Deporte: cuestión de estado El deporte, que se ha introducido entre

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Deporte: cuestión de estado
El deporte, que se ha introducido entre los hábitos de vida de la
mitad de la población española, no puede seguir siendo un aspecto
“menor”, de las políticas de instituciones y partidos.
La consideración “menor” del deporte, se hace evidente en la falta
de compromiso político. Con la ausencia de objetivos y metas
prefijadas, en la descoordinación interdepartamental en materia de
deporte y en el enorme cúmulo de tópicos a los que se recurre para
elogiar su bondad y su necesidad.
El deporte hasta ahora ha conformado un lugar común, donde
derecha e izquierda han depositado buenas intenciones, “hacer
deporte es bueno”, sin añadir a tales intenciones ni un ápice de
distintivo, compromiso, o apuesta de política definitoria de unas siglas.
Sólo así se justifica que la actuación de un gobierno, en materia de salud, en educación, en fiscalidad, en
promoción económica, en comercio y turismo o en relaciones exteriores, pueda recurrir al deporte, en
beneficio de sus legítimos intereses, de forma totalmente descoordinada, divergente o contrapuesta. Y,
desde luego, de forma independiente a la gestión que surja del órgano destinado por ese gobierno
para dirigir el deporte.
Y, cuando hablamos de la actuación de un gobierno, nos referimos a cualquier gobierno, desde el estatal
hasta el de cualquier municipio, porque la atomización del deporte entre departamentos y su
descoordinación es patrimonio de nuestra cultura política sin distinción de partidos o niveles
administrativos.
Mientras para el ministerio de sanidad, la lucha contra el tabaco o el alcohol, es una prioridad y, “a
contrario sensu”, la actividad físico deportiva otra. Para el ministerio de hacienda alcohol, tabaco y
deportes son objeto del mismo 21% de grabación fiscal.
El valor del deporte, como opción personal de praxis, como manifestación cultural o como instrumento
de cohesión social, merece el esfuerzo que en los últimos años ha realizado la administración local, en
materia de infraestructuras.
A eso debiéramos añadir otros ingredientes, como el sedentarismo del del 50% de la población
española, seria amenaza a nuestra sanidad pública, el tirón de la economía que supone el gasto de las
familias en “deporte” , la progresiva activación del turismo-deporte, u otros aspectos de la política que
pueden confluir en el deporte, para que la consideración de “menor”, fuese abolida y que, el deporte,
pasase a ser, de una vez y decididamente, una cuestión de estado, es decir gestionada integralmente, y
bajo un único liderazgo.
Esto es lo que persigue la Federación de gestores del deporte de España, en su III congreso, a celebrar
en Cantabria.
Te esperamos en nuestra web, www.cogresofagde.com , y en Santander, los días 7 y 8 de Mayo.
Luis V. Solar Cubillas.
Presidente de FAGDE
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