P0901-65-2001 TRIBUNAL DE SENTENCIA: Chalatenango a las nueve horas del día veintiocho de agosto del año dos mil uno. Causa número 45-05-2001, seguida contra José Antonio Girón Gutiérrez, de cuarenta y cinco años de edad, soltero, albañil, de nacionalidad Salvadoreño, residente en Desvío La Granja, Caserío El Coyolito, jurisdicción de Tejutla, Chalatenango, hijo de los señores María Gutiérrez Quijada y Narciso Girón Zelaya; por el delito de HOMICIDIO SIMPLE IMPERFECTO, previsto en el Artículo 128 en relación con el Artículo 24, ambos del Código Penal, en perjuicio de la vida del señor Oscar Antonio González León, de veintiséis años de edad, jornalero, residente en Cantón Santa Bárbara, El Paraíso, Chalatenango. Figuran como Agente Auxiliar de la Fiscalía General de la República, el Licenciado German Antonio González Ortéz, y como Defensor Público el Licenciado Héctor Humberto Sales Contreras; conociendo de la causa el Tribunal de Sentencia, integrado por los Licenciados Sandra Luz Chicas Bautista, Dina Elizabeth Castaneda Interiano y Oscar Ernesto Contreras Quintanilla; presidiendo la audiencia de Vista Pública, la Licenciada Sandra Luz Chicas Bautista, en su calidad de Jueza Presidente del Tribunal. RESULTANDO: I. Que el Ministerio Fiscal presentó acusación en contra del procesado José Antonio Girón Gutiérrez, por el siguiente hecho: "...El hecho ocurrió aproximadamente a las trece horas del día quince de enero del año dos mil uno, en el interior del cementerio Municipal de El Paraíso, departamento de Chalatenango, lugar, día y hora donde se encontraba el ahora víctima Oscar Antonio León, juntamente con otras personas del sexo masculino, quienes realizaban trabajos de excavación de una fosa o tumba para proceder a la inhumación que se realizaría en la misma fecha del cadáver de una persona del sexo femenino; destacándose en la información testimonial que se hizo presente el encartado con quien el ofendido tuvo una discusión originada por bromas que no agradaron al imputado; minutos después se acercó el imputado hacia el lugar donde se encontraba la víctima, expresándole que se las debía desde hace algún tiempo porque en fecha anterior le había ocasionado un planazo a un sobrino del indiciado y que se las iba a pagar, agregando que el ofendido solo había ocasionado un planazo al sobrino de él; pero que él le iba a volar la cabeza, ocasionándole en el mismo acto con un machetazo una lesión en cara lateral izquierda de hemicuello, hasta la región posterior de la nuca, lo cual provocó que la víctima cayera inmediatamente desde su altura, sangrando abundantemente de la lesión, mientras que el imputado se dio a la fuga del lugar del hecho, guardando en una vaina el arma corto-contundente en alusión. En los actos de investigación realizados se practicó reconocimiento médico forense de sangre a la víctima en cuyo informe se destaca que la lesión solo comprometió tejidos blandos y se dictamina nueve días de curación e igual tiempo de incapacidad laboral. Asimismo se ordenó tal peritaje con relación al encartado, describiéndose en el cuerpo de éste equimosis y excoriaciones que el mismo presenta, habiéndose dictaminado ocho días de curación e igual tiempo de incapacidad laboral; a este respecto se desconoce en concreto hasta el momento la forma, día y hora en que se ocasionaron por no existir información testimonial susceptible de ser analizada..." IIQue los hechos antes narrados han sido promovidos por el Ministerio Fiscal por el delito de HOMICIDIO SIMPLE IMPERFECTO, previsto en el Artículo 128 con relación al Artículo 24, ambos del Código Penal. III. IV. El debate se celebró en AUDIENCIA PÚBLICA, el día veintidós de agosto del año dos mil uno. En los procedimientos se han observado las prescripciones y términos de ley, y CONSIDERANDO: I. a)- Que este TRIBUNAL DE SENTENCIA, resolvió todos los puntos sometidos a su conocimiento y, en la aplicación de las reglas de la sana crítica establecidas en los Artículos 162 inciso 3º y 356 inciso 1º del Código Procesal Penal, valoró la prueba vertida en la Vista Pública que a continuación se describe: Prueba Pericial presentada por el Ministerio Fiscal, consistente en: Protocolo de Reconocimiento Médico Legal de Sangre, practicado a la víctima señor Oscar Antonio León, en Chalatenango, a las diez horas cuarenta y cinco minutos del día dieciséis de enero del año dos mil uno, por el Doctor Luis López Menjívar, Médico Forense; en el cual en lo pertinente hace constar: Que ha practicado Reconocimiento Médico Legal de Sangre-hospital, al señor Oscar Antonio León, quien sufrió ataque físico con arma corto contundente, por persona conocida, ocasionándole herida en el cuello como de más o menos diez-doce centímetros a nivel cervical, con compromiso muscular, la que sanará con tratamiento médico adecuado en nueve días a partir de la fecha del trauma, salvo complicaciones, y ocasionará incapacidad laboral por igual número de días. Al pie del dictamen, aparece una firma ilegible, perteneciente al doctor Luis López Menjívar, Médico Forense, lo mismo que un sello que se lee: Instituto de Medicina Legal, Dr. Roberto Masferrer, Región Central, Chalatenango, El Salvador, C.A. Análisis serológico, practicado en San Salvador, de fecha veintidós de enero del año dos mil uno, iniciado el diecinueve y finalizado el veintiuno de enero del presente año, por la Licenciada Ana Florencia Cerón Cruz, Seróloga Forense; en el cual hace constar que mediante formulario de entrega de evidencia de fecha quince de enero del año dos mil uno, recibió: 1- Evidencia consistente en un tubo de vidrio que contiene un trozo de tela impresa con sustancia color pardo rojizo; 2- Embalado en papel kraft y sujetado con cinta adhesiva de la división, un corvo con cacha de material sintético color negro que mide doce punto cinco centímetros y la hoja cincuenta y cinco centímetros de longitud, el cual presenta escasa mancha color rojizo, tanto en la cacha como en la hoja, y se recibe con su respectiva vaina de cuero, la cual no presenta material de estudio para esa área; resultando del análisis practicado positivo a sangre humana. Al final de la pericia, aparece una firma ilegible perteneciente a la Licda. Ana Florencia Cerón Cruz, Seróloga Forense, y un sello circular que se lee: Policía Nacional Civil, El Salvador C.A., División Policía Técnica y Científica, Serología Forense. b)- Prueba Pericial ofrecida por la Representación de la Defensa: Protocolo de Reconocimiento Médico Legal de Sangre, practicado al imputado señor José Antonio Girón Gutiérrez, en Chalatenango, a las nueve horas treinta y cinco minutos del día dieciséis de enero del año dos mil uno, por el Doctor Luis López Menjívar, Médico Forense; en el cual en lo pertinente hace constar: Que ha practicado Reconocimiento Médico Legal de Sangre, al señor José Antonio Girón Gutiérrez, quien sufrió ataque físico por tres personas conocidas a puntapiés y puñetazos, ocasionándole lesiones que sanarán con atención médica en ocho días a partir de la fecha del trauma, salvo complicaciones, y ocasionarán incapacidad laboral por igual número de días. Al pie del dictamen, aparece una firma ilegible, perteneciente al doctor Luis López Menjívar, Médico Forense, lo mismo que un sello que se lee: Instituto de Medicina Legal, Dr. Roberto Masferrer, Región Central, Chalatenango, El Salvador, C.A. c)- Prueba Testimonial presentada por el Ministerio Fiscal, consistente en: Testigo Luis López Menjívar, quien en lo esencial expresó: Que a las diez horas cuarenta y cinco minutos del día diez de enero del presente año, practicó reconocimiento Médico Legal de Sangre al señor Oscar Antonio González León, en el Hospital de Chalatenango, basándose en el examen físico y expediente clínico, siendo que el paciente tenía una herida suturada de trece centímetros de longitud desde la mitad del hemicuello hasta la parte de la nuca, tomándose radiografías de la columna y el médico que lo atendió estableció que la lesión solo comprometió tejidos blandos; que las características de la herida era lineal y fue ocasionada con arma corto contundente, pudiendo ser que solo haya sido ocasionada con la parte del filo pero no se tomó el arma con toda su fuerza del filo, de tal forma que la herida fue producida mas por el filo que por la fuerza; que en la región del cuello en la parte en que se localiza la herida se encuentra la columna vertebral y mas profundo en el cuello hay órganos vitales y la lesión en referencia solo comprometió tejidos blandos, pero si se hubiera ocasionado lesión en los vasos sanguíneos, venas o arterias, el paciente hubiera muerto, pero la herida en referencia solamente dañó la piel y tejidos subcutáneos, eso significa que la fuerza con que se ocasionó la lesión no era grande, debiendo tomarse en cuenta que en el cuerpo humano hay puntos donde las lesiones hacen más vulnerable a la persona, como en el caso del cuello. Que considera que la lesión del paciente fue ocasionada estando éste de frente. Que de igual forma examino al señor José Antonio Girón Gutiérrez, y éste al examen físico presentaba tres equímosis, excoriaciones y refería sensibilidad dolorosa en dichas áreas al inhalar, pero sanarían en ocho días y generarían incapacidad laboral por igual período de tiempo, recuerda que el paciente le manifestó que el día quince de enero a las trece horas, fue atacado por tres personas conocidas quienes lo golpearon a puntapiés y puñetazos, lesionándole la cabeza, tórax y codo izquierdo. Que ambos pacientes manifestaron que fueron lesionados casi a la misma hora, pero los golpes recibidos por el señor Girón, considera que no podían ocasionar la muerte del mismo, pero como el dolor es subjetivo, solicitó que se le tomara radiografías para descartar fracturas costales. Testigo Ana Florencia Cerón Cruz, quien en lo esencial manifestó: Que pertenece al área de serología forense y tuvo a la vista como evidencias un trozo de tela color rojizo y un corvo del cual la cacha medía doce punto cinco centímetros y la hoja cincuenta y cinco centímetros, debidamente embalados y presentaba el corvo manchas color rojizo cerca de la punta y en la parte media; que del análisis practicado se obtuvo resultado positivo a presencia de sangre humana, siendo recolectadas las evidencias en inspección ocular practicada en el cementerio municipal del municipio de El Paraíso, Chalatenango. Que con solo las manchas de sangre en este caso en particular no se podía determinar el tipo sanguíneo, porque la evidencia era escasa. Testigo Dolores Galdámez, quien en lo pertinente expresó: Que reside en Caserío El Mango, jurisdicción de Santa Bárbara y el día quince de enero de este año, como a la siete de la mañana estaba en una sepultura en el cementerio de El Paraíso, siendo que en el lugar en referencia también estaba su compañero de trabajo de nombre Mauricio López y excavaban una fosa, terminando como a la una de la tarde, que no se fijo lo que sucedió, solo vio que como a la una, Oscar Antonio León, calló al suelo porque lo lesionó José Antonio Gutiérrez con un corvo, agregando que su persona estaba viendo para otro lado de la sepultura, siendo que después del hecho José Antonio Girón Gutiérrez, quien es su amigo, se retiró del lugar pero no vio cuando lo capturaron y a Oscar se lo llevaron de allí, ignorando para adonde, viendo sangre en el lugar donde éste había caído. Que antes del hecho no escuchó ninguna discusión entre Oscar y José Antonio, habiendo cuatro persona en el lugar. Testigo Oscar Antonio González León, quien en lo pertinente manifestó: "Que reside en Caserío El Mango, Cantón Santa Bárbara; que el día quince de enero de este año, en horas de la mañana él estaba acostado en su casa como a las seis de la mañana y un amigo y vecino de nombre Ronald, le llegó ha hablar, pidiéndole que fueran a abrir la sepultura de la señora Emilia Girón, lo cual él ya sabía, por lo que les dijo que se fueran adelante y que él iba a llegar al cementerio, por lo que llegó al cementerio como a las siete y media de la mañana, encontrando en el lugar a Dolores Galdámez, Mauricio, Emilio Rodríguez y Salvador Girón, siendo en total cinco, ayudándoles él a abrir la fosa, siendo que Lolo, sacó la tierra y cuando llevaban la fosa de una altura determinada, sucedió el problema, siendo cuando su persona estaba dentro de la fosa escuchó que José Antonio Girón discutía con Antonio de apodo Diablo, escuchando que se peleaban porque el otro tenía la señora de él y quizá sobre eso peleaban, durando la discusión como quince minutos, luego su persona se salió a descansar a un nicho que estaba cerca del lugar como a una distancia de cuatro o cinco metros, siendo como las nueve y media de la mañana y no puso atención porque no le interesaba, además nadie se metió en la discusión, siendo que el imputado sacó a Toño afuera; que cuando él estaba descansando Toño le dijo: "mirá, vos también te la picas cabronsito", a lo que él le respondió que había ido a ayudar porque era amigo de la señora que falleció, y éste llegó a pegarle un "bergazo" en la cara y luego se devanaron en el mismo lugar en el nicho donde se encontraba descansando su persona, agregando que en ese momento no le vio armas; que luego su persona se dirigió a la sepultura donde se encontraba Mauricio cavando, como a las diez más o menos, siendo que cuando él se percató ya tenía a dicho señor con el corvo en la mano y le dijo "hoy te voy a matar hijo de la gran puta, la cabeza te voy a volar", agregando que su persona se esquivó pero el machetazo le calló siempre, cayendo luego al suelo, recobrando el sentido cuando ya habían suturado la herida en el hospital y al momento del hecho no vio para donde había corrido la persona que lo lesionó a pesar de que él le había regalado unos tragos al mismo. Que la señora Emilia Girón era hermana del imputado y a las seis de la mañana, llegó Juan Antonio Monge a decirle que fuera a ayudarles a cavar la sepultura, a lo que su persona le respondió que se fuera adelante y que ya lo iba a alcanzar; que el día de la vela se estuvo tomando un medio litro su persona con Toño, estando en la vela hasta como a las diez de la noche pero no se sentía de goma; que el siguiente día desde que llegó como a las ocho, se tomó el primer trago y el siguiente se lo tomó como a las nueve más o menos, agregando que Dolores no toma, no existiendo ninguna discusión con dicho señor solo que quizá éste ya iba enojado; que con dicho señor nunca habían tenido problemas ni discusiones porque eran amigos; que en una ocasión hacía un mes, su persona le pegó un planazo al hermano del imputado; que cuando él se encontraba en el cementerio, su persona no cargaba ninguna arma; que cuando el sujeto lo agarró a él a la lucha nadie salió golpeado y ellos mismos se desapartaron, ya que su persona allí mismo lo soltó y le dijo "puchica calmate", agregando que la lucha duró como tres segundos o un minuto, ya que no estuvieron bastante tiempo luchando; que cuando él estaba viendo la fosa, dicho señor llegó con el corvo por este lado, señalando el testigo la parte lateral izquierda de su cuerpo, y le pegó el filazo; agregando que le dijo el mismo que así como le había pegado el planazo a su sobrino, le dijo "yo no te voy a pegar un planazo, yo sí te voy a matar", que en el lugar habían cinco personas incluyéndose él y Jaime; que cuando el señor José Antonio le pegó el filazo, él inmediatamente comenzó a ver que las cruces pasaban y le dijo a Lolo "hoy si me muero Lolo", agregando que luego le pidió que le pusiera una hoja de teca y después sintió que lo llevaban de los pies y las manos pero no conoció a las personas, agregando que cuando su persona estaba en el suelo dicho señor pudo seguirlo lesionando". Testigo Salvador Girón, quien en lo pertinente manifestó: Que es jornalero, originario del Caserío Los Mangos; que el quince de enero de este año, en horas de la mañana fue al cementerio de El Paraíso, como a eso de las seis y media y abrieron una sepultura ya que iban a enterrar a su madre María Emilia Girón, aclarando que él observó que estaban haciendo la fosa porque era doliente, estando en el lugar como hora y media más o menos, luego se fue a comprar a una tienda como a tres cuadras hacia arriba y su persona se fue, siendo que después que compró unos cigarros en la tienda, su persona regresó al cementerio y escuchó que dos policías decían que había alguien allí que se había agarrado con otro, aclarándole que había un herido y era el muchacho Oscar, desconociendo quien lo lesionó, pero después vio que tenían detenido allí a su tío, a quien no vio momentos antes que lo detuvieran, pero en el transcurso de la mañana lo vio en el cementerio; que su persona no vio cuando sucedió el hecho porque no se encontraba en ese momento en el lugar, pero a la persona herida vio que la traían los policías entre dos, lo subieron al carro y se lo llevaron, sucediendo esto después que vio a su tío detenido en la capilla; que en el lugar no habían más personas que él y los policías y luego éstos se llevaron a su tío. Testigo José Mauricio López Rivera, quien en lo esencial manifestó: Que reside en Caserío El Mango, Santa Bárbara, desde hace veinte años, que el quince de enero de este año en horas del medio día, estaba adentro de la sepultura en el Cementerio de El Paraíso, ya que se encontraba excavando desde hacía media hora en horas del medio día, siendo que estaba trabajando, no podía ver nada, solamente escuchó que estaba discutiendo el señor Antonio Girón con el señor Oscar Antonio León, aclarando que su persona no puso mucho cuidado, pero escuchó que Oscar Antonio le dijo "mejor prefiero que me toques el culo y no la cara", no escuchando nada más, siendo que al salir su persona de la sepultura ya vio a Oscar que estaba tirado al lado de enfrente de la sepultura, estando su persona a una distancia de éste de un metro, agregando que vio que éste estaba goteando en el suelo, no haciendo nada él, siendo que no lo quiso tocar y la persona hablaba y pedía ayuda; que no vio quien lesionó a dicho señor pero en el mismo lugar el otro que estaba con él, siendo Dolores Galdámez, le dijo: "Mauricio, Toño macheteó a mengano, refiriéndose a Oscar", agregando que cuando su persona salió de la fosa Toño ya no estaba en el lugar porque ya se había ido, que ellos no quisieron tocar al herido sino que la policía fue a levantarlo; que la persona lesionada el policía dijo que iba malo. Testigo Oscar Donaldo Benítez Tobar, quien en lo esencial manifestó: Que es empleado de la Policía Nacional Civil desde Febrero del noventa y cuatro y actualmente se encuentra destacado en el puesto de El Paraíso; que el quince de enero de este año, en horas del medio día, se encontraba dejando un recado de carácter oficial en Barrio San Luis de El Paraíso, como a las trece horas, haciéndose acompañar del agente Nelson Vásquez Gutiérrez, siendo que se aproximó un joven que venía corriendo, a quien no había visto con anterioridad y éste se dirigió al otro compañero y éste solo le comentó a él que había una emergencia, y luego su compañero le comentó el problema que le expuso el muchacho, siendo que le había dicho que un señor había matado a un primo o amigo suyo, por lo que su persona le preguntó por donde había huido el presunto autor, siendo que el hecho había sucedido en el Cementerio de El Paraíso, hacía unos cinco minutos, diciendo quien había sido el autor del hecho, no recordando el nombre del mismo, pero sí recuerda que les dijo el joven que había huido al río, por lo que se constituyeron a la orilla del río como a doscientos cincuenta metros de distancia de donde recibieron el aviso y se dirigieron a pie corriendo y después de haber recorrido como ciento cincuenta metros, visualizaron a dicho señor y el joven dijo que él era, y este llevaba un pequeño maletín y un corvo, siendo que iba caminando y al verlos a ellos comenzó a correr y se perdió en un arbusto, por lo que se dividieron con su compañero, tomando uno el lado izquierdo y el otro el lado derecho y al salir a un lado su persona también salió el señor y éste ya no llevaba el corvo, siendo que lo identificó a dicho señor y le indicó que se tirara al suelo porque su persona no andaba esposas en ese momento y su compañero sí, siendo que pudo observar que dicho señor se encontraba en estado de ebriedad y por los arbustos se condujo dicho señor como a veinticinco metros de distancia donde se encontró a dicho señor encontraron el corvo, el cual tenía manchas de sangre en la parte del filo, siendo que el corvo lo trasladaron al puesto policial como evidencia y se mencionó el mismo en el acta de remisión de la persona, no recordando en este momento el nombre de la persona detenida en ese momento, pero señala al imputado José Antonio Girón Gutiérrez, a quien hicieron saber los derechos, agregando que las personas andaban ebrias, que hasta el momento su persona tenía conocimiento que se trataba de un homicidio, que no les avisaron que con anterioridad al hecho hayan habido problemas en el cementerio, que cuando capturaron al imputado le dieron traslado al puesto policial, que cuando salieron de allí ya venían otros compañeros y se dieron cuenta que la persona no estaba muerta, sino lesionada, por lo que a dicha persona le dieron ayuda y hablaron al puesto policial para que se comunicaran a la Cruz Roja para que los vinieran a encontrar, que los encontraron allí por el rió de Asambio y el herido venía consiente, que cuando hicieron el cambio de la patrulla a la cruz roja solo se lamentó que le dolía la lesión, que al encontrar el corvo no recuerda si estaba con vaina o sin ella. Testigo Jorge Alberto Fernández, quien en lo esencial manifestó: Que es miembro de la Policía Nacional Civil desde hace cinco años y actualmente se desempeña como técnico en inspecciones oculares, siendo que el quince de enero de este año estaba de turno y recibieron una llamada telefónica y posteriormente radial, en la Delegación Policial de Chalatenango, manifestándoles que había que hacer una inspección en El Paraíso, constituyéndose al lugar el cual era el cementerio de El Paraíso, Chalatenango como a las dos o dos y media de la tarde, estando específicamente ellos en el costado nororiente del cementerio ya a la orilla, constando que se trataba en una inspección del delito de lesiones donde ya los elementos policiales de El Paraíso habían acordonado la escena donde se encontraban manchas de sangre un poco amplias sobre una tumba y otras manchas pequeñas, siendo que las que estaban sobre la tumba eran manchas estáticas, por lo que opina que la persona lesionada estaba en ese lugar o se puso allí y las otras eran como manchas de sangre que habían chispeado porque la persona había caminado, por lo que son consideradas de movimiento; que su persona tomó un pedacito de tela de algodón esterilizada y recolectó evidencias las manchas de sangre seca con el apoyo de una pinza, también trato de recolectar evidencia con la que probablemente la sangre se había contaminado y tomó fotografías. Que el día era soleado y la sangre ya estaba seca, habiendo en el lugar como diez o quince personas cavando una fosa para enterrar a una señora, pero la víctima y el victimario no estaban allí, aclarando que al momento que ellos llegaron había otro entierro, por lo que habían entre sesenta o setenta y cinco personas en el lugar; que la escena del hecho y donde estaban las manchas de sangre estaba protegida con cinta color rojo. Testigo Emilio Rodríguez León, quien en lo esencial expresó: Que vive en Caserío el Mango y día quince de enero de este año, él estaba en el Cementerio de El Paraíso donde llegó desde la mañanita a ayudarle a don Jaime a abrir una sepultura, estando en el cementerio Jaime, Oscar Antonio, Dolores Galdámez, su persona y José Mauricio, siendo que él les ayudó un rato y luego su persona se salió a descansar al has de un nicho, estando a una distancia de unos veinte metros de donde estaban excavando la sepultura y estuvo descansando durante unos cinco o diez minutos recostado en el nicho viendo hacia arriba, siendo que vio que Oscar Antonio con don Toño Girón, se agarraron con las manos primero y luego se desapartaron y ya no estaban peleando, siendo que don Toño se quedó donde se encontraba su persona y Oscar se fue para donde estaban abriendo la sepultura, luego su persona no sabe qué pasó; que don Toño Girón se encuentra en esta sala, refiriéndose al imputado presente; que cuando don Toño se retiró para donde estaban los demás, no sabiendo nada más su persona porque se quedó acostado y no escuchó nada de bulla y después escuchó unos gritos como que alguien lo "truesa" a uno, siendo que la persona dijo "hay, hay, hay", por lo que él salió corriendo y vio el cuerpo tirado de Oscar Antonio, quien estaba arriba de la sepultura y éste no estaba chorreando sangre pero tenía bien rojo de sangre, por lo que él fue a avisar a la policía a quienes no dijo quien había cometido el hecho, siendo que encontró a dos policías por una tienda y al avisarles que estaba un cuerpo tirado, se vinieron, pero no recuerda bien como fue que les dijo a los policías ya que no recuerda si le preguntaron éstos quien había sido o no. Que Oscar Antonio es su primo hermano y no escuchó las palabras que se dijo éste con Toño Girón, desconociendo a qué hora sucedió eso; que cuando vio su persona el cuerpo, salió a avisarle a la policía ya que se asustó, agregando que no vio el momento en que Oscar fue lesionado. d)- Prueba Testimonial presentada por la Representación de la Defensa, consistente en: Testigo Wilfredo Santos Girón, quien en lo esencial expresó: Que conoce a José Antonio Girón Gutiérrez, como buena persona, y el quince de enero de este año, estaba él en el panteón haciendo una sepultura de su tía quien falleció el día catorce, no recordando lo que sucedió porque se durmió en un nicho porque se había desvelado la noche anterior y luego salió a comprar con un primo como a unas tres cuadras del lugar, regresando como quince minutos después, escuchando una bulla, ya que había gente que no era de su caserío y decían que había un herido y al ir a ver su persona vio al muchacho tirado allí y éste le dijo que se iba a morir y que tenía sed y su persona le dijo que se esperara pero luego solamente le mojó los labios, siendo que después llegó la policía y su persona les ayudó a subir al muchacho al carro; que luego llegaron al lugar con el entierro de su tía y como a las doce y media pero no se enterraba hasta que la policía diera permiso. e)- Prueba Documental presentada por la representación fiscal, consistente en: Acta de inspección del lugar de los hechos, levantada en el Cementerio General de El Paraíso, Chalatenango, a las catorce horas treinta minutos del día quince de enero del año dos mil uno, estando presente los investigadores Gerardo Pérez Zelaya, Francisco Leonés Palma, técnicos Luis Alfredo Figueroa y Jorge Alberto Fernández, en la que en lo pertinente se hace constar: Que en el lugar citado, está la tumba del señor Oscar Oliva, que se encuentra ubicada al costado norponiente, con la posición de oriente a poniente, construida de cemento, donde se observan un aproximado de cincuenta y cinco gotas de manchas rojizas al parecer sangre; al costado norte de la misma tumba, en la maleza se encuentran varias manchas rojizas también al parecer sangre, las cuales no se pueden contar por la posición en que se encuentran, tomándose fotografías del lugar en referencia, asimismo se recolectaron muestras de manchas rojizas. Al pie del acta, aparecen cinco firmas ilegibles y un par de huellas bajo las que se lee: Entrevistado. Croquis de orientación, elaborado por el Agente Figueroa, en fecha quince de enero del año dos mil uno, como anexo del acta de inspección, levantada en el Cementerio General de El Paraíso, Chalatenango, a las catorce horas treinta minutos del día quince de enero del año dos mil uno, el cual cuenta con leyenda que ubica los objetos y lugares. En dicho documento, aparece una firma ilegible y un sello que se lee: Policía Nacional Civil, El Salvador, División Policía Técnica y Científica. Album fotográfico, elaborado por el Agente Jorge Alberto Fernández, conformado por cuatro fotografías a colores, tomadas en el Cementerio General de El Paraíso, Chalatenango, captándose el lugar específico donde se encontraron las evidencias al parecer de sangre. Al pie de la portada del referido álbum, aparece una firma ilegible y un sello circular que se lee: Policía Nacional Civil, El Salvador, División Policía Técnica y Científica. f)- Prueba material presentada por el Ministerio Fiscal, consistente en: Un corvo con cacha de material sintético color negro, de doce punto cinco centímetros, y hoja cincuenta y cinco centímetros de longitud. II. III. El imputado José Antonio Girón Gutiérrez, en lo pertinente declaró: Que ese día que le avisaron que su hermana Emilia Girón Gutiérrez, estaba agonizando, él se quedó allí y luego ella murió, que su cuñado Héctor Sánchez y le dijo que se llevara a ocho personas a abrir la cepultura, entre los que iba Mauricio, por lo que llegaron como a las siete y media y estando abriendo la sepultura encontraron los huesitos y por eso le dijeron que les fuera a traer guaro porque ya no querían excavar, por lo que fue a traer dos "litrones" de guaro y ellos le insistían en que tomara y como estaba triste por la muerte de su hermana se tomo como tres tragos, como a la media hora llegaron dos sujetos y uno de empezó a armar la bronca y se le fue encima, no recordando lo demás porque estaba tomado. Que don Oscar llegó como a la hora y media, acompañado de un sujeto que le dicen Toño diablo, que los dos le dijeron que les diera licor a la fuercesita y él les dijo que no porque los quería para los que estaban trabajando y ellos no estaban trabajando, que estaban sentados en lo mejor de tomar Oscar y Toño, luego Oscar se levantó "bravo" porque no le dio un trago, no recordando si lesionó a Oscar porque estaba tomado, pero antes no habían tenido problemas, ya que salían juntos a pasear; no recuerda que la policía le haya decomisado algo porque estaba bien bolo cuando lo detuvieron, que sufrió los golpes de ellos cuando tuvieron la riña y paso como ocho días en tratamiento, que le hicieron reconocimiento de los golpes; que recuerda que con ellos fue el problema. Análisis y valoración de la prueba incorporada a la Vista Pública conforme a las Reglas de la Sana Crítica y determinación precisa y circunstanciada del hecho acreditado. Respecto de la existencia del ilícito de Homicidio Simple Imperfecto, ésta se estableció a través de tres medios de prueba, como son: Protocolo de Reconocimiento Médico Legal de Sangre, declaración pericial del Doctor Luis López Menjívar y el testimonio de la víctima, señor Oscar Antonio González León; con los dos primeros se comprueba que el señor González León el día dieciséis de enero del año dos mil, presentaba una lesión a la altura del hemicuello de trece centímetros de longitud, provocado con arma contocontundente, habiendo solamente comprometido tejido blando, siendo que tal lesión se provocó con el tipo de arma referida pero actuó con forma cortante y no contundente en razón de no habérsele aplicado la fuerza necesaria para tal efecto, y asimismo se comprobó que en la región corporal en que se ocasionó la lesión, se ubican a mayor profundidad, vasos sanguíneos que de haberse lesionado se hubiese producido el resultado muerte en la humanidad de la víctima y con el tercero, se comprobó que en efecto la lesión se ocasionó con un corvo o machete, y que el momento en que el autor agredía al señor Oscar Antonio González León, éste reaccionó haciendo un movimiento evasivo, el cual no fue suficiente para evitar la lesión que presenta, pero sí el necesario para disminuir o aminorar el daño, en razón que evitó, con tal movimiento, que el arma produjera la extensión plena de sus efectos en su humanidad. También se acreditó que el autor de la lesión, pretendió ocasionar un daño mucho mayor que el descrito por cuanto al momento de cometer la agresión externó su intención de provocar la muerte de la víctima por cuanto le manifestó las siguientes palabras: "hoy te voy a matar..." "..., la cabeza te voy a volar". De los anteriores hechos tenidos como probados, se establece que el autor de la lesión, practicó todos los actos tendientes a ocasionar la muerte del señor Oscar Arnulfo González León, utilizando un medio idóneo para causarla, el cual es el utilizar un arma corto contundente, dirigiéndolo hacia una parte vital de la humanidad de la víctima,el cuello, no concretándose el resultado deseado por el agresor, en razón de que la víctima logró percatarse de la agresión y realizó un acto de evasión para sustraerse de la misma, acto evasivo que constituye la causa ajena al agresor que impidió el resultado muerte en la humanidad de la víctima, configurándose entonces los elementos objetivos del ilícito de Homicidio Simple Imperfecto descrito en los Artículos 128 en relación con el 24, ambos del Código Penal, configurándose también el elemento subjetivo del ilícito, por cuanto puede afirmarse que el autor conocía que el accionar el arma cotocontundente sobre el cuello de la víctima, ocasionaría lesiones que producirían la muerte de este; sin embargo, encaminó su acción a efecto de provocar tal resultado, es decir en forma voluntaria realizó tal acción, configurándose el Dolo requerido a efecto de constituir la ilicitud de su acción. En relación a la Autoría que se le atribuye al acusado José Antonio Girón Gutiérrez, se contó con prueba directa y con prueba indirecta: Así directamente la víctima señor Oscar Antonio González León, manifestó que en momento que él se encontraba verificando la excavación de la fosa mortuoria en que iba a ser depositado el cadáver de la hermana del señor José Antonio Girón Gutiérrez, éste se acercó a él por la parte lateral izquierda de su cuerpo, esgrimiendo un corvo y manifestándole que lo iba a matar "volándole la cabeza" e inmediatamente lo agredía provocándole una lesión en cuello, cayendo al suelo; y el testigo Dolores Galdámez, directamente también manifiesta que fue el acusado Girón Gutiérrez, quien lesionó al señor González Girón, corroborando tal afirmación el testigo José Mauricio López Rivera, quien afirma no haber presenciado el momento en que se causa la lesión a la víctima, pero refiere que en forma inmediata el testigo Dolores González, le afirmó que quien había causado la lesión fue el acusado Girón Gutiérrez; asimismo el testigo Emilio Rodríguez, manifestó en concordancia con el dicho de la víctima, que momentos antes del hecho entre el acusado y víctima se suscitó una riña a golpes, desapartándose ambos, dirigiéndose la víctima hacia el lugar de excavación, y el acusado momentos después lo siguió, volviendo el testigo en referencia a continuar descansando, escuchando posteriormente los lamentos de la víctima y observarlo tirado inerte sobre la tierra extraída de la sepultura. También el testigo Oscar Donaldo Benitez, indirectamente aporta elementos de prueba para atribuir la autoría al acusado, por cuanto manifestó haber dado persecución al mismo, en razón de los señalamientos que le hacía el testigo presencial, Emilio Rodríguez, haberlo observado en la huida portar un corvo, perdiéndolo momentáneamente al pasar el perseguido por unos arbusto y al salir de éstos ya no portarlo, y al darle alcance y buscar entre los arbustos haber encontrado el arma con sangre en el filo de la misma. Por lo que con los señalamientos directos en relación con los indicios referidos, se tiene la certeza de la Autoría Directa por parte del acusado Girón Gutiérrez en el ilícito acusado. Siendo que como descargo la Representación de la Defensa, argumentó que los hechos acusados eran constitutivos de una TENTATIVA DESISTIDA, con base a lo establecido en el Artículo 26 del Código Penal, y por ello debió cambiarse la calificación Jurídica de Homicidio al delito de Lesiones, con base al Artículo 142 del Código Penal, considerando este Tribunal no atendible tal argumentación por cuanto de los hechos que se tienen probados, se infiere que no concurren en la acción del acusado José Antonio Girón Gutiérrez, los elementos de tal figura Jurídica, por cuanto no se estableció que en forma voluntaria se apartare de su intento de dar muerte al señor González León, es decir que éste tomara la decisión de no persistir en la ejecución de su idea criminosa, por cuanto según el dicho de la víctima, como efecto del acto único de agresión, este cayó de manera inmediata al suelo, y se infiere de los testigos Dolores Galdámez y Emilio Rodríguez, que el cuerpo de la víctima se desplomó al suelo y causaron en éstos una impresión de haber quedado inerte, vertiendo sangre de la herida que se le causó, impresión que provocó en el agresor un error de apreciación, que lo indujo a creer que había consumado el hecho, que había obtenido el resultado deseado y por ello darse a la fuga del lugar, en razón de la presencia en este de otras personas, el cual es otro elemento que indica que el no persistir en su empeño crimonoso, no era una determinación libre y espontáneo de su voluntad. Respecto a la impresión de que el cuerpo de la víctima, cayó en aparente estado inerte, se corrobora con el testigo Oscar Donaldo Benitez Tobar, quien afirma que fue quien recibió la noticia criminal en un lugar adyacente al cementerio en que ocurrió el hecho, y que éste fue dado por una persona que manifestó que "Un señor había matado a un primo suyo", siendo tal situación concordante con la apreciación del testigo Emilio Rodríguez León, quien en su deposición manifestó ser la persona que fue a dar la noticia criminal a Agentes Policiales que se encontraban cerca del lugar del hecho y afirmar que es primo de la víctima, de la cual se constata que en efecto la impresión causada a los testigos y al autor es la que se había consumado el resultado muerte en la humanidad del señor Oscar Antonio González León, constituyendo esta una circunstancia extraña a la voluntad del acusado para no continuar agrediendo a la víctima, por lo que a consideración de este Tribunal no ha existido un abandono voluntario del acusado en su intento de provocar la muerte de la víctima, por lo que no se configura el desistimiento argumentado y por ello no procede el cambio de la calificación jurídica del hecho acusado. Finalmente se contó con la deposición de los testigos Salvador Girón y Wilfredo Santos Girón, quienes no presenciaron los hechos y no aportaron elementos indirectos de importancia por lo que se descarta la valoración de sus hechos, respecto de la perito Ana Florencia Cerón Cruz, aportó con su deposición, ampliando su informe pericial, el cual se incorporo por su lectura, de que en efecto el arma blanca presentaba en la parte del filo, ubicado cerca de la punta de la misma, machas de sangre, con lo cual es concordante con la prueba testimonial respecto de los hechos y reuniendo los requisitos de ley merece fe a este Tribunal las conclusiones vertidas en su informe y ampliación en Audiencia de Vista Pública, y acerca de la prueba documental consistente en acta de inspección y los respectivos anexos: Croquis de orientación y álbum fotográfico, estos aportan indicios corroboradores de que en el lugar descrito en estos documentos acaeció el hecho ilícito acusado y permite al Tribunal obtener cierta ubicación espacial respecto a determinar que en efecto en tal lugar los hechos se desarrollaron tal como lo plantearon los testigos que depusieron en la Audiencia de Vista Pública. Por las razones antes expuestas se tienen por acreditados los siguientes hechos: "Que aproximadamente a las trece horas del día quince de enero del año dos mil uno, en el interior del cementerio Municipal de el Paraíso, departamento de Chalatenango, el señor José Antonio Girón Gutiérrez, agredió con arma cortocontundente al señor Oscar Antonio González León, ocasionándole una lesión de trece centímetros de longitud en la región del hemicuello, cayendo éste inmediatamente al suelo, manifestando el señor Girón Gutiérrez al momento de la agresión que lo iba a matar, volándole la cabeza, retirándose éste inmediatamente del lugar por haber considerado en ese momento haber obtenido el resultado de muerte en la víctima". Por las razones antes expuestas, la conducta atribuida al imputado José Antonio Girón Gutiérrez, es típica conforme al Artículo 128 en relación con el 24, ambos del Código Penal, ya que no solo se han configurado los elementos objetivos de la norma en comento, sino también los subjetivos, por cuanto el imputado actuó con el conocimiento que su conducta atentaba contra la vida del señor Oscar Antonio González León, y no obstante ello, encaminó su voluntad a materializar tal resultado querido por el ánimo de matar al señor González León, ánimo que configura un dolo específico para este tipo de ilícito; antijurídica porque existe una relación de contradicción entre el hecho configurado y los Bienes Jurídicos tutelados por el Derecho Penal, en este caso la vida, y al autor a quien se le ha comprobado el hecho, no se le han establecido excluyentes de responsabilidad alguna, y a su vez tiene un contenido de desvalor o de injusto, lesionando o poniendo en peligro la vida de la víctima. La responsabilidad del imputado José Antonio Girón, puede afirmarse que es una conducta culpable, ya que es absolutamente imputable en razón de ser persona mayor de edad, desempeñar ocupaciones u oficios acordes a las expectativas del conglomerado social, de lo que se infiere que se ha conducido con anterioridad al hecho ilícito que se le ha comprobado conforme a las normas jurídicas, es decir, tiene capacidad para conocer la conducta aceptada socialmente y de conducirse de acuerdo a esa conducta aceptada por la sociedad, por lo que le es reprochable que hiciera caso omiso y transgredido la norma jurídica, siendo que en Audiencia de Vista Pública, no se comprobó que su conducta estuviera amparada por una causal de exculpación de las establecidas en el Artículo 27 del Código Penal. Establecidas que han sido las categorías constituyentes de la ilicitud de la conducta y la capacidad de culpabilidad de su autor, puede decirse entonces que estamos frente a una conducta punible de acuerdo a los parámetros establecidos, cual mínimo es de cinco años de prisión y el máximo de diez años de prisión, no concurriendo circunstancias atenuantes ni agravantes en la conducta ilícita comprobada, como tampoco advierte este Tribunal circunstancias personales del acusado que acrecienten o disminuyan la penalidad, así como tampoco existe una circunstancia especial, en la lesión ocasionada al bien Jurídico protegido que valorar respecto de la imposición de la pena, por lo que sería procedente imponer al señor José Antonio Girón Gutiérrez, la pena de cinco años de prisión. VEn cuanto a la Responsabilidad Civil, La Ley regula que cuando la conducta del hombre se ajuste a una conducta delictiva, es decir una acción humana, típica, antijurídica y culpable, nace la pretensión punitiva del Estado en pro de los intereses de la comunidad que culmina con un fallo absolutorio o condenatorio; aparte de esta lesión a la comunidad, el delito causa un daño de índole civil, que no siempre puede ser resarcible, ya que se deben dar los presupuestos que son: 1)- Que exista un delito penal; 2)- Que exista un daño privado cierto, y 3)- Que medie una relación de causalidad entre el delito y el daño, resultando imperativo la concurrencia de los tres requisitos para poder condenar en Responsabilidad Civil, es en este sentido que el daño privado cierto en el caso que nos ocupa no se pudo establecer, ya que no se aportó prueba para demostrar alguna ponderación cuantitativa o cualitativa a fin de concretizar la reparación del daño, y la indemnización por el perjuicio causado por el daño moral; sin elementos probatorios que acrediten este aspecto, se incurriría en una ponderación subjetiva y abstracta fuera de todo control por las partes, lo que convertiría en una Resolución Ilegítima, por lo que correspondería absolver de responsabilidad civil al señor José Antonio Girón Gutiérrez, por el delito de Homicidio Simple Imperfecto, en perjuicio de la vida del señor Oscar Antonio González León. POR TANTO: De conformidad a los Artículos 1, 11, 12, 27, 65 y 181 de la Constitución de la República de El Salvador; Artículos 1, 2, 3, 4, 5, 24, 68, 71, 115, 128 del Código Penal; Artículos 1, 2, 10, 53, 87, 129, 130, 162 inciso 3º, 285 inciso 2º, 326 inciso 2º, Artículos del 324 al 361; Artículos 447 y 448 todos del Código Procesal Penal y Artículo 43 de la Ley Penitenciaria; habiendo este Tribunal, votado sobre cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación, fundando en los motivos de hecho y de derecho antes expuestos, y por unanimidad, en nombre de la República de El Salvador, FALLA: Declárase RESPONSABLE PENALMENTE al señor José Antonio Girón Gutiérrez, por el delito de HOMICIDIO SIMPLE IMPERFECTO, en perjuicio de la vida del señor Oscar Antonio González León; por lo que en tal concepto se le impone al señor José Antonio Girón Gutiérrez, una pena de cinco años de prisión, que deberá descontar en el Centro Penal de Chalatenango, a partir del día quince de enero del año dos mil uno, debiendo finalizar la pena, a las veinticuatro horas del día catorce de enero del año dos mil seis; por lo que continúe el señor José Antonio Girón Gutiérrez, bajo la Medida Cautelar en que se encuentra, mientras queda firme el fallo; asimismo, absuélvese de Responsabilidad Civil al señor José Antonio Girón Gutiérrez. En cuanto al decomiso consistente en un corvo con cacha de material sintético color negro, de doce punto cinco centímetros, y hoja cincuenta y cinco centímetros de longitud, remítase en calidad de depósito al Comandante Departamental del Ministerio de la Defensa Nacional. Una vez firme esta Sentencia, háganse las comunicaciones de ley. Los gastos procesales son a cargo del Estado; oportunamente archívese el expediente y margínese en el libro de entradas. Mediante lectura en este acto, queda notificada esta sentencia.