ENTREVISTA WOHLGEMUTH:EntrevistaBOGLEDefinitiva

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ENTREVISTA
>
[
MICHAEL WOHLGEMUTH, CONSEJERO
DE LA FUNDACIÓN KONRAD ADENAUER
“Para París, unión es mutualizar deudas,
para los grandes consorcios europeos
]
TEXTO: LIDIA CONDE (FRÁNCFORT)
FOTOS: ARCHIVO
“ALEMANIA
NECESITARÍA
400.000
INMIGRANTES
AL AÑO
PARA MANTENER
LA POBLACIÓN”
“TANTO LA CRISIS DEL EURO COMO AHORA EL RETO
MIGRATORIO MUESTRAN QUE NO SE HAN RESPETADO
EN EUROPA LOS ACUERDOS PACTADOS. HAY QUE
BUSCAR LA FORMA DE IMPLEMENTARLOS MEJOR Y DE
AJUSTARLOS SI ES NECESARIO PERO ESO NO SIGNIFICA
QUE NOS PODAMOS PERMITIR DAR EL GRAN SALTO
HACIA ADELANTE CONFIGURANDO EL ESTADO FEDERAL
EUROPEO. NO SE DISPONE NI DEL APOYO DE LOS
CIUDADANOS NI DE CONCEPTOS VIABLES”
52 I CONSEJEROS I NOVIEMBRE 2015
esde que la canciller declarara „Alemania lo consigue“ por la crisis de
refugiados, la opinión pública está
endureciendo sus posiciones. ¿Cree
usted en la afirmación de la canciller?
Respuesta. Este es un tema muy complejo.
Pero, desde el punto de vista económico,
podemos afirmar que Alemania es capaz de
gestionar la llegada de los refugiados. El
Estado alemán cuenta con un superávit presupuestario de 20.000 millones de euros.
Su economía crecerá en torno al 2% este y
el próximo año. Además la tasa de paro es
muy baja. Incluso podría ser positivo la llegada de tantos refugiados jóvenes. Hay que
tener en cuenta que Alemania necesitaría
recibir 400.000 inmigrantes anualmente para
impedir que cayera el volumen de población. Pero también hay otros puntos de vista.
El mayor reto desde la reunificación alemana será integrar a tantos emigrantes en
el mercado laboral y en la sociedad. Por otro
lado, observamos cómo desde hace unas
semanas está cambiando la actitud política
hacia los refugiados. La mayoría de los alemanes están preocupados ante tantos extranjeros. Además hay una minoría cada vez
más radicamente xenófoba.
D
P. En Alemania existe también la pobreza
y ante esta realidad muchos se preguntan
¿durante cuánto tiempo podrá Alemania
ser solidaria con Europa y con el mundo?
R. Esa es la otra cara de la moneda. No le
podemos pedir peras al olmo ni sobrecargar a Alemania exigiéndole más y más. Su
Estado social es muy costoso. Lo que implica que tanto su clase media como los ricos
pagan mucho por la solidaridad con los grupos más modestos y pobres de la propia
población. Los alemanes han sido generosos con Grecia y ahora con los refugiados.
El dilema surgirá cuando los gastos no puedan financiarse mediante el crecimiento
económico y haya que recurrir a posibles
subidas de impuestos. Ahí se opondrán las
clases acomodadas. También parte de la
élite económica y financiera podría optar
por llevarse su dinero a otros destinos más
atractivos. Por ahí podría surgir un límite
económico a nuestra solidaridad. Por cierto,
ENTREVISTA
seguro de desempleo y depósitos europeos... y más política industrial europea. Subvenciones
–franceses– y ayudas y protección para los perdedores de la globalización, también franceses”
la solidaridad “obligatoria” –es decir la carga
impositiva– no es una categoría moral.
P. ¿Qué pasará si al final compiten entre si
los jóvenes alemanes menos cualificados
con los jóvenes inmigrantes? La mayoría
de los refugiados son hombres menores de
30 años, que competirán por los mismos
puestos de formación y trabajo.
R. Hay una fórmula, una buena formación.
En muchos ámbitos –ingeniería y en muchos
oficios– compiten los empresarios entre sí
para atraer a los jóvenes bien formados o a
los jóvenes que quieren formarse. Precisamente los jóvenes de la segunda generación,
cuyos padres emigraron a Alemania, presentan un nivel bajo de formación. Y ese es
el reto. Todavía el paro juvenil en Alemania es el más bajo en la Unión Europea. Los
emigrantes solo pueden salir adelante si
aprenden rápidamente el idioma y se cualifican para ocupar puestos de formación y
de trabajo que todavía están libres. Si Alemania supera ese reto, habrá más ganadores que perdedores.
P. ¿Habrá un giro político hacia la derecha?
R. En comparación con otros países como
Austria, Francia o Suiza, no tenemos en
Alemania ningún partido de extrema derecha en el Parlamento Federal. El populista
Alternative für Deutschland (AfD) se ha
radicalizado y se beneficia ahora del miedo
de muchos alemanes ante la masiva inmigración. No obstante, no alcanzará más del
10% de los votos en Alemania. Quizás preocupa más el giro hacia la derecha del este
de Alemania, sobre todo entre los jóvenes.
En ese sentido, se observan todavía dos Alemanias, pues los Estados occidentales se
“PREOCUPA MÁS EL GIRO A LA
DERECHA DEL ESTE DE ALEMANIA,
SOBRE TODO ENTRE LOS JÓVENES. SE
VEN AÚN DOS ALEMANIAS, LOS ESTADOS
OCCIDENTALES SE MUESTRAN MUCHO
MÁS OPTIMISTAS Y ABIERTOS”
CONSEJEROS I NOVIEMBRE 2015 I 53
ENTREVISTA
”El Parlamento europeo no es por ahora la respuesta. Hoy el voto de un
el de un alemán. Un Parlamento así carece de legitimidad para repartir
muestran mucho más optimistas y abiertos
que los orientales, los de la ex RDA.
P. ¿Cambiará esta crisis de refugiados Europa?
R. Ahí tenemos dramáticas escenas en el
corazón de Europa. Los refugiados que arriesgan su vida para alcanzar Gran Bretaña
desde Calais en Francia. Los soldados que
levantan muros de vallas de espino entre
Hungría y Austria, cuando hace 26 años se
abrieron esas mismas alambradas para acabar en 1989 con el comunismo. El espacio
Schengen ha significado durante años la
libertad de movimiento de los europeos y
ha sido el símbolo de la unión de Europa.
Y todo eso se está arriesgando ahora. Ante
esta crisis de refugiados se evidencian los
antagonismos nacionales y se destacan las
diferencias en lugar de resaltar los puntos
en común. Ante esta situación Europa necesita una política de asilo y de refugiados
común. Las pocas normas con las que contábamos hasta ahora no funcionan.
EL PERSONAJE
MICHAEL WOHLGEMUTH
Filosofía alemana
Catedrático de Economía y
Filosofía de la Universidad
Witten-Herdecke, tiene 50
años y en 2012 fundó el think
tank Open Europe Berlin,
centro de investigación que
coopera con Open Europe en
Londres y en Bruselas. Estudió Economía en Friburgo y
se doctoró en Jena. Entre
2002 y 2012 dirigió el equipo
de investigación del Instituto
de Economía y Política Walter Eucken, en Friburgo.
Desde 2012 es research
fellow del Instituto Walter
Eucken. Es profesor del Instituto de Economía Social de
Mercado de la Fundación
Konrad Adenauer, de la que
es consejero. Desde 2009
coopera con el Centre for
European Studies (Bruselas)
y Ratio Institute (Estocolmo).
54 I CONSEJEROS I NOVIEMBRE 2015
P. ¿Qué será del sueño de la unión política
europea? ¿No evidencian la últimas crisis,
la griega o ahora la de los refugiados, lo
lejos que estamos unos de otros en Europa?
R. Sí, sin duda. Tanto la crisis del euro como
ahora el reto emigratorio muestran que no se
han respetado los acuerdos europeos pactados. Hay que buscar la manera de implementarlos mejor y de ajustarlos, si es necesario. Pero eso no significa que nos podamos
permitir dar el gran paso hacia adelante,
configurando el Estado Federal Europeo.
Para ello no se dispone ni del apoyo de los
ciudadanos ni de conceptos viables.
P. ¿No entienden París y Berlín lo mismo
bajo el concepto de “unión política”?
R. No. Ambos hablan de “unión política”
o de “gobierno económico” pero entienden
cosas diferentes. Para París esa unión implicaría mutualizar las deudas de la zona euro
así como una mayor intervención en política fiscal del BCE, impuestos comunes en
la UE, un presupuesto común en la zona
euro, un seguro de desempleo europeo
común, una garantía de depósitos y más
política industrial europea. En definitiva,
subvenciones para los grandes consorcios
europeos -para los franceses- y ayudas y protección para los perdedores –también franceses– de la globalización. Está claro que
Alemania no quiere esa Europa. Para Alemania, la unión política implica reglas, recogidas en una constitución económica. Este
conjunto de normas deberían acordarse independientemente de la política europea. Y
reglas obligatorias, como el pacto fiscal, deberían aplicarse bajo el control de órganos independientes. En caso de no cumplirse, habrá
que imponer sanciones automáticas.
P. ¿Cree usted que los países miembros aprobarían los cambios de tratados? ¿Estaría
Alemania a favor de una UE como Estado
Federal?
R. Tanto la idea francesa como la propuesta alemana de unión política exigen modificar los tratados de la Unión Europea. Y
para cambiar los contratos hay que contar
con el visto bueno de los 28 Estados miembros. Por ahora no hay ninguna posibilidad de acuerdo. Además en el mejor de los
casos se alcanzaría una solución “a la europea”; es decir un acuerdo con elementos
no bien definidos de ambas versiones (la
francesas y la germana), en forma de nuevas
declaraciones de intenciones y nuevas instancias públicas. Por otro lado, cualquier
modificación importante de los contratos
europeos provocará grandes discusiones.
Muchos miembros no estarán de acuerdo;
sobre todo si para aprobar los acuerdos consultan a sus ciudadanos mediante referéndum. Los políticos alemanes han sido siempre muy proeuropeos y han estado
dispuestos a delegar soberanía para avanzar en el proyecto de Europa. Pero el Derecho germano no lo pone fácil ante los
siguientes pasos de transmisión de poder a
Bruselas, sobre todo en el ámbito fiscal e
impositivo. Un verdadero Estado Federal
Europeo no sería compatible con la Constitución germana. Eso significa que el pueblo alemán tendría que aprobar por consulta popular la nueva Constitución Europea.
Hoy por hoy eso resulta muy improbable.
ENTREVISTA
ciudadano de Malta pesa once veces más que
los ingresos de los impuestos y crear deuda”
P. ¿Podrá funcionar una UE en la que se
mutualicen las deudas, el seguro de empleo
o las garantías de depósitos? ¿Confiaría
usted en un órgano europeo que disponga de competencias fiscales propias?
R. No, eso no funcionaría. En primer
lugar, sería imcompatible con nuestra
Ley Fundamental. Pero además sería
muy peligroso desde el punto de vista
económico. En cualquier caso los eurobonos y las mutualizaciones, como por
ejemplo para garantizar en común los
depósitos, fomentarían el llamado moral
hazard. Es decir se premiarían las políticas irresponsables y se penalizarían
las políticas económicas que pretenden
competir y crecer en el mercado global.
También desde el punto de vista político se abren muchos interrogantes en
torno a su legitimidad. El Parlamento
de la UE no es por ahora la respuesta.
Falta un principio democrático y de Estado de derecho central: one man, one
vote. Hoy por hoy el voto de un ciudadano de Malta pesa once veces más que
el de un alemán. Un Parlamento de un
verdadero Estado Federal Europeo – que
apruebe el reparto de los ingresos obtenidos por impuestos y que apruebe la
creación de deudas propias– no dispondría de la legitimidad necesaria.
P. ¿Qué piensa hoy de la crisis griega?
R. Grecia ha sido un caso excepcional,
sobre todo si se evalúan las dimensiones y la duración de su inestabilidad
política y económica. Pero no olvidemos que en otros países de la zona euro
hay problemas similares: deuda elevada tanto pública –del Estado– como privada, bancos insolventes, pocas inversiones, baja competitividad, estructuras
>
corruptas en la economía y en la política, etc. En definitiva, no hemos superado todavía la crisis europea. En cualquier caso, países grandes como Francia
e Italia deben implementar todavía
importantes reformas estructurales si no
quieren arriesgar la economía de toda
R. Ambos necesitan tiempo, paciencia
y confianza. También habrá que confiar
en que no llegue una tercera ola de la
crisis financiera o que, si nos alcanza,
no tenga dimensiones grandes. Las reformas estructurales necesarias de los mercados laborales, del sector financiero y de
“Lo vemos
en los Países
Bálticos y en
Islandia.
Las reformas
estructurales
necesarias,
de los mercados
laborales, del
sector financiero
y de las
administraciones
públicas tienen
efecto retardado.
Es decir, que
tarda en llegar
el crecimiento
deseado
y la creación
de puestos de
trabajo. Pero lo
que está claro es
que tienen éxito”.
la zona euro. A Grecia la podemos seguir
“rescatando” durante años, para los países de gran tamaño no hay posibilidad de
rescate alguno.
P. ¿Se reconciliarán los acreedores y los
deudores?
“FRANCIA E ITALIA DEBEN IMPLEMENTAR TODAVÍA GRANDES REFORMAS
ESTRUCTURALES SI NO QUIEREN ARRIESGAR TODA LA ECONOMÍA DE LA EUROZONA.
A GRECIA LA PODEMOS SEGUIR RESCATANDO DURANTE AÑOS. PARA LOS
PAÍSES DE GRAN TAMAÑO NO HAY POSIBILIDAD DE RESCATE ALGUNO”
las administraciones públicas tienen
efecto retardado. Es decir que tarda en
llegar el crecimiento deseado y la creación de puestos de trabajo. Pero lo que
está claro es que tienen éxito. Lo vemos
en los Países Bálticos y en Islandia. Pero
además desde Alemania pedimos desde
hace tiempo que se establezcan reglas
claras para regular la insolvencia ordenada de Estados de la eurozona. Se trata
de saber con qué tienen que contar los
acreedores y los deudores en el caso de
que un Estado sea insolvente. Lo que no
puede ser es que como hemos visto se
juegue al chantaje político y que al final
CONSEJEROS I NOVIEMBRE 2015 I 55
ENTREVISTA
“La promesa que se dió en Alemania antes de la creación del
euro, la cláusula de ‘no bailout’, ha dejado de tener validez”
paguen los contribuyentes de otros Estados de la Unión Europea.
P. ¿Qué cree que debería y podría hacer
España para consolidar su crecimiento?
R. No soy un experto en política económica de España. Pero en líneas generales se puede afirmar que la competitividad depende, entre otros factores
estructurales, de una buena formación,
flexibilidad del mercado laboral, mercados abiertos para bienes y servicios,
administración del Estado eficiente y
no corrupta, estabilidad política, libertad
empresarial. España figura en el puesto 35 en la liga de competitividad del
World Economic Forum. Lo cual quiere decir que hay mucho por hacer, sobre
todo en el mercado laboral.
P. Muchos expertos consideran que el
euro ha convertido ya a la eurozona en
una unión de países con responsabilidad
mutualizada. ¿Piensa usted lo mismo?
R. Sí claro. La promesa que se dio a los
ciudadanos alemanes antes de la creación del euro recogida en la cláusula
“no bailout” ha dejado de tener validez.
La cláusula “no bailout” de la Unión
Monetaria Europea excluye que esta
avale o garantice las deudas de los Estados miembros. La creación del mecanismo de estabilidad y rescate ESM
(European Stability Mechanism) limitó
esa cláusula, que fue concebida para forzar a los países miembros de la UE a respetar la disciplina presupuestaria. La
idea era que los países que gastaran más
de lo razonable y no se guiaran por la
solidez presupuestaria no podían esperar a que los demás les apoyaran en caso
de quiebra o insolvencia. La cláusula
no bailout complementa el pacto de crecimiento y de estabilidad, que establece los límites de endeudamiento. Por
otro lado, el BCE está comprando tiempo para que los países en crisis se recuperen. De hecho se ha convertido en el
único poder que puede estabilizar la
eurozona. Pero su política de bajos tipos
56 I CONSEJEROS I NOVIEMBRE 2015
de interés genera también problemas.
Implica prolongar la vida de bancos y
empresas artificialmente, pero esto no
garantiza que se invierta más. También
reduce el incentivo para aplicar reformas estructurales que se necesitan. Al
final, si no se implementan las medidas
necesarias, la eurozona podría permanecer en esta situación de estancamiento
por mucho tiempo.
P. ¿Qué pasaría si se impusieran partidos
populistas que se negarán a saldar deudas o a atenerse a los pactos europeos?
R. Eso sería el final del euro. Y el final de
Europa como una comunidad de Derecho. Ese riesgo es real. En el caso de Gre-
“PEDIMOS REGLAS CLARAS
PARA REGULAR LA INSOLVENCIA
ORDENADA DE ESTADOS DE LA
EUROZONA. SE TRATA DE SABER CON
QUÉ TIENEN QUE CONTAR ACREEDORES
Y DEUDORES EN CASO DE INSOVENCIA”
cia vimos qué pasa cuando un país decide por su cuenta rescindir un convenio.
Pero también vimos que al final tampoco se puede ganar ese juego. Los griegos se han visto obligados a cumplir con
obligaciones y demandas todavía más
estrictas y exigentes. Teniendo en cuenta además que mientras duró la apuesta
de Grecia por ese juego lo único que
consiguió fue hundir todavía más su
economía.
P. Alemania está siempre en la diana
de las críticas. Una de las más extendidas es que el euro solo beneficia a los
países ya ricos como Alemania.
R. En parte entiendo las críticas, claro. La
industria exportadora alemana se beneficia de la debilidad del euro, por lo que
se puede interpretar que Alemania se
beneficia indirectamente de la cisis en
otros países europeos. Pero también con
un euro más fuerte Alemania sería
mucho más competitiva que el resto. Lo
cual tiene que ver sobre todo con una
mejor –o por lo menos menos mala–
política económica y con el hecho de
que Alemania cuenta con muchas
empresas medianas con tecnología punta
e innovadora que compiten en todo el
mundo. Este punto fuerte de la economía germana no tiene nada o poco que
ver con el euro. Y por supuesto si usted
pregunta a las casas de seguros o a los
ciudadanos con cuentas de ahorro le
dirán que Alemania pierde con el euro
porque ante los tipos de interés reales
negativos los ahorradores están perdiendo dinero. La cuota de ahorro es
especialmente elevada en Alemania, por
lo que es comprensible que la gente no
esté contenta con la situación actual.
P. ¿Quién pagará al final las deudas?
R. Las generaciones futuras. El pago
de la deuda y la reestructuración de
las deudas disponen de plazos de tiempo muy largos. Para entonces los políticos que acuerdan ahora estas soluciones no estarán en la política. C
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