ramona68FINALFINAL.qxd PAGINA 50 | 21/02/2007 07:13 p.m. PÆgina 50 LAS REDES COMO MERCADO Los nuevos mercados como patota cognitiva ¿Son las redes la expresión más acabada del mercado que vendrá? Todo cambia en el arte: las estrategias del mercado también. El autor de este texto ve en la proliferación de redes de artista una amenaza inminente de apropiación de los sectores más voraces de la economía. por Gustavo Díaz Terranova El futuro del mercado del arte no son las galerías, ni siquiera los espacios experimentales que centran sus operaciones en la difusión y comercialización de arte efímero o de intervención. Por el contrario, el negocio de las próximas décadas se encuentra en la capitalización de las redes de artistas de todo el mundo, en la tecnología de confección y explotación de la praxis de grupos más o menos amplios de artistas independientes. En Geopolítica del rufián (ver ramona 67), un análisis pormenorizado de las dinámicas del capitalismo cognitivo en la última década, Suely Rolnik alertó sobre la perversión salvajemente economicista de algunas de las prácticas de las vanguardias históricas (haciendo especial referencia a la antropofagia de la Semana del Arte Moderno de 1922) por parte de los más sofisticados (en cuanto a sus estrategias) sectores del mercado que vienen a coincidir con los más reaccionarios. Así, en otro texto muy citado (Notas sobre arte, globalización y diferencia cultural), Gerardo Mosquera insistía en señalar cómo las redes de la globalización reproducen las rutas tradicionales del antiguo colonialismo: demasiado tránsito sur-norte / norte-sur y más que nula conexión sur-sur. Las comunidades experimentales que tanto han proliferado en los últimos tiempos, profusamente estudiadas por Reinaldo Laddaga en Estéticas de la emergencia, van configurando las nuevas formas del comportamiento del mercado: la devaluación de los sistemas de exhibición y una explotación que se quiere indeleble del capital creativo. El tan men- ramona68FINALFINAL.qxd 21/02/2007 07:13 p.m. PÆgina 51 LAS REDES COMO MERCADO tado "revolucionario cambio epistemológico" que describe el texto, no señala más que la emergencia de nuevas formas de reacción, disfrazadas mediante un sutil diseño-fachada progresista-conceptual, de los sectores más radicales del capitalismo contemporáneo. Esta declinación de los formatos tradicionales del arte en pos de la proliferación de "laboratorios de subjetividad" no irrumpe espontáneamente, sino a partir de una minuciosa estrategia de sociología avanzada del marketing que es la heredera directa de los departamentos de promoción de los grandes monopolios discográficos y televisivos que fabricaron (y fabrican) modas y estilos adolescentes (Operación Triunfo es un ejemplo acabado de lo que afirmo) con fines dudosamente culturales. Las nuevas redes de arte funcionan bajo una lógica similar: son promovidas por instituciones de fachada flexible que atraen, con promesas de intercambio estético y afectivo, a centenares de jóvenes que desean insertarse y promoverse en los circuitos del arte contemporáneo, pero en realidad funcionan unilateralmente: la agencia promotora decide los tiempos y actividades sin referendums, por medio de una estafa emocional que concluye cuando consigue nuevos fondos de fundaciones del primer mundo, a partir de los cuales plantear nuevas trampas, atractivas en su perfil falsamente horizontal (siempre existe un headhunter apenas oculto por detrás) ya que la renovación resulta imprescindible para este tipo de negocios poco transparentes. | PAGINA 51