artículo central n Innovación, diseño, seguridad sísmica y confortabilidad. Esos son los ejes que están estructurando el desarrollo de los nuevos proyectos de viviendas sociales. Aprovechamiento del espacio, optimización en los materiales y aplicación de protección sísmica, marcan la construcción de estos nuevos conjuntos habitacionales. n El objetivo es dignificar la vivienda social, en lo posible, sin sobrepasar el presupuesto destinado a ello. La eficiencia energética también toma protagonismo, al igual que la planificación del entorno, conectividad, generación de espacios de esparcimiento y recuperación de los barrios. Son los primeros avances. Alejandro Pavez V. Periodista Revista BiT Viviendas sociales Gentileza sirve s.a. Un nuevo rostro 16 n BIT 92 septiembre 2013 Gentileza sirve s.a. L a construcción de viviendas sociales representa uno de los ejes centrales en el desarrollo de políticas públicas. Cómo no, si la vivienda representa uno de los bienes de primera necesidad. En este plano, el Estado ha asumido el rol de garantizar, por lo menos, los estándares mínimos para satisfacer la demanda habitacional de aquellos que no pueden acceder a una vivienda definitiva. Mecanismos hay muchos, pero los principales se concentran en diversos tipos de subsidios y otorgamiento directo de viviendas. Más allá de ellos, y de acuerdo a cómo avanzan los tiempos y los requerimientos de las sociedades, los proyectos de vivienda sociales han evolucionado y hoy, por ejemplo, de acuerdo a la información del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y de su División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, brindan una mayor superficie habitable, creciendo hasta los 50 m2, en algunos casos. A lo anterior, se suma el desarrollo de nuevos diseños que buscan aprovechar de mejor manera el espacio y las propiedades de los materiales de construcción, principalmente los referidos a la aislación térmica y acústica. La preocupación por la eficiencia energética, por su parte, también se torna en un eje rector del nuevo diseño. La generación de estrategias aplicadas para el ahorro energético en viviendas sociales ha implicado la inclusión de elementos pasivos de iluminación y ventilación e incluso la aplicación de tecnología solar ya sea para calentar agua o generar electricidad. Por otro lado, pese a las lamentables consecuencias materiales y humanas que trajo consigo; el terremoto del 27 de febrero de 2010 representó una importante oportunidad para el desarrollo de estos conjuntos habitacionales, especialmente los de mediana altura. El uso de tecnologías de aislamiento sísmico representa un paso mayor en la construcción de estos proyectos. La reconstrucción, también permitió innovar en el diseño, erigiendo conceptos que antes no estaban tan desarrollados. No todo es innovación y tecnología. La vida comunitaria representa hoy un valor fundamental para la generación de estas obras. Planificar y crear puntos de encuentro, propios de la comunidad, espacios de esparcimiento y participación, graduando el porcentaje de intimidad o exposición para el desarrollo pleno de las actividades, resulta clave. El mismo lugar ocupa la conectividad, especialmente con los lugares de trabajo. La dignificación de la vivienda social y de sus barrios son tareas que poco a poco se están ejecutando. Se han diseñado planes de revitalización de barrios y mejoramientos de vivienda nueva y existente. Pero aún queda por hacer. Experiencias internacionales llevan la ventaja en esta materia, especialmente en Francia. El objetivo es apuntar a ellas. Darle un nuevo rostro a este tipo de viviendas. BIT 92 septiembre 2013 n 17 Gentileza techo artículo central El desarrollo de nuevos diseños busca aprovechar de mejor manera el espacio y las propiedades de los materiales de construcción, principalmente los referidos a la aislación térmica y acústica. Diseño y soluciones Para comenzar a analizar el escenario en el que se encuentra hoy la vivienda social, es necesario aclarar que no solo es un desafío en términos de su diseño y construcción, sino que a la vez, existe una dimensión política, económica y sobre todo social, que busca traducirse a un hecho físico construido. En este plano, una de las primeras advertencias que hace Carlos Coronado, arquitecto y docente de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Universidad del Bío Bío, respecto de la concepción arquitectónica de este tipo de proyectos, en revista SustentaBiT Nº17, es que “los recursos con los cuales cuenta una familia que accede a viviendas sociales son siempre limitados, por lo cual su uso debe ser efectivo. Como arquitectos intentamos recoger estas demandas y que, desde el propio diseño, sean abordadas, eliminando la necesidad posterior de complejas mejoras. Buscamos perfeccionar la calidad de vida de las personas que habitan las viviendas sociales y el barrio donde estas se construirán. Para esto, la definición de estrategias está asociada a que la vivienda funcione de manera eficiente en la ocupación de los recursos que las propias familias poseen y demandan en su diario vivir”. 18 n BIT 92 septiembre 2013 Como ya se ha dicho, el diseño de estos proyectos, también debería prever la planificación de su entorno. En cómo se vincula con las necesidades y el bienestar de los usuarios y sus lugares de esparcimiento y vías de traslado. Un aspecto importante que se debería mejorar, “es la cercanía a la fuente de trabajo, que los barrios no fomenten la delincuencia, que existan áreas de entretención, parques etc. Otro elemento, dice relación con los metros cuadrados de las viviendas, que se han incrementado en forma significativa, plantea en revista SustentaBiT, Sergio Vera, académico de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y director técnico de la Unidad de Ingeniería Integral en Construcción Sustentable de DICTUC, quien ha participado en diversos proyectos de TECHO además de un proyecto Innova de Corfo, relacionado con vivienda social de media altura. Respecto de la estructura propiamente tal, si bien los diseños varían dependiendo de la optimización de los espacios y de las necesidades de cada proyecto, lo que se busca –coinciden los expertos- es una solución que sea económica o se ajuste a los presupuestos, pero que entregue elevados niveles de confortabilidad. Así, el objetivo se centra en componer una estructura simple que brinde la posibilidad de mantener una envolvente térmica continua dependiendo de la posición que cada una de las unidades tuviese dentro del conjunto. “Eliminando, en su mayoría, los puentes térmicos y exponiendo la menor cantidad de superficie hacia el exterior, para reducir las pérdidas energéticas y que, a su vez, permita en el interior la expansión de superficie útil para el futuro de cada núcleo familiar. A su vez, nos concentramos en mantener un óptimo asoleamiento que permita aprovechar la ganancia de luz solar el mayor tiempo durante el día, pero teniendo el cuidado que durante los meses de verano no se conciba un sobrecalentamiento interno”, indica Coronado respecto de uno de sus proyectos que ganó el concurso: “Una vivienda digna para los nuevos desafíos”. Para llegar a estas soluciones, el diseño debería ser integrado, desde la concepción del mismo. Y es que, según lo que resalta Vera, “es en la etapa de diseño donde se pueden tomar medidas y decisiones, ver y evaluar no solo la parte técnica, sino que también los costos”. Esto significa que en la proyección de la vivienda participen asesores en diversas materias que ayuden a discernir las soluciones adecuadas para cada proyecto. “Por ejemplo, “hemos asesorado a TECHO y la AChEE, en la etapa de diseño de los proyectos San Jose de Maipo; Curacaví 1; Maipú 1; Maipú 3 y Buin 1. Se realizaron reuniones colaborativos con el equipo de profesionales de ambas instituciones diseñando la envolvente de estas viviendas. Se obtuvieron estrategias concordantes, ya que el clima es muy similar. Utilizamos en la mayoría de ellos 60 mm de aislación térmica de muro, que es muy superior a lo indicado en la reglamentación térmica para la Zona 3. En el perímetro del radier, que es por donde se producen las pérdidas de calor, aislamos con 20 mm de poliestireno expandido (20 kg/m3 de densidad). La reglamentación tampoco exige aislación de radier. Y en techumbre igual utilizamos un nivel de aislación de 100 mm, un poco superior a lo que exige la reglamentación térmica. Hubiese sido deseable, también haber modificado las ventanas, que son de vidrio simple y marco de aluminio, pero obviamente por tema de costo lo descartamos. No hubiese sido posible con el subsidio para vivienda social”, explica Vera. Finalmente, la aislación acústica también resulta importante para el confort y la habitabilidad. El cómo distribuir espacios en viviendas pareadas o de media altura de tal manera que, por ejemplo, el dormitorio de un departamento no comparta muro con el living comedor de otro o dejar las escaleras de viviendas dúplex separada del muro medianero con el departamento adyacente, de manera que la vibración en la escalera no se transforme en ruido para el vecino, etc., son algunas situaciones a las que se debería prestar especial atención. “Hay una serie de problemáticas asociadas a la vivienda social que no están bien resueltas. En consecuencia, más que buscar implementar tecnología de punta, es mucho más barato y efectivo resolver lo que actualmente se está haciendo mal a través de un buen diseño”, concluye Sergio Vera. Vivienda de media altura “La vivienda social de media altura toma cada vez más fuerza como alternativa para insertar nuevas soluciones habitacionales en el interior de la ciudad, en donde los terrenos son más caros que en las afueras”, indica el libro “Nuevo Diseño de la Vivienda Social de Media Altura y su Entorno, Arquitectura e Ingeniería en la Recons- Gentileza carlos coronado El proyecto ganador de “Una vivienda digna para nuevos desafíos”, busca mantener un óptimo asoleamiento que permita aprovechar la ganancia de luz solar el mayor tiempo durante el día. trucción para lograr Cero Daño, Cero Deterioro y Sustentabilidad Social”, un trabajo mandatado por el Serviu de la Región del Libertador Bernardo O’Higgins y realizado por el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile (ICH) junto con la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), con el apoyo de Corfo. En él se señala que hoy es posible construir una propuesta que considere la sustentabilidad social en términos de lograr un proyecto que favorezca el uso de espacios comunes (espacios abiertos, iluminados y compartidos), minimice el deterioro de la vivienda (menos mantención), que asegure un comportamiento sísmico sin daños post terremoto y que sea eficiente térmicamente. La experiencia del 27F fue especialmente traumática para muchas viviendas de media altura ubicadas en la región de O’Higgins. Gran parte de ellas se sometieron a solicitaciones muy importantes y como consecuencia sufrieron una serie de daños relevantes. Una situación que, según indica la propuesta del ICH y la PUC, era prevenible “si las viviendas hubiesen estado fabricadas con una materialidad más adecuada y resistente a este tipo de eventos”. Una de las respuestas que se esgriman respecto de esta situación, es que este tipo de viviendas “se caracterizan por tener presupuestos muy ajustados, por lo que, tanto las inmobiliarias sociales, como las constructoras, no tienen mucho margen para realizar propuestas que agreguen innovación en el diseño o la construcción. Tradicionalmente, en un proyecto de esta naturaleza se licitan diseño y construcción a una misma empresa, lo que da como resultado proyectos de diferentes calidades, cuyo común denominador es cumplir con el presupuesto establecido”. BIT 92 septiembre 2013 n 19 artículo central Gentileza stecho Gentileza sirve s.a. Villa 26 de Septiembre, reconstruida tras sufrir severos daños luego del 27F. La nueva construcción consideró un sistema de aislación sísmica. En consideración a lo anterior, es que se desarrolló una propuesta que abarca dos aspectos: la seguridad sísmica y el deterioro social (cierre de patios y accesos, generación de espacios oscuros, etc.). La arquitectura, por tanto, “debe ser orientada a promover la buena convivencia y el uso de los espacios comunes en la vivienda social, mejorar el interior de la vivienda, la distribución de los departamentos, la fachada, etc.”. En este ámbito, la propuesta incorpora el concepto de habitabilidad y “considera unidades simples de 62 m2 y dúplex de 63 m2, ambas cumplen con el DS N°49”, que regula las características mínimas de las viviendas del Fondo Solidario de Vivienda, mejorando los estándares y dimensiones de los proyectos. Una situación que, según el texto del ICH y la PUC, no se cumplía con su antecesor, el DS N°174, que presentaba viviendas de menor ca20 n BIT 92 septiembre 2013 lidad y tamaño. El nuevo diseño, “tanto la vivienda simple, como dúplex buscan incorporar en su diseño ciertas condiciones propias de una ‘casa’, tales como la posibilidad de tener jardín en las unidades del primer piso o contar con un mayor grado de privacidad producto de una separación entre espacios públicos y privados en el caso de la unidad dúplex”. El edificio propuesto, cuenta con un sistema de aislación sísmica que “ha sido adaptado al presupuesto de la vivienda social a través de un sistema mixto, que incorpora aisladores elastoméricos, deslizadores friccionales y bielas en la base del edificio, focalizando los aisladores, que son los elementos de mayor costo, en los puntos estratégicos de la estructura donde existen las mayores solicitaciones”. Respecto de la estructura propiamente tal, explica el texto de esta propuesta, “se obtuvieron las siguientes características: el edificio tipo corresponde a uno de hormigón armado con una planta de 13,5 m x 9 m y dos departamentos por piso. La estructura se compone por muros de hormigón armado de 15 cm de espesor, considerando principalmente el objetivo de cero daño. Las losas también tienen 14 cm de espesor, exceptuando las losas de techo y de entrepiso en el departamento dúplex, que son de 10 cm. La estructura posee vigas dintel de sección de 15 cm x 40 cm y de 25 cm x 50 cm bajo la losa de aislación. El sistema de aislación considera para la unidad básica que posee 16 departamentos, tres aisladores elastoméricos de 60 cm de diámetro y 24,6 cm de altura”. Aislamiento Sísmico Otro ejemplo en la aplicación de sistemas de aislamiento sísmico es el de la villa “26 de Septiembre”, en la comuna de Santa Cruz en la región del Libertador Bernardo O’Higgins, que sufrió serios daños tras el terremoto de 2010. A tres años del suceso, el Minvu inició la reconstrucción del conjunto habitacional en el mismo terreno, con la asesoría de DICTUC, a través del proyecto “Programa de Asistencia Técnica Serviu Región de O´Higgins”, que contempló etapas del diseño y la supervisión en la construcción de dichas viviendas. El proyecto incorporó la aplicación de un sistema de aislamiento sísmico mixto de aisladores elastoméricos con deslizadores friccionales bajo una estructura de pórticos de hormigón armado, tecnología diseñada por la empresa de Ingeniería, derivada de DICTUC, SIRVE S.A., como parte de esta asesoría que también incluyó el trabajo de Videla y Asociados S.A., como proyectista de especialidades, coordinador, asesor del proceso de licitación e inspección técnica. bip-septiembre.pdf 1 8/19/13 Gentileza anru La villa estaba compuesta por 28 edificios construidos en 1996 mediante el programa de vivienda básica del ministerio. “En esta nueva propuesta, se incorpora arquitectura e ingeniería que impone una vivienda social, por lo que el proyecto fue un doble desafío”, comenta Nelson Mela, Ingeniero de Proyectos del Área de Ingeniería de Protección Sísmica de SIRVE S.A. Cabe recordar que la Región del Libertador Bernardo O’Higgins fue fuertemente afectada por el sismo del 27 F. En la ciudad de Rancagua, el Conjunto Habitacional Los Parques (184 deptos.), Villa Cordillera (1.816 deptos.) y en Santa Cruz el Conjunto Habitacional 26 de Septiembre (339 deptos.) resultaron seriamente dañados, lo que hizo necesaria su demolición. El proyecto considera la construcción de ocho bloques con un total de 192 viviendas sociales, denominado “Conjunto Habitacional Villa Nueva Paniahue” ubicado en la comuna de Santa Cruz, localidad de Paniahue, terreno de propiedad de Serviu que se ubica en las esquinas de las calles Arturo Prat y Gobernador Nibaldo Mujica. Las obras en ejecución están a cargo de la Empresa Constructora 3L S.A. La superficie aproximada de cada departamento será de 58 m². “Cada vez más edificios incorporan la tecnología de aislamiento sísmico, la que si bien conlleva un costo inicial que se incluye en el valor de la construcción, tiene la ventaja que tiende a minimizar los efectos de un sismo. Es así como el Minvu Ejemplo de recuperacón de viviendas en Francia. Más allá del diseño, se incorporan tecnologías como este ascensor para minusváidos y adultos mayores. está gestionando la actualización de la norma NCh2745, que regula el diseño de edificios con esta tecnología, con el objetivo de atender los avances que en este tema se han alcanzado a nivel nacional e internacional”, sostiene el Ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez. El proyecto contempla la ejecución integral de cada una de las etapas involucradas, es decir, obras preliminares, obra gruesa, terminaciones e instalaciones, la ha- 4:24 PM BIT 92 septiembre 2013 n 21 artículo central Gentileza sirve s.a. El proyecto de reconstrucción de la Villa 26 de Septiembre, considera la construcción de ocho bloques de departamentos equivalentes a 192 viviendas. bilitación de la multicancha y considera además la remodelación de los antiguos camarines asociados a esta multicancha que serán transformados en sede comunitaria, junto con ello también se desarrollarán áreas de pavimentación y urbanización eléctrica. El diseño del proyecto de aislamiento sísmico considera la instalación de un sistema conformado por aisladores elastoméricos y deslizadores friccionales, en un único plano horizontal ubicado sobre las fundaciones del edificio. El sistema fue especialmente desarrollado para este proyecto, pensando en las condiciones particulares que un edificio de viviendas sociales puede ofrecer. Entre ellas, destacan las bajas cargas axiales en los dispositivos y una mínima esbeltez de la estructura en altura, lo que se traduciría en una baja posibilidad de levantamiento de los deslizadores. Según los especialistas, la incorporación del sistema de aislamiento permitiría reducir las aceleraciones y fuerzas actuantes sobre el edificio en cerca de un 80%, logrando con esto mejorar el confort y seguridad de las personas, obteniendo un nuevo estándar para la construcción de viviendas sociales en Chile. En el caso de las viviendas de Santa Cruz, “se trata de un sistema mixto de siete aisladores sísmicos elastoméricos de 75 cm de diámetro, en conjunto con 21 deslizadores friccionales (por cada block de edificios)”, señala Nelson Mela de SIRVE S.A. “En este proyecto, por sus condiciones especiales de vivienda social y aislamiento sísmico, se requieren seguimientos particulares y controles específicos con el objetivo de lograr tanto la correcta ejecución de los 22 n BIT 92 septiembre 2013 diseños proyectados, los costos propuestos y los plazos estipulados. Para el logro de estos objetivos, tenemos dispuesto un equipo profesional y técnico”, indica René Guerra, gerente general de Videla y Asociados S.A. Reciclaje o recuperación de barrios Uno de los ejes centrales en la construcción de viviendas sociales tiene que ver con la preocupación por su entorno. El barrio es fundamental para la construcción de una vida Eficiencia Energética En el último tiempo, la tendencia en la construcción de viviendas sociales se orienta a entregar diversas soluciones en cuanto al ahorro energético. Los últimos diseños buscan una vivienda con un alto confort térmico y ambiental. Situación que se debería traducir en que las familias gasten pocos recursos en calefacción, tenga buenas condiciones de ventilación, baja condensación y contaminación interior e idealmente que cuenten con sistemas solares de calentamiento de agua para uso domiciliario. La Fundación TECHO (ex Un Techo para Chile) trabaja en esta línea y sus proyectos se centran en cuatro elementos: “El primero es la utilización de sistemas de calentamiento de agua para uso domiciliario. El segundo el comunitaria confortable. Las áreas verdes, de esparcimiento, conectividad, etc., como ya se ha dicho, se conjugarían para evitar, por ejemplo, los índices de delincuencia y aumentar la calidad de vida de los usuarios. Pero para lograrlo, se necesitan espacios y la densificación de la ciudad, por lo menos en Santiago, no lo permite. El suelo es cada vez más escaso y proyectos de estas características se truncan. ¿Qué hacer entonces? Aquí surge el concepto de reciclaje que, en su acepción más básica, tiene que ver con tomar algo viejo o en desuso y transformarlo en un nuevo producto. En el caso que nos convoca, una transformación y reutilización-recuperación de los espacios abandonados o de aquellos barrios mal diseñados, hacinados, agonizantes; para resucitarlos. Pues bien, este es el desafío que, hace por lo menos 10 años, han asumido varios países de Europa. Recuperación de barrios históricos y de edificios abandonados o con pocos residentes. Este es el caso de Francia, con larga tradición en viviendas sociales, que en el 2003 control de las infiltraciones de aire a través de marcos de ventanas, sellos y puertas. El tercer elemento es el control solar para evitar el sobrecalentamiento de recintos. Finalmente es importante considerar la materialidad de los cerramientos exteriores. El uso de nuevos materiales con mejor comportamiento térmico es necesario y crucial”, afirma Darío Oyarzun, Arquitecto de Vivienda Definitiva de TECHO. A ello agrega que “los análisis realizados por TECHO y la Agencia Chilena de Eficiencia Energética dan como resultado un ahorro anual de 1468 Kw/h, equivalente a $84.000 anuales por familia. Esto principalmente por la baja en consumo de calefacción. Este valor no considera la implementación de paneles solares para calentamiento de agua, los que aumentarían considerablemente el ahorro de cada familia”. Un reportaje completo respecto de este ítem en Revista SustentaBiT N°17. promulgó la ley de orientación y programación para la ciudad y renovación urbana que estableció el Programa Nacional de Renovación Urbana (PNRU). Su principal objetivo es impulsar la transformación de áreas de ciudad clasificadas como “zonas urbanas sensibles” y de barrios con similares dificultades socioeconómicas. Para ejecutar este programa, se creó la Agencia Nacional de Renovación Urbana (ANRU) quien supervisa, aprueba y ofrece apoyo financiero a las instituciones públicas, autoridades locales y empresas público-privadas que están detrás de toda operación de renovación urbana que incluye o afecta a vivienda social existente. Este programa debería finalizar este año y según indican en su web, “espera que se despliegue en 490 distritos, transformando la calidad de vida de casi 4 millones de personas, movilizando 12 mil millones de euros (un poco más de US$ 16 mil millones), solo en subvenciones, durante un período de 10 años” (el costo total que es completado con aportes privados bordea los 45 mil millones de euros). Al mes de abril de 2013, llevaban firmados 396 proyectos. En Francia se creó un programa orientado a reducir las desigualdades sociales y regionales mediante la renovación urbana. Su principal objetivo es impulsar la transformación de áreas de ciudad calificadas como “zonas urbanas sensibles”. El PNRU tiene como objetivo reducir las desigualdades sociales y regionales. Cada proyecto de renovación urbana incluye esta dimensión para maximizar la mejora de las condiciones de los usuarios. Dentro de los requisitos que fija la agencia para apoyar los proyectos de recuperación, se encuentran el garantizar la calidad de la reubicación de los usuarios de la vivienda que será demolida y reconstruida; implementar procedimientos para la gestión urbana para sostener las inversiones y adaptar las prácticas de gestión a los residentes del distrito; garantizar un proceso de consulta con los residentes durante la ges- tación del proyecto, entre otros. Estos acuerdos son seguidos por la ANRU quien realiza una evaluación final junto a la comunidad. Los gestores de los proyectos también pueden construir su idea en sinergia con muchos otros problemas sociales como la educación, la salud o la seguridad. Según recoge la web española ClakBlog, “uno de los puntos más desarrollados por ANRU es el control económico de la operación, tanto a nivel financiero, como a nivel de las posibilidades de los vecinos del barrio. Mediante un software específico, tiene en cuenta el alquiler y el mantenimiento futuro BIT 92 septiembre 2013 n 23 Tenemos 17años de experiencia en el estudio, desarrollo, fabricación y venta de Tenemos 17años de experiencia en el estudio, desarrollo, fabricación y venta de quincallería, para el área de la construcción y arquitectura en China y el mundo. quincallería, para el área de la construcción y arquitectura en China y el mundo. NuestraNuestra fabricafabrica cuentacuenta con más demás 200.000 m2 y 5000 dedicados a con de 200.000 m2 yempleados, 5000 empleados, dedicados a la producción de elementos de altade calidad y prestación, los que en en la producción de elementos alta calidad y prestación, losson queutilizados son utilizados obras de arquitectura en cientos de ciudades alrededor del mundo. obras de arquitectura en cientos de ciudades alrededor del mundo. 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La reconstrucción, también permitió innovar en el diseño, erigiendo conceptos que antes no estaban tan desarrollados, como la planificación de la comunidad barrial, espacios de esparcimiento, participación y conectividad, especialmente con los lugares de trabajo. La vivienda social, no es solo un desafío en términos de diseño y construcción, también lo es en una dimensión política, económica y sobre todo social, que busca traducirse a un hecho físico construido. Respecto de la estructura propiamente tal, si bien los diseños varían dependiendo de la optimización de los espacios y de las necesidades de cada proyecto, lo que se busca –coinciden los expertos– es una solución que sea económica o se ajuste a los presupuestos, pero que entregue elevados niveles de confortabilidad. Cualquier proyecto de estas características debe tener altos niveles de participación comunitaria. Solo de esa forma los desarrolladores de proyecto se aseguran en cierta forma la sustentabilidad económica y social del proyecto a largo plazo. para conocer si cada vecino podrá soportar el proceso completo. Esto lleva a que, en determinadas circunstancias, edificios en muy mal estado y con mínimas posibilidades financieras de los ocupantes, consideran más viable la demolición y el realojo con alquiler social de sus ocupantes. Además intenta buscar el equilibrio entre la financiación pública y privada: La participación de la iniciativa pública es obligada para mantener una vivienda de calidad en toda la ciudad, y evitar la marginalidad, pero buscan el apoyo de la iniciativa privada a través de nuevos servicios y actividades en el barrio, y la gestión inmobiliaria en algunos casos”. 24 n BIT 92 septiembre 2013 Los proyectos pueden considerar tanto la demolición de algunos edificios y la construcción de nuevos, como la rehabilitación de otros. Más allá de lo técnico, destaca el hecho que el desarrollo del proyecto, además del análisis del barrio, considera la participación ciudadana en cada una de sus etapas. La relación entre los actores técnicos y usuarios es constante, con asesores externos que se preocupan de preparar la información y “traducir” las indicaciones técnicas a los vecinos. Experiencias de reciclaje que también se están desarrollando en Chile en algunos proyectos en la comuna de Puente Alto. Realidad nacional En Chile, en el año 2007, mediante Decreto Supremo (D.S N°14) el Minvu inició el Programa Recuperación de Barrios que busca “implementar una estrategia de intervención a escala barrial que contribuya al mejoramiento y revitalización tanto de los espacios públicos colectivos, como de la red social de los barrios, enfrentando problemas de deterioro urbano, tales como conectividad e integración con el resto de la ciudad, déficit de pavimentación, ausencia o mala calidad de equipamiento comunitario, áreas verdes, iluminación, y otras obras; recuperando a su vez la confianza y la participación de los vecinos en el proceso de mejoramiento de su entorno urbano inmediato”. A este año suman 168 barrios en ejecución. Para el mejoramiento de la vivienda, el Minvu, ha establecido una serie de subsidios integrados en el Programa de Protección del Patrimonio Familiar (PPPF) que buscan interrumpir el deterioro y mejorar la vivienda de familias vulnerables y de sectores emergentes. De acuerdo a Ragnar Branth, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec), del Minvu, “este beneficio está dirigido a familias en situación de vulnerabilidad y pertenecientes a grupos emergentes, que sean propietarias o asignatarias de una vivienda social, construida por el Estado o por el sector privado con o sin subsidio habitacional y localizada en zonas urbanas o rurales (…) Junto a lo anterior, este año se efectuó una modificación al PPPF (D.S. 255), agregando el capítulo ‘Proyectos de Innovación Tecnológica’, que se enfoca en la entrega de subsidios para desarrollar proyectos que contribuyan al ahorro energético y promuevan la sustentabilidad del medio ambiente, como la reutilización de aguas grises e incorporación de paneles fotovoltaicos, entre otros. Para las obras de construcción sustentable, los montos considerados para los subsidios fluctúan entre 50 y 65 UF”. Son algunos de los avances que se están dando en materia de viviendas sociales. Un tema que no se agota acá y al que, sin duda, se le dedicarán más páginas en las próximas ediciones de Revista BiT. n www.minvu.cl www.carloscoronado.com www.dictuc.cl/iicos, www.vsma.cl www.sirve.cl, www.anru.fr http://clak-blog.blogspot.com.es www.ich.cl