Programa “Alemania con acento”

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Programa “Alemania con acento”
Señores Programa “Alemania con acento”
Deutsche Welle
Berlín Alemania.
Distinguidos señores:
Con enorme estupor he visto uno de los peores programas de “Alemania con Acento”, al
prácticamente ser engañado por un tema que podría interesarme, como lo es el de la
construcción o reparación de instrumentos (que al final uno no sabe lo que realmente ES el
entrevistado), para ser bombardeado por una sarta de mentiras sobre mi país, emitidas por un
sujeto que -por lo visto y oído- resultó más “experto” en política venezolana, que en
construcción de violines o guitarras.
Soy un asiduo telespectador de la DW en español, y la verdad nunca antes -jamás-, me
sentí tan agredido por un programa emitido por esa planta televisora. Y me parece una real
lástima que de ahora en adelante, no pueda ver con los mismos ojos ni aceptar con la misma
credibilidad, un programa que se ha prestado -no sé si como cuota de la agresión
generalizada que viene perpetrando la derecha internacional a través de su aparato mediático, diseminado por todo el planeta-, para injuriar a mi país, como se ha hecho en el que “apareció”, de forma “fortuita”, un aparentemente “inocente” “constructor o reparador de
violines”, que utilizó más de la mitad del espacio, para mentir y calumniar flagrantemente sobre Venezuela.
Por una parte, el sujeto en cuestión se “siente” tan engrandecido, que declara que su oficio
no se puede enseñar, por lo cual, los que estamos oyéndolo decir semejante mentira, debemos pensar que él fue favorecido por algún don otorgado por algún dios o poder
sobrenatural.
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Me han conmocionado las aseveraciones de este boliviano (pero que ahora debe ser apátrida)
entrevistado, Valdivia Rivero, porque por vez primera, con conocimiento de causa, escucho a
alguien en ese programa -que mucho me gustaba-, decir tal cúmulo de mentiras y descalificaciones sobre un país, como lo es el mío, cuyo único “pecado” pareciera ser que
haya decidido mayoritariamente asumirse libre y soberano.
Lo insólito de todo este asunto es que el entrevistado habla de diferentes “tiempos” históricos
recientes de Venezuela, y de pronto dice, aunque sin mucha claridad, que se tuvo que ir del
país porque corría el riesgo de que lo torturaran y lo “desaparecieran”, cosas que ocurrían
justamente en los gobiernos que tuvimos antes de llegar el “chavismo” al poder. Al punto de
que el pueblo venezolano aprobó -mayoritariamente con el casi 80 % de electorado- una
nueva Constitución, en la cual se expresa categóricamente que esos son delitos de lesa
humanidad y que están prohibidos en Venezuela. Además de que ese tipo de delitos ahora no prescriben en mi país.
Sonó como muy “nebuloso” el cuento de que tuvo una hermana que dizque luchó con el Ché
Guevara y la mataron en Bolivia, y peor para enterarnos de que con esa historieta fue a
parar a Alemania, casi que como “perseguido político”, en un claro alarde de oportunismo, el
cual remata al decir después que Guevara no fue otra cosa que un criminal!
En la medida en que fue avanzando el programa, y tomándole el tiempo, advierto que apenas
un tercio del mismo fue utilizado para hablar del “oficio” secundario que tiene el señor (porque
el primero, sin dudas, es el de “conocedor de la situación venezolana”), y más de la mitad del
mismo fue usado para atacar a Venezuela y a su gobierno, que justamente está enfrentando en
estos precisos momentos un golpe de Estado, auspiciado por el gobierno de los Estados
Unidos, en representación del aparato industrial-militar-mediático (y ahora de espionaje
internacional), que es lo que realmente gobierna a esa potencia, y a través de innumerables
Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) y Fundaciones europeas (entre las que se han
detectado ya, fundaciones alemanas, italianas y españolas), que pretenden desestabilizar al
gobierno legítimo del Presidente Maduro y derrocarlo por la fuerza.
Creo que esta cuota de agresión a Venezuela, ofrecida por la DW en español, y por el
programa de Pía Castro, ha resultado terriblemente erosiva, por provenir de quienes vienen y
producen y transmiten desde Alemania, cuya credibilidad -hasta ahora- ha sido destacada.
Y no entiendo cómo, desde un país que ha sufrido (y sufre) actitudes deleznables y 2/6
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cuestionables como la xenofobia y el racismo, permiten que un inmigrante, protegido y evidentemente “de derecha”, practique al aire y en un programa de gran audiencia, cuyo lema
dice que “es un espacio que busca abrir horizontes a ambas orillas del Atlántico”, expresarse
en forma más -que-xenófoba y racista, en contra de Cuba y de los cubanos, hermanos que
no hacen otra cosa que ayudarnos a atender médicamente a millones de pobres, que antes de
la llegada de la administración chavista no contaban con servicios médico-asistenciales
elementales, y en otros campos nos ayudan en la educación y en el deporte.
Todo esto nos sonó más que sospechoso (Pía Castro), ya que más parecen sumados
abiertamente a la campaña brutal que el concierto de medios de la derecha internacional viene
dedicándole a Venezuela.
Ese sujeto Valdivia, dijo mentiras de tal calibre como por ejemplo, que “Venezuela está en un
estado de miseria tremendo”, que “existe una persecución horrible contra la oposición”, “que
no hay derecho de palabra” (queriendo decir que no hay libertad de expresión), que “reparten
fusiles y armamento a los colectivos “que son gente marginal” (reaparecen el racismo y la
discriminación), “que Venezuela está viviendo una oclocracia” (y como la entrevistadora ni
imagina de qué habla este “experto”, pues ni le pregunta qué es eso, ni “con qué se come”).
Luego, tratando de insultar a nuestro gobierno, sostiene que “la marginalidad es lo que
gobierna al país”. ¡Y qué cosas!, ese es el mismo argumento que usa la capa social minoritaria de superricos en Venezuela, que promueve el golpe de estado de hoy.
Continúa el entrevistado diciendo que “los estudiantes y la gente no pueden salir a la calle
porque estos colectivos de marginales los matan…” e insiste en que detrás de todo esto, “están los cubanos”.
Otra parte del programa que nos indica que lo que está haciendo la DW en español, es
proporcionar su cuota de odio contra Venezuela, es cuando la presentadora le pregunta al
presunto “experto”: ¿Cuál es la solución para Venezuela? Y el alquilado replica
inmediatamente: “la independencia de poderes”, pero resulta que de haber sido así, entonces
los golpistas que hoy reinciden, estuvieran presos legalmente, pero fueron absueltos por un
Poder Judicial que -cuando le dieron el golpe a Chávez en Abril de 2002, disolvieron todos los
poderes de un plumazo y tumbaron al gobierno-, dictaminó que lo que se había producido era
“un vacío de poder”, liberando a los sediciosos. Hoy, esa misma gente es la que está
promoviendo el derrocamiento del gobierno actual, elegido constitucionalmente. Son el mismo
factor poblacional de “ricos”, enriquecidos precisamente, ilícitamente e inmoralmente, durante los gobiernos anteriores al llamado “chavismo”, y cuyos componentes, al ir perdiendo
privilegios, desean a toda costa volver al poder. Pero como no lo han logrado por la vía
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electoral, recurren al golpe de estado (alegando en todo momento ser demócratas y estar a
favor de la democracia).
Luego Valdivia, nombra como otra “solución”: “la democracia”, dice…, pretendiendo ignorar que
nuestro país cuenta con uno de los sistemas electorales automatizados, más auditados y más reconocidos mundialmente como excelente. Y que se han realizado 19 justas electorales
en 15 años. En Venezuela el que gana con votos, GANA. De lo contrario ¿cómo explicar que
Henrique Capriles (uno de los principales líderes de la oposición) sea gobernador del Estado
Miranda? ¿O cómo “traducir” que la mayoría de las alcaldías en el Estado Táchira hayan sido
ganadas por la oposición en las pasadas elecciones?
¡Ah!, pero el señor afirma tajantemente: “Venezuela, para mí, es una dictadura…”. Y como dato
accesorio, les comento que ahora mismo en Venezuela está abierta la “Feria Internacional del
Libro”, y esa “dictadura” (como la califica Valdivia) editó más de 36 millones de libros el año
pasado, además de que acabó con el analfabetismo hace ya bastante tiempo (también con
ayuda de los cubanos, que el señor odia).
La libertad de expresión en Venezuela, además de que está contemplada como derecho
esencial en nuestra Constitución, es ejercida no sólo al máximo, sino incluso con
desbordamiento de las leyes nacionales. Lo cual no se puede comparar con las restricciones
que, por ejemplo, en EEUU, le ponen a la tal Libertad de Expresión, donde incluso persiguen
hasta lo que se escribe y se coloca en las redes sociales de la gran red Internet.
La libertad de expresión en Venezuela está más que reconocida internacionalmente. De hecho,
han venido periodistas (de verdad), incluso de la DW, que lo han podido corroborar en el
terreno.
¿Cómo es que Pía Castro no sabe de esto? ¿Es que acaso no se lo han contado?, o es que su
“amistad” con Bush, le incita para hacerse la despistada? (resulta muy sospechosa su actitud).
Castro no debería olvidar que la "democracia" que ella conoció en EEUU, tuvo como resultado
el hecho de que aunque Al Gore sacó 480.000 votos más que Bush, no fue reconocido como
presidente de ese país, qué democracia esa, tan particular, que quien llega de segundo, puede
alcanzar la presidencia, ¿verdad?
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Continuando con la sarta de barbaridades que dijo este entrevistado “estrella” de “Alemania
con acento” (que parecía con acento fascista), de pronto agregó: “Y eso que yo fui de
izquierda…”, lo cual resultó una confesión de que ahora -evidentemente- ES de DERECHA…
y, ¡claro!, de ahí sus argumentaciones tramposas y falaces, que no responden a otra cosa
que a mentiras que pueden ser desenmascaradas fácilmente, y para lo cual podrían enviar a
cualquier periodista de ese prestigioso canal, ya que el gobierno ha invitado a periodistas de
todo el mundo a que vengan a apreciar y constatar la verdad de lo que ocurre en nuestro país, y a no dejarse llevar por vídeos trucados, montajes burdos, fotos de otras realidades y
tiempos, etc.
Valdivia repite -como loro- tristemente (o lo hace adrede), que Maduro ganó por fraude. Lo
mismo dijeron voceros de la oposición quienes ofrecieron mostrar pruebas del fraude, que
jamás aparecieron, y que de no confiar -la oposición- en el sistema electoral, sería inexplicable
cómo asistieron a otras elecciones (unos meses después de las de Maduro), en las que
aumentaron numéricamente en el control de alcaldías, pero perdieron nacionalmente, por un
margen mayor del que había obtenido Maduro.
Otra de las peores cosas vistas en el programa, y después de tantas agresiones, es que el “invitado” asume el papel de posible víctima, diciendo que “a lo mejor va a sufrir algún ataque”
por lo que ha dicho. Como tratando de evadir “a priori” la responsabilidad de lo que ha opinado.
Hacia el final del programa le “pone la guinda a la torta”, que ha ayudado a poner en la cuota
de odio que nos ha dedicado "Alemania con acento”, denigrando de un personaje tan querido y
respetado por la gran mayoría de latinoamericanos (y, de paso, paisano de la entrevistadora),
como lo es Ernesto Guevara (El Che Guevara), calificándolo simplemente como un criminal, que tenía facilidad “con la que mataba a una persona” o “la facilidad con la que mandaba a
alguien al paredón”, aclarando (u oscureciendo) que eso lo decía porque había “cambiado de
opinión sobre Guevara”, después de haber visto un video en youtube (¡por favor!), a través de
cual “había conocido la verdadera historia” del Che. Por lo que, al final, uno no sabe si es que
este “agente” es estúpido o se hace el estúpido.
También hacia el final, remata hablando de la “apreciación” que tenía uno de sus hijos (otro
experto en “latinoamericanística”, según dijo) quien al visitar Venezuela por unos días, y
“oyendo los discursos de Chavéz” había concluido que el “chavismo” era “fascismo puro”.
Cuando sucede TODO lo contrario. Porque si existe hoy en día un discurso y un intento de
creación ideológica contemporáneo, proveniente de Hugo Chávez, pudiéramos decir sin temor
a equivocarnos que éste nos dejó un discurso anti-fascista, anti-imperialista,
anti-intervencionista y bastante original en función de la soberanía, no sólo del país
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(Venezuela), sino de toda la América latina y el Caribe.
¿Será que a “Alemania con acento” no le gusta ese “acento” libertario?
¿Será acaso que a la DW la reminiscencia fascista verdadera le pesa mucho -todavía- en la
conciencia?
Quiero decirles que como venezolano y como (yo sí) periodista de profesión, muy crítico
-además- hacia el llamado “gobierno chavista”, no he podido dejar pasar semejante afrenta
contra mi país, fundamentada en mentiras, en opiniones “alegres”, en necedades interesadas
vertidas en youtube.com, y en apreciaciones lejanas tomadas a la ligera, porque todo ello me
parece un atentado flagrante en contra de nuestra inteligencia y dignidad como pueblo
soberano y como país libre.
Como el “experto” Valdivia, al cerrar explicó que -ahora- sólo se dedica a restaurar y reparar
instrumentos, debería restaurar su conciencia y su imaginario -al que creo debe despreciar
ahora por lo “europeizado que se siente”- y reparar el daño que ha hecho, vomitando tantas
mentiras sobre mi Patria Venezuela.¬¬
Y si como ustedes afirman (y se los reitero), que “Alemania con acento” ES un espacio que ‘busca abrir horizontes a ambas orillas del Atlántico’, por favor NO HAGAN LO CONTRARIO.
No los cierren a punta de irresponsabilidades y barbaridades como las que en más de la mitad
de su programa, largó este apátrida, Valdivia Rivero.
NO CONVIERTAN A “ALEMANIA CON ACENTO” en “ALEMANIA CON ACENTO
FASCISTA”. Se los demanda un asiduo telespectador.
Atentamente,
Manuel Rugeles A.
Periodista / Profesor Universitario
VENEZUELA.
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