I. EL DERECHO COMO ORDENACIÓN SOCIAL Y COMO SISTEMA

Anuncio
I. EL DERECHO COMO ORDENACIÓN SOCIAL
Y COMO SISTEMA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS.
FUNCIONES DEL DERECHO
Aunque todos tenemos un conocimiento más o menos intuitivo de lo que es el Derecho,
no es fácil identificarlo con precisión. Entre otras razones, porque es una realidad que
muestra muy diversas facetas: se hace presente no sólo en la aprobación de una ley o en
la celebración de un juicio penal, sino también al recibir una herencia, al contratar una
hipoteca, al percibir la nómina mensual e incluso en la compra cotidiana o en la disputa
de dos niños por la propiedad de un juguete. Por eso hemos preferido ofrecer, en lugar
de un concepto más o menos elaborado, dos modos de aproximación diferentes, en
cierto modo complementarios, que hagan posible aprehender la complejidad del
fenómeno.
La primera aproximación define al Derecho como una específica ordenación normativa.
Comienza por diferenciar las ordenaciones naturales de las sociales, en éstas distingue
entre normalidad y normatividad, especifica ésta según tenga un origen y un modo de
imposición autónomo o heterónomo, y finalmente identifica al Derecho, frente a otras
ordenaciones normativas intersubjetivas, por su específico modo de establecimiento y
garantía. Una exposición fácil de reducir a esquema, pues, que sin embargo permite
cuidadas matizaciones.
Naturales
Normalidad
Ordenaciones
Sociales
Subjetivas
Normatividad
Usos sociales
Intersubjetivas
Derecho
El segundo texto arranca de los conflictos sociales, e identifica al Derecho como el
criterio utilizado en la resolución de un tipo específico de conflictos. Pero a
continuación parte ya no del conflicto mismo, sino de las vías para superarlo, y
sistematiza tales instrumentos para la resolución de conflictos hasta llegar al proceso; el
Derecho sería el criterio no ya adecuado, sino necesario, para resolver conflictos a
través del proceso, y en cierto modo surgiría así del proceso mismo, como exigencia de
éste. También este segundo enfoque puede ofrecerse en forma de esquema:
Violentas
Allanamiento
Autocomposición
Transacción
Vías de solución de conflictos
Pacíficas
Mediación
Heterocomposición Arbitraje
Proceso
Una última aproximación funcional parecía obligada; porque, a fin de cuentas, todos los
productos sociales y culturales se identifican ante todo por la función que desempeñan
en la convivencia humana. Ocurre, sin embargo, que la propia noción de función resulta
muy discutida, y, siendo a su vez el Derecho una realidad tan poliédrica, no todos los
autores se refieren a lo mismo cuando hablan de las funciones del Derecho.
Ya en las anteriores aproximaciones se apuntan, en varios momentos, ciertas funciones
que cumple el Derecho; por ejemplo, en el texto de Luis Díez Picazo, las de
pacificación y satisfacción de los intereses en conflicto. El fragmento aquí añadido
adopta una perspectiva diferente: se refiere a los valores que, en principio, puede
realizar la ordenación jurídica de las relaciones sociales. Siempre se menciona, en este
contexto, la justicia, considerada como cualidad inherente al propio Derecho, hasta el
extremo de considerar problemática la obligatoriedad del Derecho injusto. Pero la
justicia, en realidad, es un valor absoluto, equiparable a la belleza, el bien o la verdad, y
cuyo contenido concreto, al igual que el de estos otros valores, varía de acuerdo con la
conciencia histórica. Precisamente por su abstracción, la justicia es difícil de aprehender
de modo inmediato, y se apela a otros valores que la concretan o la realizan, y que son
más fáciles de perfilar en el concreto contexto histórico. Por ejemplo, con frecuencia se
identifica la justicia con la idea de igualdad. Pero, junto con la igualdad, hay otros
valores que se pueden considerar como aspectos de la justicia, entendiéndose ésta así
como expresión que sintetiza los valores que orientan el Derecho. Aquí se especifican
diversas formas en las que el Derecho contribuye a la realización de la igualdad, la
libertad, la seguridad y la autodeterminación colectiva, cuatro valores que se consideran
hoy decisivos para legitimar una ordenación jurídica.
Las cuestiones tratadas en esta lección son clásicas en el pensamiento filosófico y
jurídico, desde Platón y Aristóteles, pasando por Vitoria y Suárez, hasta Bodino,
Hobbes, Locke, Montesquieu, Rousseau, Kant o Hegel. Hoy siguen siendo
habitualmente abordadas por los filósofos del Derecho, aunque aquí hemos optado por
seleccionar textos de autores más apegados a perspectivas prácticas: un catedrático
alemán de Derecho político, que consideraba la necesidad de ordenar las relaciones
sociales en momentos particularmente convulsos (los de la República de Weimar, el
periodo transcurre en Alemania desde el final de la primera guerra mundial hasta la
llegada de Hitler al poder), y un profesor español de Derecho civil, que se plantea el
modo de superar los conflictos entre los particulares. Pero quien desee profundizar en la
materia deberá acudir, por ejemplo, a las exposiciones de E. Díaz, Sociología y
Filosofía del Derecho, Madrid: Taurus, 1980; Karl Larenz, Metodología de la Ciencia
del Derecho, Barcelona: Ariel, 1980, y Derecho justo, Madrid: Civitas, 1985; y Gustav
Radbruch, Introducción a la Filosofía del Derecho, México: Fondo de Cultura
Económica, 1951.
Descargar