península valdés

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CHUBUT
EXTREMOPATAGONIA XIX | 39
En
¿Cómo se hace para volver al infierno, una vez conocido el paraíso?
contacto
con la
¿Cómo se entiende la oscuridad después que la luz ha segado tus ojos?
¿Quién te enseña a vivir sin viento cuando la brisa te ha despeinado sin pausa?
¿Por qué dormirte cada noche sin arrullo si el mar eterno puede mecerte con su canto?
Península Valdés es un camino de ida. Es imposible volver siendo la misma después de recorrer palmo a
palmo este circuito de tierra desértica que se adentra en el mar, tan desafiante. El encanto de la península de
las ballenas es un secreto que se descubre solo allí, de cuerpo presente, para quienes quieran escucharlo.
En esta nota no buscamos develarlo (qué ilusión!), sino hacer todo lo posible porque corran a buscarlo…
NATURALEZA
PENÍNSULA
VALDÉS
TEXTO: MA. MILAGROS VIGIL - [email protected]
FOTOGRAFIAS: MA. MILAGROS VIGIL / ANDRES PEÑA
La Península Valdés fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, que no es poco. Ese es el nombre oficial
del deseo que debería unirnos a todos, y que no puede pasarse
por alto una vez que se ha visto el mar desde sus costas: preservarla para el futuro, para todos, para siempre.
Con 4.000 km2 de superficie, este árido terreno que le roba
espacio al mar es un epicentro de jerarquía mundial para la
observación y fotografía de la fauna patagónica en estado salvaje. Y así nomás, sin mucho esfuerzo, como una consecuencia
natural, atrae año tras año a un número creciente de turistas
nacionales y extranjeros.
Mar Revuelto
El Atlántico baña la Península Valdés por todos los costados.
De su longitud total de costa, que es de unos 260 km,
aproximadamente, 150 km están expuestos a las aguas
de los golfos y los 110 km restantes dan a mar abierto.
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Al Norte se acurruca en el Golfo San José, coronando
su trayecto hasta la costa en la Isla de los Pájaros; y al
Sur conforma el Golfo Nuevo, el mismo que cobija a
Puerto Madryn en el Oeste y a Puerto Pirámides en el
Este, los dos puntos extremos de una recta natural y
sorprendente de vida.
Solo el Istmo Ameghino enfrenta, valiente, al océano
desafiante que no se traga la tierra para convertirla en
una isla. La Isla de Valdés… sería igual de famosa.
Sobre el Este de la península las olas y la marea se cuelan
en la caleta, un extraño capricho de la naturaleza, una
especie de península en la península, una larga lengua
de tierra que se interna en el mar y lo abraza.
La costa esbelta, acantilada, típica de la Patagonia, se
combina con extensas playas de canto rodado que suavizan el encuentro de la tierra con el agua.
Y allí empieza la fiesta…
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Tesoros
aDESCUBRIR
CHUBUT
Estrellas Invitadas
En Península Valdés no solo hay tierra y mar para
halagarte. Sin dudas que en estos parajes la fauna
es la gran protagonista.
Durante todo el año las especies que la visitan van
viviendo su ciclo, y en una perfecta armonía invitan al visitante a compartirla.
Con la primavera también llegan los Pingüinos
de Magallanes. Estos simpáticos animales, tan
famosos por estos tiempos, hacen sus nidos en la
costa, bajo los arbustos. El macho es el primero
en llegar, extrañamente y por esas cosas del instinto, al mismo nido cada año. Después arriban las
hembras para encontrarse con su compañero (los
pingüinos mantienen sus parejas durante toda su
vida) y poner los huevos (2).
En la Península hay una importante pingüinera
dentro de una propiedad privada: Estancia San
Lorenzo, otra en la Isla de Los Pájaros y una pequeña colonia se desarrolla en Caleta Valdés, a pocos metros del parador La Elvira.
Septiembre es, además, tiempo de ballenas. La
Ballena Franca Austral llega hasta las costas de
Chubut en mayo-junio, y hasta diciembre se pueden realizar avistajes para descubrir sus colas señoriales asomándose sobre la superficie o sus lomos
callosos resoplando en el silencio. Estos tranquilos
y curiosos animales se acercan a la Península buscando la serenidad necesaria para aparearse y dar
a luz. En Puerto Pirámides, el centro de servicios
turísticos de la península, o en Puerto Madryn, es
posible contratar la excursión de avistaje, un pasaje al contacto directo con los gigantes del mar, una
experiencia inolvidable.
Los Elefantes Marinos no se quedan atrás. Estos
mamíferos que pueblan las costas de Patagonia
con sus harenes pasan un período de su ciclo en
el mar, alimentándose. Y luego, en agosto, llegan
a la costa para reproducirse y mudar su piel. Se
los puede ver reposando sobre la playa, cara al sol,
hasta el mes de marzo, a lo largo de toda la costa.
Los lugares autorizados para verlos bien de cerca
son tres: Apostadero de Punta Cantor (Caleta
Valdés), Complejo Hotel Faro (Punta Delgada,
al Sur) y Punta Norte. Todos poseen miradores
y material informativo sobre estos animales y sus
costumbres.
También con la primavera entran al ecosistema los
mayores depredadores de los elefantes y lobos marinos: las Orcas. Es muy difícil atraparlas con las
“manos en la masa”, en su increíble maniobra de
caza colectiva, única en el reino animal, conocida
como “varamiento intencional”. Pero los pacientes pueden apostarse en Punta Norte y esperar a
que este espectáculo inolvidable y maravilloso se
suceda ante sus ojos.
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Si bien la Península Valdés es una joya en su totalidad, vale la pena detenerse en algunos paisajes, ciertas
actividades que, juntas, trasmiten a la perfección el espíritu de naturaleza y aventura que sintetiza esta región
de la Argentina. Aquí, en una difícil tarea, elegimos 4 destinos que merecen descubrirse… y disfrutarse.
Si de aves se trata, la mayor variedad de toda la región se registra, justamente, en la zona
conocida como Isla de los Pájaros. Esta pequeña porción de tierra situada a unos pocos metros de la costa del Golfo San Jose, alberga numerosas especies, entre ellas: Pingüino de Magallanes, Cormorán, Gaviota Gris y Cocinera, Flamenco, Petrel y Paloma Antártica.
Creada en septiembre de 1967, la Isla de los Pájaros fue la primera reserva de la Península. A la
vez, el refugio montado frente a la Isla, sobre el Istmo Ameghino, ampara un lugar histórico.
Allí existía el Fuerte San José, fundado por Juan De la Piedra durante su expedición por las costas
patagónicas, en 1779, para reafirmar el dominio español sobre esas tierras. Este Fuerte, repetidamente atacado por los indios, fue finalmente arrasado el 7 de Agosto de 1810. Hoy se puede observar allí la réplica de la capilla del Fuerte, único testimonio del antiguo asentamiento español.
La Isla de los Pájaros se encuentra en aguas del Golfo San José, que aparenta una gigantesca laguna marina, de tranquilas aguas y amplias mareas (con hasta 12 metros de diferencia entre pleamar y bajamar).
PENÍNSULA
VALDÉS
Vista desde la costa, la isla tiene una forma muy particular,
una silueta parecida a un sombrero.
En realidad el nombre “Isla de los Pájaros” tiene dos defectos: desde el punto de vista
geográfico porque es un tómbolo (porción de tierra que queda unida al continente en las
mareas bajas); y desde el biológico porque en ella anidan aves y no pájaros.
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Avistamiento
de Aves
en
Isla
de los
Pájaros
Este fenómeno natural hace que la isla, distante a
apenas uno 800 metros de la costa, se comunique
con la tierra firme dos veces al día. A medida que
desciende el nivel del agua, va quedando expuesto
el lecho marino y un estrecho sendero se abre hacia el mar. Antiguamente, por esta vía, se permitía
el acceso del visitante a la isla, pero lamentablemente ya no podemos gozar de estos privilegios,
fundamentalmente por la gran perturbación
que esto significa para las aves que allí nidifican.
Los guardafaunas apostados en el parador no se
cansan de relatar las maravillas que guarda la isla en
sus territorios. Cuentan, entre otras cosas, que vale
la pena volver a la hora de bajamar para descubrir
el fantástico y asombroso mundo del fondo marino. Sobre las restingas, en pequeñas piletas naturales, quedan a la vista un sinnúmero de organismos
acuáticos (pececillos, pulpos, cangrejos, anémonas,
estrellas de mar, algas); y, sobre la línea de pleamar,
las gigantescas y largas masas verde bronceado
de la mayor alga costera: el Cachiyuyo, arrancadas de las profundidades por fuertes tormentas.
Tan interesante como en las profundidades es la
vida sobre la isla. Y todo puede ocurrir para sorpresa del visitante (como que una bandada de más
de 150 flamencos sobrevuele la isla en pocos minutos, redoblando el número en su reflejo sobre el
mar). Sobre los 170 metros de largo por 75 de ancho que mide esta lonja de tierra, millares de aves
nidifican todos los años, principalmente Gaviotas
Cocineras, Biguáes y Gaviotines. El increíble bullicio que producen sus voces, puede escucharse
nítidamente desde la costa. Este “efecto ambiental” sumado a la imagen que se puede obtener de
la isla gracias a los potentes largavistas ubicados en
estratégicos puestos de observación, recrea, como
en una película, escenas de la vida de estas especies
conviviendo en cada jornada. Con paciencia y
buena vista se pueden apreciar sus vuelos, cortejos
aéreos y las diferentes etapas de su ciclo vital.
Distancias: 5 km del Istmo Ameghino (por ruta de ripio)
Fecha ideal de Visita: septiembre a abril
Sugerencias: Averiguar los horarios de bajamar. Llevar
buenos binoculares.
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Pingüinos
en
CHUBUT
Kayaken
Puerto
Madryn
Hay muchas maneras de disfrutar el mar en Puerto
Madryn. Y sin dudas una de las más divertidas es a
bordo de un kayak, barrenando las olas y compartiendo el hábitat de la increíble fauna marina de la
península.
El Golfo Nuevo es uno de los lugares en la costa
patagónica con privilegiadas condiciones climáticas naturales, ya que combina lugares y escenarios
ideales para disfrutar a través de esta extraordinaria
forma de excursión marítima.
La belleza irregular y agreste de las costas de Puerto Madyn y la transparencia de sus aguas calmas,
atrapan al visitante y lo invitan a disfrutar de los
silencios y sonidos de la naturaleza que al compás
del viento crean su propia melodía.
Desde el kayak, la costa cercana se vuelve inmensa y
lejana y nuestros ojos se fijan en el mar, ansiosos por
descubrir y avistar algún ejemplar de la gran variedad de fauna marina y costera que llega hasta la zona.
Como es época de ballenas (hasta diciembre), los
circuitos se realizan solamente para el lado sur del
Golfo, el único sector permitido para la navegación
durante esos meses.
Las salidas en kayak se producen desde la playa de Puerto Madryn y son de corta y mediana duración. Los circuitos son variados a
gusto del navegante y se pueden recorrer diferentes costas cercanas a la ciudad.
La travesía se inicia con una navegación costera
que permite apreciar el sector sur de la ciudad, en
la que se reconocen edificios y un perfil novedoso
no distinguible desde la costa. La primera parada se
realiza a los pocos minutos para visitar el sector de
“Punta Cuevas”. Este sitio debe su nombre a las
cuevas que ha formado la naturaleza en los acantilados. Se pueden apreciar mejor con marea baja,
desde el mar o la playa, donde aún quedan ruinas
del primer emplazamiento Galés en la zona. Estas
fueron las primeras viviendas de Puerto Madryn, y, hoy reconocidas como sitio histórico,
datan del año 1865.
Un poco más adelante, sobre la costa, encontramos el edificio del Ecocentro, con su particular
arquitectura.
Desde allí la navegación continúa hacia la zona
de Punta Este, acompañados desde la costa por
un paisaje inhóspito, en medio de la riqueza de
la costa marítima.
Los más aventureros pueden optar por hacer más
extensa la excursión y continuar hasta Playa Paraná,
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San Lorenzo [
Estancia
donde se encuentra hundido, cerca de la costa, el barco “Folías”, un buque de aproximadamente 60 m de
eslora, cuya estructura asoma por la superficie.
Otra posibilidad es seguir remando hasta la zona del Área Protegida de “Punta Loma”, que enmarcada
por el árido paisaje de la estepa patagónica, posee playas de pedregullo y acantilados que caen a pique
sobre el Golfo.
Este sitio fue una de las primeras reservas faunísticas del sistema de conservación de la Provincia del Chubut
y protege un apostadero de Lobos Marinos de un pelo y colonias de gaviotines sudamericanos.
Las salidas se realizan solo con grupos reducidos, acompañados por un guía “vaqueano”, conocedor de la
zona y especializado en kayak. Además el guía posee en su embarcación cabos, ancla, botiquín de primeros
auxilios y equipo de comunicación.
Distancias: Allí nomás, en Puerto Madryn.
Fecha ideal de Visita: todo el año, especialmente los meses de primavera/verano.
Sugerencias: Para todos los circuitos se incluyen: equipamiento completo para la navegación bolsas estancas, equipos de neoprene o waders y chalecos salvavidas (de uso obligatorio); pero es recomendable llevar abrigo, alimentos fáciles de ingerir, agua, máquina
fotográfica, gorro y protector solar.
PENÍNSULAVALDÉS
EXTREMOPATAGONIA XIX | 43
EXTREMOPATAGONIA XIX | 43
Muy cerca de Punta Norte, en el extremo norte
de la Península Valdés, los Pingüinos de Magallanes cuentan con un espacio protegido ideal para
anidar y ver nacer a sus crías.
Es la Estancia San Lorenzo, que contiene dentro
de su área una de las colonias más numerosas de
Pingüinos de Magallanes y de mayor crecimiento
poblacional de Península Valdés y alrededores.
Con una superficie de más de 5.000 hectáreas,
Estancia San Lorenzo forma parte del Área Protegida de Valdés desde el año 2003, bajo la figura
de Unidad de Manejo, siendo la primera estancia
en obtener esta categorización. Para llegar es necesario recorrer 160 km desde la ciudad de Puerto
Madryn, y 17 km antes de la Reserva de Fauna
Punta Norte por la Ruta Provincial Nro. 3, se accede a mano derecha al camino de ingreso.
La construcción típica de estancia sorprende al visitante con su quietud y serenidad: solo el molino gira
a lo lejos rompiendo la monotonía y el silencio.
En el interior de los galpones, el aroma a cordero
patagónico asándose para el almuerzo todo lo envuelve. Las paredes se encuentran cubiertas de paneles ilustrativos desarrollados especialmente por los
dueños para aclimatar al turista e instruirlo sobre la
historia de la estancia, su actividad actual y por supuesto, la vida de los pingüinos en la reserva.
Para llegar hasta la costa a conocer la pinguinera, es
necesario aguardar la llegada del guardaparque que,
a bordo de vehículos 4x4 especialmente adaptados
para sobrellevar las controversias del camino, realiza
el recorrido interpretativo por la costa.
Ya desde el camino se empiezan a divisar los primeros ejemplares de estos simpáticos animales. A
primera vista sólo se percibe un típico paisaje de
estepa, cargado de arbustos, pero es justamente
bajo esos arbustos que se encuentran los nidos de
pingüinos, y hay que afinar el ojo desde la camioneta para descubrirlos dormidos o incubando los
2 huevos que suelen poner cada octubre y que son
el doble de grande que los huevos de gallina.
El sendero interpretativo de la pingüinera de
Estancia San Lorenzo se recorre a pie. Todo está
muy bien señalizado y las explicaciones del guardaparque son ideales para comprender los comportamientos y hábitos de los pingüinos, admirar
su forma de vida y sus características físicas.
En esta colonia son alrededor de 200.000 los pingüinos que llegan año a año hasta las costas de la
península. Primero arriban los machos para acondicionar los nidos en los suelos arcillosos y bajo
las matas típicas de la estepa patagónica. Después
llegan las hembras buscando a su compañero, el
mismo hasta el fin de sus vidas, para poner los
huevos y aguardar el nacimiento de los pichones.
]
San Lorenzo, elegida área protegida modelo, pertenecía a la familia Machinea, la cual
se instaló en Península Valdés en 1906. Todo el campo posee una superficie de 5.134
hectáreas, con 4.600 metros de costa sobre las aguas del golfo San Matías.
Los huevos son incubados durante 40 días por
ambos progenitores. Los pichones al nacer pesan
alrededor de 80 gramos y están recubiertos de
un plumaje grisáceo, el cual mudan en el mes de
febrero y marzo. Los adultos mudan sus plumas
al finalizar la temporada de reproducción, entre
marzo y abril.
El pingüino de Magallanes es una de las pocas
aves que no vuelan. Mide entre 50 y 70 cm y pesa
de 4 a 5 kilos. Los machos son ligeramente más
grandes que las hembras y poseen los picos más
largos y anchos.
Así pasan los días en la pingüinera de Estancia San
Lorenzo, aguardando un nuevo ciclo para volver
al mar a alimentarse y reponer energias. Al año
siguiente regresarán a tierra firme, al mismo nido
que dejaron, seguros y bajo la protección que necesitan para vivir, pero permitiendo a los humanos admirarnos con su presencia, en un equilibrio basado en el respeto y la no invasión.
Distancias: 160 km de la ciudad de Puerto Madryn y 17 km al oeste de la Reserva de
Fauna Punta Norte.
Fecha ideal de Visita: septiembre a marzo
Sugerencias: Lo mejor es llegar a la Estancia cerca de mediodía, almorzar allí y luego
conocer la pingüinera. Concertar visita.
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CHUBUT
en Buceo
Puerto Pirámides
Si hay algo para disfrutar en Península Valdés, es
el mar que desborda por todos los costados. ¿Qué
mejor idea, entonces, que sumergirnos en sus
aguas cristalinas para vivir una aventura sin precedentes? Allí donde el sol filtra sus rayos azules
y las olas se vuelven territorio de lobos, elefantes
y ballenas, allí vale la pena dejar la superficie buscando el fondo.
En los alrededores de Puerto Pirámides, numerosos sitios de buceo se desparraman sobre las restingas. Las salidas son en botes semirígidos o embarcaciones especialmente preparadas para recibir a
los buceadores y todo su equipamiento. No solo
los especialistas pueden vivir a pleno esta aventura:
los operadores invitan a los novatos a realizar inmersiones de bautismo para animarlos a introducirse en el fascinante mundo submarino.
Los destinos más usuales son:
-Punta Pardelas: un arrecife profundo que va desde los 18 hasta los 30 m en diagonal a la costa con
diversidad de flora, fauna y la presencia de salmones de gran porte.
-El Alero de 15: con una profundidad media de
12 m, perpendicular a la playa de Pardelas, con
aleros de hasta 5 m de altura y formaciones rocosas que albergan gran cantidad de fauna.
-La Escalerita: profundidad promedio de 8 m con
caídas y cañadones tapizados de algas de distintos
tipos y colores.
-La Isla: profundidad promedio de 10 m, es un
peñón saliente con gran cantidad de vida, fósiles y
osamenta de ballenas.
-El Martillo: profundidad promedio de 7 m, pegado a la costa, ideal para bautismos y una inmersión sencilla y prolongada.
-El Barco: ideal para una inmersión multibuzos,
ya que va desde los 10 hasta los 30 m de profundidad. En este sitio se pueden ver cuevas de hasta 9
m de profundidad, y gran diversidad de fauna.
En cuanto al equipamiento, en general los operadores ofrecen todo lo necesario para realizar una
salida de buceo. Con el agua bastante fría aún
en temporada de verano, es fundamental el uso
de trajes de neoprene de 7 mm (el long Jhon) y
7 mm (la chaqueta con plush en el interior). En
temporada de invierno el agua llega a 12º C y en
verano a19º C.
Los bautismos se realizan generalmente en la zona
de “Punta Pardelas”, catalogada Capital del Buceo
en la República Argentina. Este sitio sito a unos 15
min de navegación de Puerto Pirámides, con una
playa paradisíaca y grandes acantilados que se pierden en la profundidad, posee una gran diversidad
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de flora y fauna autóctona del lugar, en arrecifes naturales casi primitivos, a una profundidad que oscila
entre los 8 y 12 metros.
Todas las opciones son válidas cuando de sumergirse
en los rincones submarinos de la península se trata.
Conviene no llegar tarde ni dejarse estar, ya que generalmente hay algún lobito, pequeño y divertido,
que se anota para darnos la bienvenida a esta cita.
PENÍNSULA
VALDÉS
En Puerto Madryn también hay operadores de buceo que organizan salidas de lo
más variadas, especialmente a los parques marinos formados a partir de naufragios, y la experiencia única de vivir el
buceo con lobos marinos.
Más info:
www.abramarbuceo.com.ar
www.aquatours.com.ar
www.pinosub.com.ar
www.masterribledivers.com
www.patagoniabuceo.com.ar
www.scubaduba.com.ar
www.lobolarsen.com
www.madrynbuceo.com
Distancias: 12 km de Puerto Pirámides (por tierra, Ruta Prov. N 2)
Fecha ideal de Visita: todo el año
Sugerencias: los friolentos, preparar “traje seco”.
PENÍNSULAVALDÉS
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