Entrevista Ángel Viñas, historiador

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Entrevista Ángel Viñas, historiador
¿Cuál es el libro que considera fundamental para entender la Guerra Civil Española?
a)
b)
c)
d)
La guerra civil española de Hugh Thomas
Guerra y vicisitudes de los españoles de Julián Zugazagoitia
La guerra civil española de Antony Beevor
La guerra civil española de Paul Preston
Los dos primeros son fundamentales aunque por razones muy diferentes. Thomas intentó dar
una visión general en una fecha muy temprana y ello con independencia de su orientación.
Zuga dio la mejor versión existente desde la óptica republicana. La mayor parte de sus
afirmaciones de fondo han sido refrendadas por la evidencia documental.
El de Beevor es, en mi opinión, un trabajo de circunstancias. Está plagado de errores. Su
orientación es hipersesgada. Su argumentación, para un libro aparecido a principios del siglo
XXI, paupérrima.
El de Preston es un trabajo puramente divulgativo.
¿Cree que hubo alguna manera de evitar el estallido de la guerra?
a) La celebración de unas nuevas elecciones
b) Mayor dureza por parte del gobierno en la represión del golpe
c) Una gran coalición de gobierno que incluyera a la derecha
d) Ceder a las peticiones de la Iglesia y el Ejército
Historia alternativa, supongo que inevitable. Los apartados a), c) y d) eran imposibles. El b) no
se siguió. Personalmente le atribuyo mucha importancia. El comportamiento de
Azaña/Casares Quiroga solo tiene un calificativo: lamentable. La tesis de Payne de que
querían amparar la revolución o deshacer la sublevación, que consideraban cosa fácil, para
enaltecer el prestigio republicano es grotesca.
En la historiografía Azaña se ha salido de rositas. Su influencia sobre políticos e historiadores
de centro-izquierda o de la izquierda moderada siempre ha sido considerable. Atacarle es,
poco menos, casi un delito intelectual. Quizá porque los reformistas tengan necesidad de
héroes.
Sin embargo, hay otras tres posibilidades no consideradas. e) La remoción de Alcala-Zamora
fue un error, a pesar de que concitara el apoyo mayoritario de la derecha (ya metida en la
intentona golpista) y de la izquierda; f) el acceso de Azaña a la Presidencia fue otro. Era el
portavoz de la izquierda reformista. Pasar a un puesto decorativo no ayudó a parar el golpe. g)
Su idea de poner a Prieto a la cabeza del gobierno fue un second-best, pero que tampoco se
produjo. Pensarlo, por lo demás, era un tanto especulativo.
Dicho lo que antecede, y sin hacer historia-ficción, me quedo con el apartado b), que lo es
mucho menos.
¿Existió una causa fundamental para que se produjera la guerra o fue la unión de varias de
ellas.
a) La eliminación de los privilegios de la Iglesia
b) La legislación en torno a las libertades civiles (divorcio, aborto, etc.)
c) La revolución de Asturias de 1934
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d) Todas las anteriores
La causa fundamental no figura entre los apartados anteriores. Tuvo que ver con lo que la
derecha agraria percibió como asalto fundamental: el intento de modificar más o menos
sustancialmente los privilegios derivados de los sistemas, que consideraba intocables, de
tenencia de la tierra. Las causas a y b fueron menores aunque se utilizaron como excusas. Lo
de la revolución de Asturias es un mero red herring.
¿Cuál cree que fue el punto de inflexión que decantó la guerra del lado nacional?
a)
b)
c)
d)
El bloqueo al que sometieron Inglaterra y Francia a la República
La victoria en la batalla del Ebro
La eliminación del frente norte
El golpe de Casado
Más bien habría que decir del lado franquista. Los republicanos eran tan nacionales como los
otros. Para mí, sin duda, fue el factor a). En los momentos b, c y d la guerra estaba decidida. A
decir verdad, la guerra la perdió la República hacia septiembre de 1936. El único que lo vio fue
Azaña (fuera también lo vieron otros) pero ¿qué hacer?
¿Cual cree que fue la batalla más importante, militarmente, de la GCE?
a)
b)
c)
d)
La batalla del Jarama
La batalla del Ebro
La batalla de Teruel
La batalla de Brunete
Sin duda la del Ebro. Se planteó mal y por motivos esencialmente políticos. Muy respetables
muy comprensibles pero erróneos. Negrín/Rojo hubieran debido no dejarse arrastrar por la
furiosa embestida de Franco y replegarse, por mucho que hubiera supuesto encajar una
derrota propagandística y psicológica. Siempre hubiese sido mejor que sacrificar lo más
granado del Ejército Popular.
¿Cual considera que es el político más importante y que más impacto ha tenido en el futuro de
los que vivieron esos años?
a)
b)
c)
d)
Manuel Azaña
Juan Negrín
Ramón Serrano Suñer
Indalecio Prieto
Para mí, sin la menor sombra de duda, pero solo por su importancia en el conflicto mismo, fue
Negrín. Por el impacto en la literatura, Azaña. Por el impacto en el PSOE, Prieto. Por el
impacto en la estructuración del nuevo Estado, Serrano.
¿Cree que la sociedad española ha superado la GCE?
a) Sí
b) No
La sociedad, sí. Las élites políticas y los forjadores de opinión, menos porque las conectan
con las necesidades de la pugna política e ideológica del presente, pero no creo que se trate
de un fenómeno duradero.
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¿Cree que la posición británica frente a Italia y Alemania en el conflicto español podría
calificarse como el primer acto de lo que después se denominó “política de apaciguamiento”?
No. Tal política ya existía y se había aplicado con respecto a Japón, pero era todavía demasiado
abstracta. En el caso de Italia se medio encubrió con “sanciones” muy, muy limitadas. En el de
España adquirió dimensiones inmediatas y concretas que no engañaron a nadie. España no era
Abisinia.
¿Hasta qué punto influyó en el devenir del Frente Popular, tras las elecciones de febrero del
36, la división en el PSOE entre “prietistas” y largocaballeristas”?
Influyó. Pero para la guerra misma tal influencia la exagerado todos los autores que priman los
factores internos como si ellos solos hubieran podido decidir el curso de la guerra. La división solo
tuvo efectos operativos en 1939 y sus protagonistas tienen nombre y apellido: Julián Besteiro y
Wenceslao Carrillo, entre los más prominentes.
Todo parece indicar que sin la ayuda soviética la contienda en España podía no haberse
alargado en el tiempo, pero ¿podríamos aplicar este mismo aserto a la ayuda germano-italiana
al bando rebelde?
No. La ayuda soviética compensó hasta cierto punto la fascista. Nunca pudo hacer más. La ayuda de
Hitler y de Mussolini, decidida a la semana de la sublevación, y preparada de antemano por los
conspiradores en el caso italiano, fue absolutamente determinante. Objetivamente la reforzó la no
intervención.
¿Cree que el anarcosindicalismo, liderado por la CNT, acabó por convertirse en una rémora
para la República en su principal objetivo que no era otro que ganar la guerra?
Sí, pero la intensidad de esa rémora es discutible. Tuvo importancia en los primeros ocho o diez
meses. Más tarde se difuminó. En el otoño de 1938 reverdeció pero esencialmente porque un albañil
y héroe anarquista, Cipriano Mera, prestó atención a los cantos de sirena de Casado. Esto no
significa negar la fuerte oposición anarquista-comunista durante la mayor parte de la guerra.
¿Existen documentos que puedan demostrar que detrás del apoyo de Stalin a la República
estaba la imposición, una vez derrotados los rebeldes, de un régimen comunista?
No. Absolutamente ninguno. Todo lo que se dice al respecto es una regurgitación de la propaganda
franquista, conservadora y de los guerreros de la guerra fría.
¿De verdad creen que el ambiente político y social al final de la República era de tal gravedad
que existía la seria posibilidad de un enfrentamiento armado como el que llegó a producirse?
No. Lo que se generaba era una sublevación de una parte del aparato militar, apoyado por cierta
trama civil. Era deber del Gobierno del Frente Popular cortar tal evolución. No lo hizo.
¿Cuál cree que es la principal razón por la que se afirma que la República tenía la guerra
perdida ya en septiembre de 1936?
Porque Hitler y Mussolini intervinieron por sólidas razones geoestratégicas y geopolíticas en ayuda
de Franco. Se preparaban para un conflicto europeo. Las democracias jugaron simplemente a la
defensiva, espantadas ante lo que percibían como una insurrección dominada por los comunistas. En
septiembre los sublevados eran indesalojables y Franco estaba dispuesto a hacer todo tipo de
concesiones. Además, los militares alzados pronto comprendieron que debían dotarse de unidad de
mando, tanto en lo político como en el plano militar.
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¿Quiénes cree que fueron los mejores estrategas militares de la Guerra Civil española?
La guerra española no destacó por producir buenos estrategas en ninguna de las partes en conflicto.
Suele repetirse mecánicamente el nombre de Rojo entre los republicanos. En mi opinión, un error de
perspectiva. Rojo era un militar de despacho. No tenía experiencia práctica, no había manejado
grandes unidades, no se enfrentó –excepto ocasionalmente- a sus superiores y siempre minusvaloró
los aspectos logísticos. Por el lado franquista, no destacó nadie. Franco hizo una guerra poco
imaginativa y la impuso contra todos. Quizá Dávila y los Vigón descollaron un poquito en medio de la
mediocridad de africanistas y de generales gastados.
¿Existió a lo largo de la guerra alguna posibilidad de que el conflicto español acabase
extendiéndose por toda Europa?
En la dinámica que llevó a la crisis de Múnich.
¿Quién cree que uso a quién, Negrín a Stalin o Stalin a Negrín?
Yo no utilizaría tales expresiones. Stalin iba a lo suyo y Negrín a lo suyo también. El primero no dudó
en explicar su estrategia a los republicanos. Es más, se atuvo a lo que dijo. Negrín tuvo que jugar
con cartas marcadas. La URSS era el único apoyo efectivo de la República aunque, en consonancia
con sus planteamientos más íntimos y que coincidían en ello con los de Stalin, orientó siempre la
estrategia exterior republicana del lado de las democracias.
¿Cree que el presente historiográfico de la Guerra Civil española pasa por conocer y favorecer
los estudios locales sobre la contienda?
En un alcance modesto sí. Los estudios locales sirven para rellenar huecos y hacer presente la
dimensión humana. Son imprescindibles en el estudio de la represión y de las actitudes personales.
Salvo excepciones, que las hay, muchos no sirven para abordar los grandes problemas.
¿Cree que son acertadas las críticas al papel militar desarrollado por el CTV italiano en la
Guerra Civil española?
No. El CTV siempre actuó bajo constreñimientos políticos impuestos por el autoproclamado genio
que fue Mussolini. Hubiera podido funcionar mucho mejor si no hubiese sufrido tanta interferencia.
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Ángel Viñas es catedrático de Economía desde 1975 y técnico
comercial y economista del Estado desde 1968. Sus últimas
obras son En las garras del águila. Los pactos con Estados
Unidos, de Francisco Franco a Felipe González (1945-1995)
(Crítica, 2003) y La soledad de la República. El abandono de las
democracias y el viraje hacia la Unión Soviética (Crítica, 2006).
El escudo de la República. El oro de España, la apuesta soviética
y los hechos de mayo de 1937 (Crítica 2007), El honor de la
República. Entre el acoso fascista, la hostilidad británica y la
política de Stalin (Crítica 2008) y, con Fernando Hernández, El
desplome de la República (2009). Como fruto de su actividad
diplomática, cabe destacar también Al servicio de Europa.
Innovación y crisis en la Comisión Europea (2005).
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Sus obras destacadas
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