1.17 Miguel de Cervantes

Lengua española
Profr. Erick Camarillo Reyes
Miguel de Cervantes Saavedra
(1547-1616)
M IGUEL DE C ERVANTES S AAVEDRA nació en Alcalá de Henares en 1547. Felipe II fijó la capital del reino
en la pequeña ciudad de Madrid y la familia también decidió trasladarse allí. Cervantes se esforzó por
introducirse en los ambientes cortesanos. En 1569 se fue a Italia, país con el que mantuvo una estrecha
relación y donde permaneció durante seis años. Visitó sus ciudades más importantes y quedó impresionado por su belleza y su arte. Durante su estancia italiana, el joven Cervantes fue camarero del cardenal
Acquaviva y dedicó buena parte de su tiempo a leer, entre otros a Ariosto, Petrarca y Boccaccio.
Seguramente el que más lo influyó, tanto en su vida como en su obra, fue Ariosto con su obra maestra
Orlando furioso, en la que el héroe enloquece (como haría don Quijote) y es tratado desde un punto de
vista irónico que gustó mucho a Cervantes. También tuvo tiempo para participar como soldado en
diversas batallas, la más famosa de las cuales fue la de Lepanto, en la que fue herido en el pecho y perdió
el movimiento del brazo izquierdo, por lo que fue llamado el manco de Lepanto.
En 1575, Cervantes embarcó en Nápoles para regresar a Madird con el objetivo de conseguir un
trabajo dentro de la corte real. Pero el destino le tenía preparada una sorpresa. Una tormenta sorprendió
al barco y lo alejó de su rumbo. Tripulación y pasajeros fueron asaltados por unos piratas que los llevaron prisioneros hasta Argel, base de los piratas turcos. Cervantes intentó fugarse en diversas ocasiones,
pero tuvo que esperar cinco largos años a que llegase el rescate y su liberación. Esta experiencia quedó
plasmada en sus piezas teatrales Los baños de Argel y El trato de Argel, en las que se mezclan hechos
verídicos con la ficción. Druante algunos años se dedicó a escribir diversas obras teatrales, que fueron
bastante bien aceptadas por el público. En 1585, publicó su primer libro, la novela pastoril La Galatea,
con la que esperaba alcanzar por fin el éxito y unas ganancias sustanciales que le permitieran salir de los
apuros económicos por los que estaba pasando. A pesar de no obtener el éxito deseado, esta obra le dio a
Cervantes reputación como escritor. Poco después se trasladó a Sevilla, donde ejerció como cobrador de
rentas del Estado. Cervantes depositaba lo recaudado en una casa de banca, pero el banquero quebró y
Cervantes, que se vio imposibilitado de hacer efectivas las sumas recogidas, fue internado en la cárcel de
Sevilla, donde pasó tres meses en 1597. En los años siguientes se le abrieron varios procesos, que
acabaron en 1603 con su exculpación.
A principios de siglo se trasladó a vivir a Valladolid. En 1605 publicó la primera parte del Quijote,
cuya historia se dice que comenzó a gestar durante sus estancias en la prisión de Sevilla. El título completo de la obra es El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Este título ya dice muchas cosas sobre la
obra y su protagonista. Los caballeros solían tener alguna cualidad en particular, la de don Quijote es que
es “ingenioso”, lo que en la época quería decir “loco”. Los caballeros precedían de lugares fantásticos y
lejanos, pero don Quijote procedía de un lugar indeterminado de la Mancha, como se indica en su célebre inicio: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”. Cervantes lanza a don
Quijote a la vida real de España —Castilla, Aragón y Cataluña—, con lo que el hidalgo entra en contacto
con múltiples ambientes y tipos de la vida española de su tiempo; esto permite al novelista trazar un
panorama maravilloso de aquella realidad social y expresar su propia visión del mundo yendo mucho
más allá de la simple crítica a los libros de caballerías.
La acción principal está constituida por tres viajes o salidas que realiza don Quijote. Las dos
primeras se relatan en la primera parte, como ya hemos dicho, publicada en 1605, y la última, en la
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segunda, publicada en 1615. Un año antes de la publicación de la segunda parte, apareció en Tarragona
una continuación apócrifa de la primera. Se declaraba su autor el licenciado Alonso Fernández de
Avellaneda. Se ignora quién se ocultó bajo este pseudónimo, pero su obra, aunque meritoria, no resiste la
comparación con el original. Cervantes sufrió mucho con este incidente, por lo que, al publicar su
segunda parte, arremetió justamente contra su imitador.
Además de esta memorable obra, Miguel de Cervantes escribió otras obras de éxito. Bajo el título
de Novelas ejemplares reunió doce novelas, en su mayoría con un notable componente de enredo
amoroso que, en muchos casos, finaliza felizmente en una boda. Poco después de publicar sus Novelas
ejemplares y mientras estaba finalizando la segunda parte del Quijote y preparando la edición de sus
Ocho comedias y ocho entremeses, se publicó el libro satírico Viaje del Parnaso, obra en la que él mismo
fungió como protagonista y por la que, considerando que está escrita en verso, intentó ser reconocido
como poeta —aunque no lo logró del todo—.
Antes de morir, menos de un año después de la publicación de la segunda parte del Quijote, en
abril de 1616, Cervantes aún tuvo tiempo de finalizar otra novela, Los trabajos de Persiles y Sigismunda,
que su publicó póstumamente y en que Roma, la ciudad en la que el autor residió algunos años de su
juventud y por lo que siempre la llevó en su memoria, tiene un papel central.
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