Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. COMUNICACIONES BREVES Displasia aural congénita asociada a malformación de Mondini. Presentación de un caso Begoña Suárez • Juan Luis Cervera • Concepción Ferreiró • Cecilia López • Ana Jorge • Ana Carro Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Severo Ochoa. Leganés. Madrid. Congenital aural dysplasia associated to Montini malformation: a case report El hueso temporal se desarrolla de dos precursores independientes. La pars branquialis (oído externo y medio) emerge del primer y segundo arcos branquiales, la primera hendidura branquial y el mesénquima adyacente. La pars otica (oído interno) se desarrolla de la vesícula auditiva y del mesénquima. El desarrollo del oído externo y medio está estrechamente ligado y es independiente del oído interno. Las malformaciones significativas del canal auditivo externo generalmente se acompañan de alteraciones del oído medio y viceversa. Las anomalías del oído interno suelen ser independientes. El mesénquima está implicado en el desarrollo de todas las porciones del oído, por tanto, hay situaciones en que ocurren malformaciones combinadas. Presentamos un caso de anomalías asociadas del oído externo, medio e interno, analizamos los hallazgos mediante tomografía computarizada y los datos fundamentales para la valoración prequirúrgica. The temporal bone develops from two separate precursors. The pars branchialis radiates from the first and second branchial arches, the first branchial groove, and the adjacent mesenchyme. The pars otica develops from the auditory vesicle and the mesenchyme. The development of the external and middle ear is closely linked and is independent of the development of the inner ear. Significant malformations of the external auditory canal are usually accompanied by middle ear deformities and vice versa. Inner ear anomalies usually occur independently. Mesenchyme is involved in the development of all portions of the ear, so there are situations in which combined malformations occur. We report a case with combined anomalies of the external, middle and inner ear and analize the radiological findings by computed tomography and the role as a operative guide. Keywords: Ear malformations. Computed tomography. Embriology. Palabras clave: Malformaciones oído. Tomografía computarizada. Embriología. E l hueso temporal se desarrolla de dos precursores independientes. Las estructuras del oído externo y medio derivan del ectodermo y mesénquima cefálico de la primera hendidura branquial y los arcos branquiales primero (mandibular) y segundo (hioideo)1. El primer y segundo arcos branquiales se diferencian en la cadena osicular y sus ligamentos, tendones y músculos de soporte. El primer arco branquial origina la cabeza del martillo, el músculo y el tendón tensor del tímpano y el cuerpo y proceso corto del yunque2. El segundo arco branquial origina el resto de la cadena osicular y el tendón y músculo del estribo. También origina el cóndilo mandibular, el proceso estiloideo y el canal del nervio facial3. El platillo del estribo tiene dos capas: la porción timpánica que deriva del segundo arco branquial y la vestibular que deriva de la cápsula ótica4. Correspondencia: BEGOÑA SUÁREZ ALIAGA. Játiva, 4, portal H, 2.º B. 28007 Madrid. España. Recibido: 4-IX-2003. Aceptado: 9-XII-2003. 59 La trompa de Eustaquio y la cavidad timpánica se forman de la primera hendidura faríngea5. Las extensiones de la cavidad timpánica (ático, antro y celdillas mastoideas) se forman después de la cavidad timpánica6. El oído interno se desarrolla de la vesícula auditiva y del mesénquima. El desarrollo del oído externo y medio es, por tanto, independiente del desarrollo del oído interno, por tal motivo, las malformaciones del canal auditivo externo (CAE) generalmente se acompañan de deformidades del oído medio. Las anomalías del oído interno suelen ocurrir independientes. Sin embargo, comparado con la población normal, las anomalías del oído interno son más frecuentes en pacientes con anomalías en otros compartimientos. Esto se pone de manifiesto en algunos síndromes como el de Di George (orejas de baja implantación, atresia del CAE, atresia parcial de cavidad timpánica, ausencia de ventana oval y músculo del estribo, alta incidencia de malformación de Mondini,...)7, el síndrome de Treacher Collins (oreja deformada, atresia del CAE, ausencia de osículos, vestíbulo o canales semicirculares anormales8 o la embriopatía por talidomida. Radiología 2005;47(3):165-9 165 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Suárez B, et al. Displasia aural congénita asociada a malformación de Mondini. Presentación de un caso Aportamos los hallazgos radiológicos de la tomografía computarizada (TC) de un paciente con alteraciones de los tres compartimientos y los analizamos de forma sistemática, haciendo énfasis en los datos claves de información prequirúrgica. MATERIAL Y MÉTODO Varón de 20 años, que acude a la consulta de otorrinolaringología por hipoacusia mixta de larga evolución. Como antecedentes refiere mala oclusión dental en tratamiento ortodóncico y varias cirugías del paladar. En la exploración se observan pabellones auriculares de baja implantación con facies anómala, aunque sin haber sido catalogado previamente en ningún síndrome. Se realiza TC con un equipo Philips Tomoscan en plano axial y coronal de ambos peñascos con secciones finas de 2 mm, con desplazamiento de mesa de 2 mm, matriz de adquisición de 512 × 512 y procesado de imagen con algoritmo óseo. No se pudo recopilar más información clínica al no realizar pruebas complementarias (resonancia magnética nuclear [RMN]) ya que el paciente no acudió posteriormente a la consulta. RESULTADOS Dada la clara afectación del CAE y la multiplicidad de los hallazgos encontrados en los distintos compartimientos (oído externo, medio e interno), utilizamos para una valoración sistemática el esquema propuesto por Swartz y Harnsberger6 para la evaluación de las malformaciones del oído externo. Nuestros hallazgos fueron bilaterales y simétricos (tabla 1). TABLA 1 Tipo de displasia del conducto auditivo externo – Estenosis con verticalización de su trayecto que termina en una membrana timpánica normal Neumatización – Cavidad media del oído: sí – Celdillas tegmentales: no – Mastoides: no Cadena osicular – Articulación maleolouncal: martillo visible con un yunque deformado sin identificarse apófisis lenticular, corta ni larga. Ambos huesecillos se encuentran alojados en región lateral y alta del ático – Estribo: ausente Hendiduras – Ventana redonda: normal – Ventana oval: estenótica (ausencia parcial) Oído interno – Cóclea: hipoplásica, observándose bien formada la espira basal e identificándose una cavidad única correspondiente a la espira media y apical – Vestíbulo: normal – Canales semicirculares: presentes aunque hipoplásicos – Conductos auditivos internos: ensanchados – Acueducto vestibular: grande Estructuras vasculares – Seno sigmoideo: normal – Bulbo yugular: normal – Arteria carótida: normal en hueso temporal que protruye en seno esfenoidal de forma bilateral DISCUSIÓN Localización del cóndilo mandibular: normal Las malformaciones del oído externo, compuesto por pabellón auricular y CAE, se denominan displasias aurales congénitas (DAC). Son más frecuentes las unilaterales, con preferencia por el oído derecho. El CAE puede presentar atresia (fibrosa, ósea o ambas) o estenosis. Aunque el pabellón auricular puede ser normal, la deformidad es común en la DAC y la severidad de la displasia es paralela a la malformación del CAE. Se ha clasificado en tres grados, el tercero es el más pronunciado y se refiere a la anotia o displasia severa de partes blandas con desplazamiento inferior. Se asocia a CAE atrésico. Con el primero o segundo grado el CAE es normalmente estenótico9. En nuestro paciente, los hallazgos son bilaterales y simétricos e incluyen estenosis de ambos CAE, los cuales llevan un curso angulado superiormente como se describe en la bibliografía7 y terminan en una membrana timpánica de apariencia normal. Los pabellones auriculares presentan una morfología normal aunque de baja implantación. Las anomalías del oído medio tienden a ocurrir concomitantemente con la DAC dado su origen embriológico común. Las anomalías de la cadena osicular incluyen displasia, disminución de tamaño, rotación anormal, ausencia de éstos...7. La anomalía osicular más comúnmente asociada es la fusión del martillo y del yunque en el ático y, por tanto, la ausencia de una articulación maleolouncal normal. Nuestro paciente es un ejemplo de DAC por las alteraciones del oído externo descritas (CAE verticales y estenóticos) con malformaciones del oído medio que afectan al martillo y yunque, tanto en su localización (región lateral de epitímpano) como a su morfología (martillo de apariencia normal 166 Nervio facial – Segmento mastoideo de localización normal – Segmento timpánico se ubica en el techo del tegmen timpani – Segmento laberíntico con migración anteromedial con yunque rudimentario sin identificarse la apófisis corta, lenticular ni larga) (fig. 1). Las anomalías del estribo son menos comunes y no se correlacionan con el grado de DAC debido a su origen dual del segundo arco branquial y la cápsula ótica9, en nuestro caso no se identifica el estribo probablemente por afectación de ambos precursores. La neumatización del oído medio, sobre todo del hipotímpano, está reducida en la DAC10. En nuestro paciente, sin embargo, hay una neumatización normal de la cavidad timpánica que además presenta un seno timpánico prominente (fig. 1A). No se observa aireación de celdillas mastoideas ni tegmentales. Las ventanas oval y redonda pueden estar ausentes en la DAC, aunque la ausencia aislada de la ventana oval es más frecuente10, se manifiesta por obliteración ósea completa o parcial. La formación de la ventana oval está íntimamente relacionada con la formación del estribo, el ligamento anular, el segmento horizontal del facial y el componente vestibular de la cápsula ótica, por lo que las malformaciones van unidas11. En nuestro paciente hay ausencia de ventana oval (fig. 2) que en parte podría estar relacionada con la ausencia de estribo, ya que parece que en la formación de ésta está implicado el contacto en su lugar teórico con Radiología 2005;47(3):165-9 60 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Suárez B, et al. Displasia aural congénita asociada a malformación de Mondini. Presentación de un caso B A Fig. 1.—Cadena osicular. A) En axial. B) Coronal. Martillo de apariencia normal con un yunque malformado (no se identifica apófisis corta, larga ni lenticular). Ambos huesecillos se encuentran en mala posición en región lateral de epitímpano. En región de ventana oval (no mostrada) no se identificaba estribo. La neumatización del oído medio se encuentra preservada, observándose un seno timpánico prominente. el rudimento embriológico que originará el estribo12. La ventana redonda parece normal. El canal del nervio facial frecuentemente tiene un curso anómalo en los pacientes con DAC dado su origen del segundo arco branquial. Los segmentos timpánico y mastoideo son los que más se afectan. El segmento timpánico típicamente se desplaza caudalmente extendiéndose tan inferior como la ventana redonda, también puede ser dehiscente y desplazarse de forma medial, yaciendo en la ventana oval o pasando entre las cruras del estribo. Normalmente, en los cortes coronales de la TC, el nervio se localiza lateral a la línea vertical que une el canal semicircular lateral y superior13. El segmento mastoideo generalmente se desplaza anterolateralmente y sale del hueso temporal a la altura de la ventana redonda9,10. Otras malformaciones incluyen aplasia e hipoplasia del facial. En nuestro paciente, el segmento mastoideo presenta apariencia normal y es difícil reconocer el segmento timpánico (probablemente hipoplásico), el cual parece localizado en posición medial y en el techo de la caja del tímpano (fig. 3). Sin embargo, la DAC raramente se asocia con anomalías del oído interno7. Las malformaciones congénitas del oído interno representan un amplio rango de patologías que han tenido varias clasificaciones a lo largo de los años. Muchas de estas malformaciones se asocian a síndromes sistémicos, otras ocurren de forma aislada o asociadas a otras alteraciones del oído interno. La mayoría son bilaterales (65%) y simétricas14. Se pueden afectar las siguientes estructuras: – Canales semicirculares. El canal lateral es el que más se afecta15. Los canales semicirculares pueden ser estrechos/atrésicos o más anchos y cortos. En las malformaciones importantes el vestíbulo está agrandado y forma una cavidad común con el canal lateral16. La aplasia de los canales es menos común que la displasia17. Se asocia a malformaciones de la cóclea6. Fig. 2.—Corte coronal. La ventana oval está estenótica (flecha). 61 – Vestíbulo, estructuras utriculosaculares. Dentro de estas malformaciones cabe mencionar el síndrome del acueducto ves- Radiología 2005;47(3):165-9 167 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Suárez B, et al. Displasia aural congénita asociada a malformación de Mondini. Presentación de un caso Fig. 3.—Corte coronal. Segmento timpánico del nervio facial hipoplásico (flecha) situado en el techo de la caja del tímpano. tibular grande, mayor de 1,5 mm18 y más grande que el canal semicircular posterior7. Puede asociarse a malformaciones cocleares, sobre todo Mondini y cavidades comunes varias19, por lo que el diagnóstico debe quedar reservado cuando se da como hecho aislado6. – Conducto auditivo interno (CAI). El diámetro del CAI normal es de 2 a 8 mm, con una media de 4 mm20. Los más pequeños de 2 mm se consideran estenóticos. La TC permite demostrar la atresia o la estenosis del CAI. Normalmente, el nervio vestibulococlear y el facial pueden identificarse con secciones finas de RMN centradas en el CAI. – Cóclea. El espectro de anomalías cocleares descritas va desde la detención temprana del desarrollo (aplasia): a) aplasia laberíntica completa (deformidad de Michel), en la que no se desarrolla el oído interno y en su lugar hay una o varias cavidades quísticas; b) cavidad común, hay una cavidad común para la cóclea y el vestíbulo, o c) aplasia coclear, o al detención tardía: a) hipoplasia coclear, cóclea rudimentaria con vestíbulo o canales semicirculares malformados, el vestíbulo generalmente está agrandado, o b) defectos de partición cocleares, incluyendo la displasia de Mondini que es una de las malformaciones más frecuentes y se caracteriza por cóclea pequeña con partición incompleta, hay una espira basal y una cavidad común donde están normalmente la espira media y apical. Es frecuente que se asocie a otras alteraciones del oído interno como dilatación del acueducto vestibular. El vestíbulo y los canales semicirculares también pueden estar alterados7. Se ha visto desplazamiento anteromedial del segmento laberíntico del facial, el cual sale normalmente del CAI, en cócleas malformadas del tipo no Mondini (cócleas compuestas de un divertículo desde el vestíbulo sin desarrollarse las dos espiras superiores que podría ser secundario a un mecanismo mecánico más que a su origen embriológico21. En el Mondini la representación sacular de la segunda espira y la apical puede representar una barrera para la migración del facial durante su desarrollo embriológico22. El segmento timpánico puede incrementar su longitud (longitud normal: 12 mm) por la localización más anteromedial del ganglio geniculado21. 168 Fig. 4.—Corte axial. Cóclea hipoplásica con defecto de partición de espira media y apical. CAI ensanchado, así como acueducto vestibular grande (flecha). En nuestro paciente se observan alteraciones en múltiples estructuras del oído interno, en la cóclea se reconoce una espira basal con ausencia de partición de espira media y apical, los canales semicirculares están presentes aunque hipoplásicos, el vestíbulo es normal y el acueducto vestibular grande (> 1,5 mm) y los CAI están ensanchados (> 8 mm), por lo que entraría en malformación tipo Mondini (fig. 4). A pesar de ser una malformación de Mondini, se objetiva migración anteromedial del segmento laberíntico del facial que se explica por las anomalías de las estructuras derivadas del segundo arco branquial, como lo es el canal del facial (fig. 5). El resto de estructuras que valoramos incluyen el cóndilo mandibular que presenta una localización normal y los vasos donde se observan unas arterias carótidas que protruyen en el seno esfenoidal con un seno sigmoideo y un bulbo de la yugular normales. Dado que el diagnóstico de DAC se establece por el examen clínico, la TC debe aportar una información detallada sobre las malformaciones asociadas del oído interno y medio haciendo hincapié en las guías que limitan la cirugía. Cualquier anomalía asociada del oído interno generalmente descalifica la cirugía23, que es el caso de nuestro paciente. Si el oído interno está intacto, los hallazgos de la TC más importantes para la planificación quirúrgica son: – Presencia de estribo en la ventana oval. – Neumatización mastoidea y tamaño de la cavidad del oído medio (menor de 3 mm) ya que limita el tamaño del campo quirúrgico. – Curso del nervio facial por el riesgo de daño en la cirugía. – Resto de la cadena osicular y sus respectivas articulaciones24. Radiología 2005;47(3):165-9 62 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Suárez B, et al. Displasia aural congénita asociada a malformación de Mondini. Presentación de un caso Fig. 5.—Corte axial. Migración anteromedial del segmento laberíntico del facial (flecha). Nuestro paciente es un caso poco frecuente de malformaciones asociadas del oído externo, medio e interno, que podríamos englobar en el contexto de DAC asociada a malformaciones cocleares del tipo Mondini, ya que el espectro de alteraciones encontradas en estas patologías se describen en la bibliografía. Se observan anomalías del segmento laberíntico del facial, hallazgo que no se adapta a lo esperado en malformaciones tipo Mondini pero que queda explicado por las alteraciones de las estructuras derivadas del segundo arco branquial, como lo es el facial, así como su segmento timpánico. BIBLIOGRAFÍA 1. Crabtre JA, Harker LA. Developmental abnormalities of the ear. En: Cummings CW, Fredrickson JM, Harker LA, Krause CJ, Schuller DE, editors. Otolaryngolgy-Head and Nerck Surgery. 2nd ed. St. Louis: Mosby-YearBook; 1993. p. 2746-55. 2. Swartz JD, Glazer AU, Faerber EN, et al. Congenital middle ear deafness: CT study. Radiology. 1986;159:187-90. 3. Swartz JD, Faerber EN. Congenital malformations of the external and middle ear: high resolution CT findings of surgical import. AJNR Am J Neuroradiol. 1985;6:71-6. 63 4. Nager GT. Pathology of the ear and temporal bone. Baltimore: Williams & Wilkins; 1993. 5. Anson BJ, David J. Developmental anatomy of the ear. En: Paparella MM, Shumrick DA, editors. Otolaryngology. Vol. 1. Basic Sciences and Related Disciplines. Philadelphia: WB Saunders; 1980. p. 3-25. 6. Swartz J, Harnsberger H. Imaging of the temporal bone. 3rd ed. 7. Romo L, Casselmaan JW, Robson C. Temporal bone: congenital anomalies. En: Som P, Curtin H, editors. Head and neck imaging. 4th ed. St. Louis: Mosby; 2003. p. 1109-70. 8. Jahrsdoerfer RA, Yeakly JW, Aguilar EA, Cole RR, Gray LC. Grading suystem for the selection of patients with congenital aural atresia. Am J Otol. 1992;13:6-12. 9. Robson CD, Robertson RL, Barnes PD. Imaging of pediatric temporal bone abnormalities. Neuroimag Clin North Am. 1999;9: 133-55. 10. Mayer TE, et al. High-resolution CT of the temporal bone in dysplasia of the auricle and external auditory canal. AJNR Am J Neuroradiol. 1997;18:53-65. 11. Jahrsdoerfer RA. Congenital absence of the oval window. ORL J Otorhinolaryngol Relat Spec. 1977;84:904-14. 12. Harada T, Black FO, Sand OI, Singleton GT. Temporal bone histopathologic findings in congenital anomalies of the oval window. Otolaryngol Head Neck Surg. 1980;88:275-87. 13. Zeifer B, Sabini P, Sonne J. Congenital absence of the oval window: radiologic diagnosis and associated anomalies. AJNR Am J Neuroradiol. 2000;21:322-7. 14. Jackler RK, Luxford WM, House WF. Congenital malformations of the inner ear: a classification based on embryogenesis. Laryngoscope. 1987;97 Suppl 40:2-14. 15. Sando I, Takahara T, Ogawa A. Congenital anomalies of the inner ear. Ann Otol Rhinol Laryngol. 1984;93 Suppl 112:110-8. 16. Petasnick J. Congenital malformations of the ear. Otolaryngol Clin North Am. 1973;6:413-28. 17. Parnes LS, Chernoff WG. Bilateral semicircular canal aplasia with near normal clochlear development. Ann Otol Rhinol Larynigol. 1990;99:957-9. 18. Valvassori GE, Clemis JD. The vestibular aqueduct syndrome. Laryngoscope. 1978;88:723-8. 19. Lemmering MM, Mansuco AA, Antonelli PJ, Kubilis PS. Normal Modilus: CT appearance in patients with a large vestibular aqueduct. Radiology. 1997;204:213-9. 20. Valvassori G, Pierce R. The normal internal auditory canal. AJR Am J Roentgenol. 1964;92:1232-41. 21. Curtin HD, Vignaud J, Bar D. Anomaly of tha facial canal in a Mondini malformation with recurrent meningitis. Radiology. 1982;144:325-41. 22. Romo L, Curtin H. Anomalous facial nerve canal with cochlear malformations. AJNR Am J Roentgenol. 2001;22:838-44. 23. Nager G, Levin LF. Congenital aural atresia: embriology, pathology, genetics, classification and surgical management. En: Paparella MM, Shumrick DA, Gluckman JL, Meyerhoff WL, editors. Otolaryngology, basic sciences and related principles. Philadelphia: W.B. Saunders; 1980. p. 1303-44. 24. Jahrsdoerfer RA, Yeakley JW, Aguilar EA, Cole RR, Gray LC. Grading system for the selection of patients witl congenital aural atresia. Am J Otol. 1992:13:6-12. Radiología 2005;47(3):165-9 169