Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumna: Rosse Marye Cáceres www.asociacioneducar.com Mail: [email protected] Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar Tema: La Atención Atención Podemos definir a la atención como la capacidad de la UCCM, de fijarse en uno o varios aspectos de la realidad y prescindir de los restantes. Características de la atención: Amplitud. Esta característica hace referencia a la cantidad de información a la que podemos atender al mismo tiempo y al número de tareas que podemos realizar simultáneamente. Intensidad. Cantidad de atención que le prestamos a un objeto o tarea y está directamente relacionada con el nivel de vigilia y alerta de un individuo. Pueden producirse variaciones en la intensidad denominadas como fluctuaciones de la atención al descenso de la intensidad de la atención se le denomina “lapsus de atención”. Control. La atención controlada a diferencia de la no controlada requiere un esfuerzo por parte del sujeto para mantenerla. Muchos autores afirman que es ésta, la característica más importante de la atención. Aspectos Neuropsicológicos A nuestro cerebro continuamente llegan numerosas informaciones que no pueden ser procesadas de modo simultáneo, por lo que es necesario que exista un proceso de selección y filtro que establezca un orden de prioridades y secuencia temporales las respuestas más adecuadas para cada ocasión. La atención es la encargada de realizar el proceso de selección de la información dentro del sistema nervioso, siendo el elemento fundamental que articula todos los procesos cognitivos. Las alteraciones de la atención siempre producen trastornos cognitivos de mayor o menor intensidad. La atención consiste en la focalización selectiva hacia un determinado estímulo, filtrando, desechando e inhibiendo las informaciones no deseadas. La atención al ser una función compleja, implica varias áreas del sistema nervioso y múltiples sub-funciones: * Nivel de conciencia * Orientación * Concentración * Velocidad de procesamiento * Motivación * Dirección * Selectividad o alternancia El cerebro y la atención La estructura supramodal de la atención se articula en tres niveles: a) Estado de alerta o vigilancia: constituye el nivel más elemental y primario. Consta de dos componentes: atención tónica y atención fásica. La atención tónica es el umbral de vigilancia mínimo que se necesita para mantener la atención durante la realización de una tarea prolongada. Se trata de un nivel suficientemente estable de activación del sistema nervioso que se puede modificar lenta e involuntariamente en ciertas situaciones. La atención fásica es la capacidad para dar una respuesta rápida ante algún estímulo relevante que se presenta de manera sorpresiva e inesperada. Se trata de una respuesta biológica inespecífica que activa los circuitos talámico-frontales y las áreas amigdalinos hipocámpicas. La alerta fásica se vincula con la respuesta de orientación, que es la primera reacción del organismo frente a un estímulo inusual, inesperado y novedoso, lo que provoca que se preste atención a la fuente de procedencia de dicho estímulo. La alerta fásica se vincula con la respuesta de orientación, que es la primera reacción del organismo frente a un estímulo inusual, inesperado y novedoso, lo que provoca que se preste atención a la fuente de procedencia de dicho estímulo. b) Atención sostenida: una vez que se dispone de suficiente nivel de activación para permitir el acceso de informaciones al sistema nervioso, entra en juego el proceso de atención sostenida. Es la capacidad mediante la cual el foco atencional se puede mantener resistiendo al incremento de la fatiga y a las condiciones de distractibilidad. c) Atención selectiva: es la expresión más depurada de la atención, constituyendo el nivel jerárquico más elevado de los procesos atencionales. Comprende la capacidad para la selección e integración de estímulos específicos así como la habilidad para focalizar o alternar entre dichos estímulos, mediante el adecuado tratamiento de la información. Tres niveles de la atención La atención Estado de alerta o vigilancia Atención selectiva Atención sostenida Principales características del TDAH en la clasificación DSM-IV Síntomas nucleares: Trastornos de atención Atención insuficiente en las tareas escolares Dificultades de atención en actividades lúdicas Parece no escuchar cuando le hablan Incapacidad para seguir instrucciones Dificultad para finalizar las tareas escolares. Dificultades para organizar tareas y actividades Evitación de tareas que requieren esfuerzo mental sostenido. Extravío de objetos necesarios para realizar tareas Distracción excesiva ante estímulos irrelevantes. Descuido en la realización de actividades diarias Síntomas no nucleares Baja autoestima Trastornos de conducta Ansiedad Depresión Conducta asocial Consumo de sustancia adictivas a Partir de la adolescencia Accidentabilidad incrementada Agresividad Incremento de las tentativas suicidas Dificultades neuropsicológicas de aprendizaje Fracaso escolar Trastornos psicomotores La comorbilidad en el AD/HD: Se denomina comorbilidad a los trastornos psiquiátricos o de aprendizaje que coexisten con la condición diagnóstica a la que se hace referencia en este el AD/HD. La noción de comorbilidad no implica una relación de causalidad e interdependencia entre los trastornos coexistentes sino que hace referencia a una alta probabilidad de asociación de distintas patologías. Patologías: Comorbilidad con Trastornos de Ansiedad Comorbilidad con Trast. del Estado de Ánimo Comorbilidad con Trast. de conducta Comorbilidad con Tics Comorbilidad con Trastornos del Aprendizaje Comorbilidad con otros Trastornos. Tratamiento Farmacológico El primer paso para poder usar medicación psicotrópica es tener un diagnóstico positivo y una adecuada información sobre la presencia de otros trastornos psiquiátricos. Debido a un mayor metabolismo hepático y una filtración glomerular más eficiente, los niños Requieren en general dosis mayores en base a mg/kg. de peso. Medicación estimulante: Los estimulantes son los medicamentos más usados en el tratamiento farmacológico de AD/HD. La mayoría de los niños responden positivamente a la medicación estimulante cuando se usan dosis adecuadas y se prueban dos medicamentos del mismo grupo. En nuestro país existen dos medicamentos de este grupo: - metilfenidato (Ritalina y Rubifen) o pemolina magnésica (Tamilán) Efectos de la medicación estimulante: Efectos sobre la conducta: el niño puede decidir si quiere o no quiere hacer algo como cualquier otro niño. Efectos cognitivos: mejora la atención sostenida y la estrategia de búsqueda de información. Efectos sociales: el metilfenidato mejora las Relaciones interpersonales de los niños, pueden Seguir órdenes de sus madres/maestras con mayor rapidez. Efectos fisiológicos: incrementa la frecuencia cardíaca aumentando la presión arterial. Limitaciones de la medicación Hay muchos niños AD/HD para quienes la medicación estimulante no es una estrategia posible, ya sea por los efectos adversos, por decisión de los padres de no utilizar medicación en el tratamiento de sus hijos o porque los fármacos no han demostrado ser efectivos. Efectos adversos Son por lo general poco importantes y transitorios. Los propios síntomas del AD/HD pueden ser confundidos como efectos de la medicación y esto puede llevar a los padres y maestros a rechazar la medicación. Los síntomas frecuentes del tratamiento que desaparecen a la semana de tratamiento son: insomnio, disminución del apetito, pérdida de peso, irritabilidad y dolor abdominal, a veces náuseas, pesadillas y mareos. Tics crónico y Síndrome de Tourette Se ha postulado que los estimulantes pueden exacerbar tics ya existentes o anticipar su aparición en personas con vulnerabilidad genética. Si algún familiar padece de Tics o el síndrome de Tourette no se aconseja el uso de estimulantes, pero si puede utilizarse antidepresivos tricíclicos. Mitos respecto a la medicación “La medicación estimulante disminuye el umbral convulsivo y favorece la aparición de convulsiones”. “La medicación es adictiva”. “La medicación estimulante tiene un efecto paradojal en los niños”. Cuando dar medicación: Evaluación psiquiátrica completa Edad del niño (mayor de 4 años). Severidad del cuadro. Soluciones intentadas. Funcionamiento en la casa y el colegio. Opinión de los padres con respecto a la medicación. Opinión del niño con respecto a la medicación. Posibilidad de los padres o del adulto a cargo de supervisar la administración de la medicación.