Difícil decisión y mil razones para agradecer

Difícil decisión y mil
razones para agradecer
«No se equivocaban, pues, mis padres, quienes sin vacilaciones aseguraban
que yo debía estudiar esta carrera y en esta universidad. Hoy estoy
convencido de que en ninguna parte hubiese encontrado un liderazgo,
cuerpo profesoral, alumnado y personal administrativo que hicieran un
mejor mosaico en una institución de principios y filosofía liberal».
adentro
«El Externado había abierto un nuevo programa de pregrado. Se podía
aprender derecho, economía, administración, finanzas, relaciones
internacionales, entre otras. Era una carrera que "ni mandada a hacer"».
GONZALO ORDÓÑEZ
MATAMOROS
desde
Exalumno III promoción
gonzalo.ordóñez@pubpolicy.
gatch.edu
Atlanta, Estados Unidos
En la vida son varias las cosas que lo impactan a uno para siempre, pero
pocas como lo hace la universidad en donde se estudia. Tras la primera difícil
y autónoma decisión que había tomado en mi vida, consistente en retirarme
de la carrera militar en la que llevaba casi tres años me vi abocado, a los 19
años, a tomar la segunda decisión de no menos trascendentales implicaciones:
qué estudiar y en dónde. La decisión me producía una gran angustia. No sólo
tenía el temor a arrepentirme, sino que además existía la presión pasiva de
mi familia. La tarea se hacía aún más difícil por cuanto, como egresado de
bachiller de la Escuela Militar de Cadetes, no contaba con una orientación
profesional distinta de la de ser un buen oficial del ejército.
Mi problema no era tanto el que no me gustara estudiar nada, sino todo lo
contrario: todo me gustaba. Eso era un gran problema porque había momentos
en que quería ser economista, y a la semana descubría que me gustaba el
derecho. También quería ser administrador de empresas, periodista, ingeniero
industrial, financista, o realizar el anhelo de infancia de ser zoólogo.
En procura de darle orden al caos, decidí practicarme un test de cualidades.
Ingenuamente esperaba que un experto me dijera qué era lo que tenía que
estudiar, y más concretamente «para qué servía». Sin embargo, contrario a
mis deseos, el dictamen fue que yo podía estudiar lo que quisiera, que en
cualquier carrera me iría bien. Así que pedí admisión en varias carreras en
varias universidades, esperando que el destino decidiera por mí, ¡fácil! Pero no.
Pasé en todas... irónicamente; para el caso, el escenario no podía ser peor.
Un día, el gusto por la variedad se vio satisfecho cuando mi hermano, el
abogado, llegó a la casa con la noticia de que en el Externado habían abier-
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to un nuevo programa de pregrado. Se podía aprender derecho, economía,
administración, finanzas, relaciones internacionales, entre otras. Era una
carrera que «ni mandada a hacer», decía mi madre, quien me conocía bien y
ya estaba angustiada por mi indecisión.
A pesar de haber encontrado por fin algo que me llamaba la atención, me
preocupaba el hecho de que el mercado laboral de una carrera tan interdisciplinaria no era muy claro. Se trataba de la primera carrera de ese género
en Colombia y de las pocas en el mundo. En realidad, era una preocupación
mal fundada, porque presumía que el título era más importante que la
calidad de la educación como criterio de elección. A mi padre en cambio
le tranquilizaba el hecho de que el programa se ofreciera en la Universidad
Externado de Colombia. Para él, la tradición y el prestigio eran la garantía
de una educación de calidad.
Aun así, sentí que tenía poca información a la mano y hasta cierto grado
de temor, por lo que decidí inscribirme al curso preuniversitario que ofrecía
el Externado, al cabo del cual pude conocer la filosofía y orígenes de la institución. Mejor aún, pude enterarme del contenido de las carreras que me
interesaban. Al finalizar el curso, no me quedó ninguna duda: quería estudiar
finanzas y relaciones internacionales.
¿Qué pasó en esos cinco años en las aulas de la universidad? Lo que viví
durante la carrera podría ser tan largo y entretenido como para escribir un
libro. Fui miembro del Consejo Estudiantil y del Consejo Directivo. Estuve en
las olimpiadas deportivas interfacultades. Le hicimos un acto de bienvenida
al rector, quien retornaba de Italia. Participé en los encuentros externadistas.
Fui miembro activo en el movimiento de la Séptima Papeleta, que dio lugar
a la Asamblea Nacional Constituyente, y ésta a la nueva Carta Política
de Colombia. Trabajé en la revista Paradigma. Me gocé las obras que
Tras más
montamos en el grupo de teatro. Aún recuerdo con alegría las cade seis años de
rreras de observación, las listas de lo «in» y lo «out» de la época, y
ejercicio profesional y
el día de las entrevistas de admisión. En fin, una vida universitaria
docente, en el que aplicaba
llena de momentos gratos.
y transmitía los conocimien¿Y después? Tras graduarme, en la tercera promoción de la fatos adquiridos en varias
cultad, trabajé como asesor del entonces viceministro de Justicia.
disciplinas, decidí que
Allí, con libertad, confianza y una buena guía del doctor Roberto
quería volver a ser
Hinestrosa, varios egresados pudimos valernos de nuestros conociestudiante.
mientos en derecho internacional y diplomacia para diseñar y gestionar
proyectos de cooperación internacional y crear la Dirección General de
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Asuntos Internacionales del ministerio. Fue una experiencia enriquecedora
y satisfactoria, gracias a la formación interdisciplinaria que nos proporcionó
el pregrado.
Posteriormente, los conocimientos adquiridos en la carrera me permitieron
realizar una maestría en economía internacional y desarrollo económico en
la Universidad de París 1, Panteón-Sorbonne. Allí, en calidad de becario del
Externado, y a pesar de ser el único estudiante no economista de la maestría,
pude sortear con éxito las exigencias propias de las materias del posgrado.
Las bases y conocimientos adquiridos en la facultad gracias a profesores tales
como Jesús Bejarano, Fernando Botero, Christian Boudier, Camilo Echandía,
Beethoven Herrera, Enrique Low Murtra, Enrique Peñalosa, Mauricio Pérez,
Óscar Rodríguez y Carlos Ronderos, entre otros, me permitieron nivelarme y
superar las expectativas. El «Método Francés» de plan de trabajo y seminarios
propios de la carrera fueron fundamentales. Las clases de idiomas, ¡invaluables! Mi tesis respondía a motivaciones intelectuales surgidas en el marco
de la pasantía en la División de Acuerdos Internacionales del Ministerio de
Agricultura, y de la monografía de pregrado que escribí con la dirección del
doctor Mauricio Pérez, en cumplimiento de los requisitos para obtener el
título universitario.
Merced a la extensión de la beca otorgada por el Externado, hice también
una maestría en derecho de las relaciones económicas internacionales en la
Universidad de París X, Nanterre, donde volví a poner a prueba mis conocimientos aprendidos en el pregrado. Quería entender mejor los patrones,
determinantes e impactos de las relaciones económicas internacionales en el
desarrollo económico, ahora desde la perspectiva del derecho internacional.
Para hacer frente a las exigencias curriculares, conté –una vez más- con
la plataforma ofrecida por los profesores de la facultad, como Emilssen de
Cancino, César Castillo, Marie Eve Detoeuf, Ómar Ferreira, Andelfo García,
Pierre Gilhodes, Milena Gómez, Fernando Hinestrosa, Roberto Hinestrosa, Patti
Londoño, Claudia Orozco, Elena Saldarriaga, Saúl Sotomonte, Bernardo Vela,
Augusto Velilla, Sandra Verano y Claudette Vernot, entre otros.
A mi regreso a Colombia, me vinculé al Externado como profesor de la
Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, donde estuve a
cargo de los seminarios de «Economía internacional», «Desarrollo económico»,
y «Política científica y tecnológica». Además, participé en la realización de
dos libros: uno sobre temas de ciencia política y otro sobre temas de gestión
pública.
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Tras más de seis años de ejercicio profesional y docente, en el que aplicaba
y transmitía los conocimientos adquiridos en varias disciplinas, decidí que
quería volver a ser estudiante. Necesitaba seguir aprendiendo para entender mejor cómo la ciencia y la tecnología podían contribuir al progreso
de países en vías de desarrollo. La decisión no fue fácil porque ya estaba
casado y tenía dos hijos. De alguna manera, implicaba un nuevo salto a un
terreno aún más interdisciplinario, más apasionante, pero menos conocido.
El tiempo y la experiencia adquirida desde el pregrado posibilitaron que me
expusiera a «culturas» temáticas y epistemológicas distintas, al desapego de
lo material y lo coyuntural. Nuevamente, conté con el apoyo financiero del
Externado, una beca de la Fundación Fulbright, del Departamento Nacional
de Planeación y de Colciencias; viajé con mi familia a hacer el doctorado
en el Georgia Institute of Technology y Georgia State University, en Atlanta.
Hoy, estoy a punto de culminar todas las materias exigidas por el programa
y aprobar los exámenes cualificatorios tanto en políticas públicas como en
política científica y tecnológica. Estoy realizando mi tesis sobre «El papel de
la cooperación internacional en el desarrollo de capacidades científicas y
tecnológicas en Colombia». Labor que, apoyada con el uso de herramientas
de inteligencia tecnológica, se ha visto necesariamente beneficiada por los
conocimientos en economía, derecho, negocios internacionales, finanzas y
sociología que comencé en el Externado y que me han permitido, a lo largo
de estos quince años, moverme libremente para satisfacer mis inquietudes
altruistas e intelectuales.
No se equivocaban, pues, mis padres, quienes sin vacilaciones aseguraban
que yo debía estudiar esta carrera y en esta universidad. Hoy estoy convencido
de que en ninguna parte hubiese encontrado el liderazgo, cuerpo profesoral,
alumnado y personal administrativo que hicieran un mejor mosaico en una
institución de principios y filosofía liberal tan generosa en lo material y lo
intelectual como el Externado. A todos y por todo, pero muy especialmente
al decano fundador, Roberto Hinestrosa, y al rector, Fernando Hinestrosa, les
doy mis agradecimientos.
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COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y GESTIÓN DE PROYECTOS PARA EL DESARROLLO
especial
20 años
Convenio: School of International and Public Affairs (Sipa) de Columbia University, N.Y.
Registro lcfes: 170653270171100110100
Título otorgado: Especialista en Cooperación Internacional y Gestión de Proyectos para el Desarrollo
Convenio con Columbia University, N.Y. Objetivos: dar a conocer las nuevas tendencias de la cooperación internacional y facilitar el acceso a las fuentes de
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recursos y oportunidades que ofrece este elemento fundamental del desarrollo; proporcionar habilidades para aplicar lasactualidad
técnicas de
negociación internacional,
la planeación estratégica y las herramientas de gestión de proyectos. Duración: doce meses.
POLÍTICAS Y ASUNTOS INTERNACIONALES
Convenio: School of International and Public Affairs (Sipa) de Columbia University, N.Y., Instituto de Estudios Políticos de París, Centre
d’Études et de Recherches Internationales (Ceri)
Registro Icfes: 170653200301100111100
Título otorgado: Especialista en Políticas y Asuntos Internacionales
Convenio con el Centre d’Études et de Recherches Internationales. Institut
d’Études Politiques de París y School of International and Public Affairs
de Columbia University, N.Y. Características: esquema internacional de
estudios interdisciplinarios en política exterior y estudios comparados;
negociación y solución de conflictos; derecho internacional público, economía y finanzas internacionales; derechos humanos y medio ambiente.
Duración: quince meses.
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GOBIERNO, GERENCIA Y ASUNTOS PÚBLICOS
Convenio: School of International and.Public Affairs (Sipa) de Columbia
University, N.Y.
ventana
Registro Icfes: 170653S000011 00113100
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global
Título otorgado: Especialista en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos
Con este programa de carácter disciplinario, ofrecido en convenio con la School
of International and Public Affairs de Columbia University, N.Y., se busca preparar a los dirigentes del siglo XXI, de economía
los sectores público y privado.
y finanzas
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Catedráticos: de la Universidad Externado de Colombia, de Columbia University,
y profesionales que ocupan o han ocupado altas posiciones.
cultura
y sociedad
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Desarrollo y Marketing Territorial
Objetivos:
Formar y preparar dirigentes, gerentes y administradores capaces de fomentar el desarrollo territorial a través de instrumentos innovadores que les
permitan a las regiones integrarse en la economía global.
Incentivar actividades empresariales integradas localmente a través de cadenas productivas, entre otros, dando lugar a procesos de desarrollo sostenible. Dentro de las estrategias de desarrollo se encuentran el marketing territorial, la creación de cadenas productivas y la generación de redes de
cooperación local (asociatividad).
Título: Especialista en Desarrollo y Marketing Territorial
Duración: Doce meses en tres ciclos con el siguiente horario: miércoles, jueves y viernes de 9 a.m. a 6 p.m., y sábados de 9 a.m. a 1 p.m. una vez al mes.
Número de registro MEN 170656580801100111500
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