Empresas integradoras - La gaceta de la Universidad de Guadalajara

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U Gaceta
• 8 de abril de 2002
n i v e r s i t a r i a
CRITERIO
Empresas integradoras
DE
GUADALAJARA
En México, el 80 por ciento de la microempresa surgió “como opción de sobrevivencia” y no
como “iniciativa emprendedora”. “La mayoría de la población dedicada a esta actividad ha
venido operando de manera precaria al carecer de programas de orientación y apoyo...”
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La apatía, el burocratismo y la falta de
voluntad política no han permitido el
desarrollo de las empresas integradoras,
lo que podría ser una estrategia de
desarrollo.
Los esquemas de cooperación
empresarial han sido un factor de éxito
para el desarrollo de las economías
mundiales, algunos de los cuales se han
extrapolado en otros países, adaptándose
a sus condiciones particulares y
obteniendo resultados de impacto en sus
economías.
Se considera conveniente describir de
manera ilustrativa la experiencia de
diversos países donde las formas de
asociación han sido exitosas y que éstas
a su vez sirven como marco comparativo
de los objetivos buscados con el programa
de empresas integradoras desarrolladas en
México.
Prueba de ello han sido países
industrializados como Alemania, Japón,
Corea, Noruega, Francia, Italia y Taiwán,
entre otros, que han desarrollado desde
tiempos de la posguerra diversas formas
de asociación, con el propósito de
impulsar la competitividad de las micro,
pequeñas y medianas empresas con
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JUAN NEPOTE
UNIVERSIDAD
medidas gubernamentales de apoyo basadas
en una estrategia de mediano y largo plazos.
Es necesario dar nos cuenta que la
economía de Japón se ha desarrollado
gracias a las pequeñas y medianas empresas.
Es importante reconocer que las grandes
empresas japonesas, ya mundialmente
famosas, también comenzaron sus vidas
como pequeñas empresas con cuatro o
cinco empleados, en el pasado no tan lejano;
es sorprendente saber que más del 99.4 por
ciento del número de empresas registradas
son pequeñas y medianas y alrededor del
60 por ciento de los trabajadores provienen
de estas pequeñas y medianas empresas.
Además de esto, estas empresas ocupan el
50 por ciento y el 56 por ciento de los
embarques y volumen del valor adicionado,
respectivamente, de la industria
manufacturera. (Centro Empresarial de
Jalisco, 27 de marzo, 2000).
Las micro y pequeñas empresas en
México, representan el 99 por ciento de las
empresas registradas, según las estadísticas
sectoriales de SECOFI (Secretaria de
Comercio y Fomento Industrial). Este
número de empresas da empleo a un 59
por ciento de la población ocupada en
nuestro país. Sin las pequeñas y medianas
empresas, nuestra economía tendría serios
problemas. Esto no sucede solamente en
México, sino en algunos otros países
donde la gran mayoría de las empresas
también son pequeñas y medianas.
Es preocupante la indiferencia de los
organismos empresariales y más aún de
las instancias guber namentales con
respecto a la creación y funcionamiento
de las organizaciones; “de las empresas
que se constituyeron en la administración
1994/2000, 80 por ciento cerró sus
puertas luego de dos años de
operaciones” (David Fernández Uribe, El
economista, 15 de marzo, 2000);
corroborado por la COPARMEX, al
afirmar: “de las 400 mil empresas que se
crearon
durante
la
presente
administración, desaparecen casi el 70
por ciento de las empresas. Solo 160 mil
rebasan los cinco años de operaciones.
(El financiero, 24 de mayo, 2000).
Hay que destacar que en México el
80 por ciento de la microempresa surgió
“como opción de sobrevivencia” y no
como “iniciativa emprendedora”. “La
mayoría de la población dedicada a esta
actividad ha venido operando de manera
precaria al carecer de programas de
orientación y apoyo, además de que no
dispone de capacitación, por lo que su
desarrollo tecnológico ha sido
prácticamente inexistente”. (Diagnóstico
elaborado por empresas sociales,
microempresas, proyectos productivos y
empleo, ONG) www.jornada.unam.mx/
2000/dic.)
Sin embargo, el Congreso de la Unión
publicó el decreto que promueve la
creación, organización, operación y
desarrollo de las empresas integradoras
el 7 de mayo de 1993 y modificado el 30
de mayo de 1995, cuyo propósito sea
realizar gestiones y promociones
orientadas a modernizar y ampliar la
participación de las empresas, de las
micro, pequeñas y medianas empresas,
en todos los ámbitos de la vida nacional.
(Artículo 1° del citado decreto).
El propio entorno económico ahora
globalizado, está produciendo entre los
empresarios una visión clara de que es
imprescindible asociarse para competir,
“so pena” de verse diluido ante la
creciente e inevitable competencia.
El estado de Chihuahua es un ejemplo
de agrupamiento empresarial con potencial
competitivo global, en lo que destacan:
electrónica y telecomunicaciones,
automotriz y autopartes, forestal del mueble,
agroindustria y alimentos, textil y
confección, materiales para la construcción
y minería. (www.chihuahua.gob.mx/cies/
nueva%estructura).
En Jalisco las empresas integradoras
han ido creciendo de manera paulatina.
En 1999 existían 29, de las cuales 23
estaban operando en ese tiempo y 6 de
ellas estaban canceladas. Afilian a 568
socios activos. De estos, 434 se
encuentran dentro del sector de la
construcción. (SECOFI, 1999).
Para aprovechar las ventajas del
modelo se requiere de cierto grado de
maduración, compromiso, cohesión y
liderazgo; sin embargo, en Jalisco las
empresas integradoras no han estado
arrojando los resultados esperados, tanto
para sus socios como para el gobierno.
(Impacto de los apoyos en el estado de
Jalisco; caso de las empresas integradoras
2000).❖
* Profesor
CUCiénega.
investigador
del