III. Los lenguajes del ser humano

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III. Los lenguajes del ser humano
1) Lenguajes naturales y lenguajes artificiales
2) Los lenguajes artificiales y la Lógica Formal
3) El lenguaje científico
“En primer lugar, es necesario establecer una distinción entre verificabilidad
práctica, y verificabilidad en principio. Desde luego, todos nosotros conocemos -y, en
muchos casos, creemos- proposiciones que, realmente, no nos hemos tomado el trabajo
de verificar. Muchas de ellas son proposiciones que podríamos haber verificado, si
nos hubiéramos tomado la molestia de hacerlo. Pero queda un buen número de
proposiciones significantes, relativas a cuestiones de hecho, que no podríamos verificar
aunque nos los propusiéramos; sencillamente, porque carecemos de los medios
prácticos para colocarnos en la situación en que podrían hacerse las observaciones
pertinentes.
Un ejemplo simple y familiar de tales proposiciones es la proposición de que
hay montañas en la cara oculta de la Luna. Todavía no se ha inventado ningún cohete
que me permita ir y mirar la cara oculta de la Luna, de modo que me veo incapacitado
para decidir la cuestión mediante la observación real. Pero yo sé qué observaciones
la decidirían por mí, si alguna vez, como es teóricamente concebible, me encuentro en
situación de hacerlas. Y, por consiguiente, digo que la proposición es verificable en
principio, ya que no en la práctica, y es, por lo tanto, significante…” (Ayer, A.,
Lenguaje, verdad y lógica).
“Como nunca podemos conocer nada con seguridad simplemente no vale la
pena buscar la certeza; pero sí vale la pena buscar la verdad; y esto lo hacemos
principalmente buscando equivocaciones a fin de corregirlas. Por eso la ciencia, el
conocimiento científico, es siempre hipotético; es conocimiento por conjetura. Y el
método de la ciencia es el método crítico: el método de búsqueda y eliminación de
errores al servicio de la verdad” (Popper, K., En búsqueda de un mundo mejor).
4) Los lenguajes naturales y la lógica informal
4.1. El lenguaje es vida expresada
“Nada podrá medir el poder que oculta una palabra. Contaremos sus letras, el
tamaño que ocupa en el papel, los fonemas que articulamos con cada sílaba, su ritmo,
tal vez averigüemos su edad; sin embargo, el espacio verdadero de las palabras, el que
contiene su capacidad de seducción, se desarrolla en los lugares más espirituales,
etéreos y livianos del ser humano.
Las palabras arraigan en la inteligencia y crecen con ella, pero traen antes la
semilla de una herencia cultural que trasciende al individuo. Viven, pues, también en
los sentimientos, forman parte del alma y duermen en la memoria.
Y a veces
despiertan, y se muestran entonces con más vigor, porque surgen con la fuerza de los
recuerdos descansados.
Son las palabras los embriones de las ideas, el germen del pensamiento, la
estructura de las razones, pero su contenido excede la definición oficial y simple de los
diccionarios. En ellos se nos presentan exactas, milimétricas, científicas... Y en esas
relaciones frías y alfabéticas no está el interior de cada palabra, sino solamente su
pórtico. Nada podrá medir el espacio que ocupa una palabra en nuestra historia. (...)
Una palabra posee dos valores: el primero es personal del individuo, va ligado
a su propia vida; y el segundo se inserta en aquél pero alcanza a toda la colectividad.
Y este segundo significado conquista un campo inmenso, donde caben muchas más
sensaciones que aquéllas extraídas de su preciso enunciado académico. Nunca sus
definiciones (sus reducciones) llegarán a la precisión, puesto que por fuerza han de
excluir la historia de cada vocablo y todas las voces que lo han extendido, el
significado colectivo que condiciona la percepción personal de la palabra y la dirige.
(...)
No existen los sinónimos completos. ¿Por qué, si a veces parece que sí?
Porque las palabras no sólo significan: también evocan. Y dos palabras de conceptos
iguales no evocan lo mismo si son dos palabras diferentes.
Ni siquiera dos verbos tan iguales, tan indistinguibles, como “empezar” y
“comenzar” se equiparan en su valor profundo. Se hace difícil hallar diferencias entre
“comenzó a llorar” y “empezó a llorar”; pero las hay. Del latín vulgar comintiare el
uno y de las propias raíces castellanas “en” y “pieza” el otro, ya parten de unos
orígenes muy diferentes, que dan a este último (empezar) mucha mayor ductilidad. “No
empieces...” le podemos espetar a alguien que se aproxima a la reiteración de alguna
inconveniencia. Jamás “no comiences...”.
“Niño, no empieces con eso” no
significará lo mismo que “niño, no comiences con eso”.
En el primer caso
pronunciamos una admonición; y en el segundo, un consejo. “Por algo se empieza”,
disculparemos a quien haya resuelto con insuficiente destreza su primer paso en alguna
materia; y eso carecería de equivalencia en “por algo se comienza”, expresión ésta que
sonaría artificial y cursi. “El lenguaje no es un producto, sino un proceso psíquico; y
estudiar este proceso es estudiar la psiquis humana”, escribe la especialista Yolanda
Fernández. Analizar por qué se han preferido esos usos de “empezar” que no tienen
parangón en su casi equivalente “comenzar” supondrá una inmersión en los gustos, las
manías, las querencias y los delirios del cerebro humano que han dado paso a nuestra
manera de ser. Y una entrada en el mundo de los resortes que conducen a las
seducciones humanas” (Grijelmo, A., La seducción de las palabras).
4.2. El lenguaje condiciona el pensamiento
El Lenguaje humano y el reino de Fantasía en la novela de Michael Ende “La historia
interminable”:
“(Atreyu ha vuelto exhausto de sus aventuras y encuentra a la Emperatriz Infantil,
Bastián lee la historia...)
Atreyu le contó lo que le había pasado.
-Ahora sé por qué te has vuelto gris –dijo la Emperatriz Infantil-. Has estado
demasiado cerca de la Nada.
-Entonces, ¿es verdad –quiso saber Atreyu- lo que dijo Gmork, el hombre-lobo, sobre
las criaturas aniquiladas de Fantasía que se convierten en mentiras en el mundo de los
seres humanos?
-Sí, es cierto –contestó la Emperatriz Infantil, y sus ojos dorados se oscurecieron-,
todas las mentiras fueron en otro tiempo criaturas de Fantasía. Son de la misma
naturaleza... pero se han deformado y han perdido su verdadera esencia.
Sin
embargo, lo que te dijo Gmork era sólo una verdad a medias, como cabe esperar de un
medio ser. Hay dos caminos para atravesar las fronteras de Fantasía y el mundo de
los hombres: uno acertado y otro erróneo. Cuando los seres de Fantasía se ven
arrastrados de esa forma horrible, siguen el camino falso. Sin embargo, cuando las
criaturas humanas vienen a nuestro mundo, toman el verdadero. Todos los que
estuvieron con nosotros aprendieron algo que sólo aquí pueden aprender y que los hizo
volver cambiados a su mundo. Se les abrieron los ojos, porque pudieron veros con
vuestra verdadera figura. Por eso pudieron ver también su mundo y a sus congéneres
con otros ojos. Donde antes sólo habían encontrado lo trivial, descubrieron de pronto
secretos y maravillas. Por eso venían de buena gana a Fantasía. Y, cuando más rico
y floreciente se hacía nuestro mundo de esta forma, tanto menos mentiras había en el
suyo y tanto más perfecto era también. De la misma forma que nuestros dos mundos
pueden destruirse mutuamente, pueden también mutuamente salvarse.
Atreyu pensó un rato y preguntó luego.
-¿Cómo empezó todo entonces?
-La desgracia que ha caído sobre ambos mundos –respondió la Emperatriz Infantiltiene un doble origen. Ahora todo se ha convertido en su contrario: lo que abre los
ojos, ciega; lo que puede crear algo nuevo se convierte en aniquilación. La salvación
está en las criaturas humanas. Una, solo una debe venir y darme un nuevo nombre. Y
vendrá.
Atreyu calló.
-¿Comprendes ahora, Atreyu –preguntó la Emperatriz Infantil-, por qué tuve que exigir
tanto de ti? Sólo mediante una larga historia llena de aventuras, prodigios y peligros
podías traer hasta mí a nuestro salvador. Y esa historia fue la tuya.
Atreyu estaba sumido en profundas reflexiones. Por fin hizo un gesto de asentimiento.
-Ahora entiendo, Señora de los Deseos, la de los Ojos Dorados. Te agradezco que me
eligieras. Y perdona mi enfado.
-No podías saber todo eso –respondió ella dulcemente- y también era eso necesario.
Atreyu asintió de nuevo. Tras un corto silencio, dijo:
-Estoy muy cansado.
-Ya has hecho bastante, Atreyu –contestó ella-, ¿quieres descansar?
-Todavía no. Antes quisiera ver el final feliz de mi historia. Si es como tú dices y he
cumplido mi misión... ¿por qué el Salvador no está aún aquí? ¿A qué espera?
-Sí –dijo suavemente la Emperatriz Infantil-, ¿a qué espera?
Bastián sintió que las manos se le humedecían de excitación.
-No puedo –dijo-, no sé lo que tengo que hacer. Y además, a lo mejor el nombre que se
me ha ocurrido no es el bueno.
-¿Puedo preguntarte otra cosa más? –dijo Atreyu, reanundando la conversación.
Ella asintió sonriendo.
-¿Por qué sólo puedes ponerte bien si recibes un nuevo nombre?
-Sólo su verdadero nombre hace reales a todos los seres y a todas las cosas –dijo ella-.
Un nombre falso lo convierte todo en irreal. Eso es lo que hace la mentira.
-Quizás el Salvador no sepa el nombre que debe darte.
-Sí que lo sabe –respondió ella.
Los dos quedaron otra vez silenciosos.
-Sí –dijo Bastián-, lo sé. Lo supe enseguida en cuanto te vi. Pero no sé lo que tengo
que hacer.
Atreyu levantó la vista.
-Quizá quiere venir y no sabe cómo arreglárselas.
-No tiene que hacer nada más –respondió la Emperatriz Infantil- que llamarme por mi
nuevo nombre que sólo él conoce. Eso bastará.
El corazón de Bastián comenzó a latir desordenadamente. ¿Debía probarlo? ¿Y si no
tenía éxito? ¿Y si se estaba engañando? ¿Y si los dos no estaban hablando de él sino de
un salvador totalmente distinto? ¿Cómo podía saber si realmente se referían a él?.......
(Ende, M., La historia interminable).
La Neolengua en el asfixiante y totalitario mundo de “1984”, la novela de George
Orwell:
“(El protagonista Winston se encuentra con un amigo en un bar y charlan acerca del
trabajo que realiza éste)
-¿Cómo va el diccionario? –dijo Winston elevando la voz para dominar el ruido.
-Despacio –respondió Syme-. Por los adjetivos. Es un trabajo fascinador.
En cuanto oyó que le hablaban de lo suyo, se animó inmediatamente. Apartó el plato
de aluminio, tomó el mendrugo de pan con gesto delicado y el queso con la otra mano.
Se inclinó sobre la mesa para hablar sin tener que gritar.
-La onceava edición es la definitiva –dijo-. Le estamos dando al idioma su forma final,
la forma que tendrá cuando nadie hable más que neolengua. Cuando terminemos
nuestra labor, tendréis que empezar a aprenderlo de nuevo. Creerás, seguramente, que
nuestro principal trabajo consiste en inventar palabras. Nada de eso. Lo que hacemos
es destruir palabras, centenares de palabras cada día. Estamos podando el idioma
para dejarlo en los huesos. De las palabras que contenga la onceava edición, ninguna
quedará anticuada antes del 2050-. Dio un hambriento bocado a su pedazo de pan y se
lo tragó sin dejar de hablar con una especie de apasionamiento pedante. Se le había
animado su rostro moreno, y sus ojos, sin perder el aire soñador, no tenían ya su
expresión burlona.
-La destrucción de las palabras es algo de gran hermosura.
Por supuesto, las
principales víctimas son los verbos y los adjetivos, pero también hay centenares de
nombres de los que puede uno prescindir. No se trata sólo de los sinónimos. También
de los antónimos. En realidad ¿qué justificación tiene el empleo de una palabra sólo
porque sea lo contrario de otra? Toda palabra contiene en sí misma su contraria. Por
ejemplo, tenemos “bueno”. Si tienes una palabra como “bueno”, ¿qué necesidad hay
de la contraria “malo”? “Nobueno” sirve exactamente igual, mejor todavía, porque es
la palabra exactamente contraria a “bueno” y la otra no. Por otra parte, si quieres un
reforzamiento de la palabra “bueno”, ¿qué sentido tienen esas confusas e inútiles
palabras “excelente, espléndido” y otras por el estilo? “Plusbueno” basta para decir
lo que es mejor que lo simplemente bueno y “dobleplusbueno” sirve perfectamente
para acentuar el grado de bondad. Es el superlativo perfecto. Ya sé que usamos esas
formas, pero en la versión final de la neolengua se suprimirán las demás palabras que
todavía se usan como equivalentes. Al final todo lo relativo a la bondad podrá
expresarse con seis palabras; en realidad una sola. ¿No te das cuenta de la belleza que
hay en esto, Winston? Naturalmente, la idea fue del Gran Hermano –añadió después
de reflexionar un poco.
Al oír nombrar al Gran Hermano, el rostro de Winston se animó
automáticamente. Sin embargo, Syme descubrió inmediatamente una cierta falta de
entusiasmo.
-Tu no aprecias la neolengua en lo que vale –dijo Syme con tristeza-. Incluso cuando
escribes sigues pensando en la antigua lengua. He leído algunas de las cosas que has
escrito para el Times. Son bastante buenas, pero no pasan de traducciones. En el
fondo de tu corazón prefieres el viejo idioma con toda su vaguedad y sus inútiles
matices de significado. No sientes la belleza de la destrucción de las palabras. ¿No
sabes que la neolengua es el único idioma del mundo cuyo vocabulario disminuye cada
día?
Winston no lo sabía, naturalmente. Sonrió –creía hacerlo agradablementeporque no se fiaba de hablar. Syme comió otro bocado del pan negro, lo masticó un
poco y siguió:
-¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento,
estrechar el radio de acción de la mente? Al final, acabaremos haciendo imposible
todo crimen del pensamiento. En efecto, ¿cómo puede haber “crimental” si cada
concepto se expresa claramente con una sola palabra, una palabra cuyo significado
esté decidido rigurosamente y con todos sus significados secundarios eliminados y
olvidados para siempre? Y en la onceava edición nos acercamos a ese ideal, pero su
perfeccionamiento continuará mucho después de que tú y yo hayamos muerto. Cada
año habrá menos palabras y el radio de acción de la conciencia será cada vez más
pequeño. Por supuesto, tampoco ahora hay justificación alguna para cometer un
crimen por el pensamiento. Sólo es cuestión de autodisciplina, de control de la
realidad.
Pero llegará un día en que ni esto será preciso. La revolución será
completa cuando la lengua sea perfecta. ¿No se te ha ocurrido pensar, Winston, que lo
más tarde hacia el año 2050, ni un solo ser humano podrá entender una conversación
como ésta que ahora tenemos?” (Orwell, G., 1984).
4.3. La perversión del lenguaje: política y publicidad
4.4. Los engaños del arte de la oratoria: las Falacias
EJERCICIOS DE FALACIAS. Señalar qué tipo de falacia es cada uno de los ejemplos
siguientes:
1) En época de crisis los salarios no son muy altos y vemos con malos ojos el
dinero que se nos va en los impuestos. Cuantos más servicios, más impuestos hay que
pagar. Nuestro gran problema es el ahorro; por ello estoy en contra de la construcción de
zonas de recreo; todos, en realidad, lo estamos.
2) Sr. Profesor, la calificación que usted me ha dado no es adecuada. Piense que
trabajo todo el día en una oficina siempre repleta de público y luego en casa con mis doce
hermanos. Tengo, ciertamente, muy poco tiempo para preparar el material que usted da.
3) En esta ciudad hay más maestros que en cualquier otra ciudad del país, y sin
embargo, el número de alumnos que abandonan los estudios es muy elevado. Así pues,
para disminuir el número de alumnos que abandonan los estudios hay que reducir el
número de maestros.
4) El registro fósil no siempre muestra una evolución continua y gradual, por lo que
la teoría de la evolución de Darwin es sólo una conjetura. En consecuencia, la teoría
creacionista del diseño inteligente es verdadera.
5) El diputado X es uno de los que dicen que la LOE es un error. La oposición es
quien dice que la LOE es un error. Luego el diputado X es la oposición.
6) Ahora nos viene el diputado Gómez a defender el aumento de las pensiones no
contributivas; pues bien, señores, lo hace porque está en campaña electoral y quiere ganar
votos.
7) La construcción de la presa hidráulica requiere mucha mano de obra, Sr.
Alcalde. Estará de acuerdo conmigo en que es un proyecto útil y necesario. ¿Acaso los
cuatro mil parados de este valle no tienen depositadas sus esperanzas en la persona a quien
votan?
8) Los chinos son numerosos. Confucio es chino. Luego Confucio es numeroso.
9) Todo el mundo debería hablar al menos dos idiomas. Por tanto, hay dos
idiomas que todo el mundo debería hablar.
10) No tenemos la menor prueba de que ellos no quieran ser los primeros en
empezar una tercera guerra mundial. Así que debemos armarnos adecuadamente para
lograr neutralizar su primer ataque.
11) Sólo diré que me parece extraño que seas tú el que dé esos argumentos en
contra del plan propuesto. Hace unos años eras tú quien lo defendía con una tenacidad que
no dejaba de asombrarnos.
12) La ley de incompatibilidades es una ley que ha provocado muchas polémicas
en los sectores de la población más afectados, los médicos y los funcionarios. No es una
ley conveniente para el país, pues éste necesita enormemente de los servicios de ambos
cuerpos.
13) Tengo derecho a criticar al Gobierno actual. Tengo obligación de hacer lo
estipulado por el derecho. Así pues, tengo obligación de criticar al Gobierno actual.
14) Tanto entrenarse para el campeonato de tenis que ha tenido una lesión en el
codo. Por tanto, el deporte no es bueno para la salud.
15) El Sr. Alcalde afirma que la medida de no aparcamiento en el centro de la
ciudad no perjudicará al comercio. ¿Es el Sr. Alcalde un experto en comercio?.
16) El plan de no aparcamiento en el centro de la ciudad nos perjudica a todos.
Porque usted, Sr. Cliente, tendrá que desplazarse cargado con sus compras hasta el
aparcamiento más cercano si es que en él logró encontrar un lugar, y porque usted, Sr.
Comerciante, verá como sus clientes deben proveerse en las pequeñas y deficientes tiendas
de los alrededores de la ciudad, y le será imposible atenderlos con las viejas comodidades
de antes, todo ello en detrimento de la sana actividad comercial.
17) La Iglesia se escandaliza con el aborto y dice que es un asesinato. ¿Qué nos
puede enseñar una institución con una historia cargada de torturas y asesinatos contra sus
opositores?
18) No soy yo quien dice que la virtud es contención y mesura, sino Aristóteles, el
más sabio de los filósofos.
19) Si hubieras ido al instituto esta mañana no te habrías roto la pierna; esto te ha
ocurrido por hacer novillos.
20) En la campaña navideña de este año ha habido un gran incremento en la venta
de zapatillas deportivas que usa Ronaldo.
21) Todos los catalanes que he conocido son iguales, sólo piensan en el dinero, lo
llevan en la sangre.
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