando
se convirtió en inválido.
Normalmente, este último Estado estaría obligado a pagarle una
pensión íntegra; sin embargo, en muchos casos sólo le desembolsará
una pensión reducida porque el Estado en el que estaba usted asegurado cuando se convirtió en inválido tiene en cuenta la pensión
que recibe del primer Estado. Usted puede tener la impresión de
que está perdiendo derechos de pensión por los que ha trabajado y
pagado, pero esta impresión es errónea. Si siempre hubiera estado
asegurado en uno de los dos Estados en cuestión (no importa cuál),
nunca podría haber recibido una pensión más alta que aquella a la
que ahora tiene derecho: no está en una posición ni mejor ni peor
que una persona que ha trabajado durante toda su carrera profesional en un único país.
26
•
Usted ha estado asegurado primero en un país en el que el importe
de la pensión es independiente de la duración de los períodos de
cotización y luego en un país en el que la pensión depende de estos
períodos:
Obtendrá dos pensiones separadas, cada una correspondiente a la
duración de los períodos de cotización en los respectivos países.
D)
Un problema que persiste: decisión sobre el grado
de invalidez
La determinación del grado de invalidez puede ser un problema para
las personas que han estado aseguradas en más de un país. Estas decisiones las toman los organismos nacionales de cada Estado en el que
una persona ha estado asegurada, de acuerdo con su legislación nacional. Sólo en unos pocos casos especiales la decisión de uno de los organismos es vinculante para los organismos de todos los demás Estados
implicados.
El hecho de que los criterios para determinar el grado de invalidez establecidos en las legislaciones nacionales sean muy diferentes puede tener
potencialmente graves consecuencias, porque en la mayoría de los casos
el importe de la pensión depende del grado de invalidez.
Por ejemplo:
Una persona ha estado asegurada durante 20 años en el Estado A, luego 5
años en el Estado B y finalmente 2 años en el Estado C. En los tres Estados, el
importe de la pensión de invalidez depende de la duración de los períodos
de cotización. Deja de trabajar en el Estado C porque allí se consideró que
padecía una invalidez del 100 %. Sin embargo, esto sólo le da derecho a
una pequeña pensión del Estado C, porque en él ha estado asegurado
durante sólo 2 años. También obtendrá una pequeña pensión del Estado B,
en el que ha estado asegurado durante 5 años y en el que se considera que
padece una invalidez del 70 %. En el Estado A, en el que ha estado asegurado durante la mayor parte de su carrera profesional (20 años), no obtendrá
ninguna pensión: según la legislación de ese Estado, no se le considera un
inválido en absoluto.
En este ejemplo, la persona interesada estará en una posición mucho mejor
si el importe de la pensión de invalidez en el Estado C es independiente de
la duración de los períodos de cotización; obtendrá entonces una pensión
íntegra del Estado C, de manera que no importa si se le considera o no un
inválido según la legislación de los Estados A y B.
Las situaciones arriba descritas se derivan del hecho de que la normativa
comunitaria no armoniza, sino que sólo coordina los sistemas de
Seguridad Social. Sin embargo, sería de interés para todos los trabajadores migrantes si pudiera hacerse algún progreso en el reconocimiento
mutuo de las decisiones sobre el grado de invalidez.
27
5.6. ¿Quién paga mi pensión de vejez?
Las pensiones de vejez son una de las prestaciones de la Seguridad
Social más importantes. Por lo tanto, es natural que las personas que
planean emprender una actividad profesional en el extranjero quieran
tener una idea clara de las consecuencias de ello para sus futuros derechos de pensión antes de tomar una decisión concreta. En especial,
quieren saber:
— ¿qué pasará con las cotizaciones pagadas hasta ahora?,
— ¿qué Estado pagará su pensión?,
— ¿se pagará en toda Europa sin reducción o suspensión?
Sólo si pueden estar seguros de que la normativa comunitaria en materia de seguridad social da respuestas satisfactorias a estas preguntas
estarán dispuestos a ejercer su derecho a la libre circulación en Europa.
Los principios que se aplican a una persona que deja de trabajar en un
país y continúa sus actividades en otro son los siguientes:
— En cada país en el que una persona ha estado asegurada se conserva su
historial de cotizaciones hasta que alcanza la edad de jubilación; en
otras palabras, las cotizaciones que ha pagado no se transfieren a otro
país ni se pagan a la persona si la persona interesada ya no está asegurada en ese país.
— Cada país en el que una persona ha estado asegurada durante al
menos un año tendrá que pagar una pensión de vejez cuando la
persona interesada alcance la edad de jubilación: por ejemplo, si
usted ha trabajado en 3 países, obtendrá 3 pensiones de vejez separadas una vez alcance la edad de jubilación.
— Esta pensión se calculará de acuerdo con su historial de afiliación en
ese país; si ha estado usted asegurado allí durante un largo período
de tiempo, obtendrá una pensión relativamente «alta»; si, por el
contrario, ha estado asegurado durante poco tiempo, su pensión
será relativamente «baja».
Pero ¿qué sucede si ha estado asegurado en un país menos de un año?,
¿se perderán sus cotizaciones en dicho país?
Por ejemplo:
Usted ha estado asegurado diez meses en Bélgica, nueve meses en
Alemania, quince años en Francia y concluye su carrera de trabajador en
Italia, donde puede justificar siete años de cotizaciones.
¡No tema! Sus meses de cotización en Bélgica y Alemania no se habrán perdido. Italia, como país de su último empleo, será la que asuma los diez
meses belgas y los nueve alemanes.
28
Estas soluciones son una garantía de que nadie estará en desventaja por
haber trabajado en varios países: no se perderá ninguna cotización, se
respetan los derechos adquiridos y cada país pagará una pensión correspondiente a los períodos de cotización completados en él. El resultado
favorece a los trabajadores migrantes, pero también es equilibrado y va
en interés de los Estados miembros, porque cada país no paga ni más ni
menos que la pensión que se ha «ganado» el trabajador mediante sus
cotizaciones. Los ejemplos siguientes ilustran cómo funcionan en la
práctica el cálculo y el pago de las pensiones.
A)
Normas generales
Condiciones requeridas; totalización: Si el período durante el cual ha
estado asegurado en un país no es suficientemente largo para tener
derecho a pensión en ese país, se tendrá en cuenta cualquier período de
cotización que haya completado en otros países.
Residencia o estancia en el extranjero: La pensión de vejez se le pagará
sin importar dónde esté o resida dentro de la Unión Europea o del
Espacio Económico Europeo, sin ninguna reducción, modificación o suspensión. Esto es aplicable no sólo a los ex «trabajadores migrantes»,
sino también a todos los pensionistas residentes en otro Estado.
Atención:
Este principio no es aplicable a algunas prestaciones especiales no
contributivas que, en la mayoría de los casos se conceden después
de averiguar los recursos económicos del solicitante (es decir, se
pagan a personas que perciben una pensión inferior a un cierto
nivel mínimo). Estas prestaciones sólo se pagan mientras el interesado resida en el país en cuestión, por ejemplo, los ingresos
garantizados a las personas de edad avanzada en Bélgica, el subsidio suplementario del Fondo Nacional de Solidaridad en Francia
o las pensiones no contributivas de vejez en Irlanda o Portugal.
En otras palabras, el pago de estas prestaciones se suspenderá si traslada su residencia a otro Estado. Será éste el que tendrá que abonarle la
prestación correspondiente, aunque nunca haya trabajado en él.
29
Por ejemplo:
Usted reside en Portugal, donde percibe una pensión no contributiva de
vejez. A los 65 años decide irse a vivir a Francia. ¿Qué sucede?
Portugal suspenderá el pago de su pensión no contributiva de vejez, pero
Francia deberá concederle el subsidio suplementario del Fondo Nacional de
Solidaridad.
B)
Usted ha estado asegurado en un único país
En este caso, el importe de su pensión se calculará de acuerdo con la
legislación de ese país, exactamente de la misma forma que para sus
propios ciudadanos. No importa si reside o no en ese país cuando llegue
a la edad de jubilación.
C)
Usted ha estado asegurado en más de un país
Obtendrá una pensión de cada Estado en el que ha estado asegurado
durante al menos un año. Estas pensiones corresponderán a los períodos de cotización completados en cada uno de los Estados implicados.
Por ejemplo:
Usted ha estado asegurado
— durante 10 años en el Estado miembro A,
— durante 25 años en el Estado miembro B y
— durante 5 años en el Estado miembro C.
Esto significa que ha estado asegurado durante 40 años en total antes de
alcanzar la edad de jubilación.
El Estado miembro A calculará el importe de la pensión a la que tendría
usted derecho después de 40 años de cotización en ese Estado. Entonces
pagará el importe proporcional correspondiente a sus períodos de cotización efectivos, es decir, 10/40 (o 1/4) de ese importe.
De forma similar, el Estado miembro B le pagará 25/40 (o 5/8) del importe al
que tendría usted derecho en ese Estado después de 40 años de cotización.
Finalmente, el Estado miembro C le pagará 5/40 (o 1/8) del importe al que
tendría derecho en el estado C después de 40 años de cotización.
D)
Problemas prácticos
Edad de jubilación: Como ya se ha dicho, los sistemas de Seguridad
Social de los Estados miembros no están armonizados. Por lo tanto, no
es sorprendente que la edad de jubilación varíe de un país a otro. Por
ejemplo, en algunos Estados se percibe la pensión a partir de los 60
años, en otros a los 65 y en algunos a los 67.
30
Por ejemplo:
Una persona ha estado asegurada primero durante 35 años en el Estado A,
donde la edad de jubilación es de 67 años, y luego durante 10 años en el
Estado B, donde la edad de jubilación es de 60 años. A la edad de 60 años,
esta persona tendrá que dejar de trabajar en el Estado B y tendrá derecho a
una pequeña pensión de este Estado, correspondiente a la duración de los
períodos de cotización completados en el mismo (10/45). Luego tiene que
esperar 7 años más antes de tener derecho a la pensión relativamente alta
del Estado A (35/45). En algunos casos, la pensión obtenida del Estado B es
tan baja que la persona interesada tiene que recurrir a la asistencia social.
Para evitar esta situación indeseable, conviene que se informe de la
edad de jubilación establecida en el país en que desea usted continuar
sus actividades profesionales antes de trasladarse allí.
Tipos de cambio: Si percibe una pensión de otro país, normalmente tiene que ser convertida a la moneda de su país de residencia.
En el pasado esta conversión se realizaba con tipos de cambio que variaban frecuentemente, lo que podía jugar a su favor o en su contra, en
función de la divisa de que se tratara. Con el euro los tipos de cambio se
fijan permanentemente cuatro veces al año, lo cual ha permitido resolver el problema.
Sin embargo, la cuestión de las fluctuaciones todavía puede plantearse
con las pensiones procedentes de Dinamarca, Grecia, Reino Unido,
Suecia, Islandia, Liechtenstein y Noruega.
Gastos postales y bancarios: Si su pensión se le paga desde otro país,
puede que le deduzcan gastos postales y bancarios. En casos excepcionales, en los que el importe de la pensión es muy pequeño (por ejemplo, una pensión correspondiente a un año de cotización en el extranjero), la deducción de estos gastos puede representar una merma considerable de su pensión.
5.7. Prestaciones de supervivencia
e indemnizaciones por fallecimiento
A)
Pensiones de viudedad
En general, se aplican las mismas normas a las pensiones para cónyuges
supervivientes que a las pensiones de invalidez y vejez (véase el capítulo
5.6):
— Las pensiones son pagaderas sin ninguna reducción, modificación o
suspensión, independientemente del lugar de residencia del cónyuge superviviente dentro de la Unión Europea o del Espacio
Económico Europeo.
31
— Si el difunto era un trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia
en el momento de fallecer, la pensión del cónyuge superviviente se
calculará de acuerdo con los mismos principios que se habrían aplicado a la propia persona asegurada.
— Si el difunto ya era un pensionista, la pensión del cónyuge superviviente se calculará de acuerdo con la legislación nacional pertinente.
Si el pensionista percibía pensiones de dos o más países, su cónyuge
pasará también a tener derecho a las pensiones de viudedad de
dichos países (que normalmente serán inferiores a la pensión de
vejez del difunto).
Tenga en cuenta que según la legislación de algunos Estados miembros
con seguro de pensión basado en la residencia (por ejemplo, los Países
Bajos), no se concede ninguna pensión de supervivientes a personas que
han alcanzado la edad de jubilación: se supone que estas personas han
adquirido derecho a su propia pensión durante su residencia en el país
en cuestión.
B)
Prestaciones de orfandad
Si es usted huérfano de una persona que estaba asegurada según la
legislación de un único país, tendrá derecho a las prestaciones de orfandad de acuerdo con la legislación de dicho país, sin importar dónde reside dentro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo.
Si es usted huérfano de una persona que estaba asegurada según la
legislación de dos o más Estados miembros, tendrá derecho, generalmente, a una prorrata concedida según la legislación de esos Estados.
Sin embargo, dado que el procedimiento para determinar el importe de
la prestación a la que tiene usted derecho es bastante complicado, le
recomendamos encarecidamente que se ponga en contacto con los
organismos de la Seguridad Social nacionales para obtener información
y ayuda.
C)
Indemnizaciones por fallecimiento
Igual que con todas las demás categorías de prestaciones, los organismos nacionales de un Estado miembro han de tener en cuenta los períodos de seguro o residencia completados según la legislación de cualquier otro Estado miembro, si ello es necesario para tener derecho a
indemnización por fallecimiento.
32
Evidentemente, las indemnizaciones por fallecimiento serán abonadas
por la institución competente del Estado en que la persona fallecida
estaba asegurada, independientemente del Estado miembro en que
residen las personas con derecho a indemnización.
5.8. ¿Qué hacer si se está en paro?
En estos tiempos de tasas de desempleo elevadas, la normativa comunitaria en materia de seguro de desempleo cobra especial importancia. En
comparación con las disposiciones aplicables a otras categorías de prestaciones, es relativamente restrictiva y menos generosa. Por ello, conviene que lea usted atentamente las explicaciones siguientes pues, de lo
contrario, podría encontrarse con problemas o, incluso, perder su derecho a prestaciones por desempleo.
A)
Normas básicas
Condiciones requeridas; totalización: si se queda usted sin empleo, el
organismo del país en el que usted reclama la prestación por desempleo
está obligado a tener en cuenta los períodos de seguro o empleo completados en cualquier otro Estado miembro, si ello es necesario para
reconocerle el derecho a prestación por desempleo en ese Estado.
Atención:
A diferencia de otras prestaciones, esto sólo se aplica si usted ha
completado dichos períodos en el país en que reclama las prestaciones inmediatamente antes de perder el empleo. En otras palabras, no es posible reclamar prestaciones por desempleo en un
país en el que no se estaba asegurado inmediatamente antes de
quedar en paro, salvo en el caso de los trabajadores transfronterizos, a los que se aplican normas específicas.
Si usted está asegurado en el país en el que reside (porque trabaja allí),
tiene derecho a prestaciones por desempleo de acuerdo con su legislación y bajo las mismas condiciones que los ciudadanos de ese Estado.
Si algunos miembros de su familia residen en otro Estado miembro, y el
importe de su prestación por desempleo aumenta de acuerdo con el
número de familiares, se tendrán en cuenta como si estuvieran residiendo en el país que paga su prestación.
33
Si el cálculo de su prestación por desempleo se basa en el importe de su
salario previo, sólo se tienen en cuenta los salarios que recibió en el
Estado en el que estuvo empleado en último lugar (siempre que lleve
empleado allí durante al menos 4 semanas; de lo contrario, el cálculo se
basará en el salario normal correspondiente al empleo en cuestión).
B)
Normas particulares para trabajadores fronterizos
Si usted es trabajador fronterizo (véase el capítulo 6.1) y está parcial o
intermitentemente en paro (trabajo a jornada reducida), percibirá las
prestaciones previstas en la legislación del Estado en que está usted asegurado como si residiera allí.
Sin embargo, si usted está en paro total sólo percibirá prestaciones de
acuerdo con la legislación del país en que reside, como si hubiera estado
asegurado en ese país durante su último empleo. En otras palabras,
aunque usted no haya pagado ninguna cotización al organismo del país
de residencia, tiene que registrarse en los servicios de empleo de ese
país y recibirá su prestación allí.
Esta norma se estableció porque se supone que los trabajadores fronterizos mantienen lazos especialmente estrechos con su país de residencia
y es mucho más probable que encuentren un nuevo trabajo en el mismo. Por lo tanto, si puede probar que mantiene de hecho lazos más
estrechos con el país en el que tuvo su último empleo (por ejemplo, si se
trasladó a otro Estado miembro pero continuó trabajando en su Estado
de origen), puede también reclamar prestaciones por desempleo en el
país de su último empleo.
Si, de acuerdo con la legislación del país en que reside, el cálculo del
importe de su prestación por desempleo se basa en su salario previo, se
tendrá en cuenta el salario que percibió en el país donde estuvo trabajando como trabajador fronterizo.
C)
Personas que buscan trabajo en otro país
Podría ocurrir que usted quisiera buscar trabajo en un país distinto a
aquel en el que estuvo trabajando por última vez. Entonces la cuestión
es si conservará usted el derecho a prestaciones por desempleo, bajo
qué condiciones y durante cuánto tiempo.
A diferencia de otras prestaciones (jubilación, invalidez, pensiones de
supervivencia, por ejemplo), las prestaciones por desempleo no se
pagan sin tener en cuenta el país en el que reside o se encuentra el interesado. Sólo se pagan mientras usted está buscando trabajo en otro
34
Estado, bajo condiciones restrictivas y durante un período de tiempo
limitado:
•
Tiene usted que haber permanecido a disposición de los servicios de
desempleo del Estado que paga su prestación por desempleo durante al menos 4 semanas después de quedarse sin empleo. Sin embargo, el servicio de desempleo pertinente puede acortar este período.
La idea subyacente es que usted debe agotar todas las posibilidades
de encontrar un nuevo trabajo en el mismo país antes de hacer
extensiva la búsqueda de empleo a otros países.
•
En el plazo de 7 días después de partir, debe usted inscribirse en los
servicios de desempleo del país en el que está buscando trabajo.
•
Tiene usted que cumplir los procedimientos de control establecidos
por los servicios de desempleo de ese país.
•
Entonces mantendrá su prestación por desempleo durante un período máximo de tres meses.
•
Si no encuentra usted un nuevo trabajo dentro de este plazo, sólo
continuará percibiendo prestaciones por desempleo en el país en el
que estuvo trabajando por última vez si regresa antes del final del
período de tres meses. Si regresa usted después de los tres meses, sin
permiso explícito de los servicios de desempleo de ese país, perderá
todo derecho a prestación.
•
Sólo tiene derecho al pago de tres meses una vez entre dos períodos
de empleo.
Atención:
Muchas personas sin empleo pierden su derecho a prestación porque no están familiarizadas con las condiciones arriba señaladas.
Abandonan el país en que estuvieron trabajando por última vez
sin haberse inscrito en su oficina de empleo; se inscriben demasiado tarde en los servicios de empleo del Estado en el que están buscando trabajo o regresan después de expirar el período de tres
meses.
Por lo tanto, conviene que se ponga en contacto con los servicios
de empleo del Estado que paga su prestación por desempleo
antes de abandonar el país. Esta institución le facilitará el formulario E 303, que debe presentar usted en los servicios del país en
el que está buscando trabajo para poder percibir su prestación
dentro de un plazo razonable.
35
5.9. ¿Qué pasa con los subsidios familiares?
Los subsidios familiares existen en todos los Estados miembros, pero sus
características e importes varían notablemente de un país a otro. Por lo
tanto, es importante para usted saber en qué país puede obtener estas
prestaciones y cuáles son las condiciones para tener derecho a las mismas.
Del mismo modo que para tener derecho a otras prestaciones, el Estado
que tenga que pagar su subsidio familiar está obligado a tener en cuenta períodos de seguro o empleo completados en cualquier otro Estado
miembro, si ello es necesario para cubrir los períodos de espera preceptivos para tener derecho a la prestación en cuestión.
Si los miembros de la familia residen en el mismo país según cuya legislación está usted asegurado como trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia, el pago de los subsidios familiares corresponderá en todos los
casos a ese país. Usted tiene derecho a exactamente la misma cantidad
de prestaciones que los ciudadanos de ese país.
Si los miembros de su familia no residen en el país en el que está usted
asegurado, se aplica lo siguiente:
Si en tal caso le asiste el derecho a percibir subsidios familiares de varios
países, su familia obtendrá, por lo general, el importe más alto de prestación que se otorga de acuerdo con la legislación de uno de esos
Estados. En otras palabras, se trata a su familia como si todas las personas interesadas residieran y estuvieran aseguradas en el país que tiene
la legislación más favorable.
Si el principio básico está claro, su aplicación en la práctica depende de
las circunstancias del caso concreto: no dude en ponerse en contacto con
el organismo competente de su país para más información.
Las personas en paro que perciben una prestación por desempleo según
la legislación de un Estado miembro tienen derecho a subsidios familiares de acuerdo con la legislación de ese Estado, incluso a favor de los
familiares residentes en otro Estado miembro.
Los pensionistas reciben normalmente subsidios familiares del Estado
que paga su pensión. En caso de que se sea titular de varias pensiones, se
aplican normas específicas.
36
6. En pocas palabras.
Derechos que asisten al:
6.1. Trabajador fronterizo
Un trabajador fronterizo es un trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia que ejerce su profesión en un Estado miembro distinto de
aquel en el que reside y al que regresa al menos una vez por semana.
Como trabajador fronterizo, usted está amparado por la normativa
europea en materia de seguridad social de la misma forma que todas las
demás categorías de personas a las que son aplicables estas disposiciones.
Por ejemplo,
— usted está asegurado en el país en el que trabaja;
— tiene derecho a subsidios familiares incluso para los miembros de su
familia que residen en otro país;
— recibirá una pensión separada de cada país en el que estuvo asegurado durante al menos un año.
Sin embargo, existen algunas normas especiales en relación con las prestaciones por enfermedad y las prestaciones por desempleo:
•
En cuanto a las prestaciones en especie, en caso de enfermedad y de
accidente de trabajo, tiene usted un derecho de opción si es un trabajador fronterizo: puede obtener estas prestaciones bien en el país
en el que reside, bien en el país en el que trabaja. En muchos casos,
le será más práctico recibir las prestaciones por enfermedad en especie en el país donde trabaja y donde pasa gran parte del tiempo. Sin
embargo, cuando pase a ser pensionista perderá el status de «trabajador fronterizo» y por consiguiente ya no tendrá derecho a prestaciones por enfermedad en especie en el país en el que había trabajado anteriormente.
Atención:
Los familiares de los trabajadores fronterizos sólo disfrutan del
mismo derecho de opción en unos cuantos países. Acuda a su
seguro de enfermedad para más información.
37
•
En cuanto a las prestaciones por desempleo, tiene usted derecho a
prestación —si está en paro total— exclusivamente en el país en el
que reside, a no ser que pueda probar que mantiene lazos más
estrechos con el país en el que estuvo empleado por última vez (el
cálculo del importe de la prestación se describe en el capítulo 5.8).
6.2. Temporero
Un temporero es una persona que durante un período que no puede
exceder de ningún modo de los ocho meses realiza un trabajo de naturaleza temporal en un país distinto a aquel en el que reside.
Como temporero, la normativa comunitaria en materia de seguridad
social supone para usted los mismos derechos y obligaciones que para
todas las demás categorías de trabajadores. En especial, usted está asegurado en el país en el que trabaja durante la temporada en cuestión.
Sólo existen normas especiales con respecto a las prestaciones por
desempleo:
— Como temporero que está en paro total, tiene usted derecho de
opción: puede obtener las prestaciones por desempleo bien en el
país en el que ha trabajado de temporero, bien en el país donde
reside.
— Un temporero que está en paro total y que percibe prestaciones por
desempleo en el país en el que ha trabajado temporalmente, puede
—según las mismas condiciones que otras personas en paro (véase el
capítulo 5.8)— ir a otro país para buscar empleo. Sin embargo, en
tales casos el período de 3 meses de conservación del derecho a
prestación está limitado al período restante hasta el final de la temporada para la que había sido contratado.
6.3. Trabajador desplazado
Un trabajador desplazado es una persona que trabaja habitualmente en
un país pero que es destinado temporalmente a otro país para trabajar
allí para su empresa. El período máximo de traslado es de 12 meses; en
casos excepcionales puede ampliarse hasta 24 meses.
Como trabajador desplazado, usted sigue pues asegurado en el país en
el que normalmente trabaja, lo cual significa que continúa pagando las
cotizaciones a la Seguridad Social de ese país.
38
Tiene derecho a todas las prestaciones de asistencia sanitaria inmediatamente necesarias en el país al que ha sido destinado con independencia
de que haya o no haya trasladado su residencia.
Tiene derecho a subsidios familiares del país en el que permanece asegurado, independientemente del país en que residen los miembros de
su familia.
En caso de desempleo, tiene derecho a prestaciones por desempleo en
el país en que normalmente trabaja. Sin embargo, si traslada su residencia al país al que ha sido destinado, también podría tener derecho a las
prestaciones por desempleo en dicho país.
Antes de abandonar el país en el que trabaja normalmente, debe solicitar los impresos E 101 y E 106. Necesita estos formularios para probar
que ha sido trasladado y para acreditar su derecho a prestaciones por
enfermedad en especie.
6.4. Pensionista
Como pensionista (es decir, beneficiario de una pensión de vejez, invalidez o supervivencia), la normativa comunitaria en materia de seguridad
social le ofrece amplia protección.
Atención:
Esto es aplicable no sólo a los antiguos trabajadores migrantes,
sino a todos los ciudadanos de un Estado miembro que tienen
derecho a pensión al amparo de un régimen legal de pensiones.
Por lo tanto, incluso si usted nunca abandonó su país durante su
carrera profesional, puede acogerse a la normativa comunitaria si
es pensionista y reside o se encuentra en otro país.
En pocas palabras, éstos son sus derechos:
A)
Pensiones
Tiene usted derecho a una pensión separada de cada país en el que ha
estado asegurado durante al menos un año, siempre que cumpla las
condiciones establecidas en la legislación nacional (por ejemplo, edad
de jubilación, condiciones requeridas). Si es necesario, se sumarán los
períodos de seguro completados en diferentes países.
39
Su pensión será pagadera independientemente de dónde resida dentro
de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo, sin reducción,
modificación o suspensión alguna. Sin embargo, éste no es el caso de
algunos complementos de pensiones o pensiones otorgadas a la luz de
los recursos económicos del solicitante (véase el capítulo 5.6).
B)
Prestaciones por enfermedad
Tiene usted derecho a todas las prestaciones por enfermedad en especie
en el país en el que reside, aunque nunca haya estado asegurado en ese
país. La única condición es que si residiera en uno de los países de los
que recibe una pensión, tenga usted derecho a las prestaciones por
enfermedad previstas en su legislación y según sus condiciones.
Durante una estancia temporal en otro país, tiene usted derecho a
todas las prestaciones en especie que resulten necesarias en el transcurso de dicha estancia.
C)
Subsidios familiares
Tiene usted derecho a subsidios familiares para los miembros de su
familia, sin importar dónde residan usted o los miembros de su familia
dentro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo. Estas
prestaciones las paga la institución del país del que percibe usted su
pensión. Si tiene derecho a varias pensiones de diferentes países, puede
llegar a obtener el importe más alto de la prestación estipulada según la
legislación de uno de esos Estados (véase también el capítulo 5.9).
6.5. Estudiante
Un número cada vez más alto de jóvenes opta por cursar parte o la totalidad de sus estudios en otro país. Entre los problemas con los que suelen encontrarse (además de los problemas lingüísticos, reconocimiento
de títulos, alojamiento, etc.), el acceso a las prestaciones de asistencia
sanitaria y enfermedad no es ciertamente el menos importante. La normativa comunitaria en materia de seguridad social ofrece soluciones
prácticas, sobre todo tras su ampliación —siquiera parcial— a esta categoría de personas:
— Los estudiantes que residen en el Estado en que cursan los estudios
y que están asegurados en su país de origen tienen derecho a todas
las prestaciones en especie previstas en la legislación de ese país.
Para ello, necesitan el formulario E 109, que les será facilitado por la
institución a la que ellos o sus padres estén afiliados.
40
— Los estudiantes que se encuentren temporalmente en el Estado en
el que se cursan sus estudios tienen derecho a las prestaciones en
especie de asistencia sanitaria.
A tal efecto se ha elaborado un nuevo formulario —el E 128— que permite a los estudiantes disponer de una cobertura de asistencia sanitaria
más amplia que la que ofrece el formulario E 111.
6.6. Turista
Cada año, millones de turistas viajan por toda Europa para pasar sus
vacaciones en el extranjero. En caso de enfermedad o accidente, necesitan las prestaciones de asistencia sanitaria y enfermedad del país en que
se encuentran:
Si está usted sujeto a la normativa comunitaria en materia de seguridad
social (véase el capítulo 2), tiene derecho a todas las prestaciones de
asistencia sanitaria inmediatamente necesarias en su país de estancia,
en las mismas condiciones que todos los residentes de ese país.
Para obtener esas prestaciones, pida el formulario E 111 antes de salir
de vacaciones. En caso de accidente o enfermedad, presente el formulario a la entidad aseguradora del lugar de estancia.
Si olvida usted llevar el formulario E 111, normalmente tendrá que
pagar las prestaciones de asistencia sanitaria en el país de estancia. Sin
embargo, tiene derecho a presentar después la factura en su seguro de
enfermedad y se le reembolsará el importe de acuerdo con las tasas de
reembolso del país en el que recibió el tratamiento.
6.7. Inactivo
Tal como se señala en el capítulo 2, todos aquellos que no son ni trabajadores por cuenta ajena o por cuenta propia ni cobran pensiones como
antiguos trabajadores ni están cubiertos, o han dejado de estarlo, por
un régimen general de Seguridad Social —los llamados inactivos—
todavía no están cubiertos como tales por la normativa comunitaria en
materia de seguridad social.
En algunos casos, gozan de protección como miembros de la familia de
un trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia o de un pensionista. En todos los demás casos no pueden ampararse en la normativa
comunitaria cuando se encuentren o residan en el extranjero.
41
Sin embargo, esto no significa necesariamente que carezcan de toda
protección. En algunos casos, su propio seguro privado puede ofrecer
alguna protección incluso en países extranjeros. No dude en ponerse en
contacto con su seguro para recabar más información.
6.8. Súbdito de un tercer país
Tal como ya se ha dicho antes, la protección que brinda la normativa
comunitaria en materia de seguridad social está limitada a los ciudadanos de los Estados miembros (véase el capítulo 2).
Los llamados «súbditos de terceros países» (es decir, ciudadanos de países no pertenecientes a la Unión Europea o al Espacio Económico
Europeo) no están, generalmente, cubiertos por esta normativa.
Excepción importante:
Los miembros de la familia de una persona a la que es aplicable la
normativa comunitaria siempre están cubiertos, sin importar su
nacionalidad. También están cubiertos los refugiados y los apátridas.
De todos modos, en muchos casos existen convenios bilaterales de
Seguridad Social entre Estados miembros y los llamados «terceros países» que ofrecen una cierta protección limitada. También existen cláusulas relativas a la Seguridad Social en algunos de los tratados firmados
entre la Comunidad y terceros países (por ejemplo, Argelia, Hungría,
Marruecos, Polonia, Rumania, Túnez, y Turquía).
Si usted es súbdito de un tercer país (y no está cubierto por la normativa
comunitaria como familiar de una persona a la que es aplicable la normativa comunitaria), debe, por lo tanto, ponerse en contacto en cualquier caso con los organismos de su lugar de residencia o estancia para
obtener más información sobre su caso particular.
42
7. ¿Cómo se aplica en la práctica
la normativa comunitaria?
Los capítulos 1 al 6 tratan de la finalidad, los principios y el contenido de
la normativa comunitaria en materia de seguridad social. Para que pueda usted hacer valer sus derechos amparados en dicha normativa, en
este capítulo figuran informaciones generales sobre cómo se aplica en
la práctica la citada normativa.
7.1. La normativa comunitaria tiene prioridad:
no se preocupe por las leyes y reglamentos
nacionales incompatibles
La normativa comunitaria en materia de seguridad social figura entre
las más asentadas dentro de la Unión Europea. Como «reglamentos»
tienen vigencia legal general y se aplican directamente en todos los
Estados miembros. En otras palabras, son vinculantes para todos y tienen que ser respetados por las autoridades y administraciones, organismos de Seguridad Social y tribunales nacionales. Incluso en los casos en
los que la legislación nacional es incompatible con la normativa comunitaria, esta última tiene prioridad.
Por ejemplo:
De acuerdo con el contenido de la ley de algunos Estados miembros, el
derecho a ciertas prestaciones está condicionado todavía a la posesión de la
nacionalidad del Estado en cuestión; esta condición queda anulada por el
«efecto directo» de la normativa comunitaria en materia de seguridad
social para todas las personas a las que se aplica dicha normativa.
Pese a ello, en ocasiones se presentan problemas debido a una interpretación restrictiva de los reglamentos comunitarios, a su aplicación incorrecta o a que se considera que una determinada prestación queda fuera de su alcance. En tal caso, no se preocupe: tiene usted derecho a acogerse directamente a la normativa comunitaria pertinente ante todas
las autoridades y tribunales competentes si dicha normativa es aplicable
a su caso.
7.2. Formularios y trámites administrativos
Los formularios y los trámites administrativos suelen considerarse molestos y engorrosos. Sin embargo, para tratar con organismos de Seguridad
43
Social extranjeros son indispensables y pueden ayudarle a hacer valer
efectivamente sus derechos en un plazo de tiempo razonable.
En el ámbito nacional, en su propio país, también tendría que rellenar
usted formularios y seguir ciertos trámites para reclamar prestaciones
de la Seguridad Social. Cuando intervienen instituciones extranjeras,
estas formalidades son especialmente importantes: el organismo
extranjero tiene que saber, por ejemplo, en qué país está usted asegurado, si satisface o no los requisitos para tener derecho a prestaciones
según la legislación de ese país y qué organismo le reembolsará los gastos cuando le proporcione prestaciones a usted o a los miembros de su
familia.
Sería terriblemente largo y complicado si el organismo extranjero en
cuestión tuviera en cada caso que:
— averiguar el nombre y dirección del organismo competente en otro
país;
— redactar una solicitud de información;
— enviarla al organismo competente, y
— tener que esperar la respuesta antes de poder tomar ninguna decisión al respecto.
Es posible evitar trámites tan largos y frustrantes utilizando unos formularios especiales destinados a asegurar una comunicación internacional
rápida y eficaz entre los organismos de Seguridad Social sujetos a la normativa comunitaria. Estos formularios contienen toda la información
necesaria para determinar y acreditar su derecho a prestaciones. Por lo
tanto, antes de salir de su país debe pedir usted siempre a las instituciones competentes que le faciliten los formularios apropiados (por ejemplo, como turista, debe llevar un formulario E 111 que le da derecho a
prestaciones de asistencia sanitaria en caso de accidente o enfermedad
repentina). Al llegar al país de destino, las instituciones a que presente
usted los impresos podrán ocuparse de su caso sin demora.
Éstos son los principales formularios:
— la serie E 100 para traslados y para acreditar el derecho a prestaciones por enfermedad y maternidad;
— la serie E 200 para el cálculo y pago de pensiones;
— la serie E 300 para acreditar el derecho a prestaciones por desempleo;
— la serie E 400 para acreditar el derecho a subsidios familiares.
44
Los distintos formularios no sólo son indispensables para asegurar la
cooperación entre los organismos de Seguridad Social afectados; además, en el dorso suelen contener información útil (por ejemplo, nombres y direcciones de instituciones de otro Estado miembro).
Evidentemente, si olvida pedir los formularios apropiados antes de
abandonar su país, ello no le impedirá reclamar prestaciones: la institución del otro Estado miembro obtendrá entonces los formularios necesarios directamente del organismo competente de su propio país. Sin
embargo, tenga presente que esto podría comportar un retraso considerable de tramitación de su solicitud.
A veces, personas que tratan con los sistemas de Seguridad Social de
varios Estados miembros (por ejemplo, trabajadores trasladados, fronterizos, temporeros) no podrán presentar una solicitud dentro de un plazo determinado a una autoridad, institución o tribunal de un Estado
miembro. Esto podría comportar la pérdida parcial o total de su derecho a prestaciones en ese Estado. Para evitar consecuencias tan indeseables, la normativa comunitaria en materia de seguridad social asegura
que la reclamación será no obstante admisible si se presenta dentro del
mismo plazo a la autoridad, organismo o tribunal equivalente de otro
Estado miembro (en el que se encuentre o resida el interesado, por
ejemplo). La reclamación será remitida entonces sin demora al Estado
competente.
Las personas que trabajan por cuenta ajena o por cuenta propia en
varios Estados miembros se enfrentan al problema de saber en qué país
deben presentar sus solicitudes de pensiones de invalidez o vejez. Por lo
general, pueden entregarlas siempre al organismo del Estado miembro
en que residen, aunque la persona en cuestión nunca haya estado asegurada en ese Estado. El organismo del Estado de residencia enviará la
solicitud al organismo competente, considerándose válida la fecha en
que se entregó originariamente la solicitud a efectos de cumplimiento
de plazos. Esta solución va en interés de la persona interesada, porque
normalmente es la forma más fácil y cómoda de presentar una solicitud
en el Estado de residencia. Una solicitud de prestaciones por invalidez
puede presentarse también en el Estado en que se produjo la invalidez,
mientras que la solicitud de una pensión de jubilación puede también
presentarse en la institución del Estado en que la persona interesada ha
estado asegurada por última vez, si no estaba asegurada en el Estado de
residencia.
Los formularios y trámites arriba descritos están destinados a facilitar las
relaciones internacionales con los organismos de Seguridad Social de
varios Estados miembros y entre dichos organismos. Pueden ayudar al
interesado a obtener prestaciones dentro de un plazo razonable y a
cumplir los plazos de presentación de solicitudes. Sin embargo, tenga en
cuenta que dichos plazos y otras formalidades que es preciso observar al
45
solicitar prestaciones dependen de lo previsto en la ley nacional, y por
tanto variarán de un país a otro. Por ello, no dude en pedir a tiempo
información detallada sobre lo que tiene que hacer para obtener sus
prestaciones, acudiendo a las instituciones apropiadas.
7.3. Países extranjeros, lenguas extranjeras:
¡no son necesariamente un problema!
Si trabaja, reside o se encuentra en un país extranjero, las lenguas
extranjeras pueden ser un problema, especialmente cuando hay que
utilizar términos difíciles del ámbito de la Seguridad Social. Si no está
familiarizado con la lengua extranjera puede caer fácilmente en malentendidos y ello podría por tanto ser un obstáculo a la hora de solicitar
prestaciones, de cumplir los plazos y de presentar recursos.
Por esta razón, la normativa comunitaria en materia de seguridad social
contiene disposiciones explícitas que pueden ayudarle a evitar y superar
problemas lingüísticos en sus relaciones con las instituciones extranjeras.
Los distintos formularios que obtendrá al desplazarse a otro Estado
(véase el capítulo 7.2) deben estar disponibles en todos los idiomas oficiales de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo:
alemán
danés
español
finés
francés
griego
holandés
inglés
islandés
italiano
neerlandés
noruego
portugués
sueco
Siempre que presente usted un formulario a un organismo extranjero,
puede compararlo con un modelo en su propio idioma; de este modo, el
contenido del formulario resulta comprensible aunque esté redactado
en una lengua totalmente distinta. Por tanto, no se preocupe al presentar sus formularios en organismos extranjeros: sabrán muy bien qué
hacer con ellos.
Las solicitudes y documentos que presente usted en los organismos o tribunales de otro Estado miembro no pueden ser rechazados en base a
que no están escritos en la lengua oficial de ese Estado. En otras palabras, usted puede presentar sus solicitudes, cartas y certificados en su
lengua materna (si es una de las 13 lenguas oficiales arriba mencionadas) si lo considera necesario o conveniente. Por supuesto, esto puede
retrasar la decisión en torno a su solicitud en particular, pero en muchos
casos le ayudará a expresarse con claridad y evitar malentendidos.
46
Con respecto a las decisiones especialmente importantes en materia de
solicitudes de pensiones, tiene usted derecho a una declaración resumida en su propio idioma con respecto a todas las decisiones tomadas por
las instituciones extranjeras. Los textos íntegros de las decisiones se
adjuntarán a esta declaración.
Es evidente que los problemas lingüísticos, como tales, no son de ninguna forma un obstáculo infranqueable para hacer valer sus derechos en
materia de seguridad social a todo aquel que se desplaza dentro de la
Unión Europea o del Espacio Económico Europeo. Sin embargo, el dominio de una lengua extranjera siempre será una ventaja y un enriquecimiento personal.
7.4. Los organismos de la seguridad social
de los Estados miembros: uno de sus contactos
ante cualquier problema
Cuando se encuentre usted ante leyes y reglamentos extranjeros en
materia de seguridad social, difíciles y palabras desconocidas, no dude
en pedir ayuda e información al organismo competente de su lugar de
trabajo, residencia o estancia. Por lo general, estos organismos están
preparados y dispuestos a guiarle, incluso en casos difíciles.
A veces puede ser conveniente recurrir a un organismo de enlace especial que tenga experiencia específica en cuestiones de Seguridad Social
internacionales.
Las direcciones de las instituciones responsables figuran en el reverso de
los correspondientes formularios (véase el capítulo 7.2).
Siempre que dude si una respuesta o información facilitada por un
organismo nacional es correcta o no y conforme o no con la normativa
comunitaria en materia de seguridad social, primero póngase en contacto con el organismo en cuestión, que podría estar dispuesto para
reconsiderarla. Esto se aplica también a decisiones formales en torno al
derecho a percibir prestaciones, pero no olvide los plazos de presentación de los recursos formales.
7.5. Acudir a los tribunales: ¡es su derecho!
Puede haber muchas razones para llevar un caso a los tribunales:
— Desconocimiento por los organismos locales de las disposiciones pertinentes de la ley nacional o comunitaria y la jurisprudencia respecti47
va tanto de los tribunales nacionales como del Tribunal de Justicia
de las Comunidades Europeas. Incluso para los expertos es casi imposible conocer todos los detalles de esas leyes y aplicarlas siempre
correctamente.
— Una interpretación demasiado estricta o demasiado amplia por la
institución en cuestión de las disposiciones vigentes: estas disposiciones no son siempre suficientemente claras y por tanto en muchos
casos requieren una interpretación por parte de la persona encargada de su implementación.
— Lagunas existentes en los textos legales y situaciones imprevistas
que pueden requerir una resolución autorizada de los tribunales.
Es su derecho utilizar los instrumentos de recurso previstos en la legislación nacional en estas situaciones u otras parecidas, siempre que crea
que una decisión concreta podría estar total o parcialmente equivocada.
Atención:
Cuando reciba una decisión, una solicitud de información suplementaria o simplemente una carta de un organismo de Seguridad Social
de un Estado miembro en relación con una solicitud que usted haya
presentado, ¡conserve siempre el sobre! ¿Por qué?
Por ejemplo:
Usted ha presentado una solicitud de pensión; el organismo competente le
envía una decisión denegatoria y la fecha que figura en la decisión es el 1
de febrero. Pero por razones desconocidas, usted la recibe el 1 de septiembre. La decisión podría ser objeto de recurso, pero éste debería haberse
interpuesto dentro de un plazo de tres meses a partir de la fecha de recepción. Si ha tirado el sobre, la fecha que da fe es el 1 de febrero, pero, si lo ha
conservado, tiene usted hasta el 30 de noviembre para recurrir.
Puede suceder que, por razones aparentemente injustificadas, se suspenda el pago de su pensión. No se contente con explicaciones ofrecidas por teléfono, aunque sea el organismo competente el que se las
proporcione. ¡Exija siempre una decisión escrita! Sólo así tendría una
base para acudir a los tribunales.
Los trámites judiciales varían de un país a otro. Normalmente, para llevar un caso ante los tribunales es imprescindible que se hayan agotado
todas las vías de recurso ante los organismos de la Seguridad Social. Si
omite agotar estas vías, probablemente perderá el derecho de recurrir
al tribunal. Lo mismo se aplica si espera demasiado tiempo después de
que el organismo competente haya tomado la decisión de examinar su
recurso.
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Debido a la complejidad del tema y teniendo en cuenta que pedirle a
un abogado que defienda sus intereses ante los tribunales podría llegar
a ser caro tanto si se admite como si se rechaza su recurso, le recomendamos que primero se ponga en contacto —si es posible— con asesores
legales especializados en el ámbito en cuestión, empleados por unos
sindicatos o unas asociaciones de trabajadores migrantes, quienes, entre
otras cosas, podrán decirle exactamente qué tiene que hacer y qué posibilidades tiene de ganar el pleito.
7.6. El Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas: guardián legal
de los ciudadanos europeos
Desde que se promulgó la normativa comunitaria en materia de seguridad social, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ha emitido más de 400 sentencias en torno a su interpretación, la mayoría de
ellas a favor de los trabajadores migrantes y sus familiares. Esta cifra
demuestra claramente la importancia del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas para la protección de los ciudadanos europeos.
Su función es esencial cuando surgen dudas sobre el alcance y la extensión de la normativa comunitaria, su aplicación a casos concretos y su
interpretación a la luz de la ley nacional.
Por lo tanto, no es ninguna exageración declarar que, sin la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, la protección
que brinda la normativa comunitaria en materia de seguridad social
sería menos eficaz, menos completa y menos satisfactoria. El Tribunal de
Justicia es el guardián legal de los ciudadanos europeos que ejercen su
derecho a circular y permanecer en cualquier lugar de Europa.
Dada esta importante función del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas, a usted le interesa saber qué ha de hacer para
lograr que intervenga el Tribunal en la resolución de su caso.
— El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas no resuelve
directamente casos particulares en materia de seguridad social. Sus
sentencias se limitan a la interpretación de la normativa comunitaria
aplicable en un caso concreto. Esta interpretación es, no obstante,
vinculante para todas las partes interesadas (tribunales nacionales,
organismos de la Seguridad Social, personas individuales), y por tanto esencial para la decisión final que habrá de tomarse en su caso.
— De ello se deduce que no hay ninguna posibilidad para usted de llevar su caso directamente al Tribunal de Justicia de las Comunidades
49
Europeas. Siempre tiene que dirigirse primero a las jurisdicciones
nacionales, pero no es necesario agotar todas las vías de recurso y
apelación previstas en la ley nacional.
— El tribunal nacional que se ocupa de su caso puede preguntar al
Tribunal de Justicia cómo debe interpretarse una disposición específica de la normativa comunitaria en materia de seguridad social si
existen dudas sobre ella y la decisión en su caso depende de tal
interpretación. Este trámite se denomina «cuestión prejudicial».
Todo tribunal nacional implicado, incluso los de primera instancia,
puede formular tales cuestiones prejudiciales. Si no existe ninguna
vía de apelación posterior contra la decisión del tribunal nacional,
entonces es preceptivo presentar una cuestión prejudicial. Por tanto,
usted puede sugerir siempre que el juez que interviene en su caso
consulte al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.
— Finalmente, existe también la posibilidad de que la Comisión
Europea acuda al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas
cuando considere que determinadas disposiciones legales y reglamentarias nacionales son incompatibles con la normativa europea
(el llamado «procedimiento de infracción»). Para iniciar este procedimiento no es preciso haber agotado todos los recursos nacionales
ni que exista un caso individual concreto. Sin embargo, dicho procedimiento es muy largo y, entre las más de 400 sentencias del
Tribunal, sólo unas pocas se derivan de procedimientos de infracción, mientras que más del 90 % se han emitido a raíz de cuestiones
prejudiciales presentadas por tribunales nacionales.
En la mayoría de los casos, no será ni siquiera necesario presentar un
caso concreto al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas porque la jurisprudencia existente es suficientemente clara como para permitir una decisión sobre el mismo. Por lo tanto, es importante que los
abogados, asesores legales y tribunales nacionales conozcan bien esta
jurisprudencia.
50
8. ¿Más preguntas?
En los diferentes capítulos de esta guía se pretende ofrecerle una idea
general de cómo los ciudadanos europeos que ejercen su derecho a la
libre circulación están protegidos por la normativa comunitaria en
materia de seguridad social. La información que ofrecen puede ayudarle a determinar si su propio caso está cubierto o no por la normativa
comunitaria y cuáles podrían ser sus derechos y obligaciones de acuerdo
con dicha normativa.
Tal como se indica al comienzo de esta guía, no obstante, no es posible
explicar detalladamente la normativa comunitaria y aconsejar claramente sobre casos particulares. Por tanto, puede que tenga usted aún
una serie de dudas y preguntas después de leer esta guía. Si es así, le
recomendamos encarecidamente que se ponga en contacto con las instituciones y organismos a nivel local, regional o nacional para recabar
más información.
Si no está satisfecho con los resultados de sus indagaciones, puede dirigirse con toda libertad a la Comisión Europea. Siempre que sea posible,
contestaremos a sus preguntas, nos pondremos en contacto con los
organismos competentes e intentaremos ayudarle a hacer valer sus
derechos. No obstante, dado el enorme número de casos individuales
presentados cada año, comprenderá que puede pasar algún tiempo
antes de recibir respuesta a su carta.
Nuestra dirección es:
Comisión Europea
DG Empleo y Asuntos Sociales
Seguridad Social e Integración Social
Coordinación de los sistemas de seguridad social
Rue de la Loi 200
B-1049 Bruxelles
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Comisión Europea
Normativa comunitaria en materia de seguridad social
Sus derechos cuando se desplaza en la Unión Europea
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas
2000 — 51 pp. — 14,8 x 21 cm
ISBN 92-828-8292-6
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