Excelentísimo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos Vicente

Anuncio
PALABRAS DEL SR. JOSÉ LUIS MACHINEA, SECRETARIO
EJECUTIVO DE LA CEPAL, EN OCASIÓN DE LA VISITA DEL
PRESIDENTE DE COSTA RICA Y PREMIO NOBEL DE LA PAZ,
EXCELENTÍSIMO SEÑOR OSCAR ARIAS SÁNCHEZ
CEPAL, Santiago de Chile, 6 de noviembre de 2006
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Costa Rica y Premio Nobel dela Paz,
Don Oscar Arias Sánchez,
Excelentísimo Señor Bruno Stagno Ugarte, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de
Costa Rica,
Señor Rodrigo Arias Sánchez, Ministro de la Presidencia,
Señor Edgar García Miranda, Embajador de Costa Rica en Chile,
Señor Germán Guerrero, Embajador de Chile en Costa Rica,
Honorables señores Diputados de la Asamblea Legislativa de Costa Rica,
Señores miembros del cuerpo diplomático,
Representantes de las agencias y organismos de las Naciones Unidas,
Amigas y amigos,
Quisiera comenzar por darles, a usted Señor Presidente, y a los miembros de su
delegación, la más cordial bienvenida a ésta, la casa de las Naciones Unidas para toda
América Latina y el Caribe.
Hace seis meses, el día 8 de mayo tuve el honor de asistir a la ceremonia de
transmisión de mando en Costa Rica en la que usted, señor Presidente, asumió la máxima
responsabilidad en la conducción del estado. Con esa ceremonia, se daba continuidad a
la historia democrática de su país, que tiene un reconocido prestigio por su tradición
republicana, su liderazgo en materia de derechos humanos y la promoción del desarrollo
sostenible y, sobre todo, por ser promotora de la paz.
Costa Rica es un país cuya historia concita nuestra admiración, desde su
transcendental decisión de abolir el ejército en 1948 y poner un gran esfuerzo en lograr
una vida mejor para sus habitantes. Costa Rica ha avanzado en generar una sociedad con
mejor calidad de vida, con importantes niveles de salud y educación que le han permitido
1
tener un desarrollo humano de los más altos de la región. Su camino democrático y
progresista le ha permitido contribuir permanentemente a la paz y a la democracia en
América Central.
Usted, señor Presidente, ha sido, sin duda, uno de los Estadistas que más ha
trabajado por transformar su vocación de servicio público, tanto en el ejecutivo como en
el legislativo y en la academia, en una vocación de servicio internacional en pos de la
paz. Ello tuvo su punto culminante en sus esfuerzos para poner fin al cruento conflicto
centroamericano. Fueron su tesón y perseverancia que hicieron posible la firma de los
Acuerdos de Esquipulas II, suscritos por los presidentes centroamericanos el 7 de agosto
de 1987. Precisamente, fueron esos acuerdos los que lo hicieron merecedor del Premio
Nobel de la Paz en ese mismo año. Este reconocimiento constituye un honor para todos
los latinoamericanos
Tras la exitosa conclusión de su primer período de gobierno, en el que tuvo
destacados éxitos económicos y sociales, usted continuó trabajando arduamente durante
quince años por la paz, el desarrollo y la democracia en la región.
Entre sus más recientes y comprehensivas iniciativas en esta materia recordemos
el “Consenso de Costa Rica”, que propone crear mecanismos de condonación de deudas y
apoyo financiero a los países en desarrollo que inviertan cada vez más en salud,
educación y vivienda para sus pueblos y cada vez menos en armas y soldados. Esta
propuesta, que desde la CEPAL vemos con simpatía y admiración, ha tenido eco en
varios foros internacionales, tales como la Asamblea General de las Naciones Unidas, la
Asamblea de la Organización de los Estados Americanos y la reciente Cumbre
Iberoamericana.
Su actual gobierno ha adoptado el compromiso de aumentar significativamente la
inversión social y mejorar la calidad en su asignación y uso, para lo cual se ha planteado
impulsar las necesarias reformas al sistema tributario, de manera de dotar al estado con
los recursos necesarios para llevar adelante sus tareas sociales.
Junto con el énfasis en lo social, su gobierno ha planteado fortalecer el sector
productivo de su país, impulsando políticas que tiendan al mejoramiento sostenido de la
competitividad, la apertura gradual de la estructura económica, la sostenibilidad de los
procesos productivos y una mejor inserción en la economía global.
Todas estas son tareas de gran magnitud, Sr. Presidente, en las cuales usted puede
contar con el apoyo de la CEPAL.
No quiero terminar sin dejar de manifestar mi profundo agradecimiento por su
permanente apoyo a las Naciones Unidas y al funcionamiento del sistema multilateral.
Ya en 1987, en su discurso de aceptación del Premio Nobel, usted señalaba la necesidad
de fortalecer las instituciones de la paz, como las Naciones Unidas, y de dar garantías
para que ellas puedan ser usadas tanto por los poderosos como por los débiles. Apoyo
2
que usted ha reiterado de manera clara hace tan solo unas semanas, en su intervención
durante la Asamblea General.
Señor Presidente, le agradecemos que haya aceptado nuestra invitación. Como
usted sabe, el tema que usted va a tratar, la apertura comercial, ha sido de especial
relevancia para la CEPAL desde su creación. Estamos convencidos que nuestra región
debe avanzar en el acceso a los mercados externos mediante mecanismos que
compatibilicen el sistema multilateral a nivel global y regional, con otro tipo de acuerdos
comerciales. Las distintas estrategias requieren de agendas complementarias que
potencien las oportunidades que la apertura de mercado genera.
También sabemos de las dificultades por las que este proceso atraviesa
actualmente en la región. Por lo tanto, será de especial interés escuchar sus reflexiones al
respecto.
Sr. Presidente, es un honor para nosotros tenerlo hoy en la CEPAL. Está usted en
su casa.
3
Descargar