Júbilo sacerdotal por partida doble

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Página 19• 13 al 19 de diciembre de 2009 • EL VISITANTE
Júbilo sacerdotal por partida doble
Amado Vega Velázquez
Para El Visitante
Se conocen desde hace mucho tiempo. De hecho, estudiaron
juntos en el seminario y fueron ordenados sacerdotes el mismo día.
Tienen muchas responsabilidades
pastorales dentro de la Diócesis
de Ponce, pero el 19 de noviembre – solemnidad de María Madre
de la Divina Providencia – hicieron
un alto en su rutina para celebrar
la Misa junto a un vasto grupo de
sacerdotes y dar gracias a Dios por
sus 18 años de ministerio.
La Misa de acción de gracias
por los aniversarios sacerdotales
de Padre Gerardo Ramírez Torres y
Monseñor Elías Morales Rodríguez
se celebró en la Parroquia La
Resurrección, de la Urbanización
Glenview Gardens, en Ponce. En
un aparte con El Visitante, Padre
“Jerry”, como se le conoce a
Ramírez Torres, dijo sentirse emocionado, feliz y al mismo tiempo
muy agradecido al Señor por su
ministerio.
“Ha sido una experiencia enriquecedora. Han sido unos años de
mucha intensidad en los que nunca
he dejado de experimentar que es
Dios el que lleva a uno de la mano.
Como cuando un niño está aprendiendo a escribir y su padre le
mueve la mano, a sí mismo Dios ha
dirigido mi vida, porque a lo largo
de estos años es Él quien ha guiado mi vida y si hoy estoy aquí se
lo debo a su gracia”, sostuvo Padre
Ramírez Torres, quien es natural de
Villalba.
Aunque entró al Seminario en
1985, su vocación nació mucho antes. El Padre Jerry contó que fue
tanta la devoción y la entrega que
vio en los Padres Marianistas, que
desde los cinco años quería ser sacerdote.
A la Misa de acción de gracias
del Sacerdote, quien además es capellán de la pastoral carcelaria en el
complejo correcional Las Cucharas,
asistieron 10 de sus 12 hermanos.
Entretanto, Monseñor Elías
Morales manifestó su alegría en
la celebración del aniversario.
Además, manifestó que más allá
de recordar el día en el que dio el
“sí” definitivo a Cristo celebró los
dones que Dios le ha regalado a lo
largo de su ministerio sacerdotal.
“Me siento jubiloso porque el
Señor sigue haciendo obras grandes en nosotros y sigue ratificando
ese don que nos ha regalado de
ser presencia suya, ministros de su
palabra y de llevar la acción de la
salvación a los hombres. No hay
privilegio sobre la faz de la tierra
En el orden acostumbrado, Padre Gerardo Ramírez Torres, Monseñor Félix Lázaro y Monseñor
Elías Morales Rodríguez. (Eric O. Quiñones)
que se pueda equiparar a ser sacerdote”, manifestó con orgullo el
sacerdote jayuyano.
Padre Morales Rodríguez,
quien es el juez presidente del
Tribunal Eclesiástico de Ponce y
rector del Seminario Regina Cleri,
contó que los ejemplos que vio
en su familia y la entrega de otros
sacerdotes son instrumentos que
Dios utilizó para tocar su corazón
y llamarle a la vida ministerial.
Además, describió estos 18 años
(Eric O. Quiñones)
de sacerdocio como un camino de
gracia total.
“De parte mía no hay méritos
ningunos para poder vivir lo que
he vivido, sino es la Misericordia de
Dios que se manifiesta cada día en
cada gesto que realizó en nombre
de Cristo, en cada palabra que predico en su nombre y sólo puedo
ver la Misericordia de Dios, que es
la que me ha permitido ser sacerdote. Si volviera a nacer, volvería a
ser sacerdote”.
¿Qué le pide de regalo al Señor
en este aniversario?, se le preguntó. “La santidad. Ser sacerdote,
pero ser santo como lo pide Jesús”,
informó.
Ambos sacerdotes fueron ordenados el 19 de noviembre de
1991 en la iglesia Santa María
Reina en Ponce por el entonces
Obispo de la Diócesis, Fremiot
Torres Oliver. A la Misa de Acción
de Gracias asistieron amigos, familiares y en su mayoría los feligreses que domingo tras domingo
comparten con el Padre Jerry en
la Parroquia la Resurrección, de la
cual es vicario. El Obispo de Ponce,
Félix Lázaro, también estuvo presente. Monseñor Roberto García
Blay, vicario general de la diócesis
de Ponce, destacó en la homilía
la dignidad del sacerdocio y dijo
que es necesario que en la sociedad nuestra se suscite una cultura
vocacional, donde provengan muchos y santos sacerdotes.
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