Estudié arte y cine en París en la década

DOSSIER DE PRENSA
Estudié arte y cine en París en la década luminosa de Los Beatles, el musical
Hair, cuando aquel mayo leíamos en las paredes “debajo de los adoquines
encontraremos la playa”. Mientras, aquí, cuanta rigidez en todo, generaciones
habían vivido atrapadas en una red de corsés y miedos. Quise que mi ropa
fuese como la segunda piel: nació la arruga es bella. Cierto, en cada rostro
está escrita la historia más secreta de cada ser humano. Bibliotecario en mi
adolescencia, conocí todos los clásicos, y amé la literatura. De ahí mi placer
favorito, la debilidad por los libros. “Juan Griego” se editó en 1992, es una
novela que tiene lugar en Buenos Aires. El cine es otra de mis aficiones.
Lástima que mi trabajo me absorba tanto. “La moños”, surgió de un guión que
me conmovió. Es la historia real de una mujer mágica que habitó las Ramblas.
Con los años, uno deja de ser tajante, realmente has visto tantas cosas, “tantos
dioses y tantas islas”. ¿El futuro? No soy profeta. Jamás haré cosas estridentes,
pero sí, fiel en el anhelo permanente de ese soplo, la poesía. Al fin, la ropa es
la segunda piel y nos vestimos para ser más queridos. Sigo mi camino a la
búsqueda esencial: “Llegar a ser el que eres”.
POLÍGONO DE SAN CIPRIÁN DE VIÑAS – 32901 – OURENSE – ESPAÑA – TEL. +34 988 39 87 05 – FAX +34 988 24 67 61
www.adolfodominguez.com
e-mail : [email protected]
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TENDENCIAS PRIMAVERAPRIMAVERA-VERANO 2007
ADOLFO DOMINGUEZ MUJER
MUJER
Adolfo Dominguez apuesta para la primavera-verano 2007 por un retorno de lo
fluido. Las prendas se despegan del cuerpo, cobrando vida sobre él, plegándose o
desplegándose a cada movimiento. El volumen se potencia en faldas, vestidos y
punto con formas tulipa y la línea A otorgando protagonismo a la parte inferior de
la silueta. El colorido es neutro: grises, piedras, arenas, natas y blancos mezclados
entre sí, en ocasiones con toques intensos pero empolvados de malvas, coral o
amarillos. La gama oscura de verde botella, navy, negro y acero se reserva para
temas más sobrios y el cóctel. La colección potencia los contrastes fusionando las
líneas de los años 60 con pinceladas de los 80, el minimalismo con la costura:
vestidos de volumen rotundo en el bajo con un recogido que se ciñe bajo el pecho
abriéndose sobre un escote sobrio. Un vestido esmeralda, pura luz, formado de
pliegues en gasa liviana, como un suspiro. Cuellos grandes solapa abiertos en trajes
chaqueta. Tejidos lisos de gran caída en gasas, punto de viscosa o téncel,
algodones en todas sus texturas (canvas, sargas…) hasta tejidos de aspecto
metalizado. El lino es el tejido por excelencia pero con nuevos acabados. Adolfo
Dominguez con su colección de mujer de primavera-verano trabaja perfectamente
las proporciones y los contrastes entre liviandad y contundencia, detalles trabajados
y simplicidad. Consigue con una colección elaborada llegar a la esencia.
ADOLFO DOMINGUEZ HOMBRE
Adolfo Dominguez viste al hombre para la primavera-verano 2007 con formas
estructuradas que delimitan los contornos. Prendas que se anticipan al movimiento
del cuerpo adaptándose de forma natural a él. Los trajes cuidan los detalles de las
botonaduras, solapas, pespuntes e interiores aunando elegancia y tradición con
versatilidad. Las cazadoras resultan ligeras, de texturas vividas con acabados
desgastados en las costuras y tacto arrugado. Saharianas con charreteras en los
hombros y múltiples bolsillos con tapetas potencian una actitud de acción y traen el
tema del safari. Detalles de falsos pespuntes, broches ocultos u ojales metálicos
definen las prendas hasta el último detalle. El polo, estrella de la temporada, se
combina incluso con los trajes otorgando un aire desenfadado, y potencia la
tendencia de prenda sobre prenda. Se presenta con rayas, estampado o liso, con
texturas piqué y rasqueta. Los cuellos de los polos y camisetas cobran protagonismo
con capuchas, cuellos dobles, cierres de botón con vivo sin ojal, efectos inacabados
eliminando las solapas, etc. Como seña de identidad destacan las camisas de lino
estampadas. Adolfo Dominguez perfila para el hombre una silueta llena de matices
y detalles pero con coherencia y sencillez de líneas. Los colores aportan serenidad
evolucionando desde los tierras y crudos hasta la inmensidad de los azules, y el gris
se redimensiona al combinarlo con el blanco.
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COMPLEMENTOS
Adolfo Dominguez basa su colección de complementos de primavera-verano 2007
en la selección de materias, investigación de acabados y exquisitez en los detalles.
La apuesta son bolsos de volúmenes grandes con formas redondeadas, bolsos de
trazos rectos y los sofisticados de pequeñas dimensiones. La piel, materia
emblemática, se presenta bajo un repertorio de factura artesanal: piel arrugada,
lavada, troquelada y bordada. En tendencia, el charol y las combinaciones de piel
con lino, piel con rafia, canvas o cuerda trenzada. Las sandalias de cocktail rodean
los tobillos con tiras finas y destellos de strass. La cuña es el tacón de la temporada
forrada en lino y piel o realizada en madera. El vinilo y los metalizados crean efectos
futuristas, incluso en las deportivas. Las sandalias extraplanas y las bailarinas
apuestan por la ligereza y la feminidad abriéndose caladas, destalonadas o sin
puntera. En bisutería, notas exóticas en maderas y cordones amarillos, violetas,
verdes y naranjas. Las joyas esenciales se construyen con cubos y piezas en cuyo
interior aparecen congeladas notas de colores.
NIÑOS
Adolfo Dominguez rescata para su línea de Niño las jirafas y los elefantes de la
sabana africana y los estampa en las telas combinándolos con rayas naranjas y
blancas. El tema safari cuida los detalles funcionales con bolsillos, cremalleras y
tiradores para ceñir las prendas. El volumen se redondea en shorts abombachados y
vestidos de línea saco. El tema por excelencia de los veranos, el marinero, combina
telas lisas y rayas en colores azul, rojo y blanco. Pinceladas naif con bolsillos
circulares forrados, tablas y pecheras de camisas con cordones cruzados. La
tendencia ibicenca agita con su brisa los volantes y los frunces de los vestidos y se
recrea en cintas insertadas en tejidos de algodón troquelados. La colección combina
telas lisas y estampadas, rayas y lunares, estampados abstractos con temas de la
naturaleza. El amarillo se salpica de tonos cálidos como el marrón chocolate o los
anaranjados y se potencia con el verde musgo y el rosa chicle. La propuesta
monocolor introduce los crudos o los tonos tierra combinados con el piedra.
ADOLFO DOMINGUEZ + (talla 44 de la 58)
58)
Adolfo Dominguez evoca para la primavera-verano 2007, para la mujer de la talla
44 a la 56, la libertad de movimientos y la comodidad con prendas que acarician
la piel sin ceñirla. Apuesta por realzar la anatomía de la mujer centrando la
atención hacia zonas sugerentes. La cintura cobra especial protagonismo
enmarcada en cintas de tejido. Los escotes se abren bajo cuellos de formas
innovadoras como cuellos dobles, englobados, cuellos solapa vueltos hacia arriba,
etc. La manga francesa y los puños se destacan con cintas, frunces o puños vueltos.
La atención se enfoca hacia los tobillos y las piernas con faldas por debajo de la
rodilla en volúmenes fluidos con godets, líneas evasé y detalles arrugados en el
bajo. La naturalidad emana de las prendas a través de cortes sobrios; la profusión
de detalles y la calidad de los acabados aportan la nota de sofisticación. La esencia
de la colección nace de los tejidos. Se contrastan los lisos con los estampados y las
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texturas: algodones con rayas bordadas, ramio, linos troquelados y acabados
calandrado, texturas papel estampadas a mano, etc. El punto aporta la nota cálida
en sedas o viscosas de gran caída en calidades finas y líneas orgánicas. La paleta
cromática absorbe los colores de la naturaleza buscando la luz del amanecer, suave
y envolvente, en tonos tierras y verdes musgo seguidos de los piedra y cremas. El
negro y el azul oscuro dan profundidad y las notas vivas son los frambuesa, rojos y
las combinaciones de blanco y azul. Adolfo Dominguez apuesta en su línea + (Plus)
por la luz.
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