C183-01 SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las diez horas y treinta minutos del día veintisiete de noviembre de dos mil dos. El anterior recurso de casación ha sido interpuesto por el Licenciado José Balmore Zelaya Hernández, en su calidad de Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, contra la sentencia definitiva absolutorio pronunciada por el Tribunal Primero de Sentencia de San Miguel, a las diecisiete horas del día trece de junio de dos mil uno, en el proceso penal instruido contra los imputados MANUEL ANTONIO SANTOS AGUIRRE Y ALONSO ALBERTO RIVERA MEDRANO, por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO EN GRADO DE TENTATIVA, Art.129 No.2 Pn., en relación con el 24 Pn., en perjuicio de Carlos Roberto Funes Valladares. Habiéndose cumplido con todas las formalidades exigidas para la interposición del recurso previstas en los Arts.406, 407, 422 y 423 Pr.Pn., DECLARASE ADMISIBLE. LEIDO EL PROCESO; y, CONSIDERANDO: 1.- Que mediante la sentencia expresada en el preámbulo, se resolvió: "... FALLO: --- a) Absuélvase, de la acusación Fiscal al señor MANUEL ANTONIO SANTOS AGUIRRE, por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO EN GRADO DE TENTATIVA, en perjuicio del señor CARLOS ALBERTO FUNES VALLADARES; en consecuencia póngase inmediatamente en libertad; --- b) Absuélvase, de la Acusación Fiscal al señor ALONSO ALBERTO RIVERA MEDRANO, HOMICIDIO AGRAVADO EN GRADO DE TENTATIVA, en perjuicio del señor CARLOS ALBERTO FUNES VALLADARES; en consecuencia póngase inmediatamente en libertad; ----- c) Respecto a la Responsabilidad Civil, la misma no fue probada por ningún medio por lo que el suscrito absuelve a los señores MANUEL ANTONIO SANTOS AGUIRRE Y ALONSO ALBERTO RIVERA MEDRANO; d) Déjese sin efecto cualquier medida cautelar que se hubiere pronunciado en contra de los mismos, relativa a esta misma causa.--- e) Quede en comiso el arma secuestrada para su destrucción de conformidad con los artículos 127 del Código penal y 184 inciso 3º. Del Código Procesal Penal.--- f) No hay condena especial el costas, para ninguna de las partes.---g) Si no recurriera de esta resolución, oportunamente archívense las presentes actuaciones.---h) Líbrense los oficios y certificaciones respectivas a don correspondan.---NOTIFIQUESE...... 2.Contra el anterior pronunciamiento el impugnante interpuso recurso de casación, alegando la inobservancia del Art.53 Pr.Pn., en relación con Art.377 No.1 Pr.Pn., ya que el veredicto del tribunal del jurado es nulo, porque este no es competente para conocer del delito de homicidio agravado en grado de tentativa, debido a que tal delito no constituye un tipo diferente autónomo, sino más bien un dispositivo amplificador del delito de homicidio agravado, y cita varios aspectos doctrinarios para demostrarlo. Y propone como solución que se aplique el Art.53 No.1 Pr.Pn., por las razones expuestas. 3.- Esta Sala estima que de conformidad al Art. 24 Pn.: "Hay delito imperfecto o tentado, cuando el agente, con el fin de perpetuar un delito, da comienzo o practica todos los actos tendientes a su ejecución por actos directos o apropiados para lograr su consumación y ésta no se produce por causas extrañas al agente". Tal concepto guarda concordancia con lo sustentado por la doctrina según la cual existe tentativa cuando el autor del hecho "da principio a la ejecución del delito directamente por hechos exteriores y no practica todos los actos de ejecución que debieran producir el delito, por causa "o accidente que no sea su propio y voluntario desistimiento". De lo expuesto se extraen como elementos del delito tentado: l) El comienzo de la ejecución del delito, lo cual significa traspasar la frontera de los actos preparatorios a los actos ejecutivos; 2) Tal inicio de ejecución debe ser con el fin de perpetrar un delito, por lo cual se advierte que debe haber conocimiento y voluntad de un delito determinado, por lo cual se requiere una conducta propiamente dolosa; 3) que los actos para lograr la ejecución y la consumación sean directos y apropiados; y 4) que no obstante esa propiedad y primariedad de los actos no se logre la consumación por causas extrañas al agente. La tentativa entonces tiene una doble fundamentación, la primera aparece sustentada por el dolo (la concreta voluntad de obtener un resultado afectante de un bien jurídico); y la segunda en la exteriorización de ese dolo. Por regla general, la Tentativa, siempre y cuando sea idónea, es punible, de acuerdo a nuestro ordenamiento legal; en consecuencia, es susceptible de ser reprimida con la imposición de una sanción penal conforme a lo establecido en el Art.68 Pn.. Haciendo eco de determinadas corrientes del pensamiento jurídico que postulan que la conducta consumada y la intentada son acreedoras del mismo reproche punitivo en tanto que demuestran similar peligrosidad y reprochabilidad en el sujeto activo del delito, quien no ha visto consumada su acción por circunstancias ajenas a su pretensión, sin que por ello deba verse favorecido, el Código desarrolla una regla de tal amplitud que permite que la conducta consumada y la intentada puedan ser objeto de reproche de similar trascendencia. En ese orden de ideas, de acuerdo al grado de realización del tipo penal, se distinguen entre consumación y tentativa, siendo ésta denominada por la doctrina "Dispositivo Amplificador del Tipo", por cuanto se refiere a una de las fases de ejecución del delito, revistiendo por ello una importancia fundamental para la interpretación y aplicación práctica del Derecho Penal. Mientras que en la consumación se alcanza la perfección de la conducta descrita como punible, es decir, que el autor ha realizado su voluntad de acuerdo al plan que previó, no concurre lo mismo con la tentativa, en donde, a pesar de la puesta en marcha del plan, el hecho no se consuma por causas independientes de la voluntad del autor. En virtud de la existencia de éste dispositivo amplificador del tipo, puede plantearse una división entre tipos autónomos y tipos subordinados, según la terminología del autor Ernest Von Beling. Son autónomos los tipos penales que se rigen por si mismos dentro de un marco penal determinado, por ejemplo: el homicidio. La autonomía de estos tipos está referida a la realización del tipo objetivo; es decir, para que se consideren autónomos, precisan de su consumación. Son subordinados aquellos tipos que en conjunción con otros, dan lugar a figuras delictivas accesorias. Esta subordinación obedece a que el comportamiento del autor, aún logrando el tipo subjetivo, no realiza el tipo objetivo, tales son los casos de las figuras imperfectas en su consumación. En tal sentido la Sala advierte que en el presente caso el delito de Homicidio Agravado en Grado de Tentativa, por el que fue absuelto el imputado, el tipo penal siempre es el de Homicidio Agravado, y el Grado de Tentativa se relaciona con una de las etapas del iter criminis, en tanto que el sujeto activo inicia los actos de ejecución, pero como prescribe el Art.24 Pn., esta no se produce por causas extrañas al agente; por lo que se trata del mismo tipo penal, que no logra consumarse, es decir que constituye esencialmente el mismo delito tipo o tipo básico del homicidio agravado, el cual por no haber llegado a la fase de consumación, quedó en grado de tentativa, correspondiéndole entonces la competencia al Tribunal de Sentencia, como habría sido en el caso del Homicidio Agravado en grado de consumación; tal como lo establece el Art.53 Inc. lº No. 1 Pr.Pn., disposición que ordena que los Tribunales de Sentencia conocerán de la etapa plenaria de todos los delitos y de la vista pública de las causas instruidas por la comisión del Homicidio Simple y Agravado. No obstante, consta en el proceso que el mismo fue sometido a conocimiento del Tribunal del jurado, quien emitió un veredicto de inocencia en base al cual se pronunció la sentencia absolutorio. Así las cosas la Sala estima que la disposición aplicable en el caso de autos, es el Art.53 Pr.Pn., ya que el tenor literal del mismo se refiere a los delitos que son sometidos a la competencia de los Tribunales de Sentencia; y siendo la tentativa un dispositivo amplificador del tipo, el a-quo no debió desatender el mandato previsto en dicha disposición; pues no era el jurado el competente para conocer del delito en mención; por el contrario, debió toma en consideración que no estaba en presencia de un subtipo y que por ende no es un tipo penal distinto. De lo anterior claramente se desprende la existencia del vicio alegado, cual es la inobservancia del Art.53 Pr.Pn., que acarrea la nulidad del veredicto por cuanto los Arts. 224 No.5 y 377 No.l Pr.Pn. establecen que el veredicto será nulo en los casos siguientes: No.5) " . . . cuando se dicte sentencia sometiendo, el proceso al conocimiento del jurado en casos que este tribunal no es competente"; y No. l) "cuando no sea de la competencia del jurado". Se trata pues de un supuesto de falta de competencia objetiva, que se produjo cuando el tribunal del jurado enjuició al imputado por el delito contemplado en el Art.53 Pr.Pn., reservado al conocimiento del Tribunal de Sentencia razón por la cual es procedente casar la sentencia, anular el veredicto y la vista pública que les dio origen, ordenándose a su vez la reposición de esta, la que deberá ser celebrada en forma colegiada por un Tribunal distinto al que conoció la anterior, Art.427 Inc.3' Pr.Pn.. POR TANTO: De conformidad a las razones expuestas, disposiciones legales citadas Arts.50 Inc.2'No.I, 357, 421, 422, 423, 427 y 362 No.7 Pr.Pn., en nombre d la República de El Salvador, esta Sala FALLA: a) DECLARASE QUE HA LUGAR a casar la sentencia impugnada; b) Anulase el veredicto emitido por el Tribunal del Jurado y la vista pública celebrada; c) Vuelvan las actuaciones al Tribunal de origen, para que las remita al Tribunal Segundo de Sentencia de la ciudad de San Miguel, a efecto de que éste realice la nueva vista pública. ROBERTO GUSTAVE TORRES------------EDGARDO CIERRA QUESADA-----------FELIPE ROBERTO LOPEZ ARGUETA--------- PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---------RUBRICADAS---------ILEGIBLE