Cambio del padron electoral

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Cambio del padrón electoral, participación política
y sistemas de partidos
Claudio Díaz Pizarro (*)
La composición del padrón electoral es una de los aspectos más
importantes del funcionamiento de cualquier sistema electoral ya que en
él se ve reflejado el cuerpo de electores que tendrá la posibilidad de
participar en las decisiones políticas derivadas de los actos electorales.
Un padrón electoral debe ser cuidadosamente constituido, dando
garantías de transparencia a todos los ciudadanos acerca de la
veracidad de la información que contiene, por esta razón debe cumplir
con:

Ser público, en el sentido que todos los sectores políticos y los
ciudadanos en general deberían tener acceso a él;

Ser de fácil acceso, en el sentido que los ciudadanos deberán
quedar inscritos en él a través de un mecanismo simple;

Ser simple en su actualización, tanto para los electores vigentes
como para los que deben ingresar y salir del padrón electoral y

Tener
rutinas
de
actualización
conocidas
por
todos
fijando
períodos y mecanismos adecuados.
Visto lo anterior es claro que la definición del cómo se compone el
padrón electoral comprende una dimensión práctica muy importante que
debe ser funcional a la dimensión política que él tiene, ya que en la
medida que se cumplan los requisitos anteriores existirán niveles
mayores de participación de los ciudadanos en las grandes decisiones
políticas a través de los procesos electorales.
En la actualidad el padrón electoral chileno está compuesto por todos los
ciudadanos y ciudadanas[1] que concurrieron a las diferentes juntas
inscriptoras para manifestar, a través de la inscripción electoral, su
voluntad de participar en las elecciones. A más de 20 años de su
apertura, los chilenos y chilenas inscritos en él suman 8.110.265[2].
El trámite de inscripción es voluntario e irrenunciable, es decir el
ciudadano inscrito no pierde esa categoría por voluntad propia y sólo
puede ocurrir en casos calificados por la ley. Las únicas condiciones para
poder inscribirse es ser mayor de edad (18 años) y no caer en alguna de
las inhabilidades descritas en la ley.
La responsabilidad de la mantención del padrón electoral recae en el
Servicio Electoral, quien define la cantidad de juntas inscriptoras, se
encarga de la depuración del Padrón en el tiempo y además entrega los
listados de electores habilitados para sufragar en los períodos previos a
los actos electorales.
La evolución del número de inscritos en el padrón electoral y su escasa
evolución en el tiempo comparada con la evolución de la población
mayor de 18 años que se presenta en la tabla N°1.
Tabla N°1: Evolución inscripción electoral
Elección
Poblacion
mayor de
18 años
Inscritos
No inscritos % no inscritos
Presidencial 1989
8.499.972
7.557.537
942.435
11,1%
Municipal 1992
8.868.411
7.840.008
1.028.403
11,6%
Presidencial 1993
9.052.632
8.085.439
967.193
10,7%
Municipal 1996
9.597.331
8.073.368
1.523.963
15,9%
Parlamentaria 1997
9.773.590
8.069.624
1.703.966
17,4%
Presidencial 1999
10.126.098
8.084.476
2.041.622
20,2%
Municipal 2000
10.302.358
8.089.363
2.212.995
21,5%
Parlamentaria 2001
10.506.435
8.075.446
2.430.989
23,1%
Municipal 2004
11.118.687
8.012.065
3.106.622
27,9%
Presidencial 2005
11.322.769
8.220.897
3.101.872
27,4%
8.110.265
3.855.725
32,2%
Municipal 2008
11.965.990
Fuente: elaboración propia en base a datos del INE y SERVEL
Como se observa el porcentaje de ciudadanos no inscritos en los
registros electorales aumenta en el tiempo llegando a un 32.2% en las
últimas dos elecciones nacionales, esto implica que hoy al menos un
ciudadano de cada tres no tiene la posibilidad de participar en los
procesos electorales.
Junto con observar la escasa variación del número de electores destaca
el hecho de que la configuración etárea ha cambiado dramáticamente en
los últimos años según lo que se observa en la Tabla N° 2
Tabla N°2: Evolución padrón electoral por grupos etáreos
40%
30%
20%
10%
0%
Ples
1988
Pres
1989
Mun
1992
Pres
1993
Mun
1996
Parl
1997
Pres
1999
Mun
2000
Parl
2001
Mun
2004
Pres
2005
Mun
2008
18-29
36,0%
33,4%
30,0%
28,6%
22,3%
19,9%
16,1%
14,6%
13,0%
8,9%
9,7%
8,1%
30-39
22,6%
23,6%
25,1%
25,7%
27,5%
27,9%
28,3%
28,2%
27,4%
24,9%
23,4%
19,0%
40-49
16,2%
16,7%
17,3%
17,7%
19,4%
20,3%
21,7%
22,4%
23,4%
26,0%
26,3%
27,7%
50-59
11,7%
11,9%
12,1%
12,3%
13,5%
14,1%
15,1%
15,4%
16,0%
17,6%
18,0%
20,1%
60-69
8,1%
8,5%
9,0%
9,1%
9,7%
9,9%
10,1%
10,2%
10,5%
11,7%
11,9%
13,3%
70 o +
5,4%
5,8%
6,4%
6,7%
7,6%
8,0%
8,8%
9,2%
9,7%
10,8%
10,8%
11,8%
Fuente: elaboración propia en base a datos del INE y SERVEL
Los datos indican que hace 15 años el 52% del padrón electoral eran
personas menores de 40 años y hoy sólo un 27% lo es. Por el contrario
si en 1993 el 46% estaba en el grupo etáreo de mayores de 40 años
hoy ese mismo grupo representa un 73%, en otras palabras hay un
envejecimiento permanente del grupo de chilenos que toma las
decisiones políticas en nombre de toda la población.
Participación política
La participación efectiva de los chilenos en los procesos electorales
desde 1989 a la fecha es una de las cuestiones que permanentemente
preocupa a analistas, políticos y autoridades. Asumiendo que en la
medida que la participación electoral sea alta se cumple una de las
condiciones más importantes para la fortaleza del sistema democrático
cuál
es
la
representatividad
de
las
autoridades
electas
y
la
representación de los electores.

Los índices de participación electoral se pueden construir en base
a diferentes variables, siendo las más importantes las siguientes:

La evolución de inscritos en el padrón electoral, ya que permite
determinar el número de ciudadanos habilitados para votar,

La evolución de los votos válidos, ya que permite visualizar el
número de ciudadanos que emite una preferencia específica,

La evolución de la votos nulos y blancos, ya que permite visualizar
a los ciudadanos que participando en el proceso no emiten opinión
específica[3] y

La evolución de los no inscritos, que permite visualizar a los
ciudadanos que pudiendo participar deciden marginarse al no
integrar el padrón electoral.
Una síntesis en diferentes elecciones nacionales del comportamiento de
cada uno de estos indicadores se presenta en la tabla N° 3.
Tabla N°3: Relaciones porcentuales según población mayor de 18 años
Elección
Pres 1989
Mun 1992
Pres 1993
Mun 1996
Parl 1997
Pres 1999
Mun 2000
Parl 2001
Mun 2004
Pres 2005
Mun 2008
Inscritos
Emitidos
Válidos
Abstención
nulos +
blancos
nulos +
blancos +
abstención
nulos + blancos
+ abstención +
no inscritos
88,9%
84,2%
82,1%
4,7%
2,1%
6,8%
17,9%
88,4%
79,4%
72,3%
9,0%
7,1%
16,1%
27,7%
89,3%
81,5%
77,0%
7,8%
4,5%
12,3%
23,0%
84,1%
73,8%
65,7%
10,4%
8,1%
18,5%
34,3%
82,6%
72,1%
59,3%
10,5%
12,8%
23,3%
40,7%
79,8%
71,8%
70,9%
8,0%
0,9%
8,9%
29,1%
78,5%
68,8%
63,2%
9,7%
5,6%
15,3%
36,8%
76,9%
66,5%
58,1%
10,3%
8,4%
18,7%
41,9%
72,1%
61,8%
56,8%
10,2%
5,1%
15,3%
43,2%
72,6%
63,7%
61,5%
9,0%
2,2%
11,1%
38,5%
67,8%
56,9%
52,0%
10,9%
4,9%
15,8%
Fuente: Elaboración propia en base a datos INE, SERVEL y Ministerio del Interior
48,0%
Los datos indican que la participación efectiva a través de la emisión de
una opinión u opción cuya expresión es un voto válido[4], cae desde un
82.1% a un 52%, es decir, el año 1989 los electores que manifestaron
opciones políticas claras representaron el 82.1% de los ciudadanos y en
la última elección municipal este indicador fue el 52%. Por otro lado el
porcentaje de los que no expresan opinión, sea porque estando inscritos
no concurren a votar (abstención), sea porque votan nulo o blanco o sea
porque no están inscritos en el padrón ha pasado del 17.9% en 1989 al
48.0% en 2008, explicándose este aumento principalmente por la
proporción de ciudadanos que no están presente en el padrón electoral.
Las curvas del grafico N°1 muestran las tendencias antes descritas.
Gráfico N°1: Evolución participación electoral 1989-2008
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Pres
1989
Mun
1992
Pres
1993
Mun
1996
Parl
1997
Pres
1999
Mun
2000
Parl
2001
Mun
2004
Pres
2005
Inscritos
Emitidos
Válidos
Abstención
nulos + blancos
nulos + blancos + abstención
Mun
2008
nulos + blancos + abstención + no inscritos
Fuente: Elaboración propia en base a datos INE, SERVEL y Ministerio del Interior
Cómo se puede observar la curva que representa la suma de la
abstención, los votos nulos, los votos blancos y los no inscritos, se
acerca a la curva que representa a los votos válidamente emitidos, es
decir, los ciudadanos que no emiten opinión en los procesos electorales
están muy cerca en número de aquellos que si lo hacen
Visto todo lo anterior se ha consensuado entre los distintos sectores
políticos que el sistema político chileno presenta dos problemas serios,
el congelamiento y envejecimiento del padrón electoral y la falta de
participación en los procesos electorales.
La fórmula que se he planteado para mejorar la representatividad del
padrón y la participación en los procesos electorales es la modificación
de la mecánica de integración de ciudadanos y ciudadanas al padrón
electoral a fin de que este represente a la totalidad de los mayores de
18 años. Esto se materializaría a través de la obligatoriedad de la
inscripción haciéndola automática lo que claramente implica un ajuste
inmediato respecto a la representación ciudadana en el registro de
electores incorporándose a los casi 4 millones de personas que no están
inscritas para votar. Los aspectos más relevantes del proyecto son los
siguientes:

Las personas por el sólo hecho de cumplir 18 años serán
incorporadas al padrón electoral.

Las personas que están actualmente inscritas en el padrón
permanecerán en él sin más trámite.

Las personas que tengan más de 18 años y no estén en el padrón
serán incorporadas a él.

La información correspondiente a los nombres y domicilios de los
ciudadanos que estén en condiciones de integrarse al padrón, será
proporcionada por el Servicio de Registro Civil e Identificación.

Los domicilios serán determinados de diversas maneras: Los que
estén en el padrón actual conservarán el domicilio declarado; los
que se integren por primera vez serán incluidos en los padrones
correspondientes al domicilio declarado al momento de adquirir la
Cédula de Identidad.

Los cambios a los domicilios deberán ser declarados por los
ciudadanos en las “Juntas de Actualización” que existirán para
estos efectos en todo el país.
Junto con lo anterior el proyecto plantea la derogación del artículo N°
139 de la Ley 18.700, suprimiendo la multa dispuesta para los
ciudadanos que no concurran a votar, estableciéndose en los hechos la
votación voluntaria. Esto implica asumir los argumentos liberales en el
sentido de que la libertad de participación representa un bien superior
que está por sobre los deberes cívicos y que será (al igual que en las
lógicas de mercado) la oferta política por medio de las candidaturas a
los distintos cargos de representación popular la que regule los niveles
de participación.
Desde esta perspectiva es relevante la pregunta sobre si el esquema de
inscripción
automática
y
voto
voluntario
es
eficiente
para
la
consolidación y aumento de la participación política. Al revisar la
situación de inscripción electoral en diferente países de Latinoamérica
nos encontramos con el siguiente panorama:
Tabla N° 4: Mecanismos de inscripción en países Latinoamericanos
Sistema
Padrones confeccionados a partir de datos
entregados por instituciones públicas. Inscripción
automática
Ciudadanos y ciudadanas deben inscribirse en el
padrón. Inscripción voluntaria
Países
Argentina, Costa Rica, Colombia Ecuador, Honduras,
Panamá y Venezuela
Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala,
México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República
Dominicana y Uruguay.
Fuente de datos: Compendio estadístico PNUD 2004
La tabla muestra que la mayoría de los países de Latinoamérica
mantiene
un
sistema
de
inscripción
voluntaria
en
los
padrones
electorales.
Junto con lo anterior es posible observar indicadores de participación
electoral con el objeto de encontrar comportamientos asociados a los
mecanismos de inscripción electoral así como también respecto de la
obligatoriedad de la votación[5].
Tabla N° 5: Mecanismos de inscripción en países Latinoamericanos
Tipo de
inscripción
País
Argentina
Ecuador
Costa Rica
Honduras
Panamá
Colombia
Venezuela
Bolivia
Brasil
Chile
Perú
Rep. Dominic.
El Salvador
Guatemala
México
Paraguay
Uruguay
Nicaragua
Automát.
Automat.
Automat.
Automat.
Automat.
Automat.
Automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automat.
No automát.
Votos válidos
Votantes inscritos Votos emitidos
sobre
Regimen de sobre población sobre población
población
habilitada para
votaciones habilitada para
habilitada para
votar
votar
votar
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Voluntario
Voluntario
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Obligatorio
Voluntario
Votos
emitidos
sobre
inscritos
Votos válidos
sobre emitidos
98,3%
78,0%
70,9%
79,4%
90,7%
98,1%
65,8%
52,5%
67,2%
79,7%
90,9%
68,8%
66,5%
75,4%
96,7%
101,2%
68,3%
63,7%
67,5%
93,3%
98,0%
72,3%
68,2%
73,8%
94,4%
78,2%
33,3%
30,0%
42,8%
89,3%
80,9%
45,7%
35,6%
56,4%
78,0%
76,8%
55,2%
51,8%
71,9%
93,9%
92,4%
75,9%
54,6%
82,1%
71,9%
83,6%
74,4%
66,6%
88,9%
89,5%
87,0%
66,6%
49,2%
77,0%
72,9%
85,1%
53,6%
55,2%
63,0%
97,2%
88,3%
38,7%
36,6%
43,9%
94,8%
78,0%
36,2%
31,5%
46,1%
87,2%
90,2%
59,3%
57,3%
65,8%
96,8%
72,7%
53,9%
51,9%
74,0%
96,3%
103,8%
94,8%
91,6%
91,3%
96,6%
95,8%
77,9%
73,7%
81,7%
93,2%
Fuente de Datos: Compendio estadístico PNUD 2004
La tabla muestra una agrupación de países según tipo de inscripción y
régimen de votación [6]. De esta manera se distinguen cuatro grupos:

Los con inscripción automática y voto obligatorio,

Los con inscripción automática y voto voluntario,

Los con inscripción no automática y voto obligatorio y

Los con inscripción no automática y voto voluntario.
Además, para cada uno de los países, se muestran indicadores de
participación político-electoral, los que representan un promedio entre
los años 1990 y 2002.
Al observar las tendencias de los diferentes indicadores destacan lo
siguientes hechos:

Si se comparan los inscritos en los padrones respecto a la
población habilitada para hacerlo, los países que tienen inscripción
automática destacan claramente aventajando por casi 15 puntos
en promedio.

El porcentaje de votación emitida respecto a la población
habilitada para votar representa la participación en los procesos
electorales. Los datos indican que ella es mucho mayor en países
que combinan inscripción automática y voto obligatorio. Por otra
parte la peor participación se da en los países donde la inscripción
es automática y el voto voluntario.

El porcentaje de votación válida respecto a los habilitados para
votar muestra el interés por dar a conocer una opción política
específica. Este indicador muestra sus mejores resultados en
aquellos países que combinan inscripción automática y voto
obligatorio. Los peores porcentajes se dan en los países con
inscripción es automática y voto voluntario

Respecto al porcentaje de votación emitida por sobre el padrón
electoral no hay mayores diferencias porcentuales lo que indicaría
que la población una vez que se sabe inscrita en un padrón tienen
un comportamiento similar, salvo los países que combinan
inscripción automática y voto voluntario cuyos porcentajes están
muy por debajo del resto.
En síntesis, la experiencia en países latinoamericanos indica que desde
la perspectiva de la participación electoral los mejores índices lo tienen
los países que poseen un sistema de inscripción automático y voto
obligatorio. Es importante señalar que la combinación inscripción
automática con voto voluntario presenta los índices más bajos de
participación electoral.
Al final, el proyecto de inscripción automática y votación voluntaria
resuelve sin lugar a dudas la correcta integración del padrón electoral,
pero deja pendiente el tema respecto a la participación política ya que la
experiencia internacional comparada indica que no es la mejor fórmula.
Efectos del aumento de electores en el sistema de partidos
La incorporación de 4 millones de electores al padrón electoral, que
representa un aumento cercano al 50% d los actualmente inscritos,
inevitablemente llama a la reflexión respecto a qué ocurrirá en las
próximas elecciones, cuál será el comportamiento de aquellos que no
tienen historia electoral conocida, se mantendrán las tendencias
actuales o habrá un reordenamiento en el sistema de partidos.
Centros de Estudios y personalidades vinculadas a las diferentes
corrientes de opinión han emitido informes levantando hipótesis sobre
las consecuencias políticas que tendría una modificación como la
planteada. Destacan los trabajos Andrés Tagle Domínguez[7] que
estableció una serie de cuestionamientos a la discusión sobre la
inscripción
automática
centrándose
en
deficiencias
del
proyecto
presentado por el gobierno y muy especialmente en la conveniencia
electoral que para la Alianza este cambio podría significar. Por su parte
Libertad y Desarrollo (2008)[8] presentó los resultados de su estudio de
opinión titulada “Encuesta representativa de los inscritos–noinscritos”
donde a través de una serie de cruces estadísticos llega a establecer que
para las opciones políticas, valóricas y respecto a temas coyunturales de
la agenda pública, no se observan diferencias dramáticas entre quienes
están registrados en el padrón electoral y aquellos que no lo están, lo
que estaría relativizando las conclusiones de Tagle en el estudio antes
mencionado.
Desde una perspectiva diferente, la histórica, es posible observar que
ocurrió en Chile cuando en diversas etapas de nuestra historia política
hubo cambios sustantivos en la conformación del padrón electoral.
Hay cuatro episodios en la historia política de Chile en que se producen
modificaciones institucionales importantes que redundan en aumento de
los inscritos en el padrón electoral.
1. El primero tiene relación con la dictación y puesta en la práctica de
la
Constitución
del
año
1925
y
el
fin
de
los
regímenes
parlamentarios. En ese período (1924 a 1938) el padrón aumentó
en un 103% y se marca el fin de los gobiernos de los partidos de
derecha surgiendo como actores políticos relevantes los partidos
obreros (Comunista y Socialista) que junto al partido Radical
forman el Frente Popular y llevan al poder a Pedro Aguirre Cerda.
El sistema de partidos al incorporar a los partidos de izquierda
instala al Partido Radical al centro desplazando a la derecha al
Partido Liberal.
2. El segundo dice relación con la incorporación en 1949 de la mujer
a los procesos electorales y el triunfo en las urnas de Carlos
Ibáñez del Campo el año 1952 (entre 1949 y 1952 el padrón
aumentó en un 86.7%); Ibáñez del campo llega a la presidencia
de la República con la intención de terminar con la corrupción
política simbolizado por una escoba, apelando directamente al
electorado femenino que por primera vez participó en una elección
presidencial y que finalmente le dio el triunfo. En este período los
partidos
tradicionales
se
reorganizan
y el
cambio
más
trascendente ocurre en el centro político donde la Democracia
Cristiana comienza a desplazar al Partido Radical.
3. El tercero dice relación con la incorporación de la obligatoriedad
del voto en 1961 (entre 1961 y 1964 el padrón aumentó en un
65.8%); En este período se fortalecen los sectores de izquierda a
través del eje Comunista–Socialista y la derecha tradicional
representada por los partidos Conservador y Liberal desaparece de
la arena política. Se consolida la Democracia Cristiana como
partido de centro y mayoritario y por primera vez un partido
gobierna sin coalición.
4. y el último dice relación con la rebaja de la edad para votar de 21
a 18 años en el año 1971 (entre 1970 y 1973 el padrón aumentó
en un 27.4%). En este período el gobierno de la Unidad popular
consolida
su
base
electoral
al
alcanzar
en
las
elecciones
parlamentarias de marzo de 1973 un 43.5% de los votos
superando en 10 puntos porcentuales lo alcanzado por la
candidatura presidencial de salvador Allende.
Como se observa en cada uno de estos momentos políticos relevantes,
junto con el aumento del padrón electoral, hubo un cambio importante
en la arena política y en el sistema de partidos. A pesar de que no es
posible establecer una relación causal entre un elemento y el otro, el
aumento del electorado aparece como un factor importante en la
configuración de la distribución del poder.
Tabla N° 6: Crecimiento relevante del padrón electoral entre 1932 y 2009
Año
1938
Población Inscritos
%
Variación
Hechos políticos
padrón
relevantes
(miles)
(miles)
Inscritos
4.924
613
12,4%
Variación de 103%
entre 1924 y 1938
Fundación de partidos
obreros. Llegan los
radicales al poder
Variación de
1952
6.303
1.105
17,5%
Cambios
sistema de
partidos
Radicales ocupan el
centro político
Declinación del Partido
86.7% entre
Fin de gobiernos
radical transición entre
1949 y 1952.
Radicales, ascenso de
el Partido agrario
Derecho a voto de
Ibáñez
las mujeres
Laborista y la
Democracia Cristiana
Consolidación de la
Variación de
1964
8.319
2.915
35,0%
Democracia Cristiana
56.8% entre 1961
Hegemonía del Partido
como el Partido de
y 1964. Votación
Demócrata Cristiano
Centro. Desaparición
obligatoria
de la derecha conocida
hasta esa época
Variación de
27.4% entre 1970
1973
10.200
4.510
44,2%
y 1973. Voto a
mayores de 18
Aumento de la votación
de la UP
Radicalización de la
polarización, coalición
de centro-derecha
años
Régimen autoritario de A. Pinochet
1989
12.963
7.557
58,3%
Retorno a la
Inicio de gobiernos de la
Instalación coalición de
democracia
Concertación
centro-izquierda
????????
Nuevo centro político??
Variación de un
48,2% entre 2008
2009
16.928
12.180
72,0%
y 2009.
Inscripción
automática
Fuente: Elaboración propia en base a T. Scully, Los partidos de centro y la evolución de la política Chilena
Comentarios Finales
De materializarse la reforma sobre la modernización del los mecanismo
de inscripción en el padrón electoral y la despenalización de la
abstención, los efectos sobre la institucionalidad y la vida política son de
variados alcances.
En primer lugar la incorporación de cerca de cuatro millones de chilenos
y chilenas al padrón electoral constituye un bien en si mismo, ya que se
facilita la posibilidad de la participación por medio de los actos
electorales y el sistema político deberá asumir como objetos de su
acción a la totalidad de la población mayor de 18 años ya que de no
hacerlo pudieran ver disminuidas sus cuotas de poder. En esto hay que
recordar episodios electorales tanto en Chile como fuera de Chile, en
que la participación masiva cambia dramáticamente la correlación de
fuerzas
y
transforma
eventos
electorales
en
coyunturas
críticas
(Plebiscito de 1988, elecciones presidenciales en España en 2004 y la
elección presidencial de 2008 en EEUU).
En segundo término está la participación en los procesos electorales que
claramente no
está garantizada
por
el simple
hecho
de
que los
ciudadanos estén en el padrón electoral. Es más, de no haber grandes
cambios en el panorama político chileno de aquí a diciembre, lo más
probable es que un porcentaje de ciudadanos que han votado nulo o
blanco en las últimas elecciones simplemente no acuda a las urnas
aumentando el ausentismo en las elecciones. El cariz dramático que
algunos analistas y políticos dan al hecho de que el padrón aumente a
mi juicio no está relacionado con lo que indican los datos duros en el
sentido de que los ciudadanos se sienten alejados de las opciones
políticas de hoy, las adhesiones partidarias son débiles y el compromiso
político es escaso, sólo hay que recordar que el partido político mas
grande en las encuestas es el "Ninguno" y que una de las opciones
mayoritarias es "el no sabe o no responde". Por lo tanto asumir
mecánicamente composición del Padrón con participación electoral es
muy aventurado, asumir que si se amplia la "demanda política" con
nuevos "consumidores" implicará mejorar "la oferta política" y que todo
ello determinará mayores motivaciones para votar es algo que está por
verse, sobre todo porque para cambiar radicalmente la oferta política
deben conjugarse una serie de factores que hoy en día no existen.
Por último la historia en Chile muestra que en elecciones que han
significado importantes cambio en el mapa político han ido acompañado
de una expansión significativa del Padrón electoral. En los casos
observados lo recurrente ha sido una modificación en el continuo
derecha-izquierda donde el centro político ha sufrido mutaciones
notables. Baste señalar que en 1937 el por la aparición de partidos de
izquierda el centro político lo ocupan los Radicales, desplazando a la
derecha al partido Liberal. Luego en 1952 el centro político lo ocupan
junto con los Radicales la Falange y el partido Agrario Laborista y luego
todos son desplazados por la Democracia Cristiana; en 1963 la
Democracia Cristiana se instala como partido dominante, la derecha
tradicional desaparece y por única vez en Chile un partido gobierna solo;
y finalmente en 1971 el centro político prácticamente desaparece
polarizándose el sistema de partidos de tal suerte que la izquierda crece
al 43% y la coalición Democracia Cristiana-Partido Nacional con la
mayoría de los votos obtenidos en 1973 controla las mayorías
parlamentarias. Visto lo anterior la expansión hoy en un 50% del padrón
bien podría terminar en un reordenamiento del sistema de partidos
sobre todo por el simple hecho de que hay un proceso de desprestigio
importante tanto en la Concertación como de la Alianza, esto significa
que existe el terreno abonado para que de instalarse una coalición
diferente cambie la correlación de fuerzas. La pregunta es cómo y por
donde? y la historia muestra que puede ser por el centro o por la
izquierda que se han mostrado como agentes de cambio a diferencia de
las opciones conservadoras que tradicionalmente han estado en la
derecha.
(*): Analista electoral, Magíster © en Ciencia Política U. de Chile
Notas:
[1] Se asume el concepto de ciudadanía tal y como está expuesto en el Art. N° 13 de la
Constitución Política del Estado, que indica: “son ciudadanos los chilenos que hayan
cumplido 18 años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva”.
[2] Electores hábiles en la elección Municipal de 2008
[3] Hay quienes sostienen que los votos nulos tienen una significación política
antisistémica, sin embargo no hay estudios recientes que avalen esta hipótesis
[4] Voto válido es aquel que expresa preferencia por algún candidato
[5] Esto se estudia como un comportamiento asociado ya que la discusión política y la
investigación social los vincula.
[6] Obligatoria sin asterisco implica que no hay penalidad efectiva para quien no
concurre a la urna, es decir es equivalente a voto voluntario. Obligatoria con un
asterisco, implica que las penalidades se cumplen relativamente. Obligatoria con dos
asteriscos implica que las penalidades se cumplen efectivamente.
[7]Ver
enhttp://www.elmostrador.cl/c_pais/documentos/Inscripci%C3%B3n%20Autom%C3%
A1tica%20 Alguien%20est%C3%A1%20equivocado%20VI.doc
[8]Ver
en:
http://www.lyd.com/LYD/Controls/Neochannels/Neo_CH3747/deploy/PRESENTACION
%20ENCUESTA%20INSCRITOS%20Y%20NO%20INSCRIT.pdf
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