SOBRE NUESTRA REVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL 20 DE JULIO DE 1810 ALGUNOS PERSONAJES “A LA SOMBRA DE LOS PROTAGONISTAS” – HÉROES ANÓNIMOS LOS PROTAGONISTAS José María Carbonell, el agitador: Este criollo, de familia pobre y gran pluma de la Expedición Botánica, es recordado por el rol decisivo que cumplió la tarde del 20 de julio de 1810. Él fue quien se encargó de 'reclutar' gente en las goteras de la ciudad y de agitarla para exigirle al virrey, Amar y Borbón, convocar al cabildo abierto. Tras lograrlo, lo comisionaron para anunciar la buena nueva. Firmó el Acta de Independencia, fue capitán de milicias, contador y tesorero. Murió ahorcado por los españoles el 19 de junio de 1816. Con motivo del día de independencia, es grato recordar a los valientes y las valientes que dejaron en su lucha, un legado por la libertad y contra la esclavitud. Taller de Lectura: 1. 2. Haga un resumen de cada personaje: nombre, seudónimo, origen, y qué hizo para la revolución. Opine. ¿Cuál cree que fue más decisivo, por qué? Antonio Nariño, Prócer (1765-1823): Este criollo de familia pudiente fue el gran difusor de las ideas libertado- ras, a través de la 'Imprenta Patriótica'. Su aporte fundamental a la Independencia, fue la traducción de los Derechos del Hombre. Manuela Sáenz, 'la Libertadora' (1797-1856): Quiteña, dueña de un carácter libre, dedicó su vida a la independencia. Logró que todo un batallón real se pasara a las filas patriotas y salvó la vida del 'Libertador', del que fue su leal compañera. Manuela Beltrán, primera rebelde: En 1781, fue la primera mujer en desafiar a la Corona al romper un edicto de impuestos. A sus 57 años, encendió la chispa de la revolución comunera -en el Socorro-, base de la conciencia anticolonial en la Nueva Granada. José Celestino Mutis, el gran científico (1732- 1808): Médico, docente y botánico. En 1783, lideró la Expedición Botánica, en la que estudió y clasificó la flora. Fue pionero en trazar y dirigir políticas mineras y sanitarias en Santafé y en mover el espíritu patriótico. Camilo Torres, 'el verbo' (1766-1816): Participó en el 'Motín de los pasquines' de 1794, primera expresión rebelde después de los Comuneros. Su hábil oratoria y dominio del derecho fueron clave al escribir el 'Memorial de agravios' (1809). Francisco José de Caldas, 'el Sabio' (1768-1816): Geógrafo y naturista, se ganó el título de primer científico colombiano. Sus inventos y estudios abrieron la mentalidad granadina hacia ideas de revolución y fueron destacadas por Humboldt. Jorge Tadeo Lozano, constituyente (1771-1816): Médico, filósofo, naturalista y militar. El 20 de julio de 1810 se unió a los patriotas y lo designan presidente de Cundinamarca. Fue uno de los redactores de la Constitución de 1811, la primera de tinte liberal. Antonio José De Sucre, 'el Mariscal' (1795-1830): Aunque su padre era coronel realista, Sucre se enlistó en el Ejército Patriota. Político, estadista, presidente de Bolivia y gobernador de Perú, fue a batallas como la de Pichincha, que selló la Independencia. Atanasio Girardot, un gran héroe (1791-1813): Abogado y militar puro, es el prócer más joven y hombre de confianza de Bolívar. Con 75 soldados derrotó a 700 españoles en el río Palacé. Murió en la batalla del Bárbula y fue enterrado con honores. Antonia Santos, líder de Charalá (1782-1819): En 1819, organizó y sostuvo la primera guerrilla, de 40 hombres, que luchó contra Morillo, en Socorro, Santander. Donó su casa y dinero a la causa. Fue fusilada en julio de 1819, pero su guerrilla siguió luchando. El orador, José Acevedo y Gómez: Acudiendo a su verbo, el llamado 'Tribuno del Pueblo' arengó a los santafereños ese 20 de julio con 35 históricas palabras: "Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz, antes de 12 horas seréis tratados como insurgentes: ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan". Luego, ocupó cargos de gobierno en la llamada Patria Boba. Pero al empezar la Reconquista, tuvo que huir hacia el Caquetá, en donde murió. Inocencio Chincá, el bravo llanero: Se presentó como voluntario en el Ejército Libertador y fue elegido entre los 150 jinetes que cruzaron el río Arauca y lanzaron una legendaria ofensiva militar. Por eso, en abril de 1819, Bolívar le otorgó la 'Orden de los Libertadores' y el rango de sargento segundo. En la Batalla del pantano de Vargas, el bravo llanero mató al capitán español Ramón Bedoya. Pero quedó gravemente herido y murió tres días después. En su honor, la Escuela Militar de Suboficiales lleva su nombre. Villavicencio, valiente ecuatoriano: En 1804, Antonio Villavicencio conoció a los criollos que iban a Europa en busca de apoyo para la revolución. Y aunque, en 1810, fue nombrado por España comisario regio de Nueva Granda, el 20 de julio frenó funciones y se convirtió en patriota. En 1813, comandó un batallón en la Campaña del Sur y luego fue nombrado asesor militar y gobernador de Tunja. Pero Morillo lo juzgó por sus actos revolucionarios y el 6 de junio de 1816, Villavicencio subió al patíbulo para cumplir su sentencia. Antonio Morales, ejecutor perfecto: Él y su hermano hacían parte de la junta de notables que planeó el grito de Independencia y se ofrecieron para provocar el incidente con el comerciante español José González Llorente. El plan era agredir al español si se negaba a prestar el florero para decorar la mesa de un banquete en honor a Antonio Villavicencio. Y si lo prestaba, debían agredirlo por saludar a un chapetón, Francisco José de Caldas, quien tenía la misión de pasar frente al local de Llorente. Todo salió perfecto. Barule, de esclavo a soberano de Tadó: En 1728, este esclavo negro lideró la gran insurrección en el Chocó, con 120 cimarrones, que mataron a un esclavista y a 14 españoles que los maltrataban. Tras dominar la zona, fue proclamado rey del palenque de Tadó y estructuró gobierno y ejército. El 18 de febrero de 1728, se enfrentó a los españoles y fue derrotado. Su valiente historia terminó un día después, cuando lo fusilaron. Villavicencio, valiente ecuatoriano: En 1804, Antonio Villavicencio conoció a los criollos que iban a Europa en busca de apoyo para la revolución. Y aunque, en 1810, fue nombrado por España comisario regio de Nueva Granda, el 20 de julio frenó funciones y se convirtió en patriota. En 1813, comandó un batallón en la Campaña del Sur y luego fue nombrado asesor militar y gobernador de Tunja. Pero Morillo lo juzgó por sus actos revolucionarios y el 6 de junio de 1816, Villavicencio subió al patíbulo para cumplir su sentencia. Benkos, el guerrero rey africano: Según testimonios históricos, Benkos Bioho fue un rey africano que llegó a Cartagena, en 1596, como esclavo. Huyó y organizó un ejército con el que dominó parte de la sierra María (Bolívar), defendió los derechos de los africanos y de sus descendientes y planeaba tomarse Cartagena para, desde allí, volver al África con toda su familia. En 1605, logró que el gobernador de Cartagena, Gerónimo Suazo, reconociera la autonomía del palenque de la Matuna. En 1621, fue descuartizado. Rosillo, el canónigo rebelde: En 1802, el canónigo Andrés María Rosillo y Meruelo era rector del Mayor del Rosario y un activo conspirador. Organizaba y asistía a reuniones secretas con patriotas y difundía ideas libertarias. Pero fue delatado y encarcelado. Recuperó su libertad el 21 de julio y luego, en una polémica decisión, fue designado obispo y diputado del Socorro. Años después, Morillo lo envió a una cárcel en España. En 1820, regresó y fue nombrado deán por la Gran Colombia. Murió en 1835, a los 67 años. Polonia, la negra líder de Malambo: En 1581, organizó en Malambo (Bolívar) un grupo de 150 palenqueras que derrotó al capitán Pedro Ordóñez Ceballos. Tras el enfrentamiento, pactó la paz a cambio de tierras y de la libertad de su 'ejército'. Pero Ordóñez violó el pacto y le tendió una trampa. Los historiadores la identifican como uno de los símbolos patrios de la mujer afrodescendientes en la lucha popular. El teniente Baraya, un militar puro: Antonio Baraya pertenecía al ejército del rey. Pero, el 20 de julio, él y sus hombres se pusieron al servicio de la causa patriota, dando origen a las milicias republicanas. El 23 de julio, se creó el batallón Voluntarios de la Guardia Nacional y él fue nombrado su comandante. Con este, derrotó a los españoles en la batalla de Palacé. Debido al contundente triunfo, recibió el título de brigadier. Más tarde, se pasó a las fuerzas federalistas. Baraya fue fusilado, por orden de Murillo, a los 46 años.