EL HOMBRE INTERIOR Instrucciones de Melquisedec 30 de junio de 2014 Bendecidos con toda bendición. Saludos en este hermoso día! Qué gozo nos da saludarles. También de ver que están firmes como esos soldados valientes, los que están representando bien a su Dios. Somos unos padres muy orgullosos de sus hijos. Reciban sin límites, su trabajo en el Señor no es en vano. El tema de hoy es EL HOMBRE INTERIOR. Hoy vamos a presentar evidencias de cómo yo estoy haciendo lo mismo que hizo Pablo. Vamos a ver cuán diferente es lo que está en las catorce epístolas a lo que yo hablo. Esto es importante hablarlo, porque estamos delante del juez justo y si me van a acusar, por lo menos que tengan evidencias contra mí, porque en el tribunal sin evidencias no hay caso. Ahora, yo sí tengo evidencias porque nuestro Rey nos enseñó a siempre tratar con lo que está escrito. Y los que van a dar testimonio contra mí, no pueden ser testigos falsos tampoco. Todos los que me están acusando falsamente, están en la ira de mi Rey y horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo, Melquisedec (Ref. Heb. 10:31). A mí me está pasando lo mismo que le hicieron a Jesús, me acusan y ni saben el por qué. Porque si me escucharan bien, ellos supieran que yo los ayudo a llegar a la transformación y no los aparto. Sólo con Melquisedec-Miguel es garantizado ver al Señor, aquí tú no fallas. Viviendo conforme a la ley del Espíritu, nunca vas a fallar. Lo que yo te digo es que no puedes estar bajo la ley de tu carne de pecado y también bajo la ley del espíritu. Tienes que escoger una o la otra. O eres hijo de la libre o hijo de la esclava. Esto es blanco y negro. Fácil y no difícil. Ahora, ¿qué fue lo que hizo Pablo cuando escribió las catorce epístolas? Porque en todas partes él menciona el pecado, desde Romanos a Hebreos. La pregunta es, ¿cómo un hombre que dijo que no hay pecado, les habla tanto de pecado y que pueden estar en pecado? Claro, porque si ya te han dicho que eres un dios y que estás perfecto en espíritu, tú no puedes vivir como un carnal porque estás dándole vida al pecado, que se supone que fue quitado. Diablo, pecado, muerte, los tres son sinónimos, van juntos y no se pueden separar. Pablo en todas sus cartas exhortaba en amor, a vivir conforme al hombre interior, al espíritu, porque en la carne está el pecado y la muerte. Ahora, ¿tú piensas que yo hablo diferente que Pablo? Yo exhorto en amor a vivir conforme al hombre interior y no conforme a la carne, donde están los deseos engañosos que te llevan a darle vida a la muerte y al pecado. Pablo vino advirtiendo contra la apostasía, y yo también hago lo mismo, pidiendo que no endurezcáis vuestros corazones, porque puedes terminar en apostasía. ¿Y qué es apostasía? Apartarse de algo. Si estabas aquí en la luz y te apartaste, estás en apostasía, eres apóstata. Y eso es lo que Pablo y yo tratamos de hacer; Pablo con sus cartas y yo con estas grabaciones. Entonces, ese fundamento que puso Pablo es el mismo que yo uso. Yo no estoy poniendo otro fundamento. Si tú escuchas bien lo que yo hablo y lees detenidamente las 14 cartas de Pablo vas a ver que es lo mismo. Pablo los llevaba a la ley del Espíritu y no a la carne, igual que yo. Vamos a ver cómo dice en Romanos capítulo 2 versos 12 en adelante: Rom. 2:12-16 12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; Ahí se está hablando de los que no han oído de esta ley del Espíritu y de los que sí han oído de esta ley del Espíritu. Ambos han pecado. 13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. No es sólo oír la ley que te hace justo ante Dios, sino que la pones en práctica y demuestras buenas obras dignas de imitar. 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, Está hablando de la ley del espíritu. 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, Ahí está hablando de personas que son buenas de naturaleza, esos que sin haber conocido que la ley del espíritu ya estaba en ellos, se comportan como justos. 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio. ¿Y cuál es el evangelio de Pablo? Que la ley es Buena, habiéndola oído o no. La idea es, si escuchaste sobre esa ley Buena que Dios puso en ti, que es la que José Luis nos enseñó, entonces tienes que cumplir esa ley para ser justificado. Lo acabamos de leer. No es sólo haberla escuchado, sino que tienes que ponerla en práctica. Por esas obras son las que él nos juzga, las obras buenas del espíritu. Entonces ese evangelio sólo está escrito. Yo soy la que le doy vida a ese escrito. Yo los llevo a vivir ese evangelio que Pablo dejó escrito. Porque de qué te sirve lo escrito si no le das vida. Ahora es que Dios, está juzgando o pesando los corazones conforme al evangelio de Pablo que yo los llevo a vivir literalmente. Ellos se agarran de las 14 epístolas y las defiende tanto, pero están como los judíos que no pueden ni cumplir sus propios mandamientos. Dicen: “nosotros somos de la incircuncisión y sólo nos guiamos por las 14 epístolas de Pablo”. Eso es sólo de la boca para afuera, pero ellos no viven ese fundamento. Ellos han puesto otro fundamento sobre el que ya está puesto y ni lo saben. Bueno ya vimos que conforme a ese evangelio van a ser juzgados los secretos de los hombres. Ahora vamos a leer en Romanos capítulo 7 verso 22, sobre dónde está esa ley que le agrada a Dios que tú guardes. Romanos 7:22 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; Esa es la ley que yo los llevo a cumplir, la ley del hombre interior. Esa es la ley buena de Dios y nos deleitamos en guardarla y cumplirla, porque es buena. No la ley en tus miembros que se rebela contra la ley de tu espíritu, no, porque esa ley del pecado está en tus miembros. A esa es a la que hemos muerto. Ahora, mira lo que te dan si vives conforme al hombre interior. En Efesios capítulo 3 verso 14 en adelante: Efesios 3:14-20 14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, Con todas estas revelaciones ustedes han activado esa fe y han sido plenamente capaces de comprender el amor de Cristo que excede a todo conocimiento y han sido llenos de toda la plenitud de Dios. Y al entender eso, él hace mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en vosotros. Actúa, no sólo está escrito en ti, sino que tú actúas con ese poder en ti. Esas son las obras del espíritu, del hombre interior. Ah y ese hombre interior es el que cada día se renueva. Vamos a verlo en Segunda a los Corintios capítulo 4 verso 16: 2 Cor. 4:16 16 Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día. Se va desgastando no envejeciendo, ni enfermándose. En esa ley que está en tu espíritu, es que está toda la abundancia. Mira lo que Dios le dijo a Josué cuando Moisés murió y le dejó a él a cargo del pueblo para llevarlos a la tierra prometida, en Josué capítulo 1 verso 8: Josué 1:8 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Ahí está la prosperidad en todas las áreas de tu vida; en meditar de día y de noche en esa ley que está escrita en tu mente. Como dice en Hebreos capítulo 8 verso 10: Hebreos 8:10 10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Ya esa ley está escrita en tu mente. Ahora, la pregunta es: ¿Cuál ley vino Jesús a cumplir? Ya nosotros todos estábamos cumpliendo la ley de la carne muy bien, no había necesidad de cumplir esa ley por nosotros. La que él vino a cumplir para ser ejemplo para nosotros fue la ley del Espíritu, porque ya la ley de la carne estaba en pie. ¿Recuerdan, que primero es el hombre terrenal, luego el espiritual? En el hombre terrenal es donde está la ley de pecado y de muerte y en el hombre espiritual, es donde está la ley de vida y una vida indestructible. Todas estas personas que me acusan sin coartada, no tienen razón ni excusa para explicar por qué me acusan. Lo mismo le pasó a Josué cuando Moisés murió, (Ref. Deut. 34:8). Treinta días fueron los días de lloro y luto de Moisés. Y Dios le habló a Josué y le dijo que Moisés había muerto y que se levantara para llevar al pueblo a la tierra prometida, y que nadie le podrá hacer frente en todos los días de su vida; como estuvo con Moisés, estará con él, no lo dejó ni lo desamparó, (una orejita, en hebreo Josué es Jesús). Es como ahora, ellos no quieren escuchar lo que yo les digo, no quisieron escuchar lo que Josué decía, porque sólo querían a Moisés. Bueno estuvieron de luto bastante tiempo y los que se quedaron con el velo de Moisés, no confiaron en el Dios de Moisés que dejó a Josué a cargo, y todos murieron en el desierto. Pero los que no hicieron preguntas y se sometieron a Josué, porque confiaban en su Dios, ellos sí entraron a la tierra prometida. Hoy se repite lo mismo. No me quieren escuchar porque dicen que Papi no dijo eso o no dijo aquello, pero ya sabemos cómo van a terminar por no someterse a mí. Perdieron su confianza en Dios y no tienen ni nombre para su Dios. Eso sí que es maldición, tener un Dios que no te revele su nombre. Y que tú no lo puedas alabar por su nombre. Bueno en las escrituras Dios juró por su grande nombre (Ref. Jeremías 44:26) que su nombre no será invocado más en toda la tierra. Claro, porque su nombre es sólo guardado para su pueblo fuerte y fiel, que somos nosotros. ¿Tú no crees que Papi hubiera querido que sucediera la transformación mientras que él estaba en su velo? Él lo decía, “yo no puedo seguir diciendo que soy Jesucristo hombre por cien años, y la fiesta qué”. Él sabía que tenía que suceder algo. Pero ahora es que se aclara por qué no pudo suceder mientras que él estaba en su velo. Había justicia en que saliera de su velo. Tenía que sentarse el juez justo en su trono y ahora es que se cumple lo que hemos estado esperando por muchos siglos. Ahora podemos ver cómo todo lo que le pasa al pueblo del Señor es siempre de la misma manera, porque Dios no cambia. El que se sorprende con cosas que ve, es porque no conoce a Dios, y no es de fe. Moisés pensaba que él iba a entrar a la tierra prometida, pero Dios le dijo que no iba a entrar. Y todo era por la incredulidad del pueblo. Eran de dura cerviz, de cuello tieso, sin fruto. Dios sabía que tenía que sacar a Moisés de su velo para que salieran todos los incrédulos, porque él había jurado que no iban a entrar en el día de su reposo y de igual manera hoy. Él tuvo que salir del velo para que salieran todos los incrédulos, porque ellos no pueden entrar en el día del reposo, que es donde estamos nosotros. Ya pronto vemos al Rey, estamos solamente hablando lo que se tiene que hablar, porque la trompeta está sonando y cuando yo diga todo lo que tenga que decir, entonces todo lo escrito se ha cumplido y todos los misterios de Dios se han revelado y no queda más nada que decir y se nos manifestará el Rey. Por eso es tan importante la paciencia de los santos para que no flaqueen. Vamos a verlo en Hebreos capítulo 10 verso 36 36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. “Haciendo la voluntad de Dios”. Eso es lo que yo les enseño a hacer, la voluntad de Dios. Bueno, para eso Pablo dejó el fundamento. Nadie sabe el tiempo, sólo el Rey lo sabe. Pero si estás haciendo la voluntad de Dios, la promesa la vas a obtener. Eso es garantizado. Abba Padre! Vamos a seguir leyendo sobre lo que le pasó al pueblo de Moisés para que vean cómo se repite hoy. Deuteronomio capítulo 31 verso 27 y 29 Deuteronomio 31:27,29 27 Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto? Ahora que leemos esto entendemos que José Luis tenía que salir del velo, para que la rebeldía de esos que ya no están se manifestara, como lo hemos visto. Verso 29 29 Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos. ¿Qué fue lo que les mandó Moisés? Vamos a verlos en Deuteronomio capítulo 29 verso 24 y verso 29 24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira? 29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. Se les mandó a cumplir todas las palabras de la ley. La ley del espíritu no la ley de la carne. Ahora vamos a Deuteronomio capítulo 30 verso 10 en adelante: Deuteronomios 30:10-20 10 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. 11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? 14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. 15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; 20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar. Esto es sencillo, amada, o vives conforme al hombre interior donde está la vida, o al hombre exterior donde está la muerte, Y punto. Pero él te pide que escuches su voz. Si él está hablando aquí, ¿tú crees que ellos pueden decir que Dios les está hablando a ellos? Imposible, si estamos aquí hablando, no estamos allá con ellos. Estamos aquí, hablándoles a nuestros hijos obedientes. No hay más nada que explicar. Las cosas del Señor son fáciles y ligeras. El hombre con su mente natural es el que complica a Dios. ¿Quieres llegar o no quieres llegar a la estatura del varón perfecto? Porque viviendo con los dos hombres, nunca vas a llegar. Tienes que escoger un marido. ¿Cuál te gusta más, la vida o la muerte? Vamos a leer unos versos en Job capítulo 11 versos 7 en adelante, para que vean qué belleza es vivir en la justicia que es donde está la ley del espíritu: Job 11:7-20 7 ¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? 8 Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que el Seol; ¿cómo la conocerás? 9 Su dimensión es más extensa que la tierra, Y más ancha que el mar. 10 Si él pasa, y aprisiona, y llama a juicio, ¿Quién podrá contrarrestarle? 11 Porque él conoce a los hombres vanos; Ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso? 12 El hombre vano se hará entendido, Cuando un pollino de asno montés nazca hombre. 13 Si tú dispusieres tu corazón, Y extendieres a él tus manos; 14 Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia, 15 Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; 16 Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron. 17 La vida te será más clara que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. 18 Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor, y dormirás seguro. 19 Te acostarás, y no habrá quien te espante; Y muchos suplicarán tu favor. 20 Pero los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; Y su esperanza será dar su último suspiro. Vieron qué belleza esos versos. Nosotros vivimos así, confiados, pero los que no están aquí, su esperanza será dar su último suspiro. Ahí está hablando de una muerte física diferente a la que Pablo le decía a los filipenses sobre la ganancia de morir (Ref. Fil. 1:21) pero él no está hablando de morir físicamente, eso para nosotros es dormir. Él está hablando de la ganancia que es el morir a este cuerpo de pecado y el vivir es Cristo. Sí, porque gracias a Cristo es que nosotros podemos cumplir y guardar la ley del espíritu que está en nosotros. Y no hacerle caso a la ley del pecado que ya no existe. Papi siempre me decía, “Nosotros somos los verdaderos cumplidores de la ley”, claro porque esa ley es buena. Esa ley te da vida en abundancia. Entonces, ¿de qué me pueden acusar ellos? No tienen causa ni caso contra mí. Ellos por haber hablado contra mí con su lengua mentirosa, están debajo de la ira del Rey y les irá mal todos los días de sus vidas. Porque nosotros, sus padres, aborrecemos la lengua mentirosa y el testigo falso. Ellos están esperando que él regrese como José Luis para poder reconocerlo. No va a ser así. Porque ni Jesús se les manifestó así a sus discípulos, eso es mentira. A la única que se le presentó fue a María, su esposa. Si él se les hubiera manifestado a sus discípulos como Jesús, ¿cómo es que ellos no lo pudieron reconocer? No fue así, fue de la misma manera que ahora. Él no se les va a manifestar a un incrédulo, jamás. Nosotros sí lo vamos a ver en su gloria, porque ya él está con nosotros, y por eso es que ellos no lo reconocen, pero ustedes sí. Ya él resucitó y está transformado, y los que no reconocen su voz, es porque están buscando su velo. Dios no necesita carne para resucitar, sino el espíritu. Si fuera así, volveríamos a morir o dormir como le pasó a Lázaro. Él no resucita al árbol, sino al grano. Vamos a ver cómo dice en Primera a los Corintios capítulo 15 verso 35 en adelante, sobre esa resurrección: 1 Cor. 15:35-37 35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; Papi no va a regresar en el velo de José Luis ni se va a parecer a José Luis. Nosotros vamos a ver la imagen celestial que ningún hombre ha podido ver. Los hombres vieron a José Luis, pero el que estaba dentro de José Luis no lo puede ver hombre sin morir. Entonces ustedes que ya han muerto a ese hombre terrenal van a ser transformados, pero con un cuerpo celestial. El grano desnudo que ustedes han sembrado es el cuerpo de muerte para que la imagen celestial salga. Pero eso se cumple en el tiempo que él tiene preparado, porque toda la gloria y la honra tienen que ser para Melquisedec. 36 Vamos a leer donde dice que Cristo nos redimió de la maldición de la ley y eso él lo hizo con cumplir la ley del espíritu. Gálatas capítulo 3 verso 13: Gálatas 3:13 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, De la ley del pecado y de la muerte, nos libró Cristo. Maldito todo aquel que es colgado de un madero. (Ref. Deut. 21:15-23) En las escrituras los malvados son colgados de un madero, no que Jesús fue maldito pero lo tomaron como un maldito y lo colgaron de un madero. Él fue santo y cumplió la ley del Espíritu no la de la carne. Al cumplir la ley del Espíritu, enterró la maldición de la ley de nuestros miembros. Ahí estábamos todos. Como dice en Gálatas capítulo 3 verso 23: Gálatas 3:23 23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. ¿Pero cuándo iba a venir esa fe? ¿Recuerdan el verso que dice, Cuando venga el hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Ref. Lucas 18:8) Bueno los que pensábamos que tenían fe, no la tenían. Perdieron toda su esperanza cuando se fue el velo. Ellos tratan de mostrar que están gozosos, pero eso es mentira, sólo en la presencia de Dios hay plenitud de gozo y ellos no están en la presencia de Dios. Porque para estar en la presencia de Dios, tú tienes que estar limpio y sin mancha como un hijo maduro de la promesa, porque un esclavo no hereda y un heredero niño en nada es diferente al esclavo. Vamos a leerlo en Gálatas capítulo 4 versos 1 en adelante: Gálatas 4:1-7 1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; 2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama! Abba, Padre! Es el Espíritu de su esposa el que él envía a vuestros corazones! 7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Éramos esclavos de la ley de nuestros cuerpos terrenales. Pero ahora somos hijos, herederos de Dios, vuestros padres, por medio de Cristo, la esposa de Dios. Jesús, María, José Luis, Lisbet y todos ustedes vinimos a cumplir la ley del Espíritu, no la ley de la carne. Pero eso tomó tiempo, porque hasta que no llegamos al tiempo señalado por el Padre, es que vino ese cumplimiento de la ley del espíritu. Estuvimos bajo la ley de pecado hasta que entendimos nuestra misión. Fíjate que Jesús vino a cumplir la ley del espíritu y no la ley judaica que piensa el mundo. Cuando sanó a un enfermo el sábado, ¿cumplió la ley en guardar el sábado? No. ¿Y cumplió la ley judaica cuando no apedreó a la prostituta? No. ¿Y cumplió la ley judaica cuando no bautizó más? No. Si nosotros no somos judíos entonces, ¿cuál ley vino a cumplir Jesús por nosotros? Él vino a cumplir una ley que iba a ser ejemplo para nosotros cumplirla también, y la única ley que nosotros cumplimos es la ley del Espíritu. ¿Y cuál es la ley del Espíritu? La que el hombre nunca pudo cumplir por estar en los deleites de su carne. Los mandamientos fueron para el espíritu del hombre porque son el espíritu de Dios. Eso fue lo que Jesús vino a cumplir. Él venció la muerte de pecado que estaba en su carne, pero eso él lo venció antes de que lo crucificaran como estamos haciendo nosotros ahora. Hemos vencido la muerte de pecado que está en nuestra carne, que es la desobediencia de no creer en él correctamente. Y nosotros somos los únicos en el mundo que honran a sus padres y no están en desobediencia y por ende no están en pecado. Esos hijos desobedientes vuelven a vituperar a su padre, después que ya él está en su trono donde él reina en luz inaccesible. Por eso es que el Consolador los iba a convencer de pecado. Vamos a ver de qué pecado se está hablando, en Juan capítulo 16. Jesús les estaba diciendo que el mundo os aborrecerá, pero ese mundo que los aborrecerá son los que nos aborrecen hoy. ¿Por qué nos aborrecen si nosotros podemos ser sus mejores amigos? Somos fieles, sólo andamos en la luz. Pero bueno está escrito que nos aborrecen sin causa. Verso 4 en adelante: Juan 16:4-15 4 Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. 5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? 6 Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. 7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. 12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. 13 Pero Ahora entendemos por qué ese Consolador los iba a convencer de pecado, porque no han creído en mí (Dios que son dos en uno y su propósito con su pueblo, sus hijos). De justicia, porque voy al Padre y no me veréis más, no vamos a ver la misma carne. De juicio porque ya la carne (diablo, Satanás, serpiente antigua, dragón) ha sido juzgado y perdió su caso. Y ahora ustedes sí pueden sobrellevar lo que se les dice, porque antes no se podía hablar lo que se habla hoy. Cuando Pablo dice (Ref. Gal 4:19) que “vuelve a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”, es porque después de haber ya estado en el Espíritu se volvieron a la carne. Que es lo mismo que está sucediendo hoy, se retrocedieron para perdición (Ref. Heb. 10:38). Vamos a terminar con estos versos hermosos de nuestro profeta Isaías en el capítulo 52 verso 1 en adelante: Isaías 52:1-15 1 Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2 Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion. 3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. 4 Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón. 5 Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. 6 Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. 7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion! Tu Dios reina! 8 ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion. 9 Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. 10 Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro. 11 Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová. 12 Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel. 13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, 15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído. Amados hijos, van a ver cosas aún más grandes de las que han visto hasta ahora. Prepárense para ver la justicia de Dios en todas las naciones. Sigan adelante que ya estamos a las puertas de recibir nuestro galardón. Les amamos sin límites. Hasta pronto.