información para el paciente sobre la estimulación

El Mañanero
Participación de: Aldo Suárez
INFORMACIÓN PARA EL PACIENTE SOBRE LA ESTIMULACIÓN
MAGNÉTICA TRANS-CRANEAL (EMT)
¿Qué es la estimulación magnética trans-craneal?
La estimulación magnética trans-craneal (EMT) se ha estudiado por más de una década
como tratamiento para la depresión y otros trastornos psiquiátricos. Es una técnica
neurofisiológica que permite la inducción, de forma segura y no invasiva (los pacientes
permanecen despiertos y alerta durante el tratamiento), de una corriente eléctrica en el cerebro.
En octubre del 2008, la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU autorizó la EMT para el
tratamiento de pacientes con depresión, que no lograban mejoría con el uso de fármacos
antidepresivos.
La terapia de EMT emplea una corriente que pasa a través de una bobina de hilo de cobre
encapsulada en una carcasa de plástico, situada sobre la cabeza del sujeto, para generar un campo
magnético altamente concentrado. La EMT posee el mismo tipo de fuerza que la producida a
través de una resonancia magnética.
Los campos magnéticos de EMT no afectan de modo directo a todo el cerebro; su alcance
es de dos a tres centímetros al interior del cerebro, debajo de donde se genera el estímulo. A
medida que los campos magnéticos de la EMT se mueven hacia el interior del cerebro producen
corrientes eléctricas pequeñas que activan células dentro del cerebro, las cuales se cree liberan
neurotransmisores.
Generalmente el tratamiento inicial consta de cinco sesiones por semana durante un
periodo de cuatro a seis semanas; 20 a 30 EMT totales. Cada sesión tiene una duración de una
hora.
Resultados de los ensayos clínicos
Los datos reunidos en los ensayos clínicos sobre uso de EMT, han sido favorables. Es por
esto, que la FDA ha dado la autorización del uso de EMT como tratamiento del trastorno depresivo
mayor en pacientes adultos que no mejoraron con la terapia farmacológica, o que se encuentran
por arriba de la dosis y duración mínimas efectivas.
La eficacia se estableció en un ensayo clínico controlado en donde se comparó el
tratamiento activo con EMT y un tratamiento “placebo” (dispositivo inactivo). Los pacientes que
recibieron EMT presentaron mejoría en ansiedad, cambios del apetito, dolores, y en la falta de
energía, síntomas asociados a la depresión.
El Mañanero
Participación de: Aldo Suárez
En un ensayo, 1 de cada 2 pacientes tratados con el dispositivo de terapia de EMT
empleado en el INCIDE presentó mejoría significativa en los síntomas de depresión. Y cerca de uno
de cada tres pacientes tratados con terapia EMT mostraron alivio total de los síntomas al final de
seis semanas.
Seguridad
Para la valoración de la seguridad se efectuaron más de 10,000 tratamientos activos de
EMT sin peligro durante los ensayos clínicos con el tipo de aparato de EMT empleado en el INCIDE.
No se observaron efectos secundarios como aumento de peso, problemas sexuales o estomacales,
somnolencia, sequedad de boca, ni efectos negativos sobre la memoria ni sobre capacidad de
concentrarse. No hubo incidencia de ataques convulsivos; aunque se ha informado sobre
convulsiones en estudios de EMT con otros tipos de aparatos, así que su médico revisará su riesgo
individual antes de iniciar los tratamientos de EMT.
El efecto secundario más común informado en relación con la EMT fue el dolor o las
molestias en cuero cabelludo durante la sesión de tratamiento. Este efecto secundario por lo
general era de leve a moderado, y ocurría con menor frecuencia después de la primera semana de
tratamiento. Menos de 5% de los pacientes tratados con terapia de EMT suspendieron la terapia
debido a efectos secundarios.
Existe el riesgo de la activación de un estado maniaco o hipomaniaco con los tratamientos
antidepresivos, y algunos manejos se han asociado con el surgimiento o empeoramiento de
pensamientos suicidas, así que su médico vigilará sus síntomas y progresos en cada sesión.
La terapia EMT no debe emplearse en pacientes con dispositivos metálicos implantados u
objetos metálicos no removibles en o cerca de la cabeza (por ejemplo, placas metálicas en el
cráneo, espirales para aneurismas, etcétera), dado que podrían producirse daños serios.