Es una película psicológica, nos habla de la locura, nos impregna de terror psicológico, de tragedia, de surrealismo, de inmoralidad FICHA TÉCNICA: Título original: Apocalypse Now Nacionalidad: EEUU Año: 1979 Dirección: Francis Ford Coppola Guión: Francis Ford Coppola, John Milius y Michael Herr Producción: Francis Ford Coppola Dirección de Fotografía: Vittorio Storaro Montaje: Richard Marks Dirección Artística: Angelo Graham Música: Francis Ford Coppola y Carmine Coppola Diseño de Vestuario: Charles James Reparto: Marlon Brando (Coronel. Kurtz), Robert Duvall (Teniente Coronel Kilgore), Martin Sheen (Capitán Willard), Frederic Forrest (Chef), Albert Hall (Chief), Sam Bottoms (Lance), Laurence Fishburne (Clean), Dennis Hopper (Fotógrafo), Harrison Ford (Coronel), Scott Glenn (Colby), Jerry Ziesmer (Civil) Duración: 148 min. Oscar 1979 (52ª ed.): Mejor Dirección de Fotografía (Vittorio Storaro) Mejor Sonido (Walter Murch, Mark Berger, Richard Beggs, Nat Boxer) SINOPSIS: El capitán Benjamin Willard, un oficial de los servicios de inteligencia del ejército estadounidense, se encuentra inmovilizado por el miedo en una oscura habitación de un hotel de Saigón. Al poco tiempo, es requerido para llevar a cabo una peligrosa misión: debe remontar el río y adentrarse en Camboya para encontrar a un oficial norteamericano renegado que se ha vuelto loco y ha organizado su propio ejército. Su objetivo es matar al coronel Kurtz. Willard comienza el arriesgado viaje en una pequeña lancha con otros cuatro hombres a bordo, que desconocen el verdadero carácter de la expedición. En la profundidad de la selva, en un campamento sembrado de cabezas cortadas y cadáveres putrefactos, la enorme y enigmática figura de Kurtz manda como un buda despótico sobre los miembros de la tribu Montagnard. HOJA INFORMATIVA Nº 27 Mayo 2004 COMENTARIOS: Basada en la novela El Corazón de las Tinieblas (1902), Apocalypse Now es uno de los iconos básicos en cuanto a cine belicista se refiere. El escritor británico de origen polaco, Joseph Conrad, escribió esta novela hace poco más de un siglo. Casi toda su obra explora la vulnerabilidad y la inestabilidad moral del ser humano. En concreto, en El Corazón de las Tinieblas, nos cuenta una oscura historia sobre el viaje del marinero Marlow por las aguas de un gran río africano. Su misión: ir en busca de un agente europeo, Kurtz, un brillante hombre de empresa que se había vuelto loco en medio de la jungla. Con el tiempo, este relato de codicia, sinrazón y hastío existencial ha sido considerado uno de los más convulsivos análisis sobre el espíritu colonial de Occidente. Muchos escritores y artistas han buceado en los entresijos de esa historia: desde Orson Welles hasta Edward Said, pasando por Apocalypse Now de Francis F. Coppola. En este caso, Coppola y John Milius fueron los encargados de adaptar el guión. Cambiaron África por Vietnam, el marinero Marlow por el capitán Willard y el empresario Kurtz por el coronel Kurtz. Aun así, la idea central que defendía Conrad casi un siglo atrás fue plasmada en la película. Coppola, al igual que Oliver Stone, tenía como fijación realizar una película de guerra y tanto a uno como a otro, les costó llevar a cabo ese deseo. Hasta el punto de que Coppola tuvo que dirigir o producir anteriormente películas como El padrino I (1972) y II (1974), American Graffiti (1973) o La conversación (1974) para hacer dinero y producir su propia película. Apocalypse Now es una de esas películas “especiales” que durante el rodaje generan un estado anímico en el equipo que permite que situaciones adversas, dificultades y un conjunto de contratiempos que en otras circunstancias impedirían que lograra filmarse, se superen con el entusiasmo y la entrega de todos. Es una obra colectiva conducida por un hombre con una voluntad inamovible: terminar un filme que le genera enormes dudas, pero va creciendo, en un principio sin saberse con certeza hacia dónde. Entre las dificultades y contratiempos, Coppola tuvo que aportar un par de millones de dólares adicionales porque un huracán había arrasado con gran parte del decorado de la película. Otro de sus grandes problemas fue la búsqueda de actor Coppola tenía como principal pues, desde Al Pacino, Robert Redford, pasando por Steve fijación realizar una Mcqueen y Jack Nicholson, todos se negaron a participar en tan demencial rodaje; incluso Harvey Keitel comenzó el rodaje del film y Coppola le despelícula de guerra pidió a las dos semanas. Al final se tuvieron que conformar con el desconocido Martin Sheen. De hecho, para Sheen, después de Malas tierras (1973), esta sería su obra cumbre. El resto del reparto no significó un riesgo, ya que estaba compuesto de actores de renombre como Robert Duvall, que hace una de las mejores interpretaciones de la película en el papel del Coronel Kilgore, o Marlon Brando, que actúa como el Coronel Kurtz. Como ya señalamos antes, la película tuvo muchos contratiempos, y, como siempre, Brando da la nota en todas sus pelis. En ésta lo hace llegando al rodaje en paupérrimas condiciones, con sobrepeso, con la cabeza rasurada, y sobre todo sin saberse su papel. En consecuencia la película se retrasó 15 días. Caben destacar también una breve aparición de Harrison Ford al principio de la peli, cuando todavía no era nadie y las interpretaciones de grandes secundarios como Frederic Forrest, un jovencísimo Laurence Fishburne (Morpheo en Matrix (2000)) que interpreta a Limpio o Dennis Hopper, que clava una buena interpretación haciendo de periodista gráfico chalado. Superando huracanes y despropósitos, tos, Apocalypse Now por fin fue rodada. Coppola cumplió su sueño, pero no fue recompensado como hubiese debido. La película ganó dos oscars de pedrea y pasó sin pena ni gloria para que, posteriormente, se convirtiese en un mito del cine bélico, llegándose a reeditar en una versión extendida en el año 2001. Y es que Apocalypse Now no es solamente una película bélica sino que sobrepasa este género. Es una película psicológica, nos habla de la locura, nos impregna de terror psicológico, de tragedia, de surrealismo, de inmoralidad. Apocalypse Now no destaca por sus diálogos en sí, sino por la atmósfera que crea Coppola, esa ra atmósfera que dota al metraje de una calidad inigualable.