¿Por qué es importante el concepto de residencia fiscal para efectos tributarios? El concepto de residencia fiscal sufrió una modificación importante con la ley 1607 de 2012 que modificó el artículo 10 del estatuto tributario que la define. Veamos por qué es tan importante la residencia fiscal para un contribuyente. La residencia fiscal supone el lugar o territorio donde se deben declarar tanto las rentas obtenidas como los activos poseídos, y ello supone tributar con base a ello. A la luz del artículo 9 del estatuto tributario, los contribuyentes que tengan residencia fiscal en Colombia, “están sujetas al impuesto sobre la renta y complementarios en lo concerniente a sus rentas y ganancias ocasionales, tanto de fuente nacional como de fuente extranjera”, existiendo un tratamiento diferenciado para los extranjeros residentes en el país (consultar artículo 9 del estatuto tributario). Como se puede observar, ser residente fiscal en Colombia implica tener que tributar sobre los ingresos de fuente nacional (obtenidos en Colombia) y sobre los ingresos de fuente extranjera (obtenidos en el exterior). Esto hace que quien obtenga ingreso de sus negocios en otro país, un paraíso fiscal, por ejemplo, debe declarar los ingresos obtenidos allí, lo cual por supuesto nadie quiere, pus el objetivo de invertir en esos países es precisamente el de escapar al sistema impositivo nacional. Ahora, respecto al patrimonio, el artículo 261 del estatuto tributario establece que para los contribuyentes con residencia fiscal en Colombia incluye también los activos, bienes o inversiones que se tengan en el exterior, algo que tampoco quiere quien tiene la oportunidad y capacidad para trasladar su patrimonio al exterior. Es por eso que el concepto de residencia fiscal es tan relevante, pues dependiendo de ella, un contribuyente debe o no declarar y tributar sobre sus negocios en el exterior, y de allí que el gobierno con la ley 1607 de 2012 hizo un poco más exigentes los requisitos para mudar la residencia fiscal de nuestro país.