Revista OCET Nº 006 Oct. 09

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REVISTA Nº 006 – OCTUBRE 09
“ORDEN CATÓLICA ESPAÑOLA TEMPLARIA”
ANNO TEMPLI DCCCXCI
Salah ed Din “El Héroe del Islam”
El único Caballero entre
los Sarracenos.
Iglesia Templaria de la Vera Cruz
(Segovia)
Segovia)
Castillo Templario
Templario de Monzón
Comarca del Cinca Medio
Reino de Aragón
Sumario:
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Pág. 1
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Pág. 22
Pág. 24
Pág. 25
Pág. 29
Pág. 32
PORTADA.
SUMARIO.
OTRAS ÓRDENES. (Orden de Caballería del Santo Sepulcro – Jerusalén).
HOMBRES SANTOS (Thomas Becket Arzobispo de Canterbury).
SITIOS CON ENCANTO (Castillo Medieval Comte de Valltordera – Barcelona).
STONEHENGE (Una construcción megalítica).
PERSONAJES CÉLEBRES (Salh ed Din “El defensor del Islam”).
BORNHOLM (La isla de las iglesias redondas del Temple), (Dinamarca).
RINCÓN TEMPLARIO (El Mensaje más Hermoso).
¡¡¡VA DE CINE!!! (Soldado de Dios).
OTRAS IGLESIAS TEMPLARIAS (Iglesia de la Vera Cruz – Segovia).
JACQUES BERNARD DE MOLAY (El último Maestre de la Orden del Temple).
POR LAS RUTAS DEL TEMPLE (Castillo de Monzón – Huesca – Aragón).
Editorial:
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Jaume Mestres i Capitán. Director de edición.
Federico Leiva i Paredes. Editor.
Guillermo Muñoz López. Maquetación.
Colaboradores:
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A) J. Javier Torres Guerrero.
B)
C)
Publicación de artículos:
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Publicación de anuncios:
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Contactos:
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EDITA: OCET (Orden Católica Española del Temple).
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Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén
La peregrinación a Jerusalén para orar ante el Santo Sepulcro fue siempre un objetivo desde
los primeros tiempos de la difusión del Evangelio, pese a las dificultades opuestas por las épocas,
con la tolerancia de los árabes que por último dominarían la ciudad.
De aquí que se comprenda que al llegar a Europa la noticia de la caída de Jerusalén en poder
de los turcos selyúcidas, conmoviese a sus habitantes, ya que aquel lugar fue a partir de ese hecho,
vedado a la veneración de los fieles. Aunque no pasaría mucho tiempo antes de que el Papa Urbano
II convocase a Cruzada a todos los Estados para marchar con el fin de recuperar el lugar más
emblemático de la Cristiandad, bajo el clamor surgido como compromiso y grito de guerra…¡Dios lo
quiere!
Tomada por asalto la ciudad de Jerusalén por los
cruzados (15 de julio de 1099), su caudillo Godofredo de
Bouillon, duque de Lorena, se negó a convertirse en
monarca donde había transcurrido la existencia terrena
del Rey de Reyes, y adoptó el título de Barón Defensor
del Santo Sepulcro. Los lugares más importantes de la
capital del nuevo Reino Latino de Oriente fueron
confiados a varias cofradías de monjes, que se
rodearon de guerreros para su custodia: la de los
Caballeros del Templo de Salomón, (Temple), la del
Hospital de San Juan, y más tarde la del hospital de
Santa María de los Alemanes, (Teutones). En cuanto al
sitio que había dado origen a la conquista de la ciudad-,
escribió el cronista contemporáneo Guillermo de Tiro,
Arzobispo de esta ciudad en 1174: “Después de tomar
Godofredo posesión del Reino, instituyó en la iglesia del
Santo Sepulcro unos canónigos con unas compañías de
caballeros para que junto a ellos tuviesen el honor de defender y salvaguardar la tumba de Cristo.”.
La Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén es una orden de caballería católica
que tiene sus orígenes en Godofredo de Bouillón, creada en 1098, tras la victoriosa primera cruzada.
Según las opiniones más autorizadas, tanto vaticanas como hierosolimitanas, comenzó como una
confraternidad mixta clerical y laica de peregrinos que gradualmente creció alrededor de los Santos
Lugares de la cristiandad en el Oriente Medio: el Santo Sepulcro, la tumba de Jesucristo. Su divisa,
tal y como podemos observar en el escudo de la orden es Deus lo vult, (Dios lo quiere).
Respecto a la cofradía del Santo Sepulcro, al principio se integró con veinte canónigos, pero
las donaciones y privilegios que comenzaron a recibirse hicieron crecer su importancia. En su sede
se realizaban las más importantes ceremonias del Reino Latino de Oriente, como las coronaciones y
entierro de sus soberanos, durante el siglo en que se mantuvo. Quienes formaron sucesivamente la
Ordo Canonicus Custodum Sancti Sepulcri no fueron sólo monjes, sino también los caballeros
vinculados con ella para defender dicho lugar, temporal o permanentemente, por estar sujetos a los
“cánones” de la comunidad agustiniana. De tal modo, dentro del Capítulo se contaban por igual
monjes y caballeros, que dependían ambos del Patriarca de Tierra Santa, para cuya elección los
canónigos del Santo Sepulcro tenían el privilegio de participar con dos candidatos. Cabe apuntar
que cuando volvieron a emprenderse operaciones militares contra los musulmanes, la carencia de
hombres en la lucha autorizó a los monjes a empuñar las armas, costumbre que se mantuvo durante
la Edad Media.
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Su primigenio objetivo fue primordialmente proteger el Santo Sepulcro de los infieles con la
ayuda de 50 esforzados caballeros. Balduino I de Jerusalén (hermano de Godofredo) fue quien la
dotó oficialmente de su primer reglamento a imitación del Temple y el Hospital. Entre sus hechos
más gloriosos, la Orden del Santo Sepulcro luchó valerosamente junto al rey Balduino I de Jerusalén
en 1123, participó en el asedio de Tiro en 1124, de Damasco durante la Segunda Cruzada en 1148 y
de San Juan de Acre en el año 1180.
Tras la toma de la ciudad santa de Jerusalén por parte de los
musulmanes de Saladino en 1187, se trasladó a Europa y se extendió
por países como Polonia, Francia, Alemania y Flandes. Se dedicó a
partir de entonces al rescate de cautivos cristianos de manos
musulmanas. También en España obtuvo un afamado protagonismo al
participar en numerosas batallas de la Reconquista contra los
invasores sarracenos.
La falta de documentos de
época tras la reconquista de
Jerusalén y de Acre por las tropas
del Europa, y el hecho de que los
canónigos del Santo Sepulcro
cuando se establecieron en
Europa no mantuvieron una
estructura unitaria –a diferencia
de la organización que se dieron
las Ordenes del Templo y del
Hospital-, no ha permitido respaldar con piezas manuscritas las
versiones de los cronistas de entonces, que difundieron su
participación en la guerra contra los infieles. Pero no cuesta
imaginar que dicha comunidad contara con el aparato militar
necesario para la custodia y ceremonial en tan importante
santuario. De todos modos, en 1692 se publicó en París un
estatuto que habría sido otorgado por el Rey Balduino I de
Jerusalén en 1103, manifestando al darle organización: ”Hemos
examinado y decretado fundar la Orden del Santo Sepulcro de
nuestra ciudad de Jerusalén, en honor y reverencia de la
Santísima Resurrección, y hemos querido que las citadas Cruces rojas en honor de las llagas
infringidas a Nuestro Señor Jesucristo, fuesen ostentadas por
los caballeros de dicha Orden, para que pudiesen ser
reconocidos por nosotros y por los infieles en el caso de que se
dispersasen o se viesen imposibilitados para permanece al
servicio del Ejército”. Estos caballeros y otros constituyeron la
Militia Sancti Sepulchri que batalló en defensa del Reino Latino
de Ultramar; y varios autores antiguos mencionan la
participación de los monjes-guerreros de esta confraternidad:
“en el combate de Ramlah en 1101 sucumbieron caballeros
religiosos del Santo Sepulcro”, afirma Orderic Vital; y también
lucharon en la batalla de Betsam y en el sitio de Ascalón
acompañando a su Patriarca y al Rey Amalrico (1113).
Una circunstancia insólita que demuestra la difusión
lejana que había alcanzado la existencia de las tres
comunidades más destacadas de la Ciudad Santa, lo da el
hecho de que el Rey Alfonso I el Batallador de Aragón dispuso por testamento redactado en 1131, al
carecer de hijos: “Todo mi Reino, toda mi tierra, cuanto poseo y heredé de mis antecesores y cuanto
he adquirido, y en lo sucesivo con el auxilio de Dios adquiriese, todo sea para el Sepulcro de Cristo,
y el Hospital de los pobres, y el Templo del Señor”. Esta curiosa disposición se conserva original en
el Archivo Histórico Nacional de la Corona de Aragón; pero debe aclararse que no fue cumplida
porque asumió el trono su hermano Ramiro II, y el yerno de éste, el conde de Barcelona (luego
Berenguer III) transó con el Patriarca de Jerusalén (1141) compensando a la cofradía del Santo
Sepulcro con numerosas donaciones.
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Como se dijo antes, si Templarios y hospitalarios se organizaron con el carácter de Ordenes
de tipo centralizadas, no ocurrió lo mismo con los canónigos y caballeros del Santo Sepulcro. No
obstante, muchos de sus integrantes, al volver a Europa tras la caída de Tierra Santa, prosiguieron
su lucha contra el infiel en España, haciéndose conocer, lo que se comprueba con un par de
documentos de mediados del siglo XIII que se conservan en el Archivo Vaticano (Registro 32). El
primero de estos, del año 1265, es un informe del papa Clemente IV al Arzobispo de Sevilla por el
cual le comunica que ha acordado indulgencias a quienes hiciera la cruzada contra los musulmanes
en la Península y en África, o dieran limosna con este fin, especialmente a los Templarios,
Hospitalarios, Teutónicos o freires de la Orden del Santo Sepulcro y de Santiago. Mediante el
segundo, de 1267, el Sumo Pontífice felicita al Arzobispo de Toledo por haber tomado la Cruz contra
los musulmanes, y otorga otras indulgencias a quienes lo acompañaban, especialmente a la Orden
del Temple, del Hospital, Santo
Sepulcro, Santiago y Calatrava. Y
así como en Aragón, también se
fundó en Calatayud el convento
que fue sede matriz de Cataluña
(que obtuvo grandes prebendas y
alcanzó gran expansión en villas y
solares), de igual modo se crearon
otros Prioratos del Santo Sepulcro
en la península itálica (Peruggia) y
en Polonia (Mienchow).
Hay que decir que los
componentes de la Orden han sido
siempre distinguidos miembros de
la nobleza europea. En 1489, el
Papa Inocencio VIII incorporó la
Orden a la de los hospitalarios,
aunque en algunos lugares (como
España) conservó su autonomía
para convertirse en una entidad honorífica y dedicada a las obras de caridad, con un régimen
especial dentro de la Iglesia Católica. En 1847 el Papa Pío IX le confirió unos nuevos estatutos.
Actualmente subsiste dedicada a la caridad y conservando (como la Orden de Malta o la Orden de
los Caballeros Teutones) un peso honorífico y particular dentro de la Iglesia Católica.
En 1489 una bula del Papa Inocencio VIII pretendió suprimir a los canónigos del Santo
Sepulcro e incorporar sus bienes a la Orden del Hospital (según se dispusiera poco antes con las
propiedades de los Templarios), para compensarla por las pérdidas sufridas durante la defensa de la
isla de Rodas contra los turcos: pero esta determinación solo se logró en Peruggia, pues tanto por el
Rey Fernando el Católico en Aragón como también en Francia resistieron dicha bula, no
prosperando tampoco entre los Caballeros residentes en Polonia, Alemania, Hungría y Bohemia. No
obstante el Maestre de la Orden Hospitalaria agregó a su título “et Militaris Ordinis S. Sepulcri”. De
su parte el mismo Rey Fernando reclamó esta última jerarquía, pero al serle denegada, confirmó a
Calatayud como casa matriz de la Orden en Aragón. Aquella “bula de unión” fue revocada por el
nuevo Pontífice Alejandro Europa en 1496, dando autonomía renovada a la Orden del Santo
Sepulcro. De dos años después data su nueva organización, como entidad sujeta al control directo
de la Silla Apostólica. En virtud de lo establecido, se reiteró la delegación al Padre Guardián del
Santo Sepulcro (franciscano) (por falta de Patriarca en Tierra Santa) para conceder a los nobles que
pidieran su admisión como Caballeros de la Orden en Jerusalén, comprometiéndolos a auxiliar al
príncipe cristiano que intentase recuperarla. El Papa Clemente VII lo ratificaba en 1527: ...”approbat
consuetudinem facendi milites in Sancto Sepulcro per guardianum Montis Sion”. En el archivo
histórico del convento franciscano de San Salvador en Jerusalén se conserva la nómina de dichos
caballeros, desde 1561 hasta el año 1848, con sus nacionalidades, la fecha de su investidura, y las
autoridades que presidieron las respectivas ceremonias (la anterior se perdió en 1552 al ser
expulsados los Padres Franciscanos de su sede en Monte Sion por los musulmanes), cuyo ritual fue
publicado en 1580 y se conserva en los archivos de Loiret. El celebre escritor Vizconde Rene de
Chateaubriand ha dejado minuciosamente relatado ese acto, en el que participó en 1806. Los
privilegios que emparejaban el cruzamiento se imprimieron en Roma en el año 1553.
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El aumento de Caballeros del Santo Sepulcro en Flandes movió a varios españoles y belgas
congregados en la iglesia de Santa Catalina en la villa de Hochstraten, Diócesis de Cambrai, el 26 de
marzo de 1558, a proclamar Gran Maestre de la Orden al Rey Felipe II (cuya acta original se conserva
en el Archivo de Simancas), y aunque el monarca lo aceptó, no fue aprobado por los Pontífices Paulo
IV ni su sucesor Pío IV, por resultar opuesto a lo resuelto por el Papa Alejandro Europa, quien había
reservado su Maestrazgo para la Silla Apostólica.
En el año 1847 fue celebrado un concordato entre la Santa Sede y Turquía, cuyo Imperio
ejercía el dominio de Palestina., a raíz del cual se restableció el Patriarcado Latino de Jerusalén. Esto
significó una reforma para la Orden del Santo Sepulcro, pues el Papa Pío IX revocó por la bula Nula
celebrior la autorización otorgada a los guardianes franciscanos para armar Caballeros de ella,
disponiendo que fuese como en las primeras épocas, función del titular de aquel: “Que permanezcan
igualmente en su vigor todas las cosas que han sido sancionadas antes acerca de los Caballeros del
Santísimo Sepulcro, y que diligentemente se han de observar. Está decretado que pertenece
primitivamente al Patriarca el conferir esta Orden; pero ha de usar de dicha facultad a favor tan sólo
de los que brillen por la integridad de su vida, sean beneméritos de la Religión, y reúnan las demás
condiciones que se exigen para poder alcanzar semejante honor”. La misma instrucción al
Patriarcado Latino prescribía “que permanezcan igualmente en su vigor todas las cosas que han
sido sancionadas antes acerca de los Caballeros del Santísimo Sepulcro, y que diligentemente se
han de observar”.
En el año 1871 el Patriarca
monseñor Valerga inició la incorporación
de Damas a la Orden, siendo la primera la
Condesa inglesa Mary Francis Lommax,
como reconocimiento a la importante
labor desarrollada, y el Papa León XIII
confirmó esta modalidad mediante la letra
apostólica Venerabilis frater en 1888. La
cantidad de caballeros y damas creados
por los respectivos Patriarcas hasta la
reforma de 1949 (mediante la cual el Papa
Pío XII dispuso que el ingreso a la Orden
del Santo Sepulcro, sería resuelto en el
Vaticano), es la siguiente: monseñor
Valerga (1848-72) 1.417 caballeros y 1
dama; monseñor Bracco (1873—1889),
1.116 caballeros y 100 damas; monseñor
Piavi (1889-1905) 1.053 caballeros y 166
damas; monseñor Camassei (1907-1919), 825 caballeros y 85 damas, monseñor Barlassina, (19201947), 3114 caballeros y 177 damas.
Fue Pío X quien en 1907, mediante la letra apostólica Quam multa sapienter –reafirmando el
breve Cum multa sapienter del año 1868- estableció el estatuto moderno de la Orden, asumiendo el
título de Gran Maestre que tradicionalmente usaban los Patriarcas de Jerusalén, para evitar cualquier
oposición a sus mandatos, y aquellos adquirieron la función de Bailíos. Al año siguiente se confirió a
los caballeros del Santo Sepulcro el privilegio de disponer de un lugar preferente en la capilla papal
de la Basílica Vaticana, y se agregó a su medalla un trofeo militar recordatorio de las Cruzadas
adjuntando las quíntuples cruces de su emblema. La Orden del Santo Sepulcro ya contaba con
diversos Capítulos en varias Naciones, remontándose el de la República Argentina al año 1888,
como en el capítulo “La Orden en la Argentina” se volverá a puntualizar. En algunos países existe
más de una lugartenencia, debido a los numerosos miembros que en ellos existen.
La Primera Guerra Mundial causó perjuicios al desarrollo de la Orden, por cuanto Jerusalén
sólo pudo ser visitada por alemanes y austríacos, aliados de Turquía (con soberanía sobre
Palestina), de cuyas nacionalidades se nutrieron sus componentes. Ello se refleja en la disminución
de caballeros y damas que se expuso líneas atrás. Esta situación fue revertida cuando la Ciudad
Santa fue conquistada por las tropas británicas. Luego, para contrarrestar la difusión del
protestantismo, el Patriarca Latino fundó la Obra para la Preservación de la Fe, que el Papa
Benedicto XV confió a la Orden del Santo Sepulcro en 1920, lo que confirmó Pío XII en 1949.
7
En 1930 se suscitó una controversia de protocolo entre las Ordenes de Malta y del Santo
Sepulcro, que fue dirimida por el Papa Pío XI a través del Acta Apostolicae Sedis luego del dictamen
producido por una comisión de Cardenales. Las principales disposiciones fueron: 1) La primera
llevará el nombre de Soberana Orden Militar de Malta y la segunda Orden de Caballería del Santo
Sepulcro; 2) el Patriarca Latino de Jerusalén será Rector y Administrador de esta última Orden, sin
poder usar el título de Gran Maestre, pero continuando invistiendo Caballeros con la visa de la
Cancillería Vaticana; 3) los representantes nacionales del Santo Sepulcro serian denominados
Lugartenientes en vez de Bailios como hasta entonces.
Después de la Segunda Guerra Mundial la Orden quedó gravemente desorganizada, sobre
todo por el fallecimiento del Patriarca de Jerusalén, vacante no cubierta durante dos años. Ello
movió a que en 1945 se decidiera la traslación de su sede central a Roma, en el monasterio anexo a
la iglesia de San Onofre al Gianícolo; y posteriormente (1949) el otorgamiento de un nuevo Estatuto
por el breve apostólico Quam Romani Pontífices, mediante el cual el Patriarca Latino de Jerusalén
dejó de tener la facultad de designar Caballeros y Damas, convirtiéndose en Gran Prior sin funciones
de dirección y administración. Desde entonces el Gran Maestre lo será un Cardenal desde el
Vaticano, nombrado por el Sumo Pontífice y Jefe Supremo de la Orden, contando con la asistencia
de un Gran Magisterio, un Lugarteniente General y un Gobernador General, todos laicos.
Esta es la estructura que se
mantiene hasta hoy, rigiéndose las
actividades de la Orden desde sus
oficinas en el palacio construido entre
1478-90 por el cardenal Domenico della
Rovere, situado a escasa distancia de
la basílica de San Pedro, cedido por el
Papa Pío XII. El postrer Estatuto de la
Orden del Santo Sepulcro data del año
1977, en que fuera aprobado por Su
Santidad Pablo Europa, y que es
objeto de examen en nuestros días,
con el fin de introducirle algunas
reformas.
Las Órdenes del Santo Sepulcro
y de Malta son las únicas que
provienen de la época de las Cruzadas.
Dedicada esta última a una eficaz tarea
hospitalaria por todo el mundo, la del
Santo Sepulcro es la única que
mantiene su estrecho ligamen con
Tierra Santa, a través de la asistencia a
la obra que realiza la Iglesia Católica
en el Estado de Israel y en el Reino de
Jordania (la antigua Palestina). A los caballeros y damas integrantes de ella les está vedado
pertenecer a pretendidas corporaciones de creación personal que se arrogan la condición de
“Ordenes”, sin serlo, por no haber sido reconocidas como tales por la Iglesia Católica, salvo las
establecidas por estados soberanos o por dinastías reales. Lo cual deja una vez más que todo este
contubernio de seudo órdenes que se creen legítimas, no lo son en absoluto.
(Por F.L.P.)
8
Thomas Becket Arzobispo de Canterbury
Canterbury
Santo Thomas Becket (Londres 21 de diciembre de 1117/1118 – Canterbury 29 de diciembre de
1170) Arzobispo de Canterbury y Lord Canciller de Inglaterra.
Nacido en el seno de una familia burguesa originaria
de Ruan (Normandía), su padre Gilbert Becket era un
comerciante londinense.
Un amigo de la familia, Richer de L ´Aigle, le invitaba
frecuentemente a su hacienda de Sussex. Allí aprendió
buenas maneras y a montar a caballo, cazar y participar en
justas y torneos.
Fue destinado por su familia al servicio de la Iglesia,
recibió su educación en el Priorato de Merton (Surrey) por
entonce una de las mejores escuelas de Londres y
posteriormente en París, donde estudió teología. A su
regreso a Inglaterra sirvió como secretario del señor de
Pevensey, que lo introdujo en la vida de un caballero.
Debido que su padre se arruinó, Tomás trabajó durante tres
años como pasante y auditor de Londres, a los 25 años
entró al servicio de Teobaldo de Bee
Arzobispo de
Canterbury, allí tomo contacto con el mundo del poder y la
política. Acompañó al Arzobispo a un cónclave papal que
tuvo lugar en Reims en 1148, realizó diversos viajes a
Roma, y fue enviado a estudiar derecho a Bolonia.
En 1154 fue nombrado arcediano de Canterbury y
preboste de Beverley. El nuevo rey Enrique II, le nombró su Canciller, Teobaldo y otros obispos le
habían recomendado. Los ocho años que
trabajó como ministro principal del rey fue
un tiempo de servicio pródigo.
Enrique II de Inglaterra, como todos
los reyes normandos, quería ser soberano
absoluto, tanto de su reino como de la
Iglesia basándose en las costumbres
ancestrales de sus antepasados, quería
eliminar los privilegios adquiridos por el
clero inglés. El joven Canciller se convierte
no solo en un fiel servidor del rey, sino
también un buen compañero de caza y
diversiones, a cambio fue recompensado
con una gran riqueza. Hubo eclesiásticos y
John de Salisbury que se quejaron de que el
Canciller prestaba poca atención a los
intereses de la iglesia, sin embargo
preservó la castidad en medio de una corte
promiscua. Fue sobrio en la comida y la
bebida, oraba mucho por la noche y daba misas al amanecer y empleaba clérigos para que le
azotaran como penitencia.
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El rey envió a su hijo Enrique a vivir en la casa de Becket, como era costumbre entre los hijos
de la nobleza.
Cuando Teobaldo murió en 1161, el rey decidió nombras a Thomas Arzobispo de Canterbury,
el cargo eclesiástico más importante del reino. Para sorpresa e irritación de Enrique, dimitió como
Canciller una vez consagrado Arzobispo en 1162. El cortesano alegre y amante de los placeres dio
paso a un prelado austero con atuendos de monje y dispuesto a defender a cualquier precio la causa
de la jerarquía eclesiástica. El distanciamiento entre el Arzobispo y el rey no tuvo lugar hasta 1163,
cuando discutieron a cerca de las relaciones entre la iglesia y el estado.
Ante el cisma que dividía a la iglesia,
Becket se decanta a favor del Papa
Alejandro III que sustenta los mismos
principios jerárquicos y recibe el “palium” o
estola de Alejandro III en el Concilio de
Tours.
De vuelta a Inglaterra pone en
práctica el proyecto de liberar a la Iglesia de
Inglaterra de las limitaciones aplicadas. Su
objetivo: abolición completa de toda
jurisdicción civil sobre la iglesia, con el
control no compartido por el clero, libertad
de elección de sus prelados y la adquisición
y seguridad de la propiedad como un fondo
independiente.
El rey en un consejo celebrado en Clarendon el 13 de junio de 1164, hizo públicos 16 artículos
legales, las llamadas Constituciones de Clarendon, en las cuáles consideraba representativas de las
costumbres del reino en relación con la Iglesia en los días de su abuelo, Enrique I. El rey quiso que
Becket y sus obispos aceptaran aquellos artículos, pero Thomas aunque en principio aceptó, luego
los repudió por ser contrarios al Derecho canónico tal como este se había desarrollado. Becket trata
de llegar a un acuerdo discutiendo los puntos expuestos, pero ante la obstinación de Enrique, se
niega a firmar el tratado. Esto significó la guerra abierta entre los dos poderes. Enrique trata de
deshacerse de Becket por la vía judicial y le convoca ante el gran Consejo de Northampton el 8 de
octubre de 1164 para responder a la acusación que se la hace: oposición a la autoridad real y abuso
de su cargo de Canciller. Becket niega el derecho de la asamblea para juzgarle y recurre al Papa,
pero dándose cuenta del peligro que corre se exilia de forma voluntaria el 2 de noviembre,
refugiándose en Francia, para comenzar un exilio de seis años.
Se dirige a Sens donde se encuentra con el Papa Alejandro III que recibe, asimismo, a los enviados
del rey que solicitan, en su nombre, que tome medidas contra Thomas y envíe un legado con
autoridad plenaria para resolver el problema, el Papa se niega a sus pretensiones y da su apoyo a
Becket.
Enrique persigue a Becket dictando unos decretos contra él, aplicables a todos sus amigos y
partidarios, pero Luis VII de Francia le acoge y le da su protección. Becket permaneció dos años en
la Abadía cisterciense de Pontigny (no olvidemos que el cister estaba íntimamente ligado con el
Temple) hasta que las amenazas de Enrique le obligan a regresar a Sens.
Becket, haciendo uso de su prerrogativas quería que su posición fuera mantenida por medio de la
excomunión y la prohibición, pero aunque Alejandro III compartía las ideas de Becket, prefería
contemporizar y atemperar para lograr sus propósitos. Las diferencias entre el Papa y el Arzobispo
se hicieron patentes y empeoraron cuando, en 1167, unos legados fueron enviados a Inglaterra con
autoridad para arbitrar la cuestión. Obviando esta limitación sobre su jurisdicción y persistiendo en
sus principios, Becket pacta con los legados y se somete a las condiciones del rey a cambio de que
este respete los derechos de su Orden.
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Su firmeza parece recompensada cuando, en 1170, el Papa está a punto de excomulgar al Enrique,
inquieto ante esta eventualidad, trata de llegar a un acuerdo que permita el regreso de Thomas a
Inglaterra y dejarle continuas su ministerio.
Becket y Enrique siguieron irreconciliables, y el rey, apoyado por sus partidarios, se niega a
devolver las propiedades eclesiásticas que había invadido. Thomas prepara la sanción para aquellos
que han privado a la iglesia de sus bienes y contra los obispos que la habían secundado. Thomas ya
había sido enviado a Inglaterra para su promulgación, desembarcó en Sándwich el 3 de diciembre de
1170, dos días después, llegó a Canterbury.
La tensión existente entre ambas partes la catástrofe se veía venir, el rey pronunció dos
frases “No habrá nadie capaz de librarme de este cura turbulento” y “ Es conveniente que Becket
desaparezca” (según la tradición fueron dichas en un ataque de rabia) fueron interpretadas como
una orden por cuatro caballeros anglo-normandos, Reginald Fitzurse, Hugo de Morville , William
Tracy y Richard Brito que, de inmediato proyectaron asesinar al Arzobispo el 29 de diciembre de
1170 en el atrio de la Catedral de Canterbury mientras asistía a vísperas con la comunidad
monástica.
Una espada de golpe aplastante extingue la vida de Thomas Becket , en una fría noche luchó
por su vida en los pasos del altar. El brutal asesinato corrió como un terremoto a través de la Europa
medieval. La opinión pública de la época y la historia establecieron la culpabilidad de Enrique II.
La muerte de Becket conmocionó al rey. Los caballeros asesinos cayeron en desgracia. Se
dice que se obraron milagros en la tumba del mártir y pronto fue canonizado.
Edward Grim, un monje, observó desde un
escondite el ataque. Escribió poco tiempo después
el evento. “Los asesinos le conminaron a restaurar a
los excomulgados y restaurar los poderes a quienes
se les habían suspendido” respondió “No habrá
ninguna satisfacción ni restauración”
“Entonce
muere y recibe tu merecido” – respondió – “Estoy
listo a morir por mi Señor y que con mi sangre la
Iglesia pueda obtener la libertad y la paz. Pero en el
nombre de Dios os prohíbo que hagáis daño a mi
comunidad” – “Lo arrastraron para matarlo fuera de
la iglesia, pero como no pudo ser forzado a salir, se
echaron sobre él” – dijo – “No me toques Reginald,
me debes lealtad, tu y tus cómplices estáis locos” –
“El caballero agitó su espada sobre la cabeza del
Arzobispo y exclamó, solo estoy sujeto a la lealtad a
mi rey” – “Entonces Thomas vio la mano que
pondría fin a su vida, se inclina como para orar y pronuncia unas palabras y temiendo el asesino que
el pueblo alertado pudiera acudir en su defensa, asestó un golpe a la cabeza de Thomas, recibió un
segundo golpe en la cabeza, pero se mantuvo firme , en el tercer golpe cayó de rodillas, diciendo en
voz baja “En el nombre de Jesús y la protección de la Iglesia estoy dispuesto a abrazar la muerte”
El tercer caballero asestó una terrible herida, en la que la espada se rompió contra el suelo y
siguieron hasta que su cerebro y sangre se esparcieron por el pavimento.
Cuatro años más tarde, en un acto de penitencia, el rey se puso un saco de tela y caminó descalzo
por las calles de Canterbury mientras ochenta monjes le azotaban con ramas, Enrique terminaría su
expiación en la tumba del mártir, (sublime el monólogo que en la película “Becket” efectúa el actor
Peter O´Toole, que encarna el rol de Enrique II, ante la tumba de Becket).
(Por Jaume Mestres i Capitán)
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“Restaurante Castillo de los Condes de Valltordera”
Hoy nos acercamos al Restaurante
Castillo Medieval de los Condes de
Valltordera, el cual se encuentra ubicado muy
cercano a la Costa Brava y donde podrás
disfrutar de unas veladas inolvidables con
sus cenas espectáculo.
El guión con el que recrean nuestras cenas es
el siguiente:
Los Condes de Valltordera nos reciben a la
puerta del castillo entre las 20’00h. y las
20’30h. invitándonos a pasar al Gran salón de
Torneos, siempre acompañados de sus
heraldos.
Mientras nos sentamos en los diferentes colores, los sirvientes, ataviados con vestiduras de la
época, nos ofrecen diversos aperitivos con vino rosado, agua mineral, naranjadas y vino espumoso.
Al mismo tiempo que cenamos al estilo medieval, (el menú está compuesto por sopa de verduras
naturales, un pollo entero por persona con patatas al horno acompañado por pan al estilo de
Cataluña y helado de postre), contemplamos exhibiciones de caballos, carruseles, domas a caballo y
a pie, juegos, luchas, combates,
etc. Todo acompañado por el
ceremonial del ancestral Druida,
desarrollado para los presentes
como homenaje de los Condes
de Valltordera
Finaliza con el agradecimiento
al estilo medieval.
La duración aproximada del
espectáculo es desde las
20’30h. a las 22’15h. Tras la
cena, nos acompañan junto al
resto de los huéspedes del
castillo al Gran Salón de Baile,
donde la orquesta del castillo
nos invita a bailar, tocando
música de todos los estilos.
A las 23’30h. y hasta las 00’15h. nos presentan el Festival de Danza Española y flamenco para
finalizar la gran velada en el castillo de los Condes de Valltordera.
En resumen, una velada diferente e inolvidable que te transportará al medievo y que a buen
seguro recordareis durante mucho tiempo.
(Por FLP)
12
DRUIDAS Y CELTAS
STONEHENGE es un monumento megalítico, tipo “crómlech”, de la Edad del Bronce situado
cerca de Amesbury, en el condado de Whiltshire, a unos trece kilómetros de Salisbury y a cien
kilómetros de Londres.
Está formando por grandes bloques de
piedra rectangulares de arenisca, que
originalmente, estaban coronados con dinteles,
hoy en día solo queda siete en su sitio. Su
construcción se remonta a la noche de los
tiempos a una civilización que no dejó escritos
que nos permitieran conocer con seguridad su
origen.
Nadie conoce el origen de este complejo
megalítico, en la Edad Media se relatan
crónicas de que la creencia popular era de que
el conjunto era un círculo de gigantes
petrificados así que les conociera como “La
Danza de los Gigantes”, otras sugerían que las
piedras fueran llevadas por el Mago Merlín, desde Irlanda. A loa sajones les recordaba las vigas
donde eran colgados los criminales, por este motivo se empezó a llamar STONEHENGE (La horca de
piedra)
William Stukeley realizó un estudio que reiteró el
origen druídico de Stonehenge, por otra parte se dice que
los druidas, los antiguos sacerdotes celtas, nada tenían
que ver con Stonehenge dado que el complejo megalítico
existía desde dos mil años antes, conclusión en la que no
estoy de acuerdo puesto que en su época bien pudo ser
usado el monumento por el sacerdotes celtas.
También se ha especulado que pudiera tratarse de
un templo ritual donde los druidas ofrecían a los dioses
de la naturaleza sacrificios humanos, punto que nunca se
ha podido demostrar. Incluso una piedra que está en
posición horizontal fue llamada “La Piedra del Altar” o “Piedra de la Matanza” cuando la realidad es
que trata de un megalito caído en tierra, sin más. Algunas gentes le atribuyeron poderes curativos,
como hacer fértil a cualquier pareja que durmiera en sus terrenos, no se sabe de ningún nacimiento
al respecto. Como siempre la iglesia romana y purita consideraban el lugar como templo pagano,
donde las brujas realizaban ritos para Satanás a tal punto que estuvieron a punto de ser destruido,
desde hace algún tiempo agrupaciones de carácter de presuntas brujas (yo he visto algunas de ellas
y os aseguro que ¡!menudas brujas!! ) y hechiceros celebraban aquelarres +, de eso nada, como
mucho se celebra el solsticio de verano, que en 1985 se prohibió, pero la gente lo sigue haciendo,
eso si, controlados por la policía.
13
A principios del S. XX, un investigador pudo determinar con cierto grado de certeza la edad
del complejo. Se trataba de un astrónomo, no un arqueólogo. En 1901 el astrónomo Sir Norman
Lockyer, resultado que una persona al pié
de la “piedra altar” observando hacia la
“piedra talón” podía ver con exactitud el
sitio por donde sale el sol durante el
solsticio de verano, el 21 de junio.
Confirmó que efectivamente la “piedra
altar” o el centro de Stonehenge se
alineaba con la “piedra talón” apuntando
al sol, con solo un error de 56´ de arco.
Bajo el supuesto de que los
constructores hubieran alienado el centro
del conjunto con la “piedra talón” con una
exactitud total, el calcular los 58´de arco
de diferencia con respecto al conocido
desplazamiento de precisión, permitía
conocer en que fecha Stonehenge fuera
erigido como templo solar, dando la
sombrosa fecha de 1800 AC. Posteriores
dataciones con Carbono-14 llevaron los inicios hacia el 2800 AC. Actualmente se supone que una
civilización precéltica debió ser quién construyó el monumento. A partir de aquí se han hecho
numerosas especulaciones al respecto.
SU ESTRUCTURA
Está formado por grandes bloques de piedra distribuidos en cuatro circunferencias
concéntricas.
La sección principal consta de un círculo de treinta columnas rectangulares coronadas con
dinteles, de las cuales diecisiete sobreviven y solo seis dinteles. Este primer círculo tiene un
diámetro de 29,6 metros y la piedra es de gres silicio de color amarillento.
Tres metros al interior está el segundo anillo de sesenta menhires de dos metros de altura,
son de un tipo de roca llamada “piedra azul” muy dura con reflejos azulados, su procedencia es
Gales, solo quedan veinte.
Más al interior hay una formación en herradura con cinco trilitos de gran tamaño. El mayor de
8 metros de altura en la parte central. A cada lado dos trilitos en tamaño decreciente, todos de piedra
gres silicio o sarsen.
Dentro de la formación de cinco trilitos hay una herradura interior de 19 menhires de una
altura de menos de 3 metros y tallados en forma
de obelisco, en piedra azul.
Finalmente en el centro se halla la “piedra
altar” de 4,8 metros de largo, es una piedra con
alto contenido de aluminio, por lo que le da un
brillo especial al incidir la luz del sol.
En el exterior del círculo hay un conjunto de dos
círculos con treinta agujeros cada uno, llamados
“agujeros Y” y “agujeros Z”. En un círculo más
exterior se hallan 56 huecos que dan la vuelta al
conjunto con el nombre de Círculos de Aubrey
(en honor a su descubridor Sir John Aubrey en
el S. XVIII). Este anillo es circundado por un foso
circular de 97,5 metros de diámetro.
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¿COMO SE CONSTRUYÓ?
Realmente representa un gran esfuerzo de planeación
y construcción. Fue tomando diversas formas a lo largo de
cuarenta generaciones. Actualmente los arqueólogos
consideran que tuvo tres fases de construcción.
La primera hacia el año 2800 AC. Fue entonces
cuando se hizo el terraplén y foso circular. Se pusieron las
piedras y los montículos denominados “las cuatro
estaciones”, así como la “piedra talón”, también se hicieron
los “círculos de Aubrey”.
La segunda fase fue hacia el año 2100 AC. Fueron
erigidos 80 bloques en un semicírculo, provenían de las
montañas de Precelly a 320 kms. En el sudoeste de Gales. Lo
más probable es que fueran transportadas en balsas a lo
largo de la costa de Gales, entrando por lo que actualmente
son Bristol y el río Avon. Posteriormente serían llevadas por
vía fluvial y terrestre hasta llegar, sobre rodillos, a
Stonehenge donde fueron instaladas. Cien años más tarde,
fueron reordenados para ser substituidos por piedras silíceas que vemos en la actualidad. Estas
piedras se trajeron de las colinas de Malborough, a 30 kms. al norte, algunas de ellas pueden llegar a
pesar 26 toneladas, se transportaban con rodillos, sogas y palancas. Ya en su sitio se cavaba un
foso y con muchas penas y trabajos el bloque era levantado con ayuda de palancas, vigas y cuerdas
hasta que al llegar a un ángulo concreto caían por su propio peso, finalmente se construía una
plataforma para ir subiendo y colocar el dintel de un peso de 7 toneladas encima de dos bloques
verticales. Su tallado era perfecto para su encaje, columna dintel.
La tercera fase tuvo lugar sobre el 1500 AC. Cuando
las piedras azules se retiraron para instalar las actuales, a
la vez que se alzaba frente a los trilitos la piedra de Altar.
Finalmente hacia el año 1100 AC. Stonehenge fue
abandonado.
NUEVOS MISTERIOS
Stonehenge no es la única construcción megalítica.
Por Irlanda, Inglaterra, España, Portugal y Francia existes
conjuntos megalíticos con funciones astrónomas y rituales.
En ocasiones han sido utilizados por civilizaciones para
rituales propios, como fueron el caso de los Celtas, los
Druidas, los galos e incluso los cristianos, dado que
muchas iglesias y capillas fueron construidas sobre
antiguos dólmenes y menhires.
Igualmente es un misterio la existencia de estos
monumentos en regiones alejadas de Europa. En 1988 fue
descubierto uno observatorio astronómico muy semejante
a Stonehenge en Nabta (Egipto). En la costa norte de
Estados Unidos existen diversos dólmenes en Nueva
Inglaterra, Massachusetts, Pensilvania, Virginia y Vermont ¿Fue un civilización Pro-celta quién los
construyó? ¿Es posible que otra civilización anterior a vikingos y Colón hubiera cruzado el
Atlántico?, ciertas leyendas irlandesas así lo insinúan. Otra especie de Stonehenge se ha localizado
en México, en un lugar conocido como “Las Águilas” cerca de Cuautla de la Paz, estado de Jalisco.
(Por Jaume Mestres i Capitán)
15
El defensor del Islam
Al-Näsir Saläh ed-Dïn Yüsub ibn Ayyüb, más
conocido en Occidente como Saladino, fue el defensor
del Islam por excelencia y particularmente de la
ortodoxia religiosa representada por el sunnismo,
unificó política y religión en el Oriente Próximo,
combatiendo a los cruzados y acabando con doctrinas
alejadas del culto oficial representado por el Califato
Abbasí. Es conocido por haber devuelto Jerusalén a los
musulmanes, derrotando y expulsando a los cruzados.
El impacto de este acontecimiento en Occidente
provocó una nueva cruzada (la tercera) en principio
liderada por Federico I del Sacro Imperio Romano
Germánico, el famoso rey de Inglaterra Ricardo Corazón
de León y el delicado rey francés Felipe II Augusto.
Nació en 1138 en Tikrit, (en la provincia
actualmente llamada Salah ad Din en su honor, en Irak)
donde su padre Ayyüb, era gobernador. La familia de
Saladino era kurda y como muchos kurdos en aquella
época, eran soldados al servicio de los gobernantes
sirios y mesopotámicos. Tras caer en desgracia y ser
expulsados, se pusieron al servicio de Zengi, señor de
Mosul, que había unido bajo su mando la zona norte de
Siria e Irak. Zengi fue el primero de los grandes líderes musulmanes que trató de expulsar a los
cruzados de las tierras santas, logrando arrebatarles el Condado de Edesa. La familia de Saladino se
unió a su ejército, siendo su padre recompensado con el
gobierno de Baalbek. En aquella época los cruzados lanzaron la
Segunda Cruzada, la cual fracasaría.
El asesinato de de Zengi en 1146, abrió un periodo de
guerra civil en Siria por la sucesión. Saladino y su familia se
pondría de parte del heredero designado, el hijo menor de Zengi,
Nur ed-Din, con quien más tarde rivalizaría. Cuando tras diversas
luchas Nur ed-Din se impuso en Siria, los parientes de Saladino
fueron recompensados; su padre recibió el gobierno de
Damasco, y su tío Shirkuh el mando del ejercito.
Mientras tanto Egipto, pasaba por un momento de
inestabilidad. En los últimos momentos del Califato Fatimí,
Egipto estaba en crisis, amenazado por los cruzados, que habían
ocupado Ascalón y amenazaban la frontera junto con los
bizantinos, así como en guerra civil por la vacante del cargo de
visir. Uno de ellos acudió a la corte de Damasco a pedir ayuda a
Nur ed-Din. Este envió un ejército al mando de Shirkuh, junto
con Salah ed Din. Hacia 1169 Shirkuh controlaba el país, actuando en parte como primer ministro del
califa fatimita de Egipto en parte como gobernador y representante del Sultán sirio. Ese mismo año
moría el general y tío de Salah ed Din, siendo sustituido en el puesto por el propio Salah ed Din.
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Salah ed Din reformó la administración de Egipto, aboliendo impuestos y reduciendo el
desmesurado funcionariado. Salah ed Din también se dedicó a reorganizar el ejército, compuesto
hasta entonces por mercenarios del Magreb que fueron sustituidos por tropas kurdas y turcas, e
impuso su autoridad sobre el país. La enfermedad de Al-Adid, el último califa fatimí, impidió a éste
seguir controlando las mezquitas egipcias, en las cuales se empezó a orar por el califa Abbasí. Su
muerte en 1171 supuso la reintegración definitiva del culto en Egipto a la corriente sunní, mayoritaria
en el Islam, durante la ocupación y mando de Salah ed Din. Esto realzó el prestigio de Salah ed Din
dentro de la comunidad islámica, que tenía la moral baja por la sangrienta toma de Jerusalén por los
cruzados en 1099, donde se realizó tal matanza que según la leyenda, en algunos lugares la sangre
llegaba a las rodillas.
Salah ed Din también conquistó la
costa de Libia, el norte de Sudán y el Yemen
con la excusa de restaurar la ortodoxia
religiosa (estos territorios estaban fuera del
liderazgo espiritual del Califato Abbasí,
siendo para su doctrina herejes). Saladino
tomó los puertos y posiciones en manos de
los cruzados en el Mar Rojo, asegurando su
posición contra los estados cristianos, a
quienes planeaba enfrentar y de tener éxito y
repeler.
Tras la muerte de Al-Adid, Salah ed Din
era en teoría un vasallo de Nur ed-Din pero en
la práctica era gobernador de Egipto:
reconocía la autoridad del sultán de Siria,
pero gozaba plena independencia en su
gobierno de Egipto, debido en parte a la
lejanía entre Damasco y El Cairo (las
capitales de Egipto y Siria) y en parte a
que estaban separadas por estados
gobernados por los cruzados.
A la muerte de Nur ed-Din en
1174, correspondía a su hijo ad-Salih
Ismail al-Malik, tomar el control de las
posesiones de su padre. Sin embargo el
heredero era un niño, que tardaría años
en controlar e imponerse en Siria, lo cual
ayudó a Salah ed Din a tener libertad de
movimientos.
En tales condiciones, Salah ed
Din ocupó Damasco y con ello Siria del
Sur, bajo la excusa de asegurar estas
tierras a su legítimo dueño, pues
estaban amenazadas por el Reino de
Jerusalén. Sin embargo, practicó una política hostil a ad-Salih Ismail al-Malik, arrebatándole una a
una las plazas del norte, hasta que solo le quedó Alepo. Llegó incluso a asediar, esta ciudad,
fracasando. Durante el sitio de Alepo, Salah ed Din sufrió un intento de asesinato por parte de la
secta de los Hassassins, salvándose por una cota de malla oculta bajo sus ropas.
Con respecto a los cruzados, Salah ed Din mantuvo una actitud agresiva contra los estados
cruzados, infringiendo incursiones y asaltos. En 1177, una invasión de Saladino, que atacaba desde
el sur, fue desarticulada en la famosa batalla de Montgisard, donde los Caballeros Templarios
tuvieron una gran relevancia.
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En 1779, un ataque a una fortaleza que los cristianos estaban construyendo en la ribera del río
Jordán dio a Salah ed Din la primera gran victoria (batalla del vado de Jacob) en su campaña por
expulsar a los francos de ultramar. Una vez muerto, el heredero de Nur ed-Din, ad-Salih Ismail alMalik, sin descendencia en 1181, Saladino fue nombrado oficialmente sultán de Siria y Egipto Luego
de que Saladino se afianzó como sultán de Siria, maniobró contra los príncipes de la dinastía
Zengida que gobernaban en Mesopotamia (el norte del actual Irak). Estos eran descendientes de
Zengi, y sobrinos de Nur ed-Din cuyo imperio había abarcado algunas provincias fronterizas de la
región.
Saladino
logró
recuperar
las
tierras
fronterizas, y expandió sus dominios más allá aún.
Es de destacar la anexión de Edesa. Tras varias
campañas en Mesopotamia Saladino consiguió la
sumisión del príncipe de Mosul en 1186, cuya
ciudad había llegado a sitiar sin éxito en 1182, que
se convirtió en su vasallo, comprometiéndose a
colaborar en su yihad (Lucha, en este caso "defensa
de la fe"). No fue el único estado que Saladino
consiguió adherir a su causa. Saladino llevó sus
fronteras al Kurdistán y a Armenia, tratando, con
cierto éxito, de someter los pequeños principados
de la región.
A pesar de que muchos piensan que fue
Reinaldo de Châtillon, el que provocó la pérdida de
Jerusalén a manos de Salah ed Din, al atacar un
gran caravana en la que viajaba la misma hermana
de Saladino, lo cierto es que el final de Jerusalén
estaba más que sentenciado y la principal culpa era
de unos cristianos desunidos y preocupados simplemente por sus posesiones, ya no les movía la fe.
Reinaldo era un noble de segunda que gracias a su matrimonio se había convertido en el señor del
Kerak, tierras cercanas a la frontera, reconocido mercenario que era famoso por el bandidaje y el
saqueo (Había ya violado treguas anteriormente para atacar caravanas, capturado peregrinos en
dirección a La Meca, tratado de profanar los lugares santos musulmanes y saqueando la cristiana
Chipre).
Ante las previsibles y justificadas represalias del entonces principal líder de los musulmanes,
Salah ed Din, el rey de Jerusalén Guy de Lusignan realizó levas reuniendo a todas las fuerzas del
reino, con las que se dirigió contra Saladino. El enfrentamiento final se produjo en 1187, junto a unas
colinas llamadas los cuernos de Hattin. Los ataques de la caballería ligera y los arqueros sarracenos,
al mando de Salah ed Din, además de la falta de agua y el insoportable calor de justicia, aniquilaron
al ejercito cruzado que había llegado atravesando el desierto. En esta batalla cayó también un
grandísimo número de Caballeros Templarios. Reynald de Châtillon fue apresado junto al rey Guy de
Lusignan, Salah ed Din se encargó el mismo en darle muerte, al rey lo dejaría en libertad.
La batalla de los cuernos de Hattin
Mientras el ejercito cruzado avanzaba, los tambores de las huestes de Salah ed Din
empezaron a batir sin cesar y arqueros a caballo empezaron a hostigar, lo cual se mantuvo hasta
que llegaron a Hattin, una llanura donde al ver la llegada del ejército cruzado se empezaron a
encender montones de leña, preparados en la llanura por Salah ed Din. Todo esto provocó el
desconcierto de los cruzados, la sorpresa. En este desconcierto el rey Guy de Lusignan ordenó
cargar contra el enemigo. La primera línea de caballería bajo el mando de Raimundo de Trípoli
cargó, pero cuando estaban a punto de chocar contra el enemigo éste abrió filas, dejándolos
pasar, según las órdenes de Salah ed Din. Raimundo, totalmente desconcertado y sorprendido, no
pudo frenar a su caballería y ésta se metió en un desfiladero donde quedó aislada del cuerpo del
ejercito principal, donde fue aniquilada.
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Las pocas tropas cruzadas que quedaban se rindieron. Saladino los respeto, excepto a los
mercenarios turcos, que fueron degollados, junto a los caballeros templarios y de San Juan que
rehusaron convertirse al Islam (cerca de 230). El único que sobrevivió a la carnicería fue Balian de
Ibelin, que al mandar la retaguardia pudo reaccionar a tiempo. Existe una conocida anécdota de
como Salah ed Din ofreció una copa de agua fresca de rosas al rey de Jerusalén, sediento por la
travesía en el desierto. Reinaldo como ya hemos dicho, fue ejecutado por el mismo Salah ed Din,
cuando trató de coger la copa que había dado a Guy de Lusignan como muestra de hospitalidad.
Los Caballeros Templarios y hospitalarios capturados solo tuvieron dos opciones: convertirse o
ser ejecutados, muriendo todos a la mañana siguiente. Tras esta victoria en Hattin, Salah ed Din
ocupó el norte del Reino de Jerusalén, conquistando Galilea y Samaria sin demasiada dificultad,
ya que casi todas las fuerzas militares cristianas habían sido eliminadas o capturadas en los
Cuernos de Hattin.
Posteriormente, se dirigió a la costa tomando uno tras otro los puertos con la única
excepción de Tiro (Que a lo largo de la historia, siempre ha sido especialmente difícil de tomar,
incluso para Alejandro Magno) comandada por el Marqués Conrado de Montferrato. Salah ed Din
dejó frente a Tiro a un ejército, y marchó hacia el sur, con el objetivo de conquistar Ascalón, plaza
vital para la defensa de Egipto. Salah ed Din liberó al Maestre del Temple, Gerard de Ridefort, a
cambio de la fortaleza Templaria de Gaza y al rey Guido de Lusignan a cambio de Ascalón, que, sin
embargo, se negó a rendirse. A pesar de todo, fue tomada poco después por Salah ed Din.
Salah ed Din sitio a
Jerusalén. En aquel momento,
Balián de Ibelín, miembro de una
de las principales familias nobles,
pidió a Salah ed Din, poder ir de
Tiro, donde estaba luchando, a
Jerusalén, para sacar de ahí a su
mujer e hijos a cambio de no
colaborar en la defensa. Sin
embargo, fue reconocido, y se le
pidió que comandara la resistencia
de la ciudad por lo que mandó a
Salah
ed
Din
un
mensaje
pidiéndole que le eximiera de
cumplir su palabra de no luchar
contra él, a lo que Salah ed Din
accedió.
Inicialmente
se
rechazó
todas las propuestas de Salah ed Din de capitulación, pues ningún cristiano quería ceder la
ciudad, que consideraban, al igual que los musulmanes, santa. Entonces Salah ed Din se decidió,
pues, a tomar la ciudad por la fuerza. En octubre de 1187 la situación de los defensores era ya
desesperada, y Balián trató de negociar la rendición. Salah ed Din se negó pues había jurado
tomar la ciudad por la fuerza al rechazarse sus ofrecimientos iniciales, no tenía razón para ceder
en nada (se cuenta que mientras Balián explicaba sus condiciones de repente un estandarte
sarraceno se izó en un baluarte, muestra de que las tropas de Salah ed Din ya habían entrado). Sin
embargo, cuando Balián amenazó destruir completamente la ciudad antes que entregarla sin
condiciones, Salah ed Din consultó con sus emires y decidió perdonar la vida a los habitantes a
cambio de la rendición de la ciudad, aunque sus emires exigieron que pagasen un impuesto por
salvar la cabeza.
Una vez en posesión de la ciudad Saladino entregó los lugares sagrados cristianos a
sacerdotes ortodoxos. Aunque convirtió las iglesias en mezquitas, Saladino tomó medidas para
evitar que sus soldados exaltaran los ánimos cristianos. Balian pagó la compra de casi diez mil
pobres y muchos que no pudieron pagar el impuesto para salir de Jerusalén aun tuvieron una
relativa suerte: el hermano de Saladino, Saif ed-Din (Al-Adil), pagó por una buena cantidad de
ellos, como tributo a Alá por la victoria. No fue el único, siendo seguido por varios miembros de la
corte. El mismo Saladino, en un acto de generosidad, perdonó a todos los ancianos de la ciudad.
19
Finalmente Saladino pudo entrar en la Mezquita de la Roca, el tercer lugar sagrado para los
musulmanes después de la Meca y la Medina.
En Occidente, al enterarse de estas trágicas noticias, el Papa Urbano III llamó a Europa a las
armas para recuperar el Santo Sepulcro, en manos ahora de Salah ed Din La respuesta no se hizo
esperar, destacando los reyes Federico I (Barbarroja) del Sacro Imperio Romano Germánico, el rey
francés Felipe II Augusto, el duque Leopoldo de Austria y el monarca inglés Ricardo I "Corazón de
León". El emperador Federico I inició su viaje por tierra, mientras que Ricardo y Felipe los
iniciaron por mar con el objetivo de ayudar a Guy de Lusignan, que estaba siendo asediado por
Salah ed Din. Afortunadamente para Salah ed Din, Federico I murió ahogado en un río de Anatolia,
y su ejército se disgregó y regresó a su país. Sin embargo, los ejércitos de Felipe y Ricardo I
Corazón de León llegaron a su destino, provocando la retirada de Salah ed Din. Pero nuevamente
la fortuna le sonreía a Saladino, pues los cruzados pronto discutirían entre sí. El rey de Francia
abandonó la cruzada después de que el orgulloso Ricardo se quedara con el mejor palacio y no lo
tratara como igual, y el duque de Austria tras ver ofendido su estandarte por Ricardo, que lo arrojó
de un baluarte, además del reconocimiento de Ricardo por la mayor parte del ejército como Líder
Supremo.
A partir de ese momento Ricardo, comenzó a conquistar todas las plazas fuertes hasta que
pudo dirigirse hacia Jaffa a través de la costa. Al poco la caballería de Salah ed Din empezó a
hostigar su avance, siendo repelida sin muchas bajas por parte de los cruzados. Este acoso
continuó durante días hasta que los cruzados consiguieron llegar hasta Jaffa donde se instaló un
campamento a través del que recibían las provisiones de la flota que avanzaba por la costa. El 7 de
septiembre de 1191 el campamento fue levantado y se cruzó el río Racheteille al amanecer,
encontrándose con el ejército de Salah ed Din que bloqueaba su avance. Salah ed Din dirigió su
ejército hacia el flanco izquierdo del ejército cruzado, provocando que Ricardo organizará su
ejército en cinco divisiones. Pese a esta organización, la caballería apoyada por lanceros y
arqueros continuó atacando, pero Ricardo aguantó sabiendo que las monturas se cansarían. Hacía
la media tarde, los caballeros hospitalarios y franceses se lanzaron contra el ala derecha de Salah
ed Din, donde estaba formada la caballería. Ante el éxito de ese ataque, Ricardo decidió enviar a
los Templarios, bretones y angevinos a una segunda carga sobre el flanco izquierdo. Salah ed Din
viendo que su ejército era sorprendido por el contraataque cruzado se vio obligado a enviar a su
guardia personal, los cruzados consiguieron aguantar el empuje y continuaron atacando,
provocando la derrota de buena parte de las tropas de Salah ed Din, mientras el resto se dispersó
por las colinas de Arsuf. Salah ed Din tuvo aproximadamente 7000 bajas.
Esta victoria permitió a Ricardo alcanzar Jaffa en tres días e iniciar la marcha sobre
Jerusalén, llegando hasta 20 Km. de la ciudad. Sin embargo, Ricardo ordenó la retirada hacía
Ascalón debido a las fuertes defensas de la ciudad, la proximidad del ejército de Saladino en la
retaguardia y al mal tiempo que había. Por fin, cuando el rey de Inglaterra oyó noticias de la
situación de su país, no tuvo más remedio que aceptar la paz, que, aunque no les devolvía
Jerusalén, les aseguraba la ruta entre Tiro y Jaffa.
Los cruzados no volvieron a conquistar Jerusalén, pero gracias al armisticio de cinco años
que firmaron Saladino y Ricardo, los cruzados tuvieron libre peregrinaje por Jerusalén, aparte de
poder reconstruir el reino paleocristiano de la franja palestino-siria, aunque este reino sería más
reducido que el primero y mucho más débil a nivel militar y políticamente que el primero, sin
embargo, conseguiría aguantar un siglo más.
Salah ed Din murió en 1193 en Damasco y fue enterrado en un mausoleo en el exterior de la
Mezquita Omeya de Damasco. El emperador alemán Guillermo II donó un sarcófago en mármol, en
la que sin embargo no descansa su cuerpo. En su tumba se exhiben la original, de madera, en la
que está el cuerpo y la de mármol vacía.
Le sucedió su hijo Al-Afdal en el trono de Siria, dando así comienzo a la dinastía Ayubí.
(Por FLP)
20
Pudo ser este lugar escogido por los Templarios
para esconder y preservar algunos de los tesoros que
encontraron bajo las ruinas del Templo de Salomón. La
geometría sagrada de la arquitectura que desarrollaron se
utilizó por los míticos Caballeros en otras regiones
europeas, en particular, en Rennes-le Chateau (Francia),
podría aportar las claves para resolver este apasionante
enigma.
En 1162, el arzobispo danés Eskil viajó a Francia
para visitar al Maestre de los Templarios, Bertrand de
Blanchefort, nueve años después de la muerte de San
Bernardo de Clairvaux, inspirador y cerebro y promotor
ante la Iglesia de la Orden del Temple en el marco de la
disciplina cisterciense. Según la versión de la historia el
propósito de esta visita fue preparar una cruzada contra
los paganos asentados en la costa oeste del Mar Báltico,
en lo que hoy es Estonia y Letonia.
Se cree que dicha cruzada se produjo en el
momento en el cual los Templarios se sentían
especialmente vulnerables tras la muerte de su gran
defensor y protector, San Bernardo. Por ello, según
algunos autores, construyeron unas iglesias en Bornholm,
donde podrían haber escondido alguno de sus tesoros (yo los busqué y la verdad es que no
encontré ninguno)
La visita de Eskil en un momento tan crítico, podría haber sido la oportunidad buscada por
dicha orden militar para ocultar y preservar algunas de las piezas más valiosas de su tesoro, como el
Arca de la Alianza y el Santo Grial (comentado con los lugareños, recogí opiniones de todo tipo). La
pequeña isla de Bornholm estaba protegida y era fácil de controlar. No parecía, por tanto, un objetivo
atractivo para aquellos invasores que desearan crear un nuevo reino.
LAS IGLESIAS REDONDAS
La iglesia de Osterlars es la más conocida y más grande de Bornholm. La iglesia está
dedicada a San Laurencio. Se la considera la más antigua de las cuatro iglesias, aunque no se sabe
con precisión cuando fue construida ninguna de ellas.
21
Probablemente fue construida en 1150, y como las demás fue usada como centro religioso y
para defenderse de los ataques de los enemigos provenientes del mar.
El techo fue añadido mucho más tarde, cuando la iglesia ya había perdido importancia como
estructura defensiva.
NOTA. En esta iglesia se hicieron prospecciones con GPR (Radar de penetración en el suelo)
y se descubrió una cripta debajo de la iglesia, pero las autoridades eclesiásticas negaron el permiso
a los arqueólogos para efectuar estudios en la misma. ¿Por qué?......
La iglesia de Olsker, con sus 26 metros de
altura es la más alta y más elegante de las cuatro
iglesias. Se construyó hacia el 1150 pero ha sido
reconstruida y reforzada en varas ocasiones, la
más reciente hacia la mitad del S. XX,
reemplazándose el altar entre otras cosas.
Si se sube arriba de las escaleras se comprende
rápidamente por qué es imposible capturar la
iglesia para un invasor enemigo; hay nueve
nidos o trincheras.
La parte alta de la pared formaba parte del
parapeto defensivo que rodeaba el techo plano
original.
La iglesia de Nylars, esta es la iglesia mejor conservada de las cuatro, también usada para la
defensa frente invasores.
Se cree que la iglesia se
erigió en 1160 y loa murales
alrededor de la columna central
cuentan la historia de la
creación de Adán y Eva, la
Caída y su expulsión del Jardín
del Edén. Está dedicada a San
Nicolás de Bari, patrón guardián
de los marineros. Dentro de la
iglesia hay dos de las cuarenta
piedras rúnicas de Bornholm.
Iglesia de Nyker, ésta es
la más pequeña de las cuatro.
Loa historiadores creen que la
iglesia
fue
construida
a
principios del siglo XIII, cuando
los estragos que Weds solía
causar en la isla disminuyeron.
A diferencia de las otras
iglesias, no parece mostrar signos de haber sido usada con
propósitos defensivos.
La fuerte columna en el medio de la iglesia está ricamente decorada con murales de diferentes
periodos. No fue esta el S. XVII cuando el techo cónico fue añadido. Durante el período católico la
iglesia fue dedicada a todos los santos.
(Por Jaume Mestres i Capitán)
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“EL MENSAJE MÁS HERMOSO”
Es la tarde de un viernes típico y vas conduciendo tu coche hacía casa.
Sintonizas la radio. Las noticias cuentan una historia de poca importancia. En un pueblo muy
lejano han fallecido tres personas de alguna gripe que antes no se conocía. No le prestas mucha
atención al acontecimiento.
El lunes cuando despiertas, escuchas que ya no son tres, sino treinta mil personas las que
han muerto en las remotas colinas de la India.
Gentes del control de enfermedades de los EEUU, han ido a investigar.
El martes ya es la noticia más importante de la primera plana del periódico, porque ya no solo
es en la India, también en Pakistán, Irán y Afganistán y pronto la noticia sale en todos los noticieros.
Le están llamando la “Influencia Misteriosa”, y todos se preguntan: ¿Y como vamos a
controlarla?
Entonces una noticia sorprende a todos: Europa cierra sus fronteras, no habrá vuelos a
Francia desde la India ni desde ningún otro país donde se haya detectado la enfermedad.
Hay pánico en Europa.
La información dice, que cuando tienes el virus, es cosa de una semana y ni cuenta te das.
Luego cuatro días de síntomas horribles y después la muerte.
Inglaterra cierra también sus fronteras, pero ya es tarde, pasa un día más y el presidente de
los EEUU, cierra las fronteras a Europa y Asia, para evitar el contagio en el país, hasta que
encuentren la cura…
Al día siguiente la gente se reúne en las iglesias para rezar por una cura, entra alguien
diciendo: “Dos mujeres han muerto en Nueva York. En horas parece que la enfermedad invade todo
el mundo.
Los científicos siguen trabajando sin descanso para encontrar el antídoto, pero nada
funciona. Y de repente llega la noticia esperada: “Se ha descubierto el código de ADN del virus. Se
puede hacer el antídoto.
Va a requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado por el virus, se corre la voz
para que todo el mundo vaya al hospital más cercano para hacerse análisis de sangre.
Vas de voluntario con toda tu familia, preguntándote ¿Qué pasará?, ¿Será este el fin del
mundo?...
De repente el doctor sale gritando un nombre que previamente ha leído en el registro.
El más pequeño de tus hijos está a tu lado, te coge de la chaqueta y te dice; “Papi, ese es mi
nombre”…
Antes de que puedas reaccionar se llevan a tu hijo y gritas: ¡¡¡Esperen!!!... Y ellos contestan:
Todo está bien, su sangre está limpia, su sangre es pura. Creemos que tiene el tipo de sangre
correcta.
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Después de cinco largos minutos los médicos salen llorando y riendo.
Es la primera vez en una semana que ves a alguien reír.
El doctor de mayor edad se te acerca y te dice: Gracias señor, la sangre de su hijo es perfecta,
es limpia y pura, puede hacerse el antídoto contra esta enfermedad.
La noticia corre por todas partes, la gente está llorando y rezando de felicidad.
En eso el doctor se acerca a ti y a tu esposa y dice: ¿Podemos hablar un momento? No
sabíamos que el donante sería un niño y necesitamos que firmen este documento autorizándonos a
usar su sangre.
Cuando lees el documento te das cuenta de que no pone la cantidad de sangre que necesitan,
y preguntas: ¿Cuánta sangre?...La sonrisa del doctor desaparece y contesta: No pensábamos que
sería un niño. La necesitamos toda…
No lo puedes creer… “Pero, pero…
El doctor sigue insistiendo, “usted no entiende, estamos hablando de la cura para todo el
mundo”. Por favor firme, la necesitamos toda. Tú preguntas, ¿Pero no pueden hacerle una
transfusión?... y viene la respuesta: Si tuviéramos sangre limpia podríamos… ¿Firmará? ¿Por
favor?... Firme…
En silencio y sin poder sentir ni los dedos que sostienen el bolígrafo en la mano, firmas.
Te preguntan ¿Quieren ver a su hijo?
Caminas hacía ese frío box del área de urgencias donde está tu hijo sentado en la cama
diciendo: Papi, Mami, ¿Qué pasa?
Tomas su mano y le dices:”Hijo tu madre y yo te amamos y nunca dejaríamos que te pasara
algo que no fuese necesario, ¿comprendes eso?
Y cuando el médico regresa y dice: “Lo siento necesitamos empezar, hay gente muriendo en
todo el mundo”… ¿Puedes irte?, ¿Puedes darle la espalda a tu hijo y dejarlo allí?... Mientras el te
dice: ¿Papi, Mami, porque me dejáis hache?...
A la semana siguiente, cuando hacen una ceremonia para honrar a tu hijo, algunas personas
se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque han preferido salir de paseo o quedarse en
casa viendo un partido de fútbol en la televisión y otras vienen con una falsa sonrisa fingiendo que
les importa.
Quisieras gritar: ¡¡¡Mi hijo murió por todos ustedes!!! , ¿Acaso no les importa?...
Tal vez eso es lo que Dios nos quiere decir: “Mi hijo murió por vosotros”, ¿todavía no sabéis
cuanto os amo?
Es curioso lo simple que es para las personas desechar a Dios y después preguntarse porque
el mundo va de mal en peor.
Es curioso ver como creemos todo lo que leemos en los periódicos, pero cuestionamos lo
que nos dice la Biblia.
Es curioso como nos esforzamos día tras día atesorando bienes terrenales y no dedicamos
unos cuantos minutos a atesorar los bienes celestiales.
¿ES CURIOSO VERDAD?
(Realizado a partir de un PPS recibido, gentileza de Fernando Barceló)
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La película que traemos hoy, quizás no ha
obtenido el reconocimiento por parte del público
que hubiese merecido.
Para muchas personas este film resultó
muy difícil de digerir, eternamente aburrido. Tal
vez porque esperaban ver otra película más de
esas en que el director inventa lo inventable con
tal de que sea comercial, aunque para ello tenga
que reinventar la historia.
Sin embargo yo opino que se trata de un
buena película, pues realmente se muestra como
era realmente la vida de un Templario, con un
final triste, si, pero verosímil.
Por lo que invito a aquellos que no la han
visto, a aquellos que empezaron a verla y no la
terminaron y a aquellos que la vieron pero no les
gustó, a que lo intenten de nuevo y profundicen
un poco, posiblemente cambiéis de opinión
respecto a este film.
SINOPSIS
René es un monje entregado a su
vocación como miembro de los reconocidos
Caballeros Templarios, una orden religiosa cuya
misión de proteger a los peregrinos cristianos ha
degenerado en un imán de poder que atrae riqueza e influencia en el Reino de los Cruzados.
Desilusionado con los corruptos motivos de sus superiores, Rene es hecho cautivo en el campo de
batalla por unos bandoleros. Logra huir y es rescatado por Hasán, un misterioso viajero musulmán.
Los dos se refugian en un oasis aislado donde Rene comienza a albergar dudas acerca de sus votos
de castidad y obediencia y su compromiso con el espíritu de los cruzados. Pero el secreto que
esconde Hasán atrae sobre el pequeño oasis la ira de las fuerzas de Saladino, desencadenándose
una confrontación de devastadoras consecuencias, pero que contienen las respuestas que busca su
atormentada alma.
INTERPRETES:
Tim Abell (René), William Mendieta (Hasan), Mapi Galán (Sohelia), Nicholas Cadí (Omar), Scott
Cleverdon (Geoffrey), (Yaqut).
(Por FLP)
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IGLESIA DE LA VERA
VERA CRUZ (SEGOVI
(SEGOVIA)
OVIA)
Su aparente peculiar forma circular
nos hace recordar sus precedentes en la
Mezquita de la Roca de Jerusalén y en la
Basílica del Santo Sepulcro también en
Jerusalén.
Sirvió como parroquia al arrabal de
Zamarramala, hasta el año 1692.
Su aparente peculiar forma circular
nos hace recordar sus precedentes en la
Mezquita de la Roca de Iglesia de la Vera
Cruz.
Su construcción se atribuye a los
Caballeros Templarios, pero actualmente se
considera que fue construida por la Orden del
Santo Sepulcro como Encomienda dependiente de su Colegiata de Toro (Zamora). Cuando esta
Orden se unió a la de San Juan de Jerusalén, el templo pasó a dominio de esta última (1531) en la
cual ha permanecido hasta nuestros días.
En 1820, Gómez de Somorrostro habla de la iglesia
llamada "Vera Cruz"; la inscripción dedicatoria de 1208 la nombra
como "El Santo Sepulcro", y el pueblo llano la conoce en Segovia
por el sonoro apelativo de "Los Templarios".
Según un documento conservado en los archivos
parroquiales del cercano pueblo de Zamarramala, sobre cuya
autenticidad se discute acaloradamente, el papa Honorio III,
mediante un Breve "auténtica" fechado el 13 de mayo de 1224,
remite a los Caballeros del temple de Jerusalén en Segovia una
reliquia de la cruz del Gólgota: "El infrascripto Secretario de la
Silla Apostólica da testimonio a todos y cada uno de los fieles
cristianos que estas letras vieren: que Honorio III siervos de Dios,
tomo de un fragmento del brazo derecho de la Cruz del Salvador
del que formo dos cruces y reunidas la una sobre la otra en
forma de cruz patriarcal, las cerro en otra de oro, sumamente
labrada por el estilo gótico y adornada de piedras preciosas. Que
regalo para perpetuar su culto a los Caballeros Templarios al acto de su profesión, como principal y
glorioso trofeo de esta Militar Orden, a la iglesia del Sepulcro del Santísimo Cristo que esta al
Septentrión de Segovia. Dado en Roma y sellado con el sello del Pescador a 13 de mayo de 1224.
Así pues, resulta que en su origen el templo segoviano se llamaba del Santo Sepulcro y
albergaba una reliquia de la Vera Cruz, por lo que al correo de los años el nombre de la reliquia se
hizo extensivo al edificio que la guardaba. Por la enorme fama del Lignum Crucis visitó Fernando III
"el Santo" hacia 1254, que se veneró ininterrumpidamente en la iglesia poligonal desde su traslado,
en 1692, a la iglesia de Zamarramala -Miraflores en la Edad Media-, donde hoy día se conserva
celosamente custodiado por sus vecinos. En la capilla de la Vera Cruz, solamente ha quedado el
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recuerdo de la milagrosa, casi mágica, reliquia en el tímpano de la portada Oeste, que reproduce en
piedra enrojecida el Lignum Crucis en forma de cruz de Lorena o Caravaca.
En el interior de esta iglesia, los caballeros de la Orden de Malta, continúan actualmente con
sus oficios, destacando la procesión del Viernes Santo, donde los caballeros ataviados con su
indumentaria tradicional procesionan en los oficios de Semana Santa.
Características
La iglesia gira en torno a un edículo central
poligonal de doce lados, sobre el cual gira una sola
nave circular, compuesta por un polígono de doce
lados (dodecagonal), tres de ellos ocupados por tres
ábsides de semitambor y un cuarto por la torre. El
edículo central sobresale al exterior del tejado
formando una linterna.
Posteriormente se le añadió a la iglesia un
cuarto ábside que fue utilizado como sacristía, y la
Torre del campanario.
Al exterior, este cuarto ábside o
sacristía sólo presenta una pequeña ventana
de arco de medio punto en ladrillo.
Al exterior las paredes son lisas y muy
sencillas, sólo en la parte superior de cada
lado encontramos una pequeña ventana en
forma de saetera de medio punto, que sirve
para dar luz al interior del templo. Por encima
de estos vanos y como únicos elementos
decorativos unas molduras corren por cada
uno de los lados del polígono. Los muros se
encuentran reforzados al exterior mediante
contrafuertes en las aristas.
Dos puertas de acceso y sobre una de ellas, la
principal una cornisa con canecillos. Los ábsides también
disponen de escasa decoración.
Puerta principal (fachada oeste) Esta puerta resalta
sobre el muro, en la parte superior un tejaroz decorado
con canecillos la protege. Por encima de estos una
ventana. El vano de la puerta es adintelado, con un
tímpano liso y cuatro arquivoltas decoradas con dientes
de sierra o zig zag. Seis columnas con capiteles figurados
que parecen representar: aves, sirenas-pájaro, luchas
entre guerreros, bustos humanos y demonios entre otros.
Puerta de acceso a la iglesia (fachada sur) Se trata de una
puerta formada por un arco de medio punto sin tímpano.
Esta puerta es más sencilla que la del lado oeste, su
decoración se limita a una moldura de tacos y algún
baquetón, la decoración de las arquivoltas es casi nula;
cuatro columnas en cuyos capiteles predomina la
temática vegetal junto con alguna figura que representa
una sirena-pájaro y unos bustos humanos.
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En la parte superior un relieve en bastante mal estado, que representa a las Santas Mujeres y
el Ángel frente al sepulcro vacío de Cristo, aunque en la interpretación de este relieve hay
discrepancias.
Torre Se trata de una torre de planta cuadrada, formada por cuatro cuerpos. El último cuerpo
aloja las campanas y se abre al exterior mediante dos ventanas formadas por arcos de medio punto
en cada uno de sus lados. Se cubre la torre con un tejado a cuatro aguas. La base de la torre se
encuentra reforzada por contrafuertes en cada uno de sus lados. Frente a ella los restos de lo que
pudo ser la primitiva torre de la iglesia, que en sus orígenes debía encontrarse exenta al templo.
Capilla del Lignum Crucis Durante siglos en
esta capilla se veneró un Lignum crucis, reliquia que
hoy día se encuentra depositada en la parroquia de
Zamarramala ante los reiterados intentos de robo de
esta iglesia. La capilla se encuentra situada en la
planta baja de la torre.
Es en este lugar, en la parte recayente al
interior de nave, donde se encuentran los restos
incompletos de la antigua decoración mural de la
iglesia. Se tratan de retazos de pintura de estilo
románico. En el interior de la capilla encontramos una
hornacina tallada en piedra (siglo XVI), con el escudo
de uno de los comendadores de la Orden del Santo
Sepulcro.
En el ábside central una talla de Cristo Crucificado del siglo XIII, preside toda la iglesia. En el
ábside derecho encontramos una imagen románica en piedra, de la Virgen de la Paz, titular de la
iglesia desde el traslado del titulo parroquial a la iglesia de Zamarramala en el año 1692. En el ábside
izquierdo se encuentra la Capilla del Sagrario, imagen de San Juan Bautista, patrono de la Orden de
Malta. Se trata de una copia en piedra cuyo original se encuentra en la sede de la Orden en Madrid.
La sacristía es en realidad un ábside que fue añadido posteriormente, con el fin de cumplirlas
funciones de la sacristía.
Retablo de la Resurrección Situado en el
testero que queda frente a la puerta de acceso,
representa escenas de la vida de Cristo. Fechado
en 1516 de la escuela castellana, estuvo colocado
en el ábside central.
El edículo central se compone de dos
pisos, el inferior que es hueco permite el paso
entre los distintas partes de la iglesia, mientras
que el piso superior cerrado con una cúpula, tiene
un altar con arquerías talladas de inspiración
árabe o visigótica.
Parte inferior del edículo El piso inferior al
igual que ocurre con el superior nos es
desconocida su función. Podría tratarse de un
recinto con funciones penitenciales. Dispone de
cuatro accesos mediante arcos apuntados que
coinciden con los cuatro puntos cardinales,
mientras que el resto de los ocho lados se
decoran con arcos ciegos al exterior ligeramente
apuntados. El recinto de la nave se cubre con
bóveda de crucería cuyos nervios se apoyan en
columnas situadas en los vértices exteriores del
polígono que forma el edículo. A esta cámara a
veces, se la ha descrito como una especie de cripta o cueva, y realmente eso es lo que parece.
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Parte superior del edículo Por una doble escalera adosada al edículo se accede al piso
superior, cubierta por una cúpula califal. En su interior encontramos una mesa de altar con
decoración un tanto oriental. El altar de forma prismática, está decorado con arcos de medio punto
ciegos que se cruzan entre sí formando ojivas y que vienen a apoyarse en pequeñas columnas de
tipo salomónico. La función que cumplía esta cámara es difícil de precisar, pero se supone que era
una cámara que servia para que los caballeros de la Orden de Malta velasen sus armas. En la
actualidad aquí se celebran algunos actos de la Orden de Malta. La cámara dispone de cuatro vanos
orientados a los cuatro puntos cardinales, el que más llama la atención, aquel que se abre
directamente sobre el altar mayor del ábside central y que queda justo enfrente de donde se sitúa la
escalera de acceso. La cúpula se sostiene en cuatro arcos, que son paralelos dos a dos, y que como
es propio del arte musulmán se cruzan entre sí dejando en el centro un espacio libre de forma
rectangular.
En las paredes del edículo encontramos dos hornacinas, una de ellas ocupada por un icono
de Nuestra Señora de Philermo, patrona de la Orden de Malta y en la otra un icono de San Juan
Bautista, patrón de la misma orden.
Interior En la actualidad en los muros de la nave
circular penden diversas banderas de la Orden de
Malta, a modo de decoración: Bandera de la Orden y
religión de San Juan de Malta, Bandera de la Lengua
del Delfinado y de Auvernia, Bandera de la Lengua de
Italia, Bandera de la Lengua de Inglaterra, Bandera de
la Lengua de Castilla y León, Bandera de la Lengua de
Alemania, Bandera de la Lengua de Aragón y Navarra,
Bandera de la Lengua de Francia, Bandera de la
Lengua de Provenza y Bandera del Estado de la
Soberana Orden Militar de Malta.
LEYENDA SOBRE LA IGLESIA
Se dice que recién inaugurada la iglesia murió
un caballero de la orden y que se le dejó dentro de la
iglesia durante toda la noche antes de ser enterrado.
En un descuido de los demás hermanos de la orden,
dejaron sólo el cadáver... los grajos entraron en la
iglesia y se ensañaron con el cuerpo, que quedó
destrozado. Al regresar, el prior de la Orden puso el
grito en el cielo y espantó las aves a la vez que les
echaba una maldición para que no volviesen a aparecer
por la iglesia. La leyenda asegura que nadie ha vuelto a
ver grajos sobre el tejado de la Vera Cruz.
(Por J. Javier Torres)
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El último de los Templarios vino al mundo en
Vitrey ó en Molay, departamento del Alto Saona de la
diócesis de Besauçon cerca de las laderas del Jura, en
1244.Seducido desde muy joven por la piedad , la
valentía y la honestidad de los caballeros del Temple,
siempre deseó ingresar en la Orden. Lo intentó varias
veces, pero el artículo 62 de la norma que San Bernardo
dio a los Templarios decía textualmente” Aquel que tenga
por designio meter a su hijo ó a su pariente en la religión
de los Caballeros, que lo críe hasta la edad en que tenga
la fuerza y el valor para llevar las armas “En otras
palabras no estaba permitido el ingreso de muchachos
que no hubieran alcanzado la mayoría de edad (21 años).
El joven Jacques nacido el mismo año de la caída
de Jerusalén, tuvo, pues, que esperar hasta 1265 para ser
admitido por la Orden de los Templarios en la ciudad de
Beaune.
Jacques era un hombre de acción aunque
inteligente y fiel a sus ideas en grado extraordinario, se
había ordenado exclusivamente pensando en la
recuperación de los Santos Lugares y en el combate
contra los infieles. Había ingresado en tiempos del Gran
Maestre Tomás Berard, pero en 1273 se había hecho cargo de la Orden el Gran Maestre Guillermo de
Bellojoco. Este era un hombre contemplativo y poco dado a la acción directa como es lógico su
actitud frente a los sarracenos fue coherente con su temperamento pasivo y nada agresivo. Bellojo
toleró sin remitirse los sucesivos avances musulmanes en Tierra Santa hasta que toda ella estuvo en
manos enemigas.
De Molay era muy diferente, había sido el estratega que tomó Tortosa en compañía de
Aymerico señor de Tiro y luchó contra los sarracenos con enorme valor durante muchos años, sin
retroceder siquiera cuando las fuerzas del Soldán de Babilonia, muy superiores llevaron a los
Templarios al borde del mar. Por lo tanto no concebía una actitud contemporizadora en este asunto,
y pronto comenzó a quejarse amargamente de la actitud del Gran Maestre. Con seguridad estas
protestas se hacían en privado, ya que la regla de la orden estaba por encima de sus deseos
personales y estratégicos y en ningún caso habría disentido públicamente con un superior. Sin
embargo, a los ojos de muchos Templarios la actuación de Bellojoco bordeaba peligrosamente el
espantoso delito de traición a Cristo y a la Iglesia. De Molay nunca olvidó el sufrimiento de sus
hermanos al no ser incluidos en la tregua que se pactó con los musulmanes, periodo en el cual los
Templarios fueron el único grupo armado que continuó entregando su sangre en la batalla sin
exhalar una queja y sin que Bellojoco exigiera para sus tropas el mismo reposo que correspondía al
resto de las tropas cristianas.
La carrera de De Molay en el Temple fue meteórica, ascendió en la jerarquía de la Orden de
manera muy rápida y pronto fue nombrado visitador general de Bretaña. Como consecuencia de su
cargo comenzó a pasar mucho tiempo en Inglaterra y su buena disposición, su enorme capacidad y
su valor a toda prueba, en todo momento preconizó la necesidad de emprender una nueva cruzada
para recuperar Jerusalén le granjearon la simpatía de los ingleses tanto señores como villanos, lo
que, a la postre, iba a tener una gran importancia en los trágicos acontecimientos que se
desarrollarían más tarde. Durante su estancia en Inglaterra Jacques fue ascendido a gran preceptor
de ese país, cargo que le dejaba en una inmejorable posición para aspirar a la sucesión de Theobald
de Gaudín, que había llegado al Maestrazgo tras la muerte de Bellojoco.
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Theobald falleció cuando Jacques llevaba 33 años en la Orden-poco tiempo desde el punto de
vista de una organización como el Temple, y fue entonces en 1298 cuando Jacques de Molay con 54
años fue nombrado Gran Maestre de la Orden y señor de todos los Templarios desperdigados por
el mundo conocido, sólo sometidos a la autoridad del Papa.
Pero había sido nombrado en un momento
difícil .Las cruzadas había fracasado en su
conjunto y los musulmanes había derrotado a los
cristianos
en
sucesivas
ocasiones,
arrebatándoles
numerosas
ciudades
y
fortificaciones que eran vitales para el éxito de la
campaña. De todos los ejércitos europeos que
había luchado en oriente, sólo los Templarios y
los Hospitalarios quedaban en pié para continuar
la lucha.
De Molay tuvo que tomar., pues, una
decisión complicada: o retirarse y permitir que
los sarracenos obtuvieran una victoria completa,
ó tratar de reorganizar a los Templarios e
intentarlo nuevamente. Eligió esta última opción,
y llevó a los caballeros a la isla de Chipre, con la
esperanza de que los estados y los señores lo
apoyaran en su idea de organizar una nueva
cruzada. El objetivo era liberar, esta vez
definitivamente, los Santos Lugares.
La isla de Chipre había sido comprada por
los Templarios a Ricardo Corazón de León, por
una gran suma de dinero 100.000 besantes
sarracenos. Su compra se había formalizado en
1193, durante el maestrazgo de Roberto de Sable
que había pagado una cuota de entrada de 40.000
besantes. La idea de Sable había sido establecer como núcleo y base de operaciones del Temple,
una gran fortificación en esa isla, escala natural en la ruta a oriente, fácil de defender y a mitad de
camino de cualquier destino mediterráneo, Asia menor, Egipto, el Afrecha, Libia ó Marruecos y
Europa.
El proyecto de aquel Gran Maestre resultó fallido, mientras el organizaba los asuntos de la
Orden en Francia
e Inglaterra, dejó a algunos Templarios como guarnición en Chipre.
Desafortunadamente eligió a los peores. Aquellos Templarios decidieron enriquecerse a costa del
pueblo chipriota en ausencia de Sable y otros superiores de la Orden, y comenzaron a agobiar al
pueblo de la isla con diezmos, impuestos y otras exacciones que la mismísima regla de San
Bernardo de Claraval les prohibía percibir. El abuso no podía sino terminar con una trágica y
sangrienta revuelta popular contra los establecimientos del Temple en la isla, lo que obligó a que la
jerarquía desistiera de la idea de establecerse allí. Los Templarios quisieron devolver Chipre a
Ricardo Corazón de León, pero el soberano se negó a restituir el oro percibido, ya que la isla no le
interesaba. Finalmente accedió, vendiéndosela por segunda vez a Guy de Lusignan. Este permitió,
después de la caída de Acre en 1291 el regreso de los Templarios a Chipre siempre y cuando sus
responsables se ocuparan de establecer una convivencia armoniosa entre los monjes y los isleños.
Siete años más tarde el Gran Maestre Jacques de Molay, recientemente elegido tuvo la idea de
establecerse con los suyos en la isla.
Organizó entre 1293 y 1305 múltiples expediciones contra los musulmanes y logró entrar en
Jerusalén en 1298 derrotando al Sultán de Egipto, Malej Nacer, en 1299 cerca de la ciudad de Edesa.
En 1300 organizó una incursión contra Alejandría y estuvo a punto de recuperar la ciudad de Tortosa
en la costa Siria para la cristiandad.
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En 1307 el Papa Clemente V y el rey
de Francia Felipe IV el hermoso,
ordenaron la detención de los Templarios,
entre ellos su Gran Maestre Jacques de
Molay que se encontraba en París, bajo la
acusación de sacrilegio contra la Santa
Cruz, simonía, herejía e idolatría. De Molay
declaró y reconoció bajo una enorme y
cruel tortura los cargos de los que eran
acusados, aunque con posterioridad se
retractó, y por ello fue quemado vivo el 18
de Marzo de 1314 frente a la catedral de
Notre Dame, en la isla de los judíos, dónde
nuevamente volvió a retractarse en forma
pública de cuantas acusaciones se había
visto obligado a admitir, proclamando la
inocencia de la Orden y maldiciendo a los
culpables de la conspiración.
“Dios sabe quien se equivoca y ha
pecado y la desgracia se abatirá pronto
sobre aquellos que nos han condenado
sin razón. Dios vengará nuestra muerte.
Señor sabed que, en verdad, todos
aquellos que nos son contrarios, por
nosotros van a sufrir.”Clemente, y tú
también Felipe, traidores a la palabra dada
y esclavos y presos de la avaricia os
emplazo a los dos ante el Tribunal de
Dios. A ti Clemente antes de cuarenta
días, y a tí Felipe, dentro de este año”
.
En el plazo de un año dicha
maldición se cumplió, Clemente V falleció
el 20 de Abril de 1314, y Felipe el 29 de
Noviembre del mismo año, a causa de un
accidente de caza en el bosque de
Fontaineblau.
(Por J. Javier Torres)
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Castillo Templario de Monzón – Huesca - Comarca del Cinca Medio
Rodeada por ríos Sosa y Cinca, la escarpada
colina sobre la que se alza el imponente castillo
Templario, debió ser colonizada en época ibérica, al
menos lo fue el cerro próximo a Las Celias,
importante yacimiento íbero.romano de Tolus o
Tolous, cristianizado por el Santuario de la Virgen
de la Alegría.
Los árabes llegan a Monzón en el 714,
llamándole “Monzones”. Su enclave en el límites de
los distritos de Huesca y Lérida sirvió para provocar
algunos enfrentamientos entre los poderes
respectivos. En el año 872, Is-mail de la familia Banu
Qasi de Zaragoza capturó al gobernador de esta
ciudad y luego ocupó la población del Monzón,
mientras su hermano Mutarrif se apoderaba el
mismo día de Huesca, era de los Banu Amrus,
dominado así la Marca Superior.
La reacción de la jefatura cordobesa
propició que en el 873, Jalaf, señor de
Barbitaniya, asaltara Monzón entregando a Ismail
al emir Muhammad. Puesto en libertad Ismail
volvió a Monzón con ánimo vengativo,
ingeniándoselas para casarse con la hija de Jalaf,
al nacerles un hijo invitó a su suegro y ocho
cuñados, apresándolos y matándolos a todos. El
cronista al-Udri registra actividad bélica en
Monzón en el primer tercio del S.X, y en el S.XI
pertenecía a los Banu-Hud, ocupando la ciudad el Cid
Campeador al frente del ejército musulmán de alMutamin de Zaragoza 1083 (lo cuál nos confirma que
Rodrigo Díaz de Vivar era un mercenario, que nada
tiene que ver con las historias que nos han contado) –
“sin que el rey Sancho Ramírez que lo presenciaba
todo se atreviera a dar un paso para impedirlo”.
La gran ofensiva sobre el Cinca encabezada
por el Infante Pedro logró ocupar las plazas fuertes de
Estada, Estadílla y Monzón – 1089 -, siendo
distinguido con el título rey de Monzón. Pero una de
sus aceifas los musulmanes se adueñaron nuevamente de la población. Recuperada por Don Tizón,
probablemente cayó en manos almorávides en 1126, entregándola al Conde Ramón Berenguer III de
Barcelona que lo pudo devolver en la entrevista sostenida con Alfonso I – 1127 – en el castro de
Calasanz. En 1130 figura como leyente García Ramírez futuro rey de Navarra y nieto del Cid.
A la muerte de Alfonso I – 1134 – la villa fue concedida como señoría a un ricohombre llamado
Tizón, designando al castillo en aquel tiempo Mont Tizonis en consideración a su nuevo señor, del
que podría derivarse el nombre de Monzón.
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Aferrándose al extraño testamento del Batallador, la Orden del Temple recibe de Ramón
Berenguer IV, que gobernaba en Aragón desde 1137, los castillos de Monzón, Chalamera y Mongay,
convirtiéndose así el castillo de Monzón en la principal encomienda del Temple en el reino aragonés.
Los Templarios inician en 1143 la transformación de la fortaleza en convento, siguiendo las pautas
austeras de los cistercienses.
Una etapa transcendental en el devenir del castillo
le une a la infancia de Jaime I, pues aquí permaneció en
total aislamiento entre agosto de 1214 y tal vez junio de
1217, encargándose el Gran Maestre del Temple Guillen
de Montredón de su tutela. Acompañado de su primo el
conde Provenza estuvo en situación de encierro, casi
prisionero, durante dos años y medio. Con nueve años
fue proclamado rey, saliendo de estas venerables piedras
con rumbo a Zaragoza, aunque durante toda su vida
seguirá profundamente unido a la Orden Templaria y
fortaleza de la villa de Monzón.
Un siglo después el papa disolvió la Orden del
Temple. El ejército de Jaume II lo asedió durante siete
meses y conquistó el castillo, defendido por el Comendador Berenguer de Bellvis – 1308 –
entregándose las posesiones Templarias a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, concretamente
Monzón en 1317. Fue perdiendo importancia con el tiempo, manteniéndose la encomienda hasta el S.
XVIII. Testigo de esta decadencia fue el geógrafo portugués Labaña a principios del S.XVII”….en lo
alto hay un antiguo castillo muy arruinado, fuerte para aquellos tiempos, e el cuál aún hay en pié la
iglesia de San Nicolás……”.
El rey Pedro IV favoreció las instituciones
comunales de Monzón, convocando en la villa
numerosas cortes, reunidas en la espaciosa nave de
la colegiata. Al igual que la muralla oscense, el
enfrentamiento castellano-aragonés del S. XIV
conllevó reparaciones en el cercado y foso del
castillo.
Posteriormente los hechos de armas fueron
más puntuales. En la Guerra de la Independencia
catalana contra Felipe V – 1640 – el castillo se rindió
ante el ejército franco-catalán de La Motte – 1642 –
siendo recuperado el año siguiente por las tropas
castellanas de Felipe de Silva. El castillo fue
reformado, agregándose amplios baluartes.
Durante la guerra de Sucesión, Francisco
Bamoya ganó a los monzoneses a la causa del
archiduque y apresó a los franceses que custodiaban el
castillo – 1705 – reteniéndolo dos años. Nuevamente lo
conquistaron los archiducales tras duro sitio que
provocó la ruina de la villa- 1709 -. En un plano de 1710
las fortificaciones se extendían hasta el vecino cerro de
Santa Quiteria, uniéndose al castillo por un pasillo
cubierto.
En la guerra de la Independencia fue asediado
varias veces, con sucesivos cambios de mano. Durante
la guerra civil, de 1823 fue rendido por los realistas,
convirtiéndose en cuartel de artillería hasta fines del S.
XIX.
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En los últimos años el castillo ha adquirido notable relevancia local, acrecentada por los
campos de trabajo que el Centro de Estudios de la Historia de Monzón (CEIMO) viene realizando
cada verano.
Descripción
La perspectiva desde el lado oriental, por el que accedemos, es de una fortaleza moderna, en
realidad rejuvenecida por materiales distintos a los originarios pues predomina el tono anaranjado
del ladrillo que oculta sillares pétreos a su espalda. Estamos en la cara maquillada con potentes
muros de ladrillo, esbeltas garitas esquinadas, afilados baluartes, casamatas para piezas de artillería
y series de aspilleras para fusilería. Son adherencias fundamentalmente del S. XVII pero los arreglos
llegan hasta el S. XIX.
En la entrada
un puente cruza el
foso;
detrás
una
empinada rampa hace
quiebros para ganar
altura encaminando a
sucesivas puertas. La
penúltima está en el
ángulo
sureste;
ingresa
con
arco
escarzano
de
robustas
dovelas,
siguiéndole
bóveda
de
lauril.
A
su
izquierda se yergue la
torre de Jaime I y a su derecha la capilla, estamos en el escenario
medieval, un espacio ordenado por los Frailes guerreros del
Temple, un complejo religioso-militar entre los que mejor guardan
el diseño conventual de los S. XII-XIII en España.
Todos los autores que lo han tratado hacen hincapié en la independencia de los edificios
asentados en la plataforma: capilla, torre del Homenaje, sala Capitular, torreón de las Dependencias
y Torre de Jaime I, teniéndolo como uno de los más genuinos ejemplos del tipo que Lampérez llamó
“castillo de planta irregular dispersa” semejante a los levantados por órdenes militares en Tierra
Santa, también en Europa occidental, especialmente en Inglaterra. Es casi imposible rastrear el cerco
medieval que bombardeaba la meseta, revestido con ladrillo o escondido tras las nuevas defensas;
por tanto se refiere a continuación casa elemento individualizado.
TORRE DEL HOMENAJE
Ocupa, posición privilegiada, centrada entre la Sala Capitular,
torreón de los dormitorios e iglesia, pero discrepa de estos edificios
por su aparejo, diferente a todo lo visible del castillo. Es de planta
cuadrada, 10 metros de lado, presentando fábrica de cantos calizos
blancos enteros o cortados, colocados en Opus spicatum entre
encadenado central y sólidas cantoneras de sillares arenosos
regularísimos, severamente alisados y pulcramente sentados. La
puerta abría en alto, a la primera planta y por el costado noroeste.
Es de arco de medio punto perfilado por siete doveles regulares y
sería en principio la única entrada posible como medida de
precaución. Fue algo más alta, tal vez con cinco plantas, la inferior
ciega,, el resto iluminadas y defendidas por aspilleras perforadas en
los paños noreste y suroeste, son estrechas, verticales y simétricas,
con arquillo semicircular labrado en el dintel y doblado
decorativamente por un segundo arco refundido. En la última planta
embutía dos ventanas gemelas con parteluz y arcos túmidos o de
herradura apuntada, enmarcados en alfiz.
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El interior está muy alterado y todavía no es visible. Se cumbre con bóveda apuntada de ladrillo que
alterna fajas longitudinales y transversales, y sustituye a la primitiva cubierta que se hundió. Por
encima de la bóveda una terraza se comunica al exterior por las saeteras más altas.
Se insiste en la filiación musulmana para la Torre del Homenaje que sería levantada entre los
S. IX-X, sin duda anterior a los Templarios, siendo pues un ejemplo más de castillo reducido a torre y
recinto.
Los paramentos con aparejo de espina de pez resurgen esporádicamente en construcciones
prerrománicas catalanas, en románicas aragonesas y en numerosas construcciones auxiliares
populares de la mitad sur de la provincia. También en la fortificación medieval de la Mora o Castillo
de Carboneras de Binaced S.XII, aquí los cantos rodados dispuestos en espina de pez refuerzan la
pared meridional. En el mismo Mozón podemos verlos en la puerta baja de los ábsides de Santa
María del Romeral S. XII. Surgida del S. XII, en el S.XVII experimentó importantes modificaciones para
aprovecharla como cuartel, especialmente con la apertura de
ventanales.
CÁRCELES DE LA ENCOMIENDA
También conocida como la Torre de Jaime I, pues se cree
que fue su aposento durante la etapa infantil de reclusión. Se
accede a la misma por el cuerpo de guardia adosado al edificio
en la última remodelación militar.
De planta trapezoidal, defendió, desde su construcción en
el S.XII, el ángulo de encuentro entre las cortinas sur y este. Es
de sillería regular y ahora tiene dos plantas pues ha sido
rebajada su altura, las dos con ingreso independiente. El piso
inferior es oscuro, iluminándolo un vano rectangular adintelado
con antepecho escalonado; varias ménsulas reciben el apeo del
cierre. El piso siguiente se cibre con bóveda de medio cañón.
Encima hay una terraza a la que se llega por escalera intramural
adsorbida por el paño norte, penetrando por puerta en alto. Las
aspilleras que miran al este, sur y oeste son derramadas al
interior y techadas con bóveda capialzada.
EL TEMPLO
Orientada canónicamente, la capilla castrense está
dedicada a San Nicolás acometiendo funcionalidad religiosa y
defensiva por la posición de su cabecera poligonal integrada en
la cortina este del castillo, como una torre más.
La puerta se halla en hastial de los pies, con guardapolvo
y finas molduras a modo de arquivoltas semicirculares que
incluyen entre su temática decorativa un crismón pequeño y
traza simple. Da paso a una holgada nave escuela y desnuda en
lo decorativo, cubierta con bóveda de cañón apuntado que
culmina en ábside bajo bóveda de horno; esta cabecera por
dentro adopta la forma tradicional el hemiciclo, en tanto que por
fuera es poligonal. La capilla es casi igual a la de Krak de los
Caballeros, en Siria.
En el centro del ábside, el suelo tiene una agujero por el que se puede descender a un espacio
subterráneo con tres salidas exteriores, vaciado a golpe de pico en el basamento rocoso (no
accesible al público).
El aparejo del Templo es de gran calidad, con sillares de cara cuidadosamente alisada, pero
con recuerdo sutil de almohadillado ficticio, pues la parte central de la pieza queda en relieve entre
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márgenes alisadas y pulidas, aunque apenas se nota como ocurre bajo la torre del Vigía en Loarre,
castillo de Montearagón S.XI – talud del castillo de Ayerbe.
Al lado de la Torre del Homenaje se acomoda la torre de los dormitorios, probablemente con
arranque más antiguo. Es, como el resto de elementos, robusta y de gran envergadura, partida en
dos cámaras y otros tantos niveles que dominan el lienzo meridional del castillo.
PERSONAJES RELACIONADOS CON EL CASTILLO
GUILLEM DE MONTREDÓN
Maestre encargado de la tutela de Jaume I y de su primo Ramón Berenguer V Conde de
Provenza
JAUME I de ARAGÓN “EL CONQUERIDOR” – (Montpellier 2 de Febrero 1208 – Alcira 27 de
Julio 1276).
Durante su minoría de edad, estuvo bajo la tutela de los Caballeros Templarios en el Castillo
de Monzón, mientras actuaba como regente del reino el Conde Sancho Raimúndez
RAMON BERENGUER V - CONDE DE PROVENZA (1195 –
1245)
Pasó parte de su niñez en el Castillo de Monzón junto a su
primo de su misma edad, el futuro rey Jaume I, fue nombrado
Conde Provenza a loa nueve años.
BERENGUER DE BELLVIS
Fue el último Comendador Templario del Castillo de
Mozón. No aceptó la bula papal de la extinción de la Orden, ni
tampoco la entrega de la fortaleza a las tropas reales de Jaime II
de Aragón. Tras el asedio del castillo y sin recursos para la
defensa, los Templarios se rindieron. Berenguer de Bellvis fue
llevado preso junto a 36 de sus caballeros al castillo de Bellver.
Allí esperaron el juicio del Concilio de Tarragona. En este
Concilio se les consideró inocentes de todas las acusaciones
que se vertieron contra ellos. Fue confinado en Chalamera,
permaneció sin ingresar en otra orden y mantuvo hasta su
muerte el espíritu TEMPLARIO.
LISTA DE COMENDADORES TEMPLARIOS
1163 – Ramón de Cubells
1199 – Guillém de Peralta
1204 – Ponç Menescal
1210 – Guillém Cadell
1214 – Ramón Berenguer
1215 – Bernat d´Aguilera
1226 – Aquimbaldo de Sama
1232 – Ramón de Serra
1240 – Pedro Gimeno
1244 – Dalmau de Fenollar
1248 – Bernardo de Huesca
1255 – Bernat d´Altarriba
1260 – Pere de Caralt
1263 – Guillém de Montgroi
1269 – Guillém de Miravet
1272 – Dalmau de Serra
1272-1289 – Arnau de Timor
1300 – Raimundo de Falces
1304 – Berenguer de Bellvis
(Por Jaume Mestres i Capitán)
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El día 13 de este mes se conmemorará el 702 Aniversario de la caída de la
Orden del Temple. Dediquemos ese día a la reflexión, a la observancia y a la
oración para rogar por aquellos hermanos que en el siglo XIV fueron
apresados, torturados y asesinados por los enemigos de Cristo y de la Iglesia,
los malditos reyes Capetos.
Dediquémosles al menos un Pater Noster
y un pequeño cirio en memoria de todos ellos.
¡¡Caídos por el Temple!!
¡¡¡Siempre en nuestra memoria!!!
NON NOBIS…
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