Educación y género: INSUMISIÓN FEMINISTA A LA LOMCE

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Educación y género: ¡INSUMISIÓN
FEMINISTA A LA LOMCE!
A las invisibilizadas y a Esther, que fue la primera en hacer un análisis feminista de la
LOMCE
El feminismo es un conjunto muy rico y variado de ideologías y movimientos
políticos, culturales, económicos… que luchan por la igualdad entre hombres y
mujeres. Sin embargo, esta igualdad no se construye en base a lo genéricamente
masculino, que es como se configura la sociedad, sino que el feminismo se establece
como una herramienta de lucha para invalidar la jerarquía de género con todas las
transformaciones de la sociedad que ello requiere. Y es que, como dice Bensaïd: “¡Y
viva la diferencia que sepa distinguirse! Pensar en una igualdad no homogénea, una
igualdad que tenga en cuenta la heterogeneidad y la infinita singularidad, en eso
consiste precisamente (…) la democracia por venir.” Para mí el feminismo, como versa
la famosa cita de Angela Davis, “es la idea radical que sostiene que las mujeres somos
personas” y como personas hemos de saber convivir con y apreciar la diferencia ya
sea de sexo, raza, orientación sexual y un largo etcétera. Es esencial defender que
ésta no se convierta en desigualdad. A esta idea de la diferencia volveré más
adelante, porque es clave para un análisis feminista de la educación.
Esa profecía que le contaban a nuestras hermanas mayores y a nuestras
madres de que alcanzaríamos la igualdad cuando lográsemos la misma formación que
los hombres, esa concepción progresista de la historia, no se ha cumplido, y es que la
historia no es gradual y la opresión de la mujer está atravesada por múltiples
intersecciones en un tiempo quebrado. En el tercer trimestre de 2013 la tasa de
actividad total era del 59,59%, siendo la tasa femenina del 53,13% y la de los hombres
del 66,42% (1). Y sin embargo, el 54,3% del total de estudiantes en la universidad son
mujeres y su presencia es mayoritaria en todos los niveles de formación universitaria.
Lo que es más, la proporción de mujeres se incrementa entre las personas con título
universitario hasta situarse en el 59,1% del total (2). El feminismo no es cosa del
pasado, es necesario, vital, porque hoy día teniendo mayor formación académica que
los hombres, nuestra tasa de actividad es menor (siendo nuestra inserción mayor a
mayor formación). En la sociedad sigue habiendo un escalón entre hombres y mujeres
Lucía C.
Movimiento de Acción Estudiantil
que se acentúa con la crisis y nos condena a la sumisión, a la precariedad y al hogar,
así que como bien dice Teresa Rodríguez, “Feminismo para ser felices” (3).
Es precisamente necesario porque envuelve todos los aspectos de nuestra vida,
porque cosas que parecen normales y cotidianas tienen significado si se analizan
desde el punto de vista de género. Como estudiante, feminista y activista estudiantil
me parece esencial realizar un análisis violeta de la educación y de las reformas en el
sistema educativo que estamos viviendo. Ponernos las gafas moradas y destapar lo
“invisible” es hoy día una tarea necesaria a nivel transversal, a realizar desde el
feminismo y el resto de movimientos sociales y organizaciones, para ser capaces de
encontrar esas intersecciones que nos den herramientas para trabajar y unir las
luchas.
No podemos olvidar que la educación legitima el orden social vigente, asegurando
la permanencia de privilegios de clase, raza, sexo u otra condición. Los grupos en el
poder dictan las normas escolares generando una violencia simbólica. Estudiando el
sistema educativo, el aula y las relaciones cotidianas que allí se dan se constata que la
imagen objetiva, neutra y aséptica que tenemos de la escuela, el instituto o la
universidad se desmorona. Los conocimientos no se transmiten sin distinción de raza,
clase social o sexo, sino que se reproduce el sistema de poder. En la escuela también
nos enseñan a ser mujer en torno a una identidad de género determinada, porque
como decía Simone de Beauvoir "No se nace mujer: llega una a serlo".
El sexo no basta para determinar ser mujer u hombre, es necesaria una identidad
genérica. Identidad que se construye en torno al espacio que ocupamos, los roles que
se nos asignan, los contenidos que damos y otros tipos de violencia simbólica sutil
también presentes en la escuela y el resto de niveles educativos. La historia y la
ciencia se dan en las aulas desde una perspectiva androcéntrica con falta de
referentes femeninos con los que construir una identidad de género distinta a la actual,
que tiene una gran carencia de reconocimiento de la importancia de la participación de
las mujeres en los procesos sociales, carencia que se acentúa con la desaparición de
asignaturas que favorecen un espíritu crítico como Filosofía con la LOMCE, y con la
financiación de centros que segregan al alumnado por género. Es importante
comprender que, como defiende Freire, aceptar la diferencia, no como una carencia
sino como una condición del ser, es algo esencial para defender una educación de
calidad.
Además, hay que ver la escuela y el instituto (e incluso el campus universitario)
también como un espacio de socialización en el que se reproduce y construye el papel
de género. Hace unos días una compañera de Marea Verde me comentaba que si se
pinta el recorrido de las niñas de un color y el de los niños de otro en el suelo del patio
de su instituto vemos que ellas ocupan una pequeñísima parte, un corrito, y ellos lo
ocupan todo. Los niños ocupan el patio, hacen deporte en las pistas, por todo el
recreo, mientras las niñas hablan entre ellas; y si no sigues este esquema, te queda la
exclusión social, la “machorra” o el “afeminado” suelen verse desplazados en la
sociedad. Si no se educa en la diferencia, se potencia que los niños practiquen
deporte con las niñas, se deconstruyen esos roles de género marcados, y una larga
lista de tareas que no pueden realizarse en centros que segreguen y sin asignaturas
que potencien el pensamiento crítico y el respeto, este esquema se seguirá
reproduciendo.
Así, habiendo analizado someramente el papel esencial de la educación en la
construcción de la identidad de género, su relación con el heteropatriarcado y el rol
que juega en la reproducción de la ideología dominante, me dispongo a analizar la Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa –LOMCE- (4), centrándome en una
Lucía C.
Movimiento de Acción Estudiantil
perspectiva feminista, dado que largo y muy rico se ha escrito ya desde una
perspectiva de defensa de la pública, de los pueblos o de clase.
Para empezar, la LOMCE permite conciertos con centros que segreguen por sexos
para que reciban financiación pública, siempre que lleven a cabo las medidas
establecidas contra la discriminación, parece ser que recibir una educación diferente
según sea tu sexo no es discriminación (sic):
«En ningún caso habrá discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo,
religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
No constituye discriminación la admisión de alumnos y alumnas o la organización
de la enseñanza diferenciadas por sexos, siempre que la enseñanza que impartan se
desarrolle conforme a lo dispuesto en el artículo 2 de la Convención relativa a la lucha
contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza, aprobada por la Conferencia
General de la UNESCO el 14 de diciembre de 1960.»
Volviendo a la idea que comentaba antes de que la diferencia no es una carencia,
sino algo esencial en tanto que condición del ser, y por tanto una parte vital de la
defensa de una educación de calidad, ¿si el estudiantado del centro no convive con el
otro sexo, qué educación en el respeto de la diferencia de sexo van a recibir? ¿Cómo
van a desarrollarse medidas contra la discriminación de seres que en uno de los
principales lugares de socialización de la infancia no están presentes?
No es solo el concierto con centros que segreguen por sexo, es también el hecho
de que la oferta existente de centros públicos y privados concertados variará según la
demanda social, desapareciendo así el compromiso del Estado de garantizar una
plaza en un centro público en Primaria/ESO/FP (las 3 enseñanzas gratuitas) con el
cambio del artículo 109. Además, también se podrán “convocar concurso públicos
para la construcción y gestión de centros concertados sobre suelo público”. No
podemos olvidar que la mayoría de centros concertados y privados pertenecen a
órdenes religiosas o tienen relación con la Iglesia, promoviendo una moral
conservadora en la que el papel de la mujer es de sumisa y que suele condenar o
reprochar derechos reproductivos como el aborto. Si además el centro segrega por
sexo y así también la manera en la que se lleva a cabo la enseñanza, la identidad de
género allí reproducida y enseñada reforzará aún más las actuales, que favorecen la
desigualdad. Además, mencionar sin analizar en profundidad que el director y el
Consejo Escolar tendrán un mayor papel en la elección del profesorado, lo cual puede
permitir que se produzca discriminación por razón de sexo u otros motivos en la
contratación, afectando en la docencia. La escuela debe ser un lugar en el que se
fomente el respeto, la igualdad real y la tolerancia y la LOMCE nos aleja de esto, si no
educamos en la variedad, no aprenderemos a apreciar la diferencia.
Lo que es más, esta ley incluye la Religión como asignatura evaluable y que
contará en el expediente académico, con los valores que la enseñanza de esta
asignatura implica: la familia tradicional, la sumisión, el rechazo al aborto, todos ellos
devuelven a la mujer a su lugar tradicional, al hogar, y favorecen que se enseñe una
identidad de género sumisa y atenta. La Iglesia católica ha ejercido y ejerce gran
poder en la preservación de la opresión machista. La religión será evaluable y contará
para las becas, o en su defecto, Valores Sociales y Cívicos en Primaria y Valores
Éticos en ESO, a lo que yo me pregunto, dado el papel de reproductor de ideología del
centro de estudios, ¿qué valores éticos vendrán en el currículum de la asignatura? A la
vez, ya no habrá Educación para la Ciudadanía para el estudiantado y Filosofía ya no
se cursará en segundo de bachillerato, con lo cual el pensamiento crítico, el
cuestionamiento del orden actual (incluido el patriarcal) y una educación integral
quedan muy lejos de la educación que plantea la LOMCE.
Lucía C.
Movimiento de Acción Estudiantil
Además, con esta ley orgánica aparece la Formación Profesional Básica para
sustituir los PCPI. Según el artículo 30, el equipo docente podrá proponer a los padres,
madres o tutores legales, en su caso a través del consejo orientador, la incorporación
del alumno o alumna a un ciclo de Formación Profesional Básica cuando el grado de
adquisición de las competencias así lo aconseje, siempre que según el artículo 41, se
tengan cumplidos quince años, o se cumplan durante el año natural en curso, y no se
superen los diecisiete años de edad en el momento del acceso o durante el año
natural en curso. Se debe además haber cursado el primer ciclo de Educación
Secundaria Obligatoria o, excepcionalmente, haber cursado el segundo curso de la
Educación Secundaria Obligatoria. Para analizar esta reforma necesito recurrir a la
historia, en los años 70 cuando las mujeres seguíamos en el Estado español
confinadas al hogar, los resultados académicos de los chicos eran mejores que los de
las chicas. En los 80 (con el boom del movimiento feminista aquí) se igualaron; a partir
de entonces, con la incorporación de la mujer al mundo laboral (obteniendo cierta
independencia, pero siguiendo realizando el trabajo del hogar y dedicándose más a
tareas de cuidados y sectores en general precarios), los resultados académicos son
mejores en las mujeres y las tasas de abandono menores (5). Esto no es casual, ellos
tienen mayor posibilidad de entrar en el mercado laboral antes, ya que a nosotras nos
piden mayor cualificación para trabajar, mayor número de méritos y si dejamos de
estudiar antes de los 16 quedamos muy probablemente confinadas al trabajo en el
hogar. Por ello, si en el Instituto deciden que “no servimos para estudiar” (véase, que
nuestro grado de adquisición de las competencias así lo aconseja) y nuestra familia lo
aprueba, nos veremos confinadas a la Formación Profesional Básica o al hogar, y esa
disyuntiva no lo es tanto, puesto que a menor formación, menor es nuestra
incorporación al mercado laboral, que es lo que puede darnos cierta “independencia”.
Así pues, si ya la Formación Profesional Básica condena en general a la precariedad,
a nosotras, con menores sueldos y más dificultad a la hora de encontrar un trabajo, no
solo nos condena a la precariedad, sino a la dependencia económica de otra persona,
con la frustración y la violencia (simbólica/psicológica/física) que ello conlleva. A esto
se le suma que en 3º de la ESO el estudiantado deberá elegir si quiere continuar sus
estudios para cursar Formación Profesional Media o prepararse para la Universidad,
con un análisis paralelo a lo expuesto anteriormente, potenciando la FP para obtener
trabajadores técnicos precarios, dado que “sobran” universitarias, potenciándose la
cualificación de trabajadores técnicos, más precarios, baratos y flexibles que una
persona con título universitario.
Para concluir, las Universidades podrán determinar según esta ley la admisión a
las enseñanzas universitarias, pudiendo fijar procedimientos de admisión a éstas,
“debiendo respetar los principios de igualdad, no discriminación, mérito y capacidad”.
Se han realizado numerosos estudios sobre la discriminación e invisibilización de las
mujeres en la Universidad, algunos de ellos publicados en la revista Nature (6), así
que queda demostrado que con esta reforma se corre el riesgo de que en los procesos
de admisión se reproduzcan estas dinámicas, viéndose las mujeres con mayores
dificultades a la hora de entrar a la Universidad y necesitando mayores méritos para
garantizar su acceso.
Así, en conclusión, desde una perspectiva de género y como venimos
coreando en el movimiento estudiantil, ¡Insumisión a la LOMCE! ¡Ni sumisas, ni
pasivas, estudiantes combativas!
Lucía C.
Movimiento de Acción Estudiantil
REFERENCIAS
(1) http://www.ine.es/daco/daco42/daco4211/epa0313.pdf
(2) http://www.mecd.gob.es/dms/mecd/educacion-mecd/areaseducacion/universidades/estadisticas-informes/estadisticas-informesdocumentum/datos-cifras/2012-2013-datos-y-cifras-sistema-universitarioespanol.pdf
(3) http://blogs.publico.es/dominiopublico/9359/feminismo-para-ser-felices/
(4) https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2013-12886
(5) http://www.scholarum.es/es/contenidos/problemas-de-aprendizaje/el-aulaterritorio-femenino
(6) http://www.nature.com/nature/journal/v495/n7439/full/495035a.html
Lucía C.
Movimiento de Acción Estudiantil
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