Capital Cultural, escuela y espacio social Pierre Bourdieu ¿Cuál es su aporte desde la mirada sociológica de la educación a las prácticas educativas? ¿Cuál es su fundamento sobre los contenidos de la educación? El sociólogo francés Pierre Bourdieu explica en la siguiente entrevista algunas claves para entender cómo funciona el sistema escolar y qué mecanismos contribuyen a producir el éxito o el fracaso académico de los estudiantes. Especialmente interesante es el concepto de "capital cultural". Las familias transmiten a sus hijos no solamente medios materiales, sino también instrumentos de conocimiento y de expresión, técnicas de trabajo, modos de utilizar el lenguaje, formas de organizar el tiempo, etc. Todo un saber hacer que resulta primordial para obtener el éxito académico. El sistema escolar, en lugar de brindar todo este saber hacer, lo da muchas veces por sabido. "Hay cosas de las cuales todo el mundo hace como si todos las poseyeran, mientras que solamente algunos las dominan; por ejemplo, el hecho de saber tomar notas, el hecho de saber hacer una ficha, utilizar un diccionario, el uso de las abreviaturas, la retórica de la comunicación, la organización de un fichero, la creación de un índice, la utilización de un fichero descriptivo de un banco de datos, de una biblioteca, el uso de instrumentos informáticos, la lectura de cuadros estadísticos y de gráficas. La tecnología del trabajo intelectual no solamente no se nos enseña sino que es menospreciada" (extracto de una entrevista realizada a Bourdieu en Tokio en octubre de 1989 y recogida en el libro Capital cultural, escuela y espacio social). En la segunda parte de la entrevista Pierre Bourdieu expone como la sociología nos ayuda a desvelar los mecanismos inconscientes que el sistema escolar pone en funcionamiento. Uno de estos mecanismos es el de la naturalización de las capacidades de los alumnos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las capacidades, aptitudes y cualidades que se piden a los estudiantes no son tanto un producto de la naturaleza como un producto social, fruto de un trabajo social histórico... Cuando se le dice a un alumno: "usted no tiene dotes para... la lengua" estamos diciendo una de las cosas más aterradoras que se le puede decir a alguien porque en el fondo de esa afirmación está la idea de que las dotes son una cuestión de naturaleza y contra la naturaleza no se puede luchar. Si somos conscientes que esas dotes son unas capacidades socialmente adquiridas, se puede comenzar a trabajar para corregir esas desigualdades. Tomar conciencia de los mecanismos inconscientes del sistema escolar nos puede ayudar a contravenirlos e incluso a subvertirlos. El punto de vista de Pierre Bourdieu (PB) es muy controversial y no fue muy bien acogida en la sociedad científica, sin embargo, él arguye que […] Los lectores de trabajos de sociología tienen tendencia a leer espontáneamente con una perspectiva normativa. Interviene en ellos sus intereses y, contrariamente a lo que se cree, la gente tiene muchos intereses invertidos en el sistema educativo, especialmente los profesores. […] Fácilmente se observa que los docentes mostramos una faceta sumisa ante lo que de lecturas sociales expone PB y, se hace extensivo a los largos tentáculos del Estado –clase dominante / clase dominada-. Con esto PB pone énfasis en que el sistema educativo es un mero reproductor de los intereses hegemónicos y que, de esta manera, de los intereses de las clases sociales superiores; las cuales contrariamente a la democratización del conocimiento, pujan para lograr que su poder quede donde está. Por lo que se puede apreciar en la introducción producida por T. Horio (TH), habiéndolo leído en un periódico anterior a la entrevista, expone: […] Habló usted también de la aparición de nuevos tecnócratas. Por un lado, el pueblo es puesto fuera de juego, separado de los grandes problemas y, por otra parte el campo intelectual es invadido por esos epistemócratas que dominan al pueblo por mediación del saber. […]. Más adelante admitiendo que el pueblo japonés se correspondía con dicha descripción, PB extrae su fuente de conocimiento de la realidad social francesa y la expone a la comunidad científica con la esperanza de que sea aplicable al resto del mundo; lo cual al principio puede resultar agresivo o incluso injusto, sin embargo […] La ciencia se sitúa más allá de las categorías políticas y por eso no tiene ningún sentido decir: La reproducción (publicación de PB) es un libro izquierdista, comunista, ultraizquierdista, conservador. Es un libro que describe las cosas como son, un libro que es confirmado por la observación. Veinte años después veo que es aún más verdadero de lo que yo creía. […] Más adelante continúa diciendo […] Lo que dice el libro era difícilmente soportable, era penoso para mucha gente […] es de este modo como se puede llegar a dos lecturas totalmente opuestas: una de tipo mecanicista –el sistema escolar es una mecánica, en engranaje fatal que, sistemáticamente reproduce- y otra finalista –el sistema escolar es la mano de la burguesía, es el complot- […] Pues como se expuso anteriormente, PB se inclina más por la segunda postura. De esta manera cuando le preguntan sobre el Informe del Colegio de Francia éste nos da su postura al respecto de la educación: […] En ningún momento dice que el sistema escolar va a igualar las oportunidades, que el sistema escolar va a dar cultura a todos. Jamás… esto es muy, muy importante. ¿Y por qué? Porque el sistema escolar está organizado de tal modo que no puede prácticamente democratizar y todo lo que puede hacer, lo mejor que puede hacer, es no reforzar la desigualdad, no redoblar, mediante su eficacia específica, esencialmente simbólica, las diferencias ya existentes entre los niños que le son confiados. […] Si yo fuera ministro, la primera recomendación que haría a los profesores sería: no hacer jamás juicios de valor sobre sus alumnos. […] ustedes deben excluir todos los juicios de valor que afectan a la persona. […] Los profesores de matemática deberían saber y comprender que tienen un poder diabólico de nominación, de constitución que se ejerce sobre la identidad misma de los adolescentes, sobre su imagen de sí, y que puede infligir traumatismos terribles, aún más porque sus veredictos son muy frecuentemente subrayados y reforzados por los padres desesperados y angustiados. […] De esta manera se descubre a través de la mirada socialista de PB, el poder que ejerce el docente sobre el poco desarrollado criterio de los alumnos y, dado que el Estado – mayormente la clase social dominante- tiene conocimiento de este fenómeno que ocurre –por ejemplo- en Argentina, lo utiliza para perdurar en el poder y nuclear y por qué no aumentar, el capital cultural de dicha clase social. “Hay que echar a andar mecanismos de protección” comienza diciendo al disparador de la pregunta de T.Horio sobre ejemplos donde la ciencia y la democracia se coadyuven; a lo PB que continúa diciendo: […] Si se dice abiertamente que existen las desigualdades se está obligando a tomarlo en cuenta y a echar a andar los mecanismos compensatorios, se ve entonces que el papel del Estado es el de regular la competencia, de dar los medios para la enseñanza masiva, las subvenciones, la enseñanza por televisión, siendo una de las medidas importantes la utilización de los medios centrales para compensar los efectos de las desigualdades regionales. […] Este darse cuenta o tomarlo en cuenta, implica tomar conocimiento de que las desigualdades existen. Que cada clase social aporta al sistema educativo una amplia variedad de personas que poseen en su quehacer académico un bagaje que lo caracteriza. Por eso más adelante plantea la siguiente pregunta: […] cuando piensan en la democratización ¿en qué piensan? A lo que HK formula, forma de afirmación, la pregunta que “democratización” de la enseñanza superior es dar oportunidades a los hijos de obreros. PB responde […] Se puede pensar en “democratizar” la relación pedagógica. Pero yo tengo una serie de índices que me hacen pensar que mientras más autoritaria es la relación pedagógica, más favorable es para los hijos de las clases dominadas, mientras que una relación democrática, igualitaria, es favorable a los privilegiados, porque ellos saben como dominar una situación de laissez-faire (liberalismo) […]. Para finalizar, PB nos deja un pensamiento muy importante caracterizado por la situación francesa: […] Hay que preguntarse por qué la educación no es el objeto de una verdadera reflexión, por qué la izquierda no tiene una teoría de la educación. Los sindicatos en Francia están dominados por los obreros y empleados y tienen todos una rama educativa; delegan en su fracción docente la reflexión sobre los problemas de la educación. […] ellos se desembarazan del problema y la fracción docente puede desarrollar a placer su corporativismo. […] Ésta es la reivindicación de base: los salones de clase y los profesores […]. Pues allí se cuece, con un docente responsable, las cuestiones que demanda la sociedad en general, cada uno con su bagaje (habitus) propio de cada clase social.