CIENCIAS SOCIALES EL MUNDO EN PERSPECTIVA

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CIENCIAS SOCIALES
EL MUNDO EN PERSPECTIVA HISTÒRICA
DOCUMENTO Nº 22
LA SEGUNDA GUIERRA MUNDIAL* (1)
El ataque alemán a Polonia el 1 de septiembre de 1939 precipitó la entrada en guerra de
Gran Bretaña y Francia el 3 de septiembre. En cumplimiento de lo acordado en el protocolo secreto
del Pacto de no agresión germano-soviético, el Ejército Rojo entró en la zona oriental de Polonia. El
día 28 un nuevo pacto germano-soviético reconoció la anexión de Lituania, Letonia y Estonia a la
zona de influencia soviética. Las tropas rusas ocuparon esos territorios en las semanas siguientes.
Tras una rápida y brutal conquista, los ocupantes nazis establecieron un "Gobierno General de
Polonia" que inició una dura política represiva contra la población polaca y, especialmente, contra la
amplia población judía.
La guerra fino-soviética
Ante la negativa del gobierno de Helsinki a ceder al gobierno soviético diversas bases, el
Ejército Rojo atacó el 30 de noviembre. Esta agresión supuso la expulsión de la Sociedad de
Naciones de la Unión Soviética. Pese a la encarnizada resistencia finlandesa, la guerra concluyó con
la Paz de Moscú firmada el 12 de marzo de 1940. Finlandia cedió diversos territorios a la URSS.
La anexión de Dinamarca y Noruega
Con la doble finalidad de asegurarse el abastecimiento de hierro sueco y controlar la fachada
oriental del Mar del Norte, Alemania ocupó sin resistencia la pequeña Dinamarca y Noruega, tras
derrotar a las fuerzas expedicionarias británicas allí enviadas. En Oslo se estableció un gobierno
dirigido por el fascista noruego Quisling, quien pronto se convirtió en el prototipo de colaboracionista.
En junio de 1940, ambos países quedaron plenamente bajo control alemán.
La "drôle de guerre" o "phoney war"
¿Qué ocurría mientras tanto en el frente occidental? ¿A qué se refieren los franceses cuando
hablan de "guerra de broma" o los ingleses cuando se refieren a la "guerra de mentira"?
Pese a haberse declarado la guerra entre Alemania y Francia y el Reino Unido a principios de
septiembre de 1939, los frentes permanecieron casi inactivos durante varios meses.
La derrota de Francia
El 10 de mayo de 1940 empezó lo que los analistas militares han denominado "guerra
relámpago". Las divisiones acorazadas alemanas apoyadas por la aviación se lanzaron a la conquista
de Holanda y Bélgica, que capitularon a los pocos días.
La "batalla de Francia" iniciada el 5 de mayo supuso la fulgurante victoria de las tropas
alemanas. El mundo asistió estupefacto al rápido derrumbe del ejército francés. el 22 de junio se
firmó el armisticio en Compiègne. Hitler asistió personalmente a una ceremonia que tuvo lugar en el
vagón donde se firmó el armisticio en noviembre de 1918. El Führer culminaba su venganza por la
derrota alemana en la Gran Guerra.
Francia quedó dividida en dos por una línea que unía Ginebra en Suiza con la frontera francoespañola de Hendaya. La zona al norte y al oeste de este línea quedó bajo la ocupación militar
francesa. Al sur se estableció un gobierno colaboracionista presidido por el general Pétain. La Francia
de Vichy, así llamada por que el gobierno se asentó en esa pequeña ciudad del centro del país,
rompió relaciones con Gran Bretaña, desarmó su ejército e inició una política pro-nazi y totalitaria.
Sin embargo, no todos los franceses aceptaron la derrota. El general De Gaulle desde
Londres organizó el movimiento de la Francia Libre que desde las colonias francesas y en el interior
mediante la guerra de guerrillas protagonizada por el "maquis" plantó cara a la potencia ocupante.
Italia entra en guerra
Tras múltiples dudas y pese a carecer de un ejército conveniente preparado, Mussolini entró
en guerra el 10 de junio de 1940. Italia esperó a que Alemania hubiera derrotado prácticamente a
Francia para entrar en el conflicto.
La Batalla de Inglaterra
Tras la derrota de Francia, el Reino Unido era la única potencia que aún plantaba cara a Alemania. La
superioridad naval británica impedía a Hitler un ataque directo a la isla por lo que la aviación alemana,
la "Luftwaffe", inició un plan de bombardeo sistemático de las instalaciones industriales y las ciudades
del sur y el centro de Inglaterra. Las autoridades germanas confiaban en llevar por este medio a
Inglaterra a la capitulación o, al menos, a acomodarse a la nueva Europa dirigida desde Berlín.
Sin embargo, el nuevo gobierno británico, presidido por Winston Churchill desde mayo de
1940, supo hacer frente al ataque, y la aviación británica, la "Royal Air Force" se impuso poco a poco
en los cielos europeos. La resistencia británica hizo que Hitler volviera sus ojos hacia el sur de
Europa.
La España de Franco y la guerra mundial
Hitler, reforzado por la firma el 27 septiembre de 1940 del Pacto Tripartito con Italia y Japón,
se entrevistó el 23 de octubre con Franco. La entrevista de Hendaya entre ambos dictadores concluyó
en un fracaso. Franco, pese a sus simpatías por el Eje y desoyendo los consejos de su ministro de
asuntos exteriores y cuñado, Serrano Súñer, finalmente no involucró a España en la guerra mundial.
Las iniciativas militares de Mussolini llevaron muy pronto la guerra a dos nuevos escenarios.
La guerra en el Norte de África
En septiembre de 1940, los ejércitos italianos desde su colonia de Libia atacaron al Egipto
británico. La contraofensiva inglesa lleva a la conquista de Bengasi y Tobruk por parte de los
ingleses.
La impotencia italiana llevó a Alemania a enviar un ejército expedicionario, el "Afrika Korps",
dirigido por el general Rommel. Las tropas germano-italianas consiguieron frenar el avance británico
en 1941.
La guerra en los Balcanes
Italia inicia desde Albania un ataque sobre Grecia en octubre de 1940. El fracaso de las tropas
fascistas es completo. Las tropas griegas hacen retroceder al ejército italiano y conquistan parte de
Albania. Mientras tanto, para apoyar al gobierno de Atenas, tropas británicas desembarcan en Grecia.
De nuevo los reveses de las tropas italianas provocaron la intervención alemana. La presión
alemana lleva a que Hungría, Rumanía, Eslovaquia y Bulgaria se adhieran al Pacto Tripartito. Un
golpe de estado anti-alemán en Belgrado precipitó el ataque germano sobre Yugoslavia en abril de
1941. El avance germano-italiano fue enormemente rápido: en junio de 1941 las tropas del Eje
controlaban Yugoslavia, Grecia, incluyendo la isla de Creta.
Hitler dominaba en aquel momento gran parte de Europa. Era el momento de aplicar las ideas
que ya había proclamado en su libro "Mein Kampf": era el momento de conseguir el "espacio vital"
que el pueblo alemán necesitaba. Ese espacio estaba en este, en los enorme territorios de la Unión
Soviética.
“Debemos recordar que estamos en las fases preliminares de una de las grandes batallas de la
historia, que nosotros estamos actuando en muchos puntos de Noruega y Holanda, que estamos
preparados en el Mediterráneo, que la batalla aérea es continua y que muchos preparativos tienen
que hacerse aquí y en el exterior. En esta crisis, espero que pueda perdonárseme si no me extiendo
mucho al dirigirme a la Cámara hoy. Espero que cualquiera de mis amigos y colegas, o antiguos
colegas, que están preocupados por la reconstrucción política, se harán cargo, y plenamente, de la
falta total de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos
los que se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre,
esfuerzo, lágrimas y sudor».
Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos,
muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntáis:
¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra
potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa,
nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política.
Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra aspiración?. Puedo responder con una palabra:
Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser
su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia. Tened esto por cierto; no habrá supervivencia
para todo aquello que el Imperio Británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el
impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia su objetivo. Pero yo asumo
mi tarea con ánimo y esperanza.
Estoy seguro de que no se tolerará que nuestra causa se malogre en medio de los hombres. En este
tiempo me siento autorizado para reclamar la ayuda de todas las personas y decir: «Venid, pues, y
vayamos juntos adelante con nuestras fuerzas unidas.
Discurso de Churchill a la Cámara de los Comunes13 de mayo de 1940
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DOCUMENTO Nº 23
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL* (2)
La invasión de la Unión Soviética
Mientras Alemania planeaba su ataque contra la URSS, las relaciones entre ambas dictaduras
eran teóricamente buenas. El pacto de no agresión firmado en agosto de 1939 seguía en vigor. Stalin,
pese a ser consciente del peligro inminente, se negaba a creer los informes que le llegaban sobre los
planes alemanes.
No obstante, en abril de 1941 la URSS y Japón firmaron un pacto de neutralidad que
mantuvieron hasta prácticamente el final de la guerra. Este pacto permitió a ambos países centrarse
en la lucha contra sus directos enemigos con los que estaban a punto de romper hostilidades:
Alemania en el caso soviético, EE.UU. en el caso japonés.
El 21 de junio de 1941, sin declaración previa de guerra, el ejército alemán inició la invasión de
la Unión Soviética. La denominada "Operación Barbarroja" fue en sus primeros momentos un rotundo
éxito. El Ejército Rojo, diezmado por las purgas de Stalin en los años precedentes, se mostró incapaz
de resistir el ataque alemán y se batió en retirada.
Por el norte las tropas llegaron hasta Leningrado, la actual San Petersburgo. Por el centro
hasta las puertas de Moscú. Sin embargo, ninguna de las dos ciudades cayó. A la heroica resistencia
de la población rusa se le unió su tradicional aliado: el "General Invierno". El invierno ruso de 19411942 fue uno de los más duros del siglo XX y las tropas alemanes no habían sido bien equipadas
para sobreponerse a él. Pese a todo, el avance alemán fue más profundo en el sur y Ucrania fue
rápidamente conquistada.
En la primavera de 1942, un debilitado ejército alemán siguió sus operaciones centradas en
alcanzar el Cáucaso y acceder a sus yacimientos de petróleo que tan desesperadamente necesitaba
su ejército.
Las tropas alemanas llegaron a Stalingrado en agosto. Tras durísimos combates las tropas de
Von Paulus vieron como el ejército soviético, dirigido por Zhukov, iniciaba una maniobra de cerco.
Hitler se negó a permitir la retirada que Von Paulus de forma insistente le solicitaba. En diciembre de
1942 el VI Ejército alemán quedó cercado. La batalla de Stalingrado supuso un cambio decisivo en la
guerra. A partir de esta primera derrota alemana, las tropas soviéticas inician un contraataque que
poco a poco les llevará hacia el corazón de Alemania.
En enero de 1942, la jerarquía nazi reunida en la Conferencia de Wannsee decidió la "solución
final" al problema judío. Campos de concentración como Dachau o Mauthausen y campos de
exterminio como Auschwithz-Birkenau o Treblinka pasarán a formar una parte esencial de la historia
de la infamia.
La guerra del Pacífico
Era inevitable que el expansionismo japonés en Asia oriental y el Pacífico terminara chocando
con Estados Unidos. La expansión imperial nipona iniciada en China iba claramente dirigida contra
las posesiones europeas en Asia y las Islas Filipinas en manos de los norteamericanos. Por otro lado,
Roosevelt había ido evolucionando desde una postura aislacionista a una creciente implicación en el
conflicto. La Ley de Préstamo y Arriendo en marzo o la firma junto a Churchill de la Carta del Atlántico
en agosto de 1941 mostraban claramente esta creciente intervención estadounidense.
En ese contexto, el ataque nipón a la base norteamericana de Pearl Harbor en las islas Hawaii
el 7 de diciembre de 1941 supuso la entrada de ambas potencias en el conflicto.
La guerra en Asia y el Pacífico se inicio con continuas victorias japonesas. Las posesiones
francesas de Indochina, la Indonesia holandesa, las posesiones británicas en Malasia, Birmania,
Hong Kong, Singapore... También el general norteamericano MacArthur se vio forzada a evacuar las
islas Filipinas. El gobierno de Tokyo dominaba también gran parte de China donde se enfrentaba a
las tropas del líder nacionalista chino Chiang Kai Chek.
Sin embargo, el despliegue de la maquinaria industrial y bélica norteamericana no tardó
mucho tiempo en desequilibrar el conflicto en favor de los Aliados. La batalla de Midway en junio de
1942 mostró por primera vez como se podía batir al ejército japonés. En adelante, pese a alguna
derrota puntual, Japón se bate en retirada y los norteamericanos van dominando el Pacífico isla a isla
en medio de una guerra cruel.
La guerra en el norte de África
La guerra en el Sahara se caracterizó por amplios movimientos de ataque y contraataque. A
avances alemanes e italianos se sucedían contraataques británicos. El momento decisivo llegó en el
otoño de 1942, en octubre el general británico Montgomery inicia el ataque sobre las posiciones
alemanas en El Alamein, tras varios días de duros combates, las tropas de Rommel retroceden. En
adelante, el "Afrika Korps" irá de derrota en derrota. Pocos días después de la batalla de El Alamein,
el 8 de noviembre de 1942, tropas norteamericanas y británicas desembarcan en Marruecos y
Argelia. Franco, temeroso de una posible intervención, recibió garantías de no ser atacado si
mantenía su neutralidad.
La réplica alemana fue inmediata: la invasión de la Francia de Vichy, para Alemania ya al
perderse las posesiones norteafricanas el régimen de Pétain ya no tenía razón de existir. No
obstante, el estado dirigido de Pétain continuó existiendo, como un simple colaborador de las tropas
nazis.
Pocos meses después, en mayo de 1943, el Eje fue expulsado del norte de África.
El viraje en favor de los Aliados
El año 1941 marcó un momento clave en el devenir de la guerra. La entrada en el conflicto de
Japón junto al Eje y de Estados Unidos y la Unión Soviética junto a los Aliados cambió
definitivamente el curso del conflicto. La resistencia soviética y la maquinaria industrial y militar
norteamericana hicieron que la balanza de la guerra se inclinara a favor de los Aliados.
No obstante, durante el año 1941 y gran parte de 1942 el Eje siguió teniendo la iniciativa. Tres
batallas marcaron el cambio de signo de la guerra: Stalingrado en el frente oriental, Midway en el
Pacífico y El Alamein en el norte de África. La guerra se encaminaba hacia la derrota de las potencias
fascistas y autoritarias que formaban el Eje.
“Nos, Emperador de Japón por la gracia del cielo, hacemos saber que declaramos la guerra a
los Estados Unidos de Norteamérica y al Imperio británico. La nación entera, con voluntad unida,
movilizará todas sus fuerzas a fin de que nada sea olvida do para alcanzar nuestros objetivos de
guerra.
Asegurar la estabilidad en Asia Oriental y contribuir a la paz mundial son los fines de nuestra
política. En verdad que ha sido inevitable y muy alejado de nuestros deseos el ver a nuestro Imperio
cruzar ahora sus fuegos con Norteamérica y Gran Bretaña. Más de cuatro años han pasado desde
que China no acertó a comprender las verdaderas intenciones de nuestro Imperio y comprometió la
paz del Extremo Oriente, aunque el Gobierno nacional chino haya sido restablecido en Nankín y el
Japón sostenga con él relaciones de buena vecindad y colaboración. El régimen que continuó
viviendo en Chungking ha contado con la protección de Estados Unidos y Gran Bretaña. Estas
naciones fomentaron sus preparativos militares en los cuatro costados de nuestro Imperio para
desafiarle. Obstaculizaron el comercio en el Pacífico y rompieron, finalmente, las relaciones
económicas.
Hemos esperado con paciencia, en la esperanza de que nuestro Gobierno lograría restablecer
la paz; pero nuestros adversarios no demostraron el menor espíritu de conciliación. De no poner
remedio a este estado de cosas, no solamente se anularían los esfuerzos realizados por nuestro
Imperio durante numerosos años para la estabilización del Asia Oriental, sino que se ponía en peligro
también
la
existencia
de
nuestra
nación.
Tenemos confianza en que la labor que nos ha sido legada por nuestros antepasados será muy
pronto restablecida en el Asia Oriental.”
Declaración de guerra de Japón
8 de diciembre de 1941
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DOCUMENTO Nº 24
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL* (3)
La invasión aliada de Italia
La expulsión del Eje del norte de África planteó inmediatamente la posibilidad de la apertura
de un nuevo frente en Europa. Un frente por el que Stalin venía clamando para aligerar la presión que
sufría el ejército soviético en el frente oriental.
En julio de 1943 tropas angloamericanas desembarcan en Sicilia. La proximidad de la
amenaza aliada, unida a los continuos fracasos de los ejércitos italianos propiciaron que parte de la
cúpula del estado decidiera deshacerse de Mussolini.
Tras la entrevista que Hitler y Mussolini celebraron el 19 de julio en la que el Führer le
aconsejo al Duce renunciar al sur de Italia y replegarse al cento y sur de la península, el 25 de julio el
Gran Consejo Fascista votó contra el Duce quien se vio obligado a renunciar a sus poderes. Al día
siguiente, el rey Victor Manuel III ordenó el arresto de Mussolini y encargó formar gobierno al general
Pietro Badoglio, quien, pese a proclamar su fidelidad a la alianza con Alemania, inició inmediatamente
negociaciones con los Aliados.
A principios de septiembre los acontecimientos se precipitaron. Los Aliados desembarcaron en
el sur de la península y el gobierno de Badoglio firmó el armisticio el 8 de septiembre. La reacción
alemana fue fulminante: tropas del Reich ocuparon el norte y el centro del país, estableciendo una
línea de defensa al norte de Nápoles. El 12 de septiembre, Mussolini fue liberado y estableció en la
zona ocupada por los nazis la denominada República Social Italiana, gobierno fascista que siguió las
directrices de Berlín.
talia quedaba así dividida en dos: al sur, las tropas aliadas que con muchas dificultades
iniciaron la conquista del país; en el norte y el centro, las tropas alemanas con la colaboración de
fascistas italianos que tenían que hacer frente a una creciente resistencia interior comandada por los
comunistas.
Superando una resistencia muy dura que tuvo momentos de enorme intensidad como en la
batalla de Monte Cassino, los ejércitos angloamericanos liberaron Roma el 4 de junio de 1944. Sin
embargo, la última línea de defensa en los Apeninos, la "Línea Gótica", resistió hasta abril de 1945,
poco antes de la derrota definitiva del Eje en Europa.
El 28 de abril de 1945, Mussolini, que trataba de huir hacia Alemania, fue capturado por
guerrilleros antifascistas y fusilado.
El avance soviético en el frente oriental
El contraataque ruso iniciado tras Stalingrado tuvo que hacer frente en julio de 1943 a la último
ofensiva alemana. La batalla de Kursk hizo que la iniciativa estratégica pasara definitivamente a
manos de las tropas soviéticas.
El año 1944 estuvo jalonado de continuos éxitos del Ejército Rojo que llegó a las antiguas
fronteras de la URSS en la primavera de ese año.
A lo largo del otoño-invierno de 1944, los antiguos aliados del Eje: Finlandia, Rumanía,
Bulgaria, Hungría son ocupados por las tropas soviéticas. En Yugoslavia y Albania, los guerrilleros
comunistas dirigidos por Tito y Enver Hoxha, respectivamente, liberan sus países de la ocupación
germano-italiana y establecen sistemas pro-soviéticos.
En Grecia, la retirada alemana en agosto de 1944 abre un período de guerra civil entre
guerrilleros comunistas y tropas monárquicas apoyadas por la intervención militar británica. Grecia
era un buen ejemplo del enfrentamiento entre los Aliados que vendría tras la derrota del Eje.
El desembarco de Normandía y el frente occidental
A lo largo de 1943 representantes de lo que se vino en denominar "La Gran Alianza": Estados
Unidos, la Unión Soviética y Gran Bretaña se encontraron en diversas conferencias que fueron
conformando la acción y la estrategia de los Aliados. Estas conferencias los comentaremos
pormenorizadamente más adelante.
Fruto de estas conversaciones fue el desembarco aliado en Normandía, largamente demandado por
la Unión Soviética.
El día 6 de junio tropas estadounideneses, británicas y canadienses desembarcaron en las
playas de Normandía y superaron la férrea resistencia alemana. Rápidamente las tropas aliadas, bajo
la dirección del general norteamericano Eisenhower, se dirigieron a París que fue liberado el 25 de
agosto. Diez días antes, tropas angloamericanas y francesas habían desembarcado en Marsella. Los
alemanes trataron de frenar el empuje aliado en las Ardenas, en Bélgica, pero finalmente tuvieron que
retroceder. Atacada por el occidente, el sur y el este, el régimen de Hitler se aprestaba a librar su
última batalla.
La batalla de Alemania
En febrero de 1945, Roosevelt, Stalin y Churchill se reunieron en Yalta, donde, entre otras
cuestiones, decidieron los pormenores del ataque final sobre Alemania y su posterior reparto en
zonas de ocupación.
El ataque anglonorteamericano por el oeste y soviético por el este derrumbó con facilidad la
fanatizada resistencia alemana. El 25 de abril tropas soviéticas y norteamericanas se encontraban en
Torgau, en el río Elba.
El 30 de abril, con las tropas soviéticas en los barrios de Berlín, Hitler se suicida junto a su amante
Eva Braun y Goebbels. El 2 de mayo Berlín capitula. El 7 de mayo los alemanes firman la capitulación
incondicional en el cuartel general de Eisenhower, al día siguiente, la firma se produce en el cuartel
general de Zhukov.
En julio, los Aliados celebraban su última gran conferencia en Potsdam, a las afueras de
Berlín.
El frente del Pacífico y el fin de la guerra
En una durísima y cruenta guerra los norteamericanos fueron avanzando isla a isla en su
camino hacia el archipiélago japonés.
La conquista de Filipinas por los ejércitos de Estados Unidos en febrero de 1945 o la
reconquista de Birmania por los británicos fueron momentos clave de ese avance. El 19 de febrero de
1945 los norteamericanos ocupan por primera vez territorio japonés, la pequeña isla de Iwojima.
Mientras tanto se suceden los ataques aéreos sobre las ciudades y los centros industriales de
Japón. Tras la derrota alemana, en mayo de 1945, los norteamericanos se deciden a usar un arma
terrible en la que han estado investigando secretamente.
El 6 de agosto de 1945, el avión "Enola Gay" lanza una bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima.
El resultado es atroz: 100.000 muertos y miles de heridos por el efecto de una única bomba.
El 8 de agosto, la URSS declara la guerra a Japón y ocupa Manchuria y parte de Corea. Al día
siguiente, Estados Unidos lanza una segunda bomba atómica sobre la ciudad de Nagasaki.
El horror nuclear precipita la capitulación de Japón. Los representantes del emperador
japonés, Hiro-Hito, firman ante MacArthur la rendición incondicional en el buque de guerra Missouri,
fondeado en aguas de la bahía de Tokio.
La segunda guerra mundial había terminado.
Capitulación de la Alemania nazi Reims, 7 de mayo de 1945
“1. Nosotros, los abajo firmantes, en nombre del Alto Mando alemán, entregamos por el presente
instrumento, sin condiciones al Mando Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas y, al mismo
tiempo, al Alto Mando Soviético todas las fuer zas terrestres, navales y aéreas que hasta el presente
estaban bajo control alemán.
2. El Alto Mando alemán dará inmediatamente a todas las autoridades milita res, navales y aéreas
alemanas y a todas las fuerzas que están bajo control alemán la orden de cesar todas las
operaciones activas a las 23,01 horas, de la Europa Central, del 8 de mayo, y de permanecer en las
posiciones que ocupen en aquel momento. Ningún navío, embarcación o avión podrá ser hundido o
destruido y las respectivas quillas, máquinas y equipos no podrán ser objeto de daño alguno.
3. El Alto Mando alemán transmitirá inmediatamente a los Comandantes interesados todas las demás
órdenes dadas por el Comandante supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas y por el Alto
Mando soviético y garantizará su cumplimiento.
4. La presente Acta de rendición militar se hace sin perjuicio de otra y se sustituirá por un acta
general de capitulación impuesto por las Naciones Unidas o en nombre de ellas y aplicable a toda
Alemania y a las fuerzas armadas alemanas.
5. En el caso de que el Alto Mando alemán o ciertas fuerzas puestas bajo su control no se conformen
con la presente acta de rendición, el Comandante Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas y
el Alto Mando soviético adoptarán medidas punitivas o aquellas otras que juzguen apropiadas.
En nombre del Alto Mando alemán: Jodl En presencia: Por el Mando Supremo de las Fuerzas
Expedicionarias Aliadas W. B. Smith. Por el Alto Mando soviético:
Ivan Susparoff. Por el Alto Mando francés: General F. Sevez.
Reims (Francia) a las 02:41 del 7 de mayo de 1945
EN “WWW. HISTORIASIGLO20.ORG
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