personalidad

Anuncio
Doble
personalidad
En los últimos años, la mecánica cuántica se ha
convertido en una disciplina muy popular...
por las razones equivocadas. En películas
como "¿Y Ud. qué /$&#% sabe?" se presentan,
de manera disfrazada, ideas que resultan muy
atractivas, pero que no tienen fundamento
alguno (como, por ejemplo, que una actitud
positiva puede afectar la forma de los cristales
de hielo que se formen cerca de una persona).
R
POR: ENRIQUE GÁNEM
FOTÓGRAFO: ARMANDO HERRERA
esultaría absurdo pretender explicarle la
mecánica cuántica en este
espacio por varios motivos:
el primero es la brevedad
—los textos introductorios
a esta materia tienen
varios centenares de
páginas... y se necesita,
como prerequisito,
un conocimiento profundo en matemáticas,
entre otras cosas—.
Otro motivo es que esta
disciplina ha revelado que
las estructuras básicas de todos
los objetos materiales tienen
un comportamiento tan extraño,
que nadie sabe exactamente como
interpretarlo.
City Life • Abril
Para aprovechar el espacio restante, le
daré una idea de uno de los aspectos más
curiosos de esta disciplina. Comenzamos
con una pelota de beisbol. Imagine que
está usted en una feria (de las viejas) y
se para en el
de pelota. Enfrente
tiene usted una serie de bolos de boliche
y algunas pelotas de beisbol. Si logra
tirar tres bolos con cinco pelotas, ganará
un premio.
Suponemos, además, que usted es
un buen tirador, y en el primer intento
logra derribar los 5 bolos. El dueño del
changarro (para utilizar un término
muy popular en este sexenio), decide
no cumplir con su compromiso (algo
también muy popular en este país... y no
solamente en este sexenio) y lo enfrenta
con un nuevo reto. Coloca frente a usted
una pared con un agujero apenas más
grande que cada pelota. No importa lo
que haga usted, sus pelotas no podrán
derribar a los cinco bolos; solamente
podrá alcanzar a aquel que se pueda
ver por el agujero.
Si en lugar de pelotas de beisbol,
usted utilizara canicas, el resultado
sería el mismo, y también con objetos
más pequeños. Si usted quita los bolos
y deja una pared blanca al fondo, y
avienta pequeños granos de carbón,
aparecerá una mancha negra en la pared
en forma circular.
Hasta ahora vamos bien... espero. Si
cree que me estoy volviendo loco, o que
estoy escribiendo un libro para infantes,
tenga paciencia.
una forma definida y un lugar
ELEXPLICADOR •
definido en el espacio), sino
también como ondas (es decir, como una serie de olas que ocupan un espacio muy
grande y poco definido).
Con la imaginación, convierta los
granos de carbón en simples electrones
(que son los fragmentos de materia
ordinaria más pequeños que existen) y
la pared blanca conviértala en una pared
cubierta por un material similar al que
existe en los cinescopios de los
televisores (estas sustancias
emiten luz cuando son
golpeadas por un
electrón con
la energía
apropiada).
Esto ya es, por sí mismo, muy extraño. Las olas no son objetos, sino procesos (una ola
en el mar es el producto de la forma en la que se transmite la energía de movimiento
entre millones de millones de moléculas de agua individuales).
En
e s e
caso, en
lugar de
aparecer una
mancha luminosa
en la pantalla, aparecerá
un punto luminoso rodeado por
anillos que, alternativamente, se ven
luminosos y obscuros (algo parecido a un
blanco para tiro con arco, pero los anillos
se hacen más delgados según se alejan
del centro). No tengo espacio suficiente
para explicarlo en detalle, pero eso es
una demostración de que los electrones
se comportan, no solamente como
pequeños pedazos de materia común (es
decir, como piedritas muy pequeñas, con
Falta lo mejor. Lea con mucho cuidado.
Si usted construye un aparato que arroje un electrón a la vez hacia la pared,
aparecerá de nuevo el patrón de anillos negros y claros, pero si Ud.
coloca un aparato que mida el paso de cada electrón
por el agujero, los anillos desaparecen, y queda
únicamente el punto blanco en el centro.
He aquí lo más inquietante de todo.
Si usted mide la posición o la
velocidad del electrón, éste se
comporta como una partícula;
si no lo mide, se comportará
como una onda. De alguna
m a n e ra , e l a c t o d e
observar parece alterar
la naturaleza más
básica del electrón.
Déjeme resumir
este relajo. Si Ud.
toma una piedra y la
parte, acaba con una
piedrita. Esa piedrita,
al igual que la piedra
original, tiene un lugar
definido en el espacio.
Si usted sigue dividiendo
esa piedrita, el resultado
debería seguir siendo el
mismo, pero cuando rebasa
un cierto límite, los pedazos
más pequeños de la piedrita (o
de cualquier otro objeto material,
incluyendo su propio cuerpo), deja
de comportarse de la manera que
consideramos “normal”.
Un electrón, o cualquier otro fragmento diminuto de
materia, puede estar en dos o más lugares al mismo tiempo (con ciertas restricciones)
y parece comportarse de una manera diferente cuando está en contacto con otros
objetos (por ejemplo, con un detector), que cuando se mueve solo por el espacio.
Estas no son las ideas locas de un científico que no tenía otra cosa qué hacer. Esto,
en palabras muy simples, es una buena parte de lo que dice la Mecánica Cuántica;
debe usted saber que los circuitos integrados que ahora se encuentran por todas
partes (computadoras, hornos de microondas, controles remotos de televisión, tarjetas
telefónicas inteligentes, etc.) funcionan gracias a estos principios. Si la materia no
tuviera estas propiedades (y otras más, aún más extrañas, de las que platicaremos
Abril • City Life
• ELEXPLICADOR
en otra ocasión), la industria de las
telecomunicaciones, la computación
y muchas otras serían imposibles. Se
calcula que no menos del 30% del PIB de
los Estados Unidos viene, directamente,
de la Mecánica Cuántica.
Las necedades de la película que
mencioné al principio de este espacio son
exageraciones y malas interpretaciones
(intencionales) del aparente cambio del
comportamiento del electrón cuando
es observado; algunas personas han
llegado a decir que, por el simple
hecho de participar como observadores
inteligentes, estamos "creando" al
universo y a sus manifestaciones, y por
lo tanto, si algo malo le pasa a usted
—como una enfermedad—, es porque ha
sido un creador irresponsable.
La Mecánica Cuántica, definitivamente, no implica cosas como estas.
usted no puede alterar la forma de los
cristales de hielo con su actitud (se han
hecho varios ensayos al respecto;
es más, si usted tiene un refrigerador, y
una actitud muy obvia —buena o mala—
puede hacer el experimento).
Sabemos que la Mecánica Cuántica, y la
Teoría General de la Relatividad, pueden
explicar esencialmente todos los fenómenos conocidos del cosmos. Sospechamos
que estas fórmulas son, sin embargo,
incompletas, pues tenemos la firma idea
de que el universo se comporta con base a
una sola serie de principios fundamentales,
mientras que estas dos disciplinas se basan
en principios diferentes, e irreconciliables.
Los físicos sospechan que, en pocos
años, será posible demostrar que una
pequeña serie de fórmulas que han sido ya
publicadas desde hace años, representan los
principios más fundamentales del cosmos.
Los experimentos que se realizarán en
2007 en el Gran Colisionador de Hadrones,
podrían revelar los secretos más profundos
del universo (este aparato ya lo hemos
presentado antes. Se trata de la máquina
más grande del mundo —¿se acuerda?— En
cualquier caso, pronto hablaremos de ella
de nuevo.
En pocas palabras, la Mecánica Cuántica,
al igual que la Relatividad, parecen ser
ideas perfectamente correctas, pero
incompletas.
Las extrañas predicciones de la Mecánica
Cuántica son el resultado de una serie
de fórmulas, bien conocidas. Los físicos
saben como manipular estas fórmulas,
pero no pueden explicar, en términos
del diario, exactamente qué demonios
significan. Si usted siente que no puede
encontrarle ni pies ni cabeza al asunto de
los electrones que le acabo de explicar,
entonces relájese, pues hasta todos los
ganadores del Premio Nobel de Física,
desde la fundación de esta presea hasta
ahora, se encuentran exactamente en la
misma situación (así que no le haga mucho
caso a cualquier hablador que se presenta
con credenciales impresionantes a decirle
tonterías sobre el asunto). •
Artículos sujetos a disponibilidad y existencia en nuestras sucursales.
City Life • Abril
Descargar