JUGANDO Y APRENDIENDO SOBRE LA DIVERSIDAD AGRÍCOLA: la contribución de las jóvenes generaciones a la conservación Damaysa Arzola1 y Zoila Fundora Mayor2 Estación Ecológica Sierra del Rosario, Pinar del Río. O.B. ACTAF del Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical 1 L a sensibilización de las jóvenes generaciones acerca de la necesidad de conservar el entorno natural que los rodea, es de suma importancia para lograr una mejor relación del hombre con su ambiente, así como para preservar nuestro planeta. Las experiencias previas en el trabajo de educación ambiental, desarrolladas por los especialistas de la Reserva de la Biosfera ´Sierra del Rosario´, relacionadas con la conservación y rescate de la diversidad de especies de la flora y la fauna silvestres, propicia un terreno fértil para incentivar el conocimiento sobre la importancia de la conservación de la agrobiodivesidad, como un componente importante del ambiente. El presente trabajo se enmarca en el proyecto “Contribución comunitaria al rescate y conservación de los RFG in situ para la sostenibilidad alimentaria en Cuba”, desarrollado por la ONG cubana proNaturaleza y el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT), con la colaboración de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, con el financiamiento de la ONG alemana Pan para el Mundo. El trabajo se basa en los resultados alcanzados en el proyecto “Manejo adaptativo de los sistemas de semillas y flujo genético para una agricultura sostenible en los trópicos húmedos de México, Cuba y Perú”- IPGRI/IDRC, el cuál permitió la identificación de los grupos meta para el trabajo con la familia y la comunidad. El trabajo muestra los resultados de las acciones realizadas con las niñas y niños en un Taller de Educación Ambiental, con vistas a incorporar a la diversidad agrícola como un elemento de importancia para la sostenibilidad del ambiente y sus familias. Se desarrolló un Taller de Educación Ambiental en un área abierta de la comunidad “Las Terrazas”, perteneciente a la Reserva de la Biosfera “Sierra del Rosario”, en abril de 2007, donde estuvieron presentes las niñas y niños de las familias involucradas en el proyecto, además de una representación de otras escuelas involucradas en este trabajo. También participaron los profesores acompañantes de las escuelas, los especialistas de INIFAT, de la Reserva de la Biosfera y de proNaturaleza, así como estudiantes de la especialidad Socio-Culturales, de la Sede Universitaria Municipal de Candelaria. El taller comenzó con la presentación de niños y profesores, pidiéndosele a cada niño que manifestara, además de su nombre, el elemento de la naturaleza con el cual se identificaba. Se desarrollaron diferentes juegos apropiados para cada edad. Los juegos se organizaron de manera que los niños de menor edad pudieran jugar en igualdad de condiciones que los mayores y que hubiera participación de todos, ya fuera atendiendo a su edad, sexo u otros criterios de agrupamiento. Se comenzaron los juegos con el tema general de la biodiversidad a los niños, a partir de la variedad de manifestaciones de los rasgos en los humanos, utilizando como ejemplo a los propios participantes. Seguidamente se introdujo el tema de la diversidad de plantas, desarrollando un juego sobre la búsqueda de hojas de diferentes tipos en el entorno donde se desarrollaba el Taller. Este primer paso, condujo a un juego sobre biodiversidad agrícola, en el que cada niño o niña debía identificar sin mirar, sólo utilizando el tacto, los diferentes frutos y semillas contenidos en una cesta preparada al efecto. Otra actividad desarrollada, fue un intercambio entre los niños, niñas, profesores y especialistas sobre la percepción infantil de su papel en la conservación de la agrobiodiversidad, y acerca de colecciones o bancos de semilla en la comunidad. Se desarrolló el juego “Pescando la diversidad”, que consistió para los mayores, en “pescar” con una varita y un anzuelo, las preguntas acerca de lo aprendido sobre biodiversidad agrícola y sus respectivas respuestas. Si se “pescaba” la respuesta incorrecta, se pondría nuevamente esta en la “pecera” y se debía volver a “pescar”. Para los más pequeños, se “pescaban” figuras de elementos de la agrobiodiversidad que emparejaran. Los niños o niñas que ganaran más tarjetas (peces) en un tiempo tope, acumulaban más puntos. Los niños ganadores fueron estimulados con presentes adicionales, ya que cada uno tuvo un estímulo sólo por participar en el taller. El Taller se cerró con manifestaciones individuales (décimas, poesías, dibujos) acerca de lo aprendido sobre diversidad agrícola, así como rifa de otros regalos (libros, materiales escolares, etc.). Participaron en el Taller un total de 47 personas, las que desarrollaron una colaboración abierta para el buen desempeño de la actividad. Los niños y profesores participantes pertenecen a 9 escuelas del territorio (Tabla 1). 1/2008 2 43 Tabla 1. Escuelas participantes en el Taller y participantes Nombre de la Escuela “Jesús Menéndez” “Rafael Ferro” “Simón Bolívar” “José María Pérez” “Luis Augusto Turcios Lima” “30 de Noviembre” “Pedro Alfonso Mesa” “Caridad Arteaga” “República Oriental del Uruguay” Total Número Niños Profesores /escuela 6 1 1 1 1 1 1 1 1 6 5 1 3 25 2 Municipio San Cristóbal Candelaria Candelaria Candelaria Bahía Honda Candelaria Candelaria Bahía Honda Candelaria En total participaron 22 niños y niñas, de los cuales, una asiste a una Escuela Secundaria Básica de Candelaria y 3 reciben educación por vías no formales, ya que no están aún en edad escolar. Entre los elementos de la naturaleza que más evocaron los niños estaban los animales; así algunos se identificaron con el perro, el caballo, el conejo, el chivo, la gallina, el gallo, el zunzún, la jutía; otros elementos mencionados fueron el río, la flor, etc. El 86.6% de los participantes fueron niños y niñas. La representación por edades se muestra en la Fig. 1. Fig. 1. Distribución de los niños participantes por edades y sexo. Los resultados fueron muy satisfactorios y permitieron evidenciar el trabajo de educación ambiental realizado en las comunidades cercanas a la Reserva de la Biosfera “Sierra del Rosario”. El éxito logrado con este taller demostró que las nuevas generaciones pueden realizar un aporte importante a la conservación de la diversidad y en especial a la agrobiodiversidad. En cuanto a la introducción del concepto de diversidad vegetal, se empleó el juego de la recolección de hojas de diferentes plantas, y los niños las agruparon convenientemente a partir de su forma en redondas, ovaladas, acorazonadas, alargadas, etc.; a partir de su color, en las categorías de verde claro y oscuro, y así sucesivamente. 44 Aprendiendo de la diversidad jugando. El concepto de agrobiodiversidad fue interiorizado por los niños, partir de la identificación de los diferentes frutos contenidos en una cesta, considerando el sentido del tacto y el olfato: caimito, tomate, plátano fruta maduro y verde, chirimoya, mango, coco, mamey colorado, malanga, calabaza, boniato, papa, limón criollo, limón rugoso, naranja agria, cebolla, melocotón, frijol, frijol caballero, maíz, ají o pimiento, etc. Fue una hermosa experiencia en la que participaron niños pequeños y grandes, los cuales pudieron identificar gran parte de los frutos con precisión. Algunas de las especies no fueron identificadas en el contexto urbano, ni aún en el rural de manera amplia, como el frijol caballero, lo que indicó la necesidad de trabajar más intensamente en la educación de los niños sobre los valores de estas especies. Se ratificó la necesidad de rescatar la diversidad del consumo de estas especies olvidadas. El aporte de los niños fue más allá del mero juego. Cuando se les preguntó como se imaginaban un Banco de Semillas, como les gustaría que fuera éste y donde debía colocarse el mismo, algunos contestaron que el Banco debía estar bajo la tierra, en sacos o en botellas. Muchos plantearon que el Banco Comunitario de Semillas tendría un buen lugar en la Escuela, pues éstas tienen huertos donde los alumnos trabajan todos los días. Sobre el manejo de la semilla, plantearon que era necesario que se llevara un registro de las semillas que se guardaban y las mismas debían colocarse en una caja, con una correcta identificación, para saber la diversidad que se tiene, así como anotar a quién se le da. Tres niños contestaron que ellos vincularían a sus padres para llevar adelante la idea del Banco de Semillas. Por otra parte, entre las manifestaciones individuales acerca de lo aprendido en cuanto a la diversidad agrícola, se declamaron décimas y poemas de gran belleza, dedicados a los cultivos del maíz y el frijol caballero; la actividad concluyó con la pintura conjunta del Mural de la Agrobiodiversidad. La actividades y juegos estuvieron matizadas todo el tiempo por Lazarita, una niña que no quería perderse ninguno de los juegos. 1/2008 Pintando el Mural de la Agrobiodiversidad Son también autores de este trabajo: Teresa Tellería, Tomás Shagarodsky, Yamilet Rodríguez, Leonor Castiñeiras, Fidel Hernández, Maritza García, Raúl Cristóbal, Odalys Barrios, Lianne Fernández, Victoria Moreno, Nelson León Nicolau, Raidel García Blanco y Dalila de Armas. 45