u.2.

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ANTARES - Módulo 4 - Unidad 2 - Programa de Nuevas Tecnologías - MEC
Módulo 4
Unidad didáctica 2:
El Sol activo
Fulguración solar
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2.1. Introducción
Hasta ahora hemos descrito la atmósfera del Sol como una estructura
estacionaria. Sin embargo, hay una serie de fenómenos variables con el
tiempo, que se superponen a la estructura básica solar. El Sol es una estrella
activa, con episodios violentos y espectaculares como son, por ejemplo, las
fulguraciones. La energía implicada en estos procesos es pequeña,
comparada con la luminosidad solar, y por tanto no tiene efectos importantes
en los modelos de evolución estelar a gran escala.
Un centro de actividad solar es un fenómeno que varía lentamente y tiene una
duración de semanas o meses. Se caracteriza por la formación de manchas y
fáculas fotosféricas, playas, protuberancias y filamentos en la cromosfera,
fulguraciones y chorros coronales. La aparición de los centros de actividad
obedece a leyes de frecuencia, latitud y polaridad magnética que son
característicos de los ciclos solares, cuya duración media es del orden de 11
años (22 años teniendo en cuenta el cambio de polaridad magnética). Aunque
el ciclo solar en un fenómeno complejo y no totalmente explicado, se describe
fácilmente a partir de las observaciones de las manchas.
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2.2. Las manchas solares y el ciclo solar (1)
●
Formación de las manchas solares
●
Ciclo solar
●
Modelo de la dínamo magnética
●
Mínimo de Maunder
Figura 4-2-1: Dibujo
del Sol que muestra
varios grupos de
manchas.
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Constituyen la manifestación más evidente de los fenómenos de actividad
solar, aparecen como zonas oscuras situadas en la fotosfera y pueden
observarse a simple vista o proyectadas sobre una pantalla. Tienen
dimensiones y formas muy variables con diámetros de 2 000 a más de 100 000
km (Figura 4-2-1). Puede distinguirse una parte más oscura, la umbra, situada
en el interior de una región llamada penumbra, gris y con forma irregular.
La existencia de las manchas había sido ya registrada por los astrónomos
chinos y griegos. En el año 1611, Galileo Galilei y David Fabricius revelaron de
nuevo su existencia, motivando una acusación de herejía contra el primero en
el año 1633. Poco se pudo hacer para probar la tesis de Galileo, ya que, entre
1645 y 1715, las manchas fueron prácticamente inobservables debido a un
comportamiento anómalo del Sol, que se conoce con el nombre de mínimo de
Maunder, cuyas causas permanecen inexplicadas.
Una mancha aparece, se desarrolla y deja de observarse en un tiempo que
puede variar entre unas horas y varios meses. El estudio del espectro de las
manchas, revela que son regiones frías, con temperaturas de 1 500 a 2 000 K
inferiores a la fotosfera, donde la materia está animada de movimiento, y
atravesada por las líneas de fuerza de un campo magnético.
Formación de las manchas solares
Figura 4-2-2: Las líneas
de fuerza del campo
magnético de una barra
magnética o imán son
las trayectorias que
describen las limaduras
de hierro.
Para comprender la formación de las manchas solares hay que recurrir al
campo magnético. Cuando colocamos limaduras de hierro cerca de una barra
magnética (un imán), las limaduras de hierro muestran una trayectoria como
la ilustrada en la Figura 4-2-2. La barra magnética o imán tiene un polo norte y
un polo sur; el campo magnético liga estos dos polos por medio de las
llamadas líneas de fuerza del campo magnético que son las trayectorias que
siguen las limaduras de hierro en las proximidades del imán. El Sol, la Tierra y
otros planetas tienen un campo magnético con muchas características en
común con el de un imán.
Se puede medir el campo magnético del Sol por un método espectroscópico,
en presencia de un campo magnético ciertas líneas espectrales se
descomponen en dos o tres componentes, desplazadas proporcionalmente a
la intensidad del campo magnético, es el llamado efecto Zeeman. Estas
medidas fueron realizadas por George E. Hale en 1908, demostrando que las
manchas solares son regiones de gran intensidad del campo magnético, miles
de veces más intenso que el campo magnético de la Tierra.
El campo es vertical, de polaridad uniforme para cada mancha y hay tantas
manchas de polaridad norte como sur. La intensidad del campo magnético
puede ser de varios miles de gauss (el campo magnético de la Tierra varía
entre 0.3 G en el ecuador y 0.7 G en los polos). Los astrónomos creen que las
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manchas son más frías que la fotosfera circundante debido al intenso campo
magnético que bloquea o dirige en otra dirección el flujo convectivo de gas
caliente que asciende hacia la superficie solar.
Las manchas suelen aparecer a pares y cada uno de estos puede formar parte
de un grupo mayor de manchas. En cada par, una mancha tiene polaridad
típica de un polo norte magnético y la otra tendrá polaridad de un polo sur
magnético. En un grupo la mancha guía, que precede al grupo, presenta una
cierta polaridad magnética mientras que la situada al final del grupo tiene
polaridad inversa. En cada hemisferio la polaridad es uniforme. Las manchas
guías de un hemisferio tienen todas la misma polaridad, que es opuesta a la
del otro hemisferio.
Las manchas se desplazan sobre el disco debido a la rotación diferencial del
Sol que se puede obtener estudiando este movimiento. El Sol no rota como un
sólido rígido, las zonas ecuatoriales rotan más rápidamente que las polares.
Una mancha cerca del ecuador tarda 25 días en dar una vuelta alrededor del
Sol, a una latitud de 75 grados norte o sur del ecuador es de unos 33 días y en
el polo puede ser de hasta 35 días.
Ciclo solar
Figura 4-2-3: Número anual de manchas. Claramente se observa una variación cíclica
con un periodo de aproximadamente 11 años.
Observaciones realizadas durante muchos años revelan que el número de
manchas cambia de una forma periódica. Durante algunos años hay muchas
manchas y en otros años casi ninguna, este fenómeno fue descubierto por el
astrónomo alemán Heinrich Schwabe in 1843, el periodo de variación es de
unos 11 años. Cuando hay más manchas es el máximo del ciclo (1970,1980,
1990) y cuando apenas hay manchas es el mínimo del ciclo. R. Wolf elaboró
un indicador de la actividad solar diaria, basado en la relación R = k (10 g + f ),
donde R es el número relativo de manchas o número de Wolf, g es el número
de grupos, f el número de manchas y k un factor personal de normalización.
Wolf estableció la duración del ciclo en 11 años, aun cuando se han
encontrado ciclos más largos ( 13 años) y más cortos ( 9 años) Figura 4-2-3.
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ANTARES - Módulo 4 - Unidad 2- 02 - Programa de Nuevas tecnologías - MEC Figura 4-2-4: Diagrama
de Maunder, representa
para cada ciclo el área
de la superficie
cubierta por manchas
en función de la latitud.
Al principio del ciclo las
manchas aparecen a
altas latitudes,
conforme el ciclo
progresa las manchas
se mueven hacia el
ecuador.
La localización de las manchas también varía de forma periódica en un ciclo,
es decir, no se distribuyen al azar en el disco. Al principio del ciclo, justo
después de un mínimo de manchas, estas empiezan a aparecer a latitudes
altas, después comienzan a descender para situarse en el momento del
máximo entre los 30º y 10º y al final del ciclo en las proximidades del ecuador.
La representación para cada ciclo del área de la superficie manchada en
función de la latitud, proporciona un diagrama en forma de mariposa, llamado
diagrama de Maunder (Figura 4-2-4).
Figura 4-2-5: Cambio de polaridad de las manchas con el ciclo solar. Gracias a esta
propiedad se pueden distinguir fácilmente las manchas correspondientes a ciclos
diferentes. Teniendo en cuenta el cambio de polaridad magnética, el ciclo solar es de 22
años.
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La polaridad magnética también está afectada por el ciclo solar. Cada nuevo
ciclo sigue una ley de polaridad inversa a la del ciclo precedente. Así, en un
mismo hemisferio, a una mancha guía de polaridad norte sucederá en el ciclo
siguiente otra de polaridad sur (Figura 4-2-5). Gracias a esta propiedad se
pueden distinguir fácilmente las manchas correspondientes a ciclos
diferentes. Teniendo en cuenta el cambio de polaridad magnética, el ciclo
solar es entonces de 22 años.
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2.2. Las manchas solares y el ciclo solar (2)
●
Formación de las manchas solares
●
Ciclo solar
●
Modelo de la dínamo magnética
●
Mínimo de Maunder
Modelo de la dínamo magnética
Figura 4-2-6: La rotación diferencial del Sol retuerce y distorsiona las líneas de fuerza
del campo magnético. Las regiones de intensos campos magnéticos, llamados tubos
magnéticos, emergen a la superficie creando un par de manchas.
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En 1960 el astrónomo Babcock propuso un escenario para explicar el ciclo de
actividad solar, es el llamado modelo de dínamo magnética, que se basa en la
interacción entre la rotación diferencial del Sol y el campo magnético, así
como la existencia de movimientos turbulentos o ciclónicos en la zona
convectiva situada inmediatamente debajo de la fotosfera.
La generación del campo magnético se debe a las corrientes eléctricas que se
mueven a través de la materia altamente conductiva en la zona convectiva, es
decir, el campo magnético existe en el 30% del radio más exterior.
Consideramos inicialmente un campo magnético poloidad, es decir, las líneas
magnéticas en la dirección de los meridianos ( en la dirección de norte a sur
de la superficie solar como sí el campo magnético solar fuese un imán). Como
las regiones ecuatoriales giran más rápidamente que las polares, el campo
magnético se retuerce y se transforma en toroidal, las líneas magnéticas en la
dirección de los paralelos (en la dirección de oeste a este). Los movimientos
de giro de las células convectivas ascendentes, vuelven a regenerar el campo
poloidal a partir del toroidal (Figura 4-2-6). Estos movimientos ciclónicos,
similares a los que se originan en las masas de aire de la atmósfera terrestre,
tienen el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte y contrario en el
sur. De esta forma se explica el cambio periódico del campo magnético y de
su polaridad.
La turbulenta zona convectiva tiene también el efecto de retorcer las lineas de
fuerza creando regiones de intensos campos magnéticos llamados tubos
magnéticos. El empuje producido por la presión magnética hace que los tubos
de flujo floten y suban a la superficie. Cuando el tubo magnético alcanza la
fotosfera aparecen dos zonas de intersección con el disco, en éstas el gas se
enfría y presenta un aspecto más oscuro que el medio circundante ( Figura
4-2-6 ). Esto es debido a que el intenso campo magnético impide los
movimientos de la materia inhibiendo, asi, el transporte de energía convectiva
hacia la fotosfera y estas zonas son más frias y oscuras
Figura 4-2-7:. Los pares de manchas están ligados por líneas o tubos magnéticos. La
polaridad opuesta que se observa en los pares de manchas se explica porque en una de
ellas el campo magnético es emergente mientras que en la otra vuelve a introducirse en
el interior.
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Esta es la interpretación, aceptada de forma general, acerca de la formación
de las manchas solares y del ciclo solar. La polaridad opuesta que se observa
en los pares de manchas se explica porque en una de ellas el campo
magnético es emergente mientras que en la otra vuelve a introducirse en el
interior (Figura 4-2-7).
Debido a la rotación diferencial la deformación y enrollamiento en espiral de
las líneas de fuerza del campo magnético es más compacto (las líneas de
fuerza están más próximas) a altas latitudes que a bajas. Así la inestabilidad
que permite al tubo magnético emerger a la superficie ocurre primero a altas
latitudes y conforme el ciclo solar avanza los tubos magnéticos van surgiendo
a latitudes menores. Esto explica el efecto de la latitud ilustrado en el
diagrama en mariposa (Figura 4-2-4).
Mínimo de Maunder
Sin embargo, hay hechos que este modelo no explica, como son los periodos
en que no han existido ninguna mancha ni ciclo solar, por ejemplo, el llamado
mínimo de Maunder que ocurrió desde 1645 hasta 1715. Este mínimo ofrece
una evidencia de la conexión entre el Sol y el clima de la Tierra. Durante este
periodo sin manchas, Europa experimento el récord en años de baja
temperatura, fue una pequeña edad de hielo.
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2.3. Regiones activas
●
Playas y filamentos
●
Protuberancias
●
Fulguraciones solares
Las manchas son aspectos relativamente quiescentes de la actividad solar.
Sin embargo, la fotosfera que rodea a las manchas ocasionalmente puede
producir erupciones violentas que arrojan grandes cantidades de partículas
energéticas en la corona. Los lugares donde ocurren estos eventos se
conocen como regiones activas. Muchos pares o grupos de manchas tienen
regiones activas asociadas con ellos. Como todas las manifestaciones de la
actividad solar estos fenómenos siguen el ciclo solar y son más frecuentes y
violentos en el máximo del ciclo.
Playas y filamentos
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Figura 4-2-8: Fotografía del Sol tomada con un filtro de Hα . Se observan zonas
brillantes, denominadas playas, y las estructuras oscuras y alargadas llamadas
filamentos.
Protuberancias
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Figura 4-2-9: Protuberancia con una estructura de bucle que muestra como las líneas
magnéticas conectan los dos miembros de un par de manchas.
Los filamentos son estructuras oscuras y alargadas, de 200 000 km de
longitud, y pueden tener una vida de varios meses. Cuando pasan por el limbo
se elevan sobre el fondo del cielo y se hacen brillantes, convirtiéndose en
protuberancias, que fueron identificadas por vez primera en los eclipses.
Los filamentos son, pues, protuberancias vistas sobre el disco. La altura que
las protuberancias alcanzan en el limbo es variable, de 30 000 a 100 000 km,
con un espesor que no excede los 5 000 km. Tienen forma de bucles o laminas
de gas eyectado desde una región activa de la superficie solar, son frías (7
000 K) y cien veces más densas que la corona en la que se elevan. En las
protuberancias la materia parece elevarse y descender siguiendo las líneas de
fuerza del campo magnético y uniendo en su base los miembros de un par de
manchas (Figura 4-2-9).
Se distinguen dos grandes familias de protuberancias: las quiescentes y las
activas. Las primeras son más estables y de mayor vida media que las
segundas que pueden cambiar de forma en un intervalo de minutos y sólo
pueden durar unas pocas horas. Algunas protuberancias activas están
relacionadas con las fulguraciones y son aceleradas por encima de la
velocidad de escape del Sol y eyectan su materia al espacio interplanetario.
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Fulguraciones solares
Figura 4-2-10: Fulguración solar. Mucho más violenta que la protuberancia, la
fulguración es una explosión en la superficie solar que puede dar lugar a la eyección de
partículas de alta energía y emite radiación en todo el espectro electromagnético.
La fulguración solar es el fenómeno más violento observado en el Sistema
Solar. Esta tremenda erupción es debida a la liberación explosiva de energía
altamente concentrada, pudiendo dar lugar a la eyección de partículas de alta
energía y emitiendo radiación en todo el espectro electromagnético (Figura
4-2-10). Estas tormentas solares empiezan con un aumento de brillo en una
playa. En un tiempo comprendido entre 5 minutos y una hora la intensidad
crece rápidamente. Después el brillo disminuye de forma gradual, en una hora
aproximadamente. La temperatura en la fulguración es muy elevada puede
alcanzar los 5 millones de grados, aún más caliente que la corona.
Las fulguraciones no suelen ocurrir en grupos típicos de manchas con sus
dos polaridades magnéticas opuestas sino en grupos complejos de manchas
que dan lugar a regiones activas con intensos campos magnéticos que
evolucionan rápidamente. Este fenómeno suele ir precedido de la expansión y
rotura de filamentos próximos, que indica un cambio en la configuración del
campo magnético.
Las partículas de alta energía emitidas durante la fulguración alcanzan la
Tierra en unas pocas horas o días produciendo efectos observables como
son: tormentas geomagnéticas, fluctuaciones de la densidad ionosférica que
afecta a las radiocomunicaciones, auroras, etc., y son además susceptibles de
producir cambios biológicos que pueden afectar a los tripulantes de los
vuelos espaciales y, a mayor escala, a la evolución de los seres vivos.
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2.4. El viento solar y las estructuras transitorias coronales
Hasta 1957 se ignoraba la existencia de una relación entre la corona y el
espacio interplanetario, aunque en 1951 Bierman había constatado cambios
en las colas de los cometas, así como que éstas siempre tienen sentido
opuesto al Sol, que podría explicarse por medio de la existencia de un flujo de
partículas proveniente del Sol. Con el lanzamiento del primer satélite en 1957
se comprobó la expansión de la corona en el espacio interplanetario y éste
flujo continuo de partículas recibe el nombre de viento solar. En las
proximidades de la Tierra la velocidad del viento solar es del orden de 300
km/s, y está constituido por iones y electrones.
La corona, como hemos señalado anteriormente, es una capa no homogénea
formada por unas estructuras oscuras, agujeros coronales, y otras brillantes,
calientes y más densas con forma de bucles. Ambas estructuras resultan de
las discontinuidades de temperatura y densidad producidas en el medio
coronal por el campo magnético.
De las observaciones realizadas por el "Skylab" se deduce que es de los
agujeros corónales de donde emana el viento solar, aunque la teoría sobre
éste no es todavía completa.
Las estructuras transitorias de la corona, observadas con detalle por primera
vez por el sátelite Skylab, aparecen como bucles de materia moviéndose hacia
el exterior de la corona. Probablemente tienen su origen en la baja corona, en
la parte superior de las protuberancias, ya que al menos un 70% de ellas están
asociadas con protuberancias activas, y algunas son el origen de las
fulguraciones solares. Durante el periodo de observación del Skylab, que
coincidió con la fase de disminución del ciclo solar, se observaron 110
estructuras transitorias coronales, una por día.
Finalmente vamos a ver otros efectos de la radiación solar que también
pueden afectar a la vida diaria de los seres terrestres.
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2.6. Efectos de la radiación solar: el bronceado
En el verano millones de personas se exponen a la radiación ultravioleta del
Sol para obtener un tono bronceado de su piel, aunque hay también un gran
número de detractores que señalan que la prolongada exposición a la luz
solar conlleva el riesgo de cáncer de piel, así como su deterioro y
envejecimiento.
Estos efectos perjudiciales se producen casi totalmente por la radiación
ultravioleta de longitud de onda de 2800 a 3000 Å , los llamados rayos UV-B
del Sol. A longitudes de onda mayores los rayos UV-A, de 3200 a 4000 Å , son
unas 1000 veces menos abrasadores aunque también tienen un ligero poder
para broncear la piel. La luz con longitud de onda más corta de 2800 Å ,
llamada rayos UV-C, es aún más peligrosa que la UV-B pero es tan
intensamente absorbida por la atmósfera de la Tierra que nunca llega a las
personas.
La cantidad de rayos UV-B que recibimos depende de factores que pocas
personas entienden bien pero los astrónomos pueden enseñarnos estos
efectos debido a su conocimiento de nuestra estrella más cercana, el Sol.
El Sol emite mucha menos radiación ultravioleta que luz visible, ya que radia
aproximadamente como un cuerpo negro con una temperatura de 5780 K, es
demasiado frío para producir una gran cantidad de fotones ultravioleta. Solo
el 0,7% de la energía total del Sol se emite como UV-B. La emisión de rayos
UV-B por el Sol es casi constante, pero la cantidad que alcanza el suelo es
extremadamente variable. La variación más importante se produce por el
cambio en la absorción atmosférica debido a que el Sol se mueva más alto o
más bajo en el cielo.
El cálculo de la absorción atmosférica es muy fácil para cualquier astrónomo
que haya analizado datos fotométricos. La cantidad de aire que atraviesa un
rayo de luz se mide normalmente en unidades de masas de aire. Una masa de
aire es la atravesada por rayos que vienen desde el cenit (perpendicularmente
al suelo). Cuando el Sol está en el horizonte sus rayos atraviesan unas 40
masa de aire. En general el número de masas de aire atravesadas es
inversamente proporcional al seno de la altitud solar (aunque a altitudes muy
bajas esta formula simple no es valida). La cantidad de luz absorbida, por
cada masa de aire, depende del llamado coeficiente de extinción, k. Este es el
número de magnitudes en que un rayo de luz disminuye al pasar a través de
una masa de aire (ver extinción atmosférica ). Para la luz visible el valor típico
de k es 0.3. Esto significa que un astronauta en el espacio ve estrellas sólo 0.3
más brillantes que cuando nosotros miramos al cielo.
Pero a las longitudes UV-B la extinción k es mucho mayor, principalmente
debido a la absorción del ozono situado en la estratosfera. Sí todo el ozono de
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la estratosfera fuera reunido en una simple capa a nivel del mar tendría un
espesor de sólo 3 mm. La cantidad de ozono varía con la estación (siendo
menor en el otoño), la latitud (menor cerca del ecuador), y la polución en la
estratosfera (el ozono disminuye después de erupciones volcánicas y de
pruebas nucleares atmosféricas).
Para una capa de ozono de 3 mm de espesor el coeficiente de extinción k es
de 4.6 magnitudes por masa de aire a una longitud de onda de 3000 Å .
Cualquier cambio en el espesor efectivo de esta capa de ozono cambia
proporcionalmente el valor de la extinción. También hay otros factores que
reducen los rayos UV-B que alcanzan el suelo. La difusión de la luz
ultravioleta, por las moléculas del aire, reduce en 1.2 magnitudes por masa de
aire al nivel del mar. El polvo en el aire difunde y absorbe por lo menos en 0.2
magnitudes. Así en condiciones estándares la extinción total de los rayos
UV-B es de 6.0 magnitudes por masa de aire. Esto significa que el Sol en el
cenit aparece 6 magnitudes más débil ( 250 veces) a 3000 Å que para un
observador en el espacio. Cuando el Sol está a 30° por encima del horizonte
es todavía más débil, otras 6 magnitudes más, en el UV-B ya que a 30° de
altitud se atraviesan 2 masas de aire. Claramente nuestro cielo es bastante
opaco en luz UV-B excepto para una ventana cerca del cenit. Por la tarde
cuando el Sol declina de 60° a 30° su poder de quemar disminuye en un factor
de 100. Esto explica porque es imposible broncearse por la mañana pronto o
por la tarde, y en invierno a latitudes templadas, ya que no importa lo que
brille el Sol. En Madrid, por ejemplo, en invierno el Sol al mediodía tiene una
altura de 26° mientras que en el verano es de 73° . Habría que tomar seis horas
de Sol al mediodía en Diciembre para tener el mismo efecto que un minuto en
Junio.
La dependencia del bronceado con la altura del Sol, explica también porque
en el trópico se pueden producir quemaduras inesperadas por los turistas. Allí
el Sol pasa la mayor parte del día cerca del cenit en todas las épocas del año.
Además de una menor cantidad de ozono estratosférico en los trópicos,
típicamente un 25% menos que a latitudes templadas.
Las nubes poco espesas tienen pequeños efectos, ya que el agua de ellas no
absorbe la luz UV-B sino que la dispersa, por tanto la cantidad que alcanza el
suelo disminuye poco. La reducción es mucho menor que la disminución de la
luz visible por estas nubes.
La arena y el agua reflejan aproximadamente el 15% de la luz ultravioleta
incidente, así es posible broncearse lentamente en la playa debajo de una
sombrilla. La nieve es casi un perfecto reflector de los rayos UV-B, por ello los
esquiadores y montañeros se queman fácilmente.
¿Qué ocurre con el bronceado en el espacio?. Sin atmósfera que los proteja,
los astronautas se broncearan 250 veces más rápidos que en una playa de
Málaga en pleno verano al mediodía y en un tiempo inferior a 10 segundos.
Naturalmente las ventanas y visores de las naves espaciales deben ser
excelentes absorbentes de rayos UV-B. En Mercurio un explorador que
olvidase vestirse adecuadamente se quemaría en un segundo.
En aproximadamente cinco mil millones de años, cuando el Sol evolucione y
abandone la secuencia principal para convertirse en una gigante roja, la Tierra
tendrá un gran problema, pero no por los rayos UV-B, ya que conforme el Sol
se expande se va enfriando y su emisión UV-B disminuye. Así pues, para
tomar baños de Sol no hará falta más protección pero no apetecerá tomarlos
porque la temperatura en la Tierra será terriblemente alta (del orden de la
temperatura de fusión del plomo).
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Muchos contaminantes pueden destruir la capa de ozono de la estratosfera,
pero los más importantes son los clorofluorocarbonos industriales que tienen
una gran utilización como refrigerantes y en la fabricación de plásticos. Los
clorofluorocarbonos son químicamente inertes y por ello no se destruyen
cuando se difunden en el aire. Una molécula de clorofluorocarbono tardará 5
años en difundirse por encima de la capa de ozono. Allí la radiación
ultravioleta solar la disociará cediendo un átomo de cloro, que es un potente
catalizador para la destrucción del ozono. Un sólo átomo de cloro puede ser
responsable de la destrucción de 100 000 moléculas de ozono, durante un
siglo antes de ser inactivo o difundido a la baja atmósfera, donde será
arrastrado al suelo por la lluvia. Cálculos detallados han sugerido que sí el
uso de los clorofluorocarbonos continua al mismo nivel que en 1980, el 5% del
ozono será destruido en los próximos cincuenta años.
Los efectos económicos y en la salud de esta disminución no se conocen muy
bien, porque no hay demasiados estudios sobre ellos. Pero, por ejemplo, se
predice un aumento del 2 al 5% del cáncer de piel, por cada 1% de
disminución del ozono. El sistema de inmunidad de los seres vivos también
se debilita, por el aumento de exposición a la radiación UV y algunos
investigadores piensan, que este problema será peor que el cáncer de piel.
Las perdidas económicas que se produzcan para proteger la capa de ozono,
no utilizando más los clorofluorocarbonos, son pequeñas comparadas con las
consecuencias terribles, para la vida en la Tierra, del aumento del flujo de
rayos destructivos.
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Cuestiones y problemas para autoevaluación
●
Cuestiones
●
Problemas
Cuestiones
1. ¿Qué es una mancha solar y qué características tiene?
2. ¿Qué es el ciclo solar?
3. ¿Qué es una fulguración solar?
4. ¿Cuáles son los ingredientes del modelo de dinamo magnética?
5. Explicar por qué el espectro fotosférico es un espectro de absorción y el
espectro cromosférico es de emisión.
6. ¿Qué es una protuberancia? ¿Qué es un filamento?
7. ¿Cuáles son las diferencias entre el Sol y una enana blanca de una masa
solar ?
Problemas
1. El día 16 de Setiembre de 1999 el Observatorio Astrofísico de Catania (Italia)
informaba de la presencia de 74 manchas y ocho grupos en la fotosfera solar.
Calcular el Nº de Wolf.
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Proyectos o actividades de observación
1. Observación a través de un filtro de las manchas del Sol, utilizando el
telescopio solar del Observatorio Astronómico Virtual. Realizar un estudio de
su forma y tamaño y el número de estructuras observadas. La descripción
completa de esta práctica así como los procesos necesarios para su
realización están explicados con detalle en el Apéndice. Por favor, antes de
acceder al Observatorio, consulte el manual de instrucciones.
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2.5. Influencia solar en la tierra
El Sol condiciona activamente los fenómenos terrestre y toda modificación de
su funcionamiento repercute a nivel de la Tierra. La atracción gravitacional
conduce el movimiento orbital anual de la Tierra. Además la acción acoplada
de la Luna y el Sol produce el desplazamiento en altura de los mares
causando las mareas (mayores en la primera luna llena de primavera). Se
observa también una marea terrestre, la Tierra elástica se deforma bajo la
atracción solar una decena de milímetros cada día (lo que se manifiesta por
variaciones ínfimas de la gravedad). Una marea atmosférica se traduce por
variaciones diurnas de la presión en función de la posición del Sol.
Parece, sin embargo, que no hay ninguna relación entre el número terremotos
y la actividad solar, afirmación basada en el estudio de unos 10 000
terremotos ocurridos en el curso de 35 años.
La radiación visible del Sol es prácticamente invariable, pero los rayos UV y X
varían de forma importante durante el ciclo solar, esta radiación energética se
frena por la atmósfera terrestre produciendo el calentamiento de la baja
atmósfera que aumenta su presión y frena a los satélites artificiales en sus
órbitas bajas y reduce la duración de su vida (caso del Skylab y puede ser el
del Hubble Space Telescope).
La ionización de las capas de la alta atmósfera debida a partículas muy
energéticas y a la radiación UV del Sol condiciona la recepción de las ondas
radio enviadas desde la superficie terrestre, en particular las ondas entre 1 y
30 MHz son absorbidas (Las ondas radio se propagan gracias a reflexiones
sucesivas en las diferentes capas 70, 100, 180 y 220 Km de la atmósfera
superior llamada ionosfera).
Una parte importante de la radiación cósmica observada en la Tierra procede
del Sol y aumenta en periodos de actividad solar. Los rayos cósmicos llegan
al nivel de la Tierra unas cinco horas después de observar una fulguración
solar, los protones solares de muy alta energía reaccionan con los átomos de
la alta atmósfera creando los cinturones de Van Allen cuya densidad aumenta
en periodos de actividad. Estas partículas solares muy energéticas pueden
dañar a las naves y sondas enviadas al espacio.
Las partículas menos energéticas que constituyen el viento solar llegan al
cabo de 2 días y son detenidas por la magnetopausa, la rodean para penetrar
por la cola de magnetosfera atraídas por los polos terrestres, excitan la alta
atmósfera (80Km) donde provocan las auroras que son más intensas y
frecuentes en periodos de actividad solar.
La llegada de estas partícula en las regiones polares contribuye al
calentamiento de la alta atmósfera con un aumento de la densidad electrónica
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acompañado de corrientes variables que crean campos eléctricos en la
corteza terrestre que pueden dañar las líneas eléctricas y telefónicas; la
perdida de tensión puede llegar al 50%. Actualmente los cables están bien
aislados y la actividad solar vigilada, pero en Mayo de 1969 y Abril de 1972 la
ciudad de Nueva York sufrió dos apagones espectaculares porque las líneas
de alta tensión están próximas al polo magnético, punto de impacto del viento
solar y donde se producen tormentas magnéticas que dan lugar al
calentamiento de los transformadores y la desconexión de centrales
eléctricas.
El campo magnético terrestre evidentemente también se perturba y las
tormentas magnéticas terrestres están ligadas a fulguraciones o erupciones
solares, o a la formación de grandes manchas.
El clima se modifica sí cambia la energía emitida por el Sol. La alternancia de
periodos glaciares e interglaciares desde hace 2 millones de años con
periodicidad de 20 000 a 100 000 años esta relacionado, a través de los
estudios de Milankovitch, con las variaciones de la cantidad de energía solar
que llega a la Tierra debido a las variaciones de los parámetros de la órbita
terrestre ( retraso del perihelio en 100 000 año, avance del equinoccio en 26
000 años)
Además de estas variaciones que dependen de la distancia al Sol, la radiación
solar tiene modificaciones intrínsecas debidas a la actividad solar. En las
regiones árticas el ciclo solar está netamente ligado a fenómenos
meteorológicos, correlación que también se puede encontrar en Europa del
Norte: La variación de las precipitaciones en verano en Europa de 1803 a
1943, comparadas con el ciclo solar de 11 años; las caídas de lluvia son más
importantes cuando hay máximos y mínimos de actividad solar. También se
observa un ciclo de 11 años en el crecimiento de los arboles.
Otra posible conexión Sol-Tierra incluye un enlace entre la actividad solar y
un aumento de la circulación atmosférica. Cuando ésta aumenta se
desarrollan sistemas tormentosos terrestres que se extienden sobre grandes
rangos de latitud. La relación es compleja y el sujeto controvertido, debido a
que no se ha encontrado ningún mecanismo físico que permita a la actividad
solar alterar el movimiento de la atmósfera terrestre, teniendo en cuenta que
la energía emitida no varía mucho durante el ciclo solar.
La actividad solar puede influir a largo termino en el clima de la Tierra. Por
ejemplo, el mínimo de Maunder parece corresponder muy bien con los años
más fríos de la llamada pequeña edad de hielo que asoló el norte de Europa
durante los últimos años del siglo XVII. Como el Sol activo y su abundancia de
manchas puede afectar el clima de la Tierra es un problema de investigación
actual en climatología terrestre.
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Soluciones
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Cuestiones
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Problemas
Cuestiones
1. ¿Qué es una mancha solar y qué características tiene?
Es una zona obscura en la fotosfera, constituida por la umbra y la
penumbra gris.
3. ¿Qué es una fulguración solar?
Es la eyección violenta de partículas muy energéticas.
4. ¿Cuáles son los ingredientes del modelo de dinamo magnética?
Capa convectiva subfotosférica, rotación diferencial y campo
magnético.
Problemas
1. El día 16 de Setiembre de 1999 el Observatorio Astrofísico de Catania (Italia)
informaba de la presencia de 74 manchas y ocho grupos en la fotosfera solar.
Calcular el Nº de Wolf.
Nº de Wolf = R =154
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