Universidad de San Carlos de Guatemala Facultad de Odontología Área de Patología Diagnóstico III Dra. Ingrid Arreola María Luisa Orellana Lémus Nandy Paola Acevedo Quevedo Pablo Antonio Tejada Escobedo Jonathan Aroldo Hernández Búcaro Javier Alfredo Quiñónez Flores José Luis Campos De León Luis Enrique Cortez González Carlos Alberto Páez Galindo Mauro Alberto Mijangos Tello Israel Jonatan Paredes Chiquitó 200310022 200810267 200810303 200810326 200815331 200817343 200910842 200910937 200922252 200922265 Manejo del Paciente Hipertenso en El Consultorio Dental Abstract Antes de describir la enfermedad y el manejo odontológico que ésta presenta, es de importancia y prudencia mencionar la situación de nuestro país en cuanto a nivel de afección en la población. Según un artículo publicado en el diario “El Periódico” del 17 de mayo de 2012, Eduardo Palacios, coordinador del Programa Nacional de Enfermedades Crónicas No Transmitibles del Ministerio de Salud informó que los casos de hipertensión se duplican cada 10 años en Guatemala, y ésta enfermedad afecta al 13 por ciento de la población, equivalente a 1 millón de guatemaltecos. La hipertensión arterial (HTA) se considera uno de los factores de riesgo más importante en la predicción de la evolución pos-operatoria. La atención de pacientes odontológicos que desconocen su estado de salud general es muy común hoy en día. Se define como presión arterial normal a los niveles inferiores a 130/85 mm Hg. Se considera también la categoría de presión arterial normal alta, la cual considera a personas que tienen mayor probabilidad de hacerse hipertensos o tener alguna complicación cardiovascular, comparado con los de presión arterial más baja. Se considera hipertenso a todo individuo de 18 años y más con cifras de presión arterial iguales o superiores a 140/90 mm Hg. Según la magnitud de las cifras de presión arterial tanto sistólica como diastólica los hipertensos se clasifican en 3 etapas en orden creciente de magnitud. Clasificación de la Hipertensión Arterial Por su etiología Esencial o idiopática y secundaria. Por los niveles de presión arterial Leve (90 a 104 mm Hg) Moderada (105 a 114 mm Hg) Severa (más de 115 mm Hg) El odontólogo deberá establecer el diagnóstico presuntivo del padecimiento sistémico que aqueja al paciente, (en este caso la hipertensión arterial), el diagnóstico de certeza lo debe realizar el médico. Para establecer el diagnóstico presuntivo de Hipertensión Arterial en un paciente, el Cirujano Dentista se basa en: A).- La Historia Clínica de rutina y obligatoria en todos los casos, B).- Las cifras de presión arterial registradas en tres visitas subsecuentes con cifras mayores a 140/90 mm de Hg. C).- Las manifestaciones orales que sólo se presentan: 1).-En pacientes hipertensos que no tiene control médico. -Odontalgias: sin causa aparente, pero se debe a hiperemia pulpar producida por el aumento de la presión sanguínea. -Hemorragia: profusa al realizar los procedimientos quirúrgicos. El tiempo de sangrado está aumentado debido a la alta presión intravascular. 2).-En pacientes hipertensos que se encuentran bajo tratamiento farmacológico. -Boca seca: por la deshidratación provocada por la administración de anti diuréticos. -Autoclisis deficiente: por deshidratación. -Predisposición a caries y enfermedad periodontal: por la autoclisis deficiente que favorece gran acumulación de Placa Dentobacteriana. -Estomatitis: por hipersensibilidad al fármaco. -Liquen plano: cuando se administra metildopa y propanolol. Considerando todos los elementos mencionados el odontólogo está en condiciones de realizar el diagnóstico presuntivo de HTA. Sobre el paciente dental con hipertensión cabe hacer algunas consideraciones terapéuticas importantes, referentes a la identificación, la monitorización, la reducción del estrés y la ansiedad, la prevención de interacciones farmacológicas, y el tratamiento de los efectos de los fármacos sobre tejidos dentales. Durante muchos años el único signo detectable pueden ser las determinaciones elevadas de presión arterial. La presión arterial elevada intermitente se denomina: Hipertensión Lábil. Manejo Odontológico Es importante identificar al paciente hipertenso antes de empezar un tratamiento odontológico, ya que el estrés y la ansiedad asociada con nuestros procedimientos pueden alzar la presión arterial a niveles peligrosos, que podría resultar en un accidente cerebro vascular o un infarto al miocardio. También es importante la detección del paciente hipertenso para evitar el uso de procedimientos como la utilización de ciertos vasoconstrictores, por ejemplo en el control del sangramiento gingival durante la toma de impresiones para prótesis fija. La primera tarea del Odontólogo es identificar a través de la anamnesis y medición de la PA a aquellos pacientes portadores de hipertensión arterial. Algunos pacientes con hipertensión diagnosticada pueden estar recibiendo tratamiento médico farmacológico, por lo tanto hay que preguntar qué está consumiendo, para establecer las posibles interacciones y determinar las manifestaciones orales de éstos. En la primera cita odontológica de un paciente hipertenso deberían tomarse al menos 2 ó 3 mediciones de presión arterial separadas por un par de minutos. No debe ser tomada inmediatamente a la entrada de la oficina, sino con cinco minutos de reposo previo. La presión arterial es tomada por tres razones: 1.- Sirve como base de toma de decisiones para un manejo adecuado del paciente. 2.- Sirve para identificar al paciente hipertenso. 3.- Es una necesidad médico-legal. El manejo odontológico del paciente hipertenso tiene como objetivo: • Reducción del estrés y ansiedad • Establecer relación estable y honesta con el paciente. • Discutir con el paciente sus miedos. • Evitar situaciones estresantes. • Usar premedicación si es necesaria (Benzodiazepinas). • Usar óxido nitroso si es necesario, evitando hipoxia porque puede producir un aumento brusco de la PA. • Cambios graduales de posición para evitar hipotensión postural. • Evitar estimulación de reflejos vagales. La anestesia general se recomienda en los pacientes ASA I (Saludable, normal) o ASAII (paciente con enfermedad sistémica leve). Se excluye de lo anterior a pacientes que tengan PA controladas por drogas o aquellos con presión diastólica mayor de 109 y presión sistólica mayor de 179 mm Hg. Uso de Anestésicos Se puede decir que el uso de más de dos tubos carpule con epinefrina al 1:100.000 se puede asociar con aumento del riesgo de cambios hemodinámicos adversos dentro de la atención odontológica. Además, se recomienda evitar el uso de norepinefrina y levonordefrina en pacientes con HTA debido a la estimulación de receptores alfa 1. Con respecto a las contraindicacionesen el uso de vasoconstrictores se incluyen a pacientes con HT severa y muy severa no controlada, arritmias refractarias, infarto cardíaco reciente (menos de 6 meses), angina inestable, bypass coronario reciente (menos de 3 meses), falla cardíaca congestiva no controlada e hipertiroidismo no controlado. Además, existen interacciones de los vasoconstrictores con otros fármacos, como por ejemplo con los fármacos antihipertensivos, especialmente con los bloqueadores adrenérgicos. Estas interaccionesadversas ocurren menos en pacientes que toman bloqueadores beta selectivos (nadol, timolol, labetalol, pindolol